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El Paciente por Zafira

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a Masami Kurumada

Notas del capitulo: Comentario:

Para Hikari_Senshi

Que pases una muy Feliz Navidad… espero que mi pequeño obsequio sea de tu agrado, y cumpla con las expectativas que tenías de esta pareja… jejeje no te negaré que me costo tantito escribirla, pues no son personajes que maneje juntos… pero me gustó el resultado…

Muchos besos…


Zafira
El Paciente

Lo había conocido hacía unos años por casualidad, él se estaba escondiendo de sus guardaespaldas en uno de los shopping recién inaugurados de la ciudad, ya le parecía al recién graduado doctor que había demasiada concurrencia aquel día… por lo general al alto rubio de ojos dorados no le gustaba el bullicio, pero como era el cumpleaños de su madre y necesitaba comprarle un regalo, decidió ir ahí… sus ojos rápidamente repararon en un joven que se ocultaba tras un maniquí, parecía molesto y fastidiado… miraba de un lado a otro cual si fuera un criminal… de hecho, debido a su atuendo, eso justamente pensó que era…

Claro que su apariencia entonces era mucho menos madura que la que podía apreciar en aquella revista, con él se cumplía aquello de que… hijo de famosos, será famoso… Kanon Géminis era, en aquel entonces, una estrella naciente del mundo de la actuación, además de que ya tenía una carrera hecha en la música, su primer sencillo había sido todo un éxito… aunque claro, en esa época él no lo sabía, después de todo, no veía mucha televisión y mucho menos escuchaba las radios…

Sonrió ante el recuerdo… cuando al fin fue a encararlo debido a su sospechosa manera de actuar, fue descubierto… su expresión de verdadero pánico, le dio la pauta al joven doctor de su error… hasta se diría que sintió cierta simpatía hacia el joven actor… una de las encargadas del lugar hecho un grito tal que un mar de fans fueron hasta él, entonces sin saber a la perfección por qué lo hizo, lo tomó de la mano y se lo llevó de ahí…

¡Eras mucho más joven e inocente en aquel tiempo Kanon…! – susurró el hombre de dorada cabellera, al cerrar sus ojos volvieron a su mente los recuerdos de aquella sonrisa agradecida y su particular presentación… y de esas últimas palabras que habían sellado su amistad a distancia… “¡Me haz salvado… de hoy en más te considero mi salvador y mi amigo!”… abrió lentamente sus ojos, miró nuevamente la publicación, seis años desde que se conocieron, seis años desde que sus mail les servían para contarse todo… bueno, quizás solo cinco de eso… pues en el último año había reinado el absoluto silencio entre ellos, culpo a la fama y a sus obligaciones, después de todo, Kanon era famoso… - ¡Ahora me necesitas amigo… te ayudaré… lo prometo!

Era tapa de revistas, además de que el accidente fue todo un escándalo… Saga, hermano mayor y gemelo de Kanon, había muerto en un trágico accidente automovilístico, al parecer perdió el control del auto y fue a dar a un precipicio… el vehículo estalló casi al instante, jamás se encontraron los retos, los rumores hablaron de una fuerte discusión entre los gemelos… Kanon había cancelado todos sus conciertos debido a la fuerte depresión en la que cayó… aunque aún actuaba… sin embargo, según lo que acababa de leer el rubio, la estrella pensaba retirarse también de la actuación…

Era la ahora en que Radamanthys podía serle de ayuda a su amigo, uno de los representantes del actor lo había contactado para que pueda atender a su representado… por lo que le informó, Kanon había aceptado ser tratado, de no conseguir superar su depresión, se retiraría del mundo del espectáculo permanentemente… Rada sabía de primera mano, que el menor de los gemelos adoraba su carrera, aunque le atosigaran tanto los guardaespaldas… él solía escribir… “¡Yo soy mi actuación… mi talento es mi aire… y mis fans son mi propia vida, si llego a perder eso… no quedará nada de mi alma!”…

¡Si… habla el Doctor Radamanthys Wyvern… estoy de acuerdo con tomar el caso… esperaré al señor Géminis en mi consultorio mañana a las 16:00 horas!… - ya estaba hecho… el rubio sonrió acomodándose en su asiento respiró profundamente, no sabía con qué se encontraría al día siguiente, si la prensa no mentía, debería hacer uso de toda su experiencia para sacar a flote a su amigo… pues lo que le llevó a aceptar el caso, fue que el preocupado representante le había comunicado que en su desesperación, Kanon había intentado auto eliminarse… y él no podía permitir eso… - ¡No lo voy a permitir… no lo haré!”…

-.-.-.-.-.-

Fue al café al que siempre iba por las mañanas con intensión de desayunar… saludó al dueño, Aiacos… ellos fueron compañeros en secundaria así que su amistad había durado bastantes años… se sentó en el mismo lugar de siempre, leyó el periódico… estaba en su mundo cuando la campañilla de la puerta del lugar lo desconcentró… miró de reojo hacia aquella dirección… no podía creerlo, casi se le derrama el café encima… se puso de pie lentamente mientras sus ojos no se apartaban de quien acababa de entrar… “¡Kanon…!”…

Un hombre de larga cabellera azul había entrado, vestía una remera de color roja y unos pantalones ajustados negros, encima de todo llevaba puesto una gabardina también de color negro, se había quitado los lentes, no reparó mucho en el lugar, pidió un café y se sentó en la barra… Aiacos se le quedó mirando solo un segundo, antes de atenderlo sin hacer mayor revuelo, aunque sí, le dirigió una mirada curiosa a su amigo de juventud…

Lentamente el oji dorado se fue acercando a quien hacía tantos años no había visto en persona, sonrió al notar que era solo unos pocos centímetros más altos, y con su traje perfectamente impecable, nadie diría que conocería al siempre llamativo Kanon Géminis…

¡Ha pasado tiempo, no es así… amigo mío! – habló sereno Radamanthys colocando una mano sobre el hombro del recién llegado… este bebió rápidamente su café, se volteó a quien le había tocado…

¡Yo no lo conozco… no me moleste! – la frialdad de aquella mirada congeló al doctor, quien lo miró confuso… esa expresión de soberbia, esas palabras frías e irónicas, incluso el que lo haya mirado de pies a cabeza, antes de hablar le había dado la impresión de que aquel hombre era una persona totalmente diferente al que él conocía… - ¡Disculpen! – y sin más simplemente se fue…

¡Vaya… por lo visto la gente cambia para mal! – Aiacos le había sacado del estupor en que había sido dejado… asintió con lentitud, sentía oprimido el pecho… no era esa la manera en que se imaginaba sería su reencuentro, después de todo, Kanon era sumamente cálido en sus mails…

¡No puedo decir que he cambiado mucho… tal vez solo… supongo que esta tarde sabré qué tiene! – murmuró el rubio, fue a su asiento y tomó su periódico, pagó su cuenta y se retiró…

Estaba haciendo mucho frío, estaba nublado… en cualquier momento nevaría y entrarían en la maravillosa estación del invierno… suspiró sonoramente al llegar a su consultorio, su secretaria Pandora ya estaba ahí, puntual como siempre…

¡Buenos días señor, Wyvern… recuerde que hoy es el aniversario de bodas de sus padres, ya mande a pedir que les envíen un obsequio, a las 10:00 horas tiene cita el señor Shaka Virgo, me dijo que está mejor pero que aún piensa que Buda lo vista en sueños… el joven Shun Fénix canceló su cita para las 11:00 horas…! – hablaba la joven consultando su agenda…

¡Dijo por qué la cancelaba! – Rada miró la peli oscura…

¡Dijo que había conocido a alguien y que saldría con él… creo que sonaba bastante animado! – la mujer habló bajito al murmurar aquello, ambos sonrieron, pues el niño les parecía encantador…

¡Pues me alegro…! – comento el hombre abriendo la puerta de su oficina - ¿Algo más?

¡Si… a las 14:00 horas lo visitará el señor Hades, creo que conoció a alguien, su humor estaba bastante más agradable que de costumbre…! – comentó la joven entregándole al doctor unos expedientes - ¡Ah… y desde luego…! – Rada notó el brillo en los ojos de la mujer, casi podía ver corazones a su alrededor… - ¡Kanon Géminis confirmó su cita… llegará a las 16:00 horas!

¡Uhmm… bueno, después de él ¿no tengo a nadie?! – el rubio observó los expedientes que le había entregado…

¡Aún no! – contestó la joven…

¡Entonces déjame la tarde libre, después de que el señor Géminis se vaya, tengo otro compromiso… si alguien llama pásalo para mañana! – Rada tomó su celular y marcó a sus padres… la joven asintió y salió para continuar con su trabajo…

.-.-.-.-.-.

Hades se había marchado hacía a penas unos veinte minutos, no podía creer que las cosas se hayan dado así, pero estaba satisfecho… al final, lo que le faltaba a su siempre ocupado amigo Hades era enamorarse, y lo que le faltaba a su pequeño paciente Shun, era lo mismo… “¿Qué pequeño es el mundo?”… se habían conocido en la salida de una estación de servicio… fue amor a primera vista, se sentían uno como parte del otro, y comenzaron a hablar… Shun era alguien demasiado amable al que la pérdida de sus padres y el continuo abandono de su hermano lo habían llevado a un sentimiento de soledad que le había creado un creciente deseo de morir… Hades era alguien que no le temía a la muerte y que era fuerte y sabio…

¡Ummm acabo de perder a un paciente… no se por qué estoy tan feliz…! – murmuró audiblemente el rubio…

¡Es por que el señor Hades lo llamaba casi todos los días a la media noche para hablarle de trabajo y preguntarle su opinión de la vida… o contarle de su última acabada conquista… y que por primera vez se veía totalmente embelesado por alguien… casi se le iban los ojos hablando de él! – Pandora había hablado mirando contenta al rubio, ambos de hecho se conocían con Hades desde la secundaria… y por que lo conocían, sabían que al fin alguien lo había atrapado… - ¡Shun es tan afortunado… me imagino que lo perdió de paciente, pero que pronto tendrá a otro… cuando su hermano mayor se entere, va a necesitar terapia…!

¡Pandora… si me aprecias… no me desees tener que lidiar con ese muchacho… o el que necesitará terapia seré yo jajaja! – Rada miró divertido a la joven… - ¿Qué pasa…?

¡Pues… ya está aquí, señor… aún no es su horario… pero pensé que usted querría atenderlo ya! – la mujer parecía estar conteniéndose para no dar de saltitos por la habitación… el oji dorado se puso serio, comenzó a sudar un poco al asentir…

¡Dígale que pase! – se acomodó en su lugar esperando a su próximo paciente… - ¡Señor Géminis… lo estaba esperando, me alegro que haya venido!

¡No tuve muchas opciones…! – dijo el peli azul sentándose frente al rubio…

Nuevamente lo trataba frío… hasta parecía que no lo conocía… Radamanthys sabía que en los seis años desde que se conocieron, él no había cambiado casi nada, quizás había ganado altura y musculatura, además de la necesidad de usar anteojos para leer, pero por lo demás, era exactamente igual a cuando lo conoció en el Shopping.

¡Casi todos mis pacientes dicen lo mismo… así que espero poder lograr que usted cambie de parecer… y logre salir de su depresión… espero no le moleste que lo llame Kanon…! – Rada intentó hacer uso de toda su diplomacia… al fin y al cabo, él era un profesional…

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Miraba atento cada expresión, era como intentar ver a través de un muro… le habló de la gran rivalidad que existía con su gemelo, de cuanto lo envidiaba… le contó que desde pequeños competían, que Saga era la perfección encarnada, pero que era él quien siempre obtenía toda la atención. Le habló de amores que no funcionaron por que él se entremetía en las relaciones de su hermano, así también, Saga no le permitía tener una… debían ser sólo ellos para que todo estuviera bien… a veces era testigo de verdaderos cambios de humor, incluso su mirada de cálida y dulce, se ponía fría y distante… pero era todo lo que le decía, jamás siquiera pareció recordarlo, y eso en el fondo le dolía, pues él realmente creyó que eran amigos…

La cuarta sesión había terminado… en un momento las cuestiones relatadas fueron tan fuertes que el peli azul comenzó a sollozar… era una actitud extraña, considerando que sólo minutos antes se mostraba frío e irónico… intentó consolarlo poniendo una mano en su hombro, más nuevamente su mirada cambió, y apartó la mano advirtiéndole que no volviera a ponerle una mano encima a Kanon…

¡Todo parece indicar que sufre un trastorno de identidad… después del duro shock de perder a su hermano, la mente de Kanon albergó la conciencia de Saga… es por ese motivo que a veces suele mostrarse tan frío y cortante, y también es por ese motivo que no recuerda ciertas cosas de su pasado, pues incluso olvida qué me acaba de relatar siendo uno de las dos personalidades…! – Rada detenía la cinta que grabara, miraba nuevamente su expediente…suspiró pensando cómo sería la mejor manera de ayudarlo… luego continuó - ¡Es tan marcada cada personalidad, que incluso hace uso de algunas características de su hermano desaparecido… pues cuando Saga toma posesión de su consciencia, puedo observar que es diestro, esta situación cambia cuando la conciencia es de Kanon, pues es bien sabido que él es surdo…! – nuevamente detuvo la cinta… aquella vez en el café, el agarró la taza con la mano derecha… - ¡Kanon se siente culpable de la muerte de su hermano, y es por eso que creo en su propio cuerpo la personalidad del mismo… si no logro hacer que eso se revierta, tal vez la personalidad de su hermano mayor tome el control total sobre el cuerpo de Kanon… es necesario que Kanon acepte la muerte de su hermano y continúe con su vida…!

Para ayudarlo en su análisis llamó a un colega suyo, este casualmente era el médico de la familia Géminis, y conocía a los gemelos a la perfección… Rada deseaba saber más de Saga, para así ayudar a Kanon a que lo haga descansar en paz… pidió a quien fuera hacía tiempo su maestro en la universidad, que le enviara el expediente de Saga… este acepto hacerlo… el viernes a más tardar se lo haría llegar…

Pandora le servía una taza de café… cuando al fin él le brindaba algo de atención, le informó…

¡Tienes una cita a las 15:00 horas…! – dijo con tranquilidad, aunque había un tono burlesco en su voz…

¿Quién…? – preguntó curioso el rubio…

¡Ikki Fénix jijiji! – mencionó antes de salir muy divertida.

-.-.-.-.-.-

¡Estuve leyendo mis mails, lo siento… no te recordaba! – Kanon había invitado al rubio a cenar, cosa que extrañó al doctor, pero aún así aceptó… justamente unas horas antes Pandora le había informado a él, que Kanon había llamado para solicitarle su dirección de correo, la joven se lo dio… - ¡No pensé que fueras la misma persona!

¡Descuida… no era mi costumbre contarte de mi profesión o enviarte fotos! – comentó el rubio, y la mirada que le brindara el cantante le resultaba realmente tierna…

¡La verdad es que no había tenido tiempo de leerlos… simplemente no reviso nada… a penas lo abría una vez cada mes para no perder mi cuenta… ya que siempre estaba lleno de notas de mis fans, así que no los revisaba! – aquel comentario sorprendió al oji dorado… aunque no le quiso dar mucha importancia…

¡Entiendo… de todas maneras, me alegro que ya me recuerdes… yo jamás he dejado de pensar en nuestra amistad! – no era correcto salir a cenar con un paciente… pero Rada decidió romper por esa vez su primera regla, pues Kanon era una excepción, ellos se conocieron antes de ser paciente – doctor…

¡Cualquiera podría pensar que me estas coqueteando! – un sonrojo adornó la mejilla del doctor… pues esa voz melosa y esa mirada tan penetrante, era muy seductora…

¿Quién coquetea a quien? – murmuró el rubio tomando de la copa de vino que tenía a mano…

¡Dímelo tú!

.-.-.-.-.-.

Llegaron a su apartamento y se dispusieron a tomar una copa… Kanon tomó con su mano izquierda la bebida, colocó después nuevamente la copa sobre la mesa, y se acercó al rubio que no había apartado un segundo su mirada del cuerpo de su invitado… el peli azul rozo los labios de Radamanthys… lentamente el mayor le fue correspondiendo el beso, y le fue imprimiendo de mayor deseo… si era deseo… no podía engañarse más, lo deseó siempre…

Entre leves empujones llegaron a la habitación, pero cuando estuvieron cerca del lecho, algo cambio… Kanon se tensó y empujó con todas sus fuerzas al rubio, este se fijó en su rostro, y lo encontró totalmente contorsionado por la ira y el odio…

¡NUNCA VUELVAS A TOCARLO… ME ESCUCHASTE! – Kanon… o quizás debería llamarlo Saga, intentó golpear al rubio quien lo esquivó e intentó someterle…

¡Kanon… tranquilo, soy yo… Rada! – el peli azul aún forcejeaba… maldecía por lo bajo al doctor, lo miraba con desprecio… - ¡Kanon, ya… déjalo ir… Saga está muerto!

Esas simples palabras detuvieron toda la violencia por parte del artista, quien se quedó rígido… lenta y cuidadosamente, el rubio tomó del mentón a Kanon, para poder observar su rostro… de sus ojos se derramaban lágrimas de tristeza y dolor… lo miró como quien desea por todos los medios, acabar ya con su existencia…

¡Me dejó… no sé vivir sin él Radamanthys… no se hacerlo!

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¿Vas a estar bien? – Radamanthys se quitaba los lentes, sus exámenes le confirmaban que Kanon había superado su crisis con creces… no había dado indicios de otra recaída de personalidad, incluso le pidió que lo acompañara para dejar flores en el lugar donde fuera el accidente de su gemelo…

¡Claro que voy a estarlo… gracias a ti! – Kanon se colocaba sus lentes negros y sonreía… - ¡Tomaré unas merecidas vacaciones del mundo de la música y luego volveré con un nuevo hit!

¡Jajajaja espero recibir una copia autografiada… ¿te quedarás en la ciudad un tiempo más?! – Rada se puso de pie y le pasó la mano a su amigo, este le devolvió el gesto…

¡No… mañana saldré de la ciudad… pero te escribiré… y ahora si te mandaré fotos jajaja… cuídate mucho! – Kanon rozó los labios del rubio… y luego simplemente se marcho…

¿Quiere que le traiga un balde? – la voz de Pandora llegó a los oídos del rubio, quien no entendió el comentario… - ¡Ya sabe… para la baba!

¡Mejor ve a trabajar! – el sonrojo en las mejillas del doctor era muy notoria, aunque en sus labios, aquella sonrisa delataba su felicidad…

-.-.-.-.-.-

Había decidido salir temprano del trabajo… fue al café de siempre a visitar a su amigo Aiacos… Minos estaba también contándole de sus últimas andanzas a su amigo… al verlo entrar, ambos sonrieron y comenzaron a conversar… luego de cerrar se separaron, el doctor llegó a su departamento cansado, pero satisfecho… su vida nuevamente caía en su rutinaria existencia…

Se sentó en su cómodo sofá… cerró sus ojos rememorando todo lo que había vivido en los últimos tiempos, se sintió tan tentado de pedirle a Kanon que se quedara con él… pero el artista siempre fue muy fuerte… “¡Vive para sus fans!”… abrió los ojos ante el recuerdo de un cometario hecho por el peli azul…

“¡La verdad es que no había tenido tiempo de leerlos… simplemente no reviso nada… a penas lo abría una vez cada mes para no perder mi cuenta… ya que siempre estaba lleno de notas de mis fans, así que no los revisaba!”

El rubio abrió los ojos, se puso de pie y fue a su cuarto, se quitó lentamente la camisa intentado borrar la ironía que sintió ante aquel comentario… eso había echado por tierra toda la imagen que se había formado de Kanon todos esos años… “¡…l vivía por sus fans!”… tiró su camisa en una cesta, luego fue a tomar su piyama… entonces reparó en unos documentos encima de su mesita de luz… se sentó en la cama, y se dispuso a revisarlos…

¡El expediente de Saga! – susurró y se dispuso a leerlo…

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Manejaba a todo lo que daba su convertible… su corazón palpitaba desenfrenado en su pecho, mientras se reprendía mentalmente un descuido tal… “¿Cómo no me di cuenta?”… en el asiento del pasajero se hallaba el expediente del gemelo mayor de Kanon… no decía mucho que le pudiera ayudar en su análisis, pero había un detalle que él había pasado por alto… un detalle muy importante… a los nueve años, Saga había tenido un accidente y se había roto el brazo derecho… estuvo enyesado casi dos meses, por lo que el gemelo mayor había aprendido a utilizar también su mano izquierda para poder escribir… ese detalle podía no decirle nada, así como podía decirle todo… una corazonada le obligó a vestirse nuevamente con lo primero que tuvo a mano y a salir presuroso de su apartamento…

Llegó en las proximidades de la mansión en la que residía Kanon mientras permanecía en la ciudad, estacionó su auto y se dirigió hacia la verja… miró la manera de saltearla… él no era un criminal, pero algo en su interior le decía que no debía tocar la puerta, que lo mejor era entrar así, a hurtadillas… tuvo especial cuidado de no dejarse ver, a pesar de ser el residente, una estrella famosa del mundo del espectáculo, en los últimos meses luego de la muerte de su hermano, Kanon había despedido a varias de las personas que resguardaban el lugar, quizás sólo dos guardaespaldas quedaban en toda la propiedad… se introdujo a la mansión por la puerta, recientemente abierta, del personal de servicio… no sabía qué estaba buscando… o tal vez… si lo sabía…

Los latidos de su corazón palpitaban en sus tímpanos… justamente una de las criadas salió con una bandeja intacta llena de comida de lo que a él le pareció ser el sótano… esta se quejaba de que no había comido nada y que eso le ocasionaría problemas… entró con cuidado… bajó las escaleras, sacó su dispositivo telefónico para alumbrar el camino, aunque ahí se percató de que no tenía señal…

Cuando al fin bajó completamente no halló nada… suspiró decepcionado… entonces vislumbró una puerta… intentó abrirla, pero estaba cerrada con llave… buscó algo que le sirviera para violentarla… “¡Esto servirá!”… una especie de barra de metal le sirvió para hacer palanca… la puerta se abrió… intentó modular su agitada respiración… dentro de la habitación, la luz era azulada… había una cama, vio cadenas en el suelo… iban hacia detrás de la puerta… pensó rápido y detuvo el golpe que se dirigía directo a su cabeza…

¡Kanon, soy yo… Radamanthys!

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Kanon se quedó petrificado al observarle, sus ojos inmediatamente se llenaron de lágrimas y se lanzó a su abrazo… el rubio observó el estado de su amigo, una de sus piernas estaba encadenada, por lo que simplemente le daba cierta movilidad en la habitación en la que había sido encerrado…

¡…l dijo que mañana nos iríamos de aquí… y que tú habías caído en su engaño! – susurró el peli azul ya más calmado…

¡Estuve a punto de caer, pero me fue raro que a alguien que una vez me dijo que vivía debido a sus fans, no se tomara el tiempo de leer los mails que estos le mandaban… además, descubrí lo de que tu hermano es ambidiestro… con eso completé la pieza que me faltaba, y todo tuvo sentido…! – Rada utilizaba la barra que había encontrado para poder soltar la cadena… a duras penas lo consiguió… - ¡Debemos irnos ahora!

¡Pero si acaba de llegar doctor!... – el mayor de los gemelos se había quedado justo en la puerta, sellando el único punto de salida… Kanon lo miró con enfado, más al parecer la mirada que le lanzara su hermano mayor logró intimidarle… - ¡Supongo que no es tan tonto como pensé!

¡Entonces todo fue un engaño… una trampa! – el rubio se paraba firmemente… - ¡Explícame… ¿por qué yo?!

¡No lo supones ya… quien dudaría del diagnostico de un doctor tan respetado en el campo de los trastornos mentales… además, justamente del amigo de Kanon Géminis, todos los representantes de mi hermano sabían de ti… incluso yo!… - habló con ironía el gemelo mayor… - ¡Es una pena que el joven Doctor Radamanthys Wyvern halla muerto en tan trágico accidente!

¡BASTA SAGA… DETENTE YA, HAS LLEVADO ESTO MUY LEJOS! - Kanon gritaba a su hermano y se colocaba frente al rubio - ¡Deja de herir a las personas a las que aprecio!

¡Al único… que puedes amar es A MI! – Saga quitaba un arma de su bolsillo y apuntaba a su hermano y al doctor… - ¡Haré desaparecer al idiota este que se fijó en ti, de la misma manera en que lo hice con ese bicho estúpido con el que ibas a comprometerte!

¿Qué…? – murmuró sorprendió el rubio…

¡Claro Radamanthys… alguien debía morir en ese accidente… quien mejor que el estúpido novio de mi hermano… ahora tú correrás la misma suerte! – Saga apuntaba el arma hacia el rubio - ¡Despídete de él Kanon!

¡Saga… por favor, me iré contigo… pero déjalo fuera de todo esto… él es solo mi amigo! – Kanon no se apartaba de enfrente del rubio - ¡Puedes llevarte todo de mi, hermano… todo… puedes ocupar mi lugar, pero baja el arma!

¡Lo siento, hermano… pero él estorba! – Saga estaba dispuesto a disparar, Rada lanzó la barra hacia el gemelo mayor, Kanon aprovechó esto para saltar sobre su hermano y así desarmarlo… hubo un forcejeo… el sonido de un disparo…

-.-.-.-.-.-

Kanon dormía envuelto en la manta en el asiento del acompañante… su semblante era pálido, Rada observó su brazo… aún sangraba, Saga casi enloqueció por haber herido a su hermano… entonces él aprovechó para noquearlo… notó que Kanon simplemente estaba desmayado, no muerto como pensó su gemelo… manejó toda la noche, hasta que llegaron a su casa de campo…

Se encargó de vendar el brazo… la herida era superficial, aunque le sirvió para el susto… Kanon ya había despertado, miró la habitación y luego al rubio…

¿Saga…? – susurró… y luego sujetó su cabeza con su mano izquierda, pues la derecha le dolía por el disparó… - ¿Por qué… por qué hizo todo esto?

¡Tranquilo… llamaré a la policía… ella se encargará de tu hermano! – Rada tomó el teléfono, pero Kanon lo detuvo…

¡No… déjalo… todo es culpa mía… hice que mi hermano me odiara, al punto de que deseara mi muerte! – Kanon parecía aún en shock, Rada estuvo a punto de explicarle que el problema de Saga era su enferma obsesión hacia él… que no lo odiaba… todo lo contrario, lo amaba demasiado… pero guardó silencio… algo en su interior le hizo callar…

¡No lo hiciste intencional… él piensa ahora que has muerto…! – Rada no podía creer lo que decía… - ¡Ahora esta libre de tu sombra… o por lo menos eso piensa…!

.-.-.-.-.-.

¿Y qué tal las vacaciones jefe? – Pandora hablaba tranquilamente por el teléfono…

¡Bien Pandora, ¿cómo está todo por ahí?! – Rada miraba por la ventana, era un hermoso y tranquilo lugar…

¡Bien… como siempre… recuerde que la boda del señor Hades y del joven Shun es en un mes… el joven Ikki sigue esperando que regrese para continuar con la terapia… el señor Shaka… pues él está convencido ahora de que él es la reencarnación de Buda… ah… y tiene nuevo paciente! – comentó la mujer con una risita…

¿Enserio… quién? – preguntó el rubio mirando cómo un joven de azulada cabellera se acercaba a la cabaña…

¡El señor Saga Géminis… no lo va a creer señor, al parecer el del accidente fue el novio de Kanon Géminis no su hermano… su gemelo andaba en una especie de safari… al regresar se encontró con todo eso de su supuesta muerte… lo malo es que… el señor Kanon…! – la mujer sonaba compungida… - ¡Está desaparecido, no se sabe nada de él, su hermano lo busca con desesperación… está muy deprimido… se enteró de usted, y quiere ser su paciente…!

¡Entonces eso pasó… ¿Y qué está haciendo Saga exactamente?! – preguntó el rubio observando ya como el peli azul se disponía a entrar…

¡…l tuvo que tomar el lugar de su hermano en la película en la que actuaba… ¿acaso no vio la televisión o leyó las noticias?! – la voz de la joven se mostró curiosa…

¡Sabes que vine a descansar… aquí no hay señal de televisión, y menos llegan los periódicos… dile al señor Saga, que no puedo tomar su caso… pero que su secreto está a salvo conmigo! – Rada colgó el teléfono… recibió con una sonrisa a su amigo… y ahora amante…

¿Quién era? – Kanon preguntó curioso…

¡Mi secretaria… sólo me avisaba de algunas cosas… dentro de un mes debo volver a la ciudad, pero vendré cada fin de semana… cuando las cosas se calmen, podrás venir conmigo…! – murmuró el rubio al oído del peli azul…

¡No… es mejor que permanezca aquí… así Saga podrá cumplir sus sueños de fama, sin mí para estorbarle! – Kanon se acurrucó en el amplio pecho de Rada… - ¡Eres el único fans que necesito para vivir!... ¡…l único amor! – susurró cerrando los ojos…

Rada enredó sus dedos en el cabello de su compañero, sonrió ante la idea de no compartirlo con nadie… y en lo que respectaba a Saga… siempre podría decirle de la dolorosa forma en como mató a su amado gemelo, para dejarlo fuera de combate emocional…

¡Yo cuidaré de ti!...

¡Gracias…!


.-.-.-. FIN .-.-.-.
Notas finales: Este es mi pequeño obsequio, como parte de la familia Senshi-Maniak, por el intercambio de regalos de Navidad.

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