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¿Yo? ¿Enamorado de un Pirata? ¡¡No puede ser!! por fenix y dragon

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Notas del fanfic:

Yun_Sakka: Todo lo que imaginaste en un solo lugar... nuestras mentes pervertidas XD... bueno, mas en la de FenixyDragon que en la mía.


 


FenixyDragon: Para los que dicen que los piratas no tienen morbo ¬¬


 


Yun_Sakka: entonces no has leído los mismo libros  que yo, uuf ¿alguien mas siente calor aquí?


 


Fenixydragon: más de uno se derretirá aquí jajaja


 


Yun_Sakka: bueno, ya están advertidos, así que entren a leer y dejen un review o sino los dejamos a los tiburones.


 


Fenixydragon: ¡¡un pirata soy!!


 


 


 


 


Bueno este fic esta echo de una idea que tuve al ver el principio de una película llamada por siempre jamás ^^  jeje por eso el principio es parecido ^^ pero solo el principio ke es la charla primera entre los reyes lo demás es todo nuestro ^^ de ese trozo me vino toda la idea jaja.


 


 

Notas del capitulo:

Yun_Sakka: Todo lo que imaginaste en un solo lugar... nuestras mentes pervertidas XD... bueno, mas en la de FenixyDragon que en la mía.

 

FenixyDragon: Para los que dicen que los piratas no tienen morbo ¬¬

 

Yun_Sakka: entonces no has leído los mismo libros  que yo, uuf ¿alguien mas siente calor aquí?

 

Fenixydragon: más de uno se derretirá aquí jajaja

 

Yun_Sakka: bueno, ya están advertidos, así que entren a leer y dejen un review o sino los dejamos a los tiburones.

 

Fenixydragon: ¡¡un pirata soy!!

¿Yo? ¿Enamorado de un Pirata? ¡¡No puede ser!!

 

Por: FenixyDragon y Yun_Sakka

 

 

 

 

 

 

Capitulo 1 Príncipe y pirata

 

 

 

 

 

-Firmé un contrato matrimonial con el rey de Hufflepuff y, por Dios, que ese chico me obedecerá o lo pagará caro -reclamaba furioso el Gran Rey de Slytherin: Lucius Malfoy, caminando con su esposa y sus guardias personales en medio de la penumbra de la noche.

 

 

 

 

 

-Pero él no siente amor por ella, mi señor -le reclamaba la reina Narcissa Malfoy, esposa del rey.

 

 

 

 

 

-No es cuestión de amor -se quejaba el rey.

 

 

 

 

 

-Tal vez debería serlo -le reprochó la reina, sin dejar de caminar hacia los aposentos del príncipe.

 

 

 

 

 

-Como futuro Rey debe aprender a aceptar su responsabilidad -seguía quejándose el rey.

 

 

 

 

 

-Un árbol joven no puede crecer a la sombra de un gran roble. Lucius, necesita ver la luz.

 

 

 

 

 

-Necesita unos azotes… -la reina suspiró cansada al oír eso último.

 

 

 

 

 

Los reyes y los guardias llegaron a la habitación del príncipe.

 

 

 

 

 

-Por Dios, Lucius ¿no puedes esperar a mañana? -le reclamaba la reina.

 

 

 

 

 

-Si no puedo dormir yo, él tampoco –refutó-. Draco despierta -dijo el rey de mal humor, acercándose a la cama de su hijo.

 

 

 

 

 

Al llegar enfrente de la cama vieron que estaba vacía. Rastrearon la habitación con la mirada y se dieron cuenta de que faltaban la escoba y que la ventana estaba abierta de par en par.

 

 

 

 

 

-Oh nooo… Otra vez no... -se lamentaba la reina.

 

 

 

 

 

El rey suspiró cansado.

 

 

 

 

 

-Llamad a la guardia. Que lo traigan aquí -se oyó gritar al rey por todo el castillo.

 

 

 

 

 

Y justo a diez metros de distancia el príncipe volaba fuera de los muros del castillo a toda prisa.

 

 

 

 

 

********************

 

 

 

 

 

El mar se mostraba imponente, sin miedo, indomable con todo aquel que quisiese controlarlo, al igual que el capitán del barco que ahora surcaba los mares de regreso a casa. Ansiaba con todas sus fuerzas volver a ver a sus padres, su tierra, esa que le vio nacer, pero raras veces visitaba desde que nació. Su padre había sido pirata, el famoso Tom Marvolo Riddle, conocido y temido por todos sus enemigos como el pirata Voldemort, azote de todos los mares. Al menos hasta que conoció a su papá, aun sonreía cuando su papá le contaba como había conocido a su padre, era realmente gracioso que el único que le hiciera frente fuera él, un conocido Merodeador de la marina quienes trataban de detenerlo, pero ahora todo eso era historia.

 

 

 

 

 

-Hey Harry –gritó alguien desde el mástil, llamando así la atención de su capitán.

 

 

 

 

 

-Capitán Harry para ti, Ronald –contestó a su vez el capitán, sonriendo a su mano derecha y mejor amigo.

 

 

 

 

 

-Si, lo que digas. Si no estuviera aquí se te subirían los humos a la cabeza –replicó con una risa suelta, haciendo sonreír al capitán Harry Potter.

 

 

 

 

 

-Algún día estarás en la plancha, querido amigo –se oyó una tercera voz que subía por las escaleras hasta el timón.

 

 

 

 

 

-Neville, ¿Qué te ha sacado de tu madriguera? –se mofó Ron en venganza, haciendo sonrojar un poco a su médico, aunque él era biólogo, médico, herborista y muchas cosas más.

 

 

 

 

 

-Calla Ron. Harry –dijo, esta vez dirigiéndose hacia su capitán–, necesito más plantas, cerca de aquí hay un lugar donde las puedo encontrar, pero es Slytherin y en ese reino tu cabeza tiene un precio muy alto por ella.

 

 

 

 

 

-¿Qué tan importante son esas plantas, Neville? –preguntó Harry un tanto serio. La verdad es que nunca le gustó ese reino, su tío Sirius le habían dicho de pequeño que ese reino sólo le traería perdición y quien lo sabría mejor que él, quien había viajado y seguía haciéndolo por todo el mundo.

 

 

 

 

 

-Mucho, en nuestro hogar ya no quedan suministros y, sobretodo, la medicina que tu padre necesita depende de esos suministros –dijo Neville con una expresión que sólo adoptaba cuando se trataba de salvar una vida humana.

 

 

 

 

 

-Caballeros –gritó a todo pulmón, paralizando a su tripulación, quienes voltearon a verlo–, preparen las velas, que iremos a Slytherin –todos gritaron en forma de aceptación y corrieron rápidamente a obedecer las órdenes de su capitán.

 

 

 

 

 

-Solo espero, compañero, que los dioses estén con nosotros –murmuró Ron ya a un lado de ellos, mientras Harry y Neville asentían mirando como cambiaban de curso hacia el reino de las serpientes.

 

 

 

 

 

********************

 

 

 

 

 

-¡¡Draco!! ¿Te has vuelto a escapar? -reclamó un chico no mayor de dieciocho años, de cabello negro y ojos pardos, a un chico con el cabello más rubio y fino que el de cualquier mujer.

 

 

 

 

 

-Tenía ganas de verte -se quejó el príncipe.

 

 

 

 

 

-Tu padre va a matarte algún día sin preocuparse de que seas su hijo -bromeó Blaise Zabini, mejor amigo de la infancia del príncipe.

 

 

 

 

 

Draco rió un segundo, pero luego su cara se entristeció.

 

 

 

 

 

-Blaise… mi padre quiere que me case con la heredera de Hufflepuff, y ni siquiera la conozco -se quejó el príncipe, sentándose en la roca que había en frente suyo.

 

 

 

 

 

Blaise suspiró y lo miró compasivo.

 

 

 

 

 

-Lo sé… todo el reino habla de ello. Draco, yo, para estas cosas, no soy muy bueno y lo sabes… por algo me metí a aprendiz de sacerdote -dijo lo último riendo.

 

 

 

 

 

Draco frunció el ceño.

 

 

 

 

 

-No entiendo tu decisión… ¿y si te enamoras alguna vez? Ahora estas a tiempo, pero cuando te conviertas en un sacerdote completo… bueno, ahora estas en celibato, pero cuando lo seas del todo te la… ya sabes… -hizo el gesto de cortar con los dedos.

 

 

 

 

 

********************

 

 

 

 

 

-Ron, ¿Dónde estamos? -preguntó Harry a su contramaestre.

 

 

 

 

 

-A dos nudos sur oeste y vamos a favor del viento, capitán -respondió el pelirrojo mientras manejaba el timón.

 

 

 

 

 

-Ah muy bien Ron, pero… ¿Qué te parece si nos dices cuánto falta para llegar en lugar de marearnos? -respondió Harry, haciendo sonreír a la tripulación.

 

 

 

 

 

-Oye, no es mi culpa que ustedes, bola de incultos, no sepan nada de navegación -se defendió de las risas de sus compañeros.

 

 

 

 

 

-Ron, nosotros sabemos navegar, pero lo que queremos saber es dónde estamos -rió Seamus, uno de los cocineros de la tripulación.

 

 

 

 

 

-Eso Seamus -respondieron algunos de la tripulación, quienes estaban atentos a la nueva discusión, su fuente de entretenimiento.

 

 

 

 

 

-¡¡Aguafiestas!! Estamos a unas cuatro horas de llegar a Slytherin, propongo que anclemos sobre los cayos rocosos, al otro lado del pueblo. Por ahí no ha de haber nadie –sugirió, mirando fijamente al capitán.

 

 

 

 

 

-Buena idea, ya escucharon, Seamus -el aludido dio un brinco para mirar al capitán con curiosidad- ¿deseabas algo?

 

 

 

 

 

-La cena esta lista -dijo Dean, el primer cocinero-. Y tú –dijo, apuntando hacia Seamus- hace más de una hora que te mandé a avisarles, de verdad eres imposible.

 

 

 

 

 

-Pero amorcito, él tuvo la culpa por distraerme -dijo apuntando hacia Ron.

 

 

 

 

 

-Ahora me engañas con un pelirrojo, ¿acaso ya no te gusto? Eres un desgraciado, todos los años que te di de mi y ahora… -se metió de vuelta a la cocina por la puerta que había salido.

 

 

 

 

 

-Dean, espera amor -le siguió Seamus ante la risa de todos, de verdad que esa pareja era muy graciosa.

 

 

 

 

 

********************

 

 

 

 

 

-Draco, soy un Squib, mi deber es ser un sacerdote. Todos los squibs varones tienen que ser sacerdotes y no procrear nunca, las chicas squibs deben ser monjas de la orden y no relacionarse nunca con hombres… son las leyes de este reino y… no pueden cambiarse… -habló Blaise con una sonrisa forzada.

 

 

 

 

 

-No lo veo justo… son normas y tradiciones injustas -se quejaba el príncipe Draco.

 

 

 

 

 

-Mi señor… -gritó una voz a lo lejos. Draco se levantó de la roca y se fijó en el chico que veía corriendo hacia ellos.

 

 

 

 

 

-Sabía que estaríais aquí -dijo el chico al llegar junto al príncipe, inclinándose en respeto.

 

 

 

 

 

-Theo, no hace falta que te inclines, estamos sólo nosotros tres -se quejó el príncipe.

 

 

 

 

 

El chico levantó la cabeza, dejando ver un cabello largo y sedoso hasta la cintura, de color castaño oscuro, unos ojos negros como la noche y un cuerpo musculoso y firme a causa de su trabajo.

 

 

 

 

 

-Soy vuestro guardián, mi señor, y, al estar todo el reino buscándolo, pueden vernos, mi señor. No seria muy buena idea que un simple escolta hablara tan familiarmente a su alteza -se quejaba Theodore Nott.

 

 

 

 

 

-Siempre tan formal querido amigo, ¿es que algún día me trataras como amigo o seguiré siendo tu rey? -preguntó con una sonrisa triste Draco.

 

 

 

 

 

-Draco, Theodore tiene razón, debes irte antes que te descubran –se apresuró a decir Blaise, mientras Theo asentía ante la idea.

 

 

 

 

 

-¿Por qué debo de irme? Este es mi reino -cuestionó ya enojado, no con sus amigos, pero si con su destino.

 

 

 

 

 

-Si lo es, pero tu padre aun manda sobre ti, Draco -le recordó su escolta. El rubio suspiró cansado.

 

 

 

 

 

-Bueno, pero antes… ¿Por qué no nos acercamos a los acantilados de venur? Tengo ganas de ver el mar como cuando éramos más pequeños ¿vamos? -preguntó Draco Blaise y Theodore no pudieron negar que también tenían ganas de ir.

 

 

 

 

 

-Vale, pero luego volvemos ¿si?

 

 

 

 

 

El príncipe asintió y los tres se dirigieron hacia los acantilados.

 

 

 

 

 

-Bien caballeros, Ronald, Neville, Luna y yo iremos por las hiervas; Seamus y Dean vayan al pueblo, ustedes no parecen piratas, digan que van de paso y traigan más comida; los demás asegúrense de mantener este barco entero, ¿me escucharon? -Harry sonrió ante el "si señor" de sus hombres.

 

 

 

 

 

-Tenemos que conseguir alga moteada -dijo Neville después de que le preguntaran que era lo que necesitaban encontrar.

 

 

 

 

 

-Pero eso está en el mar -dijo Ron perplejo, hacerle subir casi medio acantilado para que lo que necesitaban se encontraba bajo sus pies a varios metros abajo del océano.

 

 

 

 

 

-En realidad, es una planta voladora y sólo se encuentra en los riscos -todos miraron a Luna con cara de incredulidad.

 

 

 

 

 

-Es cierto, en parte -dijo Neville al ver como le miraban de la misma forma-. Las tormentas sacan a la superficie las semillas de las algas comunes y ya aquí, en el risco, se vuelven algas moteadas.

 

 

 

 

 

-Shhh, silencio -todos callaron ante la orden de su capitán.

 

 

 

 

 

-Son voces -dijo Ron, ganándose una mirada de muerte de todos.

 

 

 

 

 

-¿Qué parte de “shhh” no entiendes? Ahora guarden silencio -volvió a ordenar Harry al escuchar voces acercándose.

 

 

 

 

 

-Bueno, dicen que es guapa… por lo menos no será fea -oyeron que decía una voz grave.

 

 

 

 

 

-Eso me da igual, la cosa es que me hacen casarme con alguien que no he visto en mi vida… -se quejaba otra voz menos grave, pero irritada.

 

 

 

 

 

-Draco, por mucho que te quejes, conoces a tu padre. Él no cambiara de parecer por nada, sobretodo si son normas del país: los príncipes se casan con las esposas o esposos que elijen sus padres, los squibs estamos obligados a ser sacerdotes para que se aseguren de que no nazcan más niños o niñas no mágicos y los escoltas deben dar la vida por aquel al que protegen, aun en costa de su propia familia… no podemos hacer nada -terminó de decir la voz más calmada y fina de las tres.

 

 

 

 

 

-¿Quienes son? -murmuró Ron a sus compañeros.

 

 

 

 

 

-No lo sé, pero, al parecer, uno de ellos es un príncipe. Es eso o están ensayando una obra -le respondió Luna de la misma forma.

 

 

 

 

 

-¿Qué parte de “shhh” no captan todos ustedes? -les reprendió Harry a todos para poder seguir escuchando.

 

 

 

 

 

-Mmmmm… nunca hemos podido llegar más lejos de estos acantilados. Me encantaría poder tocar el mar y sentir el aire del océano, tiene que ser increíble -dijo la voz que se suponía era el príncipe.

 

 

 

 

 

-Cuando seas el rey podrás quitar muchas normas, Draco -dijo la voz más grave.

 

 

 

 

 

-La norma de mantenerse alejados del mar es más segura, Theo… ¿o no te acuerdas de que cada vez hay mas piratas? -reprochó el chico de la voz más fina.

 

 

 

 

 

-Blaise, ¿para qué vendrían unos piratas al reino de Slytherin si es el reino más temido por sus castigos y sus guardias? -dijo el chico llamado Theo.

 

 

 

 

 

-¡Hey, dejadlo ya! Hacia años que no veníamos aquí los tres juntos, no lo estropeéis con las normas idiotas del país de mi padre -se quejó el príncipe.

 

 

 

 

 

-¿Escuchaste eso, Harry? Debemos de irnos -Neville estaba nervioso por lo que acababa de escuchar, pero sobretodo por Harry, él era el único que corría verdadero peligro ahí.

 

 

 

 

 

-Shhh Nev, no me dejas escuchar -murmuró Harry para que bajara el tono de su voz, afortunadamente Nev no suele hablar muy alto o si no los descubrirían y entonces si tendrían problemas.

 

 

 

 

 

-¿Escucharon eso? -se escuchó decir una de las tres voces que estaban sobre ellos.

 

 

 

 

 

-Maldición. Shhh… y al próximo que hable, le corto la lengua -gruñó Harry, esperando a que no les descubriesen.

 

 

 

 

 

-Yo también he oído algo… -se escuchó la voz del futuro sacerdote.

 

 

 

 

 

-Ustedes dos esperen aquí -les ordenó Theo mientras él caminaba hacia donde provenían las voces.

 

 

 

 

 

-Chicos, creo que viene hacia nosotros -murmuró Luna en un tono tan bajo que solo ellos pudieran oírle.

 

 

 

 

 

-Theo, mejor vámonos -se escuchó la voz del príncipe.

 

 

 

 

 

-Sólo espera, insisto que hay algo ahí… -Theo caminó hacia el risco para mirar abajo y ver cuatro figuras medio ocultas por el mismo risco- ¡¡Corran!! Blaise, protege al príncipe y llamen a la guardia.

 

 

 

 

 

Los cuatro piratas salieron corriendo de su escondite, Theodore sacó su varita y su espada, una en cada mano, y empezó a atacar a uno de ellos.

 

 

 

 

 

-¡¡Ron, cójelos!! ¡¡Nadie puede saber que hemos estado aquí!! -gritó Harry, siendo él la persona que se enfrentó a Theodore.

 

 

 

 

 

Ron obedeció y salió corriendo hacia el príncipe y el futuro sacerdote.

 

 

 

 

 

Blaise mantenía sujetado al príncipe de la mano, corriendo velozmente.

 

 

 

 

 

-¡¡Deteneos!! -gritaba Ron, quien casi los estaba alcanzando.

 

 

 

 

 

-Mierda noo… -dijo Draco al ver que se habían metido en un camino sin salida: estaban acorralados.

 

 

 

 

 

-Bien, aquí estáis -se oyó decir al pirata.

 

 

 

 

 

Blaise empujó al príncipe, apoyándolo en la pared y él poniéndose en frente de éste para protegerlo.

 

 

 

 

 

-No dejare que lo toques, ¡¡Bárbaro!!

 

 

 

 

 

-Para ser un futuro sacerdote eres muy violento, pero no te servirá de nada… al fin y al cabo no te han entrenado para esto -dijo el pelirrojo, acercándose a ellos.

 

 

 

 

 

En ese momento Draco se dio cuenta de que se había olvidado su espada en el castillo y que sólo con magia no lograría nada.

 

 

 

 

 

********************

 

 

 

 

 

-Eres bueno… -alabó Harry, esquivando un ataque bastante agresivo de Theodore.

 

 

 

 

 

Neville veía la pelea nervioso, cuando un resplandor llamó su atención… era lo que habían ido a buscar….

 

 

 

 

 

-¡¡Luna!! Ten este saco y recoge todas las algas de allí que puedas -la chica cogió el saco y fue corriendo a reunirlas.

 

 

 

 

 

-¡¡¡Por favor guerrero, no hemos venido a pelear… sólo vinimos a por unas algas medicinales!!! ¡¡No queremos problemas!! -intentaba razonar Neville, pero los chicos seguían peleando sin oír nada.

 

 

 

 

 

-Hey Harry, los tengo… -se oyó la voz del pelirrojo, Theodore se tensó y se despistó al girar su vista y ver como aquel pelirrojo cargaba a Draco de un hombro y a Blaise de otro.

 

 

 

 

 

Por culpa de su distracción, Harry aprovechó y le dio un puñetazo en el estómago y un buen puñetazo en la cara, haciendo que Theodore se desmayara.

 

 

 

 

 

Luna se acercaba a ellos con la bolsa llena de algas.

 

 

 

 

 

-¿Y ahora qué? -preguntó Nev a Harry, mirando a los tres inconscientes.

 

 

 

 

 

-No lo sé… -dijo Harry, pero al escuchar más voces a lo lejos-. Vamos, no hay tiempo que perder.

 

 

 

 

 

Harry jaló al rubio inconsciente con una facilidad asombrosa para colocarlo sobre su hombro, de modo que pudiera correr si eran perseguidos, lo mismo hicieron Ron y Nev. Luna se quedó sorprendida de que su amigo tuviera esa fuerza a pesar de ser un medico, aunque después de todo era un pirata por algo ¿no?

 

 

 

 

 

********************

 

 

 

 

 

Continuara…….

 

 

 

Notas finales:

Fenixydragon: ¿Qué les ha parecido?

 

Yun_Sakka: esperamos que bien.

 

Fenixydragon: Yuuunnn ¿y si no les a gustado?  TT_TT

 

Yun_Sakka: pues aun tengo esos virus de gusano para la computadora....

 

Fenixydragon: Yun, no puedes enviarles virus ¬¬ sino ¿Cómo leerán más de nuestros fics?

 

 

Yun_Sakka: oh, es verdad, jeje bueno solo lean.

 

Fenixydragon: seguro que querrán matarnos por haber tardado tanto en subir algo....

 

Yun_Sakka: jeje si, pero todo lo bueno tarda, ¿no?

 

Fenixydragon: ^^ seeee jejejej bueno esperamos que os haya gustado nuestro nuevo proyecto pirata jejeje.


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