Hasta que nos volvamos a ver....
— Mátame —expresó su deseo de rodillas y con una sonrisa.
Sus ojos negros miraban arriba y su corazón palpitaba con fuerza, su respiración se oía forzada mientras sangraba por la boca.
— Por favor —suplicó esta vez.
Frente a él un pelinegro la observaba, sus facciones estaban serenas y no le devolvía la sonrisa.
— Si en la siguiente vida eres mía.
Hasta que ese momento llegue, esperaré paciente.
La chica sonrió y asintió decidida.
El pelinegro levantó la mano derecha con la que tenía un arma, puso la punta sobre la frente de la pelinegra y tiró del gatillo.
¿Sabes lo más extraño e irrealista que he sentido?
— Ey, William, esa chica lleva mirándote por un largo rato.
El rubio volteó a donde le señalaba su amigo y se sorprendió al ver a una pelirroja varios años mayor que él.
Que no importa lo que pase... jamás llegaré a conocerte.
Sonrió complacido y se dirigió hacia ella a paso lento y decidido.
— ¡William!
Pero un auto detuvo su marcha.
Y, aún así... ya siento que te amo.
— Itachi, cuidas de tu hermano.
El chico asintió mientras veía a sus padres, estos salieron y los niños se quedaron solos.
Sasuke le sonrió a su hermano quien lo sostenía de la mano. Itachi bajó la mirada hacía el pelinegro.
— Ey, Sasuke..., crece rápido.
Así que, por favor... dame la oportunidad de observarte.
— Hola Sasuke, ¿cómo te has sentido?
El hombre se sentó frente a la mujer y la observó un momento, sus ojos mostraban resignación y aburrimiento.
— ¿Cómo se sentiría después de saber que su hermano ha matado a toda la familia?
Porque no importa lo que pase... Volveré a encontrarte.
— Vaya, vaya, vaya... Si es mi hermano Sasuke.
Caminó a paso lento y decidido, entonces tomó un mechón del cabello de su hermano.
— Sabes, me acusan de asesinato.
— Lo sé, estás en la cárcel con pena de muerte, ¿recuerdas?
Itachi mostró una leve sonrisa y se acercó a la cara de Sasuke, éste no se movió.
— Ey, ¿no me tienes miedo?
— ...
— Eres un hombre y además eres mi hermano. Nadie ve muy bien nuestra relación.
— ¿A sí, y según tú qué tipo de relación tenemos?
— ¿Quieres saber?
Entonces fue el turno de sonreír de Sasuke y fue él quien se acercó esta vez, estaban a solos algunos centímetros de distancia.
— Entonces esperaré para conocerte en otra vida.
Su aliento a menta chocó con la nariz de Itachi, y este separó la distancia entre ambos para comenzar a besarlo. Succionó sus labios y seguidamente su lengua, Sasuke hacía lo mismo pero con más violencia.
Cuando se separaron Itachi susurró la última frase en esa vida.
— Ey, recuerda que eres mío.
Hasta que la muerte nos separe... y mientras espere el volver a encontrarte.
— Daniela, tienes un visitante; pasa, y recuerda no molestar a los demás pacientes —terminó de dirigirse hacia el castaño.
La chica bajó su revista y observó al muchacho que entró con unas flores en las manos.
— Hola, soy Jonathan.
La rubia asintió y tomó las flores, la mirada de Jonathan no se despegó de ella en ningún momento hasta que Daniela lo volvió a ver.
Entonces Jonathan sonrió.
— Parece que te tocó ser la chica...
Y su risa ahogó un reclamo.
Porque nos une un lazo más grande que el de la sangre... recuerda que... me perteneces.