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Gatito Castigado por Pazu_chan

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Notas del fanfic:

Disclaimer: los personajes de Harry Potter no me pertenecen (algo demasiado obvio ¬¬) le pertenece a JK Rowling (eso también es más que obvio ¬¬) yo solo los tomo prestados para poder sacar algo de mi extensa y traumática imaginación X3

Notas del capitulo: Bueno como les mencione, aqui va el primer one-shot de varios mas que tengo pensado subir, nacidos de mi fic: Gatito Mojado...

espero les guste ^^

a leer...
Capitulo único


Harry estaba muy asustado, es cierto se había enfrentado a prácticamente a un ejército de mortífagos, al mismísimo Voldemort, a la madre de Ron enojada, pero… eso no era nada, comparado con lo que le podría pasar en manos de aquel endemoniadamente sexy rubio de Slytherin, además que se sentía demasiado expuesto, con aquella ropa blanca, completamente traslucida por el agua y pegada a su cuerpo como si fuera una segunda piel; además aquella mirada gris, no le ayudaba para nada a tranquilizarse… además el beso que le había dado, aun lo tenía completamente aturdido.


Draco sonrió con suficiencia, mientras acariciaba suavemente la cara sonrojada de Harry, que aun no salía de su embobamiento.


- creo que tenemos que empezar tu castigo ¿no crees? – le susurro sedosamente.


El azabache se estremeció y le miro con algo de miedo – no estaría pensando en violarme…- Harry vio aquellos ojos… - ¿cierto? – pensó con miedo.


Draco sonrió, ante aquellas sonrojadas mejillas y le quito el collar que le había puesto al Gryffindor, este impresionado por aquel brusco movimiento, ni cuenta se dio cuando estaba a sujetado por la mano del rubio y volvía a estar en su forma de animago.


Draco se metió en la bañera y coloco a “Rry” en el salvavidas que le había comprado, dejándolo en la bañera, con la mitad del cuerpo del minino en el agua y la otra mitad afuera. Sin esperar más el rubio le coloco el antiguo collar verde que le había comprado, cuando se lo había encontrado en Hogsmeade, collar que casi nunca se lo ponía, solo cuando salía con el por el castillo. Rry le miraba asombrado y curioso, como buen gatito, aunque de un momento a otro estaba enojado...


- por que mier... me volvió a transformar en un gato, ¿acaso no piensa aprovecharse de mi...? – pensó enfurecido el gatito.


- este collar… - le mostro el rubio, en su mano derecha estaba el collar rojo – es muy especial, puede obligar a un animago a volver a su forma humana… - sonrió malvadamente, al ver aquellos ojos verdes abrirse con sorpresa – me lo vendió el que atiende la tienda de mascotas en Hogsmeade, después de decirme que los gatos no les gustan el agua… - termino su explicación con una mirada burlona.


Si Harry estuviera en su forma humana, tendría un adorable sonrojo en sus mejillas, sus ojos se enfocaron hacia otro lado, maldiciendo interiormente a aquel viejo entrometido, que le había ido con el cuento a Draco, porque él intuyo, cuando fueron a la tienda de mascota que el castaño, sabía que era un animago…


- ya me las pagaras… - pensó dulcemente el Gryffindor, con sus pensamientos vengativos tan Slytherin.


- y ni creas que podrás volver a tu forma humana – le espeto el rubio – por que el collar te ahorcaría... – le susurro con maldad.


Rry le miro enojado, maulló molesto, por que aquel collar verde que llevaba, era uno normal, por lo que no se agrandaría cuando se transformara. Cuando Draco no sabía que era él, Harry Potter, su gatito, no le ponía aquel collar cuando estaba en su habitación, por eso cuando se iba a su dormitorio, no necesitaba a nadie para que le quitara esa cosa para transformarse.


- bueno pequeño, será mejor que vayamos a dormir, mañana será un largo día – le hablo con tono divertido.


Rry solo maulló molesto...


*********


Ya estaban acostados, Harry aun no podía creer como había reaccionado Draco, aunque por lo que le había dicho, había tenido tiempo para pensar, suponía que por eso no había reaccionado violentamente o algo así, pero se preguntaba que es lo que tramaba el rubio.


En la oscuridad de la habitación, la cortina verde oscuro estaba corrida, iluminando la habitación por la luz de la luna; en aquella estancia, unos brillantes ojos verdes, no dejaba de observar aquel rostro, apaciblemente dormido, con sus cabellos rubios desordenados, su pecho desnudo subiendo y bajando tranquilamente. Harry no daba creído, que ese rubio fuera un engreído, maldito, sexy, despreciable serpiente rastrera, que cuando dormía parecía un ángel. Era tan fácil atacarlo en ese momento, sacar sus garritas y marcar aquel hermoso rostro, no era una mala idea, se lo merecía, ¿se lo merecía? Rry se subió al pecho del rubio, con cuidado se acerco al rostro dormido del Slytherin, levanto una de sus patitas y saco sus uñas, cuando estaba a punto de acercarla, el rostro del rubio se dio vuelta, dejando que algunos mechones rubios, cubrieran su cara; Rry bufo molesto, por que sabia que no podría hacerle nada aquel rostro perfecto y con cuidado poso su patita en la pálida mejilla, sin dañarlo con sus uñitas ya que las había “escondido”.


Rry bostezo y se acostó sobre el pecho del Slytherin, escondiendo su rostro, en el hueco del cuello del rubio. Los ojos verdes se cerraron somnolientos, comenzando a ronronear suavemente.


La poca luz de la luna, que se filtraba por la ventana, dejo ver, una leve sonrisa de suficiencia, por parte del rubio príncipe de Slytherin que se encontraba dormido.


Al otro día


El sol daba a la enorme cama, que en ese momento parecía completamente desocupada, pero desde las sabanas, una bolita negra comenzaba a moverse y unos enormes ojos verdes se abrían, para ver lo solitario que estaba la cama.


Harry se dio cuenta, de que aquel insoportable silencio, le comprobaba que el rubio no estaba, ni siquiera en el baño, ¿cómo era posible que lo dejara allí? Rry maulló molesto, antes de estirarse por completo y sacudirse furiosamente; camino hacia la orilla de la cama, aunque las sabanas y la cubrecama, le impedían seguir. Ya cuando por fin Harry pudo llegar a la orilla de la cama del rubio, e iba a salar al suelo, la puerta del dormitorio se abrió.


El gatito comenzó a maullar molesto, a su amo por dejarlo abandonado, en esa enorme habitación, pero se callo abruptamente, cuando vio que el rubio no venia solo, venia acompañado de “esa”.


– que hace esa aquí... – pensó molesto Rry, al ver que quien acompañaba a su rubio, era Pansy Parkinson, le caía mal, no por que ella le hubiera hecho algo directamente, sino por que siempre se le pegaba a su Draco y eso le daba cólera.


Draco sonrió, cuando vio como su gatito se engrifaba al ver a su amiga, sonrió de lado, sin poder evitarlo, saboreando el castigo que le tenía preparado al gatito.


- espérame Pan... – le dijo a su amiga.


Pansy le miro algo enojada, ya que no le gustaba que el rubio sacara a su gato, por que aquel pedazo de bola peluda, siempre quería arañar su perfecta piel. Por otro lado Draco se iba acercando hacia Rry, con una sonrisa perversa, haciendo que el minino se estremeciera, cuando lo tomo en brazos, sin que Pansy se diera cuenta, le susurro en su orejita...


- si rasguñas, muerdes o maúllas en protesta, juro que le diré a todo Hogwarts que eres un animago ilegal y que te hiciste pasar por mi mascota – le dijo con maldad.


Rry le miro sorprendido, para luego mirarlo con odio, trato de morderle la mano, pero Draco lo aparto y lo alejo de su preciada mano.


- no, no, no... – Le regaño divertido - ya sabes lo que te puede pasar – le amenazo.


El minino se quedo tranquilo, quieto casi como una estatua en los brazos del Slytherin, que fue hacia la puerta, donde se encontraba una aburrida Pansy, esperándolo ya sin una gota de paciencia; ella quería ir de compras, pero hasta ahora no había salido ninguna nueva colección de moda, la había comprado la semana pasada, en los desfiles de Francia, Italia y Grecia.


- necesito que cuides de Rry, a estado mucho tiempo solo y hoy no puedo estar con el – le dijo encantadoramente a la chica.


Pansy le miro con cara de “te has vuelto un idiota Gryffindor”, pero ver aquella mirada gris, que claramente no aceptaría replicas, le miro con odio.


- jamás – dijo cortante - esa bola de pelos me va a rasguñar mis manos... – le hablo desesperada, como si fuera lo mas importante del mundo.


- y los brazos, tu cara, tus piernas... – estaba pensando el minino.


- no te preocupes, se va a comportar... – le susurro, mientras le hacia cariño en la cabeza a su gatito.


Rry maulló quejándose, por aquella mano que le lastimaba su cabecita, aunque había entendido claramente la amenaza que le había dado indirectamente el rubio Slytherin.


- además que hay mucho tipo de ropa que venden para gatos ¿sabías? – le dijo a su amiga inocentemente.


Ante aquel comentario, Rry se estremeció al ver aquella mirada desquiciada que tenia Parkinson, la Slytherin solo sonrió maniáticamente - al parecer de Harry - mientras lo tomaba y lo apretaba contra su enorme pecho, casi asfixiándolo.


Pansy se despidió entusiasmada, hablando sin parar de las ropas que podría comprarle a Rry, mientras que el minino miraba con suplica a su amo, el rubio solo le sonrió con malvada diversión.


Momentos más tarde


Harry estaba casi a punto de salir corriendo, “gritar”, rasguñar, morder, lo que fuera necesario para salir de aquella tortura que el maldito, rubio desgraciado, engominado, irresistiblemente sexy...


- maldito, maldito, maldito... – pensaba Rry mientras sentía como lo volvían a manosear.


El adorable minino de Draco Malfoy, estaba en manos, de la loca – según Harry – Pansy, tres chicas de Gryffindor, cinco de Ravenclaw y diez de Hufflepuff. Después que la descerebrada – según Harry – de Pansy, se lo llevara a su dormitorio, pensó que por lo menos iba a poder conservar un poco de dignidad, pero se equivoco, cuando vio espantado que la necesitada – según Harry, ya que debería conseguirse novio, pero NO a cierto rubio que quería asesinar... – de Pansy, le mostro un hermoso vestido rosado de su tamaño...


********


Sin que Rry se diera cuenta, por lo traumatizado que estaba por verse al espejo, con un vestido rosa barbie y un laso rojo en el cuello; estaba tan conmocionado, que ni cuenta se dio, cuando estaba en medio del patio de Hogwarts, rodeado de varias chicas, mirándolo con cara maniática – según Harry – y solo se dio cuenta, cuando escucho los chillidos y como lo manoseaban completo.


Cuando las chicas, vieron a Pansy junto al adorable minino que era de propiedad, del siempre serio y engreído Draco Malfoy, con esa encantadora ropita, no pudieron evitar salir corriendo hacia la Slytherin, sin importar que muchas se llevaban mal, pero les importaba poco, si podían estar cerca de aquella peluda cosa de ojos verdes.


Así olvidando las diferencias entre las casas, las chicas comenzaron a hablar, sin siquiera tomar aire, de lo lindo que se veía con ese vestido rosa y que quedaría mas mono si le pusieran un trajecito de marinerito y otro más y otro y otro y otro... Y como por “arte de magia” estaba rodeado de varios trajes a su medida.


Hermione que iba pasando por ahí, con algunos libros en los brazos, se dio cuenta que había un anormal comportamiento en sus compañeras. Fue como buena Gryffindor – una mezcla entre malsana valentía y desmesurada curiosidad – hacia la aglomeración femenina, con las hormonas alborotadas y lo que vio la dejo pasmada...


Harry juraba una y otra vez que torturaría a su ex-mejor amiga, la muy... muy... maldita, se había unido a su tortura, en vez de salvarlo de las garras de esas arpías, se les había hermaneado y muy feliz de la vida, ayudaba a esas a probarle trajes y mas trajes, sin un descanso, sacando fotos sin parar, quedando mas ciego de lo que estaba antes, con tantos flash.


Mucho mas tarde


Pansy iba muy feliz, mas de lo que se le veía desde hace tiempo, entre sus brazos llevaba un traumado gatito, con un trajecito, de short azul oscuro, una polerita del mismo color que el pantaloncito, era un trajecito de marinerito; el pobre de Rry, estaba a punto de caer dormido en los brazos de esa descerebrada, cuando esta llego al dormitorio del príncipe de Slytherin.


- Draco aquí tienes a Rry – le dijo emocionada.


El rubio no pudo evitar sonreír malévolamente, al ver como le traían a su gatito, se dio cuenta de lo cansado que debía estar, al ver que sus hermosos ojos verdes se cerraban sin poder evitarlo. Draco tomo a su pequeño minino, divertido sin demostrárselo a su amiga, al ver el trajecito que llevaba Rry, lo tomo en sus brazos, escuchando como un suave ronroneo llenaba la estancia.


- y como se porto – le hablo a su amiga.


- excelente – dijo emocionada – espero que me lo dejes mas seguido, aun quedan muchos trajes mas – le hablo entusiasmada.


Draco sonrió de lado, mientras sentía como la cabecita del gatito, le “golpeaba” suavemente su pecho, maullando bajito; estaba tan cansado que no podía ni siquiera “morderlo” como “quería”, por dejarlo en manos de esa y esas.


- ya veremos - le contesto – nos vemos... – susurro antes de cerrar la puerta.


**********


Harry suspiro suavemente, sintiendo como algo, le acariciaba su pecho, sintió como algo húmedo le recorría el cuello y como una mano, iba hacia su cintura y la otra le apretaba uno de sus pezones, haciéndolo gemir suavemente… el azabache, sentía demasiado calor, aquel sueño era demasiado real para su gusto; abrió uno de sus ojos, luego el otro, quedándose pasmado al descubrir unos brillantes ojos grises, que le miraban fijamente...


- creo... que tu castigo aun no a terminado Rry... – susurro sedosamente.


Harry le miro ¿asombrado? ¿impactado? ¿ansioso? al rubio que tenia sobre su cuerpo, sin pensar en las consecuencias y las recriminaciones, se entrego a aquel apasionado beso, que el rubio le ofrecía, dando paso a algo más que un simple beso…


La noche era larga después de todo…

Fin.
Notas finales: Bueno espero que les haya gustado ^^ seee... que me querran matar por no poner el lemon, pero en el siguiete one-shot lo pondre o algo asi... muajaja ya veran ^^

nos leemos...

Matta ne!

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