- ¡Ay! ¡Cómo duele! -decía el chico rubio. - ¿Qué crees que soy de papel?
- Malfoy, ¿estás bien? -decía un chico pelirrojo.
- Cállate comadreja, si no me diera tan duro no me dolería. ¡Mierda!, se supone que me quieres, me vas a sacar los intestinos si sigues así.
- Malfoy cállate que Harry nos puede escuchar.
- No, no lo creo -dijo el rubio con voz agitada - eso, así, eso suavecito, relajado. Qué diferencia, se siente tan bien.
- Oye hurón...
- ¿Qué quieres comadreja?
- ¿Qué le piensas decir a Harry? -preguntó el Weasley.
- Él le dirá la verdad Weasley. Draco no le gusta mentir, además Potter no tardará en darse cuenta, además mira como está Draco -la chica empezó a reírse -parece que hubiera perdido un combate con un elfo.
- Gracias Pansy, se supone que eres mi amiga. -miró mal a la chica. -Hay Granger me pregunto, ¿cómo, de todas las idiotas del mundo, escogiste a Pansy?
- Por el mismo motivo que escogiste a Harry mi estimado Draco -dijo la chica mientras besaba a su serpentina novia para que no le diera uno de sus clásicos "berrinches".
- Pero, Hermione -esta era la voz de Blaise -Potter al menos es sexy, el salvador del mundo mágico, tiene un culo de muerte, además de que Draco tuvo suerte de tirarse al Salvador del Mundo Mágico.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SUFICIENTE!!!!!!!!!! -gritó una voz.
El Salvador del mundo mágico el Harry James cara-rajada Potter Evans actual auror del mundo mágico entró hecho una fiera a su casa. Había pasado 3 meses en un duro entrenamiento donde solamente se había podido comunicar con su novio Draco por vía lechuza. Sin embargo, la tortura había acabado y como le había dicho a Draco en su última carta, ese mismo día, el día de su cumpleaños podría volver a estar junto a su novio y disfrutar tranquilamente una pacífica noche juntos (n/a: nótese que Harry ha estado 3 meses sin nada, nadita así que "disfrutar tranquilamente una pacífica noche", se traduce a...).
Pero al llegar a su casa y justo antes de entrar escuchó a Draco como gemía, y como se quejaba de lo duro que lo estaba haciendo. Mientras Harry se tenía que aguantar las ganas. Y lo peor del caso, se escuchaba como si Draco estuviera dejando ser penetrado, cosa que solamente el Potter, había logrado una vez, hace dos meses de todos los 2 años que tienen de ser novios, someter al príncipe de las serpientes.
La furia del moreno se sentía en el aire, tomo a su novio del cuello y estaba a punto de lanzarle un maleficio, pero mientras pensaba en cual lanzarle...
- Expelliarmus -y así como Snape salió volando hace algunos años en la casa de los gritos, el moreno sintió el duro golpe contra una pared. Al voltear a ver apenas y pudo distinguir a sus amigos y a su "novio".
- Harry amor -dijo Draco -se puede saber ¿qué te pasa?
- No me digas amor, que sé que hace unos momentos me estabas poniendo los cuernos con Ron.
- Potter -dijo Malfoy con voz siseante y amenazante que provocó un escalofrío en todos los presentes. -Está bien que tenga un gusto horrible al escoger a feos muñecos con los ojos verdes y el pelo tan desordenado que parece un nido de hipogrifos pero al menos tengo orgullo y los pelirrojos pobretones no son mi tipo. Para tan malos gustos, mejor pregúntale a Zabini, ese si sabe hasta como la tiene y todo.
- ¡¡¡DRACO!!! -gritó Blaise mientras Ron se ponía como un tomate.
- Entonces ¿puedes explicarme que eran esos gemidos que salían de tu boca? -dijo el Potter molesto.
- Por supuesto -dijo Draco -pero primero cara-rajada, puedo saber ¿dónde demonios están tus gafas?
- En mi maletín de viaje que debió quedarse en la puerta.
- Accio gafas de Potter. -dijo Draco y pasándoselas a Harry hizo que éste se las pusiera.
¡Qué diferencia más grande del mundo!, podía ver bien a Draco y notar todo a su alrededor, parece que le estaban preparando una bienvenida, y veía a Draco con una túnica de color verde y...
- DRACO, ¿QUÉ TE PASO? ESTÁS TODO GORDO.
Un aura oscura descendió hasta posarse sobre todos antes de estallar la bomba.
- MALDITA SEA POTTER, ERES UN VERDADERO IMBÉCIL. NO SÉ PARA QUE MIERDAS TE PREPARÉ TODO ESTO. UNA MALDITA FIESTA, UNA BIENVENIDA PORQUE TE EXTRAÑABA Y ¿QUÉ ES LO QUE HACES? TACHARME DE INFIEL, Y DECIRME ¡¡¡¡QUE ESTOY GORDO!!!! MALDITA SEA, SOY UN MALFOY Y SÍ, ESTOY GORDO, PERO DEAMOR. ESTA GORDURA ES TÚ CULPA, POR DEJARME SEDUCIR POR TUS ARTES Y DEJAR QUE ME LA METIERAS, ESTA GORDURA, PEDAZO DE MALDITO IGNORANTE, SE LLAMA ESTAR EMBARAZADO. PERO SABES -dijo con lágrimas. -ME LARGO, NI MI HIJO NI YO TE NECESITAMOS, PODEMOS ESTAR SOLITOS.
Y sin decir más salió corriendo hacia su habitación mientras lloraba. El cerebro de Harry funcionaba de manera lenta. Embarazo, iba a ser padre. Los gemidos, la panza de Draco era enorme y la única vez que se había dejado coger era, hace 2 meses, más tres de ausencia; daban 5. Por lo que, ¡POR MERLÍN! Los gemidos eran por las patadas del bebé y por cómo se veía la casa, se notaba que Draco estaba haciendo la mayor parte del trabajo.
Ha como pudo con un dolor de culo, se puso en pie y se dirigió escaleras arriba, mientras escuchaba como Zabini decía:
- ¿Se supone que ese idiota venció Al-Que-No-Debe-Ser-Nombrado?
Con mucho cuidado, abrió la puerta y descubrió a un Draco tirado sobre la cama acariciando su pancita mientras gruesas lágrimas caían de sus ojos (n/a: está peor que una mujer con el dolor de ovarios ¬_¬)
- Draco...
- Vete
- Pero...
- Vete
Al ver que no podía solucionar nada, se acercó a su pareja y quitándose las gafas lo abrazó, mientras le daba besos y le pedía perdón. Draco no se podía resistir, de verdad se notaba el arrepentimiento de Potter, cuando en eso sintió cómo le subía la túnica y unas lágrimas caían en su abdomen mientras oía.
- Mi bebé, ¿qué vas a hacer con un papá tan idiota?
- No importa, mi papi que es bueno y perfecto y el corregirá a papá. -dijo Draco -ven acá amor, te perdono, pero deja de ser tan impulsivo.
- Pues creo que aquí el impulsivo eres tú -dijo señalando el miembro de Draco. Mientras la temperatura subía lentamente.
Mientras que abajo.
- Mejor vámonos -dijo Ron -que no quiero tener pesadillas.
- Estás seguro de que las tendrás mi leoncito- dijo Zabini restregándose contra él.
- Vámonos -dijeron Hermione y Pansy -este no es el lugar de que ustedes dos intimiden.
Y sin más, dejaron a la pareja de chicos reencontrándose.