First POV
Perfecto, eso dicen que soy. El hecho de tener todo, que el mundo te admire, que solo con abrir la boca te daban el cielo, la tierra y hasta las estrellas. Si, la vida perfecta. Perfectamente vacía y mugrosa. La maldita vida es cruel e infeliz. Eso fue lo que si descubrí, de ¿qué demonios sirve tener, el dinero, el nombre, la fama si no se tiene la felicidad? Si está uno obligado a aparentar, a fingir, y lo peor a estar solo. Quiero presentarme, mi nombre es Draco Lucius Malfoy Black, hijo de los famosos y multimillonarios Lucius Abraxas Malfoy y Narcissa Black, familia perfecta, refinada y pomposa. Sumamente reconocida tanto en el mundo de la Magia como en el mundo muggle por su prestigiosa fama y fortuna. Yo soy el único heredero de esta antigua y rica familia. Soy un chico de piel clara, ojos grises, cabello rubio platinado, nariz pequeña y levemente respingada. Y soy infeliz. Durante muchos años he vivido bajo las apariencias, haciendo lo que mis padres siempre querían, siendo el hijo perfecto, adorable y maravilloso que cualquier familia desearía tener.
Seguir el ciclo de vida de la familia Malfoy ha sido difícil, en especial cuando llegó mi sexto año, ahí cometí la tontera más grande que mi padre deseaba, convertirme en un servidor de la Oscuridad, en un aliado de aquel Que-No-Debe-Ser-Nombrado. A pesar de ya haber sido derrotado por San Potter, su nombre aún causa estragos en mi vida. Por hacerle caso a sus ideales, mi padre está ahora en Azkaban, la cárcel mágica, sufriendo una condena larga, dudo muchísimo que salga vivo de ahí. Yo me salvé gracias a San Potter quién, por pagarle un favor a mi madre, testificó a mi favor y al ser el Salvador del mundo mágico su palabra es ley desde ese día.
Actualmente voy cursando mi séptimo año en Hogwarts, el cual por motivos de la guerra con ese ser no pude llevar a cabo. Sin embargo algo me espera al final de todo. El matrimonio, me debo casar con Astoria Greengrass una mujer, físicamente hermosa y cuya familia está muy bien acomodada. Se me olvidaba comentar, que por culpa de las locuras de mi padre, mi madre y yo vivimos apenas con lo básico, ya que el ministerio nos decomisó prácticamente toda la fortuna que teníamos.
Estoy por iniciar mi último año y así olvidar esta pesadilla.... Pues al menos ahí, en mi habitación de Hogwarts, bajo los hechizos silenciadores y de cierre, puedo por un momento ser Draco y no Malfoy.
Second POV
Al fin paz y quietud, la liberación del mundo mágico se ha logrado. Por primera vez en muchos años, siento una tranquilidad enorme. No siento una obligación sobre mi pecho que me atormenta como siempre me ocurría. Me encuentro dispuesto a ir y hacerle frente a las consecuencias de esta guerra, habíamos perdido mucho, pero también ganamos. Estoy listo para reconstruir mi vida y seguir adelante. Tener la vida que siempre he soñado tal vez enamorarme, lograr hacer todo lo que por durante tanto tiempo había perdido. Creo que soy un poco idiota, pues no me he presentado. Me llamo Potter, Harry James Potter Evans, tengo muchísimos apodos, El-niño-que-vivió, el salvador del mundo mágico, cara-rajada, el-niño-de-Dumbledore, el-heredero-d-Slytherin, pero también tengo otro que ahora en vacaciones que lo analicé me di cuenta que es más divertido y el que más se calzaba a como la comunidad mágica me veía. San Potter, ese apodo puesto por el hurón o el príncipe de las serpientes es el más realista de todos, pues la comunidad mágica siempre me vio como aquel que les debía de hacer el milagro de salvarlos, mientras ellos se limitaban a complicarme la existencia cada día más.
Todo ha terminado, es el momento de respirar descansar y vivir.
El momento de olvidar el hecho de ser San Potter... Y tratar de ser solamente Harry.
History begins
- Muy buenas noches tengan ustedes jóvenes -dijo la Directora del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, la animaga Minerva Mc Gonagall -sean bienvenidos un año más al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Por primera vez en tantos años, el mundo mágico vuelve a respirar la paz. Eso sí, que esta no sea excusa para no esforzarse, pues en la vida siempre existen pruebas que nos hacen seguir adelante y no podemos dejar vencernos por ellas.
Les informo, que el torneo por la copa de las casas, vuelve a iniciar, al igual que el campeonato escolar de Quidditch. Solamente si quiero decirles bienvenidos y sin quitarles más tiempo ¡A comer!
El comedor en pleno estalló en aplausos y como era costumbre, los elfos domésticos se esmeraron en preparar un banquete por todo lo alto, con las comidas más finas, extravagantes y sabrosas que habían probado, al parecer también se encontraban felices por el acontecimiento que ocurrió gracias al Trío Dorado, en especial al héroe Harry Potter.
El banquete pasó sin más, con risas, preguntas y mucha alegría, hasta que llegó la hora de dormir.
Cada estudiante se dirigió hacia su torre. Harry por su parte se separó de Ron y Hermione, los cuales estaban bien acarameladitos y Harry suponía que de no ser por lo excelente bruja que es Hermione, hace tiempo le habrían dado la noticia de que sería tío. Dobló a la derecha por un corredor que lo dejaba a pocos metros de su torre y se evitaba toparse con los estudiantes. Mientras caminaba recordó un evento muy único en su vida. Esas vacaciones habían sido extrañas.
Flash Back
Harry estaba descansando unos días en su casa de Grinmuld Place mientras que su verdadero hogar en el Valle Godric era reparado. Cuando en eso nota que se enciende la chimenea de su estudio avisando que alguien se acercaba. Pero, debido a las protecciones que había instalado, el recién llegado debía de presentarse y si se decía una mentira, la misma chimenea lo iba a expulsar.
- Preséntese -dijo Harry.
- Me llamo Narcissa Malfoy Black, prima de tu padrino Sirius Orión Black, necesito pedirte un favor Potter.
- Adelante -pronunció el moreno.
Una mujer sumamente hermosa, apareció por la chimenea, luciendo un hermoso vestido de color azul que remarcaba sus facciones, las cuales a pesar del tiempo se mantenían intactas.
- Bienvenida señora Malfoy, -dijo cortésmente Potter, extendiéndole la mano a la mujer en forma de saludo y señalándole un cómodo sillón frente a su escritorio. La aludida sonrió y tomó asiento. -No le voy a mentir, me asombra su visita. Y disculpe mi falta de cortesía, ¿desea tomar algo?
- Un té estaría bien -dijo Narcissa.
- Kreacher -pronunció Harry y el Elfo apareció haciendo una reverencia -por favor tráele a la señora Malfoy un té y algún panecillo.
- Como el amo Harry mande, mucho gusto señora Malfoy, hace tiempo que no se le veía por aquí. Espero su visita sea agradable y placentera. -dijo el elfo antes de desaparecer.
- Vaya Potter -dijo la Sra. Malfoy sin ocultar su asombro -Kreacher ha cambiado mucho desde que trabaja para ti.
El moreno se limitó a sonreír, y a hacer un gesto con la cabeza. En eso el elfo apareció y dejó una humeante y aromatizante taza de té y unos pastelillos y de nuevo desapareció.
- Señora Malfoy, ¿a qué debo el placer de su visita? -dijo el moreno.
- Potter, disculpa que haya venido así sin avisar previamente. Pero, deseaba venir a agradecerte de nuevo por todo lo que hiciste por mí y por mi hijo al final de la guerra. -Afirmó la mujer
- Es un honor, además que usted me salvó la vida, así que creo que yo le debo más a usted que todo usted y Draco a mí. Solo que por favor, dime Harry. El apellido Potter, todavía me trae recuerdos de la Guerra y casualmente trato de olvidarlos.
- Está bien Harry - con una sonrisa -pero dime Narcissa. Sin embargo, vengo a pedirte un gran favor.
- Si está en mis posibilidades Narcissa adelante. -instó el moreno.
- Sé que a ti, desde el día que nos vimos en la tienda de túnicas de Madame Malkin, estás perdidamente enamorado de mi hijo -el moreno se sonrojó -no me explico que te llamó la atención de él, si para mi mala suerte es muy parecido a Lucius. Y además, la prueba definitiva fue cuando salvaste a mi hijo de ese incendio. Por eso, alegando a ese sentimiento, te pido que ayudes a mi hijo a librarse de la pena que sé que le impondrá el Wizengamot. Por favor Harry, necesito que te presentes en la defensa de mi hijo, mañana a las 9:00 de la mañana en la misma sala donde te sesionaron a ti. No te lo pediría de no ser que estoy desesperada y porque sé que tu puedes ayudarme.
Harry estaba impactado, no solamente Narcissa se había dado cuenta de sus sentimientos, sino que ahora le pedía que ayudara a Draco ante el Wizengamot, para librarlo de una condena segura. El moreno se quiso negar, pero por la cara que descubrió en su "suegra" lo hizo reconsiderar el pedido.
- Está bien Narcissa, ahí estaré mañana.
La mujer le brindó su mejor sonrisa, se puso en pie y dándole un beso en cada mejilla se acercó a la chimenea para partir y justo al retirarse dijo:
- Gracias Harry y si Draco te gusta tanto como se nota, deberías intentar acercarte a él. Ya que a diferencia de Lucius, mi hijo si tiene corazón -y sin más que mencionar dijo -Mansión Malfoy -y desapareció entre las llamas verdes.
El ojiverde no pudo dormir de tanto darle vueltas a las cosas. Al día siguiente, se despertó y se dio un baño, pero se le veían unas marcas de ojeras por lo que se aplicó un hechizo glamour sobre sí mismo, y guardando sus viejas y redondas gafas, sacó unos lentes mucho más livianos y que enfocaban mágicamente cualquier imagen que quisiera. Se puso sus mejores ropas y tomando una túnica de color plata se desapareció hacia el Ministerio de Magia.
La infraestructura del Ministerio había cambiado mucho, como tenía tiempo, decidió pasar a hablar con Kingsley, para conocer los pormenores del asunto.
Se encontró al ministro justo cuando llegaba al elevador y se encaminaron juntos hacia la sala de reuniones del Wizengamot.
A pesar de que la sala había cambiado bastante desde su última visita, no dejaba de ser escalofriante y ligeramente lúgubre. El ministro le concedió a Harry uno de los puestos privilegiados en las bancas y le hizo entrega de un broche, el cual indicaba claramente que le brindaba el derecho a votar en el juicio de ese día.
EL resto de los miembros del Wizengamot, fueron llegando y saludando a Harry, y al ministro. A las 9:00 todos se pusieron en pie y un escalofrío empezó a recorrerles la espalda. Las puertas principales se abrieron dejando ver a Draco, junto a su madre (la cual le lanzó una mirada de agradecimiento al moreno) y el abogado que había contratado para defender al menor de los Malfoy. El escalofrío provenía de que detrás de ellos, se encontraban unos dementores. Por lo tanto Harry pidió la palabra.
- Ilustres damas y caballeros que conforman el Wizengamot y la Orden de Magos y Brujas Ministeriales. Creo que aquí el dementor está sobrando, pues no hay ninguna falta aún aprobada contra el imputado, por lo que, dudo que les moleste, y si así ocurre, puede retirarse.
Las palabras de Potter dejaron impactados a más de uno, incluido el rubio, que aunque no lo admitiría, siempre había sentido cariño por Harry, pero cuando éste le rechazó su amistad, se sintió como una basura, y siempre buscó la forma (aunque fuera molestando al moreno) para estar en sus pensamientos. Pero esa mirada, era un escalofrío, pues sabía que Harry lo odiaba y a lo mejor iba a disfrutar viendo como lo arrestaban o como le daban el beso del dementor. Los vellos de la nuca se le erizaron al ver que Potter sacó su varita y cerrando los ojos exclamó...
- EXPECTO PATRONUM.
El incomparable patronus de Potter, la figura animaga de su padre hizo su aparición en la sala, sin embargo esta no estaba sola. Sobre la cabeza de éste magnífico animal, se encontraba sentado un hurón, los cuales empezaron a recorrer la sala, introduciéndoles un calor agradable y reconfortante. Una vez hecho esto el Ministro habló:
- Señor Draco Lucius Malfoy Black es usted acusado de cometer el asesinato del Sr. Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, ex director de Hogwarts, antiguo jefe de los Magos del Wizengamot, orden de Merlín primera clase. Por favor presente las pruebas que su abogado considere necesarias para su defensa.
Fueron 3 intensas horas de torturosa espera, Harry notaba el nerviosismo de Draco aunque este no lo mostrara. Mientras él se aburría, por lo que ya aburrido procedió a observar el broche que le había dado Kingsley. Se asombró, aunque tampoco demostró expresión, al notar que el broche le era conferido como uno de los altos cargos del Ministerio.
Por más pruebas que presentaba, los del Wizengamot ya prácticamente lo estaban condenando. El moreno supo que si no actuaba ahora se iba a quedar dormido, por lo que tomando la varita tocó su broche.
- Ante el Juicio en Contra del Señor Draco Lucius Malfoy Black, el jefe de los Magos del Wizengamot, según la última decisión de la comisión Ministerial, el Señor Harry James Potter Evans, desea efectuar su criterio.
Todos se quedaron en silencio y Harry se levantó hasta posicionarse en el centro de la sala, sus 2 patronus que seguían dando vueltas, se detuvieron y pusieron atención junto al resto de los individuos.
- Damas y caballeros, sinceramente me encuentro muy decepcionado. Pensé que después del Señor Cornelius Oswald Fudge y Dolores Jane Umbridge, los magos de mente cerrada del Ministerio se habían desaparecido. Pero por lo visto, aquí quedan demasiados ignorantes. La mayoría de ustedes ni siquiera le han dado la posibilidad de la duda. El criterio que ustedes forman es sumamente patético. Le juzgan por su proceder, y ni siquiera conocen la verdad. Ustedes no estuvieron presentes en la muerte de Dumbledore, además de que ninguno de ustedes es de Slytherin. Y el error de las casas es el más grande y ahora se los demostraré.
Y sacando nuevamente su varita, sacó el recuerdo de su conversación con el sombrero seleccionador en su primer año. Poco después presentó el recuerdo de la muerte del ex director.
Todos estaban exaltados, nadie podía creer lo que veía. Draco era inocente y lo más extraordinario del caso es que su archienemigo Potter lo estaba defendiendo.
- Por lo tanto Damas y caballeros -dijo el jefe de los magos -no les pienso pedir. -los 2 patronus empezaron a brillar y a iluminar como el sol del medio día. -Les exijo la liberación del Señor Draco Lucius Malfoy Black, de manera inmediata -y señalando al patronus del hurón hacia Malfoy -con este acto mágico, le otorgo inmunidad diplomática de todas las leyes. Me explico para los ignorantes, de ahora en adelante que tome o tenga algún prejuicio en contra del joven Malfoy o su madre, notará porque razón logré destrurir a Lord Voldemort.
Gallinas en el matadero era poco, a como se encontraban los miembros del Wizengamot y el resto del Ministerio por las palabras de Harry, mientras que Kingsley y Narcissa sonreían.
- La sesión a terminado -dijo Potter. Y con un movimiento de varita, el ciervo de patronus arremetió contra el dementor destruyéndolo completamente.
Fin Flash Black.
- Potter, ¿tienes un minuto? -la voz del sexy rubio de Slytherin sacó al moreno de sus cavilaciones y recuerdos.
- Si Malfoy ¿qué se te ofrece? -dijo Harry.
- Esto es muy difícil para mí decirlo -afirmó el rubio, mientras Harry se ponía en una posición similar a la de arrogante que Malfoy traía en las venas. - Muchas gracias por haber evitado que los dementores me quitaran la vida, hay alguna forma en que pueda pagártelo.
El moreno sonrío, Draco definitivamente era un hombre hermoso, al demonio los protocolos y pelea de las casas. Al Salvador del Mundo Mágico se le mojaba la canoa (n/a: expresión en el mundo muggle, similar a patear con la izquierda. Utilizadas para referirse a que era homosexual) por Draco Malfoy.
- Sí, hay una forma, pero no sé s tu orgullo la aceptará o no. Draco Malfoy -dijo extendiéndole la mano derecha -¿aceptas al idiota, cuatro ojos, cara-rajada, creído, niño-de Dumbledore, San Potter como amigo?
Al rubio se le apagaron los ojos en tristeza, pues siendo honestos, el día que conoció a Potter en la tienda de túnicas se había propuesto siempre a cuidarlo, resultando la historia al revés. Sin embargo, estrechó la mano del Salvador aceptando.
Harry descubrió la mirada de Draco, como ese brillo se había apagado y jalando a Malfoy hacia sí, procedió a darle un cálido abrazo.
El rubio se sintió sumamente bien, y aunque sabía que tentaba a su suerte y al destino. Se volvió y le dio a Potter un beso en la boca.
- Parece que nuestra amistad, será complicada -dijo Harry luego de que el beso acabara.
- Lo siento, pero temo que sí. -dijo Draco.
- No importa, juntos lo intentaremos.
Y sin más que decir, el salvador del mundo se apoderó de los labios del rubio con fiereza. Mientras que en un sillón de la Mansión Malfoy, una aristocrática mujer suspiró.
- Hasta que luego de 8 años decidieron unirse estos dos. Gracias Merlín.
FIN