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Una Sombra de lo que fui... por Road_tama

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Notas del fanfic:

 Este va ha ser el primer fanfic que escriba (al menos en esta página), asi que les pido clemencia y una oportunidad. Decidan si les gusta o no al menos a partir del terce capítulo o más.

ADVERTENCIA: SI NO LES GUSTA VER SUFRIR A ALLEN, POR FAVOR, LES PEDIR… QUE ABANDONEN ESTE FANFIC Y NO LO MIREN DOS VECES.

Notas del capitulo:

Dedico este fanfic a mis padres y a mi hermana, que por supuesto, ignoran la existencia de este fanfic y esta cuenta. Saben perfectamente que me gusta escribir, pero no imaginan esto... porque ellos creen que estoy escribiendo, como dirían ellos... cosas "normales". Y más vale que sigan sin averiguarlo, porque seguro que les daba un patatús. 

El fanfic está contado en primera persona por Allen Walker, exceptuando algunas partes que contaré en tercera, debido a que Allen-kun no se encuentra presente o está inconsciente.

1.                  El comienzo de mi desgracia

¿Alguna vez os habéis sentido cómo si os arrancaran el corazón del pecho, y lo pisotearan frente a vuestros ojos, haciéndolo tantos añicos que parece imposible de reconstruir? Espero que vuestra respuesta sea no… porque comprendo perfectamente ese dolor… Mi corazón ha sido atravesado tantas veces por la fría y dura hoja de la desesperación, que ya no puedo ni recoger los despojos de aquella parte de mi cuerpo donde se hallaba todo lo que yo consideraba hermoso… Soy Allen Walker, exorcista de la Orden Oscura… y ya no soy ni el reflejo de lo que en otro tiempo fui, sacudido por las desgracias de esta vida… me he convertido en una sombra… una Sombra de lo que fui…

Hasta mis oídos llega el suave repiqueteo de los grilletes en mis muñecas, hasta mis ojos la oscuridad de la mazmorra, hasta mi piel la humedad del ambiente y hasta mi corazón… la tristeza y la soledad… ¿Cómo he llegado a esta situación? Eso es lo que yo me pregunto, en muchas ocasiones… pero si queréis, esta sombra de la vida os contará su historia… aún queda un rato hasta que los Noah vengan a buscarme, y me aliviará descargar el peso de mi corazón…

Todo comenzó hace dos largos años, sin embargo, aún lo recuerdo como si sucediera ayer… aquella misión y esa estúpida decisión mía, aquello condenó mi existencia…

Me encontraba en el despacho de Komui, sentado junto a Kanda, Lavi, Lenalee y otros exorcistas como Miranda y Krory. El supervisor se encontraba durmiendo sobre un montón de papeles, y una sonrisa de felicidad se asomaba en su rostro. Reever se encontraba a su lado intentando despertarlo con fuertes empujones, que no tenían ningún efecto en él. Reever suspiró y acercó sus labios a la oreja de Komui:

-Komui-san, Lenalee se va a casar y queremos presentarle a su futuro cuñado-susurró el miembro del departamento científico-. Despiértese.

-¡AAAAAHHHHHHHHHH! ¡MALDITO TIPEJO REPUJNANTE Y MANOS LARGAAS! ¡¿CÓMO TE HAS ATREVIDO A ROBARLE SU PUREZA A MI TIERNA Y LINDA LENALEEEEE?!-gritó, mientras un aura asesina aparecía a su alrededor-. ¡MI SANGRIENTA VENGANZA CAERÁ SOBRE ÉL! ¡MUAJAJAJAJAJA! ¡SANGRE! ¡MUCHA SANGRE! ¡DESEARÁ NO HABER NACIDO  ESE MALDITO APROVECHADO ROBA-HERMANAS! ¡¿DONDE ESTÁ ESE REPUGNANTE INSECTO TERRENAL?!-un amenazante taladro había aparecido entre sus protectoras manos.

-Tranquilízate, hermano-chilló Lenalee, dándole una patada en la cara-. No me voy a casar.

-¡Ooooohhhh! ¡Doy gracias a Dios por haberte concedido el don de la cordura! ¡Tu decisión es la adecuada!-y de un salto se abrazó a su hermana.

La escena prosiguió así durante unos minutos, en los que yo mantuve una sonrisa divertida en mi rostro. Esto sucedía diariamente, y aquella rutina me hacía sentirme feliz. Ahora que lo pienso, creo que esa fue la última vez que mi rostro mostró una verdadera sonrisa…

-Bueno, pasaremos a temas más serios-dijo Komui, con una bolsa de hielo en la cabeza-. Me gustaría hablarles de una misión que ha surgido hace poco. Hace apenas unos días, un pueblo entero desapareció de la faz de la tierra. Según el único superviviente de la desaparición, que había salido a pasear al bosque, como hacía todos los días,  al volver se encontró con el pueblo totalmente desierto. Ni un ruido quebraba la quietud del ambiente, y se asustó. Fue a una ciudad y contactó con la Orden Oscura.

-¿Usted cree que es un fenómeno producido por Inocencia?-preguntó Lavi.

-No, no lo creo-negó el supervisor-. Es posible que esté relacionado con algo que se traigan entre manos los Noah, y quiero enviar gente a investigar lo sucedido. Pero puede ser muy peligroso, así que quiero preguntaos si estaríais dispuesto a hacerlo.

-Pero… eso es algo muy peligroso-palideció Lenalee-. Podría tratarse de una trampa. Además, si hay algún Noah capaz de hacer desaparecer un pueblo entero de la faz de la tierra, no es seguro enviar a ningún exorcista. Al menos de momento, con la desaparición del General Cross, la Orden Oscura se encuentra en una época de crisis.

-Lenalee tiene razón-afirmó Lavi-. Es muy peligroso.

-Estoy de acuerdo con el conejo-dijo Kanda.

Todas las miradas se quedaron puestas en mí, que había permanecido en silencio. Me quedé sin decir nada, yo tampoco quería ir, porque sabía que la Orden Oscura había entrado en crisis y anunciaba su declive si continuaba así. Por otro lado, me sentía culpable por no acudir a la misión, pero no haría nada si iba sólo.

-No, yo también opino que es muy peligroso-terminé contestando.

-Muy bien-murmuró Komui-. La misión será aplazada.Nos levantamos de nuestros asientos y salimos del despacho.

Mi mirada se cruzó con la de Kanda, que me dirigió una mirada más fría que de costumbre, enviándome todo su desprecio. Fruncí el entrecejo y salí tras él. Llevaba varios días tratándome fatal, incluso tratándose de él. Quería averiguar el porqué de su comportamiento y exigirle una respuesta. Un auténtico error.

-¡Eh, tú, Kanda!-le llamé cuando lo alcancé caminando por uno de los pasillos menos transitados de la Orden-. ¡¿Se puede saber qué narices te pasa?! Llevas unos cuantos días en que estás insoportable, mucho más que de costumbre.

-Creo que deberías conocer de sobra la razón de mi enfado, Moyashi-siseó, haciéndome una mueca de odio.

-Es Allen, Bakanda. ¡¿No me estarás diciendo que aún sigues enfadado por lo de la otra misión?!-grité, sorprendido-. ¡Si no hubiera sido por mí, habrías muerto!

Sucedió que unos días antes habíamos salido los dos de misión a un pueblecito de Noruega. Algo sencillo. Recuperar un fragmento de inocencia que había sido encontrado bajo las losas del Ayuntamiento. Nuestra misión había sido un éxito, teníamos la Inocencia en nuestras manos y regresábamos hacia la Orden Oscura, cuando fuimos emboscados por Tikki Mick y un ejército de Akumas. Peleamos durante horas, intentando defender nuestras vidas y el fragmento de Inocencia, cuando Bakanda fue acorralado por el Noah. Yo corrí a defenderlo. Perdimos la Inocencia y fallamos la misión estrepitosamente, pero al menos conseguimos salvar nuestras vidas.

-¡ESTÚPIDO MOYASHI! ¡NUESTRA MISIÓN ERA RECUPERAR  LA INOCENCIA! ¡PERO TÚ TE DEJASTE LLEVAR POR TUS SENTIMIENTOS Y FALLAMOS LA MISIÓN!

-¡SI NO TE HUBIERA SALVADO, TAMBIÉN HABRÍAMOS PERDIDO TU INOCENCIA!-chillé, furioso. Si no quería agradecérmelo, lo comprendía… Dar las gracias y Kanda, no pega en absoluto… pero que tampoco me lo echara en cara…-. ¡UNA VIDA DE UN EXORCISTA VALE TANTO COMO UN FRAGMENTO DE INOCENCIA!

-¡LOS EXORCISTAS SOMOS ARMAS DEL VATICANO! ¡NUESTRA MISIÓN ERA ESA Y DEBÍAMOS CUMPLIRLA, SIN IMPORTAR EL PRECIO!

-¡NO SEAS ESTÚPIDO! ¡LOS EXORCISTAS SOMOS MUCHO MÁS QUE UNAS SIMPLES ARMAS!

-¡POR SUPUESTO QUE SOMOS ARMAS, FREGONA CON PATAS! ¡Y PRECISAMENTE POR QUÉ TENEMOS SENTIMIENTOS, UN TERCIO DE LAS MISIONES SON UN DESASTRE!

-¡ERES UN IDIOTA! ¡SI YO TE SALVÉ ES PORQUE TE QUIERO!

Abrí mucho los ojos y me tapé la boca. ¿En serio había dicho eso? Idiota, idiota, idiota… me recriminé. Me había prometido a mi mismo que jamás lo diría, pero la furia hizo que esas palabras escaparan de mi GRAN bocaza. Era verdad. Cada vez que tenía cerca a Kanda, me latía el corazón muy fuerte y los sonrojos eran frecuentes. Sabía que él no me amaba, por eso callaba, no quería que su mirada indiferente se transformara en puro odio. No me importaba el trato que recibía de Kanda, porque al menos estaba cerca de él y saber que al menos me tenía presente en su vida era un pensamiento que me alegraba. Soy un estúpido, lo se. El primer amor suele ser trágico y yo me enamoré de la persona que menos me convenía.  

-¿Y qué quieres que te diga?-contestó con una sonrisa ácida en el rostro-. Me dan igual tus sentimientos, me da igual que pienses y me da igual lo que te pase. Eres idiota. Aléjate de mi vista, no quiero volver a ver tu estúpida cara. ¡LARGO!

Sentí un fuerte dolor en el pecho. No era otra cosa que mi corazón. Mi corazón estallando en mil pedazos, que eran transportados por el viento del desprecio y el odio. El mundo cayó sobre mí con la fuerza de una losa, aplastando mi amor y mis sentimientos. Aquella fue la primera vez que me sentí tan desgraciado desde que había puesto los pies en la Orden, pero… desgraciadamente no fue la última. No sé ni cómo pude mantener la compostura, hasta que giré la esquina del pasillo. Todo el dolor que había acumulado en apenas unos segundos, estalló en forma de un torrente de lágrimas que manó de mis ojos como una enorme cascada. Salí corriendo por los pasillos, ya sin importarme las miradas que me lanzaban las personas con las que me topaba. No quería pensar en nada. No quería sentir nada. Quería correr y correr, y no detenerme jamás. Poder cortar ese lazo de amor que había tejido alrededor de Kanda, porque dolía. Dolía su desprecio. Dolía su odio. Pero sobre todo dolía saber que yo no significaba nada para él. Subí las escaleras a todo correr, e irrumpí en el despacho de Komui.

-¡Allen-kun!-gritó al verme entrar con los ojos anegados en lágrimas-. ¿Qué es lo que te sucede?

-¡Komui-san! ¡Acepto la misión!

El supervisor me miró sorprendido y confuso, sin comprender por qué había cambiado de opinión en apenas unos minutos. Lo leí en la expresión de su mirada. Estoy seguro que quería negarse, pero yo ya había tomado mi decisión… He cometido muchos errores a lo largo de mis quince años de existencia… pero estoy seguro… de que ese fue el peor de todos…

 
Notas finales:  Espero que les haya gustado el primer capítulo, y sigan pasando a visitar este fic. Déjenme reviews con advertencias, amenazas, sujerencias, bombas... me alegrarán y animarán a continuar.

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