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Tres... son multitud por _yaoista_

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Notas del fanfic:

Hola a tod@s ^^, heme aki, de este lado de la pantalla... para variar ^^'

Pues bien. hacía ya un tiempo que tenía la espinita de aventarme (osea: leer) un ffik con una historia como la que les voy a plantear, pero por mas que busque no hallé ninguno; y dejando de lado que quedé sorprendida pues me di a la tarea de anotar esporadicamente las ideas que se desenvolvían del tema en mi cabezilla... y pues... taraaaaaán, ha nacido otro ffik ^w^.

Este es el primer fik que hago, pero no es la primera vez que escribo (aunque nunka había escrito algo asi... y no me refiero al contenido, sino al formato ^^') asi que espero lo disfruten (^///^ es mi primera vez...=P)

Aviso de antemano que soy muy detallista en cuanto al desenvolvimiento de la historia (léase: esto va a ir lento) pero descuiden, si habrá partes que avanzarán lo bastante rápido ^_~

Agradeceré muchicimo sus comentarios y sugerencias (errores de cualquier tipo serán destruidos >=o!!! ) ya que esto está escrito en Block de notas (no tengo word por el momento ^^') y no cuento con Beta (mmmm, bueno, técnicamente si tengo, pero se dedica a verificar otrs trabajos y guiónes... no kiero asustarla O_O) adicionando que soy una pseudoanalfabeta ^^'... en fin

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One piece, ni ninguno de sus personajes me pertenece, son propiedad de su autor Eiichiro Oda y sus distribuidores. Este Fanfic esta hecho sin ánimo de lucro, unicamente con el afán de entretener.

Notas del capitulo:

Advertencia: Este fanfik contiene Hentai (asi es, hentai puro y clásico... bueno casi. A partir de el siguiente capítulo), pero es necesario para el desarrollo de la historia... y juro que hay un trasfondo homoerótico en el.

Advertencia: palabrotas, lenguaje soez, rubios psicologicamente maltratados ^_~


sobre aviso no hay engaño >.<

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 ***Portada Cap 1***

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Como ven estuve teniendo problemas kon las imágenes. si no se ve el acceso directo, solo tienen q copiar el primer "link" (http://...) directamente  en su barra de direcciones ^^. no lo pongan en el buscador porke si no, no saldra U.U

 

 

Tres... son multitud

by: _yaoista_



Capítulo 1


Una relación...¿extraña?

Una charla... aun mas extraña





Corría un día como cualquier otro en el Going Merry, la tripulación del sombrero de paja se preparaba para desembarcar en el momento en que Ussop, quien hacía de vigía esa tarde, había divisado una isla.


-¡¡Prepárense chicos... ese es el lugar!! -gritaba alegre la navegante mientras echaba un vistazo a proa-. ¡Sanji, Zoro... las velas! -comenzaba rápidamente a repartir ordenes a los tripulantes, ya que como era costumbre, el capitán estaba "ocupado" zonzeando por doquier.


Por su parte Robin no hizo mas que sonreír al ver la algarabía en cubierta, para luego regresar de inmediato a su lectura. De igual modo, podía atender y ayudar a sus compañeros desde su actual y cómoda posición si se le requería, haciendo aparecer una par de manos extra donde fueran necesarias.


-wooooo- exclamaba entusiasmado el pequeño renito que se le había unido a la navegante-. ¿Ese es el lugar Nami-san?... ¡Es una isla enorme!.


-¡¡Genial!! -se unía el capitán a la inspección pre-desembarcación de sus compañeros. ¡¿Asi que esa es la isla que guarda el tesoro del mapa?!.


-Asi es Ruffy -habló la pelirroja mientras estrujaba el mapa en su mano para luego comenzar a frotarlo amorosamente contra su mejilla. -este bello mapa dice que en esta isla hay un enorme tesoro-. Comentaba melosa, con los ojos en forma de *Bellis.


-¿A si? - decía Ruffy, dejando escapar el comentario con cierto desinterés.


-¡¡Y aventuras Ruffy... imagina las aventuras que nos toparemos para poder llegar a ese tesoro tan enorme, debe estar meeeeega protegido!!-. Finalmente la pelirroja comenzaba su truco, dando en el clavo al instante, obteniendo un grito de emoción del joven capitán.


La astuta pelirroja conocía a su capitán, así como sus móviles, y no iba a dejar que el desinterés de su amigo fuera a arruinar la oportunidad de poner sus astutas garras sobre ese tesoro. Y ni hablar del esfuerzo que le había llevado conseguir ese mapa... por no decir que robarlo, que para fines prácticos fue lo que ocurrió; siendo que se había logrado engatusar a un par de piratas novatos de otra embarcación, y finalmente los pobres habían sido timados por la *"gata ladrona" de la tripulación del sombrero de paja.


Sanji y Zoro por su parte, se dedicaban a maniobrar ágil mente por la cubierta haciendo los preparativos para arribar a la isla.


-Por fin... una isla-. Comentaba el rubio con una sonrisa en los labios y sin perder el cigarrillo que poco antes de anunciada la isla, había encendido. -Menos mal, ya teníamos un tiempo sin llegar a tierra firme... me hacía falta algo de esparcimiento-halaba con una sonrisa pícara mientras miraba fijamente la pequeña ciudad que se alcanzaba a divisar cerca de la costa.


Zoro por su parte, permaneció en silencio, pero atento a los comentarios del cocinero, y quedando su vista seria clavada sobre el rubio mientras dejaba escapar la bocanada de humo de su tabaco. Repentinamente, un grito llamó la atención del peliverde, haciéndolo girar su vista en dirección opuesta a Sanji.


-Waaaaa.... Achichichichih.... Ayuda!!!-. gritaba el pobre Ussop mientras perdía la batalla contra el timón del Merry. Al acercarse a la costa, las olas que chocaban con las rocas aledañas a la misma, se volvían un poco rebeldes, dando trabajo de mas al pobre tirador.


-¡¡Hey... Chopper!!-. llamó el peliverde al renito que aun se encontraba muy distraído. -Te llama Ussop, necesita ayuda con el timón-. Comentó tranquilo, a sabiendas de que Ussop, como siempre, exageraba.


-¿He?... ¡hay!... lo siento, lo siento... ¡¡ya voy!!-. Gritaba el renito mientras corría desesperado por la cubierta y tomaba su forma semi-humana para prestarle ayuda a su amigo; llevando al Merry apaciblemente hacia la isla.


Finalmente, ya sin ningún tropiezo lograron llegar al rustico muelle. La ciudad se veía pequeña, pero bastante activa. Se notaba que era próspera, ya que incluso había variedad de comercios en el muelle. La tripulación comenzó a desembarcar y Robin, que en ningún momento había detenido su lectura se ofreció a cuidar del Merry mientras se hacía la inspección inicial.


-¡¡Comida!!.. ¡Comida, comida!-. Gritaba el joven capitán mientras pasaba por los locales del lugar. -¡Mira Nami... venden comida!.


-Si si... ya todos lo vimos Ruffy... -Comentaba con algo de molestia la navegante-. De hecho parece que hay locales para todo...-. Agregaba tras una leve inspección visual. -Mira Chopper... ahí hay una droguería.- Dijo sonriente, mientras apuntaba a una tienda cercana, a la cual el renito se dirigió como rayo, comenzando a ver todo su contenido con emoción.


-Nami-swaaaaaaaaaaaaan-. Canturreaba Sanji mientras se colocaba a espaldas de su pelirroja-. Mira que hermosos conjuntos Nami-swan... ¿no quieres probarte algunos?-. Hablaba con sus ojos convertidos en palpitantes corazones, mientras apuntaba a una tienda de ropa veraniega y trajes de baño.


-No armes jaleo Sanji-. Hablaba molesta mientras daba un golpe en la cabeza al pobre rubio y seguía con su camino.


-Pero... Nami-swan... te verías preciosa-. Decía en un puchero y mantenía su vista en el andar de Nami, hasta que sintió un golpe en su cabeza y pudo ver como el espadachín se le adelantaba.


-Solo a ti te puede agradar esa bruja-. Comentó bajo mientras miraba, casi con deprecio al rubio que se sobaba la cabeza.


-Hey marimo... cuida como te diriges a mi dulce Nami-swan- dijo con voz retadora mientras lanzaba una mirada asesina a Zoro.


-Estas enfermo si crees que esa bruja es dulce-. Dijo el peliverde mientras avanzaba, hablando esta vez en tono normal, logrando que su comentario llegara a oídos de la pelirroja, que de inmediato respondió al insulto pegando un fuerte golpe en la cabeza de Zoro, tomando por sorpresa a ambos chicos.


-¡¡A quién llamas bruja tú deudor!!


-¡¡Arg!!- se quejaba por el bestial golpe -¡¡Como que a quién... a ti!!... ¡¡Eres una bruja horrible y traicionera... mira que atacarme por la espalda!!-. Contestaba con sus ojos en blanco y sus "colmillos" en todo su esplendor.


-¡¡Pues que clase de espadachín eres que te descuidas!! Gritaba Nami por su parte, igualándolo en pose y poniéndose a como pudo a la altura de su cara.


Sanji se quedó observando por un momento la "pelea"... era extraño, Nami era un chica... y sin importar su carácter era una mujer hermosa; de bello rostro y "divinas" proporciones, deseable en muchos sentidos. Y Zoro era un chico... y no importa que tanto pueda decirse alguien estar dedicado a algo (el arte de la espada por ejemplo), si eres hombre te fijas en las mujeres... ¡y mas si son mujeres como Nami o Robin! ¿En que momento Zoro había dejado de entender como debía comportarse con una dama?. Sabía que Zoro y Nami se conocían desde mucho antes de que él llegara a la tripulación... sería acaso esto una especie de relación mas estrecha que la que él mismo había logrado forjar con "sus chicas". Como podía Zoro estar tan cerca de ella y no cohibirse... como estar tan cerca de su rostro y no...


De pronto Sanji salió de su burbuja de pensamientos...¡¿Que demonios se creía ese marimo, estampando su rostro tan cerca al de su preciosa Nami-swan?! Este circo se acababa, ¡y se acababa ahora!.


Apenas se preparaba para estampar su pierna en la cara de Zoro, cuando de repente justo antes de que pudiera intervenir, la pelea, así como el contacto terminaron al momento que la pelirroja hundió nuevamente un fuerte golpe a la cabeza de Zoro, haciéndolo desistir finalmente.


Claro, por su parte, Zoro desistió del enfrentamiento, antes de perder el control y desenfundar sus katanas contra la pelirroja. ¡Y es que esa actitud lo sacaba de quicio!. Ciertamente Nami era su nakama, y sin duda pelearía para protegerla, ya que aun en esas circunstancias, la consideraba una amiga valiosa. Pero a veces era imposible controlarse cuando ella se ponía en ese condenado plan... no importa que tanto pudieras apreciar a esa chica... de verdad que a veces podría tentarte el cortarle el cuello.


El rubio se quedó pensativo un momento, mientras veía como Nami se alejaba nuevamente y se colocaba a la cabeza del ya desbalagado grupo al que sin problemas, volvió a reunir lentamente... claro, omitiendo a su testarudo capitán, a quien le costaba trabajo controlar.


Es que sencillamente no lo entendía ¿Qué era lo que estaba mal con Zoro?. Como podía tener una relación tan "estrecha" con una mujer, ¡y no hacer nada!... comenzaba preocuparle de cierto modo... ¿Acaso él era quien estaba mal?... quizá era el mismo Sanji quien de verdad no sabía como tratar con la mujeres. Y es que solo tenía que ver a una mujer linda para saberse a sus pies... ¡y disfrutar de ello por dios! ¡No!...la idea era simplemente absurda... no había dudas de que era Zoro el del problema. Digo... si un hombre ve a una mujer debe protegerla, debe desearla, amarla... así es como siempre había sido para él... y lo mas seguro es que así es como debería ser.



Finalmente la mañana y la tarde se perdieron entre la investigación de Nami por la ciudad en busca de pistas, Sanji abasteciendo la despensa, Chopper el botiquín, Ussop su bolsa de "trucos", un Zoro perdido y un Ruffy comiendo cuanto pudo antes de quedar sin su porción de Bellis. Sin lugar a dudas, había sido un día provechoso.


Antes de que la noche cayera todos se habían reunido de vuelta en el muelle. Claro, con los obvios contratiempos que ocasionaron Ruffy y Zoro; que como era de esperarse, llegaron de últimos. Una vez se unieron al grupo, todos abordaron al Merry siendo recibidos cordialmente por Robin.


De inmediato, y a pesar de que había pasado la mayor parte del día comiendo, Ruffy pidió a Sanji que preparara la cena. Quien sin chistar se dirigió a la cocina a probar algunos de los nuevos ingredientes que había conseguido.



-Muy bien chicos, ya esta todo listo-. Hablaba decidida Nami, mientras compartía sus descubrimientos con el resto de la tripulación. -ya he hablado con la gente de la ciudad-. Al parecer esta es la única en toda la isla, a pesar de que es tan grande. La ciudad es relativamente nueva (apenas contando con unos 20 años de construida) y la mayoría del territorio se considera aun inexplorado, ya que es, según los ciudadanos, muy peligroso.


-¡Genial!... ¡Eso significa que habrá mucha emoción en esta búsqueda!-. Gritaba Ruffy.


-Así es mi capitán- sonreía Nami triunfante...parecía que de verdad podría proporcionar a su amigo y líder un buen entretenimiento.


-Considero que lo mejor sería pasar la noche, descansar bien, y mañana por la mañana comenzar con los preparativos, comenzaremos la expedición antes del atardecer. ¡Y no dejaremos esta isla hasta que hayamos conseguido nuestro botín!.-Habló la navegante subiendo gradualmente el tono de su voz, contagiando a los sombrero de paja su entusiasmo.


Gritaron todos al unísono a la espera de la aventura; al momento que Sanji anunciaba que la cena estaba lista.


A pesar de haber preparado todo en un tiempo récord, la cena no era para nada amena. Mostrando como siempre las habilidades culinarias que el rubio poseía.



La cena transcurrió como siempre. Ruffy robando porciones a sus compañeros, Zoro devorando su comida a una velocidad monstruosa, Ussop y Chopper protegiendo como podían sus platos y Nami y Robin comiendo tranquilamente, mientras el rubio cocinero se aseguraba de que no fueran molestadas. Una vez terminada la cena Sanji y su ayudante en turno, Zoro, se dedicaron a asear la cocina mientras los demás se preparaban para una reconfortante noche de sueño... exceptuando a Ussop, a quien esta noche le había tocado la guardia.


Zoro recogía los platos sucios y las mesas, mientras que Sanji se dedicaba a lavarlos. Era extraño, pero un silencio incomodo abrumaba la atmósfera. Esos dos se conocían ya hace tiempo. Sin duda eran nakamas, buenos nakamas... pero por alguna razón, siempre pareciese que fueran tan distantes.


La idea que había cruzado la mente de Sanji esa tarde no lo dejaba en paz. ¿Que tipo de relación tenían Zoro y Nami?, y aun mas importante... ¿era la correcta?... hablando de "¿Era la correcta sobre la suya propia con la pelirroja?", para ser mas precisos. Aunque no estaba muy seguro del porque, Sanji sentía un tremenda curiosidad por saber que era lo que cruzaba por la cabeza del marimo.


-Oi... Zoro. -hablo tranquilo, sin girarse hacia el moreno, mientras continuaba su tarea.


-¿Mmmm? -contesto Zoro sin mirarlo y sin detener su labor.


-... me estaba preguntando... Nami-swan... digo... tú...- ¡Mierdas que era difícil hablar con Zoro si no era a gritos!


-¿he..? -Zoro finalmente hizo una pausa en su trabajo y dirigió la mirada confundida a la espalda de Sanji, que aun no volteaba a verle y seguía en el fregadero... tallando y enjuagando, como si se le fuese la vida en ello.


-¿Nami qué?... a mi que me quieres preguntar de esa bruja- Decía Zoro en un tono de falsa molestia. Falsa, porque realmente en es momento no estaba enfadado... pero el intento de pregunta sin duda lo sacaba de lugar.


-...-


Sanji estuvo a punto de replicarle el llamar bruja nuevamente a su Nami, pero se contuvo, sabiendo que lo llevaría a una de las peleas de todos los días, lo que arruinaría su intento de la noche.


-Nami y tu...- intentó de nuevo. -Resopló molesto al no encontrar palabras para expresarse. Molesto con sigo mismo y presintiendo la impaciencia de Zoro, alzó por fin la voz, y dejó escapar la pregunta de zopetón.

-... ¿Nami te agrada cierto?- dijo casi sin pensarlo... al fin y al cabo, no había pensado realmente que era lo que quería hablar con Zoro o como hablarlo.


- ... ¡¿He?!...- Zoro se sorprendió, pero mantuvo el tono bajo. ¿ahora de que le hablaba el cocinero de pacotilla?


-Si digo... ustedes... ¿son amigos verdad?-. Sin querer Sanji corrigió su pregunta anterior, lo que le dio por fin un punto de partida a la conversación. -Ustedes, realmente... son ¿amigos cierto?- hablo mientras por fin bajaba el ritmo de su frenético lavado.


-Somos nakamas- contestó rápida y secamente el peliverde mientras volvía algo hastiado a su labor de limpieza.


Sanji por su parte, reaccionó a las palabras del moreno; volteando a verle de inmediato. El escucharle hacer esa afirmación sin rechistar, casi cortando sus palabras... Él tenía razón, aun y cuando pareciera que Zoro y Nami terminaría por matarse algún día, eran verdaderos nakamas, nakamas de los que dan la vida por su compañero sin pensárselo dos veces... o almenos Zoro lo pensaba así.

 

Aunque, al final, si lo pensaba detenidamente, la relación entre Zoro y Nami, podía no ser tan diferente de la suya propia. Si se remitía a los hechos, la cosa era... mas o menos:


Zoro: Zoro habla, Nami se molesta, Zoro grita, Nami lo golpea, pelea cómica... todos reconciliados

Sanji: Sanji habla, Nami se incomoda, Sanji insiste y revolotea, Nami lo aleja de una patada, morritos y negaciones... todos reconciliados.


Ok, quizá había "pequeñas" diferencias, pero no parecían tan grandes como cuando el rubio había comenzado a planteárselas esa tarde. Al final, era "otro" tipo de relación ¿no?, aunque una muy extraña para gusto del rubio.


Se sintió aliviado, por alguna razón. Pero a la vez intrigado... si a Zoro realmente le agradaba Nami y no la quería dos metros bajo tierra... ¿por que esa actitud?, que no se daba cuanta de que Nami era ¡¡absolutamente deseable!!. Ese pensamiento se tomó la molestia de depositar otra pregunta en la cabeza de Sanji... una un tanto mas... interesante.


Bien Nami era su nakama también, y vaya que la respetaba... muy a su manera claro. Pero eso no le quitaba los ojos, y con ellos podía ver claramente que Nami era lo que el conocía como "toda una mujer".


Finalmente Sanji, un poco mas tranquilo y entrado en la conversación termino de lavar el último utensilio, tomó de una de las gavetas una botella de sake junto con dos vasos y los puso en la mesa frente a Zoro, asegurándose de ser escuchado por el peliverde, quien se giró en su dirección al oír el golpecillo que hicieron los vasos al chocar contra la mesa de madera, y sentándose Sanji al momento en que Zoro terminaba de limpiar.


-Y ahora que te traes cejas de remolino- hablaba Zoro, algo consternado por a actitud tan amistosa que tenía Sanji esa noche.


-He Zoro...- pasó de cualquier mote, llamando inusualmente por su nombre al peliverde. -¿En que tipo de lugar creciste?- preguntaba al tiempo en que encendía un cigarrillo. Esa no era precisamente la pregunta que le rondaba la cabeza, pero sentía que debía abrir camino.


-Eso no te incumbe *Ero-cook- contestó algo incómodo, pero sin dejar de acercarse a la bebida que amablemente, Sanji le proporcionaba... porque, la verdad es, que a un buen sake no hay que hacerle nunca el feo ¿no?... almenos esa si que era una política de Zoro.


Tomo la botella, dispuesto a empinársela, pero un incomodo sonido llamo su atención. Era Sanji dando golpecitos al baso de que tenia en sus manos, en el cual, para su fortuna, ya se había servido un poco de sake, haciéndolo tintinar acompasadamente.


-Oi marimo... el vaso... usa el vaso- hablaba con una mueca de disgusto.


-- chasqueaba Zoro la lengua molesto... pero en fin, la verdad el hablar por fin civilizadamente con Sanji no le molestaba... en lo mas mínimo en realidad. Daba igual si tenía que usar un vaso, contal de mantener un poco la paz de la noche.


Zoro tomo el vaso con una exagerada acción, y lo llenó al tope, tomándose de jilo todo el contenido y llenándolo una segunda vez... eta vez, para darse tiempo de disfrutarlo.


Sanji por su parte dio otra calada a su tabaco, para hacer un segundo intento... realmente la estaba viniendo bien la idea de hablar con Zoro... digo, realmente ¿Con quien mas podría hablar en ese barco?.


Ussop y su capitán estaban descartados, el primero comenzaría a inventarse un montón de pavadas, lo que haría imposible entablar una conversación real, y el segundo... aunque lo apreciaba mucho e incluso lo respetaba, lo consideraba un idiota... o algo así.


El pequeño Chopper... pues era justamente eso... pequeño. Había demostrado incontables veces que era de confianza. Pero no podía hablar con el de otra cosa que no fuera medicina o aventuras... y no precisamente de las aventuras que Sanji quería compartir. No señor... Chopper era solo un niño... o eso estaba seguro Sanji que era.


Nami-swan y Robin-chuan sin duda eran personas civilizadas con la que podía hablar de cosas serias... y mas... de adultos. Pero para su desgracia, en esta opción, era él mismo quien no podía comportarse. Y es que tenerlas tan cerca lo hacía desear... bueno, no, no podía hablar tampoco con ellas. Ademas ni muerto se pondría a contarles nunca sus andanzas amorosas. Y ni hablar de entablar con ellas una "charla de hombres". A no, a sus preciosas chicas solo se les habla de cosas bellas, nada mas.


Y he ahí la necesidad de Sanji de tener un verdadero amigo para hablar, mas que un nakama de la tripulación; alguien con quien desahogarse, hablar de tonterías, de mujeres... de amoríos. Por que no, de todo lo que se le puede antojar a un chico contarle a otro, sin tener que tomar en cuenta que su interlocutor se puede ofender. Y Zoro, al ser de edad similar y pues, un "chico normal", hablando de la normalidad de la que se puede gozar siendo parte de la tripulación de sombrero de paja claro, dejando su endemoniada fuerza anormal de lado, era el candidato mas indicado para ello.


Y no es que se acabara de dar cuenta de eso, es solo que por alguna razón, nunca se había propuesto a hacer el intento.


Hoy quería darse la oportunidad. Quizás si conociera un poco mas de Zoro, podría ser capaz de entenderlo un poco mejor... y eso podría facilitar las charlas. Así sería, esta noche trataría de hablar con el marimo... se esforzaría.


-Ok, ok.... olvidémonos de cosas tan al pasado. Que tal si hablamos de...- Continuaba Sanji.


-¡Que quieres cejas de *naruto!- lo cortó Zoro repentinamente, de verdad quería hablar con el rubio, pero la incertidumbre lo mataba... y Zoro no era precisamente el ejemplo andante de paciencia.


-¡Pero que Marimo tan mas necio, no interrumpas a la gente!- Levantaba Sanji la voz mientras un par de venas se marcaban en su frente y sien.


-¡No es interrupción si no dices nada coherente!


-¡No tiene coherencia si no dejas terminar la frase!- ahora si... su esfuerzo al caño.


-¡Pues habla rápido y no aburras!


-Bien... quieres que hable rápido... pues al demonio entonces. ¡¿Cual es tu problema con Nami-swan?!


Era un mal comienzo. Es no era ni remotamente lo que quería preguntar. Pero si era algo que había estado rondando su cabeza. Y en cierto modo, quizá planeaba hacer esa pregunta paulatinamente. No con ese tono quizás, ni con el sentido que de seguro se daría a entender, pero en cierto modo, era parte de su duda real. Mal momento había sido este para decidir charlar quizás.


Zoro enrojeció un momento antes de contestar. -¡Otra vez con esa tontería... eso fue en la tarde carajos!- De verdad se estaba cansando de eso. Cada que Zoro peleaba con la pelirroja, venía Sanji a meter la cuchara. ¿Que acaso se creía su papá o algo así?


Sanji de inmediato entendió hacia donde había divagado la mente del otro. Si, admitía que esa pelea vespertina le había molestado; pero ahora no hablaba para nada de eso. Trato de tranquilizarse un poco, y corregirse rápidamente, ya que notaba las claras intenciones de Zoro por terminar la conversación e irse de ahí.


-No... no es eso a lo que me refería animal ...- bufaba, mientras tomaba de nuevo asiento. Ya que durante la discusión, ambos se había levantado. -No me refiero a la pelea de la tarde- ahora hacía ademanes para tratar de tranquilizar a Zoro y hacerlo desistir en su intento de irse.


Zoro por su parte se sorprendió un poco de que Sanji se corrigiera. Realmente esperaba que todo se debiera a es incidente. Cosa que lo había desilusionado cuando lo creyó, quizá de ahí su reacción tan estrepitosa. Estaba seguro que venía otra pelea con el cocinero.


-No es de esta tarde... No es solo de Nami.- Continuó el rubio, atrayendo esta vez, toda la atención del peliverde. -Cual es tu problema con Nami, con Robin... cual es tu problema con las...


-Me molestan... eso es todo- Cortó Zoro a Sanji. -...esas dos- agregó rápidamente a su comentario.


-serás- comentaba Sanji mientras reía por lo bajo. -te digo que no interrumpas a la gente-. Esta vez habló tranquilo, como quien se cansa de tratar de enseñar buenos modales a un simio.


Sanji dirigió su vista a Zoro... no estaba seguro por que, pero sentía que era él quien debía continuar la conversación, así que guardó silencio, esperando a que Zoro continuara.


-Ambas me molestan... esa bruja de Nami no deja de golpearme y crecer la deuda que le tengo... y Robin... con ella no tengo nada especial... es solo que no confío del todo en ella... no aun.


Sanji se sorprendió un poco, si lo veía bien, parecía razonable... nadie que tuviera ese tipo de "problemas" con alguien se la pasaría feliz y tomado de la mano de ellos ¿no?


-Tu eres el fenómeno aquí- continuó Zoro, tomando por sorpresa a Sanji.


-Nami te trata como tapete y la sigues como un perrito... y Robin apenas te dirige la palabra y siempre le estas revoloteando y sirviéndole tonterías... ¿que clase de masoquista enfermo eres?


Sanji quedo anonadado... no podía refutarlo. Se limitó a ofrecerle a Zoro una lastimera sonrisa de derrota mientras bajaba la mirada.


Zoro calló un momento. Lo que dijo, a pesar de haber sonado duro, no lo había dicho con la intención de lastimar al cocinero, era solo que así era él. Roronoa Zoro, el hombre sin la mas mínima pizca de tacto. Tomo asiento finalmente y terminó su trago, que sin precedentes ya había durado bastante sin atención.


-Oi Sanji... no es para tanto.... yo no....


-Esta bien marimo-. Lo cortó. -¿Es extraño sabes? Cuando me das tus razones, parece tan normal. Si lo pones así.. no es sorpresa que no te guste ninguna de las dos.


Ahora si, Zoro se descolocó. ¡¿de que tonterías estaba ablando ese estúpido cocinero?! ¡¿gustar?!, ¿la bruja de Nami o la chica enciclopedia Robin? ¿que tenía ese sake que el cocinero se estaba bebiendo tan plácidamente?


Sanji noto el desconcierto en su amigo, acompañado de un indiscutible sonrojo y sonrió un poco mas, esta vez, de pura diversión.


-Oi, oi... respira animal, que lo necesitas para vivir.


Zoro trato de incorporarse, pero eso si que lo había asustado... que tenía el cocinero que indagar sobre quien... o "que" le gustaba. Tomo aire de nuevo y carraspeó un poco con su garganta.


-Tu... ¿creíste que me gustaba Nami?-


-Mmmmm, no estaba seguro. La manera en que se hablan. Aunque sea peleando, parecen hablarse con tanta naturalidad. ¿No te intimida ni un poco el estar tan cerca de ella?, ¿aunque sea peleado?-


-Ni lo mas mínimo... yo no soy como tú Ero-cook. Si la quiero matar, la quiero matar, y nada mas.- Dijo finalmente riendo un poco y contagiando su risa al rubio.


-Hm... que decisión la tuya. ¿O no será que no te puedes concentrar en mas cosas a la vez?- dejó escapar la inocente broma, que para su fortuna fue recibida de buen modo. Después de todo, no habían parado de beber entre comentario y comentario. Era un sentimiento agradable.


Entre risas y tragos, Sanji decidió continuar con la charla. Bebió un poco mas de sake y tras poner el baso en la mesa, habló de nuevo:


-Ne Zoro... ¿que clase de chicas te gustan?- hablo bajando un poco la voz. Como si fuera a ser revelado un gran secreto.


Zoro guardó silencio y permaneció con la vista fija en Sanji. Parecía que en verdad le costaba trabajo responder a esa pregunta. El ambiente tan ameno que se había logrado desapareció por completo, tomando su lugar uno denso e incómodo. Cosa que no pasó desapercibida por Sanji, que de inmediato trató de recuperar el hilo de la conversación.


-No es nada personal ni nada. No es como si te fuera presentar a una prima lejana o algo así- Bromeó un poco. - es solo que en todos los lugares a los que hemos estado, pues... nunca te he visto descolocarte por ninguna de las señoritas que nos hemos encontrado.


-No... lo había notado...- Hablaba Zoro apenas, y desviando su mirada a la botella, que tomo para servirse de nuevo.


-mmmmmmmmm... Es extraño... si lo piensas bien, no parece haberte atraído nunca una chica de las que nos hemos topado, y mira que hemos estado ya en muchos lugares... solo te la pasas entrenando y buscando con quien pelear.


Zoro escuchaba atento las conjeturas del rubio, cosa que le estaba comenzando a incomodar.


-jajajaja... ¿No será que no tienes idea de como atraerlas?-. Dijo Sanji finalmente, riendo triunfante. -No me sorprendería... digo, siendo tu tan bruto como eres, no creo que sepas como tratar a un linda y frágil dama ¿he?.


Zoro escuchaba todo pero no decía un palabra. Solo mantenía su vista clavada en el divertido Rubio; mientras un calor incómodo subía a sus mejillas y se volvía bastante visible para Sanji. Lo que no mejoró para nada las risas del segundo.


-!Después me vendrás con la de que eres virgen!- ahora se habían vuelto carcajadas.


Era suficiente. La conversación ya no le agradaba en lo mas mínimo. Era hora de hacer una retirada estratégica y salvar la poca dignidad que aun cargaba. Zoro tomó su ultimo vaso de sake de sopetón y se levantó de igual modo. No pensaba quedarse un segundo mas a ser el payasito de Sanji.


-¡No jaja, no hombre! jajaja- trataba Sanji de detener su risa para parar a Zoro. -No te pongas así.. que solo estoy bromeando , disculpa- decía aun entre algunas risillas.


-Como sea... me voy... igual ya bromeaste bastante ¿no?- Decía el moreno mientras hacia el intento de deshacerse del agarre de Sanji y salir de ahí.


-No Zoro- por fin logró serenarse e intentó nuevamente una disculpa... una mas sincera esta vez. -En serio, perdón. Es que, me dejé llevar, no te lo tomes a mal. Solo quería saber que tipo de chica te gustaba, me desvié del tema. Disculpame.


-Del tipo que sea no te importa cocinero de pacotilla-. Decía Zoro aun molesto.


-Oi. oi- Alzaba las manos ademan de que se tranquilizara. -no te pongas así, ya me disculpe... anda vuelve a la silla-. Lo jalaba intentando lograr que se sentara... pero bien sabía que era imposible. En fuerza no se comparaba con el peliverde, y ni aun si fuera un huracán el que lo intentara, no lograría doblegar al moreno, no si Zoro no quería hacerlo.


-Ok, me excedí con la burla. No quería molestarte... solo quería charlar un rato. Nada mas. Solo estoy preocupado ti Marimo-. Zoro permaneció en silencio, pero cesó en sus esfuerzos por alejarse del cocinero. -Digo... es que no es saludable para nadie abstenerse tanto.


Zoro y Sanji cruzaron las miradas. Por un momento hubo un instante de silencio, que fue roto por un resoplido, casi burlón del espadachín.


-... Como dices tonterías-. Ahora era Sanji el que se quedaba en silencio.


-Serás estúpido... yo no me abstengo de nada. Hago lo que quiero... cuando me da la gana. No ando paseándome entre mujeres que no me ponen atención haciéndola de tonto todo el rato.


-Ok, ok... ya entendí... no tienes por que ponerte agresivo cabeza de lechuga- Decía Sanji intentando contenerse mientras una notoria vena sobresalía de su frente.


Ambos se miraron, frente a frente y guardaron silencio, mientras Sanji deshacía el agarre. Zoro por su parte no se movió; permaneció contemplando la mirada de Sanji, una mirada que no supo descifrar del todo.


-Entonces... ¿eso era todo?- era Zoro quien rompía el silencio nuevamente.


-Mmh... creo... que si- Asentía Sanji algo cabizbajo.


-Bien... Me voy a la cama- Decía secamente el peliverde, mientras pasaba de lado de Sanji y se dirigía hacia la puerta de la cocina... ya había sido demasiada charla con el cocinero por hoy.


Sanji solo lo vio en silencio. A final de cuentas no habían logrado nada ¿no?, parecía que la charla sería fructífera al principio, pero, como maldecía ahora a su gran boca, y por que no... también su soberbia y el creerse el super casanova. Como siempre, no pudo parar sus impulsos y terminó por mofarse del moreno y de su "aparente" inexperiencia.


Lo que sí le había sorprendido había sido la afirmación de Zoro. ¿Sería verdad que el moreno andaba haciendo de las suyas por ahí y que nadie de la tripulación se hubiera dado cuenta nunca?. Digo, Zoro siempre andaba perdido... nadie sabia que hacia cuando se perdía por horas y horas... quizá era Sanji el que debía aprenderle algo de discreción al espadachín.


-Oi Zoro- Habló de repente... ni él mismo se dio cuenta cuando las palabras se le escaparon.


Zoro se detuvo a mitad de la puerta. Aunque ya estaba por salir, al escuchar la voz del rubio, se detuvo en seco.


Sanji enmudeció un momento... pero que mas daba, ya le había llamado. Quedaría como un tonto si no le decía nada.


-Mañana... Nami me asignó la guardia del Merry... quizás... yo pensaba... tal vez quisieras...-


No, no podía, era demasiado. Una cosa era querer estrechar relación con el moreno, pero invitarlo a... no... era demasiado para Sanji... aun. Definitivamente no podía precipitarse a algo como eso. Igual habían terminado peleando esta vez también... quizás en otra ocasión, cuando las cosas mejoraran un poco.


Zoro permaneció en la puerta, esperando a que Sanji dejara de balbucear y dijera algo coherente... cosa que no ocurrió


-Nada... no... no es nada... olvidalo marimo.


-...Deja de perder el tiempo y de hacérmelo perder a mi también Ero-cook... mañana hay que levantarnos temprano-. Decía Zoro mientras por fin salía de la cocina. -Y, por cierto...- se detuvo antes de cerrar la puerta. -No fue... tan malo... charlar...- hablaba bajo. -Almenos, hubo buen sake- Decía finalmente dejando ver una sonrisa leve, antes de cerrar la puerta tras de si y emprender camino hacia la habitación de los chicos.


Sanji por su parte sonrió también, solo en la cocina, no era lo que hubiera esperado; pero parecía que no todo estaba perdido.


-Si... ¿fue un buen sake verdad?- Dijo al aire.



Mientras tanto, en la cubierta del barco, Zoro se dirigía a la habitación pensativo.


-Que tontería... como demonios se me ocurre... "¿Que no fue una mala charla?"... , que idiotez-. Se iba reprendiendo en voz baja mientras por fin llegaba a la habitación y se tiraba a su cama improvisada. Ese viejo sillón sin duda era lo suficientemente cómodo para él, pero con la charla reciente, no podía conciliar el sueño... no importaba mucho realmente, sabía que Sanji no llegaría a la habitación ni tendría que fingir que dormía...


Sin querer recordó, lo mucho que extrañaba la presencia y el aroma del rubio por las noches.




TSUSUKU...




Notas finales:

No se olviden de comentar que les pareició ^^. 

 

*gata ladrona: este es el sobrenombre que se le da a Nami en los carteles de “Se busca”. “Dorobou neko Nami”, que se traduciría como “Nami, la gata ladrona”

*Nakama: Termino empleado para referirse a un compañero cercano, pero con un significado levemente diferente que el de amigo. Podría traducirse mas como “camarada”. Puede q  no necesite explicación, pero igual la dejo.

*Bellis: moneda circulante del universo de One Piece

*Ero-cook: cocinero pervertido. Ya se que es casi una mentada ponerlo, pero me propuse hacer esto bien y completito.

*Naruto: ya muchos de ustedes lo conocen. Es un alimento, un corte plano, circular y dentado de pescado parecido al surmi que acompaña los platos de ramen ( el de naruto precisamente ), caracterizado por tener un espiral de color rosado en el centro.


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