-Temo… que no hay otra alternativa… lo siento, Naruto. –el rubio, por un momento, no reaccion. Solo cuando not que Sasuke estaba detrs de l tuvo conciencia del gran problema que se le vena encima. Se gir entonces para rodear al menor en un abrazo posesivo y protector, mientras lo alzaba. Sasuke, sin vacilar, le ech los brazos al cuello y rode su cintura con las piernas, para que le fuera ms facil cargar con l. El rubio mir entonces a Iruka, que segua apoyado en el marco de la puerta, tratando de sonar convincente al decirle:
-no puedo hacer nada… lo siento mucho, de verdad. –aunque el rubio quera aparentar fuerza frente al menor, no puedo evitar derramar algunas lagrimas silenciosas, que Sasuke no vio por tener el rostro oculto contra el cuello de su rubio. Aquello le rompi el corazn al castao, que entenda cmo deba de sentirse en aqul momento. Suspirando, susurr:
-es tarde. Vendr a por l maana por la maana. –sin ms se gir, para salir fuera y sonreirle al rubio antes de cerrar la puerta. Naruto entendi que le estaba dejando aquella noche para que se despidieran. Apret ms el cuerpo del menor, que not como aqul abrazo era demasiado fuerte y a la vez demasiado triste.
-Naruto…? –lo oblig a que lo mirara, pero al ver que estaba llorando no pudo contener ms las lgrimas que haba retenido mientras oa a Iruka. Por eso, apret ms su cuerpo contra el del rubio y dijo:
-por favor… por favor… no dejes que me lleven. No dejes que nos separen… por favor Naruto –aquellas palabras, aquella splica con voz queda y temblorosa por el llanto atraves el corazn del rubio, haciendo que llorara un poco ms. Apoy su frente en la del chibi y lo mir a los ojos antes de unir sus labios en un beso desesperado y, a la vez, triste. Sasuke llor con ms fuerza, estrechando el abrazo, comprendiendo que sera incapaz de vivir sin aquellos besos, sin sus abrazos, sin el calor de su cuerpo por las noches. Lo mismo le pasaba a Naruto, que se vea incapaz de seguir adelante sin su pequeo neko. Cargando con l, camin despacio hasta el saln, en donde se sent con el chibi en su regazo. Lo apret fuerte y bes su cabello suave.
-qu vamos a hacer? –pregunt el moreno. Naruto solo se qued en silencio, pensando en una respuesta que no hiriera sus sentimientos.
-creo que no podemos hacer nada. –sinti como, al instante, se tensaba su cuerpo.
-vas a dejar que nos separen? –su voz son algo quebrada, aunque quera mantenerse sereno y fuerte. Y el silencio del otro le confirm que no iba a luchar por l. “Por qu? Ya no sientes nada por mi? Acaso… Kyuubi te ha echo olvidar lo que sentas?” aquellos lgubres pensamientos pronto se abrieron paso a travs de la razn hasta llegar a su corazn, donde se asentaron, alimentando su tristeza.
-te rindes? –la pregunta escap casi sin voz, por lo que Naruto no la oy.
-Qu dices? -porque si vas a rendirte… creo que ser mejor que me vaya ya –hizo ademn de levantarse, pero el rubio no lo dej.
-A dnde vas?
-si no quieres que estemos juntos me voy!
-eso es injusto! No es que no quiera…
-te odio! –se levant y corri hacia la puerta. En realidad no tena a dnde ir y saba que estaba actuando de forma imprudente. Sin embargo, lo haca porque, en su interior, esperaba que el rubio lo detuviera. Y eso hizo. En cuanto oy que lo odiaba, una parte de su corazn se qued paralizada. Atraves como un rayo el espacio que haba entre l y su chibi y lo abraz, alzndolo del suelo y estrechndolo contra su cuerpo. El menor se abraz a l, con fuerza, sin decir nada. El rubio bes su cabello y camin, sin prisa, hasta su cuarto. All, lo tumb en la cama. Tras quedar ambos descalzos, se tumb junto a l.
-Sasuke –lo llam, pero no se gir para mirarlo.
-por favor Sasuke, mrame –el menor, tras un instante de duda, gir el rostro y sus ojos se encontraron.
-Sasuke, te amo… y lo voy a hacer siempre.
-pero…
-crees que para mi es fcil? Crees que quiero que nos separen? –se qued en silencio un momento, para despus seguir hablando:
-no podr vivir sin ti… pero debo dejar que te vayas o la ley…
-es por culpa de la ley?
-no quiero que te hagan dao… y seguro que Tsunade se ocupar de que te lleven a un buen hogar –el menor se incorpor para colocarse sobre su pecho y susurr:
-mi hogar… esta aqu, contigo
-mi neko…
-Naruto… no dejes que nos… separen… por favor… –se qued callado, tratando de no echarse a llorar. El rubio lo hizo alzar el rostro y murmur contra sus labios, antes de besarlo:
-jams dejar que nos separen –el beso empez despacio, dulce, hasta que Sasuke se peg ms a l, pidiendo en silencio por ms besos. El rubio se separ de sus labios en cuanto empez a faltar oxgeno, para bajar por su cuello y marcarlo como suyo, haciendo gemir al chibi. Acarici su pecho por debajo de la camisa, su suave piel, hasta sacrsela por la cabeza.
-te amo –susurr cuando lo dej totalmente desnudo. En las mismas condiciones que su chibi, bajo las sbanas, se coloc sobre l y se perdi en sus ojos.
-siempre te he amado –confes el moreno, en un susurro.
-lo se… te escuch…
-lo… lo oste?
-todo, mi neko. Fue tu voz la que me gui en mis tinieblas. Si pude volver… fue gracias a ti. –hubo un momento de silencio, antes de que el otro le echara los brazos al cuello y pidiera, bajito y sonrojado:
-hazme el amor. –sin que tuviera que decir nada ms, se besaron. Hmedos por una finsima capa de sudor, Naruto saba que apenas tendra que prepararlo. An as, en una tregua que el menor le dio a sus labios, se ensaliv tres dedos para guiarlos a su pequea entrada.
-no –gimi con voz ronca de deseo, abriendo ms las piernas para que se colocara entre ellas:
-no es necesario… solo… hazme tuyo
-estas seguro?
-claro que si, mi amor –era la primera vez que lo llamaba as. Y haba sonado tan dulce y tan hermoso que, de forma lenta pero profunda, fue uniendo sus cuerpos. Al principio le doli un poco, pero apenas pudo pensar en el dolor, porque cuando lleg hasta lo ms profundo, tocando una parte muy sensible, gimi su nombre quedamente. El rubio y Kyuubi, ya siento prcticamente un solo ser, se entregaron por completo a l. Lo masturb al mismo tiempo, besndolo con fuerza.
Con fuertes embestidas, se acercaron al climax.
-yo no aguantar, Naru…
-yo, tampoco, mi neko hermoso –tras decir esto, con unos ltimos movimientos, ambos llegaron al final. Sasuke se corri contra el abdomen del rubio, arqueando la espalda y clavndole las uas, mientras que el rubio, por la estrechez, no pudo evitar llenarlo con su semilla.
Sasuke se acurruc ms entre sus brazos, apretado contra su cuerpo, dejndose llevar por el calor y el latir del corazn de su rubio. No tard mucho en dormirse. Sin embargo, Naruto no quiso cerrar los ojos. Saba que aquella sera la ltima noche que podra ver a su neko dormir hasta dentro de no saba cunto tiempo. No podra volver a abrazarse a l en las noches fras, ni a besar su cabello mientras el otro an dorma. No quera volver a echarse a llorar porque saba que deba ser fuerte. Sin embargo el dolor que en aqul momento ahogaba su corazn era mucho ms fuerte que su resistencia al dolor.
-Sasuke… mi amor… mi vida… qu har sin ti? Te necesito para vivir… sin ti no soy ni ser nada… mi neko… cmo podr seguir viviendo? De dnde sacar fuerzas para levantarme cada maana? Mi vida… mi neko… mi amor… MI Sasuke –no pudo decir ms. Solo sigui llorando, en silencio, abrazado al cuerpo del otro, suplicando que nunca saliera de nuevo el sol. Pidiendo en silencio que nunca tuvieran que despertar de aqul sueo que era su ltima noche juntos.
Inevitablemente se qued dormido. Pero fue un sueo ligero y frgil, del que despert pronto. Y cuando lo hizo, Sasuke estaba tambin despierto.
-hola –salud el menor. El rubio no contest. No faltaba tanto para que tuvieran que separarse.
-Naruto?
-si?
-es culpa ma, verdad? –el rubio no entendi a qu se refera:
-no entiendo… qu es culpa tuya?
-si no me hubiera encogido… ahora sera mayor y no tendramos que separarnos. –Naruto bes su cabello repetidas veces, mientras deca:
-no digas tonteras, por qu dices que es culpa tuya? T no hiciste nada malo. Es ms, fue culpa ma por no ser ms cuidadoso.
-pero…
-no te culpes porque, si estamos juntos ahora, es porque te encogiste. –Pero todo sucedi por un accidente
-ya lo recuerdas todo?
-si, todo.
-Sabes una cosa?
-dmela
-aqul da iba a declararme.
-Qu? –Se sonroj un poco, ocultando el rostro contra su pecho
-si. Por fin haba reunido el valor para decirte lo que senta, pero cuando llegu ya te habas encogido.
-cre que la frmula haba vuelto a salir mal y que solo durara un tiempo… pero parece que no.
-eres un qumico psimo –ri sin alegra el mayor. Sasuke no dijo nada. Una idea cruz por su mente, una idea que nunca antes se le haba ocurrido. Sin embargo, no la dijo en voz alta. No saba si sera o no buena, por lo que se qued callado.
-no te preocupes –el rubio haba malinterpretado su silencio, creyendo que era provocado por el miedo de separarse.
-solo tendremos que esperar unos aos, porque en cuanto cumplas 16 podremos estar de nuevo juntos. –el menor calcul… 1 ao y algo ms.
-te extraar muchsimo… me prometes que no te vas a olvidar de mi?
-te juro que jams te olvidar. Y el da que cumplas los 16 ir a buscarte y estaremos otra vez juntos.
-te amo, Naru
-y yo a ti, mi neko. –se besaron, apurando el ltimo ratito que les quedaba para estar juntos.
Antes de lo que queran lleg la hora de levantarse. Se vistieron en silencio, sintiendo sobre ellos una pesada carga que no pareca querer irse. No desayunaron ya que tenan un nudo en la garganta. Para cuando lleg Iruka, ambos haban ya aceptado que tenan que separarse. Tsunade tambin fue, pero ella, que haba estado pensando toda la noche sobre el tema, empezaron a asaltarle dudas sobre lo que estaba haciendo. Quizs… haba sacado conclusiones precipitadas y errneas porque, ahora que vea a Naruto de la mano del moreno, demasiado triste como para fingir alegra, senta que quizs haba metido la pata. Pero no quiso decir nada. A esas alturas, dara igual lo que ella pensara. Naruto no quiso ni mirarla, solo se concentr en su chibi. Se inclin y lo abraz, con fuerza, tratando de fundirse con l. Despus se besaron, un beso casto y breve, antes de que Iruka tomara de la mano al moreno y se lo llevara en direccin al coche. Se miraron a los ojos todo el tiempo, incapaces de decir nada. Pero ambos saban que una parte de s mismos se quedara junto al otro, y que no la volveran a recuperar hasta que volvieran a estar juntos.
Continuar…
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