8-Quarto Año II: Muérdago
Navidad era una de las fiestas mas bonitas del año, con la nieve, la familia, los regalos, y… El muérdago.
-¿Se puede saber quien a tenido la maravillosa idea de poner muérdagos por todo Hogwarts?-pregunto una alucinada Hermione al ver tanto muérdago por el castillo ¿y encima mágicos! En los pasillos podían verse alumnos caminando mirando hacia arriba para poder esquivas los muérdagos y poder ir hacia el gran comedor… por desgracia no todos los podían evitar y había algunos alumnos marreándose de una manera bastante profunda.
-A mi, señorita Greanger. -respondió una voz calmada y divertido, el trió de oro de tenso y giraron sus miradas hacia atrás encontrándose con Albus Dumbeldor.
-Director.-saludo la castaña maldiciéndose por lo que había dicho.
El director sonrió aun mas y fue camino al gran comedor dejando allí al trió.
-¡Ey, Ey!- Una voz grito acercándose a ellos, el trió dorado se fijaron en Dean Thomas que venia apresurado hacia a ellos.
-No os lo vais a creer… Malfoy a caído debajo de un muérdago… y las chicas se están peleando por meterse con él debajo del muérdago…-les dijo riéndose -Tenéis que venir a ver esto.-les animo
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-Eeee Draco…
-Mejor cállate Blaise.-dijo un malhumorado Draco Malfoy.
-Pero Draco…
Draco lo miro fijamente con cara cabreada.
-Vale me callo… pero yo creo que tendrías que decirle a una que lo hiciera… es que se van a matar.-le aconsejo Blaise.
Había chicas de todas las casas enviándose hechizos o utilizando estirones de pelo para conseguir meterse en el hueco del muérdago junto a Draco Malfoy.
-No quiero besarme con ninguna.-le explico un más cabreado Draco Malfoy.
Justo cuando decía eso el trió dorado entro en escena.
Harry Potter al oír aquello y, no sabiendo por que, el corazón le dio un pequeño hormigueo.
Blaise vio al Trió dorado y sonrió.
-Ey Draco mira, es Potter.
Draco giro su vista hacia donde Blaise le señalaba y en efecto pudo ver al moreno con sus dos amigos inseparables y Thomas…
En ese momento se acordó del sueño que había tenido… estaba seguro que había sido Potter el del sueño… ese pelo era único… por mucho que no pudiera verle la cara el cabello era inconfundible.
Maldita sea se había echo una paja fantaseando con el niño que vivió.
Se mordió el labio inferior… quería hacer una cosa... pero como saliera mal no podría salir nunca de su habitación en Slytherin… cogió aire.
-¡Ey Potter!-llamo el ojiplata
Harry lo miro a los ojos de repente… las chicas dejaron de pelear al escuchar como el rubio llamaba al ojiverde.
-¿Que Malfoy?
-¿Vas a dejar que alguna otra caiga en un accidente conmigo?-Harry enrojeció ante aquello, Draco también estaba algo rojo, no podía creer que se había atrevido a decirlo.
Harry miro la cara asesina que le mandaban las chicas... pero es que…
No quería que nadie mas besara al rubio… aun recordaba como los primeros años se habían besado sin quererlo, pero luego sus accidentes no fueron de besos y el quería…
Como hipnotizado fue acercándose hacia el rubio.
Draco sentía como si el corazón fuera a salirse de su pecho de tanto latir.
Pero cuando el moreno estaba apunto de llegar junto al rubio….
Una voz sonó por todo el castillo.
// Alumnos los muérdagos han sido desconectados todo aquel que haya quedado atrapado puede salir e ir rápidamente hacia Gran comedor… Gracias//
Draco Malfoy y Harry Potter enrojecieron.
Blaise Zabini río y se acerco a Ron Weasley.
-Me debes un Galeón.-dijo extendiendo su mano.
Ron bufo y saco un galeón poniéndoselo en la mano al moreno.
-Gracias-le agradeció contento guardando el galeón y alegre de haber ganado su apuesta.