Titulo: Si me dices que me quieres.
Parejas: Severus/Harry
Resumen: Sin Voldemort, Harry cree en un futuro, comenzando una relación con su profesor de pociones, le hará ver a Severus que no necesita ganarse su corazón, por que ya le pertenece… solo espera el momento en que un sueño se haga realidad.
Un sueño se hace realidad
Si me dices que me quieres (…)
Categoría: Romántico, Songfic.
Canción: Si me dices que me quieres.
Interprete: Paul.
Advertencias: sobredosis de azúcar (muy melosos)
Aclaraciones: Se desarrolla después del epilogo, cuando Harry y sus amigos vuelven a cursar su séptimo año a Hogwarts; Severus no muere.
Disclaimer: los personajes de Harry Potter no me pertenecen (algo demasiado obvio ¬¬) le pertenece a JK Rowling (eso también es más que obvio ¬¬) yo solo los tomo prestados para poder sacar algo de mi extensa y traumática imaginación X3
«No me hago responsable, de traumas provocados por mis fanfic»
Capítulo(s): 1
****
Capitulo único: ¡Dímelo!
Si no te ganas mi corazón, te lo regalo
Y hecho por tierra las promesas que encontré
Dentro de mi alma, en cada desengaño
En cada paso en falso, en cada piel…
Harry estaba sentado en la alfombra del dormitorio de su profesor de pociones, la chimenea estaba encendida, el fuego calentaba su cuerpo, que solo llevaba una camisa que obviamente no era suya y unos pantalones delgados. Sus ojos verdes, estaban distraídamente enfocados en las llamas, dando sombras a sus rasgos que se veían algo cansados. Se mordió el labio inferior, mientras atraía sus piernas hacia su pecho, abrazándose a ellas, recargando su mejilla izquierda en las rodillas...
Hace poco había comenzado una relación con Severus Snape, luego de la muerte de Voldemort y al ver que casi pierde a la persona que había comenzado a amar desde hace algún tiempo, decidió, con todo el valor Gryffindor que tenia, declarársele cuando salió de San Mungo. Como espero al principio Snape no le había creído, pero Harry se esforzó por llegar a donde se encontraba ahora, en la habitación privadas de Severus Snape, el mas odiado profesor de todo Hogwarts y que hace poco se volvió su pareja.
Sabia que quien mantenía esa relación a flote, era él, por que era Harry quien se preocupaba a cada momento, de hacerse un tiempo para poder estar juntos y obviamente solos, así como el de comenzar una platica y tantos otros detalles. Harry no necesitaba que Severus se volviera meloso, romántico o detallista, sabia perfectamente que Severus no era así… el ya había entregado su corazón, no necesitaba que se lo ganara…
Él se había hecho varias promesas, promesas que ahora se le hacían tan lejanas. El tuvo varias relaciones, no tan intimas, después de todo con quien había perdido su virginidad, había sido con Severus, pero si había tenido otras parejas, como Ginny, Draco y Fred. En cada una de esas relaciones, tuvo momentos felices y también tristes, engaños y dudas, decepciones y traiciones; en cada una de ellas aprendió algo importante, que le hicieron madurar y darse cuenta que no siempre debía entregarse por completo hacia otra personas, pero con Severus, con Severus todo era distinto, por que él era especial, era con quien quería pasar toda su vida, donde se proyectaba para un futuro infinito… Todas sus defensas, para no salir lastimado o defraudado, con Severus no contaban, por que no le importaba salir lastimado, sin con eso ganaba hermosos momentos al lado de quien amaba profundamente…
Si no te ganas mi corazón, diré te amo
Para que entiendas que no hace falta superar,
Ninguna prueba por que en este asalto
He decidido dejarme ganar…
Sintió como la puerta de la habitación se abría lentamente, dando paso a la figura que tanto ansiaba ver, se lanzo a sus brazos inmediatamente, recibiendo un beso apasionado como recompensa por su espera.
— Te amo… — susurro Harry.
Severus simplemente le contemplo, con su intensa mirada, acariciando suavemente el rostro del menor.
— Toma… — le dijo simplemente, antes de pasar por su lado, sentándose en su acostumbrado sillón, sirviéndose un vaso de Firewisky, que siempre mantenía en la mesita al lado del sillón.
Harry miro su mano, viendo que en ellas había una pequeña flor de cristal rojo, con el centro en dorado, era claramente muy Gryffindor. Harry cerró los ojos y apretó fuertemente aquel objeto, acercándoselo a su pecho. Sabía lo que trataba de hacer Severus, se estaba comportando - a un muy estilo suyo cabe decir - como sus otras parejas, dándole obsequios y salidas “románticas”, como queriendo ganarse su cariño; no es que a Harry no le gustara que le demostraran su cariño con pequeños obsequios, pero no eran del estilo de Severus, lo sabia, lo sentía y lo mas triste para el, era que Severus no necesitaba hacer anda de eso, para ganar su amor, por que el se había dejado ganar hace mucho… quizás desde antes de que él mismo lo supiera.
Y un sueño se hace realidad
Si me dices que me quieres,
Habrá un mañana que buscar
Y un presente que no miente,
Cuando los ángeles pasan entre los dos
Y en silencio toca la mejor canción…
Harry estaba sentado en el suelo, con su cabeza cómodamente apoyada en las piernas de Severus, quien leía distraídamente un gran y viejo libro de pociones antiguas. Harry miraba embobado las llamas de la chimenea, que danzaban suavemente, los ojos verdes, se veían claramente aquellas sombras danzantes provocadas por las llamas. Sonrió suavemente al pensar en como seria si Severus le dijera que le quería, desde que comenzaran con aquella relación, Severus jamás le había dicho aquellas palabras, que quizás eran simples y comunes para muchos, pero que eran muy importantes, si sobre todo venían de una persona como su Severus; seria como un sueño hecho realidad.
No había que preocuparse por eso ahora, las cosas estaban tranquilas, la vida ahora en el mundo mágico era segura y feliz; ya no había que preocuparse por si mañana seria el último día de su existencia, ahora había un futuro por el cual vivir. Miro de reojo el rostro concentrado del hombre que le tenía completamente enamorado, sonriendo suavemente, no tenia por que apurar las cosas, tenia un presente que le decía claramente que Severus estaría a su lado, no debía forzarlo a decir algo que no proviniera verdaderamente del interior de Severus.
Sintió suavemente una brisa pasar por la habitación, específicamente por donde estaban los dos, no le dio importancia, así como aquel sonido que se escuchaba levemente…
Si no te ganas mi corazón, te lo regalo
Si no me abrazas, yo te abrazare
Con la mirada nos diremos algo
Que nadie más pueda entender…
Aun faltaban unos minutos para que las clases empezaran, así que Harry caminaba tranquilamente hacia la sala de pociones, sus amigos aun estaban en el Gran Comedor, como suponía debían estar el resto.
Golpeo suavemente la puerta el aula de pociones, escucho un seco adelante, así que paso rápidamente, cerrando la puerta tras de si, sonrió radiantemente al ver a Severus en su escritorio, revisando afanosamente unos documentos que tenia en el escritorio, quien ni siquiera le presto atención, el menor simplemente sonrió suavemente.
Harry dejo descuidadamente sus cosas sobre la mesa que siempre ocupaba junto a sus amigos, vio la hora en su reloj de muñeca, dándose cuenta que pronto comenzaría la clase, así que sin importarle que Severus estuviera ocupado, fue hacia el escritorio, lo rodeo y lo abrazo fuertemente, quien simplemente le contesto suavemente. Harry sabía que Severus era muy reservado, y sabía cuanto le costaba demostrar sus sentimientos, incluso un simple abrazo. Pero Harry podía hacerlo por los dos, tenía mucho cariño que exteriorizar…
Los pasos y conversaciones de los alumnos comenzaron a escucharse, así que Harry se separo rápidamente del cuerpo del mayor, para irse a su lugar correspondiente…
Cuando ya todos se habían acomodado, el profesor Snape comenzó su clase, con el acostumbrado silencio y la atención de unos pocos alumnos.
Harry tenia su penetrante mirada verde, sobre el cuerpo del mayor, este sintió la intensa mirada de su pareja; sus ojos negros se encontraron con los del menor, solo fueron unos escasos segundos, donde su miradas se encontraron, diciéndose tantas cosas, que solamente ellos dos, podían entender…
Un sueño se hace realidad
Si me dices que me quieres,
Habrá un mañana que buscar
Y un presente que no miente,
Cuando los ángeles pasan entre los dos
Y en silencio toca la mejor canción… (3)
Era el fin del día, y Harry se encontraba en los brazos de su pareja, ambos desnudos sobre la cama, con las sabanas como únicas prendas que le cubrían su desnudez.
— Te quiero… — susurro una voz profunda que lleno toda la habitación que había estado en completo silencio.
Harry abrió sus ojos completamente asombrados, sonriendo infantilmente, se lanzo hacia el cuerpo del mayor besándolo fervientemente, siendo respondido de la misma forma. A Harry no le importo dejar que algunas lágrimas escaparan de sus ojos, sintió como Severus le acariciaba las mejillas para borrar los rastros de sus lágrimas.
Un sueño se le había cumplido, y aunque las cosas se pudieran complicar y hubiera bastantes obstáculos que enfrentar, Harry sabia que había un mañana para los dos, un presente verdadero…
Mientras Harry colocaba su mejilla sobre el pecho del mayor, gusto donde su corazón latía suavemente, mientras que Severus rodeo el cuerpo del menor con sus brazos, sintiendo su calidez, una suave brisa, paso por entre los dos, tan suave que parecía una dócil caricia, dejando en le ambiente un suave sonido, como la de una canción…
— te quiero…
Fin