"Es... increíble..." pensaba, entre gritos desaforados y agudos, lágrimas y saltos. El joven rubio no podía quitarle los ojos de encima. "Tanto esfuerzo para conseguir estos lugares valió la pena". No podía moverse, sus piernas no lo dejaban; tampoco podía gritar, sus pulmones no conseguían el oxígeno suficiente como para hacerlo. "Me encanta...". Todo lo que le gustaría gritar sólo lo decía en silencio, dentro de su mente que aún no podía creer lo que estaba viendo.
-¿Qué te pasa?- le preguntó un chico que se encontraba a su lado.
-¿Eh?
-Estás raro. ¿Te sientes bien?
-S-si... estoy bien.
-¿Te estás aburriendo?- el rubio negó moviendo su cabeza de un lado a otro- ¿Entonces?
-Es que...- volvió a dirigir su mirada a ese punto específico que tan maravillado lo tenía. Su amigo pelinegro lo notó.
-Ah, ya entiendo. Estás así por él.- el rubio se ruborizó- Se ve que lo admiras mucho.
-Teruki...
-¿Qué?
-Yo... quiero ser como él.
-¿Eh? No te escucho.
-Quiero ser así: subir a un escenario y hacer feliz a miles de personas.- la última canción llegaba a su fin, el cual se vio marcado por los últimos golpes del baterista.
-¡¡Gracias por haber venido hoy!!- agradecía el bajista, ante lo cual el público gritaba- Este ha sido un concierto muy especial.
-Ya es hora.- dijo Teruki.
-Nada es para siempre.- concluyó el rubio.
-No será lo mismo sin él.
-Lo sé.
-Hoy, nuestro gran amigo y baterista, Sakura, se graduará de "Moonless".- se pudo oír cómo el público se negaba, muchas personas lloraban, otros trataban de aceptarlo gritando palabras de aliento al baterista que se marchaba, mientras el resto de los miembros bajaba la mirada.
-Por favor, no lloren.- decía Sakura- Quiero ver sus sonrisas por última vez.- mas uno de sus compañeros no pudo hacerlo- Bou...
-No llores, Bou.- trataba de consolarlo su compañero guitarrista.
-Pero...
-Takuya tiene razón.- el vocalista pasó su mano por el cabello del rubio guitarrista.
-Shou...- se tranquilizó un poco- Es verdad... Lo siento, Sakura.
-Está bien... Gracias a todos, Tetsu, Bou, Takuya, Shou... gracias a ustedes.- se dirigió al público- Sin ustedes, nada de esto hubiera sido posible... Siempre estarán en mi corazón.
Así terminó todo. El concierto de graduación del baterista de Moonless, los fans llorando, abrazándose y dándose ánimos mutuamente. Todos estaban así, dolidos y tristes.
-Aquí tienes.
-Ah... gracias, Teruki.- le había traído algo para tomar.
-No puedo creer que en verdad haya pasado.
-Yo tampoco... fue bueno mientras duró.
-¿Recuerdas el día que te escapaste del trabajo para ir a verlos?
-¿Cómo no recordarlo? Si me despidieron después de eso.- ambos rieron.
-¡Cierto!
-Pero valió la pena.
-Ya no se podrá repetir.- dijo desanimado.
-¡No digas eso! Ellos nunca dijeron que se separarían ni nada por el estilo.
-Si... pero...
-Un baterista, eso es lo único que les falta. Podrán conseguir uno rápidamente.
-No es tan fácil.
-Ellos... no pueden terminar así...- sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas- Esto... todavía no termina...
-Akiharu...
-Debes hacerlo...
-¿Qué?
-Tú tocas la batería, Teruki.
-Si, ¿y?
-Seguro que harán audiciones para un reemplazante, deberías intentarlo.
-¿Estás tratando de decirme que entre en las audiciones?
-No, te estoy obligando.
-¿Me obligas?
-Si.
-No lo haré.
-Deberías intentarlo, no tienes nada que perder.
-Dudo mucho que pase.
-No sabrás hasta que lo intentes.
-Gracias por esa confianza que me tienes...- tomo un sorbo de su bebida- pero no creo que pueda ser capaz.
-Eres muy bueno.
-Pero no lo suficiente.
-Qué baja autoestima que tienes.- puso la mano en el hombro de su amigo- Si no eres lo suficientemente bueno ellos te lo harán saber.
-¿Tú crees?
-Confío en que te veré en el lugar que dejó Sakura.- Teruki suspiró.
-Lo pensaré.
Los días pasaron, Akiharu seguía tratando de convencer a su amigo baterista que intentara entrar en las audiciones. Al final terminó aceptando a regañadientes por cansancio. Eso hizo que el rubio se sintiera muy feliz. Si tenía suerte, su mejor amigo quedaría como baterista de su banda favorita. ¿Lo hizo por el futuro de sus ídolos o tenía otras intenciones que Teruki no conocía?
Una mañana, el mayor interrumpió abruptamente el sueño del rubio, golpeando la puerta de su habitación con mucho énfasis. Al notar que sólo obtenía respuestas como "vete, estoy durmiendo" o "no quiero ir a la escuela, mamá", optó por entrar sin pedir permiso. Fue hasta la cama donde se encontraba durmiendo su amigo. Tomó las sábanas y lo destapó.
-¡Infeliz, despierta!- le gritó.
-¡WAAAAAAAAAAAA! ¡No grites que estoy durmiendo!- le respondió molesto y con los ojos cerrados aún.
-Akiharu, arriba, vamos.- lo zarandeaba de un lado a otro.
-No quiero.- respondía adormecido.
-¿No quieres?
-No.
-Oh, qué lástima. Bueno, tú te lo pierdes.- le dijo mientras colocaba las sábanas sobre su cuerpo otra vez - Yo quería que me acompañaras a ver a Tetsu, Shou, Bou y...
-¡Takuya!- dijo, sentándose en la cama.
-Interesado.
-Por poco y me olvido que hoy era el gran día.- se levantó y fue a buscar algo de ropa para cambiarse.
-¿Tanto lo admiras?
-Si, él es el mejor. Claro que Bou no se queda atrás, pero Takuya tiene algo...
-¿Eres gay?- salió de la boca de Teruki.
-¡¿Eh?! No, claro que no.
-Pues por como hablas de Takuya cualquiera diría que estás enamorado de él.
-Ya te lo dije: quiero ser como él. Ser capaz de llenar una enorme sala con personas que van a verme, hacer que pasen un buen rato y disfrutar de la música que soy capaz de crear.
-¿Por eso compraste esa guitarra?- dijo el pelinegro señalando al objeto mencionado.
-¡Si! ¿No es hermosa?- dijo abrazando a su hermosura- A penas la vi, la compré. Fue amor a primera vista.
-¿Por qué dice "Miku"?
-Así se llama.
-¿"Miku"?
-Si, lo saqué de una revista que me prestó Shinya.
-Cada día estás peor, Haru.
-No soy yo, eres tú que te haces viejo.- recibió un golpe por parte de su amigo.
-Más respeto a tus mayores o no te llevo conmigo.
-Está bien, está bien.
-Bueno, apúrate o llegaremos tarde.
Luego de que Akiharu se vistió y tomó unas tostadas para comer en el camino, salieron rumbo a las audiciones de Moonless. Teruki iba muy nervioso, pero su amigo rubio hacía todo lo posible para tranquilizarlo. Había comprado baquetas nuevas, especialmente para esa ocasión. Akiharu, por alguna razón muy obvia, llevó consigo a su querida Miku, y, del estuche donde se encontraba su tesoro, sacó un marcador color negro y escribió las baquetas de su amigo: "Pase lo que pase, todo estará bien. Te deseo suerte en tu gran día... Akiharu". Ante este acto de bondad y amistad, Teruki sólo respondió "Eres pequeño pero tienes un gran corazón." Se notaba a kilómetros que esos dos eran mejores amigos desde años, eran inseparables, casi como hermanos.
Por fin llegaron al estudio donde se elegiría baterista. Había demasiada gente, tanta que la fila salía del edificio. No era de extrañarse, siendo Moonless una banda major que se había vuelto muy popular, no sólo en Japón, sino también en varios países alrededor del globo. Al ver la extensa fila, los dos chicos se desanimaron un poco.
-Don't worry, be Nyappy!
-¿"Nyappy"? ¿Qué es eso?
-Es una palabra que inventé junto con un amigo. Hicimos una apuesta: el primero que logre hacer famosa a la palabra "Nyappy" ganará. Significa algo así como "feliz", cosas positivas.
Las horas pasaban, las personas también, la fila avanzaba. Elegir baterista no era nada fácil, muchos de los interesados salían muy mal de la audición. "¿Son tan exigentes?" se preguntaba Akiharu dentro de su mente; no quería decirlo en voz alta para no poner más nervioso a Teruki. Realmente era agotador y aburrido esperar tanto tiempo, parecía que jamás llegarían. Mas, luego de dos horas y media, lograron entrar al edificio, sólo les faltaba llegar a una sala de espera, donde Teruki sería llamado para presentarse delante de los músicos. Estaban a metros, ellos eran los terceros en la fila, pero Akiharu tenía un pequeño problemita.
-Teruki, quiero ir al baño.
-¿Ahora?
-Si, hace horas que fui por última vez.
-¿No te puedes aguantar?
-No creo, ya me duele.
-Bueno, está bien, ve.
-Lo haré... por cierto, ¿dónde está el baño?
-No sé. Pregúntale a esa mujer.
-Está bien... Ah... Teruki, si te llaman y yo no estoy aquí... Da lo mejor de ti.- le dijo, posando su mano en el hombro del pelinegro.
-Gracias.
-¡WAAA! ¡Me hago!
-Ya tenías que arruinar el ambiente.
-Suerte, Teruki.
-Vete de una vez por todas.
-Si, si... Eh, disculpe señorita....
Gracias a Dios o a la mujer que le dijo dónde estaba el baño, Akiharu se salvó de sufrir un grave accidente.
-Ahh... ya me siento mucho mejor, creo que hasta bajé de peso.- dijo saliendo del baño- Ahora iré a ver cómo está Teruki... Seguramente ya lo llamaron para que pasara a esperar en esa sala... Ya no podré entrar...- suspiró- Ni modo... Creo que no podré hacer lo que quería... Por lo menos le hubiera dejado mi guitarra para que él le pidiera a Takuya que la firmara... ¡WAAAA! ¡¿Por qué no lo pensé antes?! Eres un tonto, Akiharu, todo por pensar en tu vejiga.- mientras se culpaba por no haber imaginado antes lo que podría pasar, no se había dado cuenta por dónde iba caminando, hasta que llegó a una terraza- ¿Y yo... cómo llegué aquí?- el viento sopló como burlándose- Y lo más importante: ¿Cómo haré para regresar con Teruki?... ¡Ya sé!- revisó sus bolsillos- ¿Eh? ¿Dónde lo dejé?... No lo tengo... ¡No! ¡¿Por qué justo hoy me tengo que olvidar el celular?!- estiró unos cuanto mechones rubios de su cabello, luego suspiró y se tiró de espaldas al piso- ¡¿Dios, qué hice yo para merecer esto?! Me he portado bien durante mucho tiempo... Bueno, tal vez debería llamar más seguido a mi mamá, limpiar mi departamento, deshacerme de todas esas revistas que aun tengo escondidas en casa de mis padres, devolverle a mi hermana las cosas que le quité antes de irme, renovar mi licencia para conducir, dejar de fumar... entre tantas otras cosas... Creo que hay motivos por los cuales Dios podría castigarme... Pero... ¡Kami-sama!- comenzó a gritar al cielo- ¡Ya aprendí mi lección!... ¡Discúlpame!...- el viento sopló de nuevo- ¡¡Dame una señal, por favor!!
-¿Eh?- se le acercó una persona a verlo, cuya presencia sorprendió a Akiharu, tanto que creyó moriría allí mismo.
-T... T-tú... tu e-... eres...- trataba de articular las palabras con mucha dificultad.
-¿Qué?
-¡¡¿¿Takuya??!!- se sentó de golpe.
-Ah... si, soy yo.
-Yo...- se puso de pie- Digo... tú...- Takuya sólo lo miraba con cara de no entender qué le pasaba- ¡No puedo creerlo!
-Eh...
-En serio eres tú.
-Eso creo.
-Pero... tú... ¿Cómo? ¿No deberías estar en las audiciones?
-Tal vez.
-Lo siento, no quise ser entrometido.
-No, está bien... Pues... tienes razón, debería estar allí escuchando a los candidatos... pero es muy estresante, necesitaba un poco de aire para despejar la mente.
-Ya veo...
-¿Por qué viniste hasta aquí? Puedo ver que no eres baterista.- dijo señalando el estuche de la guitarra de Akiharu.
-Vine acompañando a un amigo.
-¿Si?
-Si, yo le insistí mucho para que participara.
-Lo obligaste.
-No... bueno, al principio parecía que si, pero al final él mismo decidió venir, ni siquiera me avisó el día que se inscribió.
-¿Escuchas nuestra música?
-Desde sus comienzos, tengo todos sus discos.
-¿Tanto tiempo?
-Si... Por cierto, comenzaste siendo muy joven.
-Es que Tetsu y Sakura eran vecinos míos prácticamente desde que nací, Bou siempre fue mi senpai, incluso antes de comenzar la primaria, y Shou era amigo de mi primo, así que, cada vez que lo visitaba, me encontraba con él.
-Wow... Realmente tienen lazos que los unen muy fuerte.
-Eso creo...- se apoyó en la baranda que evitaba que cayera de la terraza- pero ahora...
-Lo siento, no quería hacerte sentir mal.
-No te preocupes, no es necesario que pongas esa cara de preocupado.- le dedicó una sonrisa- Me gusta ver a los fans sonriendo.-Akiharu se quedó en blanco por un momento al ver esa sonrisa tan única.
-Eres... sorprendente.
-¿Por qué?
-Porque eres muy maduro para la edad que tienes.
-Todos me dicen eso, especialmente porque soy el menor de la banda.- suspiró- Lo que sucede es que Tetsu y Sakura ya están muy viejos, Bou y Shou van por ese camino.- ambos rieron.
-Entonces creo que yo también estoy haciéndome viejo.
-¿Qué?
-Ya casi tengo 26.
-¿En serio?- lo miró sorprendido.
-¿Aparento menos?
-Por tu forma de ser, si.
-Siempre digo que hay que mantener un espíritu joven, no importa la edad que se tenga.- Takuya rió.
-Creo que tienes razón.
Guardaron silencio por un momento. ¿Cuándo fue que comenzaron a hablar con tanta confianza, como si se conocieran de toda la vida? ¿Qué pasó con los nervios de Akiharu al encontrarse con su ídolo? Takuya realmente era agradable, aunque muchas veces pareciera ser tímido, cuando uno llega a conocerlo se da cuenta de cómo es en realidad.
-Bueno, será mejor que regrese.
-Si.
-Me gustó hablar contigo.
-Lo mismo digo.- se dieron un apretón de manos- Ah... por cierto... ¿Podría pedirte un pequeño favor?
-Claro, no hay problema.
-¿Podrías autografiar mi guitarra?- preguntó haciendo una reverencia.
-Seguro, ¿por qué no?- lleno de felicidad, Akiharu sacó su guitarra del estuche que la protegía y le entregó el marcador a Takuya-Es muy linda.- dijo al ver a la tan bella Miku, mientras dejaba su firma en ella- Aquí tienes.- le dijo entregándole el marcador.
-Muchas gracias, en serio.
-No fue nada.
-Bueno, ya no te quito más tiempo.
-Está bien... Fue un placer conocerte... Miku.- luego dio media vuelta y comenzó a alejarse hasta que ya no se lo vio más.
Akiharu, quien abrazaba su guitarra fuertemente, quedó mirando la puerta por donde Takuya había entrado al edificio. Estaba en blanco, con el pulso acelerado y la respiración algo entrecortada.
-Pero... me llamo Akiharu.