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Chibi Sasu por Angel del Diablo

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Notas del capitulo:

Sé que no tengo excusa. Sé que he tardado mucho en actualizar y que no me pueden perdonar... pero, aún así, le dedico esta capítulo a todas las personitas que han leido estas líneas y que me van a dejar un rr diciendome lo mal que me van a tratar si no traigo pronto el ultimo capitulo.

Perdon porque se quedó corto... pero es que es casi el final

Gracias en especial a Camilaa por dejarme un rr cuando todos me habían ya olvidado pidiendome conti... muchas gracias :3

Se encaminaron al coche. Sasuke no quería ir muy deprisa ya que creía que Naruto lo llevaría de nuevo a su casa. Sin embargo el rubio, antes de dejarlo subir al coche, lo hizo sentarse en un banco cercano.

 

-Hay algo que quiero proponerte. Si no te parece bien pues sólo dímelo y me olvidaré de ello. No quiero que te sientas obligado a decirme ni sí ni no ni nada ¿vale?

 

-Vale

 

-Porque no me enfadaré contigo si lo piensas y te das cuenta de que es una locura y de que es mejor que no lo aceptes ¿de acuerdo?

 

-esta bien

 

-porque en realidad si que es una locura, y no debería ni siquiera proponértelo pero es que te echo tanto de menos que, por una vez, no quiero pensar mucho las cosas y solo decírtelo y ya y…

 

-¡Tranquilo, hombre! Solo dímelo y ya está. –el rubio se lo quedó mirando. Entendía que lo hubiera dicho con esa fuerza, a veces le daba tantas vueltas que no era capaz de decidirse a decir nada.

 

-¿Y bien…? –intentó el moreno que se lo dijera al ver que se había quedado callado. El rubio respiró hondo una, dos y hasta tres veces antes de decírselo, tan rápido y, a la vez, con una voz tan suave y bajita que la frase a penas fue entendible:

 

-¿Qué… querrías pasar esta noche conmigo? –miró para otro lado, avergonzado mientras esperaba una respuesta. El moreno se sonrojó levemente, pero no tenía que pensarse la respuesta mucho rato. Echaba muchísimo de menos dormir entre sus brazos y ahora que tenía la oportunidad, no la iba a desaprovechar. Se quedó mirando al mayor, esperando que se girara a mirarlo para poder darle la respuesta. Pero nada. No le hacía ni caso.

 

-¿Naruto? –el rubio, tras otro momento de duda, levantó la vista y lo miró:

 

-¿Si? –el moreno le sonrió y dijo: -¿Cómo dudas de que no quiera estar contigo? –los ojos del rubio se dilataron al oír aquella pregunta y no pudo evitar abrazarlo con fuerza. Le hacía muy feliz saber que, después de tanto tiempo, podría volver a dormir con él.

 

 

Llegaron antes de lo que esperaban al pequeño piso del rubio. El moreno lo examinó todo al entrar. Estaba casi igual a cómo lo recordaba.

-Esto no ha cambiado apenas… esta todo como siempre. –el rubio sonrió y cerró bien la puerta.

-ya sabes que a mi eso de decorar nunca se me ha dado bien. –se miraron un segundo antes de abrazarse y empezar, con lentitud, a besarse. Al principio la verdad es que ninguno de los dos quería precipitarse, pero había pasado tanto tiempo que casi se habían olvidado el uno al otro. El moreno seguía sabiendo dónde estaba el cuarto del rubio, por lo que empezó a caminar para que se fueran para allá. Una vez allí, el rubio le quitó la parte de arriba de la ropa tan rápido que Sasuke no tuvo tiempo ni de darse cuenta.

-qué rápido eres cuando quieres, ¿eh, Naruto?

-¿Me vas a decir que no te mueres por estar entre mis brazos otra vez, gimiendo de placer? –a pesar de ser ya mayor, el moreno no pudo evitar ruborizarse, haciendo que el rubio recordara a aquél chibi que tanta falta le había hecho.

 

 

En cuanto se quedaron sin ropa, se pegaron el uno a otro, rozando todo su cuerpo. El rubio mordió el cuello del otro, sin importarle las marcas que había dejado. El moreno lo miró a los ojos, sin saber muy bien cómo pedírselo. El rubio, que notó su duda, le animó a que hablara, mientras besaba los dedos de sus manos, con mimo.

-Es que yo… quería pedirte… -¿Sí? Dime lo que es… no seas tímido.

-Quiero que... me hagas el amor. –ambos se ruborizaron un poco, pero Naruto tenía las mismas ganas que el menor. Sin embargo, no quería hacerle daño.

-No se si debamos… ha pasado mucho tiempo y la verdad es que no te quiero hacer daño. –el menor negó con la cabeza, tumbándose boca arriba en la cama.

-No importa si al principio de duele… sabes de sobra que luego me gustará. –Naruto no iba a hacerse de rogar, por lo que asintió y ensalivó dos dedos

-primero tendré que tantear el terreno, ¿no crees? –susurró mientras introducía un dedo por su entrada y tocaba su miembro con la mano libre. El menor se quejó por la intromisión, pero a la vez gimió quedamente. No sabía muy bien porqué, pero le seguía dando vergüenza aquella situación. El rubio lo notó y, mientras le metía otro dedo dentro, besó su vientre y susurró:

-Que no te de vergüenza… no es la primera vez que estás así conmigo.

-eso es cierto –susurró el otro entre jadeos. -Pero si es la primera vez desde hace ya un tiempo. –el rubio asintió sonriendo, mientras movía los dedos dentro para que se dilatara.

-tu cuerpo a crecido… ha cambiado. Pero sigues siendo mono. –el moreno desvió la mirada y preguntó:

-¿Todavía te gusto? ¿Aunque ya no sea un chibi?

-Tú siempre me vas a gustar. –en ese momento sacó los dedos y empezó a meter su miembro, primero despacio, pero al ver que el moreno se tensaba decidió empujar para entrar del todo y evitar así hacerle daño. Se quedó quieto un momento hasta que se acostumbrara.

-¿Estás bien? –el moreno sabía que si le decía que le dolía pararía. Era así de bueno. Pero lo cierto era que sólo quería que empezara a moverse ya.

-Por favor… muévete. –el rubio asintió y empezó con movimientos lentos. Aunque no quería ir muy deprisa por el momento, era tan estrecho que no lo pudo evitar. Los movimientos empezaron siendo suaves, pero al cabo de un poco, el moreno se abrazó a él para que entrara más hondo, susurrándole al oído que no fuera tan despacio.

-Por favor… más rápido. –Naruto sonrió con malicia y aumentó la fuerza, tocando un punto en el interior del cuerpo de su chibi que lo hizo estremecer. No quería, pero al moreno se le escapaban cada vez más gemidos. El rubio le sonrió y le agarró las manos para que no se tapara la boca.

-Me gustan esos ruiditos… por favor, no te calles. –con cada embestida la fuerza aumentaba un poco. Por los movimientos, el miembro del menor se masturbaba contra el fuerte estómago de su rubio, por lo que el placer era cada vez mayor. Cuando al moreno se le escapó un gemido más alto que los anteriores, el rubio supo que no podría aguantar mucho más con aquél ritmo. Empezó a masturbarlo con una mano y el moreno se estremeció.

-Si sigues así no podré aguantar mucho más…

-Tranquilo… a mi me pasa igual. Pero… quiero que lo hagamos juntos. –el moreno lo rodeó con los brazos y se pegó a él mientras aumentaba la velocidad de las estocadas. No querían pero ambos gimieron cuando alcanzaron el final. El moreno se derramó contra su estómago, mientras el rubio lo hacía contra la parte más sensible del interior de su cuerpo. Exhaustos, se dejaron caer sobre la cama. El rubio los limpió a ambos antes de acostarse junto a él. Ya arropados, el menor no pudo evitar tumbarse sobre su pecho, suspirando muy a gusto. Estuvieron en silencio un ratito hasta que al moreno le vino a la cabeza una pregunta que escapó antes de que le diera tiempo a pensar:

-¿Qué pasará al final con tu relación con Tsunade? –el mayor se quedó callado un ratito, hasta que después le dijo:

-Creo que esa pregunta ya me la has hecho antes ¿no?

-Ya lo sé pero… la verdad es que aunque nos separó… también nos ayudó mucho al principio y sería injusto que no le dieras otra oportunidad ¿no crees? –el rubio negó con la cabeza, queriendo zanjar ese tema.

-Estoy cansado… no quiero hablar por ahora más de ese tema… vamos a dormir ¿vale? –el moreno se acurrucó más contra él y asintió, agradeciendo en silencio poder volver a estar así, entre sus brazos.

-Te amo, Naru… mucho. Y espero que por fin podamos estar juntos. –Naruto asintió, besando su cabello oscuro y susurró:

-verás que ahora por fin podremos estarlo… buenas noches.

-Hasta mañana.

 

 

La mañana llegó pronto, pero a ninguno de los dos les importó. El rubio, cuando despertó, se incorporó despacio y miró al moreno a la cara. Vio que tenía los ojos medio abiertos y le saludó:

-buenos días.

-Hola Naruto. –se giró y se abrazó a él.

-¿Cuándo tienes que llevarme a casa? –el rubio lo pensó un momento. La verdad es que no se le había ocurrido preguntar.

-¿Cuándo quieres irte tú? –el moreno negó con la cabeza y se pegó más a él.

-Si por mi fuera no me iría nunca.

-eso ya lo se… pero si no te llevo de vuelta creerán que te he secuestrado y eso formaría un revuelo enorme ¿no te parece? –el moreno asintió y se estiró. Lo último que quería eran más revuelos que acabaran mal.

 

 

Despacio, se vistieron, desayunaron y se encaminaron hacia la casa del moreno. Aunque iban en silencio, no era un silencio tenso.

-¿Cuándo podremos estar juntos? –el rubio lo miró un momento y después sonrió, contestándole:

-en cuanto tenga un salario estable y pueda mantenernos a los dos. No te apures… no tardaré mucho ¿vale? –el moreno asintió con algo de pena y se acercó a él para besarlo. Solo lo hizo en la mejilla, puesto que el rubio iba conduciendo y no era plan de distraerle. Se apoyo en la ventanilla mientras veía el paisaje... siempre había sabido que acabarían juntos y, al final… fue lo que pasó.

 

 

Continuará...?                                                                  

Notas finales:

Si, habrá otro capítulo más. Será un epílogo y será el final. No, no tardaré tanto.

muchas gracias por seguir leyendome, de verdad


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