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Los simuladores por Aphrodita

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Si sería Tite Kubo no estaría aquí haciendo un fanfic en español de algo que me pertenece ¿Verdad? Sólo soy una fan más que utiliza descaradamente a los personajes sin fines de lucro, todo el crédito a él.

Dedicado a Yageni:

Bueno nena, como bien sabés este fic es tu culpa. Sí, vos me echás la culpa a mí de que te salen Renji x Uryuu´s yo te la echo porque hasta ahora tengo dos fics de tu pareja favorita y ninguno de la mía (los drabbles no cuentan :P)

Que la pases muy bien en tu día, ¡Feliz cumpleaños! Te quiero mucho =) a pesar de que a veces tengo ganas de matarte.

Notas del capitulo: Tenía dos títulos, uno es el que eligió Yageni (y el que actualmente tiene) y el otro era “Oculta” quizás cuando lo termine se lo cambie a éste, no sé…

Este fic será por capítulos dado que la historia es bastante compleja, en realidad la maquinación, no es que sea la gran idea, ojo… no se ilusionen. Pido perdón sino se entiende, aunque la idea es justamente esa; a medida que avance la historia verán las cosas con más claridad.
Espero poder publicarlo al menos para el nueve xD; y si no será cuando será ¿?

Me divertí HORRORES haciéndolo a Ishida de esta manera xD tan formal para hablar.
La torrencial lluvia tornaba el encuentro ms siniestro de lo que en verdad era, por un breve instante se sintieron como mafiosos que se renen en un punto en comn para hacer negocios y planear su siguiente golpe.

Ishida se coloc su saco de gabardina color ocre y sali bajo el aguacero, no estaran toda la vida aguardando por l. Sus pies chapotearon en el agua sin importarle el pormenor, insignificante junto al hecho de estar empapado de pies a cabeza.

Maldita sea el da anterior, en el que vio ese paraguas blanco en la tienda del centro y no lo compr.
Sabia esa frase que reza: “No dejes para maana lo que puedes hacer hoy”.

—Estamos todos —profes echando un vistazo general.

El pequeo techo del patio a la hora de clase era el lugar perfecto, pues se sumaba la ventaja de un da plomizo, tornando imposible la probabilidad de ser descubiertos all.

—Por qu tanto misterio, Ishida? —la pelinegro baj su paraguas para cerrarlo.
—Les dije… lo mejor es que nadie nos vea en esta situacin—repar en su colosal amigo—Sado no tienes fro as?

El otro portaba slo una camisa, manga corta, de vivos colores. Asinti, impertrrito a la pregunta de su camarada. Buscaron no distraerse ms de la cuenta, los minutos eran preciados.

—Bien —musit la pelirroja dndole el pie que el Quincy necesitaba—nos dijiste que tenas que hablar con nosotros sobre lo que conversamos ayer.
—S, vern —se ajust sus lentes apoyando el dedo en su puente—; todos estamos de acuerdo que si esto sigue as entre Abarai y Kurosaki, puede empeorar.
—No me gusta verlo a Kurosaki as —revel la dulzura del grupo sin necesidad: ya lo saban, no porque lo supusiesen (que as era) sino porque ya lo haba dicho reiteradas veces.
—Tu porque no has visto a Renji —acot la shinigami con una pizca de euforia.
—Creo que es algo que ellos deben arreglar por su cuenta.
—Tienes razn Sado, pero esto ya se est tornando un problema nuestro —admiti—; s lo que estarn pensando y no —neg con firmeza—, no tengo intenciones de unirlos.
—Entonces? —se desconcert Orihime.
—Comprendo que la unin sentimental de dos personas involucran, justamente, a esas dos personas —realiz una breve pausa para acomodar sus ideas y soltarlas lo ms claro posible y evitar confusiones—; lo que busco es que puedan librarse del peso, que es evidente, les agobia. Que admitan y logren salir adelante.
—Es decir, que salgan del closet.
—Algo as, Kuchiki —la mir, seguro—. Por un momento cre que el verdadero problema era Kurosaki en este asunto, empero descubr que en realidad es Abarai quien pone el freno. Por otro lado sabemos los gustos de ambos, los conocemos.
—Unirlos buscando puntos en comn?
—No tan as Sado —cavil un instante, buscando las palabras adecuadas—De hecho, en una relacin de ese tipo es sabido que no tiene tanto que ver: dos personas pueden atraerse sin tener gustos en comn y en tal caso por tenerlo no asegura una unin feliz o que lleve a buen puerto.
—Y tu como sabes sobre eso? —investig el mestizo sin nimos de ofender, en verdad curioso.
—Leo —sentenci—. Leo mucho.
—Entonces? —volvi a reiterar la que menos lograba entender el fin de Ishida, no por falta de luces, por simple distraccin.

La lluvia, que para ese entonces se mantuvo con un ritmo sereno y constante, en un segundo vari. Al diluvio lo acompaaban relmpagos, truenos y el consecuente sonido ensordecedor, culpa del tinglado.

—Es necesario demostrarles que el otro est, esto gracias a una situacin extrema… para ambos —remarc ajustndose, otra vez, los lentes, seguro de que estos no se haban deslizado un milmetro—Dejar al descubierto los puntos positivos, esconder sus defectos —mir a uno por uno—y no dejar de lado el quitarle toda chance para llevarlos al punto en cuestin me siguen?

Los otros tres asintieron con duda.

—Una situacin catica.

Uryuu le sonri en respuesta. Al menos Orihime haba comprendido.

—Algo as como… Un terremoto, un huracn, una guerra!
—Algo que est a nuestro alcance, Inoue —explic resignado.
—Un mal da —musit perdida en sus pensamientos —pero no entiendo como eso puede ayudarlos.
—Creme Kuchiki, si llevamos a cabo el plan a la perfeccin, tendremos xito. En menos de un mes deberamos poder ver los resultados.

Y prosigui a explicarles, lo ms sencillo y cristalino que pudo ser hasta que el resto pudiese verlo por sus medios. El plan pareca ser infalible, pero el Quincy no era tan orgulloso como para negar que las cosas podan salir mal.

—Pero… si Abarai o Kurosaki se dan cuenta —temi la pelirroja.
—Por eso mismo es imprescindible que nadie ms, a parte de nosotros, sepa de esto —tom aire—y por eso tambin de ahora en ms nos reuniremos en tu casa, Inoue.
—Pero vamos a necesitar, tal vez, ayuda.
—Tambin lo pens—su mirada se pos en la shinigami—sobre todo quizs necesitemos favores de personas que Kurosaki no haya visto nunca en su vida. Vamos a necesitar ayuda externa, no obstante jams, los dems, deben saber el verdadero fin —gui sus ojos haca su gigante colega—En tal caso t podras contactarte con tus amigos, Kurosaki no los conoce cierto?
—No hay problema.
—Pero an es temprano para hablar de eso —. Retom la idea inicial—: T, Kuchiki, te encargars de Abarai, te toca una parte bastante importante del plan puesto que tambin debers encargarte de la familia Kurosaki.
—Entendido. Deja a Renji y a los Kurosaki en mis manos.
—T, Sado, debers ir a la tienda de Urahara; vamos a necesitar algunos de sus servicios.
—No hay problema.
—Con cuidado, que l es muy astuto —. Observ a la pelirroja que esperaba impaciente por su parte—t te encargars de posibles diseos que necesitemos, de darnos tu casa y tal vez de Kurosaki.
—S!
—Ah, eso… —al mencionar al shinigami, cay en la cuenta—Les voy a tener que pedir un favor, chicas —ambas lo miraron, expectantes.
—Tendrn que disimular un romance —. Se apresur a aclarar—:Tranquilas, precisamente es imprescindible que sea sutil. Nada de directas, nada de darle a entender de manera clara, pero es importante que Kurosaki sospeche levemente que ustedes dos… —las seal con su dedo—ya saben.
—Para qu? —Kuchiki trataba de seguir el hilo.
—Ya les dije —le respondi citando palabras anteriores—: hay que quitarle toda chance a Kurosaki. Ustedes dos son las nicas mujeres, o al menos las ms cercanas que l tiene. No olviden que busca reafirmar su heterosexualidad a travs de cualquier medio, que no las sorprenda revelndoles deseos o intenciones falsas.

No porque Ichigo fuese capaz de ser falso con ellas, desde ya, eso entendan todos, pero era de esperarse que al igual que aquella noche intentase demostrarse a si mismo algo que no era… Puesto que lo comn es ir a lo seguro, a lo ms cercano; y en ese terreno Inoue era quien corra serio riesgo.

—Ojo y sean sutiles —les remarc—Aunque no lo parezca, Kurosaki es muy inteligente, se dar cuenta en un segundo si percibe algo extrao o muy anormal.

Le costaba reconocer que Ichigo estaba a la par de l; la diferencia resida en que para ser el nmero uno de la escuela era preciso quemarse las pestaas, cosa que Kurosaki no haca ms de lo necesario, y as y todo era uno de los mejores alumnos.

—Qu hacemos si se da cuenta?
—No lo har, Inoue, si tenemos sumo cuidado —realiz una breve pausa, supo que era demasiada informacin en poco tiempo—Por eso les remarqu que nadie ms, a parte de nosotros, debe saber de qu se trata todo esto. Y en tal caso de que todo se nos vaya de las manos, hablaremos con ellos. No creo, de todos modos, que haga falta.

El Quincy observ la hora en su reloj nuevo, al que haba podido acostumbrarse enseguida, tan til que le resultaba. Eso le trajo a la memoria otro detalle que estaba a punto de dejar pasar:

—Sado, t tienes un celular de ms—ante la afirmativa prosigui—: Maana llvalo a lo de Orihime.
—Para qu lo necesitamos?
—No, es que no tengo celular —not que su explicacin haba sonado rara, egosta, interesada —Digo, necesitar comunicarme con ustedes, y no tengo forma —silencio, pesado e incmodo—es slo para esto, despus te lo devolver, no tengo dinero ni inters en adquirir uno.

Caba admitir que en esa situacin le era necesario (Maldito aparato del averno).

—No hay problema —nunca quiso darle a entender al otro que la peticin le molestaba, slo lo tom por sorpresa, supo que Ishida no era muy amigo de la tecnologa de ese tipo.
—Se ve que realmente te preocupan —se alegr la pelirroja sonrindole con candor.
—Es que ya me estn enloqueciendo —no pudo admitirlo, no olvidaba que esos dos eran Shinigami, pero qu tena de malo reconocerlo? Eran sus amigos al fin de cuentas—. Maana seguimos con esto, por ahora debemos volver.

El timbre del recreo son justo a tiempo trayendo consigo a la muchedumbre estudiantil que buscaba huir de las clases, entre ellos un desconcertado Ichigo: Por qu aquellos cuatro haban faltado a la clase de historia?

No, si hasta en eso haba pensando Ishida, en el caso de que el shinigami sustituto notase estos detalles podran alegar que buscaban prepararle una fiesta sorpresa de cumpleaos… que por fortuna dicha fecha era la ms prxima.

Luego de las palabras de Uryuu y de un asentimiento general cada uno parti por su lado, tomando cuatro caminos distintos. Las gotas seguan cayendo una a una inclementes sobre el ya inundado asfalto.

***

Se observaron, unos a otros, pudiendo apreciar en cada mirada la determinacin, la seguridad en cada paso. Lo hacan por ellos, sus amigos, no buscaban nada a cambio, ni siquiera el crdito correspondiente.

—Sado Hablaste con Nova?
—S —le extendi al otro joven una hoja con todo minuciosamente anotado, tal cual como haba pedido expresamente Ishida el da anterior.
—Bien, Urahara el primer mircoles del mes entrante tiene que partir de viaje —de todos los horarios del tendero, ese fue el ms relevante.
—Nova me explic que Tessai lo acompaar, cerrarn la tienda —agreg como dato extra.
—Perfecto —. Observ a la muchacha de pelo negro—Ya sabes no? Lo que debes hacer.
—S, lo tengo claro, conozco muy bien a mi hermano. Empezar el martes. Antes de irme me har cargo de Kon.
—Ten —cedi la pelirroja una taza a su amigo.
—Gracias Inoue —repar en ella—No creo que venga aqu, pero ante la duda planea algo. Sado y yo quedamos descartados, no sabe donde vivimos.
—Creo que s sabe donde vivo yo.

El Quincy mir a su colosal amigo analizando la situacin:

—Invita a Nova.
—Hecho.
—Inoue, pon Radiohead, por favor —acomod sus lentes—trabajo mejor con msica.

Cada uno, ahora, se concentr en su taza de t y en pulir lo mejor posible el procedimiento. Nada deba quedar librado al azar y todo necesitaba ser minuciosamente estudiado, tener bajo la manga un as, o “plan b” ante cualquier contratiempo.
El grupo de compaeros permaneci encerrado en el pequeo departamento durante todo lo que qued de esa tarde gris.


Continuar
Notas finales: Gracias por leer =) Perdón por lo cortito pero prometo que en cuanto termine un Renji x Uryuu y un Shinji x Sousuke, vuelvo con este fic; tengo pensado hacer capítulos largos (no tantos como los de “X” u_u la mitad sería). Ya los tengo casi listos (a los otros dos fics y al capi uno de éste)

Sí, Yage, vos leíste mucho más, pero decidí hacer esto como introducción, ya que la parte de Byakuya me está costando un poquito más de lo pensado y muchas cosas no me convencen; si venís a mi casa, te muestro y me decís que te parece.

9 de diciembre de 2009
Merlo, Buenos Aires, Argentina.

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