La maana lleg fra y hmeda. No haba llovido, pero el cielo estaba muy gris. La claridad despert a Naruto, que se haba quedado dormido, por puro agotamiento, en el alfeizar de la ventana de su cuarto. Frotndose los ojos con lentitud, tard unos segundos en entender porqu haba dormido ah. Cuando descubri que no haba sido una pesadilla el secuestro de su chibi, el nudo que haba estado oprimiendo su corazn todo el da anterior volvi a ahogarlo. Sin embargo, no iba a darse por vencido, porque saba que Sasuke, en algn lugar, estaba esperando por l.
Cuando Hinata lleg, ya se haba duchado, vestido y desayunado. Salud a su amiga sin mucho entusiasmo, dejando claro que su humor no haba mejorado nada desde el da anterior.
-Qu tal dormiste? –pregunt, para tratar de que olvidara por unos segundos el problema.
-horrible –fue todo lo que contest. Y solo esa palabra logr sacarle en el trayecto hasta la comisara.
-de verdad merece la pena que entremos otra vez? –Hinata lo mir, entendiendo a lo que se refera.
-no se si merecer o no la pena, pero creo que sin su ayuda no podremos hacer gran cosa.
-Eso crees? –la mir a los ojos, sonriendo como lo hara Kyuubi, logrando que se estremeciera.
-promteme que no vas a montar un espectculo hasta que hablemos con algn polica del asunto.
-no me crees capaz de controlarme?
-te creo capaz de controlarte, pero no te veo capaz de mantener la calma si te dicen algo como “sintese y espere” o “veremos qu podemos hacer…”
-no te preocupes, que no voy a dejar que llegue a ese extremo. Si es necesario, yo solito ir a cada casa, almacn, cochera y dems hasta que lo encuentre –su amiga ya no quiso discutir, porque saba que era intil. Caminaron en silencio el resto del camino, hasta que divisaron a lo lejos la comisara. Naruto, sin querer, se tens. Una cosa si que tena clara: no importaba el echo de que lo podan detener, lo podan incluso llevar a la crcel: no se iba a ir sin que o lo ayudaran a buscar a Sasuke, o le dieran permiso para entrar y poder registrar hasta el ltimo maldito rincn de aqul lugar.
-“yo prefiero entrar a las casas por la fuerza” –aqul comentario fue ignorado, mientras se sentaban frente a la secretara que el da anterior los haba mandado a paseo.
La joven alz la vista y al instante reconoci al rubio. Suspir resignada y pregunt:
-otra vez aqu?
-“yo la mato! La mato! La mato!” –no era una mala idea. Pero haba demasiados testigos. En lugar de acabar con su pequea y pattica vida, opt por ser diplomtico y decir:
-nos dijo ayer que volviramos pasadas 24 horas. Y aqu nos tiene. –la chica busc en la mesa un formulario y se lo tendi:
-rellene esto. En cuanto podamos enviaremos una patrulla para que inspeccione su casa y los alrededores del lugar en el que lo secuestraron. –Naruto se qued con cara de tonto. Acaso no entenda la gravedad del asunto? No se daba cuenta que cada segundo que pasaba era un segundo en contra? La ira se acumul dentro de s mismo, haciendo que tanto Kyuubi como l hirvieran de furia.
-en cuanto puedan?! –pregunt como si no lo hubiera entendido bien.
-me esta queriendo decir que si pueden dentro de un mes, ser dentro de un mes? –la joven secretaria, que hasta ese momento se haba mantenido tranquila, haciendo su trabajo como tantas otras veces, pero ahora empezaba a darse cuenta de que aqul chico no era como el resto. Sus pupilas se vean extraas y sus ojos claros estaban empezando a tomar un tono extrao, como rojizo.
-por favor, clmate Naru –pidi Hinata tocando su mano, tratando de que no se descontrolara all.
-no puedo! Esta seorita me acaba de decir que, si no pueden, no me ayudaran a buscar a Sasuke! Pero eso ya me cans. No crea que me voy a quedar de brazos cruzados esperando a que ustedes se dignen a darle a este asunto la importancia que merece. Si es necesario, igame bien –susurr mirndola a los ojos, mientras se levantaba y sonrea con una malicia ms propia de Kyuubi que suya:
-si es necesario, registrar cada casa y cada almacn, cada cochera y cada tienda. cada rincn de este maldito lugar! Pero lo encontrar, con o sin su ayuda –sin decir ms, se dio la vuelta y sali del edificio, dejando a Hinata confundida y a la secretaria asustada.
El fro despert a Sasuke que, mientras su rubio perda los nervios, trataba de mantener el valor necesario para soportar lo que tuvieran pensado hacerle. Al poco de despejarse, entr en el cuarto Orochimaru, seguido al poco tiempo por Kabuto. Le ataron las muecas y lo arrastraron fuera de la pequea habitacin, dejndolo atado a una silla en el pequeo e improvisado “saln”. El moreno se qued mirando al de cabello ms largo, puesto que se notaba que era el que “mandaba” all. No supo decir cunto tiempo estuvieron en silencio, solo mirndose, hasta que Kabuto dijo:
-qu tiene pensado hacer? –el otro lo mir de reojo para despus sonrer y explicar:
-creo que Naruto ya ha sufrido bastante espera. Estaba pensando en enviar una nota a su casa con las instrucciones que debe seguir para poder volver a ver vivo y de una pieza a este pequeo –acarici la cabeza de Sasuke, provocando en este un escalofro y una sacudida con la cabeza para romper el contacto. El de cabello claro no not esto, ya que estaba pensando en el improvisado plan de su compaero.
-creo que eso no es una buena idea, Orochimaru
-por qu no? Es porque no quieres ir t? –se ri por lo bajo y susurr:
-no te preocupes, yo me encargar.
-sabe que no es por eso –susurr algo dolido el otro.
-sino porque, si ya ha acudido a la polica, es ms que probable que haya vigilancia alrededor de su casa. O incluso que hayan colocado cmaras de seguridad o cosas similares. –el moreno y el menor lo miraron, asombrados de lo listo que era aqul comentario.
-tienes razn… no haba pensado en la polica.
-yo sugiero que mejor lo llamemos por telfono. No creo que hayan pinchado los telfonos en tan poco tiempo y, como no podr grabar la conversacin, nadie podr escuchar lo que tiene que hacer. As no habr intrusos ni problemas. –Orochimaru lo medit durante unos segundos. La llamada supondra aadir un paso ms en su plan y no tenan mucho tiempo. Sin embargo, era ms seguro hacerlo as. Tras buscar y no encontrar ms pegas, asinti y dijo:
-trae el telfono. Es hora de hacer una llamada.
El telfono sonaba en la oscura y fra casa. Naruto camin hacia l, tratando de no hacerse ilusiones de que fuera su Sasuke. Cuando descolg, tard un segundo en encontrar su voz para decir “diga”.
-hola, Naruto. –a pesar de que estaba algo distorsionada, saba que era la voz de Orochimaru. Su sangre empez de nuevo a hervir, mientras la ira le haca cerrar el puo en torno al telfono hasta que los nudillos, blancos, le dolieron.
-Orochimaru! Dnde esta Sasuke? Como le hayas echo algo te juro…
-no estas en situacin de amenazarme, Naruto. Tengo que recordarte que la vida de tu Sasuke depende de mi estado de nimo? Si me haces enfadar le ir muy mal –los ojos azules, dilatados por el miedo y la ira, por un momento fueron rojos como la sangre que se agolpaba, latiendo con violencia, en sus sienes. Trat de calmarse un poco para poder decir:
-Qu quieres que haga?
-eso esta mejor… primero quiero que te calmes. –Naruto saba que estaba siendo tan repelente a propsito, para hacerlo enfadar an ms. Orochimaru, por su parte, saba que estaba jugando con fuego, por lo que dej de hacer tanto el tonto para ponerse serio y empezar a enumerar sus condiciones:
-si quieres volver a verlo vivo, no quiero que dejes acercarse a la polica a tu casa. Nadie debe saber que t y yo hemos hablado esta claro? –el rubio trag saliva y solo dijo:
-esta bien.
-an no he terminado. Maana al amanecer, justo antes de que el sol salga, vendrs a una direccin que te mandar cuando sepa que no hay policas y que has cumplido tu parte de nuestro trato. No iras antes ni tampoco despus. Si tratas de pasarte de listo y llegas antes o con alguien, tendrs que decirle adis a tu Sasuke…
-espera un momento –interrumpi Naruro, que empezaba a desesperarse porque vea todo en contra.
-qu pasa?
-Cmo se que no le has hecho dao? Cmo se que sigue vivo y que esta bien? –aquella pregunta le dola ms de lo que poda soportar, pero haba sonado fro en el telfono, tan fro que incluso Orochimaru se cuestion si de verdad Sasuke era importante para el rubio. Kabuto, que haba odo toda la conversacin (y Sasuke tambin haba pillado algo) mir a Orochimaru y despus se acerc al menor. Le quit la cinta que tapaba su boca mientras el moreno acercaba el telfono a l.
-no digas ninguna tontera de acuerdo? –amenaz con voz tajante. El menor solo atin a asentir un poco mientras tragaba saliva y trataba de sonar bien cuando pronunci el nombre del rubio.
-Sasuke?! –toda la angustia que haba estado sobre l desde que se lo haban llevado, y que haba estado aplastndolo con su peso, desapareci.
-estas bien? Te lastimaron?
-estoy bien. –no haba sonado muy convincente, pero era lo mejor que poda hacer.
-no te preocupes –susurr Naruto, tratando de darle valor al pequeo. -ir a por ti. Ir a buscarte, te lo prometo. Y si alguno trata de hacerte algo, lo pagaran –saba de sobra que Orochimaru estara oyendo la conversacin, pero no le import cuando susurr, con toda la fuerza y el amor que tena:
-te amo, Sasuke –el moreno no pudo evitar sentirse, durante un momento, a salvo. Por un momento se sinti junto al rubio, como tantas otras veces. Eso le dio valor para decirle:
-yo tambin te amo
-no dejes que te lastimen. Muy pronto nos veremos de nuevo –el tono que us no le gust nada al menor, ya que percibi en l un deje de melancola… un deje de angustia que lo dej preocupado. En un arrebato y sin importarle nada lo que pudieran hacerle, tom aire y grit:
-no hagas caso! Es una trampa! Estamos en una especie de almacen de madera a las afueras! Por favor no dejes que te engaen! –Kabuto lo hizo callar con un puetazo en su mejilla izquierda, que qued ligeramente magullada. Orochimaru se volvi a poner al telfono, para hablar con el rubio. Este, que haba odo lo que Sasuke haba dicho y luego el golpe, estaba casi en estado de shock. Kyuubi trataba con todas sus fuerzas de hacerse con el cuerpo del rubio y este cada vez encontraba menos motivos para negarse.
-no le hagas dao! –le grit antes de que pudiera decir nada.
-si no quieres que le hagamos dao… espera instrucciones sin decirle a nadie –la llamada se cort pero Naruto se mantuvo an un poco ms con el telfono pegado a la oreja. Haba odo claramente cmo golpeaban a su moreno.
-“Qu tienes pensado hacer?” –pregunt despus de un rato, en el que Naruto haba estado muy callado y pensativo.
-no es obvio? Voy a hacer lo que me ha dicho. Solo que, en cuanto sepa que Sasuke esta a salvo, los matar –el final de esa frase se qued flotando un momento, mientras ambos asimilaban lo que significara matarlos.
-cmo dejas que le diga dnde estamos? –tanto Kabuto como Orochimaru estaban bastante enojados (cada uno por sus propias razones) y Sasuke, por su lado, solo rezaba por que Naruto no cometiera una tontera (como dejarse atrapar). Tardaron un tiempo en calmarse, pero, para cuando Itachi lleg a donde estaban, todo volva a estar en calma. Se fij en Sasuke y vio su mejilla magullada y en seguida se acerc a Orochimaru.
-qu le has hecho?
-ha dicho ms de lo que deba y hemos tenido que pararle los pies.
-dicho ms de lo que deba? De qu hablas? –se fij en que su hermano llevaba todava la tela cubriendo su boca, por lo que lo que le decan no tena sentido.
-Olvdalo Itachi, no es importante –susurr Kabuto mientras se llevaba a Sasuke de nuevo al pequeo cuarto en donde lo tuvieron todo el resto del da.
No poda dormir. La noche haba cado haca rato, pero no era capaz de cerrar los ojos. Haba estado esperando el recado que Orochimaru deba de mandarle, pero no haba llegado nada. Estaba sentado cerca de la ventana, tratando de calmar sus nervios dicindose que no estaba teniendo paciencia, que era normal que no hubiera llegado aun. Sin embargo, un mal presentimiento no haca ms que atormentarlo.
-crees que, al decirnos que era una trampa, le habrn echo dao? –saba que la respuesta de Kyuubi no sera muy consoladora, pero necesitaba preguntrselo a alguien. Tard un ratito en responder y la respuesta dej a Naruto confundido:
-“espero que no le hayan hecho dao. Porque si se lo hacen, los matar” –ya no hablaron ms, solo siguieron esperando, siendo conscientes de que los dos haban cado ante los encantos del chibi.
Un rato antes del amanecer, alguien toc a la puerta del rubio. Fue un sonido tenue de nudillos, pero no por eso pas desapercibido a los odos del rubio. Corri a travs del pasillo hasta la puerta pero no haba nadie. Solo un trozo de papel dentro de su buzn. Lo cogi con cuidado y entr dentro, cerrando con lentitud. Desdobl el pequeo trozo de celulosa y le dio un rpido vistazo: estaba escrito a mano y no era muy largo. Sonri al reconocer enseguida los trazos de Orochimaru. Ese bastardo… respir hondo varias veces antes de leer la nota:
“Como no has avisado a nadie, tu pequeo Sasuke esta bien, de momento. Muy bien, Naruto, solo queda una cosa por hacer. Al amanecer, acudirs, solo y sin decirle a nadie, a la direccin que te indicar abajo. Si te entregas, liberar a Sasuke”
A continuacin de ese breve mensaje, estaba escrita la direccin. Conoca bien el lugar, estaba un poco apartado, pero no necesitara mucho tiempo para llegar.
-“vas a entregarte?” –Naruto dej la nota sobre la mesa de la entrada y se alej en direccin a su cuarto, en donde se duch y visti en unos minutos. Aun faltaba un poco pero quera llegar con tiempo. Se abrig, ya que la maana estaba fra y hmeda y sali, sin preocuparse de cerrar la puerta con llave. Nadie ira a buscarlo en un tiempo.
-“vas a entregarte?” –volvi a preguntar dentro de su cabeza.
-Dar mi vida por Sasuke. Sin pensarlo un instante. –cerr los ojos para traer a su mente el rostro del menor, antes de respirar hondo y comenzar a caminar. Algo iba a cambiar ese da. Ambos podan sentirlo, porque, cuando volvieran a verse, sera para despedirse.
Continuar…
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