Cinco chicos yacían plácidamente en sus camas, el sol apenas era una línea naranja en el horizonte pero aun así, la chica mayor, armada ya dentro de unos jeans y camiseta corta, tomo una olla y cuchara de la pequeña cabaña y se propuso hacer un escándalo:
- ¡LEVANTENSE BOLA DE VAGOS! ¡YA ES DE DIA!
Todos se levantaron asustados por el estrepito ruido, un chico de cabello cobrizo estallo de la rabia en su cama.
- ¿¡Miyako has enloquecido!? ¡Casi me matas del susto! Esa no es la forma de levantar...
- ¡Cállate Daisuke! -grito la chica y el obedeció, debió ser por su expresión -quería que se despertaran como es y ahora ya me imagino que no quieren volver a dormir ¿verdad?
- Si, si tu misión era despertarnos definitivamente lo lograste -dijo un chico rubio levantándose a tientas, aun un poco aturdido pero sin señales de cerrar los ojos de nuevo, así que la chica le sonrió.
La única chica que quedaba sin cambiarse fue al baño a hacerlo, mientras que los chicos se vestían en el dormitorio, que era un cuarto enorme con 6 camas.
- Em... Miyako-san podría ya sabe... Bueno ya se que no puede salir -el chico de cabello oscuro cada vez se sonrojaba mas -pero podrías cerrar los ojos o algo.
Los demás chicos se rieron, ella también lo hizo pero respondió.
- Está bien, de todas formas no es algo que desee ver, ustedes son como mis hermanitos... Eww -hizo un gesto de asco y se tapo los ojos.
Los chicos siguieron riendo y por fin acabaron, el clima afuera (donde estaba el comedor ya que dentro no cabía) apenas alcanzaba unos 20.C, por lo que todos se pusieron un suéter ligero mientras desayunaban un caldo calientito, hecho por el chico de suéter azul y googles.
- Rayos Daisuke cocinas de muerte -dijo la chica mayor.
- Yo le he dicho que algún día será famoso, y que cuando eso pase que no se olvide de mí -su amigo de cabello oscuro le sonrió al decir esto y el castaño poso un brazo tras su cabeza.
Todos se daban cuenta de que el solo bromeaba de esa forma con Daisuke, nadie se atrevía a decir nada, pero las chicas sonreían y los chicos... Lo soportaban.
A Daisuke se le inflo un poco el ego con los halagos de sus amigos, pero Miyako se las arreglo para sacarle provecho a eso, haciéndole prometer que hiciera todas las comidas durante su estadía en aquel lugar, ella y Hikari se reían a escondidas de sus maldades, que llegaron desde ese simple truco hasta esconder los zapatos de Ken en un arbusto cerca del escape de gas de la pequeña cocina, sabían perfectamente que seria Daisuke quien mas los buscaría y los encontró... También encontró que sus googles se rompieran y su cabello no fuese el mismo de nuevo, Ken le sonrió y le dio las gracias, luego intento acomodar el cabello del chico ya que se sentía culpable por aquel desastre.
- Soy sonámbulo -admitió arrastrando el cepillo por las puntas del cabello de Daisuke -tal vez lo hice anoche y no recuerdo, perdóname.
Las dos chicas se destornillaban de la risa detrás de la cortina de una ventana, mientras el chico rubio y el más pequeño las miraban acusadoramente.
- Pff piensa que lo hizo dormido! -la chica mayor se retiraba las gafas para secar varias lagrimas acusadoras de la risa que brotaban de sus ojos.
- Y ahora intenta acomodar ese desastre de cabello de Daisuke-kun -la pequeña morena, también lloraba de la risa, se apoyaba contra la ventana y se sujetaba del brazo de su amiga.
- ¡Podríamos desnudarlos en medio del campo y aun así no serian capaces de saber que somos nosotras! -chillo la mayor que apenas podía respirar, la mas chica la calmaba mientras le recordaba el objetivo de aquel viaje, esta se calmo y le dio la razón, ya tendrían tiempo para molestar "al par de tortolos" luego.
Todos salieron bosque adentro, Ken no pudo hacer milagros así que el cabello de Daisuke siguió viéndose chamuscado, pero al menos con las puntas lisas. Al fin llegaron al corazón del bosque y Miyako saco un pequeño papel que envolvía tres aun más pequeños, carraspeo llamando la atención de sus amigos y empezó un premeditado discurso:
- Bien tropa, hemos venido a este "paseo de campo" solo para investigar la situación que nos ha advertido Koushirou-san, probablemente se abrió una puerta que solo se cerrara con nuestros D3, por lo que nos dividiremos en tres grupos donde se concentran los datos de esta montaña, por cuestiones de seguridad propongo que vayamos por las parejas que hacemos en nuestra evolución DNA ya que no sabemos si tendremos que llamar a nuestros compañeros digimons en algún momento... Espero que no -hizo una pausa cerrando los ojos pero continuo -si ven la puerta la cierran con el D3 creo que entienden como, si lo consiguen mandan un mensaje al terminal de alguno de los que vamos en pareja ¿dudas?
Nadie abrió la boca así que prosiguió a entregar los papeles que eran pequeños mapas que tenían como punto de partida el lugar donde estaban situados, Takeru e Iori fueron al este, Hikari y Miyako al norte, y el oeste quedo en manos de Daisuke y Ken.
El bosque encerraba secretos profundos e impenetrables, eso es lo que los seis amigos tenían presente, y también a lo que más le temían. Pero seamos realistas y démosle el protagonismo a los chicos mas calumniados del día, porque uno de ellos tenia la verdadera llave para cerrar la puerta que ahora estaba abierta, amaría decir que era del digimundo pero ¿A quien vamos a engañar?
La maleza hacia malas jugadas a los compañeros, el olor los mareaba y era imposible ver mas del rango de 3 metros que era proporcionado por la separación de los arboles, pero en aquel verde lugar se podía sentir como algo crecía y absorbía la poca calma que tenían.
Pero no se puede olvidar que ellos eran los mejores amigos del mundo, y el amor encierra aun más secretos que un bosque.
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