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Mentiras. por LexiusVlad

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Notas del fanfic:

Pareja Principal: Harry/Draco

Géneros: Romance, AU, Drama.

Advertencias: NC 17, Mpreg (Embarazo Masculino)

Negadores: Los personajes pertenecen a JK Rowling. No estoy percibiendo con ellos ningún lucro.


Negadores: Los personajes pertenecen a J K Rowling. No estoy percibiendo ningún lucro con su utilización.

Nota: *El personaje de Remus Lupin es el de los Libros, lo siento pero me gusta mucho más que el de la película.

* Sirius está vivo.

* El torneo de los tres magos nunca existió, Voldemort recuperó su antigua apariencia por medio de magia y pociones.

Notas del capitulo:

Pareja Principal: Harry/Draco

Advertencias: NC 17, Mpreg (Embarazo Masculino)

Negadores: Los personajes pertenecen a JK Rowling. No estoy percibiendo con ellos ningún lucro.

Nota: Esta historia ya está terminada, son 16 capítulos, la publiqué con anterioridad en Slasheaven bajo el pseudonimo de "Cereza".

**Pensamientos**

 

Capítulo 1.-

 

El vértigo casi lo mandó directo al suelo, aun no controlaba bien la aparición, el chico pasó una mano por sus cabellos tratando de verse algo presentable, aunque con su atuendo dudaba mucho que así llegara a ser, una camiseta enorme que alguna vez fué de color azul intenso, unos jeans desteñidos y rotos y zapatillas deportivas que habían visto mejores tiempos.

 

Un muro de piedra tan alto que impedía mirar siquiera la construcción que había dentro, bordeaba la propiedad, alrededor sólo había bosque, las casas (o mejor dicho, mansiones) vecinas estaban bastante alejadas.

 

La entrada para ojos muggles era una enorme reja de hierro con cámaras de seguridad muggles, y un par de vigilantes que el chico reconoció como ilusiones, quizás un hechizo para repeler muggles y alejar a los magos de esa zona.

 

Tanteó el medallón en su pecho, redondo de plata un sol y media luna unidos a su alrededor pequeños diamantes que asemejaban estrellas (1), al termino del año escolar en Hogwarts, dos días después de haber llegado a Privet Drive había recibido una carta de Gryngotts que decía que ese día exactamente debía recibir un paquete que le dejó en herencia su difunta madre, al leerlo creyó que los duendes se habían equivocado, la carta era de una tal Diana Potter.

 

Iba a cerrar el sobre para devolverlo, cuando una cadena con un medallón y una fotografía cayeron del mismo, una joven mujer le sonreía con tristeza sosteniendo en brazos un bebé recién nacido, no era una chica muy hermosa pero si atractiva, sus rasgos le parecieron familiares, aunque su cabello era oscuro también tenía los ojos verdes como los suyos.

 

Harry, Querido hijo:

 

Mi bebé, aunque si esto llegó a tus manos en la fecha exacta, ya no eres un bebé para mí siempre serás mi bebé y mi más grande amor, tú y tu padre, mi amado Tom.

 

Te amo hijito mío y quiero que sepas que pase lo que pase siempre te amaré, no importa lo que otros te hayan dicho de mí, no les creas nada, como bien me decía tu padre 'no creas nada que no hayas visto con tus propios ojos, no juzgues a las personas sin conocer razones y no des tu mano derecha sin asegurarte que llevas tu vara bien sujeta en la izquierda' razón tenía hijo mío, pero yo, como Gryffindor y un poco tonta que siempre he sido, no lo escuché.

 

Ahora tengo tanto miedo, para estas horas ya se habrán dado cuenta de que escapé, van a darnos caza como a un par de animales, temo por ti aunque sé que no te harán nada, debí irme con tu padre cuando me lo pidió pero no pude, me engañaron y yo confié.

 

Confié en el hombre que creí era el mas digno y correcto de todos, Albus Dumbledore, pero su sed de poder es insaciable, al saber de mi embarazo me convenció de que tu padre era culpable de la muerte de mis padres y de todas las personas del pueblo donde vivían, pero después descubrí que no era así, sólo quería tenerte a ti bajo su control, sabía que ibas a convertirte en un mago muy poderoso.

 

Tu padre nunca siguió su juego, él quería el poder, sí pero a su manera, sin muertes y sin destrucción.

 

Debes saber la verdad, me acabo de escapar de la casa de mi hermano donde estuve encerrada durante estos siete meses, Dumbledore los tiene a casi todos bajo hechizos oscuros e imperius, a mi no pudo hacerme nada porque tu magia me protegió, eres un mago muy especial, no sabes cuanto.

 

No estoy segura de lo que planea pero no es nada bueno, destruye, manipula y utiliza a todos a su alrededor.

 

Estoy segura de que van a matarme, tengo mucho miedo y sólo Tom puede protegerme, no quiero dejarte sólo así que voy a tratar de escapar, te llevaré con tu padre, él nos protegerá.

 

Si estas con tu padre sé muy feliz y dile que lo amo y que me perdone y que llevaré para siempre en mi memoria el recuerdo de la primera vez que me dijo que me amaba.

 

Si no, trata de llegar a él, llevale mi anillo de bodas, dile que mi último pensamiento fué para ustedes dos, y mi último ruego para su felicidad.

 

Escribo esta carta apresuradamente en mi bóveda privada, te dejo lo único que poseo, porque fué totalmente saqueada, el medallón que me regaló mi esposo, tu padre, nuestro día de bodas, mi tesoro una foto de nosotros dos hijo mío, y todo mi amor.

 

Espero que cuando leas esto estemos juntos los tres, pero si no es así, por favor no confíes en nadie, sólo en tu padre.

 

Lamento mucho no haber estado contigo, ni verte crecer.

 

Te amo y siempre te amaré.

 

Diana Potter De Riddley.

 

El chico se acercó a la reja y activo el intercomunicador, se extraño que unos 'sangre pura' como los Malfoy tuvieran un aparato tan 'muggle' en su casa.

 

Este era el único lugar que se le ocurría donde podían darle información acerca del paradero de su 'padre', ir con Snape era impensable, ese hombre era totalmente indescifrable, además ambos se aborrecían por igual.

 

¡Su padre!... La carta era genuina, a los días de recibirla llegó su oportunidad, su tía lo envió a hacer un encargo al supermercado, allí aprovechó para dirigirse al callejón Diagón.

 

No quiso avisarle a ninguno de sus amigos, ni consultar con Dumbledore, Diana había sido muy insistente en que no debía confiar en nadie, y aunque fuera una trampa él iba preparado.

 

En Gryngotts, pidió hablar con algún Gerente o alguien que pudiera darle información así fué como los duendes de Gryngotts le aseguraron que la bóveda estuvo sellada por sus hechizos hasta que se cumplió la fecha solicitada por el dueño, que estaba bajo el nombre de Diana Potter, y todos saben que Gryngotts es el lugar mas seguro del mundo para guardar cualquier cosa.

 

Saber esta información lo dejó en shock, ¡James y Lilly Potter no eran sus padres! ¿Por qué Dumbledore lo había dejado con los Dursley? ¿Por qué si sabía que la magia de sangre no funcionaría? ¿Por qué si él sabía de los maltratos que soportaba a manos de su supuestos parientes?

 

Su padre era el hombre que había intentado matarlo durante esos años ¿Y la profecía? ¿Era falsa? ¿Falsa como todo lo demás? Ahora, él tenía que saber la verdad de labios de su padre... entregar el último mensaje de su madre... y averiguar ¿Qué pasó con ella? ¿Por qué tantas mentiras? ¿Quién en realidad es Harry Potter?

 

"Buenos días, ¿Está el señor Malfoy?"

 

"Buenos días, el señor Malfoy no se encuentra ¿Me dice su nombre señor? ¿Quiere dejarle un recado?"

 

"Disculpe ¿A que hora llegará?"

 

"No puedo darle esa información, pero si desea dejarle un recado"

 

"¿Está Draco Malfoy?"

 

"¿Tiene cita con el joven Malfoy? Dígame su nombre"

 

"Dígale que Harry Potter quiere hablar con su padre, es importante"

 

"Bien señor, espere un momento"

 

El chico moreno se sentó un rato en la acera frente a la mansión, cualquiera que pasara en ese momento creería que estaba perdido o lo habían abandonado, una voz en el intercomunicador lo alertó.

 

"¿Quién es y que desea hablar con mi padre?"

 

"¿Malfoy? soy yo" Harry se asomó a la cámara para que pudiera ver bien su cara "Es un asunto entre tu padre y yo, es importante, ¿se encuentra o no?"

 

"¡Largate cara-rajada! mi padre esta de viaje"

 

La comunicación se cortó, pero Harry no iba a desistir, ocupó su lugar en la acera, dispuesto a esperar hasta que Lucius Malfoy saliera.

 

"¡Potter! ¿Aun estas allí? ¡Largate que afeas la vista de mi casa!"

 

Harry volteó a la cámara y le hizo una seña obscena, si quería botarlo tendría que salir y hacerlo él mismo.

 

Draco se ruborizo, Potter siempre le había parecido un bruto, su educación muggle le salía por los poros, ¿Qué hacía el imbécil en la puerta de la casa de un mortífago? ¿Acaso no sabía que el señor oscuro lo quiere muerto?

 

En cualquier momento llegaría su padre y el muy tonto estaba allí sentado esperando ser capturado ¿Qué pensaba? ¿Se había vuelto loco?

 

Volvió a insultar a Potter, a correrlo de su propiedad, pero este no le respondía, ahora ni siquiera se tomaba la molestia de mirarlo.

 

El rubio no sabía que hacer para que el otro muchacho se fuera, su corazón corría a mil por hora, desde que le dijeran que Potter estaba en la entrada de su casa. Como en sus más locas fantasías, Harry llegaba como un príncipe encantado y lo sacaba de su casa, lo raptaba para llevarlo a un enorme castillo del que no podría (ni quería) escapar, lo llevaba lejos de la indeferencia de su madre, del repudió de su padre.

 

Pero este no era un sueño y Harry sí estaba allí, lamentablemente, no por él.

 

Temblaba de miedo al pensar en lo que haría su padre, el señor oscuro estaba furioso con sus seguidores por no poder entregarle a Potter y el muy imbécil se entregaba en bandeja de plata al más furioso de todos.

 

Sí, Lucius había recibido su dosis de torturas. Varias veces había llegado, al día siguiente de ser llamado por su amo, casi desmayado y jurando que el Niño-Que-Vivió le pagaría uno a uno casi hechizo y cada dolor que tuvo que pasar por su culpa.

 

Lucius de seguro lo torturaría, lo dejaría medio muerto antes de entregarlo, por que de algo si estaba seguro, la orden del señor oscuro de no matar a Potter, ningún mortífago iba a transgredirla ¿Si lo encerraba en los calabozos? abajo era helado, oscuro, las lágrimas rodaron por sus mejillas; lo peor de todo era que lo llevarían con el señor oscuro, de sólo pensarlo un escalofrío de terror le recorrió el cuerpo.

 

"Harry, vete, vete por favor" susurro bajito rogando a Merlín que lo escuchara y pensando que gracias a los dioses su padre llegaría a la hora de la cena, para ese entonces quizás el tonto de Potter se habría largado.

 

Cuando iba intentar denuevo hacer que se largara, el rubio miró con horror como el auto de su padre llegaba a la entrada de la casa.

 

**

 

Estaba comenzando a darle hambre, no había comido desde esa mañana que salió de Privet Drive a hacer el encargo, ¡El encargo! no podía quedarse mucho tiempo allí, si Malfoy no llegaba en media hora tendría que marcharse.

 

La verdad sea dicha, su plan era arriesgado, nadie sabía que estaba allí, solo contaba con una carta y un par de piezas de joyería que bien podrían no significar nada.

 

Un auto grande, lujoso de color negro se paró frente a la entrada de la mansión, las pesadas rejas de hierro se abrieron para darle paso.

 

La ventanilla del chofer se abrió.

 

"Muchacho, muchacho ven acá"

 

El hombre le tendió la mano dándole un par de monedas.

 

"Ve a otro lado, al señor no le gusta que se paren frente a la casa" chico se dio cuenta de que podría estar bajo imperius

 

"Estoy esperando al señor Malfoy, necesito hablar con él"

 

El chofer lo ignoró, y continuó conduciendo hacía la casa, el chico tocó con sus nudillos la ventanilla del pasajero para llamar la atención de Malfoy, que, ahora estaba seguro venía dentro del auto.

 

"Vaya, vaya, si es el joven Potter" el auto se había detenido por completo "¿La pequeña oveja de Dumbledore está perdido?" aunque el chico no era ya pequeño le daba placer humillarlo.

 

"Necesito hablar con usted"

 

"¿Sobre que asuntos de interés mutuo podríamos conversar usted y yo?" Malfoy lo miró de arriba abajo con una mueca de desdén.

 

Harry sólo le devolvió la mirada con desinterés.

 

"De Voldemort"

 

Malfoy abrió los ojos con asombro y miró a todos lados.

 

"Mire, señor Malfoy, no tengo tiempo para esto, estoy un poco apurado, ¿Me permite hablar con usted unos minutos?"

 

"Entre al auto"

 

"Prefiero caminar, si no le importa"

 

"Si me importa señor Potter, imagino que hay alguien vigilando cerca, así que no debe temer"

 

"No le tengo miedo, y si, ¿no creería que vine solo?"

 

El chico subió al auto, si pensó que por fuera era elegante y clásico, se quedó sin palabras al verlo por dentro, los Malfoy en verdad sabían como gastar su dinero.

 

La mansión era igual de impresionante, nada comparado a lo que se veía a través del hechizo, parecía un castillo, excepto que sus muros eran blancos, enormes puertas de vidrio se abrían al amplio jardín cultivado con plantas que reconoció de las clases de herbología, las habitaciones por las que pasaron estaban exquisitamente decoradas y amuebladas.

 

Malfoy lo ignoró mientras entraba por la amplia puerta principal, el chico moreno lo siguió sin dejarse impresionar esa 'casa' a simple vista no parecía ser de un mortífago, memorizando cada salida posible para un escape rápido, a pesar de lo abierta que se veía podía sentir hechizos que bloqueaban las puertas.

 

Malfoy le dió su capa a un elfo doméstico y pidió un servicio de té.

 

"Bien señor Potter ¿Qué asuntos urgentes viene a tratar? ¿Imagino que no vino a hablar de negocios?" dijo Malfoy haciendo un gesto para que el muchacho se sentara.

 

"Quiero hablar con Voldemort"

 

Malfoy palideció "Es sabido que los rumores de la resucitación del señor oscuro...."

 

El chico se pasó una mano por el cabello con gesto desesperado.

 

"No, señor Malfoy, usted estaba esa noche en el cementerio cuando él recuperó su cuerpo. Usted y un grupo mas que reconocí. Quiero hablar con Voldemort... o al menos, llévele un mensaje de parte mía"

 

El rubio hizo una mueca de desprecio al verse sorprendido y perdió su aplomo.

 

"¿Qué te hace pensar que el señor oscuro quiere hablar con un mocoso como tu? ¿O crees que saldrás vivo de un encuentro con él? ¿Acaso quieres unirte a su causa? ¿Crees que él te creería?"

 

"No, sé que no me creería y quizás no salga vivo de un encuentro con él. Usted tiene razón, pero no vengo a pedirle unirme con Voldemort" el chico calló por un momento.

 

El elfo doméstico, muy nervioso, apareció con el servicio de té y fué despedido del lugar. Nadie tocó la bandeja.

 

"Tengo información que quisiera comprobar con él. Estoy seguro que le interesará"

 

Se miraron a los ojos, Malfoy entrecerró los suyos con suspicacia.

 

"Si es un plan de Dumbledore, es algo infantil. Aunque sabiendo que el viejo está loco no me sorprende"

 

El rubio hizo un ademán de levantarse cuando un hechizo alcanzó la pared a su espalda.

 

Ambos hombres vara en mano voltearon para encontrarse con Draco Malfoy apuntando directo a su padre.

 

"¿Draco que..."

 

"Harry vete, usa la segunda puerta a tu derecha, la contraseña de la salida es Cancerbero ¡Apresúrate!"

 

"Draco, ¿Qué demonios estas haciendo?" Lucius Malfoy no salía de su asombro al igual que Harry.

 

"No dejaré que lo lleves con ese monstruo, ni que lo tortures... ni... ¿Qué esperas? ¡Vete Harry, sal de aquí!"

 

"¡TRAIDOR! ¿Sabes que me pagaras esto, Draco?"

 

El rubio joven palideció un poco mas, si eso era posible, Harry notó como su mano temblaba al sostener la vara apuntando a su padre.

 

"Yo sé, y no me importa" levantó la barbilla con desafio.

 

Lucius Malfoy vara en mano aturdió a su hijo para dirigirse al que le traería la gracia de su señor.

 

Harry no podía creer lo que había hecho Draco ¿Lo quería salvar? ¿Qué había sido todo eso? El rubio cayó de espaldas en el amplio salón, obviamente inconsciente.

 

"Usted no va a ningún lado, señor Potter?"

 

"Malfoy no sabes lo que estas haciendo, te sugiero que bajes la vara y me dejes ir por las buenas"

 

"Oh, no Potter, el señor oscuro me premiará grandemente si llevo tu cabeza"

 

"El señor oscuro pateará tu trasero si llega a enterarse que tenias esta información en tus manos y no se la llevaste"

 

Harry metió su mano en el bolsillo, Malfoy lo apuntaba cuando el chico hizo un ademán de fastidio con su mano. Se acercó a una mesita a su lado y deposito un objeto en ella.

 

"Llevele eso Voldemort, dígale que si quiere hablar conmigo que me envié un mensaje con el nombre de la persona a la que pertenecía este objeto. Dígale que esa persona me dejó esto para él y una carta... que él tiene que leer"

 

"¿Crees que yo soy tu lechuza personal? ¿Confías en que le lleve esto así nada mas?"

 

"Escucha 'Malfoy' ya me cansaste. Si esto se pierde o le pasa algo estoy 100% seguro de que a tu amo le encantará arrancarte la piel mientras le suplicas que te mate...Ah, y yo estaré allí para verlo"

 

El hombre se estremeció los ojos de Potter siempre le habían parecido fríos pero la mirada que le envió le hizo helar la sangre.

 

Aprovechando este leve gesto de Malfoy y antes de que pudiera abrir la boca para hechizarlo, el chico moreno lo aturdió.

 

Rápidamente se acercó a Draco y tomó su pulso, él mismo no supo por qué lo hizo, pero la 'ayuda' del rubio lo desconcertó, no podía ser algo planeado, nadie sabía que él iría allí.

 

Sin pensarlo mucho tomó al rubio por un brazo y lo arrastró hasta la salida.

 

Era Malfoy, el malcriado, egoista, antipático, 'hijito de papi' que intentaba hacerle la vida imposible en el colegio... pero... era la persona que había intentado ayudarlo a escapar de una posible muerte y no iba a dejarlo ahi cuando había escuchado y visto perfectamente el miedo del otro chico ante las amenazas de Lucius.

 

Con una última mirada al Malfoy inconsciente, Harry se apresuró hacía la salida que le había indicado, extrañado por la actitud de Draco, pero sin tiempo para pensar en ello, el hechizo duraría poco y sin duda Lucius no estaría muy contento con ninguno de los dos.

 

ÇÇÇ

 

Con esfuerzo se apareció cerca de Privet Drive, en una calleja tras unos botes de basura, ese fué el punto de donde salió, siempre estaba vacio, una cuadra mas adelante se hallaba un pequeño parque y mas allá el número 4.

 

Draco comenzó a despertar del hechizo y Harry lo dejó apoyarse en la pared del callejón.

 

"¿Dónde estamos?"

 

"Lejos de la Mansión, aturdí a tu padre y 'nos' saque de allí"

 

"¿Por qué?... Digo ¿Por qué me trajiste?"

 

"No sé, por las amenazas de Lucius, por que me ayudaste y no podía dejarte allí para que se desquitara contigo. Puedes volver si quieres, eres libre"

 

El rubio lo miró, por primera vez Harry pudo ver su rostro sin una mueca sínica o una expresión malvada, su rostro tenía una expresión casi triste.

 

"No puedo volver" dijo mirando al suelo "Tenía planeado irme después... de.... asegurarme de que... tu salieras de allí"

 

Draco se ruborizó al confesarle al chico algo así **Oh, Merlín soy un tonto, ya se dió cuenta**

 

"Bueno,...¿A Donde ibas?"

 

Draco se encogió de hombros "Por allí, quizás con Dumbledore..."

 

"NO, digo, no, bueno yo no vivo en..." el chico hizo un gesto nervioso con su mano "donde vivo no es muy cómodo, pero... mira nadie debe saber que fuí a tu casa, si vas con Dumbledore él averiguará, necesito que te quedes conmigo algún tiempo hasta que tu padre me dé una respuesta ¿Qué dices?"

 

**En la casa de Harry, en el cuarto de Harry, con Harry... YUPI**

 

"Bien, si no hay problema"

 

El moreno se pasó una mano por el pelo.

 

"¡Problemas si habrá! Esperame diez minutos ya vuelvo"

 

Esperó como veinte minutos pero si Harry le dijo que esperara por él, quien era Draco para contradecirlo, además aun estaba tratando de procesar todo lo ocurrido, había desafiado a su padre por salvar, nada más y nada menos que a quien se suponía que odiaba y ahora había perdido todo, estaba en la calle con las pocas poseciones que había logrado sacar de su casa en un baúl encogido que reposaba en el bolsillo interior de su túnica.

 

De camino hacía la vivienda, Draco sintió que podría perderse entre todas estas casas iguales, con razón nadie había podido dar con el paradero de Potter, se sentía incomodo, Harry lo había hecho quitarse la túnica de repente le empujó en las manos una bolsa con cosmetibles y lo envolvió con ella haciéndo que la llevara en brazos.

 

"Deja que yo hable"

 

Un hombre gordo con cara de pocos amigos abrió la puerta.

 

"Ya era hora, muchacho, tu tía está muy molesta ¿Y este quien es?"

 

"Él es hijo de mi padrino, ¿Recuerdas a mi padrino Sirius, el asesino?"

 

Vernom miró a Draco con ojos extraviados, farfulló algo que casi no pudo entenderse mientras su rostro iba adquiriendo un color rojo intenso, el chico aprovechó para halar a su compañero adentro, Draco pensó que la cabeza del hombre iba a estallar.

 

"¿Él es otro mas como tu?"

 

"¿Otro qué Vernom? ¿Qué ocurre? ¿Qué hiciste ahora muchacho?" una mujer flaca, que supuso la tía de Harry, los recibió en la cocina.

 

"Él es Draco, hijo de mi padrino, vino a quedarse unos días, no te preocupes tío no va a molestar, mi padrino se mantendrá en contacto para saber de él, si nos disculpan"

 

Harry dejó las bolsas en la cocina y llevó a un aturdido Draco por las escaleras, el rubio aun abrazaba la bolsa que habían puesto en sus brazos, el chico moreno agradeció que sus tíos no se hubieran dado cuenta de que había hecho algunas compras para él.

 

Un ulular de un ave los recibió al entrar en la pequeña habitación.

 

"Hola, preciosa ¿no fuiste muy ruidosa cierto?" saludó vertiéndo alguna comida para lechuzas en el dispensador de la jaula, le quitó la bolsa a Malfoy y haciéndo un ademán con su mano mientras exclamó "¡Bienvenido!"

 

ÇÇÇ

 

No muy lejos de allí un furioso Lucius Malfoy había despertado hacía rato con un terrible dolor de cabeza.

 

"¿Quién se cree ese mocoso para darme ordenes? y ese traidor de Draco ¡Me las pagará!"

 

Malfoy se acercó a la mesilla donde Potter depósito el objeto, un pequeño aro plateado.

 

Después de verificar que no era ningún traslador, ni estaba embrujado, el rubio levantó el aro plateado examinándolo, un par de serpientes entrelazadas con ojos de esmeralda, adentro tenía una inscripción ... te amo...

 

Obviamente Dumbledore no estaba tan loco como para enviarle un anillo al señor oscuro y menos con inscripción como esa.

 

¿Qué pretendía Potter? ¿A quién pertenecía este anillo? ¿Qué tenía que ver con el señor oscuro y con Potter? ¿CÓMO DEJÓ QUE POTTER HUYERA?

 

z88;

Continuará...

 

 

Notas finales:

Gracias por leer y espero que lo hayan disfrutado. Espero sus comentarios :)(1) La descripción del medallón es de uno que tiene mi madre, se lo regaló mi abuelo cuando ella era niña, aunque en realidad las piedras no son diamantes, si es muy bonito y tiene valor sentimental, mas que monetario.

 

 


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