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En busca del Heredero por lightness

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Notas del fanfic:

los personajes del príncipe del tenis no me pertenecen y si les agrada la idea, entonces díganmelo y pronto subiré el capi 2, ^O^ pareja Tezuka/Ryoma

Notas del capitulo: hola!!!!, new fic que tenía en mente, los personajes no me pertenecen ^-^
Capítulo I “Reencontrando el pasado”


En una mansión que se esconde entre los grandes árboles, como si tocasen el cielo con sus largas y firmes ramas, viven dos hermanos.


Con un amplio jardín y una fuente con la estatua de una diosa griega, es el paisaje que llega a mis ojos.


Pero lo más importante, es lo que pasa dentro de esa mansión. La conversación que pasó a discusión en cuestión de minutos, se fue acalorando por unas cuantas verdades y una misión imposible.


Porque Dane, no quería esperar otros 100 años más.


Porque Tezuka siempre fue el preferido y el hermano ideal para ser el líder de la organización secreta para detener a los cazadores.


Porque todos sus celos y su envidia, se ha materializado en una petición… que Tezuka tenga un heredero…


Tezuka, un vampiro que hace 200 años recibió el don oscuro, está en graves problemas. Dane, el hermano menor, dulce y cruel como el solo, le mira con arrogancia, después de que esas palabras dejaron sus labios.


Sin embargo; no todo ha sido fácil para él. Ya que en su clan formado por unos cuantos neófitos, están siendo acechados por unos temerarios cazadores.


Los hijos de la sangre, han vivido por siglos bajo las sombras. Pero el clan, ha sido incapaz de mantenerse en el anonimato. Con sus crueles cacerías, han despertado el pánico en los seres humanos y el odio de los cazadores.


Convirtiendo sus casas en verdaderas cárceles.


Dane, es su hermano menor, que siempre le había admirado, desde que eran niños. Pero esos tiempos tiernos de la infancia, ya se habían ido.


El don oscuro no sólo lo convirtió en un vampiro, también en un ser incapaz de sentir culpa alguna por quien va a matar. Ni siquiera le dejaba una gota de sangre en el cuerpo.


Ese tierno corazón, fue opacado por los celos y la rabia hacia su hermano mayor, Tezuka.


Y como bien sabía, los vampiros no eran capaces de concebir hijos naturales. Por lo que, estaba en su derecho de poner esta misión imposible a su hermano… que tuviera un heredero.


No le importaba el medio por el cual fuese concebido ese ser. Le importaba sólo que tuviese la sangre de Tezuka.


Al principio, él no le tomó atención a sus palabras. No obstante, Dane tenía mucha labia con las personas y poco a poco los neófitos se unieron a él, dispuestos a abandonar a Tezuka y como resultado, la disolución del clan.


El no podría ser el jefe del clan.


Tampoco tenía ganas ni tiempo de buscar a neófitos calificados para ser sus seguidores. Primero deberían estar dispuestos ser mandados por él. Y no a muchos les agradaba ello.


Incapaz de rendirse. Siendo el pilar del clan que estaba en ruinas, no iba a permitir que ello pasara. No si él lo podía evitar.


Dane no estaba calificado para ser un líder. Tenía palabras, ideales, pero no la fuerza ni la inteligencia para dirigirlos. En un tiempo más los cazadores vendrían y acabarían uno a uno con ellos, con sus desarrolladas armas anti vampiros.


Ahora, ambos hermanos, frente a frente ponían fin a su discusión.


-Dane, nunca podrás ser un buen líder, éste no es el método- decía Tezuka, mirándole fijamente.


-Si tú sigues con esa actitud tan pasiva, yo me quedaré con todo- dice Dane, arreglando su cabellera castaño oscuro, un flequillo caía en sus ojos color miel.


-No lo permitiré- dice con decisión el hermano mayor y la copa que estaba en la mesa, se triza, cayendo su líquido escarlata.


-Un buen vampiro no desperdicia bocado- dice el castaño, pasando su dedo por la copa que goteaba, lamiéndolo.


-Aunque seas mi hermano, no permitiré que destruyas mi clan.


-Entonces sé un buen líder para ellos.


-Soy un buen líder.


-Demuéstralo…- se acerca y acaricia la mejilla de su hermano mayor- ten un heredero, de tu sangre.


-Eso es imposible- dice quitándole su mano que estaba en su cuello- ya no soy humano, no tengo esa capacidad.


-Busca la capacidad, sólo de esa forma, aprenderé a respetarte, otra vez- dice cerca del oído- onii-sama.


Tezuka no podía entender el gran cambio de su hermano, Dane.


Esa ambición, no era ni el reflejo de lo que fue antes.


Dane salió de la mansión, con una amplia sonrisa en el rostro. Esta batalla la había ganado él. Sabía que era imposible, en todos los sentidos que algo como eso ocurriese. Sin embargo, aunque fuesen vampiros, y sean inmortales, tarde o temprano, podrían ser cazados.


Tezuka, miraba desde la ventana. El día estaba parcialmente nublado, por lo que podría salir sin que el sol le afectase demasiado.


Subió las escaleras, hasta su recamara. En un mueble, tenía su raqueta de tenis. Sí, su sueño era ser un tenista profesional, pero dada a su condición, sólo podía asistir esporádicamente.


Alzó su vista hacia una foto, con un marco metálico.


Eran sus padres.


“Dane, nuestro padre nos ha condenado a este mundo”. “No podíamos escapar de nuestro destino, aunque quisiéramos”.


Pero… eso fue hace mucho tiempo. Han pasado 4 años desde que dejé el equipo de tenis en la preparatoria, la cual he asistido desde que me quedé en los 17 eternos años.


Como obra del destino… no pensé en encontrarte allí, otra vez.


Tezuka tomó su equipo de tenis y se fue a practicar a unas canchas que quedaban a unas cuantas cuadras. Para salir, tuvo que colocarse un buzo grueso, azul.


Acompañado de una chaqueta que le protegía de los rayos del sol que aún si está nublado, eran un lío. Una gorra y sus inseparables lentes. Luego de ser convertido, su visión mejoró enormemente, pero sin ellos, no se sentía a gusto. Eran parte de su rostro.


Caminó con tranquilidad, para parecer lo más cercano a lo humano.


Sin adelantar demasiado el paso.


Sin embargo, como una fuerza sobrenatural, su cuerpo se movía solo. Con gracia y elegancia. Cada paso le acercaba más a lo que alguna vez quiso ser y que en la realidad sólo quedó como un buen sueño mientras duró.


Cuando llegó a la cancha callejera, no estaba sola. Un joven practicaba en la muralla sus devoluciones.


La misma gorra blanca que recordaba. Sus piernas, blancas, fuertes. Su cuerpo, su cabello, seguían siendo los mismos. Se trataba de Ryoma Echizen. Su antiguo compañero del club de tenis de la preparatoria.


Aunque habían pasado 4 largos años, Ryoma había crecido bastante. Era todo un adolescente de 17 años, un príncipe del tenis.


Tezuka se acerca, sigilosamente.


Ryoma deja pasar una devolución y es recibida por su capitán.


-Buena jugada, capitán- dice Ryoma esbozando una sonrisa.


-Has mejorado Echizen- responde Tezuka, preparándose para un partido- ¿jugamos?


-Un juego no vendría nada mal- responde el pelinegro, tomando posiciones.


-Con una condición- dice el ex capitán, preparado para el saque- si gano, saldrás conmigo- lanza.


Para Ryoma, fue una sorpresa, pero no dejó pasar la oportunidad y devolvió la pelota.


Debía encontrar a alguien que le pudiese dar un heredero… en un breve tiempo lo sabría…


Continuará…
Notas finales: nos leeremos pronto, si les agrada la idea, la ventana de comentarios queda abierta, un beso enorme, cuídense, lightness-chan ^O^

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