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Entonces; el rostro del padre de Usami por mihll

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Notas del fanfic:

Los personajes de este fic no me pertenecen y sólo los utilizo a modo de diversión

Notas del capitulo:

 Advertencia: Este fic es "Mpreg" (embarazo masculino), si no te gusta, no leas

 

Hola

Dando cumplimiento a la petición de ustedes, mis lectores, les traigo la secuela de "Entonces..."

Mis agradecimientos a Mai y Elepa, sin ellas, esto no podría ser posible

Espero que sea de su agrado

 

"Entonces: El rostro del padre de Usami"


Historia basada en "Slam Dunk" de Inoue Takehiko

 

+++ Capítulo 1: Recuerdos+++


 

       Había pasado muchas noches discutiendo con su tía y habían llegado a la conclusión que mientras no dejara atrás ese toque de cobardía, no podría tener en sus brazos a su hijo. En este día tuvo el valor que no supo de dónde provino y que fue suficientemente fuerte para impulsarlo acercarse a Hanamichi, arrebatarle a su hijo de los brazos y decir muchas cosas que lo apuntaban como el padre de Usami; vencer su miedo le había traído una felicidad intensa y había dibujado en su rostro una gran sonrisa que arrastró hasta su casa, y que al llegar la noche, seguía conservando

       No importaba que su tía Naomi hoy llegara molesta del trabajo y se descargara contra su persona, no importaba que ahora, sentados a la mesa, siguiera taladrándole la mente con sus regaños por no probar siquiera su comida, argumentando que estaba flaco por pensar demasiado y comer nada, y es que hoy sencillamente nada ni nadie podía alterar su felicidad de haber tenido a Usami en su brazos, de haber sonreído con él de manera cómplice, de haberlo hecho dormir por primera vez...de haberse sabido su perfecto padre por un perfecto momento que resultó eterno. No, no había forma y su tía al final tuvo que rendirse con su malhumor, poner más atención y pensar poco sobre el posible suceso que dejó a su sobrino prácticamente con cara de bobo

       -Debo suponer que esa cara de felicidad se debe a tu hijo-murmuró de pronto la mujer dejando el tenedor de lado

       -Así es tía. Hoy me encontré a Hanamichi camino a casa y tuve a Usami en mis brazos, incluso lo hice dormir-respondió Kaede con un brillo de emoción en sus ojos azules

        -Entonces él ya sabe que eres la persona que andaba buscando-supuso nuevamente Naomi, mostrando real interés en las palabras de su sobrino

       -No tan así-respondió el muchacho jugando distraídamente con su comida-digamos que le di pistas...espero que se haya dado cuenta.

        Naomi soltó un suspiro cansado

       -Hasta cuándo Kaede... Si tuviste el valor de dormir con él, ¿por qué simplemente le dices que eres el padre del niño?. Tú más que nadie está en conocimiento que no recuerda nada y que todo este tiempo se la ha pasado con sus amigos tratando de recordar con quien estuvo...dices quererlo mucho pero lo haces sufrir con tu poco valor-Cuestionó lo mismo de cada noche

       Kaede desvió la mirada hacia la nada. Como siempre, su tía tenía razón; Hanamichi realmente estaba desesperado por el encontrar al padre de Usami, y él, partiendo desde aquella mañana en que se escapó de su casa antes de que éste despertara, lo único que hacía era mantenerse en penumbras, siempre pendiente de él, de su hijo, de todo lo que les pasaba, de todo lo que necesitaban; Hanamichi bien dijo que a Usami no le faltaba nada y no era otro más que él quién se encargaba de que así fuera. Aún así, hacía sufrir a Hanamichi y se provocaba sufrimiento él mismo, porque ser un fantasma que no quería revelarse, tenía que tragarse la amargura de no poder tener a su hijo cuando quisiera

       Suspiró profundamente y a su mente llegó el recuerdo de aquel día en que encontró a Hanamichi hablando con Mito en la terraza de la preparatoria, sobre su embarazo y el dolor de cabeza que tenía al querer darle un rostro a la persona que estuvo con él la noche de la fiesta; decía esforzarse en recordar y no podía, simplemente no podía recordar a la única persona con quien en toda su vida, había hecho el amor.

        -Estabas muy ebrio, Hana-dijo en un suave murmullo y con una leve sonrisa-sólo yo sé que tan mal estabas, lo recuerdo muy bien.

Flash Back

 

       Era una noche en extremo silenciosa, sólo el molesto sonido de su teléfono a la diez de la noche había roto por un momento ése ambiente que no se oía ruido alguno, ni siquiera proveniente del exterior. La llamada era de una alegre Ayako, quien preguntara acerca de la razón de su ausencia en la fiesta aquella en que casi estaba todo el equipo presente

       -"Lo siento, pero estoy muy cansado y sólo quiero dormir"

       Con esa  excusa había dado por frustrado cualquier intento de la manager con tal de convencerlo en asistir. Por supuesto aquellas palabras eran mentira, si quería ir, como nunca había tenido ganas de participar de una fiesta, sin embargo, el temor a beber, pasarse de la cuenta y hacer algo de lo cual después se arrepentiría, era más fuerte y era la muralla que se interponía ante su deseo

       Ya había perdido la cuenta de cuánto tipo llevaba guardando oculto sus sentimientos, aquellos dirigidos a una persona especial, de quien suponía, nunca lograría corresponderle. Todo se había tornado insoportable desde que se diera cuenta que ya no aguantaba más, a veces en que se encontraba a solas con esa persona, nacía desde su interior un  impulso que le instaba a contar su secreto, por suerte el pensar que con ello se ganaría la golpiza de su vida, se reprimía mordiéndose la lengua para no decir nada pues resultaba tonto  y ridículo pensar que su peor enemigo, se lo tomaba a bien.

       De todos los hombres del mundo, de los que pudo enamorarse, tuvo que haber sido de Sakuragi. Con ironía pensaba que su corazón era más torpe que el torpe mismo. Realmente empezaba a pensar que ése órgano debía de tener ojos para así elegir a la persona correcta; ése pelirrojo era la persona más imperfecta de este mundo y apenas podía digerir el hecho de sentirse enamorado de un tipo como él, más ya nada podía hacer para evitarlo y aunque se había esforzado mucho en querer olvidarlo, lo único que conseguía era llegar hasta un punto donde incluso podría llegar a babear por su cuerpo que muchas veces pudo ver a plenitud en las duchas del gimnasio, y es que ése tipo, tenía un cuerpo endemoniadamente bien formado

       -Soy un idiota- se dijo en voz alta, acomodándose mejor en la cama

       Así la noche continuó tranquila y aunque le costara en demasía conciliar el sueño, lo logró en un momento dado, sólo para despertar quien sabe cuanto tiempo más tarde, al sentir que era zamarreado por la mano de alguien

       -¡Kaede!-

       La voz de su tía, con un tono no más que superior a un susurro,  se oía muy lejana. Él contestó con un gruñido, estaba bastante adormilado

       -Kaede, despierta de una vez

       Ésta vez puso más atención. Entre las penumbras del cuarto,  pudo ver apenas la figura de su tía

       -¿Qué pasa?.

       -Hay un tipo gritando afuera, ya rompió el vidrio de mi ventana...levántate de una vez y haz algo.

       -Llama a la policía, no tienes por qué alterarte tanto.

       Quería seguir durmiendo y no tenía gana alguna de levantarse y lidiar con un loco

       -No voy a llamar a la policía y meter a uno de tus compañeros a la cárcel, por eso quiero que te levantes y lidies con él.

       -Da igual, mételo a la cárcel, no me importa.

       Apenas y terminaba de hablar cuando sintió que lo destapaban por completo

       - Te está llamando, ¿acaso no oyes?...es ése pelirrojo loco que te llama "Zorro"-

       -¿Sakuragi?-preguntó sorprendido e interesado. Más despierto con esa mención, pudo escuchar los gritos  de quien lo llamaba desde la calle. Era Sakuragi pronunciando ése singular apodo que ya había aceptado

       Se puso en pie rápidamente y salió del cuarto sin siquiera ponerse algo encima. Al llegar fuera de la casa vio al pelirrojo que lo traía loco en un  lamentable estado de ebriedad en que apenas podía mantenerse en pie

       -Torpe... ¿qué diablos haces aquí?... --

       - ¿Qué crees zorro?... te busco.-respondió con una sonrisa en sus labios

       -Eres un idiota-murmuró. ¿Acaso sería que lo buscaba para iniciar una pelea en la puerta de su casa?

       Kaede no tuvo tiempo de pensar en otra cosa cuando ya se vio abrazado por Sakuragi. Él olía a alcohol, demasiado como para tolerar su aliento tan cercano. Lo apartó teniendo el cuidado de sostenerlo por los hombros

       -¿Por qué no fuiste a la fiesta zorrito?...estaba muy buena-le dijo Hanamichi entre sonrisas e hipos

       -Estás borracho y apestas.

       Hanamichi rió a todo pulmón

       -¡Cállate idiota, que vas a despertar a nuestros  vecinos!

       -Me callo, pero no te enojes-Emitió Hana al tiempo que dirigía su mano hasta la cara de su compañero

       -No te cansas de ser tan bullicioso...y ni siquiera sé cómo llegaste hasta aquí estando como estás-

       -Pues me trajo un taxista muy amable.

       -Eres idiota, debiste aprovechar esa amabilidad e ir a tu casa y no venir a molestarme a estas horas.

       -Pero quería verte-se quejó el pelirrojo

       -¿Para qué?

        -Para... -

       -Kaede, es tarde, será mejor que lo lleves a su casa-la voz de la mujer se oyó a las espaldas del moreno

    -¿Quién es ella zorrito?-preguntó Hanamichi asomándose por sobre los hombros del mencionado

       -Mi tía-respondió cansadamente

       -Pensé que era tu madre

       -Ya llévatelo de una vez que quiero dormir-insistió la mujer

       Kaede exhaló profundamente sin encontrar otra salida para deshacerse de esa molestia embriagada. Asegurándose que al soltarlo no se cayera, le dijo:

       -Espérame aquí, calladito...ya vengo.

       -¿No puedo ir contigo?

       -No-sonó categórico para ver que Hanamichi mostraba una expresión sentida por sus palabras-...por favor, sólo hazlo, ¿sí?.

       Hanamichi asintió, entonces fue de regreso al interior de la casa, que a esas alturas ya se encontraba iluminada

       -Usa el automóvil-le dijo su tía

       Tras asentir, corrió escaleras arriba, entró a su cuarto, se puso una polera y salió llevándose consigo una chaqueta que se colocó al bajar. Su tía le esperaba con las llaves del coche en manos

       -Asegúrate que se quede dormido antes de venirte, los muchachos de hoy hacen muchas locuras cuando están ebrios- aconsejó la mujer, recordando una ocasión en que Kaede se embriagó durante una fiesta familiar y no había caso de mantenerlo quieto. Esa vez no había logrado paz hasta conseguir que se durmiera

       El viaje a casa de Sakuragi no fue para nada tranquilo, él pelirrojo parecía no callarse nunca, hablaba y hablaba cosas incoherentes. Lo peor de todo fue sacarle la dirección de su casa, él la había olvidado y lo tuvo dando vueltas en círculos mucho tiempo. Seguía pensando que de milagro llegaría a su casa.

       -Sabes zorrito, Haruko ésta noche me dijo que me quiere.

       Con tan sólo la mención del odiado nombre de la hermana del ex capitán Akagi, Kaede sintió un estallido de celos en su interior. -¿el pelirrojo dijo qué?- se preguntó. Sin querer su pié había pisado a fondo el freno. La frenada del vehículo había sido del todo brusca, la sacudida que se dio Hanamichi terminó mareándolo un poco más

       -¡¿Qué te pasa, Zorro?!-dijo exaltado

       -¿Qué me va a pasar?...nada-contestó molesto

       -¡Ahhh!

       -¿Ah, qué?-ésta vez dijo mirando al pelirrojo

     -Llegamos...ése es mi edificio-Hana señaló la construcción. Se trataba de un edificio de departamentos bastante sencillo, de tres pisos y pintado en color marrón

       Kaede quería darse un cabezazo contra el volante, ya habían pasado por esa calle una vez y el muy torpe no se había dado cuenta donde estaban, guiándolo prácticamente al otro extremo de la ciudad. Seguía insistiendo en su pensamiento del por qué tuvo que enamorarse justamente de él, ¿acaso cupido era un desgraciado inconsciente?

       Tuvo que tragarse su malhumor. A duras penas lo sacó del coche, Hanamichi parecía más ebrio que cuando estaban en su casa, ahora ya ni siquiera podía caminar sin ser ayudado. Llegar hasta el tercer piso, subiendo las escaleras, había sido todo un calvario con él a cuestas. Lo llevó a su cuarto, lo tendió en la cama y comenzó a quitarle los zapatos en completo silencio mientras el otro parecía dormirse

       -¿Por qué no fuiste a la fiesta, zorrito?-la pregunta repentina del pelirrojo sonó a reproche

       -No tenía ganas-contestó Kaede

       -Te estuve esperando.

       -¿Para qué?

       Kaede se irguió, enfrentando la mira de Hanamichi.

      -Estúpido zorro...debería golpearte- emitió el chico pasándose las manos por el rostro.

       Al poco rato Kaede fue consiente que su rival estaba llorando

       -¿Qué te pasa, torpe?-preguntó entonces, sentándose en borde de la cama. El otro no respondió-¿Por qué lloras, Sakuragi?

       -Porque soy un idiota...nunca debí haber bebido demasiado

        -Nadie duda de que seas un idiota

       -Tú, siempre tú-Hanamichi apuntó una fiera mirada en el ojiazul- te odio, ¿lo sabías?-de sus ojos brotaban las lágrimas que Kaede se resistía a secar con sus manos

        -Sé bien...estoy consiente de tu odio hacia mí, no espero otra cosa...pero quiero que te des cuenta que tú fuiste quien empezó todo, yo nunca te di razón para que nos lleváramos mal...todo fue por esa chiquilla tonta.

        -"Ésa chiquilla tonta" tiene nombre, se llama Haruko-replicó Hanamichi

       -No me importa como se llame, es una entrometida, la boba más grande de las que he conocido.

       -No tienes sentimientos-

      -"Si los tengo"-pensó Kaede, y eran fuertes, tan intensos que hacían corroer su interior y provocar sus celos amargos. Sentía que odiaba a Haruko más que a nadie en este mundo; ella había tenido el corazón de Hanamichi y lo seguía teniendo a su impresión. ¿Qué pretendía ése idiota?. No le entendía, no podía comprender por qué venía a derramar lágrimas con él cuando se supone debía estar feliz. Haruko le había dicho que le quería, ¿no?

       Se puso en pie, tal vez debía faltar al consejo de su tía, irse antes de que él se durmiera, porque no soportaba un minuto más estar asfixiándose en ése cuarto, con él llorando como un niño

       -Duérmete de una vez, tengo que irme.

       -Zorro estúpido, tú no me entiendes.

       -¿Por qué tendría que entenderte?-manifestó su enojo en su tono alto de voz-duérmete o has lo que quieras, yo tengo sueño, me sacaste de la cama a la una de la mañana sólo para molestar... ¿qué soy? ¿tu objeto de constante molestia?...quisiera saber que mañana ya dejaré de contar con tu presencia, sería feliz al no verte más.

       -Vete entonces-respondió Hanamichi muy dolido. Se volteó dándole la espalda, no podía dejar de llorar-nunca debí ir a buscarte...tienes razón...soy un torpe.

       El resto de las palabras se las guardó para sí, nada conseguía decir que él le gustaba si a cambio iba a obtener el rechazo que muchas otras enamoradas de él conseguirían

        -Te odio, torpe-Kaede dijo de pronto, y era cierto, lo odiaba tanto como le quería, siempre había sido así

       -También te odio-

       La respuesta susurrada débilmente hirió el corazón del zorrito de ojos azules, que  no pudo evitar preguntarse qué más necesitaba para al fin hacer algo que fuera eficiente en su deseo de olvidarlo

       Tal vez era por el morboso deseo de provocarse más dolor que había surgido en lo profundo de su mente, el deseo de no irse de allí con las manos vacías. Bordeó la cama y se inclinó hasta que su rostro quedó muy cerca de la de Hanamichi; su mano se dirigió hasta su rostro y despejó su frente del cabello rebelde

       Cuando Hanamichi viró su para enfrentar su mirada, fue cuando descendió su más su rostro, hasta alcanzar esos labios que quería probar; le supo a miel, a cielo, muy a pesar del gusto a alcohol que pudo percibir. Se separó lentamente sin dejar de enfrentar aquellos ojos que le miraban con una clara señal de sorpresa

       -No eres lo que esperaba...pero te quiero idiota-le dijo sacando un valor que no sabía de dónde provino

       -Y-yo...Tú...-Balbuceó el pelirrojo

       -Decías que no sé querer, pues aquí tienes tu respuesta aunque no sea la que esperabas...tendrás que perdonarme por no pedirte permiso.

       Sin una palabra más volvió a atrapar los labios de Hana. No fue un contacto sutil como la vez anterior, ésta vez fue con desenfreno, un contacto agresivo en que su lengua ingresó forzadamente en su boca, para degustarla a su completo antojo. No había tanta resistencia como imaginó, justificando ése hecho al estado de embriaguez en que el otro estaba sumido, no obstante, aunque si la hubiera, nada lo detendría ya que de todas formas pensaba besarlo hasta saciarse

       Lo que Kaede no sabía con certeza, era cuál era el límite de su saciedad. Conforme seguía besándolo, quería llegar más allá.

       No fue consiente en el cómo ni cuándo se encontró posicionado sobre Hanamichi y una de su mano vagaba por debajo de las prendas que él vestía, recorriendo sin vergüenza uno de sus costados

       -Zorro-murmuró Hana cuando se vio liberado por la boca del ojiazul

       Kaede no le contestó, sólo le miró con el deseo reflejado en sus orbes azulada. Había cruzado el límite en que podría desistir a propias cuentas. Mentalmente pidió perdón a Hana porque ya no iba a contenerse, no quería hacerlo...y así, llevado por el deseo que lo impulsaba, volvió a devorar su boca con desesperación, la misma desesperación con la que le hizo el amor

End Flash Back

       -Dijiste que fui tu primera vez-se dijo sumido en un ensueño, que pronto sería roto por su tía, que le llamaba desde hacía un buen rato

       Sobresaltado, salió de su aturdimiento. Para entonces su tía estaba lavando los trastes.

       -Están llamando a la puerta. Ve a abrir hijo-dijo Naomi

       Sin una respuesta se levantó de la mesa y fue a ver quién era. Se encontró de frente con Hanamichi, un muy serio Hanamichi, distinto a ése con quien estuvo durante la tarde. Tragó saliva como pudo y dijo una voz temblorosa:

       -Sakuragi.

 

 

+++ Fin Capítulo 1+++

Notas finales:

Bueno, estoy siguiendo mis historias de otra serie en ff net y en estos días tengo que compensar a mis lectores de esa página, por ello tal vez me tarde en la segunda parte de este fic, si veo interés me preocupo y escribo lo antes posible, de lo contrario, me tomaré el tiempo de acuerdo a mi consideración jejeje

Hasta pronto


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