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Black Heir (Traducción Autorizada) por sakurita_85

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Esta historia esta basada en los personajes creados y pertenecientes a JK Rowling, publicaciones varias incluidas pero no limitadas a Bloomsbury Book, Scholastic Book y Raincoat Book, y a Warner Bros., Inc. No se esta produciendo dinero y ni violación de derechos de autor o se pretende una infracción a la marca.

 

Disclaimer de la Traductora: Obviamente esta historia no me pertenece, la autora FirePhoenix8 me permitió traducir su maravilloso trabajo así como la continuación del mismo. Espero la disfruten igual que yo. Juro no se van a arrepentir. Cualquier comentario acerca de la traducción es bien recibido.

Capítulo 1 - Encontrando un padre y planes para un nuevo futuro.

 

Harry Potter estaba recostado en una pequeña cama, en la alacena debajo de las escaleras de Privet Drive número 4. Estaba temblando entre sollozos, y podía sentir el dolor en su espalda donde su tío le había golpeado repetidamente con su cinturón. Solamente tenía diez años y ya se preguntaba cuanto más podría soportar.

 

Estaba acostumbrado a recibir golpizas frecuentemente, cuando su tío sentía la necesidad de liberar su stress, pero lo que casi sucede hoy lo había dejado bastante asustado de lo que podría venir. Nunca antes Tío Vernon lo había tocado en aquella forma.

 

Cuando su Tía Petunia y Dudley habían ido de compras, su tío lo había golpeado por ser demasiado lento para traerle la botella de cerveza que el hombre le pidió. Después de eso, comenzó a tocar a Harry diciéndole que debía ser un buen niño y complacer a su tío. Afortunadamente, solamente había comenzado cuando escuchó el ruido de su tía y su primo apunto de entrar a la casa. Tío Vernon empujó a Harry dentro de la alacena y le dijo que terminarían más tarde lo que habían comenzado.

 

Harry no era un niño tonto. Lejos estaba de serlo. En la escuela se escondía en la biblioteca de su primo y sus amigos, sabiendo que la biblioteca sería el último lugar al que su primo entraría voluntariamente. Aprovechaba todo su tiempo leyendo. Podía escapar de la realidad en los libros, y encontrar su curiosidad satisfecha en los libros de ciencia, donde muchas cosas maravillosas eran explicadas. Siempre se preguntaba como funcionaban las cosas; por qué el sol salía todos los días, cómo la electricidad le daba luz y a los aparatos potencia, cómo su cuerpo funcionaba, y demás. Cada día tenía curiosidad por una nueva cosa, y encontraba la respuesta en los libros.

 

Aprendió, hacía tiempo, que no podía preguntar nada a sus parientes. Se convirtió en amigo de la bibliotecaria y ella siempre lo dejaba llevar algunos libros a casa, que rápidamente escondía debajo de su cama. Él era muy inteligente pero siempre cuidaba de ser mediocre en clase, porque si alguna vez obtenía una calificación más alta que Dudley, sus golpes eran peores. Cada noche leía sus libros y se encontraba en un mundo que le parecía mágico.

 

"Magia", esa palabra no podía ser pronunciada en la casa de los Dursley. Nunca pudo entender por qué su tío se ponía morado de la rabia cuando aquella palabra era pronunciada, y por qué la mandíbula de su tía se apretaba y sus ojos se tornaban fríos. También aprendió a no decir las cosas que podía hacer.

 

A muy temprana edad, descubrió que bajo stress y agitación emocional, podía hacer cosas inexplicables. Podía desaparecer de un lugar y aparecer en otro, cuando escapaba de Dudley y sus secuaces; podía crear una esfera de luz que se mecía en el aire, mientras el leía en la noche; que podía hacerse flotar hacía su cama cuando estaba demasiado drenado por la falta de alimentos o la perdida de sangre. Al principio, trató de encontrar las respuestas en sus libros de texto del por qué podía hacer esas cosas, pero no encontró ni una palabra sobre ello.

 

Solo podía encontrar esa clase de cosas en las novelas de fantasía que hablaban de mundos mágicos y criaturas fantásticas. Pero había dejado de leerlos, porque ellos solamente podían hacerlo desear pertenecer a unos de esos mundos, ser uno de esos personajes. Por eso había limitado su lectura a cosas útiles.

 

El pequeño niño también tomó tiempo para ejercitar sus inexplicables habilidades, y ahora, al menos podía controlarlas un poco mejor. Podía hacerlas funcionar concientemente cuando él quería. Aún, solamente podía hacer cosas pequeñas, pero creía que con práctica podría mejorar.

 

Pero, ¿Qué eran sus habilidades especiales? No podía ser magia. Su tío siempre gritaba que la magia no existía y él había aprendido a no contradecirlo.

 

Sus golpizas no significaban nada. Harry se había acostumbrado a ellas y siempre hacía lo mejor para comportarse como su tío y tía querían que se comportara, con el fin de evitar el castigo. Él hacía el desayuno, la comida y la cena; se hacía cargo del jardín; y limpiaba los pisos y baños... y no le importaba. Siempre fue así y no conocía otra vida. Pero hoy, su tío había hecho algo diferente. Algo que el percibía no estaba bien.

 

Hoy él sabía que tendría que hacer una decisión que alteraría su vida. Tenía que escoger entre quedarse o irse.

 

Harry sacudió su cabeza mientras pensaba en ello.

 

No podía quedarse allí. Si se quedaba, su tío podría tocarlo otra vez y esta vez nadie lo interrumpiría. Él sabía que no era normal para un tío que intentara tocar de esa forma a su sobrino. Nunca había visto a Tío Vernon tocar a Dudley de esa forma, y con una evidente amenaza de dolor, si le dijera a alguien sobre lo que pasó, claramente diría que sin duda había algo malo sobre eso. Afortunadamente, nada había pasado a excepción de las extrañas caricias a su cabello y en su espalda, pero claramente quería más.

 

Se incorporó derecho, respingó cuando sintió el latigazo de dolor golpear su espalda.

 

No, no podía quedarse allí. Era tratado como un sirviente; golpeado, matado de hambre, y sus ropas eran los desperdicios de Dudley, viejas y enormes camisas y pantalones. Y ahora la promesa de una nueva amenaza. Tenía que irse.

 

Aclarando su mente, sus ojos verdes brillaron con determinación tras sus viejos y rotos anteojos. Harry respingó de nuevo cuando se levantó de la cama. Con movimientos cuidadosos, tomó su vieja mochila de debajo de la cama, y la llenó con algunas de sus ropas, así como algunos de sus libros más interesante.

 

Se las arregló para abrir silenciosamente la puerta de la alacena y calladamente se deslizó hacia el pasillo. Harry se quedó quieto, escuchando los ruidosos sonidos que venían de la sala. Sabía que sus parientes estaban ahí viendo la televisión, como lo hacían durante sus tardes. No escuchó otras voces a excepción de las que provenían de la televisión.

 

Como no escuchó el movimiento de pasos, supo que los Dursleys no estaban al tanto de lo que trataba de hacer. Cuidadosamente, Harry sostuvo fuertemente su mochila en su mano, y de puntillas caminó a la puerta de entrada.

 

Esperó frente a ella; aún sin abrir la puerta hasta escuchar sonidos fuerte provenientes de la televisión. Su oportunidad llegó cuando escuchó el sonido de ametralladoras rugir, y después de un tirón abrió la puerta, Harry corrió rápidamente fuera de la casa.

 

Corrió tan rápido como sus cortas piernas se lo permitían, el sol se estaba poniendo ya. Se sentía cansado y drenado pero sabía que debía continuar. Harry pasó su mochila sobre su hombro, se mordió el labio interior para tragarse el sollozo de dolor, y tomo sus enormes pantalones por la cinturilla con su mano, los cuales se mantenían precariamente colgando sobre sus caderas, amenazando con deslizarse al suelo, casi haciéndole tropezar en su carrera por la desértica calle.

 

Por fin, alcanzó el final de Privet Drive, donde había un parque, y, más allá, la autopista. Harry se detuvo para tomar un respiro y sentarse en la acera. Sabía que su ausencia no sería notada hasta el siguiente día, después de todo ya había terminado todas sus tareas, así que tenía tiempo de pensar en que es lo que haría.

 

Ahora que estaba fuera, se preguntaba si había hecho lo correcto. Estaba solo, no sabía a donde ir, no tenía dinero. Pero ahora no podía volver. Si su tío ponía sus manos sobre él después de que escapara, sabía que recibiría una golpiza durante cada pulgada de su vida. No, no había regreso.

 

Pero ¿Cómo podría sobrevivir un niño de diez años en las calles? ¿Dónde encontraría comida o refugio?

 

Harry sintió tal desesperación e incertidumbre que no pudo acallar sus sollozos. Se envolvió con sus delgados brazos alrededor de si mismo mientras el frío de la noche comenzaba a sentirse, y por enésima vez en su vida, deseó que alguien se preocupara por él.

 

Estaba asustado cuando sintió que un húmedo hocico tocó su mano. Se acomodó sus rotos anteojos sobre su nariz para ver al gran perro negro que estaba junto a él, el cual estaba empujando su hocico hacía su mano. Nunca había visto a ese perro en el vecindario y el animal estaba bastante delgado, su negro pelaje estaba cubierto con suciedad,

 

"Y ¿Quién podrías ser tú? Nunca te había visto por aquí."

 

El perro lamió la mano de Harry y meneó la cola. Eso hizo sonreír a Harry, mientras se limpiaba las lágrimas con su deshilachada manga.

 

Giró su cabeza a un lado, mirando aún con curiosidad al perro.

 

"Creo que tú también estás solo, como yo, sin nadie que cuide de ti. Sin nadie que te ame. ¿También haz sido golpeado como yo?"

 

En ese momento, el perro dejó de lamer su mano, y miró a Harry con una expresión extraña para un animal.

 

Harry suspiró. Sabía que no era normal hablar con un perro, pero se sentía tan solo... sentía la necesidad de compartir sus penas, aún sabiendo que no recibiría ninguna respuesta del animal quien no entendía una palabra de lo que estaba diciendo.

 

"Creo que puedes venir conmigo, pero el problema es que no tengo a donde ir" dijo miserablemente Harry. "Acabo de huir de mi hogar. ¿Y quieres saber por qué? Porque había soportado por mucho tiempo las golpizas y los desagradables comentarios de mi tío. Incluso prefiero vivir en las calles que seguir viviendo con ellos."

 

Sacudió su cabeza y miró lejos de donde estaba el perro, y murmuró, "Me preguntó si tengo algo porque vivir"

 

Harry se quedó en silencio en su taciturna depresión. Se abrazó las rodillas y miró al perro. Se encontró así mismo mirando esos ojos grises que lo contemplaban silenciosamente.

 

De repente, el perro ladró y se movió hacia él. Harry cayó de espaldas mientras el gran perro venía hacia él. Había algo realmente extraño en la intensidad de los ojos grises del animal.

 

Los ojos de Harry se abrieron grandemente y su mandíbula se caía cuando el perro comenzó a cambiar frente a él. Pasó tan rápido que apenas tuvo tiempo de parpadear. En un instante, estaba un gran perro negro, en el siguiente, un delgado y harapiento hombre le miraba.

 

Harry gritó y saltó sobre sus pies para correr lejos de aquel extraño.

 

Cuando trataba de alejarse, sintió unos brazos apresar sus hombros, y cuando estaba apunto de gritar, una mano tapó su boca, y rápidamente fue abrazado por detrás.

 

Harry luchaba con todas sus fuerzas, agitando sus brazos y piernas, pero el hombre que lo mantenía cautivo estaba reticente a soltarlo y sus gritos eran ahogados por la sucia y larga mano fuertemente apretada contra su boca.

 

Escuchó un susurró desesperado "Confía en mí", y repentinamente sintió como si todo su cuerpo pasara a través un tubo. La sensación se detuvo rápidamente y abrió sus ojos.

 

Estaba parado frente al hombre, en una calle que nunca había visto antes. Harry miró rápidamente a los lados y vio una hilera de casas frente a ellos, y que estaban completamente solos en la calle. Su mente se arremolinaba mientras pensaba cual sería su próximo movimiento. Estaba temeroso y aprensivo del hombre que tenía frente a él, aún sin entender que había sucedido.

 

Harry dio un paso atrás lejos del hombre y finalmente decidió que era momento de escapar.

 

Abruptamente, una mano lo sujetó del brazo antes de que pudiera hacer si quiera el intento.

 

"Harry, Harry, por favor escúchame. No deseo lastimarte" dijo rápidamente el harapiento hombre.

 

Harry se alejó del él, tanto como el agarre del hombre le permitía. "¿Cómo sabe mi nombre? Y ¿qué... qué? Usted era un perro."

 

Sacudió su cabeza. ¿Se lo había imaginado? ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Quién era ese hombre y cómo sabía su nombre? Harry estaba apunto de correr, pero el agarre del hombre lo detenía, y se volteó cuando el hombre se dirigió a él de nuevo.

 

"Harry, mi nombre es Sirius Black. Yo soy... Yo soy tu padrino" respondió suavemente el hombre de negra cabellera

 

El cuerpo de Harry se tensó, y gritó enojado, "¡Estás mintiendo! Yo no tengo un padrino. ¡No tengo a nadie! ¡Si tuviera un padrino, el me hubiera adoptado, y no me hubiera dejado con los Dursleys! ¡Él se habría hecho cargo de mí!

 

Una expresión de dolor apareció en la cara del hombre. Atravesó a Harry con sus grises ojos, y continuo de forma suplicante, "Yo hubiera amado el criarte... pero no puede. Estaba encerrado. Escapé para verte. Tenía que saber si estabas bien. No podía soportarlo más..."

 

Harry no sabía que pensar. ¿Encerrado? ¿Sería acaso ese hombre alguna clase de loco homicida que acababa de escapar de la cárcel? Sin duda lucía como uno. Estaba usando ropa gris y raída; tenía el cabello largo y lleno de suciedad, y se veía como si no hubiera comido en diez años.

 

Sirius Black veía implorantemente a su ahijado y observó que Harry no creía en él. Había escapado de Azkaban hacía solo una semana y ocupó todo su tiempo en buscar a Harry. Nunca pensó en buscarlo en la casa de la hermana de Lily. No hasta que escuchó hablar a unos magos afuera del Caldero Chorreante diciendo que se preguntaban donde estaba El-Niño-Que-Vivió, desde que no tenía ningún familiar mágico. Cuando escuchó eso rápidamente comprendió que Dumbledore había llevado a Harry con los Dursley y deseaba despedazar al hombre.

 

Cualquiera que conociera a Lily sabría que su hermana la odiaba, despreciaba la magia, y que haría la vida de Harry miserable. Afortunadamente, él sabía donde vivía la hermana de Lily, puesto que una vez acompañó a Lily a visitar a Petunia, cuando ella intentó enmendar su relación con su hermana para invitarla a su boda. James estaba ocupado con sus deberes de Auror y Sirius se tomó un día libre para ir con ella. Terminó todo con Petunia gritándole a Lily acerca de su innaturalidad y Lily llorando en sus brazos. Fueron echados de la casa por un obeso muggle con quien Petunia se casó. Él habría amado el lanzarles algunos hechizos hasta cansarse.

 

Cuando encontró a Harry sentado en la calle, estaba más impresionado de lo que esperaba. Harry era un pequeño y frágil niño con golpes en su cara y brazos. Nunca imaginó que el hijo de James Potter pudiera ser reducido a eso. Sintió una fría furia cuando escuchó a Harry hablar sobre ser golpeado. Y su corazón se apretó cuando Harry dijo que no tenía a nadie y no sabía si su vida era digna de vivir.

 

Decidió, ahí mismo, que se llevaría a Harry a vivir con él. Al principio, solamente había querido ver que el chico estuviera bien, sin revelar quien era, puesto que no tenía mucho que ofrecerle. Él era un prófugo de Azkaban, y primero tenía que asentarse y planear que hacer, antes de encargarse de su ahijado. Pero luego de escuchar a Harry y saber que el pequeño niño estaba planeando vivir en las calles, supo que tenía que llevar a Harry con él. Aún si tenía que vivir la vida errática de un hombre que era cazado.

 

Sirius reforzó su resolución, y dijo implorantemente, "Harry, puedo explicarte todo una vez que nos asentemos. No podemos seguir en las calles. Por favor, entra a mi casa y te explicaré todo. Por favor, confía en mí."

 

Harry miró al hombre a los ojos - ¿Era Sirius? - y vio profunda una emoción en ellos, la esperanza estaba brillando en los grises ojos. Se mordió el labio inferior y miró cautelosamente alrededor. Estaban solos. Sí gritaba por ayuda, ¿lo ayudaría alguien? Y si lo hacía, ¿lo lastimaría aquel hombre enfermo para hacerlo callar? El hombre aún mantenía el agarre en su hombro, y cada vez que trataba de huir, lo detenía. No sabía que hacer. Y de nuevo, no tenía a donde ir.

 

"O-okay" respondió inseguro Harry. Puso su espalda erguida, y dijo con determinación, "Pero si no le creo, me iré por mi cuenta."

 

Sabía cual era la mejor opción. Escuchar al loco hombre y esperar la oportunidad para escapar de él. Obedecería, como siempre obedecía a su tía y tío, para evitar algún castigo, mientras que él le ofrecía su tiempo. Y ese hombre podría ser un criminal, probablemente fuera un homicida prófugo... El hombre lucía débil pero aún así fuerte, sin mencionar que era mayor y más alto que él. Entonces, no podría luchar contra él, pero sí podía esperar por la oportunidad perfecta para escapar.

 

Sirius le sonrió al chico. Eso era más como el Harry que él había esperado. Tenía que admirar al muchacho por no confiar tan fácilmente y por su breve despliegue de independencia.

 

"Muy bien. Ahora, colócate a mi lado y mira a esas casas. Mi casa va a aparecer frente a nosotros, y es bastante divertido ver como sucede."

 

Harry le miraba con aprensión. ¿De qué hablaba ese hombre? Sus sospechas parecían confirmarse. El hombre estaba loco. Estaba pensando en que había accedido apresuradamente a escuchar a aquel hombre, cuando de repente, las casas frente a ellos comenzaron ruidosamente a cambiar y a moverse a los lados, y una casa comenzó a crecer en medio de ellas.

 

La mandíbula de Harry se cayó mientras observaba la espectacular vista.

 

Sirius sonrió ante la expresión de su ahijado. Era en verdad fascinante ver aquello suceder por primera vez. Aún si odiaba la casa, era realmente conveniente dada todas las barreras de protección y los hechizos anti rastreo en ella. Sus padres habían sido una pareja de bastardos paranoicos.

 

Tomó la mano de Harry y se movió para abrir la puerta. Giró la dorada y vieja perilla, y de un tirón abrió la puerta, arrastrando a Harry detrás de él mientras entraba a la casa.

 

Estaba muy oscuro. Sirius tomó la varita que había robado a un mago ebrio, e invocó un ‘Lux' para encender todos los candelabros en la casa. Era bastante deprimente y intolerablemente sucia; mucho trabajo debía hacerse para lograr que ese lugar fuera habitable. Gentilmente empujó a Harry más adentro cuando los gritos comenzaron.

 

"¡Tú! ¡¿Cómo te atreves a regresar?! ¡Vergüenza de mi carne! Traidor a la noble casa de los Black" chilló el retrato del vestíbulo.

 

"Oh Merlín" gruñó Sirius "Me había olvidado de ella."

 

Le guiñó a Harry, quien permaneció clavado al suelo con una expresión confundida en su rostro.

 

Se giró al retrato, Sirius gritó despreciativamente, "¡Cállate, vieja bruja!"

 

Sirius rápidamente cerró las cortinas para cubrir el retrato y los gritos cesaron.

 

Sacudió su cabeza y murmuró suspirando, "Tengo que pensar en alguna forma de vencerla. Nos volverá locos."

 

Dirigió a su ahijado, que estaba extrañamente callado, a la cocina e invocó un fuerte ‘Scourgify' para limpiar la mesa y dos sillas.

 

Harry se sentó, mientras su mente giraba con pensamientos acerca de lo que había visto. Una casa que aparece y crece de la nada; un retrato que habla; y Sirius usó una vara y dijo palabras extrañas, haciendo que las cosas ocurrieran... Justo como cuando el deseaba que las cosas ocurr...

 

No sabía que pensar, y todos los planes de escapar lejos de aquel hombre dejaron su menta mientras consideraba más las cosas. Ese hombre podía hacer cosas como las que él hacía, pero nunca antes había conocido que fuera como él. Y su tío siempre le dijo que era un fenómeno, y que no había nadie más como él; que él era el único anormal.

 

Aún más, desde que había entrado a la casa, sintió algo en el aire que le resultó familiar; sentía un extraño pero no desagradable cosquilleo en su piel.

 

Sirius se sentó frente a Harry y vio la mirada de contemplación en la cara de su ahijado. El pequeño niño era inteligente. Lucia exactamente como James. Un demacrado, pequeño y frágil James, pero la semejanza estaba clara. Pero los modales de Harry eran como los de Lily. Ella pensaba antes de actuar; nunca se apresuraba ha hacer estúpidas cosas gryffindorescas. Una triste sonrisa se esparció por su cara mientras rememoraba.

 

Miró al pequeño chico, y dijo calmadamente, "Harry, tienes que creerme. Soy tu padrino pero fui incapaz de cuidarte. Después de que tus padres fueron asesinados -"

 

"¿Qué quieres decir con asesinados?" interrumpió Harry mirando al hombre con el ceño fruncido. "Mis padres murieron en un accidente automovilístico porque mi padre estaba ebrio. Y estrelló el auto contra otro matando a mi madre y a la otra familia dentro del auto."

 

"¡¿Qué?! ¿Quién te dijo esas mentiras?" dijo Sirius, levantándose abruptamente. Comenzó a pasearse frente a Harry, mientras decía molesto, "¡James nunca fue un ebrio! ¡Y él nunca sería responsable de la muerte de una familia de muggles! James y Lily fueron asesinados por Lord Voldemort y ellos eran unos de las parejas de magos más poderosas de nuestros tiempos. ¿Quién se atrevió a...?"

 

Harry sintió su corazón detenerse, y miró al paseante hombre con grandes y anchos ojos. "¿Magos? ¿Qué quieres decir?"

 

Sirius lo miró con una extraña mueca en su rostro. Se arrodilló frente a Harry y tomó en sus manos las más pequeñas y delgadas. "Harry, eres un mago. Tus padres eran magos"

 

Por la mueca de incomprensión en la cara de Harry, llegó a una sorprendente revelación.

 

"¡Por las barbas de Merlín, ellos nunca te lo dijeron! Esos desagradables muggles. Tú puedes hacer magia como yo con mi varita."

 

Sirius sacó la varita que había robado y se la entregó a Harry, quien la tomó en sus pequeñas manos, mirándola con fascinación.

 

"Los magos hacemos magia con una varita. Usamos encantamientos para hacer funcionar nuestra magia a través de la varita. Tú me viste usarla."

 

Harry asintió, su mente aún estaba algo confundida mientras observaba la varita en sus manos.

 

Miró al hombre, y dijo con incertidumbre, "¿Yo puedo hacer magia?"

 

Sirius apretó más el agarre a las manos de su ahijado, y con una sonrisa dijo, "Sí."

 

Harry le parpadeo. Después de unos minutos, dijo vacilante, "O-Okay. Creo- Creo que eso explicaría algunas cosas..."

 

Necesitaba pensar más las cosas. El hombre -Sirius, se corrigió así mismo- dijo que él podía hacer magia. Su tío estaba equivocado. La magia si existía. Probablemente la casa había aparecido ante el era porque era ‘mágica', y tal vez el retrato que habló porque era ‘mágico' también. Era demasiado bueno para ser verdad, pero ¿acaso no siempre supo que él era especial? Que sus habilidades era un regalo y no algo por lo cual avergonzarse, ¿sin importar lo que sus parientes dijeran? Sí, él sabía que sus ‘habilidades' eran especiales y ahora sabía por qué. Él era un mago. Era sorpresivo, pero aún así, lo creía fácilmente. Eso explicaba todo.

 

Se sintió feliz, aún más cuando recordaba que Sirus había dicho que era su padrino. ¿Mentiría el hombre sobre eso? Prefería creerle. El hombre parecía sincero. Y de pronto recordó algo y su ceño se frunció.

 

"¿Qué son los muggles?"

 

Sirius rió. Su ahijado era un completo neófito sobre el mundo mágico. Tenía mucho que explicarle. Y de pronto apretó la mandíbula con rabia. ¡Eso era culpa de Dumbledore! ¿Cómo era posible que el viejo hiciera algo así? Se calmó así mismo y se preparó para decirle a Harry lo más que pudiera.

 

"Muggles son aquellos que no tienen magia en su sangre. Ellos no tienen nuestras ‘habilidades', como la gente con la que vivías. La mayoría no sabe de nuestra existencia. Es mejor de esa manera, porque podrían temernos y cazarnos."

 

Miró a su ahijado, que parecía entender hasta el momento, así que continuó, "Hace mucho tiempo vivíamos con ellos, pero comenzaron a temer nuestros poderes, y comenzó la llamada cacería de brujas. Los muggles comenzaron a cazarnos. En el mundo mágico, se acordó distanciarnos de ellos. Poderosos hechizos fueron usados, y ahora todas nuestras comunidades están hechizadas contra los muggles. No pueden encontrarnos y nuestras casas permanecen escondidas también. Hay comunidades mágicas en todos los países y tenemos escuelas para entrenar a los jóvenes magos como tú. Nuestro Ministerio de Magia se encarga de mantenernos en secreto de los muggles, aunque creo que el Primer Ministro muggle está al enterado de nuestra existencia, pero no puede hablar de eso con nadie."

 

Sirius miraba a Harry para ver si el chico había entendido las cosas hasta el momento. Harry, a pesar de que vio que el hombre esperaba que dijera algo, estaba demasiado sorprendido y era incapaz de pronunciar una palabra mientras su mente tomaba todo lo que Sirius le había revelado.

 

¿Podría ser verdad? ¿Existía todo un mundo secreto? De personas como él, ¿Quiénes podían hacer magia? El corazón de Harry comenzó a latir rápidamente ante la maravillosa perspectiva. ¡No era un fenómeno! Si era verdad, había otros como él. Otros quienes podrían comprenderlo y tal vez... tal vez preocuparse por él.

 

"Hay tanto que decirte," dijo Sirius. "Pero la cosa más importante es que tú eres el hijo de James Potter, quien fue un gran mago y Auror."

 

Harry le miró con una expresión indescifrable en su rostro, y Sirius le regaló una sonrisa de comprensión.

 

"Un Auror es un mago que atrapa a otros magos que han cometido crímenes."

 

"¿Cómo un policía?" inquirió Harry, ansiando saber más acerca de su padre y el mundo mágico.

 

Sirius sonreía. "Sí, pero los Aurores son aún más importantes en nuestras comunidades. Ellos tienen que ser magos muy poderosos y fuertes. Es uno de los trabajos más prestigiosos en el mundo mágico, aunque el precio es alto" Sonrió recordando, y agregó, "Y el entrenamiento es brutal."

 

Harry le lanzó una mirada, y dijo calmadamente, "Usted era un Auror."

 

"Sí, lo era" comentó Sirius, viéndole con sorpresa.

 

"Y ¿Qué hay de mi madre?" preguntó tranquilamente Harry.

 

Una triste expresión se extendió por todo el rostro de Sirius mientras respondía, "Tú madre era Lily Evans. Ella era una medimago[i], algo así como un doctor - creo que así los llaman los muggles -. Era una hija de muggles. Sus padres eran muggles pero ella nació con magia."

 

"Okay," decía Harry lentamente, tratando de entender todo correctamente.

 

Sirius le sonreía. "Intentaré explicarte lo más claramente posible. No tengas miedo de preguntar" Harry asintió, y Sirius continuó, "Como te decía, tu madre era hija de muggles, así que cuando cumplió once recibió su carta de Hogwarts. Hogwarts es el Colegio de Hechicería de Inglaterra. Los hijos de muggles aún son una minoría pero son aceptados en nuestra sociedad. Antes de que nacieras, eran tiempos peligrosos. Muchos sangre puras, son magos que no tienen sangre muggle en sus líneas de sangre, pensaban que a los hijos de muggles no deberían permitírseles entrar en nuestra sociedad por el peligro de que descubran nuestras comunidades mágicas. Había un mago oscuro llamado Lord Voldemort que quería matar a todos los hijos de muggles solo por eso, y tenía un grupo de seguidores que se hacían llamar Mortifagos. Ellos eran magos oscuros que seguían sus órdenes. Pero había otros sangre puras y mestizos - ellos tienen sangre muggle y de mago - que se opusieron a ellos. Tu padre era un sangre pura, de la línea Potter. Él, tu madre y yo, junto a muchos más, éramos parte de un grupo llamado la Orden del Fénix."

 

Harry rápidamente agarró toda la información y, aunque comprendía brevemente, lo aguardo para leer después. Sirius le miraba, como si pidiera permiso para continuar, y el se lo otorgó con una amable sonrisa y un asentimiento.

 

"La Orden fue establecida por Albus Dumbledore - el director de Hogwarts - el primero en luchar contra el anterior Dark Lord, y después pelear en contra de Voldemort y sus Mortifagos. Eran tiempos violentos y nosotros les superábamos en número, puesto que numerosos magos y brujas estaban temerosos de oponerse. James y Lily eran particularmente acechados, puesto que ambos eran muy poderosos y formaban una pareja sangre pura-hijo de muggle, contra la que se oponían las creencias de Voldemort. Poco después de que tú nacieras, Dumbledore convenció a James de llevarte a ti y a Lily a un escondite. No sé porque Dumbledore tenía la certeza de que los Mortifagos irían por ellos, pero estaba en lo cierto. James, Lily y tú fueron a vivir a una pequeña casa en el Valle Godirc. Y tomaron un Guardián del Secreto. Un Guardián del Secreto es usado en un hechizo para que solamente esa persona pueda decirles a otras la ubicación de la casa. Al principio, James me pidió a mi que fuera el Guardián pero yo creí..."

 

Sirius apretó sus puños y su rostro se tornó oscuro. "Yo creía que sería mejor si Peter Pettigrew fuera elegido. Él era nuestro amigo y sería una opción menos obvia, después de todo yo era el mejor amigo de James y un Auror también, así que tenía más oportunidades de ser capturado. Me- Me arrepentiré de ello mientras viva. Sabíamos que había un espía entre nosotros, y pensé que era Remus. Remus era también nuestro amigo, pero él era un hombre lobo."

 

Hary sentía su cabeza sobrecargarse y trabajar a toda su capacidad. Se frotó la frente como si tratara de asimilar todo. Percibió lo que Sirius estaba señalando: ese Pettigrew hizo algo, algo malo. Pero quería saber; saber la verdad acerca de sus padres y cómo murieron. Y otra cosa que captó su atención. ¿Sirius había dicho algo acerca de un ‘hombre lobo'? Había películas acerca de ellos. Algunas personas disfrutaban de verlas.

 

‘No personas,' Harry se dijo así mismo, ‘Ellos eran muggles.' Y se sorprendió así mismo por hacer ya una distinción. Pero siempre había sabido que él era diferente del resto... especial, de alguna manera.

 

Mal interpretando la cara de sorpresa de Harry, Sirius sonrió. "Oh, sí, ellos existen. Están catalogados como criaturas oscuras, se transforman cada luna llena y se convierten en bestias sin mente que atacan a cualquiera. Pero Remus siempre fue gentil y amable, pero estúpidamente pensé que podría ser él desde que Dumbledore le había enviado a las manadas de hombres lobos a negociar una alianza. Pensé que tal vez lo habían convencido de que se uniera contra nosotros." Sonrió, y continuó, "Bueno, solo Lily y James sabían del cambio de Guardián del Secreto, así que nadie sabía que Peter fue el que traicionó a tus padres"

 

Sirius se detuvo, y con enojo gruño, "Peter era un Mortifago y le dijo a Voldemort sobre el lugar donde tus padres se escondían. Imagino que esa sucia rata estaba realmente orgullosa de darle a su Amo tan importante información."

 

"¡Espera!" gritó Harry cuando Sirius estaba por continuar. "¿Qué es un Morti - tu dijiste Mortifago? Bien, ¿Qué es eso, y qué es un Voldemort?"

 

El rostro de Sirius se tornó oscuro, y continuó con una voz atada con odio, "Voldemort, o Tú-Sabes-Quien, como le llamaban los magos y brujas temerosos, era un poderoso mago oscuro. Un mago oscuro es... Bueno, te diré después más sobre ello. Pero Voldemort era el Dark Lord, significa que tenía un grupo de seguidores, quienes eran magos oscuros también, la mayoría de ellos, de todos modos. Sus seguidores se hacían llamar Mortifagos y eran marcados por él. Puedes reconocer a uno por la Marca Oscura en su brazo izquierdo. Es algo como... ¿Cómo lo llaman lo muggles? Ah, sí. Una especie de tatuaje, un tatuaje mágico.

 

"Okay" respondió Harry digiriendo, tomando todo. "Pero ¿Por qué la gente le teme?"

 

"Le temía" corrigió Sirius con una mueca. "Afortunadamente murió. Pero creo que aún algunos tiemblan de miedo al escuchar su nombre. Voldemort era un maldito sin corazón. Él y su alegre banda de seguidores mataron miles de magos y brujas. Había una guerra y era terrible."

 

"¿Voldemort murió?" preguntó Harry con interés "¿Cómo?"

 

El rostro de Sirius se llenó de pena. "En Halloween, cuando tú eras solo un bebe de un año de edad, Voldemort llegó al Valle de Godric y mató a tus padres. Nadie sabe que sucedió exactamente, pero tú sobreviviste. Él trató de matarte con una maldición asesina - es un hechizo que mata instantáneamente - y rebotó matándole a él en tu lugar. Y te dejó a ti con una cicatriz en forma de rayo en tu frente."

 

Sirius miraba a su ahijado. Los ojos de Harry estaban húmedos mientras delineaba la cicatriz con un dedo, pero el chico permanecía en silencio.

 

¿Un mago oscuro había matado a sus padres? ¿Y trató de matarle pero sobrevivió? Harry agitó su cabeza. No entendía. ¿Por qué sus padres murieron pero el sobrevivió?

 

"Fuiste declarado el Niño-Que-Vivio y el Salvador del Mundo Mágico porque habías matado a uno de los más oscuros Lords que ha existido", le comentó tranquilamente. "Pero me estoy adelantando. La noche de Halloween, regresé de mis deberes como Auror y fui al Valle Godric para ver a James. Cuando llegué, parte de la casa estaba completamente destruida y vi a tu padre muer-muerto en la entrada."

 

Un sollozo escapó de la garganta de Sirius, pero se obligó a continuar. "Busqué a Lily y a ti. Tú estabas en tu habitación, ella yacía muerta frente a tu cuna. Creo que ella te protegió en contra de Voldemort y la mató primero antes de intentar matarte a ti. No sé porque Voldemort te quería muerto. Siempre pensé que solamente quería a James y a Lily porque ellos eran bien conocidos como opositores suyos. Nada quedó de Voldemort, el cuarto quedó completamente destruido, las paredes oscurecidas y tambaleantes. Tú estabas ahí acostado viendo a tu mamá..."

 

Sirius se quebró y su cuerpo temblaba ligeramente mientras intentaba acallar los silenciosos sollozos. Harry pudo ver densas lágrimas trazar un blanco camino en las huecas y sucias mejillas de Sirius.

 

Harry se sentía denso. Apenas y podía captar todo lo que le habían dicho. Estaba tan impactado por todo; era demasiado para digerir. Pero estaba contento de que Sirius le dijera todo, sin guardar ningún secreto. Estaba siendo tratado como un adulto y estaba agradecido por ello. Silenciosas lágrimas habían resbalado por sus mejillas pero quería saber más.

 

Sirius estaba hincado frente a él y lloraba abiertamente. Se veía tan devastado, tan lleno de culpa. Harry sintió un fuerte apego a él. Se arrodilló frente al hombre y lo abrazó por la cintura. Sirius respondió aferrándose a él mientras débiles sollozos estremecían su demacrado cuerpo. Pero Harry necesitaba saber más.

 

"¿Qué pasó después?" susurró contra el pecho de Sirius.

 

Sintió tanta ira contra Peter, el amigo de sus padres que los había traicionado, pero necesitaba controlar sus emociones para escuchar el resto.

 

"Me volví loco de pena y rabia" continuó Sirius. "Te saqué de la casa y Hagrid vino. Él era un miembro de la orden y fue enviado por Dumbledore. Dumbledore puso un hechizo en la casa para que le alertara si era atacada, así él supo cuando ocurrió. Te entregué a Hagrid."

 

Miró a Harry con los ojos colmados de pena y culpa, y agregó, "Merlin, no debí. ¡Debí tomarte e llevarte a vivir conmigo! Fui un verdadero tonto. ¡Fue mi culpa! Te dejé con Hagrid porque quería encontrar al traidor y matarlo. Pasé toda la noche buscando a Peter y finalmente lo encontré al siguiente día en el Londres muggle. El sucio cobarde se iba a esconder. Lo confronté y, antes de que pudiera reaccionar, el bastardo traidor voló toda una cuadra matando veinte muggles, se cortó su dedo, se transformó en una rata y escapó."

 

Harry se forzó así mismo a pensar claramente. "¿A qué te refieres con que se transformó en una rata?"

 

"Como lo que yo hice cuando me transformé de un perro a un humano. Nosotros tres, James, Peter y yo, éramos animagos; podemos transformarnos en animales. Pero nadie sabía. Verás, es ilegal ser uno sin tener un registro, y nosotros nunca nos registramos. Así que todo el mundo creyó que maté a Peter, después de que solamente dejara un dedo, y que maté muggles también. Los Aurores llegaron rápidamente y fue aprendido y enviado a Azkaban sin un juicio," se apresuró Sirius, como si decirlo rápidamente podría suavizar el dolor que sentía.

 

"Estaba tan loco de ira que no pude convencer a nadie de mi inocencia y sentía tanta culpa que creía que lo merecía. Azkaban es la prisión de los magos. Desde entonces, he estado ahí. Pero no podía soportarlo más. Sí he sobrevivido tanto tiempo fue gracias a mi forma de animago. La prisión es custodiada por criaturas oscuras llamadas Dementores, ellos toman toda la felicidad que tienes, muchos prisioneros se vuelven locos después de unos cuantos meses allí. Pero yo no tenía sentimientos felices; mi mejor amigo y la mujer que amé habían sido asesinados y todo fue mi culpa. Usé mi forma animaga para prevenir que los Dementores se alimentaran de mi por demasiado tiempo. Unas semanas atrás comencé a buscar formas de escapar. Seguía pensando en ti y que tú creerías que yo era el traidor de tus padres. Creí que eras criado como un mago y, como tal, tú creerías, como el resto, que yo era un traidor. Finalmente regresé a mis cabales, me transformé, me deslicé entre las barras y fui en tú búsqueda. Quería matar primero a Peter, pero cuando me di cuenta de que estabas con los Dursleys, tenía que asegurarme de que estabas bien."

 

Sirius hizo una pausa, y después gruño, "Nunca pensé que Dumbledore fuera a dejarte con ellos. Debí haber venido por ti antes si me hubiera cruzado por la cabeza. ¡Todos sabían que Petunia odiaba a tu madre y a la magia!"

 

Harry tomó todo lo que escuchó con más calma, lo que le permitió reflexionar acerca de lo que le había dicho Sirius. Finalmente, analizó la última parte. El director Dumbledore fue uno de los que lo dejó con los Durleys, aún sabiendo que ellos odiaban a los magos.

 

¿Pero por qué? Si se había convertido en algo tan importante para el mundo mágico por causar la derrota de Voldemort, ¿Por qué dejarlo vivir en el olvido con una familia muggle? ¿Por qué el director no fue a verle? Eso le dejó un mal sentimiento. Tenía que reflexionarlo cuando estuviera a solas. Tenía tantas cosas en que pensar. ¿Por qué la maldición asesina no le afectó? Cómo era posible para un bebe matar a un poderoso mago como Voldemort. Sabía tan poco del mundo que Sirius le estaba describiendo. Estaba resuelto a aprender lo más rápido posible. Pero se sentía exhausto después de todo lo que había escuchado. Y las heridas en su espalda aún le causaban dolor. Tanto que analizar y tanto que aprender...

 

Sirius miro hacia abajo a Harry y vio la pensativa expresión de nuevo. Estaba sorprendido de la compostura de Harry durante todo lo que le había dicho. El chico había llorado y le había abrazos, pero actuaba como un adulto, ¿Qué clase de vida llevaba el chico para actuar tan calmado en aquellas circunstancias? Cualquier niño normal habría sollozado y gemido por sus padres, y no hubiera sido capaz de escuchar cosas tan oscuras y violentas. En lugar de eso, Harry deseaba saber más y le había consolado, cuando se suponía que debía ser al revés.

 

‘Ha sufrido tanto y aún así es tan fuerte. Es impresionante.' Sirius sintió una oleada de orgullo por el chico. Pero de nuevo pensó en como había encontrado a Harry. Su ahijado había huido de los Durleys y estaba cubierto de golpes. Cuando le abrazó sintió como Harry se encogía pero el chico rápidamente se recuperó. Harry había dicho que le había golpeado pero él estaba determinado a saber más.

 

"Harry," le habló tranquilamente Sirius, "¿Puedes decirme por qué escapaste de los Dursleys?"

 

Instantáneamente sintió como el pequeño niño se tensaba en sus brazos.

 

Harry se alejó del abrazo y miró a Sirius. Ese hombre se había abierto tanto a él. Había sufrido tanto y por tanto tiempo. Era su padrino y aparentemente estaba dispuesto a llevarlo con él. Le debía el decirle la verdad.

 

Tomó un respiro hondo. "Tú escuchaste lo que te dije cuando eras un perro. A Tía Petunia nunca le agradé y me hacía hacer todas las tareas de la casa. Era tratado como un sirviente, vivía en la alacena y rara vez era alimentado. Dudley me usaba como bolsa de entrenamientos, pero el peor era Tío Vernon. Él siempre me llamaba fenómeno y tú ya sabes que me mintió acerca de mis padres. Me golpeaba regularmente bajo cualquier excusa. Pero aún a eso me acostumbre. Pero recientemente..."

 

Harry dudó por un momento, tomó una decisión, y decidió que sería completamente honesto. "Esta noche fue la primera vez que pasó pero tenía miedo de que volviera a pasar. Después de golpearme comenzó a to-tocarme" Confesó torpemente. Tomó un respiro hondo y continuó. "Comenzó a acariciar mi es-espalda y a decir cosas extrañas. Realmente me asuste."

 

Rápidamente Sirius le abrazó nuevamente, después recordó las heridas en la espalda del chico cuando Harry dejó escapar un pequeño lamento. Sintió tanta rabia, impotencia y odio.

 

"Oh Harry. Harry, Yo estoy- ¿Qué... Qué pasó?"

 

Se estaba apenas conteniendo de no salir a cazar a aquel muggle y torturarle lentamente, pero necesitaba saber si algo más había sucedido. Por Merlín que destriparía al muggle si abusó sexualmente de su ahijado.

 

Harry podía sentir la furia de Sirius y un agradable calor se extendió por su pecho. Nadie nunca se había preocupado por él antes. Y ese hombre salió de la nada y lo llevó con él. Ahora tenía una familia de verdad. Tantas veces soñó con que algún pariente perdido viniera a rescatarle de los Dursleys, pero se había dado por vencido mucho tiempo atrás.

 

"Mi tía y mi primo llegaron y Tío Vernon me empujó rápidamente a la alacena. Pero me prometió que continuaríamos lo que él comenzó. Su tacto me asustaba... sabía que no era normal... que estaba mal, puesto que nunca le he visto actuar de esa forma con Dudley, mi primo... Y supe que no podría detenerle si lo intentaba de nuevo. Por eso me decidí a escapar." Harry se encogió de hombros y agregó, "No es como si dejara mucho atrás. Estoy seguro de que estarán felices de ver que me desvanecí."

 

Sirius agradeció a Merlín que nada más hubiera sucedido. Sintió una profunda sensación de alivio. Pero de todas formas Harry había sufrido mucho. Por los dioses, que lo haría bien. El se haría cargo de él. Le debía eso por lo menos a James y a Lily. Sitius tomó el mentón de Harry para que pudiera ver los ojos de su ahijado. Esos ojos, eran los ojos de Lily. Aquello hizo que su corazón se apretara.

 

"Harry, me tienes a mi ahora. Nunca te dejaré. Yo cuidaré de ti. Ningún niño debería de pasar por lo que tú haz pasado. No tengo mucho que ofrecerte. Soy un fugitivo y no puedo salir, pero quiero que vivas conmigo. Y no permitiré que nadie te aleje de mi lado de nuevo.

 

Harry sintió sus ojos humedecerse. Ahora tenía a alguien. "Gracias."

 

Se aclaró la garganta, y agregó con emoción, "Me encantaría vivir contigo y quiero aprender todo lo que puedas enseñarme."

 

Sirius sonrió. "Muy bien, consigamos alguna habitación y déjame ver tus heridas. No tengo pociones en la casa pero puedo enviar una lechuza mañana pidiendo algunas."

 

Vio la curiosidad en los ojos de Harry y las ansias del chico de saber más. Tenía tanto que enseñarle a su ahijado. Rió. "Te explicare todo acerca de las lechuzas y las pociones mañana. Ahora tienes que descansar."

 

Se levantaron y tranquilamente se dirigieron al segundo piso. Sirius llevó a Harry al cuarto de Regalus, usando su varita limpió el dormitorio, las sábanas, el cubrecama y la cama. Logró que Harry se quitara la camisa y horrorizado observó las marcas de que dejó el cinturón. Pero se contuvo lo suficiente para no comenzar a gritar. Simplemente tomó una toalla húmeda del baño y procedió a limpiar las heridas con jabón.

 

No había mucho en la casa. Mañana solicitaría dinero vía lechuza a Gringotts, para comprar comida y otras cosas por lechuza también. Gracias a Merlín que los goblins no tenían problema para lidiar con convictos, todo era negocios con ellos, después de todo, él era ahora la Cabeza de la Casa Black. Además las lechuzas no podían ser rastreadas cuando regresaran a Grimmauld Place debido a las poderosas barreras de sangre.

 

Acomodó a Harry y besó su frente. Mañana sería un largo día.

 

Harry despertó con la sensación de nunca haber dormido mejor en su vida. Recordaba lo que había sucedido ayer y sonrió. Parecía toda una vida desde de que viviera con los Durleys. Mucho había cambiado. Sabía quien era. Tenía una meta en la vida. Aprendería todo acerca de la magia y sería un poderoso mago como sus padres. Tomaría sus propias decisiones y no permitiría que nadie tuviera tal poder sobre él, como Dumbledore tenía. Su vida no sería dictada por otros.

 

Había pasado la noche pensando en todo lo que Sirius le platicó, y quería saber más acerca de Voldemort y sus seguidores, más acerca de los problemas entre sangre pura-hijos de muggles. Sirius había dicho que Voldemort y sus seguidores eran magos oscuros ¿Qué significaba? ¿La magia estaba categorizada en diferentes tipos? No importaba mucho de todas formas, el conocimiento es conocimiento, y no es malo por si mismo. El conocimiento le serviría en el mundo mágico. Mientras más supiera sobre los diferentes tipos de magia, mejor preparado estaría para defenderse de otros. Nunca más permitiría a alguien más lastimarle o le menospreciara.

 

También había meditado sobre Dumbledore. Al principio, estaba confundido, pero a final de cuentas, la rabia había prevalecido sobre todo lo demás. El hombre le dejó con muggles. Sirius le dijo que cualquiera que conociera a su madre, sabría que su hermana odiaba la magia. Así que ¿por qué Dumbledore le dejó con ellos? ¿Por qué nunca nadie fue a verle? Especialmente si él era tan famoso, como Sirius decía que era.

 

Le hizo enojar, desde que llegara a la conclusión de que el mago llamado Dumbledore había manipulado las cosas obviamente para que el creciera ignorante del mundo mágico. Sí era tan importante, debería de haber aprendido de la magia lo más antes posible, y ser llevado a su propio mundo; no dejándole sentir como un fenómeno con muggles que odian la magia. Y sabía que Sirius estaba enojado con Dumbledore por lo mismo. También se preguntaba cómo el líder de la Orden permitió que uno de sus miembros fuera encarcelado sin un juicio...

 

Sirius despertó y gruñó cuando se dio cuenta de que estaba en la casa de sus padres. Se había jurado, hace mucho tiempo, nunca regresar. Pero por desgracia, en tiempos difíciles, tenían que hacerse excepciones.

 

Sonrió al recordar que su ahijado estaba con él. Le había dado una nueva misión en la vida. Cuando James y Lily murieron, sintió que no tenía más razones para vivir. Se había entregado gustosamente a la nada dentro de su celda en Azkaban. Ahora se daba cuenta lo egoísta que había sido. Harry lo necesitó y él le abandonó en las garras de Dumbledore.

 

Sirius frunció el ceño. Nunca habría sospechado lo manipulador que Dumbledore podía ser. Siempre había tenido una gran confianza en el viejo. Bueno, antes de que descubriera que no habría un juicio y que nadie demandaría uno. Brevemente se había preguntado en su celda, por qué Dumbledore no había demandado un juicio para él. Pero ahora, la pregunta tomaba mayor relevancia puesto que Dumbledore también había intervenido en la vida de su ahijado, para empeorarla.

 

Él podría haber sido un Gryffindor pero reconocía una táctica Slytherin cuando veía una. Después de todo, él había sido criado como un Black; no podría obtenerse mejor entrenamiento que ese para prepararle a la realidad de la vida y ayudarle a ver la verdadera naturaleza de los demás.

 

Lo que Dumbledore había hecho era un claro intento de hacer de Harry alguien humilde y agradecido hacía él; un niño ignorante era fácil de manipular y de formar a su conveniencia. Estaba seguro que la mayoría del mundo mágico habría apelado el dejar a Harry que fuera criado como un muggle, sin conocimiento alguno del sus raíces mágicas. ¡Su Salvador reducido a un muggle! Llorarían ante tal atrocidad.

 

Dumbledore claramente quería que el chico le estuviera agradecido y que aprendiera solo lo que él deseara. Era más que evidente que Dumbledore temía que Harry se convirtiera en un chico seguro de sí mismo, engreído y confiado como James había sido. Y qué mejor forma de destruir esa posibilidad que hacer que Harry viviera con muggles que detestan a los magos.

 

Se juró a sí mismo que le enseñaría a Harry todo lo que pudiera necesitar para defenderse él solo. Cuando su ahijado creciera tendría que llevar una pesada carga. Dumbledore trataría de hacerle el símbolo de la Luz y tenerle bajo su control. Y los magos oscuros tratarían de influenciarlo para su causa. Todos creían que Harry se convertiría en un poderoso mago. Y sabía, dentro de él, que Voldemort podría regresar.

 

Durante sus días como Auror repetidamente escuchó, de magos capturados, que Voldemort había hecho planes para alcanzar la inmortalidad. Nadie lo creía realmente, pero él tenía suficiente conocimiento en las Artes Oscuras como para saber que alguien tan poderoso como Voldemort habría asegurado su inmortalidad de alguna forma. Existen muchos hechizos oscuros y horribles rituales para hacerlo al menos difícil de destruir. Y la forma en la que el cuerpo de Voldemort había sido reducido a cenizas era evidencia suficiente de que le hombre se había hecho algo. De cualquier forma la maldición asesina dejaba el cuerpo intacto. Harry tendría que luchar con Voldemort en el futuro, o al menos con los Mortifagos restantes.

 

Ahora que sabía de las manipulaciones de Dumbledore, y la forma en la que los muggles habían tratado a Harry, estaba conciente de que no podría permanecer con la estrecha mentalidad Gryffindor que había tenido. Por el bien de Harry, aceptaría su lado oscuro y le enseñaría a su ahijado todo lo que pudiera. Incluyendo algunos hechizos oscuros, puesto que ningún hechizo de luz podría ayudar a un mago en una pelea contra un Mortifago.

 

Por otra parte, no estaba ahora tan seguro de los ideales de Dumbledore. El viejo era prejuicioso contra las familias oscuras y las Artes Oscuras. Él siempre había aborrecido las Artes Oscuras, porque su familia le había forzado a ellas, pero serían útiles para Harry, para su protección. Y secretamente estaba de acuerdo con algunos sangre pura, que los muggles eran muy peligrosos y que los hijos de muggles sí representaban una brecha en su seguridad. Claro, eso no significaba que deberían ser asesinados, o que eran inferiores, pero debía de encontrarse una solución.

 

No había conocido muchos muggles antes, pero lo que el tío de Harry le había hecho nunca se había escuchado en el mundo mágico. Los magos apreciaban a sus hijos, nunca los golpeaban o abusaban sexualmente de ellos. Había poco magos en comparación con los muggles que no le dieran una gran importancia al bienestar de los niños. Aún más en las familias de sangre pura, las cuales usualmente tenían uno o dos niños para hacerles más poderosos; puesto que se creía que entre más niños se tuviera más se diluía el poder mágico en sangre. Y aún se le otorgaba una mayor importancia al heredero de la familia.

 

Sus padres nunca le habían puesto una mano encima. Ellos demandaban tiránicamente que se apegaran a sus ideales y creencias pero nunca le lastimaron en de forma alguna. Nunca se había dado cuenta de ello. Las familias oscuras realmente atesoraban a sus hijos mucho más que las familias de luz; puesto que le daban más importancia a la sangre y a la fuerza mágica de sus herederos, por ello, un heredero era irremplazable. Y él estaba completamente de acuerdo con ello.

 

Harry estaba sentado en la biblioteca que había encontrado durante su inspección a la casa.

 

Era un madrugador y veía que Sirius aún no se levantaba. Su curiosidad le había guiado a pasear por la casa tenuemente iluminada. Lo que había visto le fascinó. Se topó con cosas muy raras y ligeramente atemorizantes: una pared llena de cabezas de algún tipo de criatura extraña, con grandes ojos y puntiagudas orejas; una mano arrastrándose dentro de un cajón, una sombrilla cuyo mango estaba hecho de la pata de alguna criatura inmensa y cosas por el estilo.

 

Había pensado que vio alguna sombra moverse alrededor, pero después de esperar un rato para ver si algo aparecía, y de no escuchar nada, continuó con su inspección. También había visto varios retratos de magos roncando y brujas durmiendo, todos ellos se asemejaban de alguna forma a Sirius. Supuso que serían sus antepasados. Encontraba fascinante que los retratos parecieran tener vida y que pudieran interactuar con los vivos. La magia era simplemente maravillosa.

 

Finalmente, se había topado con la biblioteca y se sintió como en casa, como si nunca hubiera tenido una. Era enorme y poseía muchos libros que solamente podía describir como ‘oscuros', teniendo ya un poco más de comprensión de a lo que Sirius se refería cuando mencionaba magos oscuros. No le parecía algo tan malo.

 

Los libros eran muy interesantes y todos contenían imágenes que se movían describiendo hechizos y rituales. Otros eran más violentos y gritaban o chillaban cuando los abría. Decidió que los leería cuando supiera más sobre la magia. Muchos hechizos eran para causar lesiones a otros o sobre como luchar contra otro mago.

 

Particularmente no le gustaban los libros de tortura, pero de acuerdo a Sirius, otros magos allá afuera sabían acercad de ellos, así que tendría que aprenderlos también para estar preparado. Se sentía bastante atrasado con respecto a los otros niños quienes habían sido criados como magos, así que tenía que ponerse al corriente rápidamente. Afortunadamente, era un lector rápido y aprendía con rapidez; gracias a los hábitos de lectura que había cultivado cuando vivía con ‘los muggles', como había comenzado a llamar a sus parientes.

 

Harry estaba leyendo un libro llamado ‘La Historia de las Verdaderas Artes Oscuras' y no podía dejarlo.

 

Narraba la historia de Morgana y su hijo Mordred, y como ellos habían sido los que más profundo indagaron, más que nadie antes, en las Artes Oscuras; como forma de protegerse contra los muggles que se comenzaban a poner en su contra. Explicaba como Morgana había peleado con Merlín sobre los peligros de revelar sus habilidades a los muggles, puesto que usualmente destruían todo aquello que sintieran fuera más poderoso que ellos. Los muggles también comenzaron a crear sus propias religiones prejuiciosas las cuales consideraban a las cosas inexplicables como obra del demonio, y eso hizo que cazaran a los magos, clamando que ellos eran siervos del diablo. Viendo que Merlín se negaba a alejarse de los muggles, tomó a su hijo Mordred con ella a una isla lejos de las costas de lo que ahora es Inglaterra. Y Morgana encontró su propio grupo de magos y brujas, que creían en el poder de la naturaleza y las mágicas fuerzas que se encontraban allí.

 

Era completamente cautivador para Harry y estaba completamente de acuerdo con lo que ella había hecho. Después de todo, ella estaba en lo correcto, mucho magos fueron cazados y torturados por muggles quienes les acusaban de estar haciendo trabajos para el diablo cuando se les atrapaba haciendo magia. Llegó a pensar en lo que ella había pasado podía ser aplicado actualmente, puesto que los Dursleys eran un claro ejemplo de la actitud de los muggles de aquella época.

 

Morgana descubrió que la magia provenía de la naturaleza y que los magos estaban más conectados a la tierra que los muggles, puesto que los magos no habían reprimido el flujo mágico que corría de la tierra. Mordred indagó aun más profundo y encontró un tipo de magia fuerte y pura, que nombro Oscura, que era difícil de controlar pero que otorgaba a los magos poder sobre la naturaleza y sus criaturas. Así fue como las Artes Oscuras nacieron y su grupo de magos comenzó a conocerse como magos oscuros. Ellos usaban la magia para perfeccionar sus cuerpos y mentes, y para controlar a otros seres. Nunca la usaron para los propósitos injustos hasta que los muggles comenzaron a perseguir a los magos. Entonces, Morgana enfocó sus estudios en magia para crear hechizos ofensivos para protegerse del ataque de los muggle, e inventaron muchos hechizos oscuros, para tener una posibilidad contra el gran poder que tenían los muggles en número.

 

Harry estaba tan sumergido en su lectura cuando notó que había un cuadro colgando en lo alto sobre la chimenea, el cual había despertado y le estaba escudriñando. Miró hacia arriba y vio a un mago de mirada regia con un cabello largo y negro, penetrantes ojos gis oscuro, y una presencia de mando. Estaba vestido en verde fuerte y con túnicas negras las cuales lucían de al menos un siglo atrás. El retrato estaba sentado quieto en su silla cual trono pero no decía nada.

 

Harry se preguntaba si podría dirigirse a él. Pero decidió continuar con su lectura. Si estaba molestando, el retrato sin dudada alguna se lo haría saber.

 

Sirius había estado buscando a su ahijado por algún tiempo y no sabía en donde se había metido el chico.

 

Checo todos los cuartos principales de la casa pero los encontró vacíos. Incluso había visto a Kreancher merodeando alrededor pero no le otorgó una segunda mirada al desagradable elfo doméstico. Ese elfo era demasiado desagradable para su gusto. La forma en la que la criatura reverenciaba a su madre era nauseabunda, y era un elfo totalmente innecesario; había dejado de limpiar hace mucho tiempo y hacía lo posible para ignorar las órdenes de Sirius.

 

Sirius estaba intrigado. El único lugar que no había revisado eran los cuartos donde solamente alguien con sangre Black pudiera entrar; para los demás las puertas simplemente no aparecían. Y usualmente eran cuartos que contenían retratos de los Black, reliquias, y libros. Sabía que Harry no podría ver la puerta de ninguno de esos cuartos, pero después de dos horas de búsqueda y llamados a Harry, decidió revisarlos de todas formas.

 

Cuando por fin abrió la puerta de la biblioteca, estaba totalmente desconcertado.

 

Allí estaba Harry, completamente inmerso en un tomo de Artes Oscuras, y con el retrato de Arcturus Black inspeccionándolo.

 

¿Cómo se las había arreglado el chico para entrar? Y ¿Por qué Acturus no le había ordenado que se fuera?

 

Acturus Black era uno de los ancestros Black más reverenciados. Era un totalitario estricto que no tenía paciencia con los niños y consideró que cualquiera que no fuera puro, listos o lo suficientemente poderoso, un desperdicio de espacio.

 

Sirius había detestado ese retrato cuando era joven y tenía que admitir que siempre le había intimidado. El viejo mago fue extremadamente poderoso en sus días y fue la cabeza de la Familia Black por más de dos siglos. Acturus también fue el líder de las familias de sangre pura cuando formaron una coalición contra la prohibición de las Artes Oscuras. Y el mago había triunfado, ya que después de su tiempo la mayoría de las Artes Oscuras habían sido prohibidas en Gran Bretaña.

 

Sacudió su cabeza, y se acercó a su ahijado, "Harry, te he estado buscando ¿Cómo entraste aquí?"

 

Harry fue sacado de su lectura; era tan interesante que no había escuchado cuando Sirius entró.

 

"¿A qué te refieres? Simplemente encontré la biblioteca cuando inspeccionaba la casa. Espero que no estés enojado conmigo por buscarme" dijo con incertidumbre. "Encontré la casa muy interesante y quería ver más. Luego encontré la biblioteca y he estado viendo algunos libros. Me gusta mucho leer y se tan poco, que pensé que no te importaría si leía algunos de libros."

 

Harry veía que Sirius parecía estático, y rápidamente agregó, "Tú sabes, así no tendría que hacerte muchas preguntas molestas. Después de lo que me dijiste ayer tenía muchas preguntas y ¡estos libros son simplemente fascinantes!" era incapaz de contener su emoción y se apresuró a terminar, "Explican muchas cosas; la historia de nuestra especie, cómo se desarrollaron las Artes Oscuras, y todos los increíbles hechizos que se han inventado. No podía dejar de leer."

 

Terminó con una sonrisa, pero se preocupó cuando vio que Sirius solo se quedó quieto, observándole.

 

"¿Dije algo malo?" Cuestionó Harry con el ceño fruncido. "Lo lamento si no debía entrar aquí. Pediré tu permiso la próxima vez."

 

Harry hizo un movimiento para levantarse del sofá, pero Sirius se aproximó a él y colocó su mano sobre hombro, deteniendo su avance.

 

"Lo siento, Harry. No me refería a eso. Esta bien por mi si quieres leer los libros, pero creo que debo decirte que secciones evitar, algunas son muy peligrosas. Pero Harry ¿Me estás diciendo que simplemente entraste aquí?"

 

"Sí. ¿Por qué? ¿No debía?" preguntó Harry, mirando a su padrino con confusión.

 

Sirius miró a otro lado, y comenzó a mascullar, "No es posible... ¿cómo entró...? ... no puede ser, puede..."

 

Se giró hacía Harry, y tranquilamente agregó, "Solamente alguien con sangre Black podría encontrar este habitación"

 

Harry se quedó quieto.

 

"¿Cómo entré aquí entonces?" Dijo tratando de poner algo de sentido a lo que le habían dicho. "Yo no soy un Black. ¡Soy un Potter! ¿Podría la sangre de los Potter tener de los Black?"

 

Repentinamente, el retrato bufó y Sirius se volteó a él.

 

"¿Tú que sabes?" gruñó Sirius.

 

"Cuida tu lengua, jovencito. Siempre fuiste un niño imprudente e ignorante," reprendió Acturus Black deshonrándole.

 

"No me hagas perder el tiempo, Acturus. ¿Por qué bufaste?" demandó agresivamente Sirius. ¿Cómo entró él aquí?"

 

"Como si tuviera que responderte" le respondió con desprecio Acturus. "Pero debido a que el chico también tiene curiosidad, te diré que la idea de un Black entre relacionándose con un Potter amante de muggles parece demasiado ridículo para comentar."

 

"Guárdate tus prejuicios, anciano. Solo dime, ¿cómo entró él aquí? Sé que no hay ningún Black en la familia de los Potter."

 

"Tal vez sea un anciano, pero no estoy ciego a la sangre como tú pareces estar," replicó desagradablemente Acturus. "Me parece que la sangre Black corre muy débil por tus venas sino puedes sentirlo."

 

Harry les escuchaba atentamente durante su disputa verbal y había sacado algunas conclusiones las cuales eran confusas. Así que decidió no intervenir.

 

"Uhm, disculpe, señor Black," habló Harry educadamente, tratando de no retroceder de la mirada severa del retrato, "Solamente pude llegar a una conclusión, usted cree que yo tengo sangre Black en mi... pero ¡eso no es posible!"

 

No sabía como continuar por el bien de Sirius, pero decidió seguir. "Eso significaría, que o mi madre pertenecía a alguna rama de la familia Black, lo cual no es posible puesto que Sirius me dijo que ella era hija de muggles... o que mi padre tenía sangre Black... o que mi padre no era James Potter, sino alguien de su familia. Y eso solo dejaría a Sirius y eso es..." vaciló en ello, y se volteo a Sirius. "O ¿tal vez tú tienes hermanos o primos?"

 

"Al menos el chico tiene más sentido que tú," se burlaba Acturus, viendo a Sirius.

 

Sirius no le prestó atención y se giró para mirar a su ahijado. "No, Harry, solamente tenía un hermano, y él murió muy joven para tener un hijo. Y Lily no puede pertenecer a alguna rama de la familia Black, puesto que yo soy de la rama principal y sabría si ella fuera un pariente lejano de los Black, por el tapete..."

 

Repentinamente, Sirius se puso pálido, y murmuró, antes de salir corriendo de la habitación, "Volveré."

 

Harry estaba completamente confundido por las acciones de Sirius. Miró al retrato, y preguntó con incertidumbre, "¿Creo que hay alguna forma de ver quienes pertenecen a la familia Black?"

 

"Pareces un chico inteligente," comentó Acturus concisamente, "y puedo percibir poder en ti, pequeño. Tú serías un heredero aceptable."

 

"Tú percibes que soy un Black," murmuró Harry para sí mismo, mientras sus ojos se agrandaban.

 

Fue interrumpido de sus confusas reflexiones cuando, repentinamente, Sirius le jaló en un fuerte abrazo.

 

"¡Oh Merlín, es verdad! Nunca me permití tener esperanzas... lo deseaba tanto... pero nunca pensé que fuera posible," le decía francamente, contra el cabello de Harry. "Envidiaba tanto a James por ello... no puedo creerlo..."

 

"Sirius, ¿a qué te refiere? Por favor explícame" pedía Harry. Creía que sabía la respuesta, pero él tampoco se atrevía a esperanzarse.

 

Sirius colocó sus manos sobre los hombros de Harry, y sus grises ojos vagaron largamente por las facciones de Harry.

 

"Pero te pareces tanto a James..." Murmuró Sirius. Se calló y después pareció tomar una decisión. "Harry, ven conmigo. Tengo algo que mostrarte."

 

Entraron a una habitación y Harry instantáneamente vio un gran tapete cubriendo una pared entera. Tenía el diseño de un árbol con innumerables ramas y pequeñas flores. En una inspección más cercana, vio nombres y fechas en cada flor. Se dio cuenta de que era un árbol familiar. Y después, notó una elegante escritura plateada en la parte superior: ‘La Más Noble Casa de los Black'.

 

Sirius estaba trazando una de las ramas con la yema de su dedo y la dejó en una flor que parecía haber sido quemada.

 

"Ve aquí, Harry, solía estar mi nombre. Mi madre lo eliminó cuando escapé de casa. Nunca regresé hasta ahora, y no había visto el tapete antes de que tú nacieras... no lo sabía, ella nunca me lo dijo..."

 

Harry miró donde Sirius le indicaba y vio una flor junto a ella que decía: ‘Regulus Acturus Black'. Luego vio una delicada rama que provenía de donde estaba el nombre de Sirius y ahí estaba una pequeña flor blanca, con las palabras: ‘Orión Sirius Black' y debajo de ella, estaba su fecha de nacimiento.

 

Harry jadeo y su mente se arremolinaba con las posibilidades. Ahora entendía lo que Sirius sospechaba. Pero ¿Cómo podía ser? Podía ser una coincidencia. No quería creerlo sin tener una prueba. No quería enfrentar la decepción y el dolor si no resultaba ser verdad.

 

"Pero Sirius, puede ser una coincidencia. Lo dijiste tu mismo, me parezco a James Potter y Lily se casó con él, a menos que tú... y ella..."

 

Sirius miró a Harry y vio sus ojos rebosantes de lágrimas atrapadas. Sentía tanto por aquel hombre. Deseaba tanto que fuera verdad.

 

Sirius tomó las pequeñas manos de Harry entre las suyas, y dijo tranquilamente, "Harry, amaba tanto a tu madre. Ella fue la única mujer que alguna vez ame. Salimos en secreto por mucho tiempo. James estaba atontado con Lily desde el principio, pero ella no le soportaba hasta nuestro séptimo año en Hogwarts. No quería lastimarlo, él era mi mejor amigo. Así que cuando salí con tu madre nunca le dijimos a nadie. Estuvimos tres años juntos hasta que ella rompió conmigo. Eran momentos oscuros y peligrosos, ella era una hija de muggles y yo un Black. Yo había renunciado ya a los prejuicios de mi familia, pero era peligroso para ella y para mí si los sangre pura descubrían que estaba saliendo con un Black. Así que decidió terminar. Lo entendí, pero me lastimó profundamente de todas formas."

 

Tomó un respiro, y continuó, "Comenzó a salir con James. Aunque fue muy duro para mí, James estaba extremadamente feliz y aprendí a aceptarlo. Pero algunas veces, continuaba viéndola. No podía apartarme." Hizo una mueca, y agregó con una punzada en el corazón, "Continuamos viéndonos esporádicamente después de Hogwarts. Hasta que un día, ella me dijo que habíamos terminado realmente y que se iba a casar con James. Poco después, ellos celebraban que Lily estaba embarazada. Nunca cuestioné que tu eras de James..."

 

Su rostro estaba cubierto por la tristeza mientras le decía, "Ahora entiendo porque lo hizo. Si ella hubiera dado a luz el hijo de un Black, Voldemort y sus Mortifagos se hubieran convertido en una amenaza para ella. Y cuando crecieras, tendrías la presión de convertirte en el Heredero de los Black y los Mortifagos hubieran querido que te unieras a ellos. Lily no sabía cuando duraría la guerra y no quería ese futuro para ti. Así que creo que cuando descubrió que estaba embarazada, rompió conmigo y aceptó la propuesta de James. Sabía que él había insistido en que se casaran por bastante tiempo, pero ella siempre le rechazaba, por mi bien. Ella todavía no se decidía. Cuando tú venías en camino, ella solo pensó en protegerte."

 

Sirius acarició el cabello de Harry. "Es verdad, luces como James. Demasiado para ser natural. Ella era una bruja muy inteligente. Creo que ella hizo un ritual de sangre para que tú lucieras como él. Pero puedo revertirlo ahora que lo sé.

 

Miró incierto a Harry, como si estuviera esperando su aceptación. Harry solamente asintió con su cabeza, demasiado perdido para hablar, mientras su pecho se comprimía con esperanza.

 

Sirius continuó tranquilamente, "Envidié tanto a James cuando termino con todo lo que había soñado. No puedo ni siquiera enojarme con ella. Lo hizo por ti y gracias a ella te tengo a ti. Ella te reconoció como mi hijo. Verás, ella tuvo que hacer ritual de nombre y llamarte Orión Sirius para que el tapete tuviera esa información. Esos rituales solamente se realizan en las familias oscuras sangre pura, James no habría pedido por uno. Ella era la única como sabía como quería que se llamara mi hijo."

 

Abruptamente, Sirius abrazó fuertemente a Harry, levantándolo del suelo. Con lágrimas sin derramar de felicidad y anhelo, murmuró ferozmente, "Eres mi hijo... ¡tengo un hijo!"

 

Harry abrazó la espalda de su padre y derramó silenciosas lágrimas de felicidad en su pecho. Tenía un padre... tenía un padre. Nada podría superar ese momento.

 

Habían sido unas semanas bastante ocupadas. Sirius estaba alegre y lleno de energía. Deseaba pasar cada hora que estaba despierto con su hijo. Mientras más sabía del chico, más le amaba, y más intenso se volvía ese extraño sentimiento.

 

Se había acostumbrado ya a llamarle y a pensar en él como Orión; siempre pensó que era un nombre hermoso. Y estaba orgulloso de Orión. El chico tenía una mente aguda, era amable y paciente, y amaba leer. Orión le recordaba tanto a Lily que hacía que su corazón se apretujara cada vez que miraba a su hijo. Y Orión parecía mucho más feliz que antes.

 

Sabía que el chico había deseado tanto tener una familia y Orión no dudó en mostrar le su afecto. Había pasado todo su tiempo hablándole del mundo mágico, de los Merodeadores, Hogwarts, y Lily; sin embargo de ella, hablaba brevemente, puesto que a veces la tristeza le hacía quebrarse. Y ya había comenzado a enseñarle sobre las costumbres de los sangre puras y la historia de la familia Black.

 

Nunca creyó que le enseñaría esas cosas a su hijo, considerando que en su adolescencia se rebeló contra ellas. Pero ahora que era un padre, quería que su hijo, quien era el Heredero de la Noble Casa de los Black, estuviera preparado para asumir su título. Sentía que era su obligación preparar bien a su heredero. Nunca antes se preocupó por herederos, pero ahora entendía un poco mejor a sus padres, y que decepción debió de ser él para ellos.

 

No que se arrepintiera. Había tenido mucha diversión viviendo con James y perteneciendo a la casa de Gryffindor. No lo cambiaría por nada del mundo. Pero ahora que era más maduro -no mucho sin embargo, estaba feliz y orgulloso de conceder-, y ahora que era responsable del bienestar de otro, quería que su hijo fuera el mejor y que estuviera preparado para lidiar con los sangre puras.

 

El día después del ‘descubrimiento' - como ellos se referían entre sonrisas - encontró el  hechizo oscuro que neutralizaría el ritual de sangre que Lily había hecho para mostrar la verdadera apariencia de Orión.

 

Después de investigar lo suficiente para saber si no lastimaría al niño, había realizado el hechizo y estaba maravillado con lo que vio. Orión era un verdadero Black. Poseía todas las facciones características de los Black: el suave y ligeramente ondulado cabello negro; los altos pómulos; la nariz aristocrática, la piel blanca y aperlada; el cuerpo delgado. Y, afortunadamente, Orión aún tenía los verdes ojos de Lily.

 

Ese era una característica que Sirius deseaba que su hijo mantuviera. Lo bueno fue que la vista de Orión también se había restaurado. Afortunadamente, los Black, a diferencia de los Potter, siempre habían tenido una vista perfecta. Orión aún era pequeño para su edad, y se lo asignaba a los días que Orión pasó con los Durleys. Pero se aseguraría que su hijo se alimentara mejor y el chico comenzó a rellenarse.

 

Sirius había comprado todo tipos de pociones y las había usado para curar las heridas Orión y sus cicatrices. Incluso notó que Orión se conducía diferente. Le hacía sonreír cuando reconocía que Orión imitaba su forma de caminar y de moverse. El pequeño niño tenía más confianza y lo ya mostraba más independencia decidiendo cuales libros quería leer.

 

Después de hablar con Orión sobre las Artes Oscuras, Sirius finalmente cedió ante la testarudez y los ruegos de su hijo, y le permitió a Orión leer los libros de la biblioteca de los Black. Pero Orión llamaba a Sirius cuando quería leer alguno de los más peligrosos. Entonces Sirius estaba con él, solo para asegurarse de que su hijo pudiera manejarles. Hasta ahora no habían tenido ningún problema.

 

Al principio, estaba consternado por que Orión estudiara las Artes Oscuras, aún sabiendo que Orión necesitaba saber lo que sus enemigo ya sabían. Pero pronto, aprendió que Orión era bastante capaz de discernir los hechizos útiles de los realmente malos. Le prestó su varita a Orión para que practicara los encantamientos, sabiendo que el Ministerio no tendría forma de percibir el uso de magia en un menor de edad debido a las barreras de los Black. Y ya estaba planeando el llevar a Orión a conseguir su propia varita.

 

Ellos también habían hablado extensamente de su futuro. Compartían una opinión similar de Dumbledore, lo cual había entretenido a Sirius, de nuevo comprobaba que el chico era inteligente y perspicaz. Y decidieron que era peligroso para Orión el asistir a Hogwarts.

 

Sirius le comentó a Orión sus sospechas acerca de la posible reaparición de Voldemort, y en consecuencia, decidieron que Orión asistiría Durmstrang; donde podría aprender más acerca de duelos y de las Artes Oscuros que en ningún otro lugar, y donde podría tener contacto con el tipo de sangre pura que apoyaban a Voldemort, de esa manera le hacía ser más discreto.

 

Voldemort nunca sospecharía que el Heredero de la Casa Black era realmente Harry Potter. ¿Qué mejor manera de que su hijo se mantuviera oculto que frente a las narices de los sangre puras? Y había sido idea de Orión. Sirius comenzaba a creer que si su hijo fuera a Hogwarts, probablemente hubiera sido un Slytherin. Y, sorprendentemente, no le molestaba. En lugar de ello, le hacía sentirse relajado, sabiendo que el chico sería suficientemente astuto, puesto que lo necesitaría en el futuro.

 

Sirius también le había dicho a Orión que tal vez necesitarían irse de Gran Bretaña e ir a la Manor[ii] Black en Moscú, Los Black tenían muchas fincas en diferentes países, pero Sirius sabía que en Moscú menos preguntas serían hechas, y nadie se molestaría en decir a los ingleses que tenían a un prófugo de Azkaban allí.

 

La comunidad mágica de Moscú era el centro de la comunidad de magos del Este de Europa, y era mucho más variada que la de Inglaterra. Ellos eran también extraordinariamente leales a las familias sangre pura las cuales poseían antiguas raíces en aquel país. Y los Black eran una de las más antiguas familias que poseían intereses ahí. Es más, casi cada familia sangre pura dignas de su herencia tenían casas en Moscú, puesto que había sido la antigua capital del mundo mágico antes de la guerra en contra de Lord Grindewald. Y la Mansión Black tenía mejores protecciones que las de Grimmauld Place, dado que la cantidad de magia pura en el aire las reforzaba.

 

Orión había accedido fácilmente porque había estado leyendo de Moscú y era bastante emocionante el verle, puesto que era la más grande comunidad mágica que aceptaba abiertamente magos oscuros y de luz. Y representaba una oportunidad de aprender hechizos que pocos en Gran Bretaña podrían saber.

 

También le explicó a su padre que quería tener la libertad de decidir por sí mismo su propio bando en la guerra. Él coincidía con ambos bandos en algunos aspectos, y necesitaba interactuar más con sangre puras y magos oscuros con el fin de formarse su propia opinión.

 

No estaba seguro de considerar el lado oscuro como una forma de rebelarse contra Dumbledore -a quien no había conocido pero ciertamente el mago era a quien culpar por lo que había padecido con los Durleys- o si realmente podía considerarlo como una posibilidad. Tal vez fue por curiosidad y debido a la necesidad de aprender más, antes de tomar un bando.

 

Le dijo honestamente a Sirius que aunque Voldemort hubiera matado a su mamá y a James, lo que había hecho era un acto de guerra y era comprensible. Pero, por otro lado, no le agradaban las tácticas de terror de Voldemort o su creencia de exterminar a los hijos de muggles. Pero no le gustaban las manipulaciones de Dumbledore, sus prejuicios contra las Artes Oscuras y su ingenuidad sobre los muggles, tampoco, así que todavía no estaba convencido de apoyarle.

 

Y sabía que eventualmente tendría que elegir, porque a pesar de que sería Orión Black a los ojos del mundo, sabía que tarde o temprano sería arrastrado a la guerra. Por ambos porque él era un Black o podría ser que alguien descubriera que era el Niño-Que-Vivió.

 

Sirius al principio, estaba asustado y preocupado por la forma sin emociones con la que su hijo tomaba las cosas. Pero como Orión le había explicado sus opiniones a fondo y convincentemente, Sirius entendió que su hijo trataba de analizar todo racionalmente. Y no podía esperar que Orión se pusiera emocional sobre la muerte de Lily. Orión nunca la había conocido, y por ello, no podía lamentar inmensamente su fallecimiento. Pero aún así, hacía sentir a Sirius nervioso que su hijo considerara el bando de Voldemort como una posibilidad para tomar. Sin embargo, él rápidamente le aseguró a Orión que estaría a su lado en el bando que estuviera. Pero también le señaló que Voldemort quería asesinar a Orión específicamente, y aún no sabían por qué, y esa información era vital para ellos.

 

Así que Sirius le propuso que debían hacer contacto con algunas familias sangre pura y algunos viejos Mortifagos, y entrar en su círculo para que pudieran encontrar lo que sabían; porque ellos serían quienes escucharan los rumores acerca de las razones de los ataques de Voldemort. Sirius no creía tener ninguna clase de problemas en entrar en esfera, puesto que el era la Cabeza de la Casa de los Black, y porque todos, excepto los Mortifagos del Círculo Interno, pensaban que él era quien había traicionado a los Potter con Lord Voldemort. Y podría lidiar con los Mortifagos diciendo que su estancia en Azkaban le había hecho recapacitar los errores de su comportamiento.

 

Orión no estaba muy feliz de que su recién encontrado y amado padre tomara tales riesgos, pero admitía que necesitaban información interna, así que finalmente se calmó y aceptó el pan de Sirius.

 

Un tema que fue sacado por Orión, fue que él no podría decir que Lily Evans había sido su madre o que su madre no era una sangre pura, puesto que él también se estaría moviendo entre los círculos de los sangre pura. Así que no sabía que responder acerca de su madre.

 

Sirius se tomó un tiempo para considerarlo. Si la sangre de Orión era tomada para hacer una poción para revelar su descendencia, solamente aparecería el nombre Black. Debido a que esas pociones solamente reconocían las sangres mágicas establecidas, y marcaba ‘desconocido' sino podía encontrar ninguna coincidencia. Pero Sirius no sabía acerca de todas las pociones existentes actualmente, podría haber algunas nuevas las cuales pudieran decir cuánta sangre muggle Orión poseía, y tal vez un hechizo oscuro pudiera hacer lo mismo. Realmente no encontraba una solución para ello. Solamente le dijo a Orión que necesitaría ser muy cuidadoso.

 

Pero acerca del nombre de su madre... Sirius recordó que había salido brevemente con una bruja francesa quien había visitado con su familia. La había conocido en casa de los Potter y habían tenido un romance que duró algunas semanas. Ella pertenecía a una pequeña familia de sangre pura francesa. Se había enterado, que justo después de su romance, ella y sus padres -quienes eran los últimos de su línea- murieron en un ataque Mortifago en Nice. Su nombre era Veronique Valcroix.

 

Orión podría decir que ella fue su madre y que había muerto poco después de haberle tenido. Y que alguna niñera le abandonó en un orfanato - "Eso no estaba lejos de la verdad, dadas las condiciones en las que vivía," comentó Orión amargamente -. Sería congruente con los resultados de la poción, puesto que los Valcroix eran una pequeña familia que podría aparecer como desconocida. Y sí alguna poción o hechizo detectaba sangre muggle, Orión podría decir que provenía de los Valcroix. Siempre y cuando no mostrara cuanto porcentaje de su sangre era muggle, podría ser una explicación creíble.

 

El problema que aún permanecía era la cicatriz de Orión. Era muy reconocible como la cicatriz de Harry Potter y querían distanciarse completamente de cualquier lazo con Harry Potter. Orión estaría más seguro, de Voldemort y Dumbledore, sí ellos nunca descubrían quién era Orión y si creían que Harry Potter aún permanecía viviendo en las calles de Londres.

 

Hablaron con el retrato de Phineas Nigellus, quien había estado muy interesado en conocer al Heredero de los Black, y les había dicho que Dumbledore ya estaba al tanto del escape de Harry y que muchos magos estaban buscándole en Londres, pero que no habían encontrado nada todavía.

 

Orión había reflexionado sobre el problema de la cicatriz y le preguntó a Sirius si no había algún encantamiento oscuro o algún ritual que pudiera ocultar la cicatriz, aún si no la eliminara permanentemente. Sirius no lo sabía, así que Orión gastó sus últimas semanas investigando en la biblioteca, para encontrar algo que pudiera servirles, mientras Sirius hacía los planes de su partida.

 

Sirius escribió cartas a Igor Karkaroff, Director de Durmstrang, haciéndole saber que esperaba una carta de aceptación para su hijo, en un año a partir de ahora. Envió una carta a Gringotts, solicitando la transferencia de todo su dinero a las oficinas de Moscú; haciéndoles saber que tomaría el control de todas las bóvedas de los Black y las propiedades como la Cabeza de la Casa de los Black. Dejando muy en claro que no debían dar información acerca de los movimientos de su cuenta o llevaría sus negocios a otro lado. Era una amenaza innecesaria, pero lo hacía por sí acaso.

 

Cada vez que Sirius pensaba sobre Orión, sonreía. Sorprendentemente, ambos, el retrato de su madre y Kreancher habían encontrado agradable al muchacho, después de que habían visto su verdadera apariencia y descubierto que el chico pasaba muchas horas de su tiempo estudiando las Artes Oscuras. Y la aceptación de Acturus Black cerraba el trato.

 

El retrato de su madre estaba más alegre de lo que nunca había visto - incluso ella podría considerarse contenta - y estruendosamente declaro que finalmente la familia Black tendría un heredero digno y que Orión había sido la única cosa buena que su indigno hijo, Sirius, había hecho. Todavía casi no toleraba a Sirius y él sabía que lo hacía por el bien de Orión. Aún le asombraba ver a su hijo discutir fácilmente hechizos con ella, y aún más, verla sonreír con dulzura al pequeño.

 

Orión también pasaba mucho tiempo charlando amenamente con Acturus. El severo y viejo mago le había tomado cariño a Orión, y hacía que Sirius se preguntara si Acturus sabría que el chico era un mestizo. Nunca escuchaba que discutían, pero parecía que realmente disfrutaban charlar juntos. Sirius ya le había asegurado a Orión que Acturus tenía también un retrato en la Mansión Black.

 

El chico podía encantar a cualquiera. A Sirius le gustaba pensar que era su propia personalidad deslumbrante la cual Orión había heredado. Pero sabía que Orión era muy diferente de él. Algunas veces le desconcertaba.

 

Su hijo podía ser tierno y encantador cuando quería, pero usualmente era callado e introspectivo. Orión podía ser ingenioso y divertido, pero siempre hablaba calmado y gentil. Su hijo estaba ganando confianza y autoestima, y era muy guapo, pero nunca se vanagloriaba o era arrogante. Era sumamente inteligente, y estaba adquiriendo una gran cantidad de conocimientos gracias a sus numerosas lecturas, pero nunca se jactaba o presumía. Orión disfrutaba las Artes Oscuras, y podía ser frío cuando se requería, pero siempre había esa suavidad e inocencia a su alrededor.

 

Sirius no había pensado en entrenarlo en duelos aún, puesto que Orión era todavía muy joven. Pero después de ser seguido por toda la casa, escuchando las suaves persuasiones, finalmente cedió y le prometió que le conseguiría un tutor cuando estuvieran instalados en Moscú. Orión le dejó con una sonrisa satisfecha.

 

Pero Sirius siempre se sonreía, aún sabiendo que su propio hijo tenía atado a su meñique.

 

Dos semanas después, todo estaba listo, y Orión tuvo una triste despedida con su abuela - como había insistido la llamara - porque ella no tenía un retrato en Black Manor de Moscú.

 

‘Bendito Merlín que esa casa era de la familia Black del lado de mi padre, y no voy a tener que soportar a la vieja bruja,' pensó Sirius, con un profundo suspiro de alivio, y una sonrisa boba en su rostro mientras pensaba en la posibilidad de enseñarle a su hijo como jugar Quidditch.



[i] N/A: La palabra "healer" que utiliza la autora se traduce como curandero o curador por eso su uso aunque se sobreentiende que se refiere a un medimago como mencionan muchas autoras en sus trabajos.

[ii] N/A: La palabra "manor" se traduce como casa o finca pero para mantener su importancia preferí mantener la palabra en inglés.

Notas finales:

Ya saben que

Un Review no cuesta

Nada

Pero hace feliza esta principante traductora ^^

Kisses de chocolate


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