La verdad era que ahora que lo pensaba no podía siquiera tolerar la idea de que eso sucediera, había escuchado a la perfección que su insistente amigo iba a terminar con el compromiso… cerró los ojos con disgusto… en la última semana había evitado dormir en el mismo cuarto que él, alegando que estaba muy ocupado preparando la formación para su escuadrón…
Pero debió de haber intuido que algo andaba mal cuando notó la expresión de sorpresa de su hermano mayor… se puso de pie y se acercó a la ventana, miró hacia abajo y lo vio con su hija… apretó el puño con disgusto, realmente no entendía por qué estaba tan molesto, pero la verdad era que le molestaba… la idea de que pudiera haber alguien más lo estaba volviendo loco, lo peor era que había escuchado que después de eso, él volvería a sus tierras, renunciaría a su cargo, e iría a tomar su lugar a lado de su tío, como futuro gobernante de sus tierras.
Observó como el soldado al que había mandado le entregaba la nota que él le enviara… sonrió al notar el desconcierto en su rostro. Esa noche no tendría mas remedio que acompañarlo en el cuarto, y quizás, explicarle sus planes. Salió de la oficina en dirección a la biblioteca, necesitaba distraer sus pensamientos con algo hasta que llegara el momento.
Había pensado mil y un maneras de terminar y quedar como amigos… desde luego, haciéndole prometer al rubio que se quedaría a su lado en Pacto de Sangre, pero ahora con la novedad de que el rubio sería el que rompería su compromiso, algo se había roto, pero en su corazón.
Cuando estaba por abrir la puerta, la voz de Gunter llegó a sus oídos, eso no le hubiera detenido de no ser por que al parecer, la persona con la que hablaba era Gwendal.
Se quedó en la misma posición escuchando atento sin deseos de hacer otra cosa que no sea saber de qué estaban hablando… las palabras entraban por sus oídos, mientras su cerebro las procesaba, su corazón se sentía ajustado, y su rostro se contraía por la furia… estaba escuchando bien… Wolfram se iría a sus tierras y se comprometería con un noble de la familia von Grantz… abrió la puerta de golpe, no dijo nada, solo miró con sumo enfado a su asesor y a su administrador… ambos, se habían quedado totalmente pasmados por la intromisión, ni el peli oscuro parecía tener la suficiente confianza para fruncir el seño frente a él…
Fue furioso en dirección a donde minutos antes había visto a Wolfram, este estaba con Greta, le estaba leyendo un cuento… al verlo se tenso, más al notar su enfado, tanto la niña como el soldado lo miraron confusos… simplemente se disculpó con su hija y tomando al rubio por el brazo se lo llevó casi a rastras… no le importaron sus quejas, ni su insistencia en que le explicara qué sucedía…
Lo metió a su cuarto, cerró la puerta tras de ellos, y luego con un movimiento repentino lanzó al rubio sobre el lecho. Este no había reaccionado, parecía en estado de shock, fue en ese justo momento que escuchó que en la puerta llamaban tanto Gwendal, como Gunter y Conrad… le dio la espalda al rubio, se acercó a la puerta, la abrió de golpe, solo para encontrarse con los que golpeaban, y con un tono que dejaba ver claramente que era una orden, les pidió que los dejaran solos y no molestaran.
Volvió a cerrar la puerta, Wolfram parecía aun no comprender que ocurría… aunque por la expresión del moreno, temía que fuera serio, ya que Yuuri jamás actuaba de aquella forma. El peli negro se sentó a su lado en el lecho… sonrió antes de murmurar con rabia contenida…
¡Así que piensas casarte con alguien más!
El rubio pareció sorprendido ante aquellas palabras, aunque luego simplemente cambió su expresión y asintió… una nueva sonrisa se dibujó en el rostro del maou… aunque cuando volvió a dirigirle la mirada al rubio, este se asustó e intentó retroceder…
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Un mes… un mes era el tiempo que había transcurrido de aquel día, desde entonces solo tenía contacto con su hija Greta, y con su hermano Conrad… a Gwendal le habían prohibido verlo, el motivo… ocultarle cosas al rey. Cerro sus ojos con cierta pena, entre las cosas que ya no podía hacer era salir con su escuadrón, solo podía salir de la habitación en compañía de Yuuri, fuera de eso, se podía pensar que era rehén en el castillo.
Yuuri había mandado llamar a su tío para explicarle que Wolfran no iría con el a las tierras Bielefeld… no dio muchas explicaciones, y excuso que el rubio aun dormía para no poder ver a su tío… otra de las cosas que hizo fue organizar una suntuosa fiesta, invitó a la persona con la cual iba a comprometerse el mazoku… se sorprendió al ver que se trataba de otro hombre. Aquella noche no lo había dejado solo en toda la noche, a penas y les dejó saludarse… ahí supo por boca de otra invitada que antes de su llegada a Shin Makoku, ellos habían sido asociados a un romance. Pero acabó al llegar el maou.
Se colocó mejor la cobija con la que se cubría… Yuuri había estado tan furioso esa noche que lo llevó casi a rastras al cuarto y después de lanzarlo al lecho, estuvo a punto de tomarlo. Sin embargo, no lo hizo… en cambio, le había obligado a ir a un viaje en bote con él, Wolfram casi podía asegurar que era una especie de castigo, aunque eso no era propio de Yuuri… al volver no había dicho otra palabra.
Escuchó por su hermano Conrad, que Yuuri había hablado con Murata sobre los requisitos de un matrimonio… y es que ya ni a Gunter le dirigía la palabra, debido al mismo motivo que con su administrador. El sonido de la puerta le quitó de sus pensamientos. Fijó su mirada en el peli negro que acababa de entrar…
El gran sabio era la única persona que tenía permitido entrar a hablar con él, sin la vigilancia de otra persona. Murata estaba preocupado, eso le había comentado… preocupado por la energía negativa que en las últimas semanas rodeaba a Yuuri. Ese día le comento lo de la intensión del maou de casarse… aunque el motivo era para tener total control sobre el destino del rubio mazoku de fuego. Sintió su corazón despedazarse al escuchar aquello, aunque no dijo nada…
Mientras se bañaba intentaba olvidar las palabras del sabio… la intensión de Yuuri era sólo mantenerlo a su lado como a un trofeo… quiso ponerse a llorar de tristeza, se sentía solo… cuando volvió al cuarto, el peli oscuro se encontraba allí… no dijo nada… desde hacia un mes que ya no le hablaba al rey. Algunas quejas, pero se cansó de expresarlas… prefirió simplemente callar.
Él lo volteó a mirar de pies a cabeza… intentó no prestar atención a este hecho, agarró una piyama de su armario, aunque cuando estaba por ponérselo. Yuuri se la quitó de las manos, lo miró a los ojos, sin decirle nada… el peli oscuro sonrió y lanzó al suelo las prendas. Se acercó a él, abrió el armario, quitó el camisón, que intentaba no usar nunca más, y sin pedir permiso se lo puso.
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Odiaba su silencio, y mas que nada la tristeza que sus ojos demostraban ahora… pero no les brindó atención… la boda se llevó a cabo poco tiempo después… su rubio se mostraba realmente hermoso, aunque no estaba feliz. Había mandado encerrar a Gwendal en prisión por los rumores de que planeaba secuestrar a su hermano para impedir ese acontecimiento. Sin embargo, lo liberó durante la ceremonia y la fiesta, claro que vigilado…
Llegaron al cuarto con el mismo silencio sepulcral de siempre. Tomó al rubio de la cintura y lo atrajo hacia él, esas esmeraldas le rehuyeron, aunque rápidamente buscaron sus oscuros ojos cuando asaltó sin previo aviso los labios de su ahora consorte. Una vez más intentó rechazarle. Aquello le disgustó, por lo que lo sujetó con mayor fuerza…
¡Me perteneces… nunca dejarás de hacerlo! - Unas silenciosas lágrimas se escaparon de sus ojos… antes de renunciar a todo intento de rechazo y entregarse a los deseos de su ahora esposo.
En todo el tiempo que llevaba en Shin Makoku, jamás pensó que las cosas se voltearían, descubrió que su personalidad Maou, era mucho más celosa que él mismo… así como descubrió, en el justo momento en que parecía que iba a perderlo, que realmente amaba a su prometido accidental.
Llevaba a Wolfram con él a todas partes, más que nada por que deseaba vigilarlo él mismo. Las cosas entre ambos habían mejorado notablemente. Se podía decir que eran más cariñosos entre sí. Gracias a esa buena relación, decidió perdonar tanto a Gwendal como a Gunter… después de todo, supo gracias a un comentario de este último, que desde luego escucho sin querer pasando por el despacho de Gwendal, que Wolfram jamás había sentido nada por aquel sujeto… y que si iba a comprometerse con él, era sólo para construir barreras para no arrepentirse e ir a buscar a Yuuri nuevamente.
Ese día poseyó a su esposo como todas las noches… como el enclenque Yuuri, y como el maou Yuuri… ahora, teniéndolo dormido entre sus brazos, se sentía feliz… Murata le había aconsejado que esa noche no fuera a dormir sin pasar el tiempo con su esposo… sonrió con cierta malicia luciendo dos rendijas en los ojos…
¡La luna nueva siempre tenía un efecto parecido en los mazokus de sangre pura!
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Las nauseas eran realmente molestas, pero la sensación de tener vida dentro de él, era maravillosa… miró de reojo a su esposo… no sabía como le diría aquello… suspiró intentando mantener la calma… un nuevo mareo casi le provoca una caída inesperada… los brazos del poderoso maou lo sostuvieron… sonrió por eso…
Esa noche le contó la novedad… Yuuri no pareció muy sorprendido, aunque si estaba muy feliz… se durmió entre los brazos de su marido… al día siguiente le contarían a todos… Gwendal seguramente estaría feliz, al igual que Greta y Conrad.
¡Te amo Yuuri!
¡Lo se…!