El Ángel y el Demonio
Segunda parte
Capitulo 2
Como si estuviéramos casados…
Una dura semana de trabajo transcurría para todos los miembros de Super Junior, con la popularidad que había tenido U, habían comenzado a trabajar en el nuevo single que saldría con el albúm de verano de SM y Dancing Out prometía ser una canción fresca y divertida muy apta para la época, pero esto significaba también una coreografía compleja que aprender y una canción en la que sería difícil cantar y saltar al mismo tiempo. Hacía el miércoles en la noche, KangIn estaba exhausto acostado cuan largo era en la sala de espera de la oficina de ejecutiva de SM. Estaba allí porque LeeTeuk le había pedido que lo recogiera y lo acompañara a hacer unas diligencias extras y como KangIn no podía negarle nada a su Hyung, ahí estaba él esperándolo en esa incómoda silla de visitante, ojeando un periódico barato de chismes amarillistas.
Estaba ojeando las páginas sin cuidado sumergido en el aburrimiento cuando algo llamó su atención, en la esquina inferior de los clasificados, de una manera muy discreta un pequeño recuadro negro anunciaba una fiesta el fin de semana. Se quedó mirando el papel sin entender por unos segundos pero entonces luego se percató de la palabra “ambiente” en el anuncio. Una fiesta de ambiente. “Garantizamos la discreción a todos nuestros clientes” rezaba un poco más abajo, “celebración especial por cumplimiento de 5 años de servicio en Soul” KangIn se acomodó en su asiento y arqueó las cejas releyendo una y otra vez el anuncio. Y la idea llegó a su mente limpia y clara.
¡Podía ir con LeeTeuk!
Aunque por supuesto, KangIn jamás en toda su vida había ido a una discoteca para ‘gente de gustos diferentes’ (como él solía llamarlo) le pareció que sería una buena oportunidad de tener un buen rato a solas, ese rato a solas que venían buscando desde hace más de un mes y que nunca se daba. Con los chicos alrededor siempre era imposible inclusive en las noches y menos con las pocas horas que tenían para dormir y ya no eran unos adolescentes para hacerlo en las casas de sus padres, ahora ambos tenían más de 21, eran hombres hechos y derechos (o torcidos dependiendo del punto) y no estaban para esas tonterías, pero la fiesta podía significar tener algo así como una ‘cita’ y ellos nunca habían tenido una, en realidad mantenían juntos pero gracias al trabajo, más no porque estuvieran disfrutando de su relación. Les había costado mucho tiempo comenzar a tener algo y aún recordaba todas las peculiares situaciones que había vivido al lado de LeeTeuk cuando eran adolescentes. Así que parecía absurdo que después de todas esas penurias, peleas, discusiones y demás no tuvieran un momento para ellos dos.
KangIn se percató de la dirección, era a las afueras de la ciudad lo que cual era más conveniente aún. Además sabía que ese tipo de lugares se preocupaban mucho por la discreción y la seguridad, sobre todo viviendo en un país ultra conservador como lo era Korea.
- ¿Esperaste mucho? - Preguntó LeeTeuk saliendo finalmente de la oficina, se veía exhausto y traía un maletín negro. Iba vestido de saco y corbata azul oscura, cualquiera podría haber pensado que se trataba de un abogado o un funcionario público. - Dios… creí que nunca terminaría esa reunión -
- ¡Hyung! - Exclamó KangIn cuando lo vio salir de la oficina - ¿Qué harás este fin de semana? -
- ¿Este fin de semana? - Preguntó sorprendido LeeTeuk y le lanzó el maletín negro a KangIn para que lo llevara - ¿Acaso tenemos fines de semana? - Se preguntó con un gesto melodramático.
- Ven… vamos a tomar un café - Propuso KangIn con una sonrisa muy ancha lo que hizo que LeeTeuk arqueara una ceja.
***
- ¿QUEEE? - Exclamó LeeTeuk escupiendo el café que anteriormente había estado en su boca llamando la atención de la clientela del lugar, eran las 9 de la noche y se encontraban en una pequeña cafetería un par de cuadras del edificio de SM. Habían pedido un par de cafés con Croissants. Un par de goticas de café salpicaron la manga del saco de KangIn y otras cuantas resbalaron por el labio del mayor de inmediato buscó una servilleta para limpiarse - ¿Qué has dicho? -
- Es… una buena idea Hyung… - Comentó KangIn con una sonrisita sumisa, la que siempre ponía cuando quería ganar algo o convencer a alguien - Además hace mucho tiempo que no estamos los dos solos -
- ¿Estás loco? - Preguntó el mayor y luego susurró - ¿Eres consiente de lo que pasaría si alguien nos reconoce ahí? -
- Nadie va a reconocernos - Respondió tajantemente KangIn - El lugar garantiza la discreción a sus clientes, además es nuestra única oportunidad de estar juntos - Se quejó.
- Es demasiado arriesgado, no puedo ni imaginar lo que pasaría si alguien se entera, sería el fin de nuestras vidas - Agregó apesadumbrado.
- ¡Hyung! ¿Por qué eres tan paranoico? ¡Nadie se va a enterar! - Replicó KangIn tomándole de las manos.
- DongSaeng… no soy paranoico, soy realista - Puntualizó el mayor y le soltó las manos a su compañero.
- ¡Pero Hyung! - Se quejó KangIn - Es… es nuestra única oportunidad de salir juntos -
- ¿Lo arriesgarías todo por ‘salir juntos’? - Le preguntó LeeTeuk y luego le sonrió con suavidad, al parecer consciente de que estaba siendo muy rudo - Sabes que me encantaría pasar más tiempo a solas contigo, ya lo hemos discutido, pero ya no somos niños, tenemos responsabilidades, somos adultos ¿recuerdas? Debemos… -
- Pues no, no lo acepto - Lo cortó KangIn molesto - Ya no somos niños es verdad, pero maldición ¡tengo 21 años! No soy un viejo con responsabilidades, quiero disfrutar de mi vida también, estoy arto de pensar sólo en el trabajo y de que mi vida sólo gire en torno a ello ¿Acaso quieres que esto se acabe? ¿Sabes cuanto hace que no lo hacemos? -
- Shhh… baja la voz - Lo apremió LeeTeuk y fue esta vez él quien lo tomó de las manos, pero KangIn las quitó más rápido.
- Dejaré de hablar si es lo que quieres - Exclamó en un susurro y luego se levantó de la mesa dejando al líder sólo.
LeeTeuk se quedó mirando su café con frustración. Lo que más odiaba en KangIn era a la vez lo que más deseaba de él. Tomó la cucharita del azúcar y la metió en el café revolviéndolo distraídamente.
KangIn entró al baño con la cara de un gato en su novena vida, se quedó mirando su rostro en el espejo con frustración. ¿Por qué LeeTeuk tenía que estar pensando en lo que era correcto a toda hora? O quizás como siempre sucedía… ¿Estaba actuando de manera infantil y caprichosa? Suspiró y se echó agua en la cara y se recostó contra el lavamanos, su corazón seguía latiendo con fuerza y se seguía sintiendo como un tonto allí sólo.
Un buen rato después salió del baño un poco más calmado y se encontró con la mirada llena de culpa de LeeTeuk aún en la mesa. Tenía esa misma sonrisa cálida de ángel caído del cielo y se había terminado su café.
- Vámonos - Murmuró KangIn y LeeTeuk salió tras él en silencio.
Montaron en el auto, KangIn al volante y antes de encenderlo, KangIn dejó escapar un prolongado suspiro, cerró unos segundos y luego bajó la mirada antes de hablar.
- Lo siento Hyung - Murmuró avergonzado. - Estoy actuando como un niño otra vez, tú eres la voz de la razón aquí y estás en lo correcto -
- ¿Estás seguro de eso? - Susurró LeeTeuk y sonrió de nuevo con esa sonrisa que derretía icebergs - ¿Realmente crees en lo que estás diciendo? -
- No - Aceptó KangIn - Quiero ir a la fiesta - Agregó haciendo un puchero resignado - Pero ni modo, una relación se construye con dos personas ¿verdad? Sería tonto si no te tomara en cuenta al tomar una decisión -
- Tonto… ya hablas como si estuviéramos casados o algo parecido - Comentó LeeTeuk riendo suavemente y luego dejó escapar un bostezo - ¿Vamos? -
- Umm… si - Finalizó y arrancó el auto sumergiéndose a la avenida principal para llegar más rápido al apartamento.
***
El sábado llegó tan rápido que casi ni lo notaron. Todos los miembros de Super Junior se hallaban en el estudio terminando de grabar los últimos detalles de la canción, milagrosamente habían avanzado esa tarde y prácticamente todo estaba listo. El manager salió de la cabina de grabación y con expresión cansada pero optimista les comunicó que tendrían el domingo libre, puesto que habían trabajado fuertemente ese día.
Todos gritaron con júbilo y comenzaron a hacer planes, en su mayoría quedarse en la casa porque estaban cansados de estar fuera de casa, de mantener de un lado para otro sin dormir. Algunos pensaron en visitar a sus padres y muy animadamente la grabación concluyó hacía las 6 de la tarde.
Hacía las 7 y media de la noche ya estaban en el apartamento, habían comido y se encontraban satisfechos, era increíble lo que la buena comida lograba en sus estados de ánimo. Todos parecían felices como el día del debut a pesar de las enormes ojeras que se alzaban en sus ojos.
- Mañana dormiré y no me levantaré de la cama en todo el día - sentenció Shindong - Dormiré tanto que ni siquiera iré al baño y pondré un balde al lado de la cama para…-
- Ahgg ¡asqueroso!… - Se quejó SungMin pero Shindong rió dando a entender que era una broma.
- ¡Yo voy a verme todos los capítulos atrasados de mi drama favorito! - Exclamó con los ojos brillantes por la emoción el más joven de todos.
- ¿Pero van a repetirlos todos Kyu? - Preguntó Yesung sorprendido.
- Los descargué de Internet - Explicó KyuHyun con orgullo - Hay un clubbox* buenisimo de sólo dramas en alta calidad, un amigo de la Universidad me dio la clave, así que los descargué los 30 capítulos ayer, inclusive el capitulo inédito en donde Kim Lee Junki* se equivoca en el minuto 34 en la última parte de la frase, cambiando el profundo significado del contexto de toda la novela y dándole un giro de trama más caótico e interesante - Todos miraron con cara de desconcierto al menor que seguía mirando su plato vacío con ensoñación.
- Yo jugaré Warcraft* con Kibum - Comentó HeeChul quien aún no se había ido para el otro apartamento con sus compañeros pues habían decidido que comerían todos juntos - La semana pasada, matamos una creatura del lago de las lágrimas en nivel 15 y eso provocó que Kibumie subiera el HP a un 50% y el EX en tres niveles, no puedo permitir que mi Escudero descendiente del clan de los lobos Armitage tenga un HP inferior a un tonto mago elfo blanco con armadura de nivel 24 -
- Yo… voy a rascarme las pelotas todo el día mientras veo televisión - Dijo Yesung ignorando la retahíla incomprensible de HeeChul que sólo fue entendida por los asiduos jugadores online del grupo, es decir Kibum y KyuHyun.
- ¡Hyung! - Se quejó Ryeowook - Aún estoy terminando de comer -
- ¿Que? Todos los hombres lo hacemos ¿Acaso tu no? - Se burló.
- Ese no es el punto… - Explicó Ryeowook dejando de lado el último pedazo de pastel del postre - Es que me hice la imagen mental - Todos rieron y parecieron reflexionar por unos segundos y luego le hicieron mala cara a Yesung (No habían podido evitar la imagen mental también)
- Eh, hagamos una maratón de videojuegos como en los viejos tiempos - Exclamó EunHyuk emocionado - Compré el Valkyrie profile 2 Silmeria para el Play Station 2 y aún no he podido jugarla, está en el ranking número 1 de esta semana en la categoría de Rpgs en Japón-
- ¿Cómo en los viejos tiempos? - Se quejó KangIn - Ustedes juegan siempre que pueden -
- Pero nunca hacemos una maratón de toda la noche - Explicó DongHae emocionado - cuando jugamos esporádicamente no se cuenta porque sólo más de 7 horas de juego seguidas pueden justificar una maratón como en los viejos tiempos -
- ¿Van a sacrificar 7 horas de valioso sueño jugando? - Exclamó Yesung indignado.
- Es más emocionante que rascarse las pelotas siendo objetivos - Puntualizó LeeTeuk.
- ¿Vaz a jugar con nosotros Hyung? - Preguntó EunHyuk con renovada emoción - Hace tiempo que no jugamos todos juntos, será una espléndida noche -
- Iré por el Sohu* con Siwon - Exclamó Hangeng quien no había intervenido en la conversación - ¿Verdad? - Siwon asintió y siguió al Chino quien lo halaba de la manga hasta la puerta.
- Yo quiero hacer una deliciosa receta que descubrí en Internet hace unos días - Comentó Ryeowook, - Es alta cocina y se ve muy complicada, pero cocinar me relaja y me gusta cuando es complicado - Explicó Ryeowook con una sonrisa tímida, todos sabían que él amaba cocinar y nunca nadie se había burlado o lo había criticado por ello, sin embargo el seguía sintiéndose intimidado cuando hablaba del tema y no paraba de dar explicaciones.
- Te ayudo - Se ofreció SungMin rebotando en el asiento - Te prometo que no le echaré tanto azúcar como la última vez - Agregó guiñándole un ojo. Ryeowook aún le recriminaba el hecho a SungMin, le había arruinado una receta espléndida que había tardado más de 5 horas en preparar, agregándole demasiada azúcar provocando que sólo él pudiera comerla. Ambos se levantaron de la mesa y recogieron los platos para llevarlos a la cocina con sonrisas de complicidad.
- ¿Entonces Hyung?- Preguntó nuevamente EunHyuk dirigiéndose a LeeTeuk - ¿Te unes a la maratón? -
El Ángel y el Demonio
Segunda parte
Capitulo 2
Como si estuviéramos casados…
Una dura semana de trabajo transcurría para todos los miembros de Super Junior, con la popularidad que había tenido U, habían comenzado a trabajar en el nuevo single que saldría con el albúm de verano de SM y Dancing Out prometía ser una canción fresca y divertida muy apta para la época, pero esto significaba también una coreografía compleja que aprender y una canción en la que sería difícil cantar y saltar al mismo tiempo. Hacía el miércoles en la noche, KangIn estaba exhausto acostado cuan largo era en la sala de espera de la oficina de ejecutiva de SM. Estaba allí porque LeeTeuk le había pedido que lo recogiera y lo acompañara a hacer unas diligencias extras y como KangIn no podía negarle nada a su Hyung, ahí estaba él esperándolo en esa incómoda silla de visitante, ojeando un periódico barato de chismes amarillistas.
Estaba ojeando las páginas sin cuidado sumergido en el aburrimiento cuando algo llamó su atención, en la esquina inferior de los clasificados, de una manera muy discreta un pequeño recuadro negro anunciaba una fiesta el fin de semana. Se quedó mirando el papel sin entender por unos segundos pero entonces luego se percató de la palabra “ambiente” en el anuncio. Una fiesta de ambiente. “Garantizamos la discreción a todos nuestros clientes” rezaba un poco más abajo, “celebración especial por cumplimiento de 5 años de servicio en Soul” KangIn se acomodó en su asiento y arqueó las cejas releyendo una y otra vez el anuncio. Y la idea llegó a su mente limpia y clara.
¡Podía ir con LeeTeuk!
Aunque por supuesto, KangIn jamás en toda su vida había ido a una discoteca para ‘gente de gustos diferentes’ (como él solía llamarlo) le pareció que sería una buena oportunidad de tener un buen rato a solas, ese rato a solas que venían buscando desde hace más de un mes y que nunca se daba. Con los chicos alrededor siempre era imposible inclusive en las noches y menos con las pocas horas que tenían para dormir y ya no eran unos adolescentes para hacerlo en las casas de sus padres, ahora ambos tenían más de 21, eran hombres hechos y derechos (o torcidos dependiendo del punto) y no estaban para esas tonterías, pero la fiesta podía significar tener algo así como una ‘cita’ y ellos nunca habían tenido una, en realidad mantenían juntos pero gracias al trabajo, más no porque estuvieran disfrutando de su relación. Les había costado mucho tiempo comenzar a tener algo y aún recordaba todas las peculiares situaciones que había vivido al lado de LeeTeuk cuando eran adolescentes. Así que parecía absurdo que después de todas esas penurias, peleas, discusiones y demás no tuvieran un momento para ellos dos.
KangIn se percató de la dirección, era a las afueras de la ciudad lo que cual era más conveniente aún. Además sabía que ese tipo de lugares se preocupaban mucho por la discreción y la seguridad, sobre todo viviendo en un país ultra conservador como lo era Korea.
- ¿Esperaste mucho? - Preguntó LeeTeuk saliendo finalmente de la oficina, se veía exhausto y traía un maletín negro. Iba vestido de saco y corbata azul oscura, cualquiera podría haber pensado que se trataba de un abogado o un funcionario público. - Dios… creí que nunca terminaría esa reunión -
- ¡Hyung! - Exclamó KangIn cuando lo vio salir de la oficina - ¿Qué harás este fin de semana? -
- ¿Este fin de semana? - Preguntó sorprendido LeeTeuk y le lanzó el maletín negro a KangIn para que lo llevara - ¿Acaso tenemos fines de semana? - Se preguntó con un gesto melodramático.
- Ven… vamos a tomar un café - Propuso KangIn con una sonrisa muy ancha lo que hizo que LeeTeuk arqueara una ceja.
***
- ¿QUEEE? - Exclamó LeeTeuk escupiendo el café que anteriormente había estado en su boca llamando la atención de la clientela del lugar, eran las 9 de la noche y se encontraban en una pequeña cafetería un par de cuadras del edificio de SM. Habían pedido un par de cafés con Croissants. Un par de goticas de café salpicaron la manga del saco de KangIn y otras cuantas resbalaron por el labio del mayor de inmediato buscó una servilleta para limpiarse - ¿Qué has dicho? -
- Es… una buena idea Hyung… - Comentó KangIn con una sonrisita sumisa, la que siempre ponía cuando quería ganar algo o convencer a alguien - Además hace mucho tiempo que no estamos los dos solos -
- ¿Estás loco? - Preguntó el mayor y luego susurró - ¿Eres consiente de lo que pasaría si alguien nos reconoce ahí? -
- Nadie va a reconocernos - Respondió tajantemente KangIn - El lugar garantiza la discreción a sus clientes, además es nuestra única oportunidad de estar juntos - Se quejó.
- Es demasiado arriesgado, no puedo ni imaginar lo que pasaría si alguien se entera, sería el fin de nuestras vidas - Agregó apesadumbrado.
- ¡Hyung! ¿Por qué eres tan paranoico? ¡Nadie se va a enterar! - Replicó KangIn tomándole de las manos.
- DongSaeng… no soy paranoico, soy realista - Puntualizó el mayor y le soltó las manos a su compañero.
- ¡Pero Hyung! - Se quejó KangIn - Es… es nuestra única oportunidad de salir juntos -
- ¿Lo arriesgarías todo por ‘salir juntos’? - Le preguntó LeeTeuk y luego le sonrió con suavidad, al parecer consciente de que estaba siendo muy rudo - Sabes que me encantaría pasar más tiempo a solas contigo, ya lo hemos discutido, pero ya no somos niños, tenemos responsabilidades, somos adultos ¿recuerdas? Debemos… -
- Pues no, no lo acepto - Lo cortó KangIn molesto - Ya no somos niños es verdad, pero maldición ¡tengo 21 años! No soy un viejo con responsabilidades, quiero disfrutar de mi vida también, estoy arto de pensar sólo en el trabajo y de que mi vida sólo gire en torno a ello ¿Acaso quieres que esto se acabe? ¿Sabes cuanto hace que no lo hacemos? -
- Shhh… baja la voz - Lo apremió LeeTeuk y fue esta vez él quien lo tomó de las manos, pero KangIn las quitó más rápido.
- Dejaré de hablar si es lo que quieres - Exclamó en un susurro y luego se levantó de la mesa dejando al líder sólo.
LeeTeuk se quedó mirando su café con frustración. Lo que más odiaba en KangIn era a la vez lo que más deseaba de él. Tomó la cucharita del azúcar y la metió en el café revolviéndolo distraídamente.
KangIn entró al baño con la cara de un gato en su novena vida, se quedó mirando su rostro en el espejo con frustración. ¿Por qué LeeTeuk tenía que estar pensando en lo que era correcto a toda hora? O quizás como siempre sucedía… ¿Estaba actuando de manera infantil y caprichosa? Suspiró y se echó agua en la cara y se recostó contra el lavamanos, su corazón seguía latiendo con fuerza y se seguía sintiendo como un tonto allí sólo.
Un buen rato después salió del baño un poco más calmado y se encontró con la mirada llena de culpa de LeeTeuk aún en la mesa. Tenía esa misma sonrisa cálida de ángel caído del cielo y se había terminado su café.
- Vámonos - Murmuró KangIn y LeeTeuk salió tras él en silencio.
Montaron en el auto, KangIn al volante y antes de encenderlo, KangIn dejó escapar un prolongado suspiro, cerró unos segundos y luego bajó la mirada antes de hablar.
- Lo siento Hyung - Murmuró avergonzado. - Estoy actuando como un niño otra vez, tú eres la voz de la razón aquí y estás en lo correcto -
- ¿Estás seguro de eso? - Susurró LeeTeuk y sonrió de nuevo con esa sonrisa que derretía icebergs - ¿Realmente crees en lo que estás diciendo? -
- No - Aceptó KangIn - Quiero ir a la fiesta - Agregó haciendo un puchero resignado - Pero ni modo, una relación se construye con dos personas ¿verdad? Sería tonto si no te tomara en cuenta al tomar una decisión -
- Tonto… ya hablas como si estuviéramos casados o algo parecido - Comentó LeeTeuk riendo suavemente y luego dejó escapar un bostezo - ¿Vamos? -
- Umm… si - Finalizó y arrancó el auto sumergiéndose a la avenida principal para llegar más rápido al apartamento.
***
El sábado llegó tan rápido que casi ni lo notaron. Todos los miembros de Super Junior se hallaban en el estudio terminando de grabar los últimos detalles de la canción, milagrosamente habían avanzado esa tarde y prácticamente todo estaba listo. El manager salió de la cabina de grabación y con expresión cansada pero optimista les comunicó que tendrían el domingo libre, puesto que habían trabajado fuertemente ese día.
Todos gritaron con júbilo y comenzaron a hacer planes, en su mayoría quedarse en la casa porque estaban cansados de estar fuera de casa, de mantener de un lado para otro sin dormir. Algunos pensaron en visitar a sus padres y muy animadamente la grabación concluyó hacía las 6 de la tarde.
Hacía las 7 y media de la noche ya estaban en el apartamento, habían comido y se encontraban satisfechos, era increíble lo que la buena comida lograba en sus estados de ánimo. Todos parecían felices como el día del debut a pesar de las enormes ojeras que se alzaban en sus ojos.
- Mañana dormiré y no me levantaré de la cama en todo el día - sentenció Shindong - Dormiré tanto que ni siquiera iré al baño y pondré un balde al lado de la cama para…-
- Ahgg ¡asqueroso!… - Se quejó SungMin pero Shindong rió dando a entender que era una broma.
- ¡Yo voy a verme todos los capítulos atrasados de mi drama favorito! - Exclamó con los ojos brillantes por la emoción el más joven de todos.
- ¿Pero van a repetirlos todos Kyu? - Preguntó Yesung sorprendido.
- Los descargué de Internet - Explicó KyuHyun con orgullo - Hay un clubbox* buenisimo de sólo dramas en alta calidad, un amigo de la Universidad me dio la clave, así que los descargué los 30 capítulos ayer, inclusive el capitulo inédito en donde Kim Lee Junki* se equivoca en el minuto 34 en la última parte de la frase, cambiando el profundo significado del contexto de toda la novela y dándole un giro de trama más caótico e interesante - Todos miraron con cara de desconcierto al menor que seguía mirando su plato vacío con ensoñación.
- Yo jugaré Warcraft* con Kibum - Comentó HeeChul quien aún no se había ido para el otro apartamento con sus compañeros pues habían decidido que comerían todos juntos - La semana pasada, matamos una creatura del lago de las lágrimas en nivel 15 y eso provocó que Kibumie subiera el HP a un 50% y el EX en tres niveles, no puedo permitir que mi Escudero descendiente del clan de los lobos Armitage tenga un HP inferior a un tonto mago elfo blanco con armadura de nivel 24 -
- Yo… voy a rascarme las pelotas todo el día mientras veo televisión - Dijo Yesung ignorando la retahíla incomprensible de HeeChul que sólo fue entendida por los asiduos jugadores online del grupo, es decir Kibum y KyuHyun.
- ¡Hyung! - Se quejó Ryeowook - Aún estoy terminando de comer -
- ¿Que? Todos los hombres lo hacemos ¿Acaso tu no? - Se burló.
- Ese no es el punto… - Explicó Ryeowook dejando de lado el último pedazo de pastel del postre - Es que me hice la imagen mental - Todos rieron y parecieron reflexionar por unos segundos y luego le hicieron mala cara a Yesung (No habían podido evitar la imagen mental también)
- Eh, hagamos una maratón de videojuegos como en los viejos tiempos - Exclamó EunHyuk emocionado - Compré el Valkyrie profile 2 Silmeria para el Play Station 2 y aún no he podido jugarla, está en el ranking número 1 de esta semana en la categoría de Rpgs en Japón-
- ¿Cómo en los viejos tiempos? - Se quejó KangIn - Ustedes juegan siempre que pueden -
- Pero nunca hacemos una maratón de toda la noche - Explicó DongHae emocionado - cuando jugamos esporádicamente no se cuenta porque sólo más de 7 horas de juego seguidas pueden justificar una maratón como en los viejos tiempos -
- ¿Van a sacrificar 7 horas de valioso sueño jugando? - Exclamó Yesung indignado.
- Es más emocionante que rascarse las pelotas siendo objetivos - Puntualizó LeeTeuk.
- ¿Vaz a jugar con nosotros Hyung? - Preguntó EunHyuk con renovada emoción - Hace tiempo que no jugamos todos juntos, será una espléndida noche -
- Iré por el Sohu* con Siwon - Exclamó Hangeng quien no había intervenido en la conversación - ¿Verdad? - Siwon asintió y siguió al Chino quien lo halaba de la manga hasta la puerta.
- Yo quiero hacer una deliciosa receta que descubrí en Internet hace unos días - Comentó Ryeowook, - Es alta cocina y se ve muy complicada, pero cocinar me relaja y me gusta cuando es complicado - Explicó Ryeowook con una sonrisa tímida, todos sabían que él amaba cocinar y nunca nadie se había burlado o lo había criticado por ello, sin embargo el seguía sintiéndose intimidado cuando hablaba del tema y no paraba de dar explicaciones.
- Te ayudo - Se ofreció SungMin rebotando en el asiento - Te prometo que no le echaré tanto azúcar como la última vez - Agregó guiñándole un ojo. Ryeowook aún le recriminaba el hecho a SungMin, le había arruinado una receta espléndida que había tardado más de 5 horas en preparar, agregándole demasiada azúcar provocando que sólo él pudiera comerla. Ambos se levantaron de la mesa y recogieron los platos para llevarlos a la cocina con sonrisas de complicidad.
- ¿Entonces Hyung?- Preguntó nuevamente EunHyuk dirigiéndose a LeeTeuk - ¿Te unes a la maratón? -
KangIn miró a LeeTeuk en esa fracción de segundo que duró la pregunta. Esa sería otra noche de sábado en la que estarían con los chicos y como la mayoría planeaba quedarse hasta altas horas vagando, seguramente terminarían yendo a la cama a la madrugada, cansados y sin oportunidad de tan siquiera darse un beso. Suspiró abatido y se levantó de la mesa sin escuchar la respuesta que sería obvia. Se metió a su cuarto y se tiró en la cama cuan largo era, mirando el techo. “Hyung tiene razón” Se obligaba a pensar “Quizás sea mejor… por el bien de nuestras carreras” Agregó en su mente.
¿A quien engañas? Quieres salir con él, quieres follártelo desde hace tanto tiempo que ya ni recuerdas la última vez que lo hicieron. Quieres una cita con él, una cita por muy ridículo que parezca, así no sea tu ‘novia’, así sólo sean unos hermanos jurados, así no tengan un titulo especial, quieres estar con él a solas…
- No es sólo por el sexo - Exclamó en voz alta, hablando consigo mismo - No es sólo eso -
- ¿Perdón? - La voz de LeeTeuk llenó la habitación en penumbra cuando este entró en ella - ¿Dijiste algo? -
- Nada - Exclamó KangIn y sintió como el mayor se sentaba en la cama y unos dedos largos y suaves se paseaban por su cabello jugueteando con él, enredándolo suavemente.
- ¿Por qué estás aquí escondido? - Le preguntó el mayor. KangIn suspiró en la penumbra y apoyó su cabeza en las piernas de LeeTeuk para que pudiera acariciarle el cabello más cómodamente.
- No estoy escondido, sólo… estoy cansado - Mintió disfrutando de la caricia cerca de su oreja.
- Que lástima - Dijo entonces LeeTeuk - Porque si estás muy cansado no podrás bailar conmigo en la fiesta -
KangIn se levantó como un resorte y en su movimiento brusco golpeó la barbilla de LeeTeuk con su frente y ambos soltaron un improperio con el golpe.
- ¡Aigo! Pon más cuidado auch - Se quejó sobándose la parte adolorida, pero KangIn lo sorprendió con un beso fugaz en los labios.
- ¡Ese es mi hyung! - Exclamó luego del beso, aunque hubiera preferido decir “por eso te amo” - ¡En un minuto estoy listo! -
Entonces tan rápido como pudo, KangIn revolcó su armario buscando algo que ponerse, comparó varias camisetas con ansiedad y luego volvió a tirarlas dentro del armario, LeeTeuk lo miró con una sonrisa.
- Lo que te pongas… que sea discreto - Aclaró levantándose de la cama y dirigiéndose a su armario para buscar también algo que ponerse.
- No te preocupes Hyung, todo está fríamente calculado - Comentó feliz como un niño a quien su madre premia con unas galletas. LeeTeuk volvió a sonreír, le gustaba ver a KangIn feliz. Le recordaba a ese niño que alguna vez había conocido en el pasado.
A veces añoraba volver a esos días de adolescencia y escapar de esa realidad que ahora se veían obligados a vivir.
