¿Porqué no Tocas Mi Corazón?
Segunda Parte
"Thought I was born to endless night, until you shine."
(James Blunt, cantautor inglés.)
Con los ojos rojos me sonríes y yo sólo quiero llegar a abrazarte…
POV Sasuke
Tu pregunta me toma por sorpresa y no sé que responder. He podido ocultar mi tristeza por algunos instantes al verte más animado pero dudo que pueda llevar por mucho más tiempo la actuación. Tal vez sabes que no te negaría nada, incluso ofrecería mi vida si me lo pidieras, y acepto tu rogativa. Tu carita se ilumina en una sonrisa sincera y te pones de pie frente a mí; te imito y comienzo a caminar en silencio.
-Eh! Espérame-tebayoo! ¿A dónde vamos? –preguntas al situarte a mi lado.
«A mi casa», contesto escuetamente y tú ya no interrumpes la quietud que se ha formado entre ambos. ¿Qué hago llevándote a mi casa? Tal vez estaba equivocado y el masoquista aquí soy yo.
Tras una corta caminata llegamos por fin a mi hogar. He intentado no pensar demasiado la situación en el trayecto, para no confundirme en algo que no tiene lógica. ¿A esto se refieren cuando dicen que el amor es ciego y que uno no elije a quien ama? Pues yo creo que aparte de ciego es sádico, cruel y un poco idiota. Bastante idiota.
-¿Quieres comer algo? –pregunto una vez hemos entrado y las luces se encienden. Niegas con la cabeza y te entiendo perfectamente debido a que un nudo en mi garganta me dificulta incluso respirar. –Entonces te mostraré donde vas a dormir.
Me encamino hacia el cuarto más espacioso y tú me sigues.
-Esta es mi habitación. Puedes quedarte aquí. –Entras y me despido rápido; quiero huir de este lugar. –Si necesitas cualquier cosa, yo estaré en la sala. Buenas noches, Naruto.
Cuando me dispongo a cruzar el umbral tu mano temblorosa me detiene, asiéndome por la camiseta.
En el invierno de Tokio y el floreciente polvo de la nieve,
¿tu llanto es por alguien?
POV Sasuke
Tengo miedo de quedarme solo en este cuarto impregnado de ti… me basta con imaginarlo para que mis ojos se humedezcan. ¿Qué puedo hacer cuando quien me hace llorar es también el único que puede sanar la herida y llevarse la angustia para siempre? No quiero estar solo de nuevo… no quiero que te vayas y yo vuelva a sumergirme en la soledad.
-Por favor… quédate.
Tus susurros acaban con los pocos vestigios de voluntad que reservaba. Soy un muñeco en tus manos, sujeto a tus caprichos. Aunque eso me dañe.
-Está bien. –suspiro resignado. Presiono el interruptor y el cuarto queda nuevamente a oscuras. Si tengo que quedarme a tu lado prefiero no verte, te amo tanto que mirar tus dulces ojos solo logra lastimarme. Avanzo y me siento en el borde de mi amplia cama y me imitas, situándote a mi lado.
Quería abrazar tu frío cuerpo para congelar parte de esta herida.
POV Naruto
En la penumbra alcanzo a ver parcialmente tus afilados rasgos. Sería suficiente con que extienda mi mano y podré rozar la tuya, pero sé que nunca llegaré a rozar tu corazón. La escena me parece irreal, casi como una ilusión en la que ni yo mismo me reconozco.
Estás observando fijamente el suelo como si no pudieras quitarle la vista de encima. Supongo que debe parecerte interesante, después de todo siempre has sido un aburrido. Ay… todo está tan callado alrededor y me está naciendo el impulso de abrazarte y extinguir la distancia que hay entre nosotros. Peligro.
Te llamo y tú no pareces reaccionar. Aumento el volumen de mi voz y tú ni te mueves. Baka… por lo menos mírame! Yo sabía que esto podía acabar mal y ahora ya no me reprimo. Lo siguiente que sé es que estoy apegándome a tu pecho como si fueses mi único refugio en medio de una tormenta. Vale… he mandado al infierno todo, pero mantengo lo que dije: «con una noche me basta…».
Ya no quiero pensar más, no quiero estar atado a mis propios temores y verte escapar entre mis dedos. Sé que sólo tú eres quien puede equilibrar mi espíritu y disipar todas las nubes que tiñeron mi pasado de gris; sé que el amor es más fuerte que esa gran tristeza que se grabó a fuego en mi vida y que también marcó la tuya, opacando aún más tu sombrío mirar.
Cierro los ojos porque no tengo fuerza para descubrirme ante los tuyos y busco tu boca. Los latidos de tu corazón se aceleran y a mí no me importa nada, sólo necesito encontrar tus labios.
OK… Kami-sama… creo que he perdido la razón. Ayúdame y prometo que dejo el ramen para siempre.
Sé que fue un amor no correspondido y aunque tú lo ames, no puedes volver atrás.
POV Sasuke
Siento tu respiración en mi cuello… ¿De verdad esto está ocurriendo? Si es así… ¿porqué eres tan cruel, usuratonkachi?
Te miro sorprendido y tus ojos están cerrados. ¿De verdad buscas mis labios o lo que quieres es un reemplazo? ¿Cierras tus ojos para imaginar que es alguien más quien te sostiene?
La vida es injusta, reafirmo aún más convencido. Quisiera tener la fuerza suficiente para alejarme, para arrancar de esta espiral pero me pierdo en el vértigo de tenerte cerca. Ya no me importa si me deseas a mí o a otra persona, sólo sé que estás demasiado próximo y puedo ceder a mis deseos irrefrenables en cualquier momento. Eres mi perdición, Naruto.
En un instante atrapo tus dulces labios entre los míos y te beso tiernamente, prueba de mi infinito amor. Te tensas de inmediato, pero poco a poco te vas relajando e incluso… me correspondes. Con mi pulgar jalo tu barbilla hacia abajo y entreabres la boca, momento que es aprovechado por mi lengua para recorrer por vez primera tu cavidad, agregando ahora pasión a este contacto tan deseado por mi parte. Te estremeces y cruzas tus brazos tras mi cuello para profundizar nuestra unión. Sin separarnos, te reclino hacia atrás, acostándote y me poso sobre ti.
Quiero robar tus sentimientos; ese cariño, ese amor y destruirlos.
POV Sasuke
Mantienes los ojos bien cerrados y la ira me invade. A cada segundo que pasa estoy más convencido que piensas en«esa persona». Muerdo ferozmente la piel bajo tu mandíbula y ahogas los gemidos, imagino que es para no equivocarte y pronunciar otro nombre. No soy capaz de pensar con claridad, este oscuro deseo ha turbado mis sentidos y ahora actúo instintivamente en una forma desesperada y salvaje para saciar mi sed de ti, para imaginarte sólo mío.
Deslizo mis manos bajo tu camiseta y dejo que recorran tu pecho desnudo, acariciando tu vientre plano y delineando los músculos de tu abdomen; sintiendo el espasmódico movimiento de tus costillas y tu corazón, que late desbocado mientras te despojo de tu playera y beso cada centímetro de tu fragante piel, dejando caminitos con mi saliva que me guían nuevamente hasta tu cuello y tus labios, recorriéndolos una y otra vez hasta conocerte por completo mientras tú jadeas imperceptiblemente. Me detengo estimulando tus pezones y tus quejidos me deleitan cuando muerdo con demasiado fuerza uno de ellos.
Continúo sajando caminos en tu piel, que esta vez me llevan a explorar tu ombligo y descender aún más, mis manos resbalan hasta tus caderas mientras no dejo de besarte con impaciencia en los labios. Giras tu rostro unos centímetros en busca de aire y yo imploro en murmullos.
-Naruto, di mi nombre… dilo, por favor. –dejas escapar un suspiro e insisto: -Sólo una vez…
Mi propio amor no fue correspondido.
Las horas son tristes cada vez que quiero abrazarte.
POV Sasuke
Intentas hablar, pero no es mi nombre lo que pronuncias y te interrumpo antes de que puedas terminar la palabra.
-Sólo di mi nombre.
Mis manos se cuelan bajo tus pantalones y tú aún no me miras ni me nombras… ni me detienes. Tu miembro comienza a despertar y siento el arrebato que poco a poco se apodera de tus sentidos y de la parte racional de tu cerebro, de otra forma me apartarías rudamente y no permitirías que llegue tan lejos en ti.
-Sasuke, yo n…- no, definitivamente no te dejaré terminar; no me interesa oír lo que tengas que decirme, no quiero. Y vuelvo a besarte frenéticamente. «Repítelo» ruego una vez el beso ha terminado y tú me concedes el deseo.
Acabo de desvestirte y me quito mis ropas, abrigándote del frío con mi propio cuerpo y respirando tu aliento agitado. Acaricio tu miembro erguido y vuelves a temblar cuando mi mano comienza a subir y descender en toda la longitud de éste, al tiempo que alejo cada vez más mis labios de los tuyos para acercarlos a tu entrepierna.
Tienes las mejillas sonrosadas a causa de la excitación y tu respiración se altera; jadeas cuando introduzco tu erección en mi boca y la saboreo, lamiendo y succionando a un ritmo cadencioso que hace que tus manos se cierren en un puño apresando las mantas y alces las caderas. Aumento la velocidad y no eres capaz de aguantarlo pues te vienes demasiado pronto en mi boca.
Tus gemidos se pierden en el silencio de la noche invernal y yo te observo intentando recuperar el aliento. De nuevo buscar hablar, pero tus jadeos no te lo permiten. Sin perder tiempo, separo tus piernas y me arrodillo entre ellas para luego abrirme paso a tu virgen entrada y humectarla con mi lengua, introduzco un dedo en ella para aflojar tu resistencia. Gimes y te agitas pero no intentas rechazarme. Doy por terminados los preparativos bastante rápido: luego haber colado dos dedos más y estimularte unos minutos, los saco y apoyo allí la punta de mi miembro.
Por tus mejillas bajan silenciosas lágrimas que parecen quemarte la piel y definitivamente es a mí a quien más le lastima lo que estoy a punto de hacer, pero no puedo parar, aunque lo deseara no podía hacerlo.
-Sasu-ke… onegai, escúchame. Yo… -otra vez el miedo de lo que puedas decirme me domina y me introduzco en ti de manera violenta, casi brutal.
Gritas.
Gritas mi nombre sin que yo te lo demande, en una exclamación de dolor y placer. Tu rostro se contrae en una mueca de gozo y abres completamente tus ojos, mirándome con tal intensidad que me acobardo y siento vergüenza de lo que he hecho. Maldición… te he tomado por la fuerza… de la única manera en que podrías ser mío… pero eso no quita que es contra tu voluntad.
«Sasuke-teme» gimes entrecortadamente al tiempo que alzas tu cuerpo, con los brazos extendidos y te aferras a mí con fuerza. Escondes tu faz en mi cuello y yo no sé cómo reaccionar. Este día ha sido tan lleno de emociones que no creo poder soportar una más.
-Baka… ¿por qué nunca me escuchas? –sollozas mientras siento que tus lágrimas bañan mi piel. La respuesta es simple, demasiado simple y obvia.
-No quiero oír que amas a alguien más.
-Pero si yo te amo a ti-tebayoo!!
…
No creo haber oído bien, no pueden ser esas tus palabras.
¿O sí?
¿Realmente has dicho que me amas?
Mi corazón se detuvo por unos segundos y me quedé sin voz. Lenta, dolorosamente mi ritmo cardiaco volvió a su pulso normal y yo aún estaba atónito.
Hace menos de una hora tu boca pronunció palabras que me arrebataron la respiración y ahora bastó sólo una oración para que mi mundo se recomponga y mis ojos vuelvan a ver tu luz.
Jamás había sentido una emoción tan fuerte como la felicidad que me embarga ahora… y no sé cómo reaccionar. Sería mucho más fácil si no pensara tanto y dijera más. Llevo tantos años ocultando en las sombras mis sentimientos que ahora que debo confesarlos, no sé cómo hacerlo.
-Yo… yo… Naruto yo…
Maldita herencia Uchiha!! ¿Porqué no somos un poquito más comunicativos?... debe ser algo característico del clan, algo así como mi Sharingan. Itachi tampoco dijo nunca la verdad y ya veo como terminó… Un momento… ¿¡En qué demonios estoy pensando justo ahora!? Realmente soy un idiota.
Mientras yo intento encontrar las palabras, tú continúas abrazado a mi torso, inmóvil.
POV Naruto
Auch… duele… y este baka no piensa moverse.
Ehhh… NO! mejor así, por favor que no se mueva!! Ay, no, Sasuke, quédate quietecito-tebayoo!! Ni se te ocurra empezar a hacer algo raro, onegai… ¿porqué tenía que confesarle justo ahora, que estúpido soy!
Pero en realidad, ya no habría podido continuar escondiendo mis sentimientos por más tiempo… pero no lo entiendo… tengo miedo de su reacción… no sé que decirle ahora, no sé si debería estar enfadado con él o avergonzarme. Kami-sama, cuando te pedí ayuda no me refería a esto! Ni sueñes que voy a cumplir lo del ramen porque no te lo mereces, si antes no sabía qué pensaba él, ahora ni yo mismo me entiendo!
De pronto, siento que tu pecho se convulsiona en pequeños espasmos y con mucho cuidado (no quiero moverme muy fuerte… en esta postura es bastante complicado) levanto la cara para contemplarte riendo.
...
¿Riendo?
Ahora sí que lo he visto todo-tebayoo. Uchiha Sasuke se está riendo. Milagro antes de navidad. Esperen… ya casi estamos en febrero. Entonces… ¿Apocalipsis? Mal, pésimo momento para confesarme, precisamente ahora se acaba el mundo! y con lo que este baka me hizo…ni modo que me vaya al cielo.
Tus carcajadas resuenan en toda la habitación y yo me siento… digamos que… olvidado. Claro, como no es a ti al que le están destrozando el trasero. Uchiha bastado.
-Sasuke. –digo con toda la dulzura que puede emplear un rehén con su torturador (naah… no tanto, pero se le parece; es mi primera vez y dueleee!!) –acaso piensas quedarte así para siempre? Por si no lo sabías, me lastimas.
Lo siguiente que veo en tu rostro es esa sonrisa arrogante que detesto. Maldita sea, cómo me fui a enamorar de alguien así?
-Qué te parece esto? –me preguntas al momento que alzas las caderas… oh… no…
-Ahhh! –sí, así… más fuerte!!! más fuerte Sasuke-baka!! –no! no quiero… eso! –tus manos se hunden en mi cintura y me levantas con total facilidad. Te retiras de mi interior y me vuelves a dejar en la cama.
Y yo sigo sin entender… pero ya no me importa, porque ya no quiero entender nada más… nunca más…
Sólo quiero volver a sentirte en mí.
POV Sasuke
Gotitas de sangre escurren por tu entrada al momento es que te deposito sobre el lecho. Demonios…
«Auch… duele»
-Yo… lo siento, Naruto –intento me disculpes mientras me coloco sobre tu delgado cuerpo y acerco nuestros rostros para murmurar tan cerca de ti que nuestros labios se rozan con cada palabra.
-Te amo más que a nada en el mundo, Naruto. Te necesito para vivir; eres mi voz, mi respiración, los latidos de mi corazón y la fuerza que necesito para comenzar cada amanecer. Eres mi alma…
-Yo también te amo… no sabes cuánto, Sasuke-teme –respondes y de improviso acabas con la escasa distancia que nos separaba, fundiéndonos en el primer beso en el que ambos somos conscientes de aquella dulzura y pasión ocultas por tanto tiempo. Cuando nos alejamos, deslizo dos dedos hacia tus nalgas.
«¿Puedo?» ruego, lamiendo el lóbulo de tu oreja.
-Como si no lo hubieras hecho ya, baka. –me alegas, sonrojado. –Pero esta vez sé más gentil, quieres?
En señal de asentimiento, deposito un cálido beso en tus labios y los muerdo cuando dejan escapar sonoros gemidos. He comenzado a masturbarte por segunda vez y tú me apremias por mayor contacto, mientras que yo no dejo de susurrarte cuanto te amo. El placer vuelve a sacudirte y yo cambio nuestras posiciones: te saco de tu delirio para recostar mi espalda en el lecho y a ti te levanto situándote sobre mí. Entiendes lo que sigue y te entregas resueltamente a mis brazos, que te sostienen a escasos centímetros de mi erección.
«Te amo» susurras con voz quebrada mientras te penetro de forma totalmente distinta a la bestial intrusión de algunos momentos atrás. Te estremeces mientras yo me adentro en ti, explorando con deliberada delicadeza y por primera vez los lugares de tu cuerpo que nadie más conoce y que desde ahora me pertenecerán por siempre sólo a mí, sintiéndome apresado por tu interior deliciosamente estrecho y que parece haber sido hecho sólo para que yo lo posea. Cuando ya estoy completamente dentro, me quedo inmóvil los minutos iniciales hasta que tus caderas empiezan a agitarse débilmente y te balanceas con sutileza sobre mí, gimiendo muy bajito.
-Nh… mmm… Sasukeee… no quiero hacer ah… todo el trabajo ahhh… yo solo… -te quejas al notar que tardo un poco en agasajarte, pero de inmediato atiendo tus peticiones al poner mis manos sobre tu cintura y alzarte hasta casi romper nuestra unión, para luego dejarte caer de manera intempestiva y penetrarte más profundamente –AAHHH! Más, más!! Sasukeee… más hondo-tebayoo!!
Rápidamente tus gemidos se hacen descontrolados y aumento la velocidad de las intrusiones a un ritmo febril y frenético que siento te llevará al clímax con celeridad. Curvas tu espalda y las paredes de tu interior me oprimen embriagadoramente al tiempo que te derramas en nuestros vientres.
-AAAHHH… ahhh... lo siento… yo… no pude aguan…
Te silencio con la mirada y vuelvo a estrecharte en mis brazos para depositarte en la cama, junto a mí. Mi lengua acaricia tu abdomen y limpia los restos de semen, descendiendo incluso más abajo para abrigar en mi boca tu pene y excitarte otra vez. Cuando tus gemidos llenan el cuarto, dispongo tus piernas una a cada costado sin perder el contacto visual en ningún momento.
«Te amo» murmuro e introduzco mi henchido miembro en tu apretada entrada y te retuerces encima de la colcha. De tus ojitos azules escapan dos lágrimas de cristal que borro tiernamente con mis dedos fríos mientras acaricio las marquitas de tus mejillas. «Sostente» ordeno y me obedeces, pero tu reacción irreflexiva me aflige: te aferras a la cabecera del lecho. Apreso tus muñecas y guío tus manos hasta posarlas en mi espalda.
«Usuratonkachi, quiero decir que te sujetes a mi»
Gradualmente voy penetrándote, sintiendo cómo tus uñas arañan sobre mis hombros y comienzo a mecerme con estudiada tranquilidad hasta que pareces acostumbrarte a la intromisión. Entonces, incremento el compás de las embestidas hasta volverlas cada vez más salvajes y profundas, trastornándote de placer
-AAAHHH!! Sasuke… Sasuke… Sasuke…
Empujo aún con más fuerza al oír mi nombre escapar entre suspiros y jadeos y al chocar mi cadera contra tu trasero te convulsionas en un movimiento involuntario que nos hace estremecer.
-Ahí, ahí… de nuevo ahí… motto, onegai… mmm…te amo… te amo, Uchiha bastardo… -pronuncias acercando tus labios a los míos mientras yo sonrío ampliamente y me besas con un ardor que no conocía en ti, entre tanto mi palpitante erección punza en repetidas ocasiones en aquel punto que te enloquece.
«Te amo, usuratonkachi» articulo al momento en que presiento el final cerca y segundo después eyaculo en tu interior, inundando tus entrañas con esa blanquecina esencia e intentando reprimir un gemido. Tú, al contrario rasgas el silencio de la noche al gritar mi nombre una y otra vez.
Exhausto, me dejo caer sobre tu pecho y cierro los ojos, aspirando tu olor a maderas, duraznos y cielo.
-¿Te dije que te amo? –pregunto alzando el rostro y perdiéndome en la inmensidad de aquellos ojos celestes que ahora me pertenecen y se han convertido en mi paraíso.
No puedo creerlo aún. Cuando la oscuridad ha habitado tu vida durante tanto tiempo que llegas a creer que la noche es eterna, es difícil confiar en los rayos del sol que destellan por primera vez en el horizonte.
Me acuesto en la cama y de inmediato tú te apegas a mi torso, abrazándome muy fuerte, demasiado fuerte según creo. Te rodeo con mis brazos, soltando un poco tu agarre para poder respirar. Has escondido el rostro en mi cuello y apenas oigo tu respuesta.
-Creo que sí. ¿Te dije que eres un tonto por hacerme sufrir tanto?
Prefiero no responder a eso. Lo he dejado atrás, junto con todas las noches sin luna y el silencio en el que oculté todos mis sentimientos. No volveré a cometer el mismo error.
-Naruto, no me iré a ninguna parte. ¿Puedes soltarme un poco?- digo cuando ya me falta el aire en los pulmones.
-Olvídalo-tebayoo. No me apartaré de ti ni por un segundo, jamás. Ya no hay vuelta atrás, Uchiha -me adviertes.
Tontito. ¿Cómo, después de todo por lo que hemos pasado puedes creer que sería capaz de separarme de ti?.
-Nunca renunciaré a ti, te amaré incluso después que mi voz se extinga; porque seguirás oyendo a mi alme susurrarte en las noches dulces canciones de amor para arrullarte.
Te beso una y mil veces más mientras el tiempo se escapa entre los copos de nieve que cubren Konoha. El viento se pierde entre las ramas de los árboles, llevándose lejos toda la tristeza que pudo albergar nuestras almas y dejando espacio sólo para este infinito amor que inunda cada fibra de mi ser.
-Te amo, Sasuke. –murmuras tras un último beso.
-Te amo, mi Naruto.
Y mientras duermes al abrigo de mi pecho y puedo sentir tus latidos sincronizados con los míos, no dejo de pensar en que me has salvado tantas veces y de tantas formas que ya no podría seguir caminando si no es sosteniendo tu mano. Hay tantas palabras que debo decirte y temo que no me alcance esta vida para hacerte entender cuanto te amo.
Por ahora, esperaré tu despertar para contemplar mi primer amanecer en tus ojos y confesarte que no sólo has llegado a tocar mi corazón, sino que te has quedado en él para siempre.
The End~