Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor Inmortal por Zafira

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

MMM a ver si gusta, jajaja... ahora si me pondre las pilas para los otrosss fics jejeje

Capítulo 2º: Deudas Pendientes


 


Lo que le faltaba, cerró fuertemente los ojos, su hombro le dolía bastante, no esperó caer tan repentinamente, comenzaba a pensar que aquello no había sido una buena idea. Sin embargo, sus líderes le habían ordenado a ella y a sus compañeros que debían intervenir…


 


¡Maldito Bocón! – maldijo por lo bajo… debió intuir que se trataba de una trampa desde el primer momento, pero no… no fue así, y ahora ella estaba en una situación nada conveniente… sólo rogaba porque sus compañeros corrieran con mejor suerte.


 


Observó el lugar en donde había ido a parar… suspiró cansada, pues habían salido ya hacia unas horas, y desde el momento que habían ingresado al lugar, se había valido de toda su habilidad para sortear todos los obstáculos que se le cruzaron, ellos los esperaban, aunque en un principio parecía que no.


 


Una sonrisa irónica se dibujó en su rostro… una ceremonia de iniciación, un banquete, noche de nuevo siglo, algarabía por doquier… no le cabía duda, eran los condimentos perfectos para una trampa… es más, su sonrisa se volvió un poco más irónica al pensar, que el banquete al que se referían y la sangre para el ritual, eran nada más y nada menos, que la de ellos.


 


El lugar era como una fortaleza, los vampiros ya no se refugiaban en grandes castillos rústicos, ahora usaban edificios abandonados, pero ciertamente modificados como para hacerlos lugares seguros para su supervivencia. El lugar en donde había caído era al final del foso del ascensor, luego de una hozada maniobra en la que se le ocurrió salir por el compartimiento de arriba de de la cabina antes de que esta se abriera…. Claro, había olvidado un detalle… ellos pueden percibir un corazón latiendo esté donde esté… por lo que ella no tuvo otra opción mas que saltar hacia el cable del otro ascensor y bajar a la manera antigua, aunque fue en ese último punto que falló pues cuando el ascensor comenzó a bajar, también lo hizo ella y al no aguantar más, se soltó y callo al fondo…


 


Divisó unas cuantas ratas en el lugar, lo que le hizo fruncir el seño… se puso nuevamente de pie, no era el tiempo de preocuparse por sus compañeros, sino por ella. A pesar del dolor que aún sentía, se dispuso a trepar por las irregularidades de la pared, divisó algo parecido a una escalera, y se dispuso a llegar a ella.


 


No perdía detalle del ascensor en ningún momento… subió por unos caños que le servían de escalera… su meta, el ducto de aire de alguno de los pisos mas arriba, más específicamente del segundo. Sentía bastante frío, su respiración se le hacía un tanto difícil debido al esfuerzo que hacía, aún le dolía un poco el hombro…  el ducto no estaba tan cerca como le hubiera gustado… justo de su lado izquierdo…


 


¡Genial! – soltó con amargura, apoyó su cabeza por el caño que estaba frente a su rostro…  - ¡Genial…! – volvió a repetir con mayor desánimo… aunque solo fue por un momento… miró nuevamente hacia su izquierda, estiró el brazo mordiendo fuertemente su labio inferior… sus dedos acariciaron primeramente la superficie de la abertura… se estiró un poco mas hasta que su mano estaba bien adentro… - ¡Ahhgggrr! – se impulsó con sus piernas hacia donde estaba el ducto, lo primero fue sostener todo su peso con una sola mano, aunque rápidamente se impulsó para que su otra mano también se pudiera sostener… sus piernas le molestaban, no tenían por donde apoyarse, y la superficie liza de la abertura le estaba dificultando sostenerse… respiró agitadamente… hizo acopio de todas sus fuerzas y comenzó lentamente a intentar subir… primero apoyó un brazo… después el otro… y lentamente introdujo todo su cuerpo en la abertura, aunque justo cuando terminaba de subir una de sus piernas… - ¡Ahhyyy… mierda! – una superficie saliente le había provocado una herida abierta en la pierna derecha…


 


.-.-.-.-.-.-.


 


¡Esto sólo les pasa a los aprendices…! – se quejaba por lo bajo… vendó su pierna con un pañuelo para evitar seguir perdiendo sangre… aunque ya debía estar preparada… probablemente algún vampiro olería su sangre y la encontraría, lo primero que debía hacer era salir de ahí, y buscar una zona donde le fuera más fácil luchar.


 


Llegó a una posible salida, observó el interior de la habitación… parecía un depósito… golpeó con una de sus piernas la tapa del ducto y cuando esta cedió, ella pudo salir… el último salto fue doloroso, y le hizo parar sobre un montón de cajas vacías…  buscó en la bolsa que tenía sujeta en su cintura algo que pudiera ingerir para mermar en algo el dolor. Sin embargo, debía ser algo que no la dopara demasiado, pues debía tener todos sus sentidos bien despiertos ante cualquier posible peligro.


 


Un sonido le puso los pelos de punta, miró en todas direcciones, estaba sentada aun en el suelo y con la espalda recostada por la pared, la iluminación no era muy buena… odió sentirse tan indefensa…


 


¡Parece que el gas que les echó si era muy bueno… disminuye sus habilidades en gran medida!


 


Esa voz la conocía bien, casi por reflejo cubrió con su mano su herida… pudo sentir lo viscoso de la zona, lo que le dio la pauta de que su improvisado vendaje no le había servido mucho, lentamente los pasos de aquel ser sobrenatural se fueron acercando…


 


¡No temas… si deseara lastimarte ya lo habría hecho, ¿no crees Zafira?! – cuando se arrodillo justo en frente de ella fue que la pudo observar mejor…


 


¡Hator!... – susurró y no sabía si se sentía feliz o más asustada… pues notó que aquella mirada estaba fija en su pierna…


 


¡Vaya, parece profunda… déjame ver! – aunque intentó alejarse, la pared se lo impidió, cerro con fuerzas sus ojos cuando las manos de la vampira le obligaron a extender la pierna… aunque rápidamente volvió  a mirarla, aunque sin decir nada… le dolía bastante, aún no había tenido tiempo de tomar nada que menguare su dolor - ¡Hay mucha sangre… si sigue así te desmayarás!


 


¡Dime algo que no sepa! – soltó con ironía… y por fin su mirada se encontró con la de la antigua mujer… una sonrisa maliciosa se formó en aquellos labios al tiempo en que levantó un poco más la pierna… y ante la sorpresa de la cazadora, lamió la herida… - ¡No…! – fue en un rápido movimiento en que intentó alejar a la peli castaña, que su brazo fue aprisionado por la mano de la otra mujer y en un ágil movimiento la acercó hacia ella… sus ojos se abrieron hasta más no poder al momento que sintió los labios de Hator en los suyos… pudo percibir el sabor metálico de la sangre, lo que la obligo a intentar impulsar a la mujer, pero solo ocasionó que entreabriera un poco los labios dejando que una lengua invasora se introdujera entre ellos…


 


¡Así está mejor! – murmuró la vampira alejándose lentamente de la anonadada cazadora… - ¡Ya no hay herida! – parpadeó confusa al notar que ya no sentía dolor… observó su pierna y la herida estaba totalmente curada… es más no quedaba siquiera cicatriz de ella… - ¡Ahora a sacarte de aquí!


 


-.-.-.-.-.-.-


 


¿Por qué? – murmuró cuando era depositada por la vampira en el balcón de su departamento…


 


¡Eso lo dejaré como tarea para que tú lo pienses! – susurró Hator al oído de la cazadora, antes de simplemente dejarse llevar por la noche.


 


Cuando se introdujo al interior de su hogar, no pudo reprimir los inmensos deseos de llorar… aquella noche había sido horrible, y lo peor era que no tenía idea del destino de sus compañeros… y peor aún le debía nuevamente la vida a un vampiro… la imagen de aquel beso coloreó sus mejillas y la obligaron a dirigirse al baño… se metió bajo la ducha y sin dejar de sollozar se quitó toda la sangre que tenía encima, mordió sus labios con fuerza, deseaba lavar su memoria al igual que su cuerpo, pero no podía… cada vez que cerraba sus ojos, podía sentir nuevamente el calor de aquellos labios en los suyos… y el latido de su corazón volvía a hacerse acelerado y molesto.


 


----------------------------------------------------------------------------------------------------------


 


Se quedó oculta  entre las sombras, su agudo oído le hacía saber claramente lo que ocurría en el interior de aquella habitación, sentía algo de culpa por los desatados sentimientos de confusión que embargaban a su próxima compañera… pero no podía evitarlo, no pudo contenerse… fue más fuerte que ella…


 


De haber llegado un poco antes, hubiera podido evitar que todo aquello ocurriera, pues su primer pensamiento al enterarse de la trampa, fue acabar rápidamente con la vida del traidor… escupió con asco, lo había acabado rápidamente, era lo mínimo que se merecía por poner en peligro la seguridad de alguien tan importante para ella… peor aún, si él la hubiese visto, seguramente reconocería en su fuerza el espíritu de su amado… unos sollozos la hicieron apretar con fuerza su puño al tiempo que su mirada se dirigía hacia el origen del lamento…


 


La última vez que había tenido tanto miedo fue justamente cuando Marius se enfrento a su creador y terminó arrebatándole la vida… suspiró con cierta ironía… ella estaba dispuesta a convertirla en ese preciso instante… pero ella estaba en desventaja, aquel gas que habían liberado tuvo el efecto deseado sobre los guerreros, los dejó menos lúcidos y menos fuertes. Eso la había detenido, así como ella se había entregado por voluntad propia a su amado, deseaba que su amada lo hiciera de la misma manera…


 


Dirigió una última mirada hacia la habitación en la que ahora la luz era apagada… debía volver a aquel lugar, de seguro habría mucho de que enterarse… sólo esperaba que nadie la haya notado, ni lo que hizo… solo una escusa le hacía falta a Lucius, para pedir su cabeza… la misma que le faltaba a Marius, para dársela…


 


.-.-.-.-.-.-.


 


Si el oxígeno hubiera sido necesario para su supervivencia, era seguro que ya no estaría en este mundo… intentó apartar la mano que sujetaba su cuello con las suyas, pero solo consiguió que la presión se intensificara, abrió los ojos para encontrarse con la oscura mirada de quien la deseaba muerta más que nada en la tierra, pues su existencia le recordaba lo que había perdido y lo que había tenido que eliminar.


 


¡Ayudaste a aquellos cazadores, y eliminaste a nuestro espía! – susurró Marius a su oído al momento de lanzarla con fuerza contra la pared... - ¡Dime el motivo Hator… se que odias tanto como yo a los de esa clase… ¿por qué los ayudaste?!


 


¡Idiota, no los ayude… el que no sean tan estúpidos como creías no quiere decir que alguien haya tenido que ayudarlos! – soltó con altanería… estaba sorprendida de que aquellos cazadores hayan salido con bien en su mayoría, al parecer incluso ella los subestimó… aunque eso al tiempo le hizo temer…  observó a aquellos a los que jamás consideró como sus hermanos… uno de ellos… era claro que uno de ellos las habían visto.


 


¡Aquella mirada me dice, que tal vez estoy en lo cierto…! – Marius murmuró y en las pupilas de la vampira hubo un asomo de temor… - ¡Ha vuelto a nosotros…!


 


Sin poder contenerse lo atacó con furia… había sido él mismo el que las vio, lo supo después de ver aquella sonrisa… debía acabar con él, o él se la arrebataría… le propinó un golpe y logró rasguñar su rostro, aunque la herida rápidamente se cerró… ninguno de los demás vampiros intervenía…


 


Marius y ella se miraron fijamente, al principio ninguno se movió… más solo hizo falta el asomo de una sonrisa en el rostro del hombre, para que el enfrentamiento volviera a comenzar, se notaba que él era poderoso, pues por más golpes que lanzaba Hator, él lograba detenerlos y esquivarlos con gran habilidad y sin demostrar mucho esfuerzo…


 


¡Me cansé de jugar… es tiempo de librarme de una espina que hace tiempo tengo en mi costado! –Marius volvió a tomar del cuello a la mujer y la levanto consiguiendo que ya no tuviera los pies en la tierra… apretó con fuerzas el cuello - ¡Desde que naciste he deseado acabar con tu existencia…! – murmuró con odio nada disimulado - ¡Sabía que traerías su alma de vuelta a mí… sólo por eso te mantuve con vida!


 


¡Bastardo… nunca… nos separarás…! – habló dificultosamente Hator…


 


¡Yo no estaría tan seguro…! – murmuró a la distancia Lucius… - ¿Nos dejas matarla Marius?


 


¡No sean idiota Lucius… matándola simplemente permitiría que la cadena vuelva a cumplir su ciclo… no… descuida Hator…! – el más antiguo bajó a la más joven y la tomó de sus cabellos sin soltar su agarre también del cuello - ¡No te mataré… así no renacerás y no volverás a cruzarte en mi camino! – dicho aquello el vampiro hundió sus colmillos en el cuello de Hator, quien no pudo hacer nada para evitarlo…


 


¡Ahhggg… “¡No…!”…! – pensó en mil formas de escapar, pero rápidamente las fuerzas la iban abandonando… cuando sintió que el mayor apartaba los labios… sintió temblar sus piernas… él la cargó y la deposito… - ¡Un ataúd…!


 


¡Te enterraré en vida… una existencia perpetua, muerta bajo tierra… ese será tu castigo por cruzarte en mi camino…! – susurró el mayor… - ¡Yo cuidaré por ti, a Zafira… querido hijo…!


 


¡Padre…! – toda luz se opacó al momento en que era sellada la tapa del ataúd… su pecho comenzó a bajar y subir como si le faltara aire… apoyó amabas manos en la parte superior queriendo abrirse camino hacia el exterior… - ¡Maldición… era él, siempre fue…! – esta vez parecía que su padre había vuelto para terminar de alejarlas, si ella permanecía con vida jamás renacería… eso quería decir que él se quedaría con ella… “¡No dejes que te convierta… Zafira!”…


 


-.-.-.-.-.-.-


 


No tenía verdadera conciencia de cuánto tiempo había transcurrido… si era de día o era de noche, no sabía nada… de a ratos perdía la conciencia y llamaba a su alma gemela, le rogaba que tuviera cuidado… aunque en el fondo sabía que era inútil… en el sueño profundo en que se hallaban los recuerdos de su compañera, sabía que sería incapaz de escucharla, o siquiera sentirla.


 


Nuevamente intentó empujar la tapa… la desesperación y la creciente hambre la estaba enloqueciendo, las memorias pasadas la atacaban duramente, especialmente los recuerdos de su muerte y la sensación de pérdida cuando era la vida de quien amaba la que se perdía primero. Se arrepentía en lo profundo de no haberla convertido ya… “¡Ven… ven a mí!”… pensaba aunque su verdadero deseo era que simplemente desapareciera, que Marius no diera con ella… en su última reencarnación se había llamado Santiago, era sumamente hermoso y sereno… respetuoso de las leyes vampíricas y sumamente poderoso… sin embargo, no pudo enfrentarse a su padre… no a Marius, quizás le hubiera vencido, pero no pudo atacarlo y eso le costó la vida.


 


¡Ella no podrá enfrentarse a él… si sólo hubiera tenido más tiempo! – se lamentaba derrotada… encerrada en ese lugar, no era consciente de  ningún sonido de exterior, ni de las vibraciones que pudieran estar sucediendo... - ¿Cuánto tiempo ha pasado… una semana… dos… un mes… quizás ha pasado más de un mes? – no había nada más desesperante que perder la noción del tiempo, más, cuando se tenía una eternidad para padecerlo…


 


Intentó relajarse nuevamente, no podía dormir… cómo dormir si temía perder lo que más amaba, eso era realmente peor que la muerte, estar encerrada ahí, sin posibilidad de escape... de pronto la eternidad le pareció infernal… “¡Maldito seas padre!”…


 


Sentía que caería al sueño profundo que tienen todos los vampiros cuando deciden descansar… en su caso, caería debido al hambre… un sueño profundo y eterno… debía escapar… tenía que hacer algo…


 


¡No voy a permanecer aquí… voy a destruirte Marius… lo juro! – como si fuera una burla imaginó una carcajada descarada por parte del anciano vampiro… golpeó nuevamente la tapa del ataúd con el mismo resultado de cada ocasión en que repetía aquella acción…


 


Una especie de vibración le llegó a los sentidos… algo estaba sucediendo en el exterior, abrió pesadamente los ojos… un poco de claridad comenzó a iluminar el  reducido mundo en que había sido confinada desde no estaba segura cuanto tiempo… alguien estaba abriendo su prisión, y no sabía si era bueno o era malo… ni si debía permanecer dormida, si debía atacar o quizás defenderse…


 


----------------------------------------------------------------------------------------------------------


 


Se encerró en su departamento sin querer ver a nadie… su prometido le había informado que sus compañeros de equipo habían logrado salir con bien de la trampa… y aunque, cuando le preguntó a ella como lo había hecho,  no pudo mentirle, aunque tampoco pudo decirle la verdad, por lo que decidió decirle simplemente que quería estar sola…


 


Cuando ya no pudo seguir encerrada, volvió a su trabajo de reportera… justificó su ausencia alegando que estaba terriblemente indispuesta de salud, su aspecto pálido dio fe de ello… el humor de su jefa había mejorado con la reconciliación entre ella y su novio así que no dijo nada ni a favor ni en contra… sólo le dio nuevas cosas en qué ocuparse y eso le parecía excelente, necesitaba ocupar su mente para no pensar… casi ni respondía los mensajes de su novio, se sentía mucho mejor ya… aunque las noches le seguían resultando un tormento…


 


Una pesadilla la asolaba cada noche… una pesadilla que la involucraba, a la última persona que quería ver así sea en sueños… pues su simple recuerdo le provocaba emociones muy fuertes…  sin embargo, había otra cosa que la hacía sentir incómoda… notó que estaba siendo perseguida, y que el responsable era un inmortal… después de casi dos semanas de no querer ver a sus compañeros decidió que era tiempo de enfrentarlos… comentó que por pura suerte halló la salida luego de escaparse por la parte de arriba del ascensor… y que debido  a su estado de debilidad y confusión no pudo volver en búsqueda de sus compañeros… nadie pareció culparla, pues más de uno había estado en esa misma situación.  


 


Escucho los reportes de las noches recientes, y revisando los que se habían entregado de aquella noche encontró algo que le llamó bastante la atención… un enfrentamiento entre dos inmortales… y el castigo que uno de ellos recibió… una mujer… a quien uno de los cazadores seguía especialmente… Hator…


 


.-.-.-.-.-.-.


 


Inmediatamente después de enterarse de aquel hecho intentó olvidarlo… ninguno de sus compañeros sabía qué desencadenó aquel castigo, aunque supusieron que era un enfrentamiento de poder… más ella podía suponer la verdadera causa… el mismo castigo que recibiría ella de ayudar a un vampiro…


 


Esa noche nuevamente le costó conciliar el sueño… mas esta vez era debido a que le parecía escuchar su voz, más los sonidos venían directo a su mente… se mordió el labio inferior con tanta fuerza que comenzó a sangrar, qué clase de honor tendría si no ayudaba a quien jugó su seguridad ayudándola a ella…


 


¡Demonios! – maldijo por lo bajo levantándose nuevamente de la cama… se puso de pie y se acercó a su placar para escoger que ropa vestir… seleccionó unos pantalones ajustados negros, un cuello alto del mismo color y una campera con chamarra… recogió su cabello en un rodete, se colocó unos guantes y unos tenis… miró en dirección a la ventana… encendió el contestador automático de su teléfono y tomando sus armas, salió por la ventana… uno de los requisitos para no ser vistos, era moverse entre las penumbras… no había mucha gente por las calles, aunque pudo percibir que era seguida…


 


Entró a uno de los subterráneos… a esas horas no era muy concurrido, así que era perfecto… tomó el primer tren que apareció… fue hasta el vagón del final… y cuando este estaba a punto de emprender camino, bajo por la puerta trasera y se dispuso a correr siguiendo las vías como camino…


 


No pasaron muchos minutos antes de llegar a donde esperaba… lo más rápido que pudo subió hasta la superficie… recorrió unos callejones, saltó unos cuantos rejados… y por último se metió a un edificio abandonado, en donde se escondió en un lugar que le brindara una buena visión de la entrada y la ventana. Intentó serenar los latidos de su corazón, se maldijo internamente por no conseguirlo rápidamente… con pasos silenciosos se dirigió a la planta baja del lugar… encontró lo que buscaba…


 


Odiaba las alcantarillas… pero eran la manera más rápida que conocía para llegar sin ser notada… lo bueno del caso era que ya no se sentía perseguida… sea quien sea el individuo que la estaba siguiendo, se había dado por vencido… apagó la linterna que le servía para iluminar sus pasos… llegó al lugar justo por el cual, Hator la había sacado aquella noche.


 


-.-.-.-.-.-.-.-


 


Lo bueno de llegar a casa ajena durante la noche, puede ser encontrarse con los dueños… en el caso de un vampiro era todo lo contrario… llegar de noche, era encontrar la casa vacía y deshabitada… sin embargo, había un vigilante… y si su intuición no le fallaba lo que vigilaba era una tumba…  y dentro de ella debía estar su presa…


 


No le costó mucho esfuerzo sacarlo de combate… no era un antiguo apenas le ponía unos diez o quince años… se notaba por su impulsividad y falta de control respecto a su apetito… una vez que su obstáculo fue quitado de en medio… se dirigió hacia el lugar que protegía… era una especie de cueva, y en el fondo había unas tumbas de piedra. Caminó entre ellas y su piel se le rizó… hubo una que pareció llamarle… estaba más hacia el fondo, un lugar frío y oscuro… la tapa de piedra le parecía  un verdadero problema… de todas las tumbas, esa dejaba notar que había sido abierta en un tiempo más próximo…  empujó la tapa y pudo moverla levemente, era muy pesada, más no se rendía fácilmente… siguió empujando hasta que tenía el mausoleo a medio abrir. Dentro se encontró con un sarcófago… este estaba sellado por unas especies de llaves… desbloqueó las que estaban más al alcance de su brazo… aún iluminaba el lugar con su linterna… volvió a empujar la tapa que le impedía retirar todas las llaves… “¡Demonios… pesa mucho!”…


 


Tuvo que valerse de toda su agilidad para impulsarse hacia tras en el momento en que la tapa del sarcófago era impulsada hacia arriba, llevándose con ella también la tapa de la tumba… observó un poco asustada hacia la dirección en que se hallaba la tumba, se puso de pie rápidamente, cuando estaba por tomar su arma, justo en frente de ella, apareció Hator…


 


----------------------------------------------------------------------------------------------------------


 


La sensación de aire fresco fue motivación suficiente para despertar sus fuerzas y empujar la tapa de ese ataúd… consiguiendo no solo lanzarla lejos de ella, sino que también lanzar la tapa de la tumba en la que la había encerrado Marius… salió de un brinco de donde se hallaba presa,  al tiempo sintió el latir de un ser vivo por lo que se colocó justo enfrente…


 


¿Zafira…? – una emoción muy fuerte le oprimió el pecho… la verdad no deseaba que la viera en esas fachas… suponía que su actual aspecto distaba mucho de la imagen con que la otra joven solía encontrarla… cuando deseó retroceder pues en su estado extremo de sed, tener cerca a alguien con la calidez de su cuerpo y la tibieza de su sangre era demasiada tentación… más al intentar retroceder perdió las casi totalmente sus fuerzas y estuvo a punto de caer al suelo… de hecho lo hubiera hecho de no ser por que la cazadora la sostuvo entre sus brazos… - ¡Soñaba con tu olor a cada instante en mi prisión… si esto es un sueño más… espero, jamás se acabe! – murmuró Hator levantando su mirada para toparse con la de la otra joven, quien a pesar de la penumbra dejaba notar un brillo poderoso en su mirar…


 


¡Te sacaré de aquí… pero necesito que me ayudes un poco…! – susurró la cazadora, colocó uno de los brazos de la vampira alrededor de su cuello y ella colocó el suyo tras su espalda, por debajo de sus brazos, para así sujetarla y ayudarla a mover…


 


¡Te haz puesto en peligro… no debiste Zafira! – iban caminando lentamente… la iluminación de la habitación le resultaba sumamente molesta…


 


¡Es lo justo, considerando que fuiste a parar ahí por mi culpa! – murmuró la cazadora observando con suma cautela todo a su alrededor…


 


Cuando hubieron ingresado a las alcantarillas, fue que se sentaron en el piso para descansar un momento, mas por Zafira, pues la humana sentía muy pesado el cuerpo de la vampira…


 


¡Parece que soy una verdadera carga! – susurró Hator observando la imagen de sus manos bajo la luz de la linterna de su ancestral amor… - ¡No me he alimentado mucho últimamente… recuperé mis fuerzas una vez que lo haga!


 


¡No tenemos tanto tiempo…! – Zafira dio un largo suspiro, debía analizar sus posibilidades… llevar a Hator en ese estado era peligroso para ambas… especialmente cuando los demás vampiros notasen lo que ocurrió y las buscaran… - ¡Bien… bebe mi sangre…!


 


Hator solo atinó a levantar la mirada sorprendida, aunque no pudo disimular formar una sonrisa en sus labios… sabía que aquella propuesta le estaba costando mucho a la cazadora, pues era ley entre los de su clase, jamás permitir a un vampiro el beber su sangre… y mucho menos… ofrecérsela…


 


¡No creo poder detenerme si bebo tu sangre, Zafira! – miraba fijamente a los ojos de la otra mujer… nada deseaba más que realizar aquello… pero estaba segura que la tentación de convertirla sería muy grande y no sabía si podría detenerse para no poner en riesgo su vida…


 


¡Prefieres sangre de ratas! – el tono fue mordaz e irónico… una de las cejas de la cazadora estaba levantada, la miraba seriamente dándole a entender que hablaba en serio…


 


¡Está bien, puedes confiar en mí! – soltó con una risita Hator… definitivamente la deseaba e iba a tenerla…


 


Tomó la mano que le era entregada… sin apartar la mirada de la de Zafira acercó la muñeca a sus labios… y como si el sentir de la sangre correr por aquellas venas le hubiera despertado el instinto… introdujo sus colmillos en la piel, y fue bebiendo la cálida sangre… su sabor la enloquecía… apretó un poco mas su agarre sobre la muñeca… mientras bebía, lamía la herida… pudo sentir el pulso de la cazadora acelerarse y entendió que quizás la sensación de miedo estaba embargando a su compañera de huida… sabía que debía detenerse o la dejaría muy débil… sin saber de donde había sacado las fuerzas logro separarse… se mordió el labio inferior causándose una leve herida en ella… aún no había soldado su agarre de la muñeca… por lo que ejerciendo solo un poco de fuerza la atrajo hacia ella y volvió a tomar sus labios como en aquella última noche… la sentía un tanto cansada, debido a eso su intento de alejarse, no fue muy fuerte… con el otro brazo rodeó su cintura acercándola más, para así profundizar más su beso… sabía que la herida que le había causado ya debía de estar cerrada gracias a las pequeñas gotas de su sangre… cuando se alejó de ella, notó el sonrojo y la vergüenza y eso le encendió el ánimo…


 


¡Pronto te rendirás a mis encantos… y no te dejaré ir…!


 


.-.-.-.-.-.-.-.


 


Gracias a las renovadas fuerzas de su inmortal compañera pudieron salir rápidamente de aquel hoyo… debía admitir que después de lo ocurrido sentía que le habían comido la lengua, pues no tenía el más mínimo deseo de hablar, o siquiera dirigirle la mirada a la vampira, a quien esa actitud parecía divertirle bastante…


 


Lo había pensado durante todo el tiempo en que le costó sacar de aquel lugar a Hator… y lo había decidido… el único lugar en donde podría ocultarla, por lo menos hasta que se reponga por completo era su departamento… consideraba que su closet de ropa era lo suficientemente oscuro como para que ella se refugiase ahí de la luz del día… había roto al menos quince de las leyes de los cazadores al hacer todo aquello… si la descubrían no quería ni imaginarse lo que le sucedería… aunque no sentía que tuviera otra opción… ella estaba en deuda, y lo mínimo que podía hacer, era pagar esa deuda…


 


¡Ahí tienes ropa… si quieres bañarte, allá está el baño… puedo conseguirte un poco de sangre…! – comenzó a decir Zafira intentado no permanecer en un lugar fijo para no tener que enfrentar la mirada de Hator, más cuando se estaba ofreciendo a traerle sangre, la voz de la más antigua la calló…


 


¡No hace falta… yo buscaré mi alimento…! – murmuró sonriendo, al tiempo en que observaba con detalle toda la decoración del lugar - ¡Acepto usar el baño… también, acepto compañía si quieres…!


 


¡Si sales solo intenta que no te vean… y de día puedes refugiarte ahí…! – habló un tanto nerviosa abriendo la puerta del closet, y sin dirigirle la mirada se dirigió a su cuarto - ¡Ah… tienes prohibido entrar a mi cuarto mientras yo esté en él… y si llega algún conocido mío… te ocultas… ¿entiendes?!


 


¡Claramente… aun no me aceptas en tu lecho, y debo conformarme con solo mirar… lo acepto… “¡Por ahora!”…! – tomó unas prendas que le parecieron acordes a ella y se dirigió al cuarto de baño…


 


Mientras que en su cuarto, Zafira trancaba su puerta con llave… se recostó por esta… no podía creer lo que había sido capas de hacer, observó su muñeca ya totalmente curada… lentamente se dejó caer en el suelo, recostó su cabeza por la puerta al tiempo que con sus dedos acarició sus labios…


 


“¡¿Por qué… por qué?… voy a casarme y sin embargo… deseaba eso!”…


 


 


 


 


 


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).