Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Para tener una buena vida por liaaran

[Reviews - 144]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

los personajes de este fanfic no me pertenecen y no hago esto con fines de lucro solo por diversion.

de la historia original solo se respetan unas cosas del libro, esto se ve mayor mente en los primeros años, después de ahi todo sera completamente diferente

Notas del capitulo:

hola n_n

con ustedes otra locura la cual me anime a escribirla gracias a namy malfoy, espero q les guste

 

Prologo

—Esta vez será diferente— pronuncio a la nada, te lo prometo amor pensaba aun con los ojos cerrados, mientras su cuerpo seguía moviéndose en esa ruptura del tiempo.

Cuando el movimiento seso y pudo abrir los ojos se encontró que estaba la tienda de Madame Malkin  y por lo que podía apreciar Hagrid caminaba en sentido opuesto, lo que le recordó que fue cuando lo dejo solo, así que Harry se dispuso a empezar a cambiar su futuro.

Madame Malkin recibió gustosa apenas vio a Harry —¿Hogwarts, guapo? Tengo muchos aquí... En realidad, otro muchacho se está probando ahora.

Le comento al ojiverde quien pudo ver con fascinación como en el fondo de la tienda, un niño de rostro pálido y puntiagudo estaba de pie sobre un escabel, mientras otra bruja le ponía alfileres en la larga túnica negra.

Sigue tan lindo como lo recordaba pensaba Harry mientras Madame Malkin lo colocaba en el escabel de al lado, la bruja sastre deslizó por la cabeza una larga túnica y comenzó a marcarle el largo apropiado.

—Hola —dijo el muchacho—. ¿También Hogwarts?

—Sí —respondió Harry.

—Mi padre está en la tienda de al lado, comprando mis libros, y mi madre ha ido calle arriba para mirar las varitas —dijo el chico con su voz de aburrido y arrastraba las palabras—. Luego voy a arrastrarlos a mirar escobas de carrera. No sé por qué los de primer año no pueden tener una propia. Creo que voy a fastidiar a mi padre hasta que me compre una y la meteré de contrabando de alguna manera.

Harry no pudo evitar ocultar una sonrisa de felicidad, pues después de todo tenía mucho tiempo que no escuchaba esa manera peculiar de hablar de su rubio.

—¿Tú tienes escoba propia? —continuó el muchacho.

—No, aun no. Aunque estoy pensando seriamente en comprarme una, aunque aun no sé cuál— medito un poco en lo que era observado con un gesto disimulado de fascinación —Tal vez una Nimbus 2000, después de todo es la más veloz y más reciente.

—Excelente elección— opino con profesionalidad Draco, como si fuera un experto en la materia —Creo que esa será la que le pida a mi padre— menciono con una sonrisa de malicia, ya que en su rubia cabecita maquinaba la forma en que haría para convencerlo, razón por la cual se permitió una media sonrisa —Debo suponer ¿Qué juegas quidditch?

   —Sí, soy buscador como lo fue mi padre— expreso orgulloso —¿Y tú?— se animo a preguntarle Harry.

—Cazador— jactándose de eso —Papá dice que sería un crimen que no me eligieran para jugar por mi casa, y la verdad es que estoy de acuerdo. ¿Ya sabes en qué casa vas a estar?

—No, aunque sospecho que seré diferente a mi familia, ya que mis padres estuvieron en Griffindor, pero sinceramente no me imagino sacrificándome como un mártir o haciendo estupideces heroicas. Simplemente eso no va conmigo, lo mío más bien es el poder y control sobre los demás— Draco lo miró complacido con la respuesta mientras que Harry sonreía maliciosamente internamente, por ser capaz de manipular a una serpiente —¿Qué opinas?

—Que serás un Slytherin, al igual que yo y toda mi familia… bueno aunque eso lo confirmaremos hasta que lleguemos a Hogwarts.

—Pero con nuestras características es más que obvio que estaremos ahí, ¿Te imaginas estar en Huffleppuf?— ambos jóvenes hicieron cara de horror, ante tal suposición.

En eso la voz de Madame Malkin los saco de su alegre conversación —Ya está listo lo tuyo, guapo.

Harry bajó del escabel y miró a Draco pero este le gano la palabra —Te veré en Hogwarts… —detuvo lo último ya que se percato que nunca le pregunto su nombre, algo que sin duda no es digno de alguien con su educación y clase.

Harry le sonrió de medio lado —Harry, Harry Potter— pronuncio dejando choqueado a su acompañante, el pelinegro agradeciendo que ni Madam Malkin ni sus ayudantes estuvieran ahí, siendo que aun no era momento de darse a conocer.

Al salir se encontró con que Hagrid le había comprado un helado de chocolate y frambuesa con trozos de nueces.

—¿Qué sucede? —preguntó el semi-gigante al ver al chico tan callado cuando minutos antes no paraba de preguntar por esto y aquello.

—Nada —mintió Harry, escondiendo su sonrisa de victoria, ya que el primer paso se había dado y al parecer con excelencia.

Dicho eso Harry continúo haciendo las compras para su primer año de escuela, el siguiente mes después de ahí,  Harry disfruto que los Dursley le tuvieran miedo, lo que le proporcionaba soledad, la cual ocupaba entrenándose. Para esto utilizaba la barita que no estaba registrada en el ministerio mágico, ya que a pesar de que tenía conocimientos y habilidades de un auror, aun tenía que fortalecer su magia, siendo que aun no podía controlar esta.

El primero de septiembre llegó, al estar en la estación de King Cross Harry con paso seguro se adentro para tomar el tren, ignorando todo a su alrededor y eso incluía pelirrojos fastidiosos.

Subió su equipaje con un movimiento de barita cuando nadie miraba, hecho esto, busco un vagón vacio y sin más; se dispuso a leer, aunque solo era para matar el tiempo y el aburrimiento.

Instantes después la puerta del compartimiento se abrió y se asomo el menor de los pelirrojos.

—¿Hay alguien sentado ahí?— preguntó, señalando el asiento opuesto a Harry—. Todos los demás vagones están llenos.

Harry negó con la cabeza y el muchacho se sentó, y a pesar de que estaban juntos Harry actuó como si no estuviera y continúo leyendo, sin prestarle la minina atención.

Segundos después la puerta del vagón se abrió y Harry de reojo miro a los gemelos Weasley, quienes lo ignoraron como Harry hacia con ellos  —Eh, Ron.

—Mira, nosotros nos vamos a la mitad del tren, porque Lee Jordán tiene una tarántula gigante y vamos a verla.

—De acuerdo —murmuró Ron.

Hecho el pequeño intercambio de palabras los gemelos salieron cerrando la puerta, nuevamente el silencio reino entre los dos pasajeros. Harry mantenía una actitud indiferencia hacia el varón más pequeño de los Weasley, tan asfixiante que el pobre chico ya no sabía qué hacer para mitigarla, ya que su intento por entablar conversación tuvo como respuesta los ojos de pistola de su receptor.

 A eso de las doce y media se produjo un alboroto en el pasillo, y una mujer de cara sonriente, con hoyuelos, se asomó y les dijo:

—¿Queréis algo del carrito, guapos?

Nuevamente sin decir nada Harry compro una dotación de todos los dulces, golosinas y demás bocadillos que le gustaban, sin impórtale, los ojos de asombro que hizo su acompañante al ver la cantidad de galones o la cara de hambre que le regalo mientras se los comía.

Segundos después se oyó un golpe en la puerta del compartimiento, y entró Neville  quien Harry identifico de inmediato, pero como lo hizo con Ron lo ignoro y siguió leyendo.

—Perdón —dijo—. ¿Por casualidad no habréis visto un sapo?

—No— respondió Ron, en lo que Harry seguía perdido en su lectura.

Neville gimió —¡La he perdido! ¡Se me escapa todo el tiempo!

—Ya aparecerá— respondió un animado Ron, no por la desgracia del chico de enfrente sino porque alguien le hablaba, pero su felicidad duro poco, ya que Neville escucho eso y se fue.

La gloriosa tranquilidad de Harry nuevamente se perdió cuando la puerta del compartimiento se abrió otra vez, siendo que Neville había regresado pero llevaba a una niña con él, quien por cierto, ya llevaba la túnica de Hogwarts.

—¿Alguien ha visto un sapo? Neville perdió uno —dijo con una voz de mando.

—Ya le hemos dicho que no —contestó Ron.

—Disculpa— llamo Harry atrayendo la atención de las demás personas del vagón, ya que no lo habían escuchado hablar —No sé quien rayos eres— comenzó mirando a la chica —Ya que entras a nuestro vagón sin tener la molestia de tocar o presentarte— la chica se sonrojo ante esto —¿Acaso tus padres no te enseñaron modales? Porque si no lo sabes primero se toca antes de entrar.

—Lo siento— se disculpo la chica con la cara roja de vergüenza —Yo soy Hermione Granger— comento con algunas lagrimas en los ojos que amenazaban con salir, ante  la rudeza del chico.

 —¿Crees que me importa?— respondió tajante y rudo —Por supuesto que no, solo que tu falta de modales es tan evidente que tenía que hacer algo al respeto— La chica espiro profundo con el fin de mitigar el llanto —Ahora ¿Por qué haces preguntas estúpidas?— pregunto burlón luego se calló, como si meditara —Olvídalo, es lo único que se puede esperar de alguien como tu— la pobre niña no pudo más y salió corriendo llorando, Harry enfoco sus ojos en Neville —Porque no te haces un favor y buscas a tu sapo en otra parte, sirve que dejas de fastidiar.

Cuando Neville cerró la puerta, Ron tragó grueso ante la actitud de su acompañante por lo que continuo callado viendo el paisaje en lo que Harry seguía leyendo, hacie estuvieron quizás una hora más cuando otra vez se abrió la puerta del compartimiento, dejando ver a tres muchachos.

—Harry ¿Qué haces aquí? —le preguntó con calma y confianza Draco, atrayendo la atención del pelirrojo y por supuesto gorilas.

Aunque claro la sorpresa era por distintas razones, en el caso del pelirrojo era por la confianza con que le hablaba, como si ya se conocieran de antes; mientras que los guardaespaldas porque nunca habían visto a Draco tener interés en algo que no fuera él. 

Harry sonrió internamente ante esto, ya que sabía que una de las cosas que adoraba su dragón era demostrar poderío —Intentando leer— comento, para observar a los otros muchachos levantando una ceja en muda pregunta.

—Oh, éste es Crabbe y éste Goyle —dijo el muchacho pálido con despreocupación, al darse cuenta de que Harry los miraba—. Y mi nombre es Malfoy, Draco Malfoy.

Ron dejó escapar una débil tos intentando ocultar  una risita, cosa que no le gusto a Draco y lo miró enojado —Te parece que mi nombre es divertido, ¿No? No necesito preguntarte quién eres. Mi padre me dijo que todos los Weasley son pelirrojos, con pecas y con más hijos que los que pueden mantener.

Ron se puso rojo ante eso y miró a Harry en busca de ayuda, la cual no recibió —Sabes, eres más listo cuando guardas silencio— le dijo con desprecio —Vámonos de aquí Draco, este no es sitio para nosotros— si más ambos salieron.

Mientras iban caminando hacia el compartimento del rubio, Harry iba tachando mentalmente los pasos de su plan:

Paso 1. Actuar como un slytherin y tener la confianza de Draco. Hecho.

Paso 2. Ignorar y lastimar a tus viejos amigos. Hecho. Aunque ahora que lo analizo no fue tan difícil como lo pensé… será porque siempre quise humillarlos y sin la conciencia gryffindor todo es más fácil y divertido.

Paso 3. Ser amigo de Draco. En proceso. Sonrió altanero pero al paso que voy lo conseguiré en poco tiempo.

Creo que este nuevo comienzo va mejor de lo que me lo imagine.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).