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TRAEME A LA VIDA por lightness

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Notas del fanfic:

hola!!!!!, para quienes me pidieron que en el futuro escribiera un new fic de esta pareja, deseo concedido, inspirada en la canción bring me to life de evanescence, surgió está idea. Fic alrededor de 2 a 3 capis, mi regalo para aquellas que siguieron "Rosa de Plata Escarlata"

Notas del capitulo: hola!!!!! al principio era un one shot songfic, pero fui extendiéndome y quedó así, de todos modos no serán más de dos capis o 3, depende de cómo se vaya desarrollando la trama, un beso enorme, los personajes no me pertenecen ^^
Capítulo I “El paciente del 210”


Está bien. Todo está bien.


Desde que tengo uso de razón, estoy ciego. Por esa razón, he estado internado por años, en busca de una cura para mi mal. Sin embargo; nadie se atreve a operarme.


Sólo porque no tengo los suficientes recursos para poder pagarlo…


De mis padres, no he sabido nada. Hace más de un año que no vienen a visitarme. Sólo está mi hermano gemelo, Ichiru.


El me acepta como soy. Dice que él es mis ojos. Me lee distintas historias. Me cuenta sobre cómo es el mar, la nieve, la lluvia, el sol… todo lo que no puedo ver, pero que sí he sentido.


De alguna manera, me las he arreglado para sobrevivir.


He desarrollado mis otros sentidos para llenar el faltante.


Sólo dentro de mi cabeza me hago una idea de cómo son las cosas.


De pronto, comienza a llover con mucha fuerza. La ventana se abre. Lo sé porque siento que el viento la golpea contra la pared.


Me levanto de mi cama y tanteando en el espacio, tomo la ventana y con la otra mano busco el pestillo para cerrarla.


Hace mucho frío. Sé que a los pies de mi cama hay un chal para cubrirme. Lo toco y me lo coloco sobre los hombros para que cubriera mi espalda. No sacaba nada con enfermarme más. Sólo les causaría más problemas.


Tal parece que nada va a cambiar. Ojala deje de llover, pronto.


-Zero, ¿qué haces levantado a estas horas?- pregunta Ichiru, cerrando la puerta.


-Ichiru- dice Zero- y con su mano extendida, alcanza a esa figura- ¿sabes algo de nuestros padres?


-No los he visto más- responde y mira el libro que había traído- mejor te leo una nueva historia- le ayuda a que se vuelva a acostar y le tapa con las sábanas- hoy te contaré la historia de una joven que se enamoró de un vampiro.


-¿Un vampiro y una mujer?- pregunta extrañado y bufa- fantasías nada más, como si existieran.


-Es sólo una historia, nada más.


-Comienza, te escucho.


Ichiru inhala un poco de aire y luego exhala.


-Sangre en la cruz, ese es el título.


-¿Sangre en la cruz?.. interesante.


-Lo es.


-Comienza.


-Emily, con 120 años en el reino de los hijos de la sangre, escapa del error de su pasado. Daniel. Pero él la encuentra y la sangre, la culpa, el amor y el deseo, pueden convertirse en su peor pesadilla…


Ichiru lee alrededor de una hora. Zero, mantenía los ojos cerrados. Imaginándose cada escena de esa novela.


-Alguien viene- dice de pronto Zero.


-Tu oído nunca falla, Zero- dice Ichiru, quien se levanta de la silla y fue hasta la puerta.


Un médico, demasiado joven para serlo. Cabello castaño y ojos color chocolate. Tez morena, estaba de pie, con su delantal blanco.


-Estoy a cargo de este paciente- dice el doctor, entrando a la habitación.


-Usted es nuevo- dice enfocando su mirada hacia esa nueva persona.


-Así es- responde- seré tu doctor, soy Kaname Kuran- estrecha su mano contra la de su nuevo paciente- ¿cómo te haz sentido hoy?- pregunta y con su pequeña linterna le examina las pupilas. Luego con una especie de mini lupa se acerca y examina por dentro de ambos ojos.


-Nada especial- responde.


Ichiru había salido de la habitación. Fue a la cafetería a comprarse un refresco. Leer tanto le había secado la garganta.


Kaname, el nuevo doctor, se estaba alejando, pero Zero le detiene la mano y lo mantiene cerca.


Con su mano, quería grabar las facciones de ese hombre. Ya que trataría con él a diario.


Recorrió su frente, sus cejas, sus ojos, su nariz, sus labios, hasta la quijada. Como si fuese un dibujo, había plasmado un lienzo dentro de su mente.


Kaname, veía su paciente más de cerca. Debía reprimir su deseo de beber su sangre.


Era como una misión imposible, ser médico, siendo vampiro. Por años ha tenido que enfrentarse a la tentación que le produce el olor de la sangre humana.


Pero este paciente, tenía otro olor. Uno que jamás había experimentado. Secaba su garganta con una rapidez tremenda.


No podía darse el lujo de fallar. Era su primera asignación como doctor y no podía permitir que su naturaleza le dominase.


-Ha sido un placer- dice el castaño, levantándose de la cama- más tarde vendré a chequear tu vista otra vez- ve por última vez y no se cansaba de admirarlo.


Su piel era tan blanca. Su sangre olía deliciosa. Sus ojos, apagados, no perdían su belleza.


Zero escuchó que la puerta se cerró y se llevó su mano hacia su nariz. La olió para recordar, el aroma de su nuevo doctor.


Asumía que era joven, por sus facciones, su piel y el tono de su voz. La ceguera le había ayudado a captar de otra forma la información y la podía interpretar.


-Kaname Kuran- aspira ese aroma- no huele como un humano…


Unos minutos más tarde, Ichiru volvió a entrar a la habitación y le terminó de leer 3 capítulos más de esa novela.


La noche había extendido su manto y con ello, la lluvia había escampado.


Ichiru se despidió de su hermano y se fue a trabajar.


Otra vez estaba solo.


La puerta se abre y Zero fija su vista a ella.


-Es usted, doctor- dice y vuelve a mirar hacia el vacío.


-He estado platicando con otro doctor sobre tu caso.


-Nadie me quiere operar, no tiene caso.


-Tus padres jamás volverán.


-¿Por qué lo dices?, no sabes nada de mí.


-Leí tu ficha clínica y el director me ha comentado tu situación.


-Ellos no vienen hace más de un año.


-No volverán a venir nunca más.


-¿Cómo lo sabes?, no los conoces.


-Ellos te abandonaron.


Un crudo silencio se instaló en la habitación 210.


Aquellas palabras no podían ser ciertas. Ellos iban a trabajar para poder pagar la operación y el tratamiento. Lo habían prometido.


-No es verdad.


-Lo es- pausa- tu hermano Ichiru es el que ha estado pagando la cuenta del hospital.


-El me lo habría dicho.


-Hay verdades que es mejor no decirlas.


-Ichiru, mi hermano… aunque no quiero ser una carga para nadie, siempre lo he sido.


-Ya no lo serás…- yo te operaré.


-Pero no puedo pagarte.


-Me pagarás, estoy seguro.


-No lo aceptaré.


-No tienes otra salida… deberás confiar en mí.


Otro silencio que fue roto por esas palabras… “quiero ver”.


-Volverás a ver- le acaricia el cabello platino y esboza una sonrisa.


-¿Cómo te pagaré?- pregunta al notar los pasos hacia la puerta.


-Con tu sangre- la puerta se cierra.


Zero no sabía a quién le había dejado en sus manos la misión de devolverle la vista… sabía que ese ser no era totalmente humano.


-¿Podría ser que eres… un vampiro?- pregunta en el vacío de la habitación.


Continuará…
Notas finales: nos leemos pronto, para aquellas que les gustó el fic del príncipe del tenis y si les agrada este,

PD: "sangre en la cruz" es una novela que estoy escribiendo, así que no es un invento.

Besos y abrazos, Lightness-chan ^O^

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