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Amado elfo por Shiochang

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Amado Elfo.

(Bueno no suelo poner las notas al empezar, pero esta es mi primera historia de Gundam Wing dado que la inspiración me llegó y ellos eran más adecuados para la historia que cualquier otro personaje de animé, pude haber creado los mios, pero como ellos calzaban al dedillo - con excepción de Heero, al que le he cambiado un poco la personalidad - los use, lo que no significan que sean mios y que quiera apropiarme de ellos - aunque me gustaría que Dúo fuera mío :P)

Los niños del bosque.

Dos lindos muchachitos, al menos para cualquiera que los viera correr por el bosque, jugaban a las escodidas entre los frondosos árboles y ocultándose a ratos en los troncos huecos. Ambos eran muy hermosos aunque muy diferentes, nadie los pasaría a simple vista por hermanos y menos pensaría que tenían 18 años por su manera de comportarse entre ellos.

- ¡Dúo! - se reía Quatre mientras corría perseguido de cerca por su hermano y se escondía.

- ¡No seas tramposo, Quatre, no puedes usar magia! - le reclamó riéndose también.

- ¡Como si tú no la hubieses usado también! - le replicó abrazando a su hermano desde atrás.

- Bueno, ya es tarde y mamá debe estar preocupada - le djo Dúo en un arranque de madurez - ¿Regresemos?

- Te apuesto que lo que tienes es hambre y no preocupación por mamá - se burló Quatre riendo - pero tienes razón, comienza a oscurecer y nuestra magia va a desaparecer en cualquier momento.

Dúo se echó a correr rumbo a su pueblo cuando vio que Quatre se detenía afirmándose de un árbol muy pálido y con la mano en el corazón soportando un terrible dolor.

- ¿Quatre?

- La... aldea... la están... atacando - dijo entrecortadamente - los... están... matando... a... todos.

Dúo se acercó a su mellizo y lo abrazó para ayudarlo a esconderse en el tronco hueco de un roble antes de correr a ayudar a los suyos aunque sabía que iba perdido.

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Los malvados guerreros del reino de OZ atacaban a mansalva aquel pequeño poblado de los elfos, su misión era acabar con ellos por completo según las órdenes de su querido gobernante, ellos eran los que le impedían con su magia adueñarse de aquellas tierras y del poder mágico del Príncipe Yui, que no aceptaba estar cerca de ellos ya que sospechaba que había gato encerrado.

Dúo vio como su querido pueblito era reducido a cenizas y quiso hacer algo por los suyos, pero el sol ya estaba extinto y su magia no funcionaba si quiera para salvar a su mascota. Viendo que corría peligro, trató de huir, pero se vio acorralado por dos tipos a caballo.

- No deben quedar testigos - dijo uno de ellos y lo agarró por el cabello - aunque eres bastante bonita.

- ¡Soy chico, no chica! - se defendió tratando que le soltara la larga trenza - y no he visto nada.

- No nacimos ayer - le replicó el soldado - si estabas aquí es porque conoces a los elfos.

- ¡No, yo no sé nada!

- ¡Mentiroso! - le golpeó el estómago de una patada - ¿Dónde está el resto de los elfos?

- No los conozco - dijo tosiendo, pero el otro hombre le dio un golpe por la espalda con su látigo y Dúo no pudo más que gritar de dolor.

- ¡Habla!

- Los... elfos... de... noche... desaparecen - tartamudeó - ya... no... los... encontrarán.

- Desgraciado - le dieron de golpes y el pobre Dúo quedó tirado en el piso, sin su magia y debilitado, quedó mal herido y los tipos lo dieron por muerto.

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Quatre sintió que el dolor se iba calmando, pero una extraña angustia se iba apoderando de su corazón, había dejado de sentir la presencia de todos los elfos de la comunidad y la de su hermano comenzaba a desaparecer también. Oculto entre las sombras, comenzó a acercarse a su pueblo y se quedó tieso al ver a su pueblo envuelto en llamas.

- ¡DUO! - llamó al trenzado elfo - ¡HERMANO! - comenzó a desesperarse y llegó al otro lado del pueblo y encontró a su hermano agonizando - Duito - gimió al verlo tan golpeado - ¿qué puedo hacer?

Un ruido de cascos se escuchó en la distancia y Quatre se preocupó, no podía sentir la esencia del jinete, pero se calmó, se le notaba frío, pero no traía malas intenciones, tal vez le pudiese ayudar.

- Malditos Oz - gruñó el hombre desmontando - otra vez metidos en mis tierras y atacando a mis protegidos - revisó todo el lugar y se topó con los dos chicos - ¿Son elfos?

- ¿Quién es?

- Heero Yui - le contestó acercándose para mirarlo mejor - sí, eres un elfo - le tocó las orejas y en eso notó que tenía a alguien en su regazo - ¿era tu novio?

- Mi hermano, pero todavía está vivo.

- Estos desgreciados van a volver por la mañana - se acercó a Dúo y lo lenvantó en sus brazos - sigueme, mi campamento está cerca, allí curaremos a tu hermano.

- Los elfos...

- Lo sé, se curan con la luz del sol, pero si los dejo aquí, dudo que lleguen a mañana - le dijo muy serio - además, mientras un elfo viva en mis tierras, habrá prosperidad para mi gente.

- Príncipe...

- Vamos - lo cortó acomodando con cuidado al herido sobre su caballo - no estamos lejos, después los llevaré a mi castillo.

Quatre miró al pobre animal, creía que los humanos eran muy bárbaros al cargarlos de esa forma, pero entendía que si no lo obedecía corría peligro de morir o que le pasara algo a su hermano.

- Ustedes los elfos no pesan nada - le dijo - sujétate bien, no es seguro que estos tipos se hayan ido lejos en tan poco tiempo.

Quatre se apoyó el la espalda de su nuevo amo abrazándolo, no sabía por qué, pero pese a la apariencia fría del joven príncipe, él tenía buen corazón y se sentía protegido. "No puedo enamorarme de él" se dijo "su corazón debe pertenecerle a Dúo, ya que le está salvando la vida".

Heero se sentía extraño, el chico detrás de él lo hacía sentir bien, pero el otro chico que descansaba contra su pecho le provocaba ganas de besarlo, no le podían gustar los dos ¿o sí? Estaba confundido, pero primero tenía que ponerlos a salvo a los dos.

- Le haré un pequeño conjuro a tu hermano para que se recupere un poco y mañana, a la luz del día terminará de recuperarse.

- Gracias, mi señor.

Heero fingió no sentir el estremecimiento que le provocó el aliento del pequeño elfo rubio a través de la ropa, pero sabía que aquello le acarrearía problemas serios en el futuro...
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Continurá...

Bien, espero que les guste el inicio, al principio planeaba hacer un trío, pero no estoy muy segura de poder hacerlo.

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