Al pasar ese incidente, el torneo fue suspendido, no hubo Shaman King y Hao fue derrotado... y nuevamente los chicos y chicas volvieron a sus vidas ordinarias...
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La noche era cálida, demasiado acogedora para ser verdad. El chico castaño miró por la ventana, veía el cielo, contemplando las estrellas en el firmamento oscuro. Sonreía sin parar sin saber por qué, hacía poco, tenía el presentimiento de que ocurriría algo, no tenía ni idea de que sería, pero lo único que sabía...que iba a ser grandioso.
"¡Yoh!"
El chico delgado reaccionó a la voz de su diminuto amigo.
"Oye Yoh, ¿por qué estás tan feliz?" Manta digo inocentemente.
"No lo sé, jijijijiji"
El diminuto güero sólo lo miró extrañado.
"¿No lo sabes?"
"No, jijijijiji, sólo sé que algo muy bueno pasará" rió nuevamente.
Manta sólo sonrió al comentario, ya se había acostumbrado a los presentimientos de Yoh, porque siempre eran reales, el problema era... ¿que pasará?
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"Yaahhhhh"
Gritó fuertemente un pequeño chico al invocar sus técnicas. El chico chino había caído al suelo suavemente, después, atrás de él cayó una pila de rocas casi hechas polvo.
"hmmmmm..." Jun miró el lugar donde cayeron las rocas. "¡Muy bien Ren!" miró hacía su hermano y al juntar sus palmas le sonrió.
Ren sólo sonrió un poco sonrojado.
"¡Bien hecho señorito!" El espíritu apareció de inmediato. "Ya casi logra destruirlas sin necesidad de mí" sonrió alegremente.
Ren se enfadó un poco, pero fue distraído por su hermana.
"Bien creo que ahora puedes descansar" sonrió. "¡Ah!, se me olvidaba...nuestro padre quiere hablar contigo"
El chico estaba incrédulo.
"¿Mi padre quiere hablar conmigo?"
Jun asintió, todos los que estaban en el cuarto de entrenamiento se habían quedado atónitos.
'Esto es raro, para que querrá mi padre hablar conmigo...' Ren pensó. 'No me gusta esto...'
La ojiverde continúo sonriendo, pero comenzó a caminar hacía la salida del cuarto, seguido por su fiel kyonshi.
"¿Para qué creé el señor amo, quiere verlo señorito?" Bason esperó por la respuesta del chico.
"No tengo la mínima idea Bason"
El espíritu sólo miró un poco desilusionado.
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"¡Yoh!"
Escalofríos corrieron por la espalda del chico castaño. Anna lo miraba, sus ojos oscuros malignos como nunca antes se habían visto.
"Pero Anita..." rogó tratando de disuadir a la güera, vanamente.
Manta sólo sonreía sintiendo un poco de lástima por su amigo, en ello, la puerta se abrió.
"Ya llegamos"
La voz del padre de Yoh se oyó. Al fin habían llegado, para suerte del castaño así ya no tenía que servir, limpiar la mesa, poner la comida, y después hacer todas las tareas del hogar, ya que Silver lo protegería del mandato de Anna.
Anna de inmediato salió a recibir a sus futuros suegros. Sonriente si se podría decir, dio una reverencia y les guío al comedor. La cena en honor al matrimonio de Mikihisa y Silver apenas comenzaba.
"¡Ahhhhhh Silver!" Yoh corrió al hombre casi llorando de alegría.
El hombre lo abrazó felizmente, de repente un aura roja cubrió a la chica, al parecer le tocaría a ella hacer todo el trabajo.
Los abuelos de Yoh se habían sentado en la mesa, esperando a los prometidos, al nieto y su prometida y Manta que era como de la familia, para sentarse y comenzar la ceremonia de unión. Pronto todos se sentaron en su lugar correspondiente. Silver junto Mikihisa, Yoh junto Anna, que no lo dejaba de mirar con intensidad y él sintiendo muchos escalofríos en la espalda, y Manta a un lado de su amigo.
Al callarse todos, el abuelo empezó a hablar.
"Muy bien" Tosió un poco. "Como sabrán estamos reunidos para aprobar la boda de Silver y Mikihisa" hubo un rato de silencio. 'Qué realmente no apruebo...'
Hubo un tiempo más de silencio y la abuela lo golpeó.
"¡Ah!, si...bueno como nadie de aquí le disgusta la idea, Silver desde este momento será parte de la familia y futuro prometido de Mikihisa"
El primero en sonreír fue Yoh, feliz de que al fin Silver sería como su madre, Anna siguió igual como siempre, pero un poco más enfada que de costumbre y sólo le tiraba unas miradas al chico delgado.
"Bueno... jijijijiji... podemos ya comer"
Todos voltearon a ver a Yoh.
"Es que ya tengo hambre... jijijijijiji"
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'Los pasillos de la casa se ven más cortos cuando voy a ver a mi padre'
Ren camino lentamente, no queriendo llegar al estudio de su padre. Su miedo por el había disminuido, pero aún así no quería verlo. Pronto, Ren se encontró tratando de alentar sus pasos, distrayéndose con cualquier cosa con tal de hacer más larga la llegada.
Al pasar un rato, el pequeño chico ya no pudo alentarlo más y se encontró en frente de la puerta.
'Rayos ya estoy aquí...' tragó un poco de saliva, mientras decidía si entraba o no. '¿Para qué me querrá mi padre? ...' los pensamientos de Ren fueron cortados de inmediato cuando se oyó que la puerta se abría.
Ren retrocedió al ver la figura ostentosa de su padre en frente de él.
"Ah, Ren..."
"¿P-para qué... me querías?" tartamudeó un poco.
El hombre sonrió e invitó a si hijo a pasar.
"Entra, adentro te lo explicaré todo"
Al tomar un poco de valor, Ren decidió entrar...
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Continuará. Oki^^?