Capitulo 1: La primera pelea
Desde que era pequeño nunca me ha gustado ser el centro de atención. Cuando era pequeño mis padres murieron en un accidente de coche, yo tenía cinco años, en ese entonces yo no tenia a nadie más aparte de ellos y la hermana de mi madre... Que no estuvo muy contenta cuando le dijeron que tenia que hacerse cargo de mí, nunca la había conocido antes pero no se parecía a mi madre en nada, mi tía tiene un marido Vernon Dursley y un hijo de mi edad Dudley, ninguno me quería en su casa así que aprendí a hacerme invisible cuando ellos estaban, solo los veía para comer o cenar... o cuando mi tía me mandaba a hacer alguna tarea de casa. Mi primo pasaba de mi aunque en el colegio de pequeños hacia que sus amigos me pegaran... pero dejó de hacerlo cuando cumplimos los 12 años ya que nos cambiamos de colegio porque a mi tío Vernon le ascendieron y le dieron un trabajo en Escocia y nos mudamos allí. Ahora llevamos aquí 4 años e intento pasar desapercibido en todos lados... no tengo amigos ni nada en el colegio, nadie me habla, hasta creo que no saben ni que existo, ¿aunque quien va hacer caso a un empollón? Y mi aspecto tampoco es muy llamativo.
Mi cabello es moreno y parece que nuca haya sido peinado, tengo ojos verdes y unas gafas redondas con una pata pegada con cinta, siempre llevo ropas más grandes que yo ya que mis tíos no me compran ropa y me toca llevar la que a mi primo le va pequeña.
Así que técnicamente soy invisible.
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-Señorito Potter ¿podría acompañarme por favor?- preguntó Minerva McGonagall la profesora de lengua al chico moreno, éste estaba entrando por las puertas del Instituto ya que dentro de cinco minutos empezaba la clase de Educación Física (E.F).
El chico asintió y fue detrás de ella algo nervioso. Nunca antes lo habían llamado para nada los profesores... y que él recordara no había echo nada malo.
Fueron caminando por los pasillos hasta llegar a una puerta donde había una etiqueta que ponía “Despacho de idiomas”. La profesora abrió la puerta y Harry entró dentro encontrándose con una habitación de unos por lo menos 10 metros de largo y repleta de estanterías con libros... que él suponía eran todos de lengua, al fondo podían verse un par de mesas donde suponía los profesores se sentaban...
El profesor Stranger también estaba ahí era otro profesor de Lengua, parecía que estaba corrigiendo algunos trabajos.
-Siéntese querido, no pasa nada, no tiene porque ponerse nervioso- dijo dulcemente la profesora al notar que Harry estaba nervioso.
El moreno se sentó en una silla al lado de la mesa donde no estaba el otro profesor y la mujer se sentó en otra silla al lado suyo mirándolo.
-Bien señorito Potter se preguntará porque le he echo venir aquí- el chico asintió con la cabeza- Bueno como sabrá este año su clase va de excursión a un campamento y es obligatorio ir...
-Pro... Profesora si es por el dinero de la inscripción al campamento podré pagárselo el viernes- dijo rápidamente el moreno, Harry trabajaba en un gran almacén repartiendo los pedidos de las tiendas cuando les hacían falta, llevaba un año allí y su encargado le había dicho que no había ningún problema en adelantarle algo de dinero pero que hasta el jueves no podía dárselo. Gracias a ese trabajo podría ir a aquel campamento al lado de la playa... y le hacía mucha ilusión porque él nunca había visto la playa.
-Oh no, tranquilo, no se preocupe por eso- tranquilizó ella- La cosa es que en ese campamento hay habitaciones de cuatro camas... y se notificó que los estudiantes hicieran grupos de cuatro... y usted es el único que no tiene grupo- explicaba la profesora- Señor Potter comprenderá que no puede dormir en una cabaña solo... hay un grupo que les falta un integrante así que me he tomado la libertad de apuntarlo ahí...
El moreno asintió con la cabeza.
-También quería decirle, no quiero que piense que quiero meterme en su vida ni nada... pero yo aprovecharía este tiempo en poder hacer algún amigo en su clase.
Harry enrojeció.
-Puede irse a su clase señorito Potter no se preocupe la profesora Hooch ya sabía que tardaría un poco más en llegar- dijo por último la profesora.
Harry se levanto y, despidiéndose educadamente, fue directo hacia el gimnasio... cayendo luego en cuenta de que no le había preguntado a la profesora con que grupo le había puesto.
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-Ey Draco ¿qué tal te fue anoche?- preguntó un chico de ojos azules y cabello moreno a su mejor amigo.
-Bien Blaise- respondió Draco Malfoy botando la pelota de básquet en sus manos.
-Oh vamos, tuvo que estar más que bien ¿te la follaste?- preguntó vulgarmente el chico pasando un brazo por los hombro del rubio. …ste asintió con la cabeza.
-Claro que si, nadie es capaz de resistirse a mi.
-¿Y? ¿Cómo fue?- insistió el chico.
-Una pesada... Y su forma de gemir era escandalosa, estaba en la duda si seguir metiéndosela o taparle la boca para que se callara- le dijo Draco con cara de asco.
-Oh vamos, eso lo dices porque a ti no te gusta oír gemir a nadie... eres más raro... a mí en cambio me encanta.
El rubio levanto una ceja, lo que decía su amigo era parte verdad, a él no le gustaba oír gemir, él nunca gemía... la verdad es que le fastidiaba tanto grito y gemido.
-Mira, el empollón ya esta aquí- dijo Blaise haciendo que su amigo mirara en dirección a las puertas del gimnasio- la verdad no entiendo a ese tío...- el rubio separó la mirada del chico sin importarle y lanzó el balón hacia la canasta... encestándola a la primera.
-Mierda, se me olvidó la muñequera- se quejó Draco al ver que no llevaba la muñequera puesta- Ahora vuelvo -dijo subiendo las escaleras del gimnasio que conducían a los vestuarios. Encontró el vestuario de los chicos abierto suponiendo que aún el empollón estaría dentro, suspirando entró y se fijo en el chico que había delante suyo sin... gafas.
“Joder” pensó el rubio abriendo mucho los ojos al ver el rostro de Harry... “¿Por qué mierda lleva esas gafas? ¿Es que nadie le ha dicho lo bien que está sin ellas?”
Harry levanto la mirada al oír como alguien entraba a los vestuarios y viendo algo borroso, ya que había tenido que quitarse las gafas para ponerse la camisa de gimnasia.
Se puso de nuevo las gafas y se encontró cara a cara con Draco Malfoy y bajando la mirada empezó a dirigirse a la puerta... sin poder salir ya que el chico rubio estaba delante de ella sin dejar pasar.
-Yo... ¿me dejas pasar por favor?- preguntó educadamente el moreno, el rubio lo miro fijamente a los ojos y dijo...
-¿Sabes...? Yo de ti me compraría lentillas... te queda mejor la cara sin las gafas.
El moreno enrojeció un poco de enfado.
-¿Ah si? Y dime según tú con que dinero me las compro- se quejó, no era un secreto para nadie que él no tenia precisamente una fortuna como tenía ese chico delante suyo.
El rubio frunció el ceño al oír aquel tono... nunca nadie se había atrevido a hablarle de esa manera.
-Solo era un consejo...
-Pues en vez de intentar cambiar a los demás mejor que empieza por cambiar esa personalidad de pijo que tienes- se quejó el moreno echando para atrás al rubio y saliendo deprisa por la puerta.
Draco estaba en shock nunca... nadie en su vida se había atrevido a... ¿pero quién se creía que era ese empollón?
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Pero quien se a creído que es ese idiota... le había dicho feo en su cara... él ya sabia que no era un chico guapo pero ese gilipollas se había atrevido a... Idiota.
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-Bien chicos, ya hemos llegado- dijo animadamente la profesora McGonagall dentro del autobús- ahora os voy a dar un papel a cada uno con un número, ese será el número de la cabaña que os pertenece... cuando os dé el numero podéis salir del autobús, pero no antes.
La profesora empezó a repartir los papeles uno a uno mirando los nombres para no equivocarse con las habitaciones, hasta que por fin llegó al último chico del autobús.
Harry extendió la mano y cogió el papelito que la profesora le ofrecía leyéndolo y viendo que le tocaba la número 7.
Cansado de cuatro horas de viaje en autobús salió de éste directo a coger su equipaje de la parte de detrás, cogiendo una pequeña maleta y cargándosela, fue fijándose en los números de las cabañas hasta encontrar la que le pertenecía a él. Suspirando fue directamente a la puerta pensando en quienes serían sus compañeros de cuarto, al abrir la puerta deseó no haberla abierto.
Draco Malfoy levantó la mirada de su equipaje junto con Blaise Zabini y Theodore Nott quedándose los tres un poco parados al ver al empollón de la clase allí.
Theodore que era el único que nunca se metía con nadie fue el primero en hablar.
-Hola... ¿eres nuestro cuarto compañero?- Harry asintió poco a poco con la cabeza y agachando la cabeza se acercó a la única cama que no tenía ninguna mochila encima.
Al parecer eran literas, había dos literas, en total cuatro camas... y a él le había tocado una de la parte de abajo.
Draco frunció el ceño.
-Valla valla, así que el empollón esta aquí- Dijo Blaise sonriendo.
Harry no hizo caso y sacando su MP3 se tumbó en la cama dándoles la espalda y escuchando música.
Dejando a los tres aún más sorprendidos.
-Bueno yo me voy a dar una vuelta por ahí- anunció Theo.
-Espera me voy contigo- le siguió Blaise- Draco ¿vienes?- preguntó su amigo moreno.
Draco negó con la cabeza y miro fijamente la espalada del chico tumbado en la cama, sus amigos cerraron la puerta de la cabaña y Draco fue directo al chico y se sentó en su cama de golpe haciendo que Harry se diera la vuelta asustado.
-¿Se puede saber porque me insultaste?- preguntó tajante el rubio, Harry lo miró alucinado y algo enfadado también.
-¿Por qué tú empezaste a meterte conmigo?-pregunto sarcásticamente.
-Yo no me metí contigo.
-Si que lo hiciste.
-No, no lo hice.
-Si.
-No.
-Que si.
-¡Que no!
-Parecemos idiotas-el rubio se calló, no dijo lo que tenía en la boca al escuchar eso y dándole la razón mentalmente.
-Yo no me metí contigo solo te dije que estabas mejor sin las gafas.
-Me llamaste feo en toda la cara Malfoy, ya sé que no soy guapo pero te pasaste- el rubio lo miró con la boca abierta.
-¿Qué yo, que? Oye escucha yo no te dije eso en ese sentido... solo te dije que las gafas esas no te sientan bien solo eso... Que estas mucho mejor sin ellas... no pretendía ofenderte- se quejó el rubio.
Harry lo miró raro durante un rato.
-De acuerdo te creo...- dijo el moreno al fin volviendo a darse la vuelta y poniéndose los auriculares otra vez dejando al rubio sentado en su cama.
Draco lo miro fijamente.
-¿Me dejas verte sin ellas otra vez?
Harry volvió a fijar su mirada en el rubio. Bufando se quito las gafas dejando a la vista un par de ojos verde esmeralda impresionantes y una cara fina y bien definida... ese chico tenía una cara increíble era muy guapo...
-Ehhh... oye... Tu nombre es Harry ¿no?- preguntó el rubio, Harry asintió con la cabeza- Solo voy a decirte que sin gafas eres muy guapo...- Harry enrojeció de vergüenza.
En ese momento alguien llamó a la puerta dando toques.
-Dracooo... ¿te vienes con nosotras a la playa? Vamooosss Blaise y Theo han dicho que estas aquí dentro- las chicas estaban fuera anhelando que el rubio saliera y fuera con ellas a la playa.
-Ya voy- gritó el rubio desde dentro de la cabaña haciendo que las chicas gritaran ilusionadas- ¿Quieres venir?- ofreció el rubio.
Harry negó con la cabeza.
-No, no quiero ir con esas busconas, gracias- Dijo por último desviando la mirada del rubio.
Continuara.....
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