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Gatito manipulador por Pazu_chan

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Notas del fanfic:

Disclaimer: los personajes de Harry Potter no me pertenecen (algo demasiado obvio ¬¬) le pertenece a JK Rowling (eso también es más que obvio ¬¬) yo solo los tomo prestados para poder sacar algo de mi extensa y traumática imaginación X3

Notas del capitulo: espero y les guste ^^ otra de mis locuras y beteado por Cere_chan (Cherry Moon) asi que lean y disfruten ^^
Gatito manipulador
Capitulo único.


Draco Malfoy era un chico rico y mimado procedente de una familia de aristócratas que, como tales, estaban acostumbrados a los lujos, criado como un sangre pura y por lo tanto desdeñaba a los hijos de muggle y mucho más a los mismo muggles, no que los odiara a todos, ¿Cómo hacerlo si no los conocía? Pero el simple hecho de no ser magos determinaba todo. Simplemente su familia le había criado para sentirse superior a ellos.



Ahora a sus diecisiete años, con todo lo que había vivido, que no ha sido poco; guerras, muertes, traiciones, amores, etc. Podía decir que había pasado más cosas que una persona de cincuenta. Hoy en día podía decir que su propio criterio formado, que la cinta en sus ojos había sido removida, podía apreciar la vida con su propio juicio… y muchas cosas que creyó fervientemente, eran solamente basura.



Es por eso que ahora se encontraba leyendo una revista muggle que Pansy le había pasado, él quería conocer aquel mundo tan distinto pero que tenía muchas similitudes con el suyo. No quería seguir siendo un ignorante-pura-sangre, porque eso eran todos aquellos magos, que jamás se habían relacionado con el mundo muggle y le odiaban sin razón.



Era un articulo realmente… idiota, si su amiga quería que se interesara por el mundo muggle no podía darle esa estupidez, lo que decía era ridículo.



¿Cómo era eso de que los gatos sabían el arte de la manipulación?


Eso era realmente idiota, sin sentidos, sin lógica… los gatitos eran tiernos, confiados y apapachables, pero ¿manipuladores? Eso era para las serpientes, para cualquier animal, menos para un gato… Aquellos muggles podían inventar cualquier cosa por vender una revista. Si tan sólo conocieran a los gatitos de Gryffindor, su opinión cambiaría.



Los gatos conocen y utilizan el “arte de la manipulación”, hacen uso del ronroneo como una manera de manejar a su dueño, para que así los mimen. También recurren a un tipo de aullido diferente al que utilizan habitualmente para llamar la atención, cuando no se les miman y si quieren conseguir algo, como comida especial o un premio… Y sus dueños lo saben pero aún así, son tan apapachables que caemos ante sus encantos. Es mas este artículo lo hice por insistencia de mi gato…


Dio un bufido y arrugó la revista antes de hacerla bolita y tirarla hacia el cesto de basura.



Salió de la sala común, caminando tranquilamente por los pasillos de Hogwarts, después de la guerra en la cual el lado de la luz había resultado ganador las cosas estaban en calma y la rivalidad de las casas era casi inexistente, aunque siempre aparecía en los partidos de Quidditch.



Que por cierto era lo peor de todo.



Draco hizo una mueca disimulada al ver como uno de sus mejores amigos se encontraba con su novio…



Theo y Neville Longbottom.



Y una idea apareció en su cabecita rubia; vería como se comportaban los Gryffindor con sus parejas, así demostraría que los gatitos no eran tan manipuladores como salía en esa revista muggle…



Así que sin saber qué cosa mejor que hacer, siguió sigilosamente sin que se dieran cuenta de su presencia.



—Theo… —susurró Neville.



Estaban sentados en una de las bancas que había en el jardín afuera del castillo, Theo estaba completamente concentrado en uno de sus preciados libros, uno que había esperado por meses para poder sacarlo un par de días de la biblioteca, ya que era un libro muy raro y difícil de hallar… Y sólo tenía dos días antes de poder entregarlo y tenía un hechizo anti-copiado, así que no podía hacer un duplicado. Era por eso que estaba – más que de costumbre – como maniático leyendo el tan ansiado libro.



— ¿Theo? — Su tono de voz era un algo más inseguro.



Theo dejo de leer para mirar a su pareja fijamente, con su seriedad y frialdad acostumbrada.



—Yo… sé… que ese libro es muy importante, pero…—dijo bajando la vista hacia sus manos — ¿me podrías ayudar con pociones? – Pidió con ojitos acuosos.



Theo mantuvo su mirada.



Draco sonrió ante aquello, sabiendo que su amigo JAMÁS dejaría uno de sus preciados libros por ir a enseñarle al inútil Longbottom sobre pociones y mucho menos por ese libro que había estado impaciente por conseguir. Además era una completa pérdida de tiempo tratar de enseñarle a Longbottom el sutil arte de las pociones…



— Vamos. — Fue lo único que dijo Theo levantándose de su asiento.



Draco quedo con la boca y los ojos abiertos.



Neville sonrió encantado, levantándose y colocándose en puntitas para alcanzar al Slytherin, rodeo sus brazos en su cuello y le dio un beso superficial en los labios, sonriéndole luego con su mejor sonrisa.



— Gracias.



Ambos se fueron juntos, Neville agarrado del brazo de su novio



Draco quedó completamente anonadado ante el poder de Longbottom sobre su amigo, salió de su “escondite” que era un árbol, caminando hacia el castillo, pero convencido de que aquello no era una táctica de manipulación, Longbottom no era tan inteligente y “malvado” para hacerlo, era demasiado ingenuo y tímido, de seguro Theo lo hiso para no verlo llorar…



Iba por uno de los tantos desolados pasillos, cuando escuchó unos “ruiditos” provenientes de uno de los tantos salones en desuso que había en Hogwarts.



Sabía que juntarse con muchos Gryffindors le haría mal, se estaba comportando como un verdadero gato curioso, así que maldiciendo internamente a esos idiotas por no poner un hechizo silenciador a la habitación, que era lo más básico, se adentró en ella.



Rodó los ojos al ver quiénes eran, porque para variar era otro de sus amigos con otro gatito: Blaise y Ronald Weasley.



Se quedó ahí para observar, sabía que estarían tan concentrados en lo que hacían que de seguro no le verían y si lo pillaban ya sabría como zafarse del problema de ser descubierto.



Blaise estaba sentado en una silla, el respaldo de esta estaba apoyado a la pared, entre sus piernas tenía a Ron sentado a horcajadas sobre su regazo. Ambos se besaban ansiosamente y se frotaban animadamente.



El pelirrojo se separó el beso suavemente, quedándose a poca distancia del rostro del Slytherin.



— ¿Me dirás? – Cuestionó seductoramente, acompañando la pregunta con un leve movimiento de cadera.



— No, Ron. Hmmm… — Jadeó cuando sintió aquel cuerpo refregándose contra el suyo–. No es justo lo sabes.



— Vamos solo quiero saber que tácticas usarán en el próximo partido. — Le dijo inocentemente.


Draco frunció el ceño no puedo evitar mirar con odio a los chcos que tenía enfrente y sobre todo maldiciendo al Weasley por quererle sacar información a su amigo de las tácticas para el Quidditch, pero estaba completamente seguro que su amigo no se dejaría vender por el “enemigo”.



— ¿Qué te hace mmm… pensar que yo… ooh si… sé algo? – Dijo con dificultad.



Ron le miró seductoramente, antes de desabrochar la camisa de su novio y dejar su pecho expuesto para él, lentamente comenzó a lamer sus pezones, sintiendo como este se arqueaba hacia él y gemía placenteramente.



— ¿Me dirás? – Cuestionó de nuevo, pero esta vez en la oreja, mordiéndolo luego el lóbulo y a la par pellizcándole uno de sus pezones. — Porque sino… creo que no podré continuar…—musitó con sumo pesar.



— ¡Sí! ¡Sí! — Dijo fuera de si el Slytherin – te diré todo, todo.



Draco salió de la habitación, cerrando la puerta en un portazo, a ver si con eso aprendían a poner hechizos cuando estuvieran haciendo sus “cositas”… ya se las pagaría su amigo muy caro por andarse vendiendo al enemigo.



Siguió su camino, sabiendo que lo que había hecho Weasley con su amigo se acercaba a la manipulación, pero no contaba como tal ya que se había aprovechado de la debilidad del sexo y todos saben que en las artes amatorias todos caían.



Estaba completamente frustrado ante las denigrantes situaciones que había visto a sus amigos, ¿Cómo era posible que siendo Slytherin cayeran así de fácil ante un Gryffindor? Eso era tan… tan denigrante para su casa.



Pero sus pensamientos se cortaron cuando vio a cierta persona caminar por el mismo pasillo que él pero en senido contrario.



— Te estaba buscando – Fue el saludo que recibió junto con una dulce sonrisa.



— ¿Y eso para…?—Preguntó con ceja alzada, deteniéndose y recostándose en la pared.



El chico le miró y se acercó a Draco, colocando sus brazos en su cuello y alzando un poco la cabeza para alcanzar sus labios y besarlo.



Draco colocó sus manos en esa estrecha cintura acercándolo a él, besándolo posesivamente. Se dio la vuelta con el cuerpo en sus brazos para así acorralarlo contra la pared…



— Y, dime Potter, – le susurró — ¿para qué me necesitabas? – le dijo mordiéndole el lóbulo de la oreja.



Harry se separó del rubio, mirándolo con ojitos de cachorro abandonado – Yo… — dijo bajito ocultando su cabeza en el pecho del Slytherin – ¿me acompañarías a una reunión con mis amigos…?— preguntó dócilmente.


Draco frunció el ceño y quiso alejarse, pero unas manos aferradas a su túnica se lo impidieron. Sólo le quedó suspirar.



— Sabes que no me caen bien. — Dijo severamente.



— Pero… Sólo será un ratito— Hizo un morrito mientras le abrazaba y recostó su cabeza en su pecho.



—No… — Contestó serio acariciando distraídamente los cabellos negros del Gryffindor — Será mejor que no vaya. — Dijo de pronto, ya que la imagen de sus amigos se le vino a la mente—Anda y ve tú.



— Por favor. — Suplicó suavemente.



— Harry, sabes que no nos llevamos bien— Trató de conciliar.



— Está bien. — Suspiró y murmuró por lo bajo–. Iré con los gemelos.



Draco frunció el ceño, esos malditos gemelos, sabían que querían meterse con su novio. ¡Oh, no! ¡No! ¡No! Y ¡no! No dejaría que su Harry fuera solo con ese par de demonios.



Harry se separó del Slytherin, dando unos pasos lentamente, sintió como su rubio novio lo abrazaba por atrás, colocando sus brazos por su cintura y lo atraía a su cuerpo colocando su mentón en su hombro, sonrió imperceptiblemente.



—Está bien. Iré. — Espetó en un suspiro resignado a su pronta tortura de pasar horas rodeados de inútiles Gryffindor.



— ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! — Canturreó feliz el Gryffindor, dándose vuelta sin romper el abrazo para así poder regalarle un beso al Slytherin.



Draco correspondió el beso acercándolo más a su cuerpo, al colocar sus manos en la cintura del Gryffindor.



— Te quiero. — Le dijo Harry cuando se separaron.



— Y yo a ti. — Correspondió con una sonrisa.



Draco le abrazó, agachándose un poco para colocar su mentón en el hombro del azabache, Harry también coloco su mentón en el hombro del rubio, estirándose un poquito, dejando ver una sonrisa malvada.



—Es tan fácil manipular a los Slytherin… — pensó con una sonrisita.



Se separaron y se fueron hacia el gran comedor para la cena tomados de la mano.



Harry pensando en cómo le había ido a Nev para convencer a Theo que le enseñara pociones y Ron para que le contara acerca de las nuevas tácticas de Slytherin… Le daba risa ver que su rubio se hacía el frio e indiferente, cuando siempre lo consentía en todo… eso le demostraba que aunque no le decía constantemente que le quería, lo demostraba con hechos y al él no le molestaba demostrarle con palabras lo que sentía por él… su rubio era lo más importante que tenía.



Draco iba caminando al lado de su chico, sin darse cuenta que era tan manipulable como un niño de cinco años.



Su gatito sí sabía el arte de la manipulación… aunque él no se daba ni por enterado o quizás no lo quería reconocer, era mejor que se quedara así.



Harry sonrió adorablemente, con sus mejillas algo sonrojadas, mientras que Draco pasaba su brazo por la espalda del Gryffindor, colocando su mano en la cintura de su chico acercándolo hacia el.



Sin que el rubio se diera cuenta, Neville le giño un ojo a Harry y Ron le dio un sonrisita autosuficiente.



Los Slytherin habían caído bajo las garritas de los Gryffindor.



Fin.-
Notas finales: Bueno espero que les haya gustado ^^ la idea nacio de un reportaje en la tele que salio eso de que los gatos manipulan a sus amog comprovado cientificamente... XD! Gracias Cere_chan por corrregirlo ^^ eres genial ^^

Nos leemos ^^

Matta ne!

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