-Debo marcharme.- dijiste.
-¡¿Qué?!- respondimos al unísono.
-Es que... hay algo que quiero hacer... y... si me quedo, dudo mucho que pueda hacerlo.
-Estás bromeando, ¿verdad? Di que no es cierto... por favor.
-Me temo que no.
-No te creo... Ya, por favor, deja de jugar con nosotros ¡No es divertido!
-Lo siento... en verdad, lo siento mucho.- en verdad lo sentías así.
-¿Por qué no dices nada?
-Porque no hay nada que pueda hacer. …l ya tomó una decisión.- dijo el mayor de nosotros, que a pesar de su respuesta se veía muy afectado por tu noticia.
-Perdón por todos los problemas que les he causado y los que tal vez les causaré.
-¿Ya se lo has comentado al staff?
-Si, ellos ya saben esto, aunque todavía quedan algunos asuntos por resolver.
No logro, ni quiero, recordar por completo el resto de esa conversación. En verdad me dolió mucho la noticia de tu partida. De vez en cuando llegan a mi mente algunos recuerdos de lo que ocurrió ese día: Kanon diciendo que también quería marcharse, tú diciéndole que no lo hiciera por el futuro de la banda, Teruki consolándolo. En un momento, nuestras miradas se cruzaron y me dijiste algo, pero no recuerdo cuál fue mi respuesta.
Quería marcharme de ese lugar para no volver a ver tu mirada que era como un puñal que se incrustaba más y más en mi pecho, llegando hasta mi corazón, al que rompiste sin saberlo con tus palabras, pero no pude, mis piernas no reaccionaban, estaba helado frente a esa imagen que no puedo borrar de mi mente.
El tiempo siguió su paso sin detenerse. Habíamos acordado llevar a cabo un concierto para el 30 de abril, día en que te despedirías de los cafekkos. A ellos también les afectó mucho saber que te ibas. Ver sus rostros tristes fue desgarrador, todo por tu culpa; por un momento sentí que quería golpearte hasta que te retractaras y pidieras perdón a los cafekkos. Tantas veces que los hicimos sonreír y pensar en positivo, parecía que fuera mentira y la verdad era descubierta viniéndose abajo de una manera muy cruel. Pero al verte llorar, comprendí tu arrepentimiento.
Después de todo lo que vivimos, te marchaste así como así. Pude haber sido egoísta, es más, lo sigo siendo, pero no quería que te fueras, no sin antes decirte lo que sentía por ti. Durante los años que pasamos juntos, mis sentimientos hacia tu persona iban en aumento. Con el hecho de tan sólo verte llegar mi corazón latía, pareciendo que fuera a salir de mi pecho. Muchas veces esquivé tu mirada cuando me hablabas, no soportaba tus ojos mirándome directamente. Al principio me costó mucho entenderlo, hasta llegué a negarlo. "¿Cómo puedo enamorarme de él si es un hombre? ¡Ya basta, Akiharu! Entiéndelo de una vez por todas. ¡Tú no eres así!", como si fuera tan simple. Vivir con ese sentimiento no era fácil, ¿sabes cuántas veces pensé en decírtelo? ¿A caso tienes idea de las veces que imaginé me corresponderías? ¿Crees que podríamos haber llevado una relación estable? Claro que no, ¿y sabes por qué? Porque nunca te lo dije. Si, lo sé. Además de egoísta soy un cobarde. Me odio por eso.
Una de las últimas cosas que hicimos antes de tu partida fue pensar sobre el futuro de An Cafe. Surgió la idea de incorporar un nuevo instrumento para que nuestra música adquiriera un sonido más maduro y diferente pero sin perder ese toque que nos caracteriza. Por supuesto que también pensamos en la incorporación de un nuevo guitarrista, insististe mucho en que no olvidáramos esa cuestión.
-¿Qué les parece un tecladista?- sugerí
-¿Qué tiene?- cuestionó Teruki.
-Bueno, es que a la música de An Cafe le vendría bien uno, ya que en algunas canciones se utiliza el teclado.
-Miku tiene razón.- dijo Kanon.
-Bien, Kanon está de acuerdo. ¿Tú qué opinas Bou?
-Por mí está bien. Buena observación, Miku.- en ese momento sentí como mis mejillas tomaban un color carmín.
-OK. La incorporación de un tecladista. Después le daremos las nuevas ideas al manager. ¿Alguien tiene algo más?
-Yo, yo. Teruki, aquí.
-Está bien, está bien. Bou-kun, dinos.
-El guitarrista.
-¿Qué pasa?- preguntó Kanon.
-No, es que casi se les olvida.- dijiste con una sonrisa.
-Claro que no, la guitarra es una parte muy importante de la banda.
-¿Cuándo lo elegirán?
-Eh... ¿Cuándo era? ¿Miku, tú sabes?
-La semana que viene comenzarán las inscripciones.
-Ya veo...- hiciste una pausa- ¿Podré ver a los candidatos?
-Claro que si. Después de todo sigues siendo parte de An Cafe.- dijo Teruki.
-¡Qué bien!- en serio te alegró mucho escuchar eso.
No sólo seguías siendo parte de An Cafe, también eras parte de mí, y una muy importante. ¿Cómo podría continuar sin ti? Eras como el aire, como el agua, mi fuerza, mi amor, mi locura, mi razón. En una palabra: todo. Así fue desde el momento en que te conocí. Por supuesto que al principio no me di cuenta de ello y luego me constó aceptarlo, pero una vez lo hice ya no quería otra cosa más que estar a tu lado, abrazarte, sentir tu aliento, el roce de tu piel, nuestros labios entrelazados. Quería todo de ti... A veces me pregunto cómo hubiera sido todo si me confesaba. ¿Te habrías marchado? ¿Me habrías correspondido? ¿O me vería obligado a vivir con tu odio por siempre? No sé por qué sigo pensando en eso, si ya no te tengo aquí para poder comprobarlo. Ni siquiera sé si sería capaz de decírtelo. ¿Ahora entiendes por qué me odio?
Así fue como llegó la hora de elegir a quien te reemplazaría como guitarrista, pero no como persona. Nadie, ni en mil años, sería capaz de reemplazarte. Tú eres único, de eso no hay duda. En todo ese período nos vimos muy poco, algunos días ni teníamos noticias de ti. ¿Qué tanto estarías haciendo? ¿Tan fácil es olvidarse de nosotros?
Recuerdo ese día. Por fin decidiste aparecerte. Extrañamente se te veía emocionado. ¿Por qué? Estábamos a punto de elegir a tu reemplazante. ¿No te molestaba? "Miku, deja de estar un rato en Mikulandia y regresa a la Tierra que tenemos trabajo por hacer" me dijiste. ¡No te importaba! Con eso me di cuenta, ya estabas listo para iniciar un nuevo camino, uno en el que yo no podría cruzarme. Traté de no demostrar mi dolor frente a ti y el resto de los allí presentes. Me tomó un momento calmar mi mente y controlarme para que mis lágrimas no se hicieran presentes.
-¡Ya quiero ver a los candidatos!
-Tranquilo.- dijo Kanon- Ya los conocerás en un momento.
-Kanon tiene razón, Bou-kun.
-Tú no entiendes, Teruki. No puede ser cualquiera.- claro que no- Quiero lo mejor para Antic Cafe.- ¿qué sólo te importaba la banda?
-Eso ya lo sabemos, ¿verdad, Miku?
-¿Eh? ¿Dijiste algo, Teruki?
-¿Estás bien, Miku?- no
-Si, no se preocupen... "Sólo quiero largarme de aquí cuanto antes"... Ya no me vean con esas caras. ¿Cuándo empezamos?
-Así se habla, Miku.- dijiste muy alegre- ¡Háganlos pasar!
-Si, antes de que Bou mate a alguien aquí- se burló Kanon.
-Ustedes dos, cálmese.- Teruki los golpeó- Bueno ¿ya comenzamos?
-Creo que ya está bien- respondí.
-Muy bien... ¡Que pase el primero!
Y así comenzamos. Ese día sólo elegiríamos un guitarrista, ya que dijiste que el tecladista deberíamos buscarlo nosotros mismos. En serio te lo tomabas muy a pecho. ¿No te arrepientes de querer abandonar la banda? Digo, la guitarra parece importarte mucho.
Habíamos escuchado alrededor de veinte personas y sólo parecieron agradarte cuatro, lo que hacía más difícil el trabajo. Comenzaba a preguntarme si realmente encontraríamos a alguien que se adaptara a tus exigencias; a veces eras así, exigente.
-Muchas gracias por haber venido. Nosotros te llamaremos.- así pasaba el último.
-¿Todavía no, Bou? Por lo menos dinos qué es lo que buscas en tu reemplazante ideal.- se quejaba Kanon.
-No... y no estoy del todo conforme con estos chicos.
-Pero dijiste que te habían gustado.
-Sé lo que dije, Teruki. Pero les falta algo.- ¡¿Algo?! Esos chicos sabían tocar la guitarra ¿qué más les podría faltar? ¡¿Qué yo pudiera enamorarme de alguno de ellos?!... Bien, lo sé, estoy exagerando, pero es que no quiero a otro que no seas tú.
-¿Qué les parece si hacemos pasar a uno más y luego tomamos un descanso?
-Si, por favor. Esto es muy agotador.
-¿Bou-kun?
-De acuerdo.
-¿Y usted, majestad?- se burló Teruki- ¿Está bien si tomamos un descanso?
-Como quieran.- Teruki se quedó viéndome- ¿Qué?
-No, nada... El siguiente, por favor.- parece que Teruki se dio cuenta de que no estaba bien. De a poco se abrió la puerta.
- Con permiso...- se acercó lentamente un chico de piel blanca y cabellos castaños.
-Adelante. Bien, dinos cómo te llamas, por favor.- dijo Teruki
- Mi... mi nombre es Takuya. Es un placer poder tocar para ustedes.- al parecer era un chico muy educado y tímido.
-Bien, Takuya-kun.- ¿"Takuya-kun"? ¿Desde cuándo tienes tanta confianza, Bou? Lo acababas de conocer- Dinos, ¿qué canción vas a tocar?
-"Maple Gunman"
-Oh, buena elección, ¿no les parece?- comentó Teruki.
-Muy buena- agregó Kanon.
-Por favor comienza cuando tú quieras.
Takuya sacó su guitarra del estuche, se posicionó listo para poder comenzar a tocar los primeros acordes y quedó un rato en silencio. Todos allí estábamos muy tensos, hasta que Takuya comenzó a tocar. Es algo que jamás podré olvidar. Nadie se movía ni hacia el más mínimo sonido, todos quedamos completamente enfocados en el sonido, en la música que ese chico era capaz de crear con la guitarra. Era realmente impresionante. Se lo veía muy concentrado en lo que hacia, hasta que...
-De acuerdo, es suficiente.- dijiste.
-Eres muy bueno.- habló Kanon.
-Tienes mucho talento, Takuya-kun.- lo felicitó Teruki.
-M... muchas gracias.- se sonrojó.
-Takuya-kun, dinos, ¿hace cuánto tocas la guitarra?- se te veía muy interesado.
-Más o menos desde los quince años.
-¿Qué edad tienes ahora?
-Diecinueve.
-Vaya, eres muy talentoso para la edad que tienes.- dijiste y ese chico se sonrojó. Comenzaba a molestarme un poco.
-¿Miku, quieres hacerle algunas preguntas a Takuya-kun?- en serio Teruki se dio cuenta.
-¿Eh?
-Es que estás muy callado.- dijo mientras me miraba con una sonrisa burlona.
-Está bien... eh... ¿Takuya, verdad?
-S-si.
-¿Qué es la música para ti?- se quedó pensando un poco y luego contestó
-La música es... vida. Creo que con la música se pueden transmitir mensajes a las personas y hacerlas sentir muchas cosas. Se pueden lograr cosas increíbles con ella, como unir personas con otras muy distantes y diferentes. Con la música se puede crear. Un mundo sin ella sería un mundo sin vida.- Todos quedamos en silencio ante su respuesta, no me esperaba algo así. Teruki, quien se encontraba a mi lado, me dio un pequeño golpe con su codo para que pudiera reaccionar.
-M... muchas gracias.- y bajé la mirada.
-Bien,- dijo Teruki- creo que es todo... ¿Alguien quiere decir algo más?
-Yo.
-¿Bou-kun?
-Takuya-kun, ¿si pudieras ser parte de Antic Cafe, qué harías?
-Si pudiera ser parte de Antic Cafe... yo... daría mi mejor esfuerzo para que no se arrepintieran de su elección y trataría de serles útil en todo lo que pudiera.
-Ya veo. Muchas gracias por contestar mi pregunta.- ¿Por qué te interesaba tanto ese chico? No lo entiendo. Es más, le regalaste una sonrisa.
-Muy bien, creo que ha sido suficiente por hoy.- habló por fin Teruki- Takuya-kun, muchas gracias por haberte tomado tu tiempo en venir hasta aquí.
-No, el placer fue mío. Siento haberles quitado su valioso tiempo.
-De ninguna manera. Nos gustó mucho haberte escuchado. Gracias a ti. Nosotros te llamaremos.
Y así salió del lugar. Pasó un rato hasta que alguien dijo algo.
-¿Saben?- hablaste- Ese chico me agrado bastante.- ¡¿Cómo?!
-Era muy bueno y se notaba que ama la música. ¿Teruki, a ti qué te pareció?
-Tiene un gran futuro por delante.
-Creo que ha sido suficiente.
-¿A qué te refieres?
-Ya no necesitamos buscar más.- En serio ese chico te gustó mucho.
-Entonces...
-... el será...
-... mi reemplazo.