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Hell’s Shadows por sherry29

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

 

 

Esta es una historia hecha con el fin exclusivo de divertir, la narrativa estará basada en la misma forma de un anime japonés, es decir con escenas de momento absurdas seguidos de momentos de franca tensión o al revés. Seguro reconocerán algunos simbolismos como la ya conocida “gota” que aparece sobre las cabezas de las caricaturas en momentos ridículos y cosas por el estilo. Espero les agrade este fic que estoy escribiendo de corazón si ninguna pretensión literaria excepto divertir. Aunque no por eso he descuidado las reglas gramaticales. Espero lo disfruten…

 

 

Notas del capitulo:

 

 

Bueno el primer cap siempre es decisivo para que la gente siga o no leyendo, yo espero conseguir muchos adeptos en esta primera entrega.

 

 

 

 

Las gotas de sudor resbalaban por su rostro perdiéndose en la humedad de aquel solitario callejón mientras no dejaba de oír ni por un instante las carcajadas de esos vándalos y miraba al mismo tiempo la pared de ladrillos que tenía a su izquierda esquivando a posta la mirada proveniente de esos orbes escarlata que lo fundían como el fuego vivo. La diestra de aquel chico se cerraba mordaz alrededor de su cuello y comenzaba a robarle circulación a su cerebro; con la poca energía que le quedaba trataba a medias de alejar aquella mano, más bien garra de su garganta pero sus patéticos esfuerzos solo producían mas placer a su sádico agresor. Con la mirada borrosa por la falta de oxigeno escrutó un poco el cuerpo del pandillero pareciéndole increíble que un muchacho de diecisiete años, de cuerpo atlético pero delgado y apariencia agreste pero delicada pudiera tener en su brazo tanta fuerza como para mantener en el aire de esa forma a alguien que le duplicaba en peso y le llevaba tres años de edad. Mentalmente maldijo la hora en que le jugó aquella broma pudiendo ya en los minutos mas agónicos de toda esa pesadilla oír con toda nitidez los sonidos a su alrededor, el viento acariciando los cuerpos de los pandilleros y ondeando sus largos abrigos negros, la gota que cada tres segundos caía del motor de un acondicionador de aire sumándose a un pequeño charco que se formó bajo este y finalmente pero mas inquietante estaba la respiración tranquila y rítmica del chico de ojos de fuego; al borde del colapso no esperó mas ante este llamado de alerta de sus sentidos y gastó sus ultimas energías en una violenta patada con destino a los testículos del joven, pero desgraciadamente sus pocas fuerzas lo desviaron solo hasta su muslo que si bien no era el objetivo exacto si logró que su verdugo lo soltara adolorido.

- Maldito – Gruñó el líder de la temida pandilla  “Hell’s  shadows” tirándolo contra el sucio pavimento. Un sonido seco recibió el cuerpo agonizante del agredido que no esperó ni un instante para acariciar la piel de su cuello que punzaba adolorida y escaldada, al mismo tiempo que jalaba aire a grandes bocanadas. Todavía estaba agitado cuando vio el par de botas negras que se alzaban hasta los tobillos y se amarraban  con dos gruesas hebillas acercándose, deteniéndose y luego una elevándose de la superficie viajando hasta su rostro y propinándole un salvaje puntapié que le dobló el cuello en un ángulo poco anatómico y le hizo trizas la mandíbula. Con los ojos blanqueados por el dolor que pronto cedería a la inconsciencia la joven victima no escuchó las palabras de despedida del jefe de la banda.

- Eso es para que lo pienses dos veces antes de volver a meterte con una de las sombras del infierno, peor aun con la sombra enojada – Escupió sobre el cuerpo derrotado caminando con poderío seguido de sus amigos. La brisa insolente hacía volar su largo abrigo de gabardina negra que pese a usarlo abierto hacía una  ligera curva en el área de la cintura ciñéndose sutilmente a esta y luego se abría totalmente descendiendo hasta el hueco por detrás de las rodillas. Debajo de tan ostentosa prenda se observaba una camiseta del mismo color pegada por completo a su torso de finos músculos sobre la cual se hallaba un colgante en forma de sol tallado en la más fina plata. El pantalón de dril igualmente oscuro comenzaba en la pelvis adhiriéndose por completo a su aceitunada piel y descendía un poco menos ajustado por sus piernas para volverse a encoger de nuevo en sus tobillos; sin embargo la anchura de estos no evitaban que su trasero firme y voluptuoso se marcara glorioso por debajo de la tela, solo escondido magistralmente por el abrigo, lo que explicaba claramente porque lo usaba casi siempre.

 

“Angry”, alias bajo el cual era conocido por sus escasos  amigos e incontables enemigos odiaba a los descerebrados, a la gente fantoche, a los moralistas, las clases de… la escuela en general, las chicas bulliciosas, la gente estúpida, los programas de farándula, la comida cero colesterol, la navidad, el año nuevo, san Valentín, la gente popular y perfecta, los colores pasteles, ir en el asiento del medio al viajar en coche, el día, el sol excepto su talismán plateado… Angry odiaba muchas cosas pero lo que mas odiaba era lo que tenía en esos momentos frente a él.

Angry odiaba terriblemente lo que le mostraba el espejo.

 

 

- Maldita sea –  Blasfemó cerrando con tanta fuerza sus manos que se clavaba las uñas en las palmas y hacía palidecer sus nudillos -¡¿Por qué luzco como nena?!

Indignado contempló sus ojos del color de la sangre con su perfecto brillo asesino completamente arruinado por esas largas, gruesas y femeninas pestañas, su nariz pequeña y su labios carnosos en forma de corazón, ni siquiera su corte con flequillos dispersos que caían sobre su rostro para ocultar sus finas facciones lograban mitigar la poco masculina apariencia de su rostro. Sus cabellos eran del mismo color de sus ojos, escarlata puro, brillantes y cortos, desordenados y rebeldes como su carácter. El cuerpo le ayudaba un poco mas porque pese a ser menudo y ligero se había dedicado con mucho ejercicio a demarcar cada musculo lo que le concedió rudeza viril  pero para su desgracia le demarcó también un trasero de infarto capaz de parar el transito de la misma forma que lo hacían las curvas voluptuosas de la mas apetecible mujer y como si todas estas cosas no fueran suficientes para encender su ira como una flama hirviente se añadía el hecho de que el vello facial y corporal lo rechazaba de forma casi anormal. Era prácticamente lampiño con excepción de uno que otro pelito pelirrojo insignificante que se asomaba por algún poro.

 

- Te ves lindo corazón, ya deja de joder y provocarnos… princesa – Dijo de forma relajada alias “Danger” segundo al mando después de Angry carcajeándose de buena gana hasta que un puñetazo silencioso de su líder lo hizo volar rompiendo el techo y perdiéndose en el amplio cielo azul dejando un destello en el firmamento.

 

- Danger no aprende, ¿Es que acaso no vio como dejaste a Anthony por bromear invitándote a salir? – Bufó por lo bajo un chico rubio que usaba una gran pañoleta purpura envolviéndole la cabeza. Portaba una gabardina igual a la de su líder y un colgante de plata pero a diferencia de este último en vez de un sol tenía como el resto de los integrantes de la banda un dije con forma de estrella judía. Ellos eran los satélites del astro rey “Angry”. Vestía casual con una camisa holgada de color gris y unos pantalones azules de mezclilla adornados con una cadena que partía de uno de los ojales para el cinturón amarrándose en el otro extremo al bolsillo del lado izquierdo. Sus facciones no tenían nada de especial excepto por un pircing por encima de la base del mentón y otro en su ceja derecha que tenía una pequeña piedrecilla verde esmeralda combinando con sus ojos del mismo tono. Sin embargo al igual que el resto de los “Hell’s shadows” un rastro de tristeza en sus ojos empañaba su mirada.

Angry no respondió nada seguía mirándose furioso en el espejo de la habitación hasta que luego de un rato apretó con fuerza sus ojos y se retiró tumbándose en un mueble forrado de cuero sobre el que también se hallaba acostado el rubio que respondía al calificativo de “Venom” . El rubio se apartó ligeramente incorporándose al ver que el pelirrojo se dirigía hacia el mueble pero una vez Angry se hubo acomodado lo atrajo de nuevo dejando que su cabeza reposase entre sus piernas acariciando de buena cuenta sus cabellos dorados que caían elegantes hasta su cintura.

 

- Eres malo Angry a mi nunca me das esos mimos – Reclamó Danger mirándolos desde lo alto con carita falsamente disgustada. Sus mejillas infladas y sonrosadas contrastando con su piel demasiado pálida para ser saludable. Sus cabellos azabaches orlaban sus ojos azulísimos como el mar y sus labios delgados se cerraban para expulsar de manera sensual el humo del cigarrillo que se consumía en su mano derecha. Su talismán brillaba bajo la tenue luz amarilla de la pequeña habitación transparentando aun más la fina camisa de seda azul turquesa  que portaba bajo el abrigo negro y sus pantalones de cuero ceñidos resaltaban de una forma extremadamente sexy su atlética figura, era delgado pero fibroso y su andar felino sumado al brillo pícaro de su mirada le hacían ver como una hermosa pantera dispuesta a atacar en cualquier instante.

 

- Pero que demo… - Corearon los demás chicos arrinconándose por el susto.

- ¿En que momento volviste a entrar? – Inquirió pasmado otro de los miembros del grupo mirando el agujero en el cielo raso con la misma forma de Danger.

 

El aludido se encogió de hombros, ya sus compañeros deberían estar acostumbrados a su agilidad y su habilidad para camuflarse en cualquier lugar sin ser visto hasta cuando era fatal. Después de todo, esas facultades le dieron su seudónimo al cual hacia honor con creces, ese chico era un peligro ambulante.

 

- Ya dejémonos de tonterías y comencemos la reunión – Ordenó el líder sentándose totalmente y frotando sus manos como esperando que un suculento platillo fuera colocado al frente suyo. Sus compañeros asintieron rodeándolo.

- Este es el próximo objetivo – Señaló un chico colocando una fotografía sobre la mesa. “Blood” era el integrante mas joven de la banda, solo tenía quince años pero también la rabia necesaria hacia la humanidad para ser miembro de los “Hell’s shadows”. Sus ojos llenos de resentimiento fueron suficientes para que Angry no dudara en hacerlo miembro de la pandilla cinco meses atrás y eso que ocultaba la mitad de su rostro en un gran flequillo negro que contrastaba con el resto de sus blancos cabellos que llegaban hasta la nuca. Sus ojos negros eran como un vacio sin fin y su temperamento helado le restaba inocencia a su figura infantil imprimiéndole una madurez poco típica de un niño. Tenía la costumbre de vestir completamente de blanco permitiéndose solamente infringir esta ley personal usando la gabardina negra, hasta sus botas de cuero eran del color de la nieve y usaba unos short hasta medio muslo acompañado por una chaquetilla que dejaba una parte de su abdomen plano al descubierto pero cubría totalmente su cuello, en su ombligo se dibujaban de forma circular unas letras japonesas que traducían literalmente “Solo Dios puede juzgarme”.

- ¿De quién se trata? – Pregunto el jefe de la pandilla sin despegar sus orbes escarlatas de la fotografía que encerraba la imagen de un hombre de mediana edad con aspecto de sacerdote según dejaba ver su sotana y el crucifijo que colgaba de su cuello.

- Es un sacerdote jesuita, lidera la parroquia Sant Mathew en el barrio Silverston ubicado en la cuarta avenida. – El chico que respondió era el mayor de los pandilleros, tenía veinte años recién cumplidos pero el haber vivido desde los siete en la calle le daban un aura de vejez y cansancio muy pesadas, pese a ello conservaba lozanía en la piel y juventud en el trato aun cuando tomaba el papel de hermano mayor incluso pasando por encima de la autoridad del propio Angry cada vez que sentía que el pelirrojo necesitaba mano dura. Las manos que acariciaban la fotografía estaban enguantadas ocultando las cicatrices de unas terribles quemaduras infringidas por su propia madre al colocarle las palmas sobre el fogón encendido y su vestimenta formal mas digna de un alto ejecutivo que un pandillero hacían dudar de que se tratara de una sombra del infierno.

 

- ¿Y que hizo para merecer ser visitado por los Hell’s shadows? – Preguntó Danger mientras jugaba con la corbata beige del elegante hombre apodado “Leiden”, usando una palabra alemana teniendo en cuenta que era originario de aquel país. El mayor lo dejo hacer mientras acomodaba sus cabellos castaños oscuros apresados en una coleta guardándolos por debajo del cuello de su traje ocre; a diferencia de los otros, él solo se colocaba la gabardina para las misiones de campo.

 

- Es el directo responsable de la muerte de un chico – Explicó Leiden tomando de las solapas del abrigo a Danger y acercándolo hasta su rostro pudiendo notar la tenue cicatriz en el pómulo derecho de este último – Un chico como nosotros – Recalcó rozando los labios del moreno con su lengua traviesa.

 

- ¿Te refieres a homosexual o a pandillero? – Inquirió esta vez Venom mirando con ojos disgustados la erótica escena.

 

- Lo primero – El tono áspero de Blood dio muestras de su gran rabia al igual que la mirada de furia que dirigía al hombre estampado en la foto. Después de todo ese estúpido sacerdote y su asquerosa homofobia le recordaban al cretino de su padre.

 

- Aun no entiendo como ese sacerdote puede ser culpable por la muerte de un chico que se suicido. Porque eso es lo que percibo mediante mi poder. Podría decirles incluso como lo hizo a que hora y en que lugar – Habló Angry poniéndose de pie y comenzando a caminar por la habitación hasta llegar a una ventana desde la que se veían las luces de la ciudad y podía sentir las primeras gotas de lluvia preludio de la gran tormenta que se avecinaba siempre acariciando entre sus dedos su precioso talismán.

- Y tu poder de empatía no te ha fallado esta vez tampoco – Añadió esta vez Leiden dejando a Danger distraído ahora en jugar con el tatuaje del ombligo de Blood produciendo un encantador rubor en las mejillas del menor que fue difícil de ocultar aun a pesar de tener medio rostro cubierto por su flequillo – El chico si se suicido efectivamente, pero lo hizo luego de sostener una charla con este engendro – Remató haciendo que el moreno se enojara sacando rápidamente una daga de uno de sus botines y clavándolo en todo el rostro de la fotografía.

- El chico estaba muy confundido por sus impulsos sexuales hacia miembros de su mismo sexo – Tomo la palabra nuevamente Blood poniéndose de pie para poner fin a las deliciosas caricias que su compañero infringía en su vientre – Y entonces solicito ayuda “espiritual” a ese hombre – Remató pateando furioso la mesa sobre la que estaba  la foto.

- Tranquilo Blood – Le riñó Venom sujetándolo por la cintura y llevándolo con él hasta el sofá acunándolo suavemente en brazos – Ya se que este tipo de personas te enferman pero debes calmarte y ahorrar fuerzas para cuando llegue la hora de darle su merecido.

- El sacerdote le dijo al chico que era un alma perdida que se iría a los infiernos por su conducta inmoral y que ya Dios no le amaba – Terminó el relato Leiden ya que el menor de la pandilla estaba con el rostro bañado en lagrimas y resoplando de rencor – Por lo que después de semejantes “frases de aliento” el chico desesperado y avergonzado decidió acabar con su vida.

- Entiendo – Angry se alejó de la ventana y se retorció las manos haciendo crujir todos sus huesos – Pues yo Angry, la sombra enojada declaro a ese bastardo… ¡Culpable!– Declaró sacando de la manga de su gabardina un filoso cuchillo que brilló deslumbrante reflejando sus ojos de fuego cuando de forma atemorizante lo cruzó por el frente de su rostro.

- Y yo Danger , la sombra peligrosa – Apuntó el moreno colocándose de pie desclavando su daga y buscando otra detrás de su pantalón de cuero las junto formando una “X”  al frente de su cara, dándole mas brillo a su mirada felina – También lo declaro … ¡Culpable!

- Yo Leiden, la sombra dolorosa – Se manifestó el castaño esta vez sacando de debajo de su impecable saco ocre una fusta que sacudió cortando el aire y la penumbra produciendo una especie de zumbido capaz de producir escalofríos hasta a un volcán en erupción, tensándola luego en sus manos mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa algo psicópata – Declaro a ese hijo de la grandísima puta… ¡Culpable!

- Ahora le toca el turno a Venom, la sombra venenosa – Se presentó el rubio llevando entre su dientes un peligroso dardo que lanzó con su boca y se clavó en la foto en el mismo lugar donde quedaba la raja hecha antes por la daga de Danger – Y yo declaro a ese criminal mas que ¡Culpable! Por hacer llorar a nuestro niño – Finalizó guiñándole amistosamente un ojo a Blood.

- Mi nombre es Blood, la sombra sangrienta – Finalizó el menor del grupo haciendo bailar un pesado báculo en su mano, para el resto de sus compañeros aun era un misterio como ese menudo niño levantaba con una sola mano un objeto de casi veinte kilos – Y declaro a es tipejo un completo zángano merecedor de la mas terrible muerte.

El ritual terminó con cada uno en pose diga de fotografía.

- Muy bien – Angry tomó la palabra de nueva cuenta chasqueando sus dientes excitado – Ya se ha decido. Nosotros las Hell’s shadows le mostraremos a ese sujeto lo que es estar en el verdadero infierno.

- Siiiiiiiiii – Le animaron sus compañeros de pandilla.

- Pero recuerden que esto es algo que se debe llevar en la más absoluta y total confidencialidad, si cualquier persona ajena a la banda se entera de esto, estaremos perdidos – Remarcó el líder.

- ¿Ajenos como ellos?  - Inquirió Leiden señalando calmadamente hacia un grupo de personas que se encontraban apostada a la puerta abierta de la habitación con caras alucinadas.

Los cuatro miembros restantes de la banda quedaron de piedra con sus mandíbulas casi llegando al suelo hasta que finalmente el líder reaccionó retorciendo se puño cerrado.

- Daaaaaannngeeeer – Bramó furibundo.

- Yo… este…lo siento – Se disculpó la sombra peligrosa convirtiendo sus ojos celestes en dos brillantes estrellitas.

- Volviste a dejar la puerta abierta  ¡Idiotaaaaaaaaaaaaaaa!- Y sin más demora pateó al moreno enviándolo hasta el infinito por el mismo agujero del techo por el que salió la primera vez perdiéndose entre las densas nubes cargadas  de lluvia.

El resto de los presentes suspiraron resignados.

 

 

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Un hombre de aspecto corpulento perfectamente escondido tras una gruesa capa negra que lo cubría por completo caminaba presuroso por un estrecho pasadizo apenas iluminado por unas antorchas que se alzaban en la pared cada cierto tramo de camino. Iba francamente molesto aunque su rostro fruncido estuviese oculto por las sombras y los pliegues de su capuchón. ¿Por qué lo llamaban a semejantes horas? ¿Y ahora que extraño capricho de su “señor” debería satisfacer?  Aun no se recuperaba del todo de su última batalla en la búsqueda de ese talismán aunque ya habían pasado más de dos años desde aquel incidente, sin embargo el gasto energético fue demencial. Apresuró aun mas sus pasos al ver el final del túnel que lo conducía a un recamara secreta no mejor iluminada.

 

- Se bienvenido Nevel – Lo recibió una voz profunda y cavernosa que le estremeció de pies a cabeza. Al parecer su “señor” había cambiado nuevamente de sirviente porque no reconocía la voz que le acababa de hablar.

- No temas, mi nombre es Dúblin y como te debes imaginar soy el nuevo sirviente del “señor”.

- ¿Qué pasó con el anterior? – Preguntó Nevel pasando saliva pesadamente.

- Ya no servía y aburría terriblemente al “señor” pero no es para hablar de eso para lo que se te ha citado.

- Lo imagino – Susurró en voz baja.

- Claro que lo imaginas – Apuntó Dúblin produciendo un respingo en su interlocutor y poco a poco saliendo de una densa oscuridad  quedando ante la amarilla luz de una antorcha. Lucía una capa idéntica a la de Nevel pero su rostro estaba cubierto por una mascara plateada y llevaba un colgante en forma de luna platinada que brillaba reluciente – Se te ha citado para algo mucho mas interesante – Remató con una tenue risa macabra.

- ¿Y se puede saber que es? – Inquirió el descendiente de las neblinas tratando de no sonar muy insolente alzando de paso sus destellantes ojos dorados.

- Por supuesto – Contestó el sirviente acercándose un poco haciendo que su sombra se hiciera mas extensa – Hoy conocerás frente a frente al “señor”.

Si no hubiera estado interpuesta aquella mascara Nevel hubiera podido ver la risa retorcida que se dibujo en los labios de Dúblin al ver su rostro estupefacto. ¿El conocer al “señor”? Imposible, solo personas de rango supremo podían tener tal honor y el apenas era un soldado que a pesar de contar con la confianza del “señor”  no creía poder aspirar a algo semejante.

- ¿Lo veré? ¿Veré al “señor”? – A pesar de modular su voz a una frecuencia calmada no pudo evitar que sus cuerdas vocales vibraran y sonara algo temblorosa.

- Pues si y no – Recalcó su acompañante – El “señor” estará presente en la habitación pero tu no podrás verlo ya que su altísima dignidad es una entidad espiritual invisible que solo puede ser vista por personas con su mismo nivel espiritual.

Abriendo sus orbes doradas incrédulo el soldado del ejercito de las neblinas no sabía si sentirse disgustado o aliviado hasta que finalmente una voz diferente inundo el recinto.

- No me exaltes tanto Dúblin – Habló el “señor” con una voz viril y teñida de sensualidad – no es para tanto.

Nevel agudizó su mirada hasta el sitio donde provenía la inquietante voz cruzando las sombras que obstruían su visión no pudiendo evitar que una gran gota se deslizara por su cabeza al ver que la sombra que rodaba por  el suelo y aparentaba pertenecer a una persona imponente y poderosa realmente correspondía a un ser que no era ni invisible ni mucho menos…altísimo.

- ¿Usted es el señor? -  Preguntó alucinado Nevel sin dejar de seguir con la mirada al hombre diminuto que arrastraba una gruesa capa con grabados de lunas y estrellas y sostenía en su diestra un báculo que lo triplicaba en altura y en cuya punta se erguía una luna en cuarto menguante.

El sirviente se crispó ya que en los planes no estaba que el “señor” saliera de su escondite. Abrumado y sin saber que hacer decidió continuar con su farsa.

- El “señor” es una entidad espiritual invisible que a veces proyecta visiones absurdas a sus súbditos para confundir al enemigo – Dijo el hombre con tono alto y solemne.

- ¡Ya deja de tratar de confundirme idiota! – Gritó furioso Nevel haciendo que el sirviente se erizara agachándose en un oscuro rincón haciendo circulitos con su índice sobre la piedra caliza de la oscura recamara secreta.

La risa encantadora del “señor” relajó las facciones enojadas del súbdito quien volteó a mirar de nuevo al pequeño y hermoso hombrecillo que se hallaba ahora sentado un trono demasiado grande y dejando las piernas colgando. Su cabello trenzado y de un azul cielo bellísimo dejaba caer unos mechones sobre su frente y orlaba unos cristalinos ojos grises, tenía unas facciones finas supremamente bellas y aunque todo en él parecía ser de niño tenía un aura de grandeza que dejaban ver todo lo contrario. En su mano izquierda portaba una especie de rosario el cual se enredaba en sus dedos sin aparente orden y un hilo de plata surcaba su frente atándose en el occipucio sosteniendo en medio de sus cejas un precioso zafiro.

 

- No te preocupes Dúblin, estoy convencido de que Nevel no es una persona tan superficial – Habló el “señor” mirando de forma amigable al de ojos dorados. Su sirviente salió de inmediato de su momentánea depresión y se posó a la velocidad de la luz al lado del trono de su “señor” haciendo una respetuosa reverencia.

- Así que es por eso que no se deja ver – Casi que afirmó el soldado de las neblinas. Ahora muchas cosas quedaban claras.

- No seas insolente – Amenazó desde lo alto el sirviente siendo callado por un movimiento de mano del hombre sentado en el trono.

La sonrisa del  pequeño sujeto se fue apagando poco a poco hasta convertirse en una mueca de tristeza.

- Ser líder no es algo fácil, mi leal Nevel – Dijo con su tono dulce – Y hasta en el mundo espiritual las apariencia los son todo. De un salto se puso de pie colocándose al lado de Dúblin – Para muchos es inconcebible que su máximo jerarca le llegue a la cintura a un sirviente.

- Pero esas son tontería – Exclamó ofuscado el soldado – Usted a sido un líder increíble nadie puede negarlo.

El “señor” descendió lentamente las escalinatas y llegó hasta unos pocos pasos de donde se encontraba Nevel.

- Se que tu piensas diferente, fiel soldado descendiente de las neblinas .Es por eso que te he escogido para esta misión – Le sonrió con dulzura.

 

Nevel estuvo varias horas oyendo de labios de su líder la misión que debería llevar a cabo y que empezaría en un par de horas. La cosa sonaba sencilla pero no era tan fácil como se imaginaba. Para el “señor” el tiempo estaba casi que contado, ya no podría mantener por mas la negativa de ser visto por sus súbditos y apenas eso sucediera seguro lo derrocarían alegando que un líder tan pequeño no produce confianza ni seguridad. Así que antes de que eso ocurriera cumpliría con su última misión como líder: sellar la alianza con el mundo terrenal, era necesario encontrar a esa mujer y hacer que la sangre del mundo humano y el reino de la noche se fundieran antes de que el enemigo despertara de su milenario sueño. Gracias a la providencia divina el talismán que había estado inactivo durante dos largos años estaba de nuevo dando señales de estar siendo utilizado y seguramente estaba en manos de la elegida. Ninguna otra persona podía controlarlo. Esa noche se cumpliría el milenio lunar, no había otro momento para engendra a aquel ser mezcla de dos mundos tan diferentes.

Nevel se arrebujó en su capuchón negro y vertió el polvo lunar sobre el suelo pedregoso haciendo que se abriera un profundo hueco que comunicaba con el mundo humano y casi sin meditarlo apretó sus parpados y se arrojó al vacio.

 

- Vaya, vaya – Pensó en medio de su viaje – Jamás imaginé que el nuevo capricho de mi “señor” fuera a convertirme en padre.

 

 

Continuará…

 

 

Notas finales:

 

 

A los que les gusta el Mpreg también tengo otra historia e ese estilo aunque la trama es totalmente diferente pero chéquenla si desean. Espero que esta primera entrega les haya agradado y continúen leyendo, muchas gracias por la atención y espero verlos en el otro cap.

Besitos gigantes.

 

 

 


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