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TRAS LA CORTINA por giovanetta

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Notas del fanfic:

hola, un mino capi que quiero compartir con ustedes, ^^

Notas del capitulo: al fin un new fic que es un mini one shot que quiero compartir, los personajes no me pertenecen ^^
Capítulo único “Tras la Cortina”


Hogwarts

El prestigioso mundo mágico se deleitaba con la noticia del heredero del Niño Elegido.

Saliendo en los principales diarios y revistas.

Madriguera.

En este humilde hogar, había un chico pelirrojo que estaba muy aburrido. Miraba un álbum de fotos mágicas del matrimonio de su amigo. Era divertido ver a aquellos dos juntos.

Parecían incómodos por el asedio de los compañeros.

-Al menos Harry es feliz con ese hurón de cuarta- reclama- y yo, todavía solo, triste y abandonado como una rata dentro de mi casa- ríe- hasta Hermione está felizmente casada con Victor Krum y que decir de Ginny, saliendo con su antiguo pololo y con planes de matrimonio.

Cómo eran buenos esos tiempos de estudiante, aprendiz de magia. Jugaba mi deporte favorito, Hermione me ayudaba con mis deberes y podía escabullirme con esa serpiente de Zabini en algún rincón.

Quién lo diría. Dicen que está saliendo con Theodore Nott. Era prevesible, no sé de qué me sorprendo tanto. Son dos serpientes juntas, tal para cual.

Eso pensaría ahora... ahora que no tengo a nadie conmigo.

Terminé en el Ministerio de la Magia, como mi padre. Trabajando como un loco para mi familia, mi sustento y sin nadie con qué compartirlo.

Iré a Londres muggle, hay que divertirse de vez en cuando y tal vez, ir a la cama con alguien para llenar la creciente soledad en la que vivo.

Ron se arregló y partió a Londres muggle. La mejor idea era ir a beber a un bar. Ahogar las penas en unos cuantos tragos y luego, el lugar lo dirá.

-Quiero un whisky doble por favor- ordena al bartender.

-Ok- responde preparado el trago.

-Gracias- responde el pelirrojo bebiendo de un golpe- deme otro.

En la pista, había una pareja, bailando y le pareció muy familiar.

-Fue excelente idea venir a este bar, me encanta- comenta Pansy Parkinson.

-Tienes razón, tienes un buen panorama visual- comenta Blaise, acercándose a su amiga y al ritmo de la música, movían las caderas.

-Parece que ya encontraste a tu presa, Blaise- dice la chica al oído.

-Así es, querida- responde y la música cambia a un lento.

-Yo también he encontrado a uno, iré a verle- se aleja, no sin antes, besar a su amigo.

-Que te diviertas- dice Blaise y se va a la barra donde está Ron.

El pelirrojo había bebido su tercer whisky doble y ya estaba algo mareado.

-Parece que todavía te afecta el trago- dice Blaise, pidiendo uno igual.

-No te metas Zabini, no es asunto tuyo- dice Ron, con algo de hipo.

-Será mejor que no bebas más, ¿te parece?- le quita el vaso.

-Ya te dije que no es asunto tuyo- recupera su vaso.

-¿Tan mal te ha tratado la vida, Weasley?- pregunta con sarcasmo el sly.

-Parece que no tan bien como a ti, serpiente- responde evasivo el gry- no todos tenemos parejas como bóxer en un closet.

-Tengo una vida, bastante agitada diría yo- responde como si nada- debes tener envidia ya que no sales con nadie.

-¡Estoy saliendo con alguien!

-¿Con la soledad o ese vaso de whisky?

-Vete al demonio, Zabini- se levanta del puesto y se cae.

-Le dije que no bebiera tanto- dice Blaise, levantando a su némesis del suelo.

-¡Suéltame!- hace el quite y cae otra vez.

-No te puedes ni los pies, comadreja, te llevaré a tu casa- lo vuelve a recoger.

-Tú no vuelves a entrar allí.

-Pero si pasé las mejores vacaciones en tu sucucho- recordando esas inolvidables escapadas.

-Fueron las peores de mi vida- responde el pelirrojo, saliendo a tientas del bar.

-Vamos Weasley, ya no somos unos pendejos de escuela, sabes perfectamente que te deseo- dice Blaise.

-Yo no, suéltame de una maldita vez, pareces lapa- saca el brazo de su ex compañero de su hombro- vete con tu compañera.

-¿Estás celoso?, qué sorpresa- se bufa el sly.

-Cállate, le haces más falta a ella que a mí.

-¡La comadreja está celosa!, ¡la comadreja está celosa!- comienza a exclamar en el estacionamiento.

-Yo no tengo auto- alcanza a decir cuando ya estaba encerrado en el vehículo de Zabini.

-Dije que te llevaré, no reclames- dice el chico y se monta en el auto para salir a toda velocidad de ese Londres nocturno.

-¿Adónde me llevas?- intentaba en vano, desabrochar el cinturón de seguridad.

-A un lugar donde recordaremos viejos tiempos- sigue conduciendo hasta estacionarse en un hotel.

-¡Yo no quiero recordar nada!- exclama, furioso.

-Eso dices ahora- le toma por el mentón- puede ser tu última oportunidad- comienza a besarle.

Ron se aferró a Blaise, como si se le fuese la vida en ello. Pronto, ese beso pasó a uno más demandante y fogoso.

-No digas nada, Weasley- dice al separse Zabini- será tu cuerpo, que hable por ti.

Se lo lleva al hotel y pagan un dormitorio. El cuarto 404.

Era muy elegante. Una cama de dos plazas, alfombrado, con muebles pequeños. Baño y una vista espléndida de la ciudad de Londres. Unas cortinas color burdeo con los bordes dorados.

Volvieron a besarse. El alcohol, el éxtasis, el placer y el “remember”, era lo que predominaba en ese hotel de lujo.

La cortina, fue rasgada por Blaise e hicieron un extraño juego.

Ron del otro lado, todavía bajo los efectos de tres whiskys dobles, no podía hilar dos palabras o ideas, sólo se dejaba llevar por el momento.

Sin darse cuenta, estaba desnudo al otro extremo, al igual que su acompañante que estaba del otro lado.

La cortina, actuaba de disfraz, hasta que pasó a segundo plano, en el suelo, mientras que los dos chicos en la cama, se peleaban en dominar al otro.

Ron ya había olvidado lo buen amante que era Zabini y esos fogosos encuentros en los pasillos de Hogwarts.

Le hizo llegar a lo mal alto del clímax, en un orgasmo donde ya no le quedaron fuerzas y la respiración era tremendamente agitada.

Sus cuerpos permanecieron unidos por unos instantes más. Habría pagado para volver a repetir aquello y no tuvo que hacerlo, precisamente. Obtuvo lo que quería, una buena noche, con un buen amante y el arrepentimiento, después de la resaca.

Al otro día, Blaise se había ido. No dejó una nota, nada que pudiese decir que él había estado allí. Pero mirando fijamente, había una caja, pequeña, burdeo que estaba sellada con una cinta dorada.

El pelirrojo la abrió y había una llave, junto con un número de celular.

Ron marcó el número y Blaise respondió.

-¿Por qué te fuiste?- logra preguntar a causa de la resaca.

-Si quieres, otro día repetimos esto, en el mismo lugar, la misma habitación, la misma cortina- responde Blaise apagando el celular.

-Vete al demonio, serpiente- dice tirando el celular al suelo- miró la llave que le dejó su amante y leyó- 404, tras la cortina.

En el auto de Blaise, junto con Pansy…

-¿Te divertiste mucho anoche con la comadreja?- pregunta la chica.

-Algo parecido- ríe con malicia- ese leoncito, ya está domado.


FIN
Notas finales: me despido por el momento, besos, bye bye ^-^

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