Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tengamos un bebé, Shukaku. por Necoco_love

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola…
Perdonen por el resumen tan patético que escribí, pero las ideas no me llegaron para escribir algo mucho más convincente xDD
Aún sigo enferma xDD (ya aburrí con eso), sin embargo me encuentro de un mejor humor, osease, más feliz… bueno, feliz y triste al mismo tiempo xDD
Feliz por que este sábado estuve platicando por el msn con un amigo al que hace mucho no veía (que por cierto me dijo que viera un video que terminó por deprimirme ¬_¬ xDD), además de también con varios amigos/as que realmente me animaron el día. aaww fue genial hablar con Izumi-san!! xD pobre del cuervo D: dios es malo por haberlo matado D: pero aún así espero que ahora este en un mundo más feliz :D además, ese mismo día por la noche mi padre me llevo a cenar a mi y a mi hermano con la mujer con la que ahora esta saliendo y sus hijos. La verdad es que no estoy realmente interesada en hablar con los hijos de esa mujer (aunque mi padre me obligue a ser amigable con ellos xDD) y no por que los odie o me caigan mal, si no por que realmente no estoy interesada en hablarles xDD y bueno, el punto es que por primera vez en mi vida probé una gringa xDD muy rica por cierto, y Paco, mi moretón que me hizo un amigo, también estuvo feliz xDD aunque su vida esta por terminar, por que esta desapareciendo lentamente D: xDD además, este fin de semana me piqué el ojo con un pedazo de tortilla (hay que ver que tan torpe es la niña xDD) y me tropecé cuando bajé de la camioneta al llegar a casa el sábado para abrir el cancel xDD
Y estoy triste al mismo tiempo por que vi un video taan triste el sábado D: dios, odio el amor xDD y bueno, también por que este fin de semana hubo una convención en mi ciudad (la Con music comics) y no pude ir D: por que aparte de que no encontré quién me acompañara (me pierdo cuando ando por la calle sola xDD) pues mi padre no me dejó ir xDD aaww D: y no siendo eso suficiente, el sábado que fui a la escuela una amiga de la secu a la que no veo desde julio me dijo que iba a ir a verme, que llegaría a al escuela donde voy entre 9:30 y 10:30 y la esperé hasta las 11 y ella nunca llegó… xDD
Pero bueno, cosas de la vida que siempre pasan xDD

Este fic se me ocurrió la semana pasada, pero por falta de tiempo, y con eso de que comenzaron mis exámenes y las tareas me consumían completamente, no he podido escribirlo si no hasta el domingo (cuando se suponía que tenía que hacer tarea xD) y he podido publicarlo hasta hoy.
Dedicado a mi mejor amigo, que sigue con dengue y con el cual no pude conversar por el msn el viernes por que se fue el internet xDD dedicado también a quienes me leen (mil gracias!) a quienes me dejan hermosos reviews, y también a quienes leyeron y me dejaron reviews en “después de todo, los zorros no podían hablar” y que sé que terminaron por enamorarse de esta pareja de animales derrite-corazones (yo también me enamoré), dedicado especialmente para ellas que sé que esto les terminará por gustar (cuanta humildad xDD)


Disclaimer: los personajes de Naruto no me pertenecen, son obra del señor Masashi Kishimoto.

Notas del capitulo: Nada, solo espero que disfruten y que el fic sea de su agrado :3
Un día hermoso, Kyubi despertó con la idea de tener un bebé.


Cuando lo comentó con Shukaku, su novio, el mapache le advirtió no solo que su idea era absurdamente imposible, si no que ellos eran incapaces de tener bebés.


Kyubi, furioso, le preguntó el por qué.


No solo era el hecho de que Kyubi era un zorro y Shukaku un mapache lo que hacía imposible engendrar un par de cachorros, aún si fuesen ambos de la misma especie, seguían siendo machos, y estaba científicamente comprobado que los machos jamás podrían procrear.


Kyubi no estaba enterado de nada de eso.


Al final, insistiendo Kyubi en demasía en su obstinada obsesión de tener un bebé, Shukaku le ofreció dos últimas opciones: o bien, adoptar una ardilla del bosque de Konoha como bebé, o definitivamente buscar una fémina de su especie con las hormonas revolucionadas para así reproducirse y tener cachorros dentro de un período indefinido.


Kyubi terminó peleando con Shukaku, rugiéndole ferozmente tras haberle mordido bruscamente una de sus patas. No podía llevar una ardilla a casa por que Sasuke odiaba a las ardillas—le habían mordido muchas veces—y seguramente la echaría de casa.


Y la segunda opción quedaba absolutamente descartada por que Kyubi consideraba aquello como infidelidad y no estaba dispuesto a esperar, quería a su bebé en ese momento, y si Shukaku no se lo podía hacer, pues él tenía la culpa por no ser mujer.


Shukaku sabía que la terquedad de Kyubi podía llegar a niveles insospechados y que, por lo tanto, no cedería tan fácil, por lo que prefirió no rebatir los comentarios del zorro y se fue, esperando que Kyubi recapacitara con su idea de tener un bebé.


Kyubi no recapacitó, por supuesto. Siguió empecinado con su idea de tener un bebé. Y tendría un bebé; incluso si debía robar algún cachorro de algún otro animal, tendría un bebé… y definitivamente no sería ninguna ardilla.


Caminando por Konoha, Kyubi pensó en la opción de adoptar un conejo como bebé. Si, un conejo estaba bien. Eran tan lindos, tan esponjaditos, tan apachurrables, tan mordisqueables, tan apetitosos…


Al instante la idea de tener un conejo como bebé desapareció. Era seguro que Kyubi no resistiría la tentación de comerse a su propio hijo. Aunando a eso, los conejos eran seres promiscuos adictos al sexo, y no pretendía llenarse de nietos al instante ni mucho menos que su bebé se convirtiera en la prostituta de todo animal desesperado por desfogar sus bajos instintos.


Por lo que la idea de un conejo fue desechada inmediatamente.


Entonces, si no podía ser una ardilla y un conejo mucho menos, ¿Qué sería? Kyubi tampoco pretendía adoptar un animal que cuando creciera fuera mucho más grande que él; Kyubi era un macho alfa y por eso mismo necesitaba que todos a su alrededor fuesen mucho más pequeños que él, para sentirse más imponente. No por nada había descartado hacía tiempo, antes de conocer a Shukaku, la idea de liarse con Akamaru.


Luego de doblar en una esquina, proveniente de un callejón, Kyubi escuchó algo que le llamó mucho la atención. Sonaba como a llantos… maullidos tal vez.


Atraído por los débiles llantos, Kyubi se acercó al callejón a ver de qué cosa se trataba. Olfateando el lugar, pronto dio con el causante de semejantes maullidos.


Era un gatito gris abandonado en una caja de cartón.


En la caja estaba inscrito en letras grandes “adóptame” pero como Kyubi no sabía leer, ni siquiera les prestó atención. Tan solo miró al dichoso animal, que comenzó a menear su colita de alegría tan pronto le vio.


El gatito maulló.


Kyubi sintió que algo dentro de su corazón se removía de solo ver al gatito. Era tan… tan… tan mono, tan pequeñito, tan bonito, tan apachurrable y tan esponjadito…


Kyubi se enamoró.


No solo el dichoso animal necesitaba ser adoptado, si no que Kyubi sabía que era perfecto para que fuera su bebé. Nadie en el mundo podría tener un bebé como él, y sería la envidia de todos los animales de Konoha.


El minino volvió a maullar débilmente, hambriento. Kyubi le miró enternecido y, pidiéndole que se sujetara bien, lo tomó entre su hocico para llevarlo a casa.


Kyubi llegó a casa feliz, con un gatito maullando incesablemente en su hocico.


Tras depositarlo en el suelo, lo llevó hasta la cocina, donde le ofreció un poco de agua que había en su tazón.


El gatito rechazó el agua, maullando por un poco de fresca leche. Kyubi le advirtió que tendrían que esperar a que Naruto, o en su defecto Sasuke, llegaran a casa para que le dieran leche.


El minino, hambriento, se conformó con un poco de agua. Luego se acercó ronroneando a las patas de Kyubi y, luego de que éste le alejara un poco con una de sus patas, comenzó a lamerlo cariñosamente para limpiarlo.



El minino se dejó hacer en los mimos, quedando finalmente dormido junto a Kyubi mientras ronroneaba placidamente.



Si aquello significaba ser madre, Kyubi se sentía realmente feliz. Incluso si era un gatito y no un zorrito, Kyubi tenía por fin a su preciado bebé, lo cual era una de las mejores alegrías que había recibido en su vida desde que Akamaru le había dicho que Sakura se había fracturado una vez que él y Shukaku la habían hecho caer.


Naruto y Sasuke llegaron un rato después con bolsas llenas de víveres, entre una discusión que incluía ramen, comida para Kyubi y a Shukaku.


Cuando ambos entraron a la sala y vieron a Kyubi echado en un sillón junto a un gatito, se quedaron estupefactos.


Naruto chilló de emoción y Sasuke palideció de la nada agradable sorpresa. ¡Genial! Pensó Sasuke. no siendo suficiente con que el dichoso zorro trajera casi todos los días a su estupido novio Shukaku a casa para que ellos tuvieran que alimentarlo—cosa que concernía a Gaara por ser el dueño de Shukaku—, ahora traía un estúpido gato de quién sabe donde para que también les tocara a ellos alimentarlo.


Claro, como Kyubi no pagaba las cuentas ni compraba la comida, no sabía todos los gastos que había en casa. Y como Sasuke sabía que el sueldo de ninja tanto de él como el de Naruto no era tan exuberante como para darse tantos lujos, le fastidiaba la poca comprensión que solía demostrar ese roñoso zorro.


— ¿ya viste Sasuke? Kyubi trajo un gatito—dijo Naruto, sonriendo zorrunamente a su bebé, que le miraba fijamente.


—No me digas, dobe—replicó Sasuke sarcásticamente—si no me dices ni por enterado me doy. Creí que era una rata, menos mal que me haz aclarado que es un gato.


— ¡teme! ¿Cómo te atreves? —chilló Naruto.


—cállate—ordenó Sasuke—y tu, roñoso zorro de mierda, saca de aquí a esa bola de pelos, que suficiente tengo con admitir aquí a tu estúpido novio, que ni siquiera vive aquí.


Kyubi le mostró los colmillos, dándole a entender que su comentario no había sido muy agradable.


—creo que no te quiere obedecer, Sasuke—confirmó Naruto.


—a mi no me vengas con esos gruñidos de mierda que no me asustan—dijo Sasuke— ¡lo vas a sacar de aquí ahora mismo!


Kyubi se levantó apresurado, despertando a su bebé en el acto. Se abalanzó contra Sasuke intentando morder salvajemente una de sus piernas.


No obstante, Sasuke había tenido que soportar a ese maldito zorro bastante tiempo, por lo tanto se sabía todos sus trucos y sus mañas, por lo que ya sabía como evitar que Kyubi le mordiera.


Arrojó un cojín del sillón a Kyubi, a lo que este quedó atontado por un momento. Aún así se recuperó y, justo cuando estaba dispuesto a volver a arremeter contra Sasuke, éste le alejo de un empujón con su pié y, mirándolo seriamente, lo logró tranquilizar.


—relájate, bebé—dijo Naruto—ya sabes que no debes morder a Sasuke por que se enoja.


El pequeño minino maulló para que todos le prestaran atención.


Sasuke bufó mirando con desdén a la bolita de pelos.


— ¿de donde diablos haz sacado esto? —preguntó Sasuke a Kyubi—No creerás que se quedará aquí, ¿o si?


Kyubi miró a Naruto con cara de cachorro atropellado. Después, Naruto miró a Sasuke con cara de cachorro atropellado, siendo secundado por Kyubi. A Sasuke le tembló una ceja.


—No me digas que tú también quieres que se quede… —dijo Sasuke molesto.


—por favor, Sasuke…—musitó el rubio—solo míralo.


Sasuke miró de reojo a la bolita de pelos. El minino maulló moviendo su rabo, tropezándose por el sillón mientras intentaba caminar hacia el azabache.


Dios, pero que torpe que era ese animal, pensó Sasuke. Sin embargo, cuando sus pequeños ojos azules le miraron con alegría al conectarse con los suyos, Sasuke pensó que el minino era, aunque nunca lo admitiría, realmente adorable. Como había sido Kyubi una vez de cachorro, cuando Naruto y Sasuke lo habían adoptado.


Aún así, seguía dudando. Sasuke pensó como demonios es que terminarían si Kyubi se decidía traer a todos los animales que se le ocurrieran. Primero Shukaku, su estúpido novio, ahora el minino, seguramente lo que Kyubi llamaría de ahora en adelante su bebé.


—No lo sé…—susurró Sasuke.


—Al menos no trajo una ardilla como la última vez—dijo Naruto, sonriendo divertido.


—Cállate usuratonkachi—ordenó Sasuke.


Finalmente, enternecido por aquél bicho grisáceo de ojitos azules, permitió a Kyubi que su ahora hijo viviera en casa, advirtiéndole que más le valía que el minino se portara bien.


Kyubi brincó de felicidad moviendo el rabo, abalanzándose contra Sasuke para lamerle el rostro, cosa que Sasuke consideró de lo más repugnante pero que, también feliz, aceptó de mala gana.


Naruto volvió a chillar de emoción al pensar que su querida familia cada vez crecía mucho más, cosa que también incrementaba los gastos, pero de lo que no se inmutó.


Finalmente, con el consentimiento de Kyubi, Naruto llamó al minino “Nekomata”, sin saber si quiera si el animal era un macho o una hembra.


Shukaku se presentó en el departamento de Naruto por la noche, dispuesto a ver si Kyubi había desistido de su loca idea y había recapacitado. Y, en caso de que no lo hubiera hecho, Shukaku estaba dispuesto a negociar con Kyubi para que ambos llegaran a un acuerdo.


Grande fue su sorpresa cuando Kyubi de un radiante humor llegó y le pegó con una de sus patas en la cabeza, presentándole a un minino gris que caminaba torpemente y que se hacía llamar “Nekomata” como su nuevo bebé.


Shukaku se sorprendió. Definitivamente Kyubi no tendría remedio. Era un empedernido de primera y eso nada ni nadie lo podrían cambiar.


Nekomata, su hija—o hijo, lo que quiera que fuese—comenzó a enredársele entre las patas, ronroneando felizmente mientras restregaba su cabeza en el cuerpo de Shukaku.


Shukaku, aún consternado por la noticia de que ahora era padre, dio suaves caricias con sus patas delanteras en la cabeza de Nekomata, quién siguió ronroneando feliz.


Kyubi lo miró altaneramente, restregándole a Shukaku su gran superioridad al haber sido capaz de encontrar un bebé sin su ayuda. Shukaku, acostumbrado a toda esa egolatría, tan solo pidió disculpas al zorro por la pelea que habían sostenido por la mañana, admitiendo abiertamente que no se había puesto a pensar en la necesidad que Kyubi tenía de criar un cachorro que fuera producto del amor que ambos sentían el uno por el otro.


Kyubi tuvo que desviar la mirada para forzarse a no llorar. Quizá eso era lo único que había odiado y odiaría por el resto de su vida de Shukaku: la sinceridad y la facilidad con la decía cosas cursis que hacían a Kyubi amarle más que a nada en el mundo.


Y es que Shukaku era un idiota, diciendo todas esas cosas tan hermosas así de la nada, haciendo que el corazón de Kyubi latiera en una vorágine de felicidad. Bump-bump-bump.


Cuando Kyubi sintió como una cálida y juguetona lengua lamía una de sus mejillas en un beso, supo que él era más idiota por caer ante los mimos de Shukaku, pero supo al mismo tiempo que, aunque ambos tenían sus constantes diferencias y peleaban con facilidad, no quería separarse por nada del mundo de él ni tampoco de Nekomata, su pequeño bebé que, aunque no había sido fruto de una unión amorosa entre ellos, si era el pequeño cachorro que habían adoptado como prueba de su amor.


Susurrando un suave «te amo», Shukaku entró a la casa seguido de Nekomata, su bebé, esperando con una sonrisa que Kyubi se decidiera a mirarlo finalmente con aquella mirada avergonzada con que lo miraba cada que le decía aquellas cosas tan cursis.
Notas finales: Gracias a quienes se han tomado la molestia de leer! :D aaww la verdad es que no se si pronto pueda volver a publicar algo D: tengo un fic Sasunaru pendiente de terminar pero que no he podido por falta de tiempo, ganas, ideas y por que tengo un completo caos en mi mente xDD y eso de los exámenes y tareas que no me dejan en paz, las cosas se me complican un poco más D: además, quiero escribir un Gaanaru con todo y lemon para este 10 de octubre, por ser el cumpleaños de mi amado Naru xD y tenía planeado subir otro fic Gaanaru más largo, que no fuera solo un one shot, especialmente para una amiga de mi escuela a quién le encanta el Gaanaru, pero no quiero hacerlo por que no tengo la seguridad de que lo terminaré xDD por cierto que publicaré un desafío, por si alguien esta interesado en leerlo, y por si da la casualidad que alguien quiere responder xDD
Como sea. De nuevo gracias a quienes han leído esto. Encuentro que al menos el final me salió algo cursi y todo bonito, pero creo que todo es culpa de las alucinaciones de mi cabeza, xDD en fin. Me encantaría que me dejaran reviews, siempre me animan el día :D
Besos & abrazos, Necoco. :3

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).