Me asusta conocerte, pero algo me guía a ti
Capitulo Uno: ¿Nuevas Casas?, ¡Griffindor y Slytherin juntos!
Nadie daba crédito a lo que estaban escuchando, ciertamente todos sabían que el profesor Dumbledore estaba algo loco, algunos lo excusaban por la edad del viejo, pero aquello que acababa de informar a todo el colegio era el colmo!, y es que sencillamente no podía estar hablando enserio.
Desde la caída del Lord Oscuro el director había decidido reiniciar el año escolar para compensar el del año anterior que había sido bastante “irregular”, por llamarlo de alguna forma, era cierto, el mismo había dejado a cargo de su puesto a Severus Snape mientras todos le creían muerto, gracias a aquel cruel engaño había podido con los demás horrocrux, y junto con Harry vencer por fin a Voldemort, pero aún así sabía que sus alumnos no habían aprendido nada en su ausencia, por supuesto no era culpa de nadie, la situación no era como para concentrarse en estudios mientras una guerra amenazaba con estallar en cualquier instante , así que en acuerdo con el consejo educacional y el consentimiento de los padres todos harían sus cursos de nuevo.
La experiencia le decía que ese año debía tomar nuevas medidas, sobre todo porque las rivalidades aun no terminaban por desaparecer, bueno, todas las casas se llevaban bien, a excepción de la casa de las serpientes, apartadas sin disimulo algún por el resto del colegio, y eso entristecía al director, los muchachos no tenía la culpa de aquello, bueno… no todos al menos, pero todo había terminado por fin, no?, había que darles una oportunidad para comenzar de nuevo, se lo merecían, sobre todo aquellos que habían ayudado en la caída del Lord Oscuro, lo que era por supuesto ignorado por la mayoría, por eso su idea, no entendía porque sus palabras habían hecho que casi todo aquel que lo escuchaba lo mirara desconcertado, no estaba diciendo nada del otro mundo, verdad?.
- No habla enserio, ¿verdad? – Pregunto anonadado el pelirrojo mirando a sus amigos, no daba crédito a los que había escuchado, y necesitaba que alguien se lo negara. La idea no era del todo mala si te detenías a analizarla un poco, ¡pero no tenía tiempo de pensar!.
- Ron… creo que realmente habla muy enserio- Le respondió Hermione tratando de sonar lo más tranquila posible, ella era más madura que sus amigos, debía tomar la noticia mejor que ellos, verdad? , entonces, ¿por qué se sentía tan consternada?- Solo debes pensar que es lo mejor después de todo, creo puede resultar una experiencia interesante… - Si bien entendía lo que trataba de hacer el director para calmar los ánimos después de esa guerra, la idea le seguía pareciendo un tanto arriesgada, solo rogaba para que no les tocara con quien peor se llevaban.
- ¿¡Que planea haciendo eso!? – Harry se sentía asombrado, y no conseguía encontrar una respuesta a aquella pregunta que había hecho, si Dumbledore estaba hablando realmente enserio no había más que aceptarlo, pero aún así, sentía que eso era demasiado, tendría hasta ganas de volver con los Dursleys si sus temores se hacían ciertos, solo le quedaba pensar en que su suerte no podía ser tan mala.
El silencio invadió por varios segundos el gran comedor, luego murió cuando los alumnos comprendieron lo que el director les estaba diciendo, la mayoría se quejaba y pareció incrédulo ante sus palabras, a otros les parecía una idea entretenida, y hasta interesante, bueno, todo dependía de la suerte que tuviesen cuando les informaran con quien las tocaría, luego dirían si era una buena o mala idea. Dumbledore espero a que los ánimos se calmaran un poco y continúo hablando:
- Bueno creo que la idea los emociona a todos, me alegro por eso – dijo obviando las miradas de todos sus alumnos – Como los veo tan ansiosos les pediré a sus prefectos que vengan hacia delante a sacar el nombre de la casa con la que compartirán durante este nuevo año escolar. Prefectos, por favor les pido vengan enseguida – dijo señalando una banca cerca de él en la que se encontraba un viejo y maltratado sombrero.
Los aludidos se incorporaron y avanzaron con paso indeciso hacía delante, cerca del director y el sombrero seleccionador. El profesor Dumbledore los hizo ponerse en dos filas e hizo que por orden fuesen sacando un papelito de la boca del sombrero y que no lo abrieran hasta que él se los permitiera, mientras ocurría todo aquello, el resto del alumnado miraba expectante la escena, todos rogando para que no les tocase con la casa de las serpientes. El director había dicho claramente que durante ese año solo habrían dos casas, escogerían al azar el nombre de la casa que compartirían, y en cual de las salas comunes se quedarían, recalcando que aquello seria beneficioso para todos, ya que podrían sociabilizar con otros jóvenes y conseguir nuevas amistades, y tener una bonita experiencia para recordar. Luego de varios minutos, por fin había llegado la hora de saber lo que ocurriría.
- Bien, comenzaremos por la primera fila, señorita Luna Lovegood sería tan amable de darme el papel que acaba de sacar- pidió en tono amable el viejo mago mientras estiraba su mano y la joven rubia le entregaba el papel, con rápidos movimientos lo desdoblo y leyó, acto seguido se acerco al chico de Hufflepuff – Joven Albert Risse me enseña su papel – el chico se lo entrego con algo de nerviosismo, así continuo el director hasta que tuvo los dos últimos papeles que le entregaron Pansy y Ron respectivamente – Bueno jóvenes ahora esta todo resuelto – comento mientras daba una mirada a los jóvenes, vio intriga y ansia en aquellos rostros y decidió que era momento de dales a conocer los resultados – La señorita Luna saco el primer papel dejando a la casa de Ravenclaw compañera de la casa Hufflepuff, y el joven Albert saco el papel que dejaría como sala común de ambas casas la ex sala común de Ravenclaw- expreso viendo alivio en los rostros de las dos casa, ahora seguiría anunciando lo que ya todos habían concluido – Y por ultimo la señorita Parkinson saco el papel que dejaría a su casa compañera de la de Gryffindor, y el señor Ron dejo como sala común de ambos la ex sala Gryffindor.
Cuando termino de hablar escucho quejas y voces molestas de parte de las dos ultimas casas mencionadas, y era de esperarse ¡los leones y las serpientes juntas!, aquello era tan absurdo y escalofriante, era como ver a ¡Lord Voldemort declarando amor al propio director del colegio!
Si el trió dorado había temido sin razón ante la idea de su directo, fue en ese momento cuando entendieron el porque de aquel miedo, y es que aquello era el colmo de su mala suerte, y lo peor es que no podían hacer nada, salvo esperar que ese bendito año escolar terminase pronto…Por mucho que todos – Slytherins y Gryffindors – se negarán a la idea de ser compañeros durante aquel año la decisión ya estaba tomada, y no había nada que objetar ante eso, pero aún así no perdían nada con quejarse, ¿verdad?, después de todo a ninguna de las dos casa le había agradado la idea de todo eso, se quejarían, se resignarían y luego durante todo el tiempo posible se harían la vida imposible como era su costumbre.
Cuando finalizo la cena todas las casas se fueron a sus respectivas salas comunes, para así al día siguiente comenzar con esa loca idea que había tenido Albus Dumbledore.
- Y yo que creí que mi vida sería mejor ahora que todo lo malo se había acabado – exclamo a Harry mientras se recostaba en su cama con pesadez – ¡Es que aún no me lo creo!
- Tranquilo Ron, no puede ser tan malo, solo hay que hacerse a la idea, ¿no? – Le dijo Harry tratando de sonar lo más convencido posible, lo que por cierto no consiguió, y es que concordaba con Ron, acababan de salir de una gran guerra como para justo ahora tener que iniciar otra, pero aún así no tenían nada por hacer, salvo resistir el tiempo necesario – Pienso que las cosas no serán muy diferentes, lo único que cambia es que compartiremos más clases, nuestra sala común será la misma, nuestros dormitorios también por lo que tendremos menos privacidad, competiremos en equipo y … mierda, ¡realmente esto apestará! – Se resigno a confesar Harry, intentando persuadir a Ron de que las cosas no irían tan mal, se había percatado de que sí, realmente irían muy mal.
- Bueno, fuera de todo eso, el resto será igual – comento sarcástico el pelirrojo luego del silencio que se había presentado ante las ultimas palabras de su amigo – Ya enfrentamos a Quien-Tú-Sabes, compartir un poco con esas serpientes no significa un mayor problemas, ¿verdad?
Luego de una larga charla entre ambos chicos, hablando y riendo como no lo hacían hace tiempo, cansados y resignados a lo que les quedaba por aceptar se fueron a dormir, definitivamente el día siguiente iba a ser muy largo, para todos.
En el despacho del director todos los profesores se habían reunido para hablar sobre la gran idea que había tenido Albus, y el atrevimiento de no haberles informado de nada a ellos.
Todos tenían en claro de que Dumbledore era un gran hombre, y un mago excelente, y que su edad no le afectaba en nada, lo había demostrado el año anterior en la guerra que habían tenido contra el Señor Tenebroso, pero claramente muchos pensaban que por muy genio que fuera sus ideas eran descabelladas y absurdas.
- Es una ridiculez, Albus – Exclamo por tercera vez Minerva McGonagal al verse ignorada por el hombre frente a ella – Esto solo traerá más pleitos entre los alumnos, en vez de hacer un bien las cosas empeorarán – Sentencio mirando con severidad a los ojos azules que ahora la miraban con tranquilidad.
- Minerva querida, cuando tome esta decisión pensé en todos los pros y contras, y créeme que sé que al principio habrá muchos líos, pero confía en que esos jóvenes sabrán resolverlos bien, y quizás de una vez por todas terminen con esas absurdas rivalidades – dijo con la misma tranquilidad de siempre, como si lo que dijese no fuera algo complicado de entender, y al contrario, lo decía como si fuese algo muy común.
- Albus, si me permite… - intervino el Profesor Snape mirando a todos lo presentes, y luego posando sus ojos en el aludido – Creo saber sus motivos para hacer todo esto, y hasta los entiendo un poco, pero juntar mi casa con…- Carraspeó un poco - … la de la profesora McGonagal me parece realmente una idea insensata, después de todo es bien sabido por todo el colegio que nuestras casas se han odiado desde la fundación, ¿como pudo juntarlas? – finalizo esta pregunta un tanto cargada de reproche y enfado.
- Mi idea fue juntar las casas como bien has dicho, pero yo no decidí cuales serían las parejas, esa es totalmente decisión del Sombrero Seleccionador – Respondió la pregunta de Snape con su característica calma la que hizo exasperar a todos los presentes, es que Albus no pensaba en el posible caos que tendrían que lidiar ahora que las serpientes y los leones se verían obligadas a convivir – Por lo que debo decirles que no hay nada que hacer, si bien me sorprendió tal decisión no puedo hacer nada para cambiarla, y solo ver como se desarrollan las cosas – Finalizo con alegría y algo de diversión en su tono de voz.
Pero la discusión no termino ahí, fueron casi horas en la que los profesores intentaron convencer al director para que cambiara las parejas, pero todo aquello era inútil, nada se podía hacer, solo ver como se desarrollaban las cosas, tal como había dicho Albus.
A la mañana siguiente, cuando Harry y Ron bajaron a la sala común había un gran alboroto, todos estaban amontonados alrededor el mural donde ponían los anuncios, por lo que se dirigieron a ver que había ahí. En medio de todo el mural había un largo pergamino donde se podía leer:
Las Nuevas Casas
Como todos saben a partir de hoy ya no serán la Casa de Gryffindor, puesto de que la compartirán con los Slytherin, el profesor Dumbledore decidió mantener los nombres y símbolos característicos de cada casa, la única diferencia es que ahora se les llamara “Casa Gryffindor/Slytherin”, y en vez de tener solo un león en sus insignias, ahora habrá una serpiente junto a él.
Al ser la sala común de la casa Gryffindor/Slytherin deberán compartir sus habitaciones, y dado que el especio es pequeño se ampliara y agregara nuevas habitaciones, y un nuevo repartimiento de estas.
Los alumnos de la ex casa Slytherin llegarán después de la cena del día de hoy, así que les pido ordenen sus cosas y compórtense de manera adecuada.
Para este año la manera de obtener puntos se realizara mediante una serie de desafíos, y a medida que los vayan ganando aumentarán sus puntos, los desafíos serán en grupos de tres personas.
A los alumnos de séptimo curso se les recuerda que este año deberán dar los EXTASIS, y el cambio de casas, los desafíos, etc. no serán excusa para no estudiar lo suficiente.
Sin más que decirles los dejo para que bajen a desayunar.
Atentamente
M. McGonagal
- Que original aquello de “Casa Gryffindor/Slytherin”, ¿no crees? – Pregunto divertido Ron después de haber leído el pergamino dos veces para terminar de comprender que solo podían aceptarlo. – Por lo menos tenemos hasta la cena para disfrutar un poco más.
- Por lo menos se mantuvieron los nombres y no se les ocurrió juntarlos y llamarnos Slythendor o Griffther o algo más tonto – Comento Harry mirando a Ron con cara de “es mejor de lo que esperaba”.
- Creo que me gusta la idea de nuestra nueva insignia – dijo una chica acercándose a Ron y Harry que salían en ese momento hacia el Gran Comedor.
Ante esas palabras ambos chicos la miraron espantados.
- ¿Qué? – Pregunto la muchacha – En verdad creo que se vera linda…
- ¿Linda?, estas loca o simplemente tanto leer te afecto el cerebro – se bufó el pelirrojo – No puedes estar hablando enserio Hermione.
- Ron tiene razón, ¡no puede parecerte lindo algo donde veas a una serpiente cerca de un león! Uno de los dos terminaría matando al otro, es simple lógica Hermione – Le dijo el ojiverde a su amiga que ahora los veía con reproche.
- ¡Solo estoy tratando de ser optimista! – Exclamo la chica algo molesta.
- ¿Optimista?, creo que estas exagerando bastante, ¿segura no eres de Slytherin? – le dijo Ron con recelo, y luego se hecho a reír.
Para evita otra de las tantas peleas muy comunes entre sus amigos, Harry les dijo que mejor fueran a desayunar, porque más tarde tendrían que volver a subir y empacar sus cosas para esperar al nuevo sorteo de las habitaciones.
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- Este será el peor año de mi vida – exclamo una chica mientras se dejaba caer en unos de los sillones de la que luego sería la ex sala común de Slytherin. – Y yo que creí que nada podía salir más mal en mi vida…
- Ni lo menciones – le dijo el chico de ojos casi dorados a su amiga - Maldito viejo loco, ¡mezclarnos con esos tipo!, es absurdo, y más encima nosotros debemos ir a ese lugar, como si no tuviésemos ya suficiente – Se quejo Zabini por milésima vez en esa mañana.
- Calma Blaise, no creo que sea una idea tan descabellada como piensan, algo bueno puede salir de esto – Dijo con gracia Theodore viendo la cara de incredulidad que le dedicaban Pansy y Blaise ante sus palabras.
- ¡Qué demonios te pasa! – Exclamo alterado Zabini, definitivamente no sería una buena mañana para él.
- Tranquilo amigo, no puede ser tan malo, yo creo que es una idea creativa, insisto – Expreso Nott mientras palmeaba el hombro del chico en señal de consuelo – ¿Tú que piensas, Draco? – Pregunto a la vez que dirigía su mirada a un rubio ubicado unos metros más allá quien no había dicho nada desde que habían llegado anoche al colegio.
El aludido lo miro unos segundos, y luego levanto los hombros dando a entender que no tenía opinión en particular. Algo le pasaba a Draco Malfoy, eso estaba más que claro, pero por más que sus amigos insistían en que les contase que le ocurría él lo único que decía es que no había nada que contar, de primera le creyeron, pero es que después del bombazo de compartir con los leones ¡también se había mostrado indiferente!, eso era bastante raro en un Malfoy, sobre todo en Draco quien no perdía oportunidad para quejase de los Gryffindors, más si se veía en la obligación de compartir con ellos, pero sus amigos conocían al rubio, sabían que algo no andaba bien con él, quizás fuese por el fallecimiento de su padre, quizás otra cosas , pero fuese lo que fuese jamás se lo diría a alguien, era muy Malfoy como para mostrarse débil, siempre se guardaba todo para él, porque un Malfoy no contaba sus problemas a nadie.
- Mejor bajemos a desayunar, muero de hambre – dijo Blaise levantándose de su asiento y avanzando hacia la salida de su sala común.
- Si, tienes razón, vamos Theo, Draco – dijo la chica también levantándose.
- ¡Enseguida bajamos! – Le grito Nott a la chica que se iba alejando de ellos, para luego desaparecer por la puerta. – Draco… hey! Draco – Le dijo el chico al ver que el ubio lo estaba ignorando.
- Lo siento Theo, vayan ustedes, la verdad es que no tengo hambre – Comento el rubio a la vez que se incorporaba para avanzar hasta la habitación.
- Sabes que somos amigos, ¿no? – Expreso con preocupación el pelinegro cuando vio que su amigo abría la puerta.
Draco se volteo a mirarlo con sorpresa, y una sonrisa algo melancólica se dibujo en su rostro: Lo sé Theo… - dijo casi en un susurro, para luego encerrarse en su cuarto.
Theodore Nott, un muchacho alto y de contextura delgada, era uno de los mejore amigos de Draco Malfoy, su piel era casi tan blanca como la del rubio, y su cabello negro intenso de daban un toque especial ante tal contraste. De todos los amigos de Draco, él era el más maduro y el que menos prejuicios tenia, por no decir que no tenía prejuicio alguno. Le gustaba la idea del intercambio de casas, aunque hubiese preferido cualquiera antes de que tuviese que compartir con Gryffindors, encontraba que la casa de los leones era todo un caso, se decía que ellos eran valientes y sin prejuicio alguno, lo que molestaba a Nott, ya que a él por ser Slytherin lo consideraban peor que plaga, y eso era una clara muestra de que si discriminaban, pero quizás todo pudiese arreglarse estando las dos casas juntas por un tiempo.
Pero más que todos esos cambios, estaba preocupado por su amigo Draco, sabía que su padre había sido un mortifago, de hecho sus padres también lo habían sido, pero el padre de Draco había sido él único que no había aceptado ayudar a la Orden Del Fénix jurando absoluta lealtad al Señor Oscuro, sentía algo de pena por su amigo ya que había tenido que enfrentar a su padre innumerables veces y eso le dolía, y a quien no, ¡si era su padre!, pero aún así nunca se había quejado de nada, esa actitud lastimaba a los que se preocupaban de él, Draco siempre había sido reservado en sus cosas, pero no a tal punto de apartarse de ellos, se sentía impotente por no poder ayudarlo, porque Draco sí necesitaba ayuda, y nunca lo iba a reconocer.
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El desayuno transcurrió de manea casi tranquila, hubo como de costumbre una que otra discusión entre leones y serpientes, nada fuera de lo normal por supuesto.
El profesor Dumbledore les dijo que ese día nadie tendría clases para que tuviesen tiempo suficiente de arreglar sus cosas calmadamente, por lo que esa mañana el trió dorado decidió dar un paseo junto al lago disfrutando de la mañana, por mucho que Hermione les dijo que era mejor hacer las cosas ahora y no después de almuerzo como había dicho Ron, nadie le hizo caso, así que al final decidió ir con ellos.
- Este será nuestro último año, ¿pueden creerlo? – Dijo entusiasmada la muchacha – Y daremos los EXTASIS, que emoción, no puedo esperar a que termine el año para eso.
- Oh si, yo también espero con ansias dar los EXTASIS – Ironizo Ron ante las palabras de Hermione – Hermione, sabemos que te gustan los exámenes, los libros y esas cosas, pero no crees que exageras un poco? – Pregunto con burla el pelirrojo.
- Para tú información Ronald, los EXTASIS son los exámenes más importantes, por lo que me siento emocionada de darlos, ya que a mi sí me importa mi futuro – Espeto la chica enfadada, para luego dar media vuelta e irse.
- Creo que Hermione no cambiara nunca, ¿como puedo gustarle estudiar? – Pregunto el chico a su amigo que hasta ese momento no había dicho nada.
- Creo que la verdadera pregunta es ¿como puedes gustarle tú? – Le dijo divertido Harry al ver que Ron se sonrojaba hasta las orejas – No piensas decirle algo, aparte de estar discutiendo todo el tiempo, enserio hermano, creo que ya deberías decirle, ambos saben que se gustan desde casi cuarto año, y aún así no se animan a decirlo. – Finalizo le muchacho viendo como el chico se ponía aun más rojo, si es que eso era posible.
- Para ti es fácil decirlo, estas con Ginny y todo eso – Se escudo Ron, lo mejor era desviar el tema, no podía decirle a Harry que no tenia el valor para confesarse, se burlaría de él, él sabría cuando era el momento correcto, solo debía esperar…
- Por lo mismo, te lo digo porque estoy con ella, no es tan difícil como crees – Termino de decir Harry, y Ron para no seguir con el tema le dijo que era mejor volver al Gran Comedor, ya que era hora casi del almuerzo, y luego tendrían una larga tarde ordenando las cosas.
Después de una comida llena de miradas de reproche por parte de Hermione hacia Ron, los tres subieron hasta su sala común para poder poner todo en orden, y cuando entraron quedaron sorprendidos, en vez de encontrar aquel salón que habían visto por tantos años encontraron un lugar mucho más amplio: una enorme estufa a leña ubicada en la esquina derecha de la sala, alrededor de ella habían varios sillones, mientras que en el extremo izquierdo habían varias mesas de estudio, y algunas repisas con libros. Las escaleras estaban al final de un pasillo que había a unos metros de la estufa, aquel pasillo daba la subida a dos escaleras donde estarían los dormitorios de las chicas por la izquierda, y hombres por la derecha, ciertamente todo era dos veces más grande y cómodo, en una rápida despedida Hermione se dirigió a su habitación para arreglar todo.
Cuando los muchachos llegaron a la entrada de los dormitorio vieron dos habitaciones: la primera decía H – 1 y la segunda obviamente H – 2, por lo que habría dos habitaciones para los chicos, ya que armarían un buen lio metiendo a tantos leones y serpientes juntos en un solo cuarto, gran idea pensó Harry, y entro junto a Ron en la habitación H – 1, sus cosas estaban tal cual las había dejado antes de bajar a desayunar, todas desparramadas, por lo que rápidamente se pusieron a guardar todo en sus baúles, revisando si no se les quedaba algo. Ronald fue el ultimo en terminar de arreglar su baúl, claramente el chico era muy desordenado y por más que trataba de acomodar todo su maleta no cerraba, Harry tuvo que ayudarlo junto con Neville, ambos chicos se sentaron sobre el baúl para hacer el peso suficiente y lograr cerrarlo, luego de varios intentos y la ayuda de Seamus por fin lograron cerrarlo, aunque Harry tenía la sensación de que lo complicado después sería abrirlo y evitar que todo saliera volando por todas partes.
- Insisto hermano, deberías haber guardado mejor todo, cuando abras eso, espero no estar cerca –Le dijo divertido Harry - Tengo la sensación de que explotara en cualquier momento – Puso su mano en el hombro de Ron en señal de compasión y ambos rieron juntos.
Antes de bajar a cena todos los alumnos de Gryffindor dejaron sus cosas en la sala, y antes de marchar escaleras abajo, le dieron una última mirada a su sala común.
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- ¿No tienes hambre? – Pregunto Pansy al rubio que estaba sentado frente a ella, llevaban más de veinte minutos en el Gran Comedor y Draco no había tocado ni un bocado – Draco, ¿me estas escuchando?, ¿te encuentras bien? – Pregunto más preocupada la muchacha.
- Lo siento Pansy, no te oí, ¿que decías? – Malfoy la miro con atención, tratando de disimular su lejanía con el ambiente, por supuesto todos lo notaron, pero prefirieron no hacer caso, si le seguían insistiendo con el tema terminaría siendo peor, Draco tenía un carácter del demonio cuando lo hartaban.
- Solo preguntaba si tenías hambre, no has comido nada, y creí que estaban enfermo o algo así – Termino de decir la morena lo más despreocupada posible.
- Ah, eso…, la verdad no, pensar en que tendremos que irnos a esa asquerosa torre con los malditos Gryffindor me quito el apetito.
Los que estaban cerca del muchacho rubio sonrieron, eso era más propio de Draco, quizás como él había dicho no le ocurría nada, y solo era el cansancio.
- Wow, creí que jamás lo dirías, por un momento pensé que la idea te había gustado – Se bufo Zabini que estaba sentado cerca de su amigo.
- Como crees, ¿yo feliz por estar con esos?, tendría que estar loco, y volver a nacer mil veces – Dijo Draco con su acostumbrada arrogancia, y con un leve tono de cansancio en su voz, por supuesto nadie noto esto ultimo, excepto Theodore, y en vez de sentirse aliviado porque Draco por fin se mostraba comunicativo se preocupo más.
- Solo espero que este maldito año termine pronto, no soporto la idea de estar tanto tiempo con ellos, siento que moriré – Expreso de manera exagerada Pansy haciendo una mueca como de malestar físico, todo rieron ante eso.
- Si estas así ahora, creo que morirás antes de que lleguemos a nuestra nueva sala común – Comento divertido Nott – Enserio chicos, no creo que esta sea una idea del todo mala – Volvió a decir Theodore solo para volver a recibir una mirada de asombro y reproche por parte de sus amigos.
- ¿Estas seguro de que el maldito sombrero te envió a Slytherin?, comienzo a creer que ese sombrero esta más loco que Dumbledore – Espeto con burla Zabini causando una risa general.
- Todo la razón Blaise, ese sombrero ya no funciona como antes, es culpa de él que tengamos que compartir con esos tipos – Comento Draco volviendo a formar parte de la conversación.
La cena se desarrollo de manea tranquila, todos trataban de prepararse mentalmente para lo que tendrían que soportar durante ese año, por supuesto las casas de Hufflepuff y Ravenclaw no tenían inconveniente alguno, eran solo las serpientes y leones los que sufrirían con es cambio.
- Bien, ya casi se acerca la hora de que todos vayan a ver su nueva sala común y comenzar con este nuevo año escolar, antes de que se retiren les explicare mejor la información que vieron hoy en la mañana en sus respectivas salas comunes – Dijo el profesor Dumbledore causando un silencio general. – Como todos sabrán a partir de mañana las cosas cambiaran un poco, como todos lo años se premiara a la casa que obtenga más puntos, solo que esta vez también los podrán conseguir a través de ciertos desafíos que se les dirán al comienzo de cada semana, teniendo un plazo de siete días para resolverlos, cada vez que consigan la respuesta tendrán 50 puntos, y a los alumnos que no participen se les descontaran 30 puntos. Los grupos se conforman de tres estudiantes que serán seleccionados por nuestro querido sombrero, para tener un reparto más justo – Informo con su característica calma, guardo silencio uno segundos mirando a todos sus estudiantes, y siguió hablando: - Mis queridos estudiantes, sin algún otro motivo para retrasarlos más los dejo ir a su nueva sala común – Finalizo y de esta forma todos se incorporaron. Los alumnos de Ravenclaw se acercaron a los de Hufflepuff y les dijeron que los acompañasen hasta la sala común, ya que estos últimos no sabían donde se encontraba. Por otra parte los Gryffindors avanzaron lo más rápido posible para no ser seguidos por las serpientes.
Cuando los leones estuvieron en su sala común junto con los Slytherin que fueron guiados por la profesora McGonagal ambos grupos se sorprendieron, sobre todos los primeros en llegar, aquel lugar era demasiado diferente a como lo habían visto antes de bajar a cenar: Las paredes de colores anteriormente cálidos ahora eran de un tono sobrio y elegante, tonos plateados y escarlatas, sobre la gran chimenea había un escudo donde podía verse un enorme león que era enrollado por una serpiente en un acto que fuera de parecer amenazador hacia sentir a quien lo miraba que la serpiente trataba de protegerlo. Los sillones de cuero negro daban a todo el salón un aire de indiscutible elegancia, pero también calidez gracias a los leves tonos carmesí.
Fue la profesora McGonagal la primera en pronunciar palabra.
- Bien jóvenes, desde hoy este será su nuevo salón y espero sepan compartirlo – Dijo en tono severo dando a entender que no permitiría tontas y absurdas peleas – El profeso Snape que también será vuestro jefe de casa llegara con un pergamino en el que estarán sus nombres y sus respectivas habitaciones, ¿alguna pregunta? – Observo como todos los presentes la miraban, y dado que ninguno pronuncio palabra alguna les dijo que esperaran un momento a la llegada de Severus.
- Creo que esto no esta tan feo como imaginaba, creí que tendría una especie de aire navideño, ya sabes, combinando el verde y el rojo de ambas casas, pero resulto ser más acogedor de lo que creía – Confeso impresionado Ron mientras volvía a echar un vistazo a todo el salón.
- Me encanto el escudo – Se animo a decir Hermione maravillada por todo lo que estaba viendo.
- Quizás tengas razón, tal vez no sea taaan malo después de todo – Le comento Harry a su amiga mientras le daba una sonrisa aprobadora.
Mientras esperaban al profesor Snape comenzó el bullicio entre comentarios de asombro por parte de los leones, y una que otra pesadez por parte de las exigentes serpientes.
- Esta claro que intentaron subir a nuestro nivel, y esto es lo mejor que consiguieron – Dijo en un tono algo mordaz Zabini observando el lugar detalladamente.
- De que hablas Blaise, creo que este lugar es fantástico, tiene una calidez y elegancia que jamás vi en nuestra sala común, me parece fantástica – Expreso Theodore con entusiasmo, realmente le había gustado el lugar, en la sala común de Slytherin podían haber mil comodidades y cosas exclusivas, pero siempre había sido un lugar algo apagado y frío, en cambio aquella sala era lejos lo mejor, habían comodidades, no demasiadas claro, pero se equilibraba con esa calidez y acogimiento que se podía sentir.
- Por lo menos no es la porquería que me imagine, llena de colores chillones y muebles de segunda clase – Dijo Pansy tratando de disimular su asombro.
Luego de unos diez minutos llego el profeso Snape y observo todo el sitio, en su cara se pudo apreciar claramente el disgusto y el asombro que le causo el lugar, decidió ignorarlo y entrego el pergamino a la profesora McGonagal.
- Muy bien, silencio todos – Dijo a la vez que abría el pergamino – Comenzare con las habitaciones de los alumnos de primer año - luego de una larga lista de nombre de chicas y chicos de primero a sexto curso, por fin llego el turno de los de ultimo curso - en la habitación M – 1 estarán la señorita Granger, la señorita Parkinson, Lavander, Bulstrode, y Patil – Cuando finalizo de dar los nombres levanto la vista y miro a los chicas nombradas que le devolvían la mirada, algunas con sorpresa, y otras con un claro disgusto, ignoro esto y les dijo que ya podían subir a sus habitaciones y acomodar sus cosas, siguió dando los nombres del cuarto M – 2, y finalmente solo quedaron los chicos. Comenzó a leer los que quedarían en la habitación H – 1: el señor Zabini, Weasley, Crabbe, Thomas, y Goyle – Ron casi se muere cuando escucho su nombre, el saber que no compartiría cuarto con Harry era una idea horrible, estaría con Dean, pero eso no cambiaba mucho las cosas, ¡le había tocado con los tres tipos mas insoportables después de Malfoy! – Los chicos del cuarto H – 2 serán: El señor Nott, Longbottom, Malfoy, Finnigan y Potter – finalizo y guardo el pergamino, cuando observo a los chicos que tenía enfrente se vio casi en la tentación de reír un poco, los muchachos la miraban boquiabiertos, con ganas de reclamar pero estaban tan impresionados que no pronunciaron palabra alguna, y antes de que tuviesen tiempo de quejarse los profesores se retiraron diciéndoles que debían arreglar sus cosas cuanto antes porque mañana comenzarían las clases.
- Definitivamente mi vida no funciona – Pensó Harry cuando termino de procesar de que sería compañero de habitación con Malfoy, por Dios, era capaz de compartir habitación con cuatro Slytherin, pero con Malfoy era demasiado… Dio un suspiro de resignación y se encamino escaleras arriba junto con Ron.
- Si sobrevives nos veremos mañana – Le dijo Ron entre medio divertido y asustado.
- Lo mismo para ti supongo, que duermas bien, y que las serpientes no se metan en tus sueños.
- Creo que eso va más para ti, nosotros podemos esta con tres Slytherin, pero tu tienes entre tus compañeros al “príncipe de las serpientes”, de compadezco hermano, enserio – Le dijo el pelirrojo palmeando su hombro en señal de consuelo.
Harry prefirió ignorar ese comentario, y se despidió de Ron, cuando entro a la habitación se dio cuenta de que en los respaldos de cada cama se podía leer el apellido de cada alumno, su cama estaba al final de la habitación. A la derecha de la cama estaba la ventana, a su izquierda estaba la cama de Neville, y frente a él estaba la de Malfoy. Fantástico – Pensó Harry con ironía, solo le faltaba que también le tocase como compañero en los desafíos y su vida terminaría por perder toda buena suerte. Decidido a ponerse pijama y dormirse antes de que llegaran los demás sintió que la puerta se abría, pero para su alivio solo eran Neville y Seamus. Ambos chicos lo miraron y como entendiendo lo que Harry estaba haciendo se pusieron su ropa para dormir y se acostaron, no querían estar despiertos cuando llegaran sus nuevos compañeros de habitación.
Eran cerca de las dos de la madrugada y Theodore y Draco aún no se habían dormido, cuando habían llegado al cuarto todos estaban durmiendo, por eso se habían demorado en subir, ninguno de los dos tenia ánimos como para comenzar alguna tonta discusión. Theo se había acercado a la cama de Draco, si tenía un momento para conversar con él era aquel, así que después de varios minutos asegurándose de que todos estaban realmente dormidos se animo a preguntarle a su amigo como por tercera vez en el día que le ocurría.
- ¿Y vienes a despertarme solo para eso? – Pregunto molesto el rubio.
- Sé que no estabas durmiendo, por eso quiero hablar contigo Draco, estoy preocupado por ti, algo me dice que no estas bien – Expreso el chico con preocupación.
- Bueno sea lo que sea que te este hablando deberías tratarte Theo, no es bueno escuchar voces – Le respondió el chico a su amigo entre molesto y divertido.
- Hablo enserio, sabes que podemos hablar, estas diferentes desde que…
- ¡Nada ha cambiado! – Dijo Malfoy interrumpiendo las palabras del pelinegro – Theo, estoy cansado, y la verdad no tengo ánimos para hablar del pasado ni de esas extrañas voces que te dicen que algo me ocurre – Finalizo el chico con voz más apagada para luego taparse con las ropas de la cama y darle la espalda.
- Somos amigos Draco, no lo olvides… - dijo el chico antes de ir a su cama y dormirse por fin.
¿Que había sido eso? ¿Malfoy tenía problemas?, se había hecho el dormido cuando oyó a los dos Slytherin entrar, y cuando se había dispuesto a dormir había escuchado voces, por lo que no pudo evitar oír la conversación de esos dos. Realmente no le importaba si algo le ocurría a ese tipo tan arrogante, después de todo siempre se habían llevado mal, y todo lo relacionado con él no le interesaba.