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Entre cuadros por licherni

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Notas del fanfic:

bueno aki mi siguiente fic, espero ke tenga tanto exito o mas ke el resto

kisses

Notas del capitulo:

espero ke os guste aunke creo ke el principio esta un pokitin reliado xk he echo cambios de última hora para ke se ajustara mejor a los siguientes capis decirme si hay alguna duda y si no se explica en los siguientes capis os la resuelvo en las notas del siguiente capi

Kisses

 

Capítulo 1: El deseo esmeralda y el niño prodigio

 

(Narra Harry)

 

Pasando a la cultura, el niño prodigio Draco Malfoy ha vuelto a sorprender a los críticos con su última obra que aunque ha recibido buenas críticas por su belleza la han puntuado con un cinco raspado por su carencia del, como dicen todos, "toque mágico" que caracteriza normalmente las obras de esta joven promesa. Malfoy no ha querido hacernos más declaración que la de que tiene falta de inspiración y que por ello volverá a retomar sus estudios en la prestigiosa academia masculina de Hogwarts donde comenzará este semestre. Desde aquí te deseamos lo me...

 

Con el mando cambio de canal a otro deportivo donde televisan un partido de béisbol para seguir sirviendo las bebidas con una sonrisa.

-Aquí tenéis lo pedido.

-Gracias Harry.

-Siempre es un placer chicos.

 

Soy Harry Potter, pelo negro azabache y siempre despeinado, ojos esmeraldas, piel bronceada y 1,85 de altura. Tengo 17 años y vivo en la academia Hogwarts durante todo el año escolar hasta que llega el verano que vuelvo a casa con mis padrinos y padres adoptivos Sirius Black y Remus Lupin. Hogwarts es una academia sólo para chicos y cubre todos los cursos desde primaria en un mismo edificio, hay cuatro casas que se dividen por diferentes factores artísticos: Slytherin es para los dibujantes, Ravenclaw para los músicos, Hufflepuf para los escritores y Gryffindor para los bailarines, yo pertenezco a la última, aunque reúno las cualidades de las cuatro casas, no es por fardar pero soy el mejor de Hogwarts. Cada casa tiene una habitación para cada uno de sus miembros y una sala común donde está restringida la entrada a los miembros de las otras casas sin tener permiso, por eso todos llevamos dos llaves, la primera la del edificio de la casa y la otra la de nuestra habitación.

 

Hogwarts también tiene un bar y una discoteca, para la diversión de los alumnos, en un edificio a parte del de las clases, yo trabajo en el bar durante los fines de semana. A parte de mí también trabajan algunos compañeros míos de Gryffindor conmigo, los gemelos Fred y George Weasley dos años mayores que yo, su hermano menor Ron, con mi misma edad y Seamus Finnegan, Dean Thomas y Neville Lombottom los tres también de mi edad. Los Weasley son todos pelirrojos con los ojos aguamarina y piel pálida, aprovecho para comentar que soy gay y estoy liado con los gemelos por falta de animación o interés sobre cualquier otra cosa. Seamus tiene el pelo castaño, ojos chocolate y piel de un tono rosado, Dean, su pareja, tiene el pelo negro y rizado, los ojos también los tiene muy oscuros y la piel tiene el color del chocolate para postres. Por último Neville con carita de niño que engaña a más no poder, pelo castaño claro y ojos color almendra, ellos son mis mejores amigos.

 

Tengo éxito entre los alumnos de la academia y los de fuera, el problema es que no encuentro en ellos nada interesante, son todos una panda de pelotas que me parecen hasta empalagosos. Por ello no tengo nada serio con nadie, ni siquiera con Fred y George ya que ellos tampoco quieren nada serio a menos que sea entre ellos.

 

Dejadme terminar de hablaros de las instalaciones de la academia, cada habitación tiene su baño propio y se decora con los planos que el alumno al que le corresponde ha hecho, por ello ninguna habitación es igual. El comedor y las clases están en el edificio central, al igual que la biblioteca y la conserjería donde nos llega todo el correo. Los terrenos cuentan con un campo de baloncesto, de fútbol, béisbol y una cuadra donde los alumnos que quieran pueden tener su caballo y practicar la hípica o simplemente dar una vuelta por los bosques de alrededor. Una vez al mes un autobús nos lleva hasta la cuidad más cercana para que pasemos allí el sábado y podamos hacer unas compras es, más que nada, por eso por lo que trabajo en el bar, para sacarme un dinerito extra y pueda comprarme lo que quiera, mantener a mi caballo Salazar y darle de comer a mi gato Athem sin tener que pedir un centavo de más a mis padres.

 

Todos aquí somos jóvenes promesas, hijos de empresarios, actores famosos, cantantes o algo parecido. Los Weasley por ejemplo son los hijos de importantes empresarios de exportación, al igual que Sirius y Remus. Neville es hijo de una famosa cantante y un renombrado actor, los padres de Seamus son propietarios del mejor conjunto de bufetes del mundo y los de Dean son los creadores de los laboratorios que sus científicos utilizan para buscar curas y soluciones contra las enfermedades hereditarias. En resumen, todos aquí somos peces gordos o hijos de algunos de ellos, por suerte la protección es realmente alta y estamos a buen resguardo de que intenten algo contra nosotros, la academia Hogwarts es el lugar más seguro para alguien importante. Creo que aquí terminan las explicaciones.

 

Me acerco a la barra a por otro pedido y Ron me sonríe mientras me pone los vasos en la bandeja. Entonces mira más allá de mí, hacia la puerta y se pone como la grana mientras intenta esconderse detrás de mí. Me giro sabiendo lo que voy a ver: Blaise Zabini, un italiano de pelo castaño claro, ojos color miel y cuerpo de infarto, todo un Don Juan, hijo de famosas estrellas de cine, retiradas para pasar a ser sus representantes. A Ron le gusta desde hace un tiempo pero él lo niega en rotundo por mucho que insistamos en que entre ellos hay química. Neville se acerca a él y su acompañante ofreciéndoles su mesa de siempre y dispuesto a apuntar mientras se come a Theodore Nott con la mirada. Theodore Nott, pelo negro, siempre bien peinado y ojos azules como el cielo, él también con un cuerpo de toma pan y moja, un arcángel Gabriel en toda regla. Sus padres son los dueños de una editorial mundialmente famosa, es un buen jugador de fútbol, creo que de los mejores, pero según dicen cuando le ofrecieron el puesto de capitán en el equipo de la academia él se negó diciendo que prefería los libros. Está claro que entre él y Nev también hay química pero ninguno abre la boca más de lo necesario en presencia del otro.

-¿Qué cruz verdad?- me pregunta Dean acercándose.- Uno es un tomate humano y el otro un robot de carne y hueso, así nunca conseguiremos que se líen.

-Tienes razón, y eso que lo suyo tiene que ser la quintaesencia del amor y la pasión, pero nada, no hay manera de que haya algo.

-¿De qué habláis?- pregunta Fred acercándose.- ¿Y Ron?

-Seguramente hiper-ventilando en la cocina o en el baño haciéndose un apaño, últimamente opta mucho por la segunda.

-Sí, yo también lo he oído de vez en cuando, vaya hermano más depravado tengo.

-De alguien habrá aprendido.

-A mí no me mires- sonrío como diciendo "ya, ¿y qué más?".- ¿Os habéis enterado de la noticia de Malfoy?

-¿Cual? ¿Esa que nada más oír he cambiado al partido? Creo que sí.

-Dicen que viene mañana por la tarde, ya están terminando su habitación.

-¿Y? ¿Cómo es?

-No lo sé, nadie ha conseguido los planos, los tienen bajo estricta vigilancia desde que alguien robó los de un Hufflepuf y los colgó en el tablero de anuncios.

-Me pregunto quien lo hizo- respondo mirando a otro lado con una sonrisa.- Tal vez Malfoy sea lo que buscamos, un tío egocéntrico y orgulloso.

-Tienes grandes expectativas ¿verdad?

-¿No se nota o qué? Después de lo que hay por aquí... pero bueno ¿seguimos trabajando o nos quedamos sin sueldo?

 

(Narra Draco)

 

Soy Draco Malfoy, 17 años, rubio platino, ojos grises, piel pálida y buen cuerpo por los ejercicios mañaneros que suelo hacer, ahora estoy de camino a la Academia masculina Hogwarts donde retomaré mis estudios hasta que vuelva a encontrar la inspiración que he perdido. El coche me deja justo en la entrada del edificio central, mi padrino Severus me recibe en la entrada y ordena a los sirvientes que lleven mis maletas a mi habitación.

-Bienvenido Draco, te esperaba un poco antes.

-Lo sé, ha habido un atasco.

-Acompáñame al despacho del director.

 

Me conduce por millones de escaleras y pasillos hasta llegar al último piso donde sólo hay una puerta de madera. La plaquita dorada reza "Director A. Dumbledore", al llegar nos paramos frente a ella. Severus toca un par de veces y esperamos hasta que nos den permiso para entrar. Al otro lado aparece un espacioso despacho muy bien iluminado por las grandes ventanas y ocupado por miles de trastos y un escritorio grande de madera detrás del cual un hombre viejo con larga barba blanca, igual que su pelo y amables ojos azules detrás de unas gafas de media luna nos espera tranquilamente.

-Buenas tardes, sentaos por favor- ambos obedecemos.- Bien, es un placer tenerlo aquí señor Malfoy, sus planos llegaron sin ningún problema y la habitación ya está lista, me imagino que ya le habrán subido las maletas. ¿Dígame, cómo ve el colegio?

-Tiene buena pinta, aunque creo que si mi padrino está trabajando aquí es muy bueno, me alegra que vaya a poder verlo más a menudo.

-Es una buena noticia, las clases comienzan dentro de una semana, la compra de los libros y el material queda a nuestro cargo, el uniforme ya estará encima de su cama. Entrará en la casa de Slytherin por su condición de pintor, las comidas son desde las ocho a las doce, de la una a las tres y de las ocho a las diez y media. En la habitación tendrá un plano de las instalaciones y una copia de sus llaves. Creo que no tengo más que decirle, sólo que esperamos que recupere su don, encuentre buenos amigos y se esfuerce mucho.

-Sí, señor.

-Entonces ya se puede ir.

 

Severus me lleva hasta la puerta del edificio de Slytherin y me entrega mis llaves antes de despedirse y volver dejarme solo. Subo en el ascensor hasta mi piso, cuando se abren las puertas me choco contra un chico y ambos nos caemos.

-¡Eh mira por donde vas!- decimos los dos a la vez. Nos miramos extrañados, el sonríe divertido mientras se levanta.- Vamos con el orgullo por delante, discúlpame ha sido culpa mía. Soy Blaise Zabini, creo que somos compañeros de piso.

-¡¿Blaise ha pasado algo?!- pregunta otro chico apareciendo por un pasillo.

-Sí, hemos tenido un pequeño choque, déjame que te ayude- me dice extendiéndome una mano, yo la cojo y me sacudo la ropa una vez de pie.

-También ha sido mi culpa, lo siento, soy Draco Malfoy, encantado.

-¿Así que tú eres el nuevo? Todos estábamos impacientes por que vinieras, eres el cotilleo de la semana.

-¿En serio? Vaya, y yo que quería tener un poco de paz y pasar desapercibido.

-Lo harás, no te preocupes, es sólo la novedad. Theodore Nott, encantado.

-Un placer Nott, Zabini, ¿podríais decirme dónde está mi habitación?

-Por supuesto, pero llámanos por nuestro nombre, es más cómodo.

-De acuerdo.

 

Me guían por el pasillo de la izquierda hasta una puerta de madera oscura con mi nombre en una chapita dorada. La llave entra sin problemas y abro la puerta para entrar a mi habitación personificada. La miro orgulloso, la cama redonda y grande en un lado, las paredes de azul cielo con alguna que otra nube, los armarios empotrados con puertas correderas y cambiador y el escritorio de madera en una esquina al lado del enorme ventanal. La colcha de la cama es un enorme sol de color naranja, rojo y amarillo y dibujos celtas, detrás de mí Theo y Blaise entran y se quedan mirando.

-Está muy bien pero me parece poca cosa para lo que me esperaba.

-El mejor efecto viene por la noche- les digo, bajo las persianas y cierro la puerta para dejar todo a oscuras y mostrarles el otro lado de la habitación. El suelo, las paredes, la cama, toda la habitación brilla en un color verdoso metiéndonos de lleno en una galaxia en la que mi sábana es la tierra y por las paredes se dividen el resto de planetas.- ¿Qué decís ahora?

-Impresionante, queda genial.

-Una obra de arte.

-Gracias- devuelvo la luz a la habitación y me siento en la cama.- Bueno, contadme, ¿cómo es la academia?

-Te lo pasas bastante bien, la comida es buena y la gente es amable, las fiestas son una pasada y hay unos cuantos tíos bastante buenos.

-Aquí la mayoría sois bi ¿verdad?

-Sí, es lo que pasa cuando sólo convives tíos durante meses, ¿tienes alguna objeción?

-Ninguna, prefiero a los chicos.

-Sí, nosotros también, aunque hay algunos que nos gustan más que otros ¿no, Blaise? ¿Cómo te va con Weasley?

-¿Con quién? No lo conozco.

-Pues para no conocerlo tienes muchas fotos suyas, ¿cuánto les pagaste a los gemelos por ellas?

-Así que te hace tilín uno llamado Weasley, ¿y para cuando le pides salir?

-Cuando consiga acercarme a él y decir algo coherente a la vez que él se dé cuenta de mi presencia y no se escape.

-O sea que te evita y tú te vuelves tonto.

-Sería un buen resumen, yo intento echarle una mano pero como que es difícil.

-Sobretodo cuando ni siquiera tú puedes evitar ponerte nervioso cuando se acerca Lombottom, ¿qué le ves a ése inocentón?

-No es lo que parece, de eso estoy seguro, pero no tengo pruebas de ello, además siempre tengo la sensación de que come con la mirada. ¿Cómo te sentirías tú si te diera la sensación de que te hicieran un escáner integral cada vez que te lo encontraras?

-O sea que no podéis pedirles a salir ninguno de los dos, ¿os echo una mano?

-¿Podrías?

-Puedo intentarlo, pero primero tengo que ver en directo cómo está el panorama.

-Pues para eso no hay nada mejor que ir a tomarse algo, invitamos nosotros.

 

Bajamos hasta el bar que está en un edificio a parte, al entrar un chico dos años mayor que nosotros se nos acerca con una sonrisa.

-Zabini, Nott, ¿la mesa de siempre?

-Por supuesto, Weasley, pero ponnos una silla más, tenemos un invitado más- responde Blaise haciéndose a un lado para que me vea.

-¿Así que éste es Malfoy? Fred Weasley, un placer- nos lleva hasta una mesa en una esquina a lado de las ventanas y pone una silla más.- Tengo que atender a otros, enseguida viene Nev para tomaros el pedido.

-Gracias- se va, dejándonos solos.- Ése es el hermano mayor, su gemelo se llama George y el que me gusta a mí es Ron- me explica.- Mira aquí viene Lombottom.

-Buenas tardes chicos, ¿qué queréis hoy?- pregunta con una sonrisa cordial pero comiéndose disimuladamente a Theo con los ojos.

-Lo mismo de siempre para nosotros y para Draco lo que él diga- responde Blaise. Por primera vez se fija en mí pero su cara no cambia, no sé ni siquiera si me está estudiando con la mirada.

-¿Draco? ¿Draco Malfoy?

-Exacto.

-Neville Lombottom, un placer ¿qué te apetece? Un batido, un café, un zumo, un refresco, una cerveza sin, algo para comer...

-¿Batido de frutas del bosque tenéis?

-Por supuesto, un batido de frutas del bosque, un capuchino y una cola light, enseguida os lo traigo- nos dice terminando de apuntar para darse la vuelta e ir a la barra.

-Tienes razón, te hace un escáner completo- le digo a Theo.- El chico parece majo, aunque tú también lo eres, pero no creo que se de cuenta si no abres la boca.

-Ya te he dicho que me pone nervioso.

-Se ve a la legua que es así, no hace falta que lo jures.

-Bien chicos, aquí lo tenéis, pedidle la cuenta a Ron cuando os vayáis, me ha alegrado volver a verte Nott.

-Igualmente Lombottom- responde Theo, luego Lombottom se da la vuelta y se va para seguir atendiendo a otros.- Es mi perdición, es perfecto para mí y no puedo ni hablarle con tranquilidad.

-Sí, los Gryffindor traen a todos de cabeza, no hay ningún alumno que no quiera o desee alguno de esos leones.

-Hablando de leones, ahí llega el macho alfa- comenta Theo mirando a la puerta del establecimiento. Un tío de pelo negro, con gafas de sol puestas, piel dorada y cuerpo de toma pan y moja atraviesa el umbral de la puerta despertando un barullo de suspiros de deseo con cada paso y movimiento de caderas dentro de sus ajustados pantalones negros.- El deseo esmeralda, así es como lo llaman, ni siquiera se ha quitado las gafas y ya suspiran por él.

-¿Las gafas?

-Sí, tú sólo mira- el recién llegado deja las bolsas que carga encima de la barra y se quita las gafas de sol dejando ver los ojos más verdes que he visto nunca.- Harry Potter, es perfecto en todos los sentidos, canta, baila, escribe, compone y toca cuatro instrumentos a la perfección, sus notas y su historial son impecables. Es hijo adoptivo de los Black Lupin, los dueños de la segunda empresa de exportación más importante del mundo. También dibuja, y es muy bueno, pero lo odia. Según cuentan cuando llegó le dieron a elegir casa porque podía entrar en cualquiera de las cuatro. No se sabe por qué eligió Gryffindor pero él controla todo lo que pasa en su casa, se encarga de dar la bienvenida a sus nuevos integrantes y de solucionar las disputas que hay. Está en todos los club del colegio y es el mejor en todos, es el delegado de su clase y el regente del bar. Es un buen tío, sin duda, él protege y cuida de todos los de su casa, por eso es el macho alfa de los gatitos.

-Y la mitad de la academia está tras sus huesos, pero ninguno ha conseguido nada salvo los gemelos Weasley que están a rollos con él. Regálate la vista porque es inalcanzable, le han pedido una y otra vez que sea modelo pero él se niega en rotundo, creo que en lo único que ese Potter es el segundo es en fútbol y es porque yo metí un gol más que él.

 

Potter se nos acerca con una sonrisa, sus andares son felinos, elegantes y condenadamente sexys, la camisa negra sin magnas casi totalmente abierta deja ver su pecho dorado y amplio y el piercing en el pezón, es lo más excitante que he visto nunca.

-Buenas tarde chicos- saluda.- ¿Todo bueno?

-Sí, seguís teniendo el mejor capuchino que he probado en mi vida- responde Blaise.- Te presentamos a Draco, ha llegado esta tarde.

-Malfoy ¿verdad? Harry Potter, encantado.

-Igualmente- respondo sin poder quitarle los ojos de encima.

-Venía a deciros que esta noche hay espectáculo especial de los Gryffindor, Ron y Nev lo hacen muy bien últimamente, aquí os dejo las entradas- deja dos encima de la mesa.

-¿Tendrías otra para Draco?

-¿No la he dejado con las demás?- se sorprende, las mira y sonríe.- Perdón, dejadme que la encuentre- busca en sus bolsillo y entonces se fija en mí y sonríe más ampliamente hasta deslumbrarme.- Permíteme- se pone dos dedos en los labios, luego los pone encima de los míos y chasquea. Una grulla aparece en su mano delante de mis ojos.- Ya decía yo que traía tres, ésta había volado- comenta divertido desdoblando la grulla. Estira un poco el papel y me la entrega.- Aquí está la tercera, espero que vengáis.

 

Con un guiño de ojos y la gracia de antes vuelve a la barra para empezar a guardar todo lo que ha traído. Me quedo mirándolo mientras se aleja siguiendo con los ojos el balanceo de sus caderas con cada paso.

-Draco se te cae la baba.

 

(Narra Harry)

 

Vuelvo a la barra con una sonrisa divertida en los labios, el resto me observa sin decir nada hasta que en el bar sólo quedan Gryffindors. Entonces empiezan las preguntas que ya esperaba, empezando por Ron.

-¿Qué piensas?

-Puede que me haya equivocado con él.

-Puede, aunque sí que tiene un aire arrogante- dice Fred.

-Es Slytherin, es imposible que no tenga un aire como mínimo, Dumbledore siempre mete allí a todos los arrogantes, ¿lo hará a posta?- pregunta George.

-No sé que decirte, no tengo ni idea de si el viejo sigue cuerdo o no por que éste de momento sólo tiene aire- respondo yo.

-Yo tengo una gran duda, ¿a qué ha venido el truco de magia?- cuestiona Nev mirándome con una sonrisa divertida.

-El chico es mono, sólo era una bienvenida- respondo.- Le concederé el beneficio de la duda, puede que lo de hoy no sea más que casualidad, a lo mejor consigo quitarme con él la manía que tengo.

-Harry, tu manía tiene sus motivos, perdiste a tus padres por eso.

-Lo sé, pero bueno, dejemos el tema para otro día, no quiero deprimirme.

 

(Narra Draco)

 

Me termino de preparar justo cuando llaman a mi puerta, me dirijo a abrir poniéndome el reloj en una muñeca. Blaise me espera apoyado en el marco de la puerta, me mira de arriba abajo evaluando mi vestuario.

-Muy elegante.

-Lo sé, ¿vamos?

-Claro.

 

Después de recoger a Theo en su habitación volvemos al bar que ha cambiado drásticamente, lo que antes era una cafetería normal y corriente de aspecto acogedor ahora es una discoteca alumbrada con un millón de luces de colores. Las paredes pintadas de llamas rojas amarillas y naranjas, al lado contrario de la barra un escenario con barras americanas, esto promete ser divertido.

 

Han pasado dos semanas desde que ha empezado el semestre, he tenido suerte de que Potter está en mi clase, es una fuente de inspiración pero imposible de dibujar. A mi mente le es imposible hacerle justicia, lo intento recordar pero su imagen es siempre difusa y cuando lo veo me da la sensación de que es la primera vez que lo hago. He intentado hacer otros cuadros pero me es imposible ya que su figura perfecta ocupa toda mi mente y me desespera el no poder dibujarlo por lo que no puedo ni quitarme la obsesión ni dibujar otra cosa que no sea un intento de su hermoso cuerpo.

-¿Señor Potter, quiere leernos su relato?- le pregunta el profesor de literatura.

-Claro, profesor- coge sus hojas y se dirige al atril frente a todos.- "Era un día soleado..."

"...cuando empezó mi mundo a caer. Queríamos un cuadro, un retrato de los tres. Cinco años tenía yo entonces y no supe prever lo que ocurrió. Muchos pintores se presentaron voluntarios y uno entre ellos me llamó la atención. ¿Por qué no sospeché? Tez blanca signo de muerte, pelo negro como la desesperación en la que me sumí y ojos rojos como la sangre que caer vi. Lo rechazamos. Se encolerizó y jurando venganza marchó. Acabaron el retrato, y lo colgamos en el salón.

 

Desperté aquella noche nervioso sin ningún motivo y bajé a ver el cuadro. Oí algo raro en la cocina, corrí a llamar a mis padres. Mientras mi madre llamaba a la policía mi padre bajó con el bate en la mano para ver quién era. Hubo un largo silencio. Luego un grito y pasos acelerados hacia nosotros. Nos asomamos a la escalera para ver como mi padre cuchillo en pecho nos decía que huyéramos. Mi madre y yo corrimos. Nos escondimos en la habitación esperando a que llegara la policía. Oímos pasos fuera, mi madre me pidió que subiera por la trampilla del armario. Oí llegar a la policía a la vez que mi madre gritaba de dolor. Echaron la puerta abajo y arrestaron al pintor. Intenté bajar con los ojos cerrados, pero es algo que no me permitió el horror."

 

-Espléndido, sí señor, un poco triste y melancólico pero es magnifico sin duda alguna, felicidades señor Potter.

-Gracias señor- con una sonrisa vuelve a su sitio para seguir la clase.

-¿Qué te ha parecido?- me pregunta Blaise por lo bajini.- ¿Es buen escritor o no es buen escritor?

-Es genial, ¿cómo lo hace?

-Ni idea, pero sus historias siempre son las mejores, ya le han pedido que las publique pero se niega.

-Señores Zabini y Malfoy, si quieren compartir lo que están comentando para la clase se lo agradeceríamos.

-No es nada señor, sentimos las molestias- nos disculpamos.

-De acuerdo, quiero que para la siguiente clase me hagas una crítica sobre un cuadro, el que queráis, la mejor de todas se colgará en el periódico de la escuela- suena el timbre y empezamos a recoger.- Tenéis todo el fin de semana para hacerlo, espero no llevarme ninguna decepción y no me vale la excusa de que la mascota se ha comido el trabajo, ni que se ha quemado, ni que se ha borrado del ordenador etc. tiene que estar en mi mesa el lunes sin falta alguna.

-Sí señor.

-Ya podéis iros.

 

(Narra Harry)

 

Recojo mis cosas y busco a Malfoy con la mirada, lo veo salir con sus amigos, tengo que alcanzarlo.

-Chicos, nos vemos luego en la sala común.

-Claro- me despido saludando con la mano y corro esquivando a los de clase hasta llegar al pasillo.

-¡Malfoy!- lo llamo, él se gira y me mira sorprendido, me acerco corriendo a él y sus amigos.- ¿Podríamos hablar un momento?

-Claro, no hay problema- responde descolocado. Sonrío satisfecho y me lo llevo fuera del edificio para dar una vuelta por los terrenos.- ¿Qué ocurre? Todavía no me has dicho nada.

-¿Eh? Ah, sí, lo siento, es que hay veces que me despisto con nada. Quería hablar contigo sobre la crítica que tenemos que hacer para lengua.

-¿Tienes algún problema? Según he visto hoy eres muy buen escritor.

-Gracias, suelen decírmelo mucho pero no me gusta creérmelo. La verdad es que no es ningún problema, sólo quería pedirte un favor, no sé si también te habrán dicho que les tengo manía a los cuadros, los pintores y todo lo que tenga que ver con ello.

-Sí, algo me han comentado.

-Antes de conocerte también te tenía manía a ti, espero que aceptes mis disculpas por eso ya que es una manía muy difícil de quitarme. Imaginarás que dada mi manía nunca voy a ninguna exposición de cuadros y se me ha ocurrido que ya que todos dicen que los tuyos son como magia podrías enseñarme alguno.

-¿Quién yo?

-Sí, ¿quién mejor que el propio autor para hablar de sus obras? Durante este mes hay una exposición de tus obras en la cuidad, me gustaría que me acompañaras, a cambio puedes pedirme cualquier cosa.

-Este fin de semana no es día de salida, no podremos ir.

-De eso me encargo yo, ¿aceptas?

-Si nos dejan salir iré, si no me quedaré aquí, no quiero arriesgarme.

-De acuerdo, mañana te digo si vamos o no ¿vale?

-Vale.

- Muchas gracias, ya sabía yo que me estaba equivocando contigo- le digo con una sonrisa, beso su mano y me voy dejándolo ahí.

Notas finales:

bueno, espero ke os haya gustado y me dejeis reviews

nos vemos

Kisses


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