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El Alas Azules, El Cuarto. por Aries Shade

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Notas del fanfic:

Ninguno de estos personajes me pertenece, todos y cada uno son de sus creadores, quienes sean estos, solo los tome prestados para dar vida a mis locas historias XD, que eso por y para la comunidad de mundial!!!! Espero les agrade mi historia… jejeje.

Notas del capitulo: T_T PERDON!!!!!!!!! no habia podido publicar TT.TT pero lo bueno es que ya son Cuatro de Siete ^.^ !!!!! si espero que les guste y me dejen algun mensajito aunque sea chiquitito...
El Alas Azules


Las guerras por fin habían terminado, tanto la tierra como las colonias por fin están en paz, ¿Cuánto habían sudado, llorado y sangrado por aquella tan ansiada paz? ¿Cuántas vida se habían perdimos en ella? ¿Cuántas se habían destrozado?... nadie lo sabia con certeza, bueno, tal ves solo tal ves él era el único que lo sabia, él que entre los mas oscuros y profundos infiernos de la guerra había nacido y crecido, él que prácticamente era un oriundo de las fétidas runas que dejaba la guerra y la muerte… él que había sangrado como pocos por la paz…

¿Que era él ahora, no debía haber después de ésta terminar poder simplemente vivir en paz, rehacer su vida, o en su caso, crear una vida? Pero nada salió como debía, él pasó de ser un soldado de las colonias que luchaba por la libertad y la independencia, hacer un simple perro de esa mocosa mimada y caprichosa…

Esa maldita niña que ahora era la soberana de todo, aquella a la se le rendía tributo, y él que solo buscaba la paz, la libertad y la independencia pasó a solo ser uno de sus juguetes, el juguete testarudo y desobediente que merecía ser castigado, tortura mejor dicho.

Su largo cabello castaño rojizo había desaparecido por los caprichos de esa, ella lo había hecho cortar, cuanto amaba su cabello que formaba parte de la colección de artículos curiosos de esa maldita imbécil!! Recordaba como lo había echo y su rabia crecía!!! Por eso con ella tendría mas ahincó a la hora propia de su liberación, la sentía tan cerca que podía olerlo en el viento…

Se vio un minuto en espejo de cuerpo entero de su habitación antes de salir, su apariencia la de un joven de dieciséis, aunque de hecho tuviese diecinueve, aunque nadie ni por enterado se daba, eso era bueno, no quiera que los demás supieran que el envejecimiento de su cuerpo se había detenido.

Se miro detalladamente, sus ojos eran de un hermoso tono amatista, tan raro y profundo, aunque ahora podía ver que estaba mas oscuros de lo en realidad eran, no que importara mucho, realmente no le importaba en lo absoluto. La camisa de su uniforme estaba entre abierta, podía observar su marcado y trabajado abdomen, cerca de los bordes de sus caderas podía aprecia las líneas azules que formaba sus tatuajes, ese hermoso color que marcaba su hermosa piel blanca. Otros tatuajes estaban sobre su ombligo y otros más sobre la parte alta de su espalda, cuello y unión de cabeza. Esa marcas cada día se hacían mas visible, tan visibles que pronto esa dimensión morirá por ello.

Cerro sus ojos mientras jalaba aire a sus pulmones con fuerza y se concentraba, un pequeño destello azul recorrió todo su bello cuerpo, al abrir sus ojos en ellos era menos visibles las pupilas pero las marcas, los tatuajes habían desaparecido, o eso parecía. Se acomodo bien la camisa para abotonarla después, mientras suspiraba pesadamente se acomodo los pantalones para que esta quedaran bien faldada, mientras terminaba de vestirse miro con ira su imagen, ¿Dónde había quedado su hermoso y largo cabello castaño!!!? Ese que lo había acompañado desde el inicio de la guerra misma… lo sabia, esa lo tenia!! La odiaba con todo su ser!!! Pero no había por que precipitase, pronto muy pronto esa se estaría retorciendo y gritando de dolor mientras él disfrutaba viéndola. No, no dejaría que muriera pronto, tal ves un siglo o dos en torturas y luego la desecharía una ves que se sintiera satisfecho!!!

Pero por ahora debía alejar esos pensamientos de su mente, solo por ahora. Paso suavemente el cepillo sobre sus cabellos, demonios era incluso mas cortos de lo que los acostumbraba a llevar él, ese maldito.

…l, cuanto le odiaba ahora!!! Cuanto lo había amado antes, lo odiaba. Suspiro… en realidad si lo pensaba correctamente, lo analizaba, no podía sentir nada, eso lo odiaba, todos sus dulces sentimientos se habían sacrificado, lo había perdido por ese maldito, ese puto mundo!!! Lo único que por desgracias había conservado era las emociones negativas, solo podía variaban en lo podía “sentir”, si ha eso se le podía llamar sentir pues solo era emociones negativas, solo y únicamente podía sentir rabia, cólera, celos, ira… es decir que lo único que podía hacer era enfadarse, en sus variadas escalas, ah!! Y el único sentimiento que sentía era el odio!!! Joder lo odiaba todo!!!

Se termino de vestir y salió por fin de la habitación… camino distraídamente por lo corredores, por dios!!! Donde había quedado su libertad!!! Ahora lo mas que deseaba era regresar a esos tiempos de guerra en donde era libre!! Pero no… volvió a respirar para tranquilizarse, debía actuar y hacer como que no pasaba nada… en su rostro se formo una sonrisa… ¿dulce?, na así no era él, veamos otro intento… una sonrisa… ¿lujuriosas?, grrrrrr… no, no era esa… concentración, concentración… no era nada fácil tratar de fingir una emoción y ahora tratar de fingir sentir todas le causaba irritación… un intento mas y por fin le salió esa sonrisa cínica que lo caracterizaba…

Camino lentamente hasta llegar donde se encontraban los demás, los ojos verde agua de su amigo voltearon rápidamente hacia él, también los negros, verdes y por ultimo los ojos cobalto. En esos ojos sin emociones, esos humanos que intentaban actuar como maquinas sin sentimientos, cuanto daría él por poder sentía algo más que ira, más que odio, pero no. Ellos hacían eso por gusto, y él simplemente los odiaba por ello. Más no dio señales en su rostro de su turbación. Camino hasta colocarse cerca del rubio.

- ¿Qué hay chicos? ¿Por qué esa caras largas? – dijo con su vos burlona y divertían, aunque simplemente en su interior estuviera irritado.

No hubo respuesta de los otros más que un par de miradas, pero el rubio sonrió con dulzura y fue quien el contesto después de unos minutos.

- La reina Relena, aun no llega… Duo… - respondió con tranquilidad y una sonrisa.

- Ahhhh… que aburrido… espero que se de prisa – sonrió de nuevo esta ves sin darse cuenta copio la sonrisa del rubio regalando a los demás una sonrisa dulce.

Un par de ojos se giraron levente para poder apreciar mejor aquella dulce sonrisa.

El de ojos violetas se dio cuanta de tal acción, la ira en su interior se incremento exponencialmente, mas sin embargo siguió inmutable y sin dar señales que haberlo notado, con un esfuerzo sobre humano corrigió su sonrisa de nuevo a aquella cínica que había tenido minutos antes.

Los minutos pasaban en silencio, en aquel molesto y odioso silencio, un suspiro escapo de los labios del ojos violetas, odiaba el silencio, y aunque ahora él era a quien le gustaba hablar, o le había gustado, la realidad era que le gustaba estar en silencio pero acompañado, cuanto extrañaba la dulce vos de su igual, de su contraparte, cuanto extrañaba los amatistas ojos del otro, aquello tan iguales a los suyos y a la vez tan diferente. Cuanto extrañaba sus brazos rodeando su cuello o su cintura, cuanto extrañaba sus labios en su cuello, la sedosa piel del otro, cuanto el extrañaba a él y lo sabia, pronto estarían junto otra vez y en sus brazos por fin podría olvidar que alguna vez había “amado” a un ser tan imperfecto como lo era un humano, como lo era ese humano del cual, cuando aun poseía todos sus sentimiento, se había enamorado loca y perdidamente.

Su cavilación se vio interrumpidas por la indiscreta entrada de la rubia reina Relena que con un portazo y un sequito al que no pasaba de chillar entraba al salón, a ver en que idiota e innecesaria misión los mandaría, rodo lo ojos mentalmente aunque sin cambiar de expresión. Su rubio amigo el sonrió en apoyo.

Treinta minutos después ella salía del salón chillando a sus pobres soldados, que espantosa y horripilante voz poseía tal mujer (^^ lo siento pero… na la odio ¬¬) y como siempre los mandaba a hacer otro estúpido mandato, de seguro Heero o Trowa lo harían después de todo ellos junto a Wufei eran mas serviciales con ella, ciertamente a los ojos de todos tanto él como Quatre eran los mas sumisos y obedientes pero no era así en realidad pero… ¿para qué desmentir?

Se dividieron por parejas para tal misión y él se fue con los otros, aun recordaba cuando tan solo habían sido los dos, pero ciertamente ella siempre había estado primero que cualquier cosa en las prioridades de su gran amor. Cuando lo supo había sufrido mucho pero se había prometido darle libre albedrio para elegir con quien estar a pesar de su propio sufrimiento.

Había soñado que le escogía por propia voluntad, que le correspondería a sus sentimientos y salvaría a esa dimensión con su amor, con su juramente de eterno amor pero ello no pasaría al parecer, su dolor y desamor habían ido creciendo en su corazón hasta que poco a poco empezaron a carcomer sus sentimientos puros. Cuando el tiempo paso y la fecha se cumplió tuvo que sacrificar, entregar sus propios sentimientos con la esperanza de al dar mas tiempo a aquellos que vivía en ese mundo, a su amado este le correspondiera de alguna manera para salvar a su mundo pero el tiempo se agotaba y él… él… él seguía profesando esa devoción ciega a ella, a la reina.

Sabia de alguna manera que esa rabia en su interior solo era por una razón, era el rescoldo de lo que había sido su amor, su dolor y su esperanza… ya no quedaba tiempo… las dimensiones están a punto de colapsar y esos significaba el fin para todos… los gemelos aparecería y con ellos el fin.

Lo bueno seria que el podría torturar a placer a la reina Relena por haber osado cortarle su cabello… y así!! También por quitarle el amor de la persona que le correspondía… aquella a quien había dado un trozo de su alma.

- Duo… - las palabras suavemente pronunciadas lo regresaron a la realidad, su amigo estaba a su lado, su mejor amigo y el único en esa dimensión que sabia su secreto y también lo soportaba con ese horrible carácter que se cargaba por solo poder sentir odio.

- ¿Qué ocurre Quatre? – el rubio dio un ligero respingo al oír su nombre pronunciado en mis labios, si aun tuviera sentimiento de seguro sentirá ternura por él.

- Nada… - suspira mientras me sonríe, su sonrisa es muy inocente a pesar que de ser lo que es, lo que se le obligo a ser, un piloto, un asesino – creo que deberíamos darnos prisa para completar la misión antes que ella… - susurra lo ultimo… mi pobre, pobre amigo.

Aun no podía creer lo malvada y falsa que es ella, la reina, es una maldita por un lado dando paz, libertad y orden, por otro ordenando que violen a uno de sus más devotos soldados solo por los rumores de sus preferencia sexuales y por su belleza que la deja muy por debajo, o si Quatre es uno de los seres mas bellos de ese universo, y Relena no podía ni competir contra eso.

La maldita era una homofóbica, ordeno a su querida Dorothy que violara a Quatre para corregir su desviación, aunque también lo había echo para que Quatre siempre fuera sumiso y temeroso de ella.

Dorothy lo había hecho, había ayudado a Relena con la esperanza de congraciarse con ella y también para embarazarse de Quatre, cosa que por ningún motivo él permito, aunque no pudo evitar la violación contra su amigo si evito que esta diera frutos, sin que nadie se enterara, ni siquiera el propio rubio en su momento, seco el vientre de la rubia Dorothy Catalonia.

Aun recordar lo traumado que había estado el rubio por eso, aun recodaba sus lagrimas y temor, su asco a su propio cuerpo, tal vez no había sido él el penetrado pero que lo hubieran obligado a entrar en la rubia le causo igual de trauma como si hubieran tomado su propio cuerpo.

Y lo peor había ocurrido después cuando el propio amor del rubio lo había engañado con otro, si el rubio amaba a un hombre, pero este le había engañado, el rubio era muy puritano y aun no se sentía listo para hacer “eso” y que ironías de la vida, había sido violado por una mujer y había descubierto a su pareja metiéndose con otro justo cuando mas le necesitaba.

El rubio lo había necesitado, y él también al rubio, por eso lo había tomado para si. El rubio ahora ya no era humano, el rubio lo había aceptado así, como regalo hacia él había borrado los rastros en su cuerpo de lo ocurrido con la rubia también en parte había velado sus recuerdo de eso para que el rubio lo superara con mas facilidad. Como testigo de aquel trato entre ambos ahora el rubio portaba orgulloso un tatuaje que había cerrado el trato. El rubio se salvaría de morir en aquel mundo y se iría con él y sus hermanos.

Los pasos de ambos amigos se detuvieron un momento, el de ojos amatistas tomo con cuidado y delicadeza la cintura del rubio, acarició con sumo cuidado y paciencia las mejillas del rubio quien enseguida se sonrojo por el acto, beso su frente y luego su nariz, era besos casto, suaves e inocentes, por ultimo beso sus labios mientras su mano se colaba por la camisa del piloto del Sandrock la dirigió directamente hacia su pecho, hacia el pezón que acarició suavemente luego presiono un poco, el pecho revelo su tatuaje, el tatuaje que marcaba a Quatre como perteneciente a Duo, un marca mas apareció sobre la frente del rubio. Ambos tatuajes era de un hermoso color azul, como llamas azules. Dou sopo en medio del beso enviando parte de su aliento al cuerpo de Quatre ayudando un poco mas al cambio.

Aquello tatuajes en el cuerpo de castaño otra vez se hicieron visibles, los ojos verdes le miraron con un poco de dolor al saber que ellos significaba que Duo aceptaba cada vez mas que nunca seria amado y con ello el fin de esa, sus dimensión.

- No debes temer por nada Quatre, yo te protegeré, eres mío, mi amigo y te llevare cuando las puertas se abran – acarició suavemente sus rubios cabellos – pronto iré por mi hermano mellizo… luego mis hermanos mayores vendrán a escuchar mi decisión y ya no abra atrás… el amor fue su perdición…

- Le tiempo a terminado – susurro- ¿verdad? – sus ojos se llenaron de lagrimas – todos morirán…

- No llores precioso – acarició suavemente sus mejillas llevándose las lagrimas que brotaban por los matinales verdes – tú estarás a salvo… y ellos al fin alcanzaran su ansiada paz… en la muerte…
Notas finales: Si, sé que no entendieron mucho TT-TT pero les adelanto que este es uno de los siete XD, inicios de mi fic largo, les daré una breve explicación, aunque dudo que algún lea las notas al final de los fic ¬¨¬ pero en fin u_u, mi fic largo *.* (como lo llamo) tiene siete protagonistas, siete sub-protagonistas, y claro los que son las parejas de estos, perooooooo las historias van por separado, por tanto cada uno en su propia categoría, jejeje sip son de diferentes animes e historias (de siete categorías en realidad pues tome un protagonista y un sub-protagonista, con sus respectivas parejas de cada categoría)… ¿Dónde iba?... Así!!! Son siete fic cortos y uno largo, cada protagonista y anexos se desarrollara en su propio mundo hasta llegar al punto donde dos historias converjan, pasando de siete a cuatro, y de cuatro a dos y de dos a la historia central, jejeje… como de darán cuanta Dou Maxwell es el protagonista y Quatre Raberba Winner, el sub-protagonista, además que las parejas de estos que son otros dos soldados o Expilotos que luego mencionaremos… bueno ya me alargue, nos vemos en otro de los fic cortos que le siguen a este!!! Chao!!!

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