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Caricias por Sady

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Notas del fanfic:

Los personajes utilizados en esta historia no me pertenecen ya que son creación de Masashi Kishimoto.

Fanfic ItaSasu.

Notas del capitulo: ¡Hola a todos! Me di cuenta que la página borró un proyecto que tenía/tengo de drabbles ItaSasu debido a la falta de actualización. Pues lastimosamente no guardé tales escritos así que al final es probable que ni actualice ello.

Sin embargo, heme aquí con un fanfic de único capitulo sobre esta pareja.

A veces la quiero a veces no, pero siempre gana que me guste, jeje.

Caricias

¿Para quién bailas de manera tan sensual?

**********

 

Sobre una de las paredes del local había un gran espejo que atravesaba tal muro de un extremo al otro; y ahí admiraba su propia imagen, la de un chico rodeado de manos que no querían soltarlo fácilmente. Dos cuerpos, alrededor de él.

 

La música que sonaba no era su predilecta, pero al menos para ese momento, sumado al grado de alcohol en que su cuerpo se hallaba, los sonidos creados por el DJ estimulaban fuertemente sus sentidos. Además, Sasuke sabía que por sí mismo hacía despertar sensaciones de lujuria en las otras dos personas; personas que no le interesaban en mayor grado… Su única motivación para “dejarse” manipular por unos desconocidos era que ello le gustaba, en demasía… sobretodo si ciertos ojos negros, tan iguales, tan parecidos y tan semejantes como los de él lo mirasen en esa faceta.

 

Esas manos que tocaban su pecho, que rozaban suavemente su trasero; las respiraciones sobre su nuca, el sudor que alcanzaba a mezclarse; aquella lengua desconocida que intentaba lamer parte de su piel, además de los intentos frustrados de sumergirse en su boca, todo se sumaba y traía como consecuencia a su cabeza la imagen de Itachi.

 

Sólo por eso, por Itachi, no había dejado de moverse en la pista de baile. 

 

Y quería más. No sólo le bastaba tener la imagen de Itachi en su mente y hacer de cuenta que las sacudidas dadas por otros eran hechas en realidad físicamente por parte del mayor… de aquel que sabía Sasuke no apartaba la mirada sobre su cuerpo. Sobre sus sensuales movimientos. No sólo le bastaba con los ojos negros recorriéndole visualmente su ser; quería que Itachi dejara sólo de mirar.

 

Entonces decidió elevar su propio rostro y mirar a Itachi directo a los ojos; y su hermano no dejaría pasar por alto esa clase de petición. Qué morboso… su hermano. Tan insano para los demás, tan apetitoso para él. 

 

La cara de súplica de Sasuke, jadeante haciendo gestos sofocantes, era algo ante lo cual Itachi pasaría fácilmente de cualquier trono a la humillación; de lo correcto al placer, sin contradecir en nada, sin objetar los deseos de su hermano menor.

 

Así, Sasuke vio como con su usual elegancia Itachi dejaba a un lado la única bebida alcohólica que había escogido de la barra libre, con su contenido a la mitad, mientras se erguía con sus muy negros ojos fijados en él. Y ante cada paso que daba Itachi más cerca, dentro del pecho las palpitaciones se hacían más fuertes para Sasuke.

 

De pronto hacía mucho más calor.

 

Vertiginosamente Sasuke quería sentir el ascenso al éxtasis, así como una y otra y otra vez lo había sentido antes gracias a su hermano. A su ser querido, a aquel a quien debía amar porque la sangre pesa más que el agua, y porque era tan valioso… Itachi era tan valioso para él.

 

Adoró que llegara a su lado e hiciera lo que los demás no pudieron pese a su temporal inhibición: besarlo tan profundamente sin querer soltarlo tan pronto. Los otros dos jóvenes, muchachitos de colegio que seguramente mostraron identificación de mayor de edad falsa, dentro de su leve tambaleo pero inmensas ganas de abrigar y seguir placer siguieron en su propio cuento; dejaron al mayor hacer lo que quisiera con el recién y fugaz descubrimiento de su primera vez allí.

 

Y es que Itachi se acomodó tan perfectamente con Sasuke que cualquier otra cosa que no fuera su hermano no le importaba. Unido al beso, el menor seguía moviéndose como lo estaba haciendo antes, quizás más motivado por tener al fin el cuerpo de Itachi a su lado.

 

E Itachi sabía, claro que sabía, que su adorado hermano quería mucho más, porque recordó esos ojos negros de Sasuke solicitantes de cariños y caricias, y ese recuerdo fue la razón para apartar sus labios, su lengua y su  saliva de sobre la boca de Sasuke. Aunque no dejó del todo abandonada la boca de Sasuke, porque la mano que tenía sobre la nuca del menor pasó a ubicarse en tales labios, dejando paso el menor a que el dedo que deseara entrara y se humedeciera.

 

Qué hermoso el rostro de éste. Quería apreciarlo, por siempre. Cuidarlo en lo que tenía de vida. Aclamarlo, quería aclamar siempre el cuerpo de Sasuke… así como sus sentimientos, que fueran sólo para él.

 

No era sólo un asunto sanguíneo. Era por Sasuke, por todo él.

 

Y lo amó más cuando apreció las manos níveas de Sasuke entrar sin permiso alguno por debajo de la camisa y toda la extensión de la lengua de éste sobre su cuello. Itachi de regreso por esos gestos sencillamente dirigió su mano a la entrepierna del menor para apretársela suavemente. Sonrió del mismo modo en que Sasuke lo hizo.    

 

Los pensamientos lascivos estallarían si no hacían algo al respecto. Y ellos dos sabían muy bien qué hacer.

 

Sin separarse más que unos cuantos centímetros, empezaron a dirigirse hacía el tercer piso del bar. Ese lugar siempre había sido perfecto para ellos y para tantos otros.

 

Había que pagar más que lo dado en la entrada, pero no importaba, era apremiante lo que implicaba subir allí. Eso Sasuke lo sabía, desde la primera vez en que reconoció que besar todo el cuerpo de su hermano serían sus recuerdos más preciados.

 

Y pensar hacer ello en los próximos momentos cómodamente sobre la suave textura de la cama que encontró pagado su derecho a usar un cuarto, fue lo que elevó la excitación sexual en Sasuke, decidiendo también elevársela a como dé lugar a su hermano cuando hizo sentar a éste sobre el lecho y parándose frente a él empezó a moverse con lo que todavía alcanzaba a escuchar de la música de afuera.   

 

Sin embargo, Itachi ya se encontraba tan jodidamente estimulado que arremetió sus manos contra Sasuke para desaparecer primero lo que ataba su pecho y seguidamente despojarlo de los pantalones apretados que tenía junto con sus interiores.

 

El desesperado deseo en ambos de que el contrario lo tocara hizo no demorar que Sasuke se abalanzara sobre Itachi. La lengua del menor pasó por encima de los labios de su hermano. Y dejado húmeda tal boca, ésa última palabra gritó: ¡Hermano!, muchas veces, como también el nombre del contrario, ya fuera en susurros o sonidos más fuertes, para que entendiera que todas sus razones giraban alrededor de él, de Itachi.

 

Sentir de manera fiel, sólo para él, fervientemente y dejando miles de caminos de ardor, las manos de Itachi, de su propia y única familia, incrementaban su jadeo. Lo quería para siempre. Así, queriendo maximizar las sensaciones, tanto suyas como las de Itachi, sus labios se dirigieron por todo el cuello. Sus labios se abrían y cerraban, igual al frenesí de la lengua que salía y volvía a refugiarse sólo para salir más mojada. Quería que se incrementara la anticipación.

 

Pero al final, no se negó a desabrochar la ropa de su hermano y a tocar el miembro de Itachi palpitante, apasionado y más grande que emergió debido al placer. Qué delicioso era pensar que ello era debido a él. Ambas manos de Sasuke acariciaban de arriba abajo, girándolas, una y otra vez, el pene de su hermano. Y una y otra vez salían los leves sonidos de la boca de Itachi que tantas veces le gustaba al menor escuchar.

 

Pero de un momento a otro detuvo su labor, porque Itachi también quería escucharle a él. Mas de lo que ya había escuchado.

 

El miembro de Sasuke también tenía aquel tono morado excitante, pero el mayor no sólo se interrumpió allí. Llevó su rostro hacia ese parte de la anatomía de Sasuke y lamió la zona por debajo del pene, llegando hasta su entrada gracias a la flexibilidad de ese cuerpo glorioso y sagrado para Itachi. Sasuke, recostado con sus piernas algo elevadas y dobladas, más sus caderas levantadas ayudado por el apoyo de Itachi, sintió ese jugueteo que provocaba totalmente placer.

 

— Itachi, sigue… hazme lo que quieras.

 

— Espera a lo que sigue. ¿Sabes? La quiero muy dentro de ti.

 

Ante lo que dijo Itachi, Sasuke se imaginó a sí mismo ante tal posición y siendo penetrado por el mayor, que sintió sus conexiones nerviosas eufóricas, sobretodo allí en su entrepierna; además de sus manos tensas.

 

Pero con el grato conocimiento de su hermano sobre su cuerpo, sintió como Itachi apretaba por unos segundos el extremo de su miembro para impedir cualquier eyaculación antes de tiempo. Sasuke reconocía que cuando se llegaba al orgasmo junto a Itachi, no podía quejarse de nada, porque sería tan fuerte y tan placentero. Aunque no bajaban sus ganas de seguir haciéndolo con él rápidamente en lugares tan atípicos como un elevador.

 

— La quiero tan dentro de ti, Sasuke, hermanito. Pero no exigirás sacártela. Una y otra vez muy dentro, Sasuke. Rogarás sentirla una y otra vez… —Habló Itachi ya con su boca libre de la entrada de Sasuke, pero utilizándola ahora para lamer el pecho de su hermano y morder uno de los pezones; y haciendo uso de sus manos para preparar aun más la entrada que quería embestir.

 

—Aahh… mételos más… Ya quiero —exigió Sasuke, aunque se escuchaba tanto a un ruego, al sentir como dos dedos ya se hacían paso allí abajo, en su apretada y muy acalorada carne.

 

Tiempo pasado, en su primera vez había sentido tanto dolor que aferrarse a los hombros de su hermano fue parte de su ayuda y amparo… amparo erróneo luego del momento de gloria sentido; sin embargo ahora ese dolor no significaba tanto frente a la descarga que seguidamente encontraría. 

 

Aún con su espalda recostada sobre la cama, Sasuke adoró como siempre las manos de Itachi que le ayudaban a acomodarse en otra posición…

 

Su entrada ya estaba lista para dejar que su hermano lo penetrara; así, Itachi hizo que Sasuke se sentara sobre él; y no sólo eso, sino que dejara que su miembro entrara como lo había prometido.

 

Y con sus gestos y sonidos, Sasuke pidió todo menos que parara.

 

Convulsiones no se hicieron esperar, y ellas llevaron a Sasuke a aferrarse con sus manos a la piel sudada de aquel que hacía que rebotase. Un movimiento de subir y bajar controló todo su cuerpo y la sensación de ansia por eyacular en Itachi era lo más vivo para éste en ese preciso momento.

 

Sí, Sasuke daba cortos, redundantes, insistentes y rápidos saltos a la vez que Itachi hacía lo propio para sentir la húmeda pero caliente -demasiado para él- carne de la cavidad de Sasuke.

 

Ambos se movieron como nunca lo harían con alguien más. Y también gimieron como sólo frente a su hermano lo hacían.

 

Sasuke jadeó tanto para Itachi, en su remolino de sensaciones provocadas gemir era lo mínimo que hacía; y sintió su interior ya cerca del orgasmo, aumentando el ritmo.

 

Más rápido, todo para Sasuke siguió más rápido.

 

Entonces Itachi vio cómo Sasuke se corría mojando con su semen la piel de ambos, pero más sintió cómo la entrada del menor de contraía junto al orgasmo, maravilloso y exquisito orgasmo que vivió Sasuke gracias a las embestidas de Itachi; gracias a la lasciva saliva que lo había humectado en todo el recorrido hasta ahí; a lo lujurioso y libidinoso que significaba tener sexo con su propio hermano. Itachi gozó que el ano de Sasuke le apretara su miembro, porque gracias a esa acción las ansías de llenar el interior en el que estaba con su blanquecino líquido resultaron en el orgasmo al que tanto había tenido las expectativas de apreciar. 

 

Se había sentido estupendo.

 

Lo habían sentido. Se habían movido, con caricias y cariños desde que habían llegado allí.

 

— Me gustas tanto. Eres lo único que puedo amar —dijo Sasuke con sus ojos que lentamente querían cerrarse.

 

Itachi acarició los labios de su hermano, viendo su rostro satisfecho y su respiración que poco a poco se normalizaba. Salió totalmente de Sasuke, quien había dejado caer todo el cuerpo sobre la cama.

 

—Yo también, Sasuke.

 

Itachi se ubicó al lado, paseando sus dedos muy suavemente por el pecho de su hermano. Ya regresarían en unas horas a seguir con sus estudios y trabajos, pero también a realizar mil formas de amarse. Porque recordar al otro cuanto aprecio se tenían es lo que hacían.

 

Dejaría llevarse por el sueño mientras seguía acariciando el pecho de su hermano.

 

De su hermano

 

Qué hubieran dicho sus padres si lo hubieran alcanzado a saber. ¿Y sus conocidos? Muy pocos lo sabían; quizá sólo aquellos con los que ambos alguna vez habían decidido jugar, o que lo supieron de boca de otros o al verlos juntos, muy juntos, demasiado para entender que tal contacto de piel con piel, labios con labios no era lo normal entre familia.

 

Porque era incesto. Qué palabra más linda cuando se trataba de ellos. 

 

 

Notas finales: Gracias por leer. ¿Review?

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