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Chibi Sasu por Angel del Diablo

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Notas del capitulo:

Gracias a todos los que me leyeron!!!

este capi se lo dedico a sasunaru 4 ever, porque ha leido todo lo que he colgado y cree que soy buena a pesar de que esto de escribir no se me da bien ^^U

gracias por tu apoyo!!!

El sol hirió los ojos de Sasuke, que se removió para no despertarse, aunque era tarde porque estaba despierto. Abrió los ojos y miró a su alrededor: estaba en un cuarto desconocido, acostado con una ropa que no era suya. Aquello le resultó extraño; se incorporó deprisa y miró a su alrededor. A su lado estaba Naruto, dormido, sentado en una silla. Alargó la mano y tocó su hombro:

 

-Naruto… despierta –el rubio en seguida abrió los ojos, mirando al moreno

 

-¡Sasuke! ¿estas ya…? –pero se fijó en su cuerpo, que seguía viendose pequeño y en cómo lo miraba, sonrojado.

 

-parece que no has cambiado –susurró el otro.

 

-¿a qué te refieres? –el rubio se quedó mirando como se tapaba un poco más, porque la ropa le venía grande, con un gesto adorable. Suspirando, se levantó y dijo:

 

-creo que debería llevarte a un médico. ¿quieres desayunar algo? –Sasuke negó y preguntó:

 

-¿Por qué estoy aquí? Debería estar en casa, con mi hermano y mis padres. –aquello descolocó al otro, ¿sus padres? ¿su hermano?

 

-¿de que hablas, Sasuke? ¿volver con tu hermano? Pero si él…

 

-“no lo recuerda” –se quedó callado, quizás Kyuubi tenía razón.

 

-¿él que? ¿Qué es lo que ibas a decir? -Nada, no te preocupes. Desayunaremos, y te llevaré a un médico. Y luego ya veremos ¿vale? –el otro asintió, para después bajarse de la cama. A Naruto le subió la temperatura al ver que empezaba a quitarse la camiseta que había usado para dormir

 

-¿Qué me pongo de ropa? –el otro no respondió. El pequeño se acercó a él para mirarlo a los ojos:

 

-¿estas bien? –se empinó para llegar a su frente y tocarla con los dedos:

 

-¿tienes fiebre?

 

-“¡no puedo soportarlo!” –Kyuubi tenía razón, demasiado adorable.

 

-¡estoy bien! Ponte lo que mejor te quede de mi ropa, voy a preparar el desayuno –y salió del cuarto como un robot, mientras el otro lo miraba con carita de no entender.

 

 

-no puedo creerlo… se veía tan… tan…

 

-“¡tan violable!”

 

-¡ya cállate! Me preocupa más que no recuerde lo que le hizo Itachi a su familia.

 

-“¿porqué?”

 

-no quiero que se vaya a…

 

-ya estoy listo –entró con una sonrisa en la cocina, vestido con una camiseta que al rubio se le había quedado pequeña y unos pantalones que le venían casi bien.

 

-“grrrr” –ignorando aquél último sonido, le indicó que se sentara.

 

-¿Por qué estoy en tu casa? No lo recuerdo…

 

-anoche, cuando te llevaba a casa te quedaste dormido mientras te cargaba y no podría entrar en tu casa, así que te traje aquí y te acosté en mi cama.

 

-Gracias –comieron en silencio, porque el menor estaba demasiado avergonzado de haber dormido tan bien en la cama del otro, y de haberlo obligado a dormir en una silla.

 

 

-esto es muy extraño –susurró Kakashi, tras haber examinado a Sasuke.

 

-¿crees que volverá a ser el que era? –el otro negó con la cabeza:

 

-no se lo que llevaba la formula que se echó encima, pero si se que no va a volver a crecer. Bueno, crecerá pero de manera natural.

 

-¿Y que hay de sus recuerdos? –asintió, mirándolo a los ojos

 

-volverán. No te puedo decir cuándo, pero volverán. Supongo que hasta que no pase un tiempo, estará un poco confuso y perdido. Deberías ser tú el que se encargue de él.

 

-“eso sería lo mejor”

 

-no puedo. Quiere volver con su hermano. Y no puedo decirle… la verdad. –entiendo lo que le decía, susurró:

 

-de todas formas, que tenga cuidado con Itachi. –Naruto salió del cuarto y se paró frente a Sasuke, que estaba sentado en una de las bancas, esperándolo.

 

-¿Qué dijo el doctor? ¿Estoy bien?

 

-me ha dicho que recuperaras tus recuerdos pronto.

 

-no entiendo qué es lo que tengo que recordar…

 

 -todo a su tiempo. ¿Nos vamos? –el otro asintió y le dijo:

 

-llamé a mi hermano^^ me dijo que me esperaría en su casa.

 

-entonces yo te llevaré –caminaron de la mano, en un gesto que le pareció muy tierno por parte de Sasuke, que iba pegado a él, por el frío.

 

-“no debes dejarlo en casa de su hermano”

 

-¿Qué quieres que haga? –preguntó tan bajo que nadie lo oyó.

 

-“sabes que siempre sintió algo mal sano por Sasuke, algo que en ningún momento fue amor de hermanos” –claro que lo sabía, pero también sabía que Sasuke quería a su hermano hasta que mató a su familia. Apretó la mano del  otro, porque estaban cerca de la casa.

 

-¡llegamos! –estaba contento. Aquella sonrisa lo hacía ver bien. Naruto no quería que la perdiera nunca.

 

-oye, Sasuke –se inclinó un poco para quedar a la altura de los ojos del otro:

 

-si en algún momento tu hermano se porta mal contigo… o te hace daño… no dudes en venir a mi casa ¿vale? –el otro asintió, sonriéndole de forma tan linda que Naruto no pudo evitar acercarse más a él y besar sus labios, un roce tierno, sin profundizar, en el que Sasuke cerró los ojos, sonrojándose. No duró mucho, pero fue el primer beso de ambos. Cuando se separaron, Sasuke no sabía que decir: -adiós –le dijo el rubio. Sonrojado, se metió en la casa de su hermano.

 

-“¿porqué hiciste eso?” –no le contestó, solo sonreía contento por la linda carita que había puesto.

 

 

-¡ya llegaste, ototo! –Itachi se tiró sobre su hermano y lo abrazó. No tenía ni idea de lo que le había pasado, pero si sabía que le gustaba tenerlo así.

 

-¿Dónde estan mamá y papá?

 

-ellos salieron de viaje –inventó sobre la marcha:

 

-así que estamos solos tú y yo. –el menor no notó la sonrisa pervertida que se formó en su rostro, mientras lo abrazaba, acariciando su espalda.

 

-¿quieres que salgamos a dar una vuelta?

 

-hace frío. Mejor nos quedamos…

 

-de acuerdo, Sasuke –lo soltó y lo miró mejor:

 

-¿y esa ropa? –el otro se llevó la mano a la frente:

 

-olvidé devolvérsela a Naruto…

 

-¿Naruto?

 

-Si, él me trajo a casa.

 

-entiendo –se quedó callado, viendo al otro alejarse en dirección a la cocina.

 

 

-así no acabarás nunca el texto –alzó los ojos y vio a su amiga Hinata, frente a él, que estaba tomando asiento en la silla y sacando sus cosas.

 

-¿Qué te preocupa? ¿Aun no le  has confesado tus sentimientos a Sasuke? –negando, cerró el diccionario, incapaz de concentrarse en su tarea. La biblioteca estaba casi desierta y nadie se quejaría si hablaban bajito:

 

-ahora todo se ha vuelto mucho más difícil.

 

-siempre lo has visto difícil, Naruto

 

-“estoy de acuerdo con ella” -me contaron lo que le pasó a Sasuke. Y puede ser una buena oportunidad

 

-¿Por qué?

 

-porque si él siente lo mismo que tú, querrá estar contigo… que tú lo protejas y lo cuides  

 

-¿pero y si no? –miró a los lados, pero nadie había notado que había subido un poco la voz.

 

-Naruto, debes decirle lo que sientes. No puedes seguir así… tan desanimado y deprimido. Aunque no lo admites, noto que lo echas de menos… se que te gustaría poder estar con él. Y si quieres tener al menos una oportunidad con Sasuke debes decírselo pronto o alguien te lo quitará

 

-¿Qué?

 

-¿sabes a cuántos chicos les gusta Sasuke? Todos quieren tenerlo… y estoy segura que no todos tienen buenas intenciones

 

-pero yo si que quiero a Sasuke… y para algo serio… nunca querría hacerle daño…

 

-por eso. Porque tú eres el que mejor sentimientos tiene hacia él.

 

-pero es tan difícil… no lo he visto en tres días. Su hermano no lo deja salir.

 

-espero que eso sea lo peor que le haga…

 

-Hinata… estoy preocupado… ¿y si no esta bien?

 

-tranquilo, intentaré ir a ver si puedo hablar con él ¿vale?

 

-Gracias Hinata, eres una gran amiga

 

-¿verdad que si? Y ahora termina de traducir ese texto… o mañana te echarán una buena bronca…

 

 

Sasuke estaba sentado en un banco, admirando el paisaje. Su hermano lo había dejado por fin solo un rato, y necesitaba tiempo para pensar, porque tenía algo que no hacía más que darle vueltas en la cabeza: el beso que había compartido con Naruto. No podía quitarse de la cabeza al rubio.

 

-hola Sasuke –se sentó junto a él un chico moreno, de cabello corto y ojos oscuros, que lo miró a los ojos:

 

-eres… ¿Sai?

 

-¡bien! Veo que te acuerdas de mi… dime… ¿recuerdas algo más? 

 

-no mucho, la verdad –en realidad solo recordaba de aquél chico su nombre y que iban a la misma clase. No le acababa de gustar, le inspiraba intranquilidad:

 

-me gustas mucho, Sasuke –se empezó a acercar al menor, pero alguien lo agarró por detrás

 

-¿Qué haces? –Itachi lo miró con cara de asesino (el asesino que era) indicándole con los ojos que se fuera. A Sasuke, de golpe, ya no le pareció tan seguro estar con su hermano:

 

-Itachi… esta bien… solo estábamos hablando…

 

-¡cállate, Sasuke! –Sai se alejó, sin decir nada. El mayor cogió del brazo al otro y tiró de él

 

-¡vámonos! –no supo qué decir.

 

Nunca había visto a su hermano con esa mirada tan aterradora y a la vez tan fría. Cuando llegaron a su casa, Sasuke tenía el brazo dolorido y se habían marcado los dedos en su piel pálida.

 

-¿Qué hacías con Sai? –el mayor se sentó, indicándole que se sentara en el sillón que había en frente.

 

-no hacíamos nada malo. Solo hablábamos. Nada más.

 

-no quiero que vuelvas a hablar con un extraño

 

-¡pero es mi compañero de clase! No es un extraño…

 

-eres mío, Sasuke –se acercó a él y lo agarró por los hombros

 

-¿Qué estás…? –pero el otro lo calló con un beso, uno doloroso y poco delicado. Mordisqueó su labio inferior hasta hacerle una herida poco profunda y cuando se separó de él sonrió con malicia:

 

-fue tu primer beso… ¿verdad ototo? –el menor, con lágrimas en sus ojos negó con la cabeza, sin atreverse a decir nada

 

-¿Cómo? ¿Con quién te metiste? –en un arrebato, golpeó su mejilla, haciendo que esta le doliera y se enrojeciera. Como si lo hubiera provocado el mal genio de Itachi, fuera empezaron a sonar truenos, anunciando a la tormenta que empezaba a mojar todo con su lluvia.

 

-A… ani…

 

-Sasuke, eres mío… ahora que no están serás mío…

 

-no… yo no te quiero… de ese modo –intentaba no echarse a llorar mientras se alejaba de él, pero el otro era más fuerte y más rápido:

 

-no… no te vas a escapar

 

-¡déjame! –en ese momento hubo un apagón que le dio la oportunidad de zafarse de su agarre.

 

-¡Sasuke! –el menor salió por la puerta, sin pararse a pensar en nada. La lluvia caía con mucha fuerza, mientras los truenos retumbaban. No veía por donde iba y al final chocó con alguien que por suerte, tenía reflejos y lo agarró de la mano antes de que se cayera al suelo.

 

-¿estas bien? 

 

-alzó los ojos y vio que era Hinata, la recordaba de algunas clases. La chica vio su estado y supo que necesitaba ayuda.

 

-¿Qué te ha pasado? ¿A dónde vas con tanta prisa? -yo no tengo a donde…

 

“si en algún momento tu hermano se porta mal contigo… o te hace daño… no dudes en venir a mi casa ¿vale?”

 

-¡iba a casa de Naruto! Demo… no recuerdo cómo llegar hasta ella…

 

-¡Sasuke! –la voz de Itachi quedó amortiguada por la lluvia y los truenos, pero aun así asustó al menor. Hinata supo lo que tenía que hacer en ese momento:

 

-ve por esta calle y luego gira a la derecha. Es una casa pequeña, la puerta es oscura. Seguro que la reconoces. Yo distraeré a tu hermano.

 

-gracias –corrió en la dirección que le había indicado. Mientras, Hinata se cruzó con Itachi:

 

-hola Hinata… ¿has visto a mi ototo por aquí? –la otra sabía que si le daba un poco de tiempo al otro, llegaría bien a casa de su amigo.

 

-yo creo que vi pasar a alguien pequeño que corría en aquella dirección. Pero no sabría decirte si era o no tu hermano. –después de fijarse en su expresión, decidió hacerle caso.

 

-Gracias –camino en la dirección que le indicó, que era justo la contraria a la que había tomado en menor.

 

Continuará…

Notas finales:

¿llegará Sasuke a casa de Naruto? ¿lo atrapará antes su hermano? ¿que le parecerá al rubio que Itachi trate así a SU moreno? estas respuestas en el capitulo tres!!

tardaré con la conti... porque ahora mismo ando mal fisica y mentalmente... demo prometo que no lo dejaré a medias!!


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