Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mío por Kitana

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

el que mucho se despide pocas ganas tiene de irse jajajajaja, y bue, de algún modo así es, este drabble, sirva también de despedida al tiempo que de agradecimiento para todos aquellos que me apoyaron por aqui, un beso y hasta siempre!!!

 

A punto de llegar a la cima del placer miro tus ojos, esperando que me mires a mí y sólo a mí. Callo tus gemidos con mis besos, luchando por dejar una marca indeleble no sólo en tu cuerpo. Tus ojos entrecerrados evocan no sé qué cosas, y enfurezco. ¡Te quiero sólo a ti! ¡Te quiero sólo para mí! Sé que no puede ser, que te pido algo imposible, algo improbable. Sin embargo, lo anhelo, como anhelo estos encuentros furtivos y prohibidos. Porque en público eres de él, aunque en lo más íntimo ya me pertenezcas. Tus besos no me mienten, ni tus caricias me engañan, esto ha dejado de ser un juego, te amo y me amas. Ni siquiera sé cómo terminé tan enamorado de ti, sólo sé que lograste lo que ningún otro, hiciste que te amara, con tus desplantes, con tus caprichos… con sólo ser tú, con sólo ser Milo, mi Milo.

 

Eres mío como soy sólo tuyo. Te he hecho olvidarlo. Estoy seguro de ello. Te he hecho necesitar de mí como yo de ti. Te enveneno, te intoxico, para que no me olvides, para que sin importar quien suba a tu lecho, sin importar quien se atreva a besarte, seas sólo mío, para que pienses sólo en mí cuando alguien más toque tu cuerpo.  Ya no me queda nada más que dar, porque te he dado todo, me has dejado vacío sin siquiera darte cuenta.

 

Me tienes atado a tu dedo meñique, sin esfuerzo alguno logras de mí lo que quieres.  ¿Cuándo pasó? No sé decirlo, sólo sé que ya no soy dueño ni de mis pensamientos. Gimes fuerte en mí oído y te pegas a mi cuerpo. Arremeto contra ti, cegándome de placer al mismo tiempo que penetro tu cuerpo, quiero penetrar tu alma, quiero hacerte sentir todo mi amor, todo este desenfreno que impones en mí. Te amo. Más de la cuenta, más de lo que quisiera admitir, te amo, te amo…

 

Salgo de ti y te doy la espalda. No me miras, me evitas.

—Tenemos que dejar de hacer esto… —dices en un murmullo.

— ¿Por Camus? ¿Lo sabe? —pregunto inseguro.

—No.

—Entonces, ¿por qué? —digo encarándote, de nuevo tus ojos evaden los míos. Siento que me derrumbo, tengo que sentarme. Contemplo tu provocativa desnudez y me digo a mí mismo que quien ha dicho que soy el más hermoso de los ochenta y ocho santos de Atenea nunca ha tenido el privilegio de mirarte después de hacer el amor.

—No debemos seguir con esto, se ha puesto… peligroso…

— ¿Peligroso? ¿Qué tratas de decir? —digo furioso, me sonríes condescendiente, sin querer mirarme, te obligo a hacerlo, aplasto tu cuerpo con él mío en esta cama que huele a ti, a mí, a lo que somos juntos—. Camus no tiene por qué interferir en esto, lo sabes, ¿verdad?

—Siempre supe que esto podía pasar… y me arriesgué a ello… es mi culpa, así que no metas a Camus en esto —te miro sin entender lo que pasa por tu cabeza, en qué piensas al decirme esto.

—No comprendo…

—No tienes que hacerlo. No hace falta, confórmate con saber que se acabó.

—No puedes hacerme esto…

—Ni tú puedes hacerme lo que me hiciste… Afrodita, lo que llevas haciéndome un montón de tiempo.

—No te comprendo, nunca lo he hecho, pero ahora te comprendo menos que nunca…

—Confórmate con saber que no quiero seguir así.

— ¿Por qué?

— ¡Por qué estoy cansado! Estoy harto de que sólo mires y no hagas nada, estoy cansado de que sólo me busques cuando estás solo y te apetece hacer el amor. ¡Me enredé con Camus esperando olvidarte, y justo entonces te enteras de que existo! —dices, tu rostro contraído de dolor y despecho me parte el corazón.

—Milo, yo…

— ¡Cállate! Porque si no es un te amo, no quiero escuchar nada que salga de tus labios, ¿entiendes? —mis ojos se abren al máximo y no soy capaz de decir nada, busco tus labios, tú te resistes, pero no me importa, me amas, tal como yo a ti. Lo susurro en tu oído, una y otra y otra vez, mientras te hago mío de nuevo.

—Te amo… —susurro, te siento más cerca, más unido a mí que nunca antes.

—Dilo de nuevo… —me pides, y te complazco, te complaceré todas las veces que quieras, al diablo con Camus, con el santuario, con todo el mundo, sólo tú me importas, sólo a ti te amo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).