Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

DE COMPUTADORAS, VIRUS Y SANDIAS. por kagome_08

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este fic lo escribí hace un siglo y había olvidado subirlo, acabo de encontrarlo entre mis millones de archivos así que aprovecho de compartirlo ^^

basado en un hecho real... le ocurrió a mi pc y gracia a ello nació la escusa perfecta para escribir un lemon xDDD

DE COMPUTADORAS, VIRUS Y SANDIAS.

-Maldito computador... maldita red.... maldito sistema operativo....- Yuki intentaba escribir desde la mañana pero su laptop no estaba cooperando, enviaba error tras error y cada vez que intentaba acceder a Mis documentos la carpeta maldita se cerraba sin contar con que inexplicablemente las paginas de internet se habrían una por una... y se habría una gran gama de paginas... desde financiera hasta unas paginas porno que nunca había visto... y vaya que había visto varias.
Se suponía que estaba de vacaciones pero cuando la inspiración llega... llega y era rara la vez que le pasaba algo así, por lo que quería aprovechar ese momento... tan solo si la laptop decidiera cooperar- maldito Windows vis...
-Yuuukkiiii~~...- Shuichi había aparecido en la puerta con un gran trozo de deliciosa, roja, jugosa y dulce sandia- quieres comer, Ryu-chan acaba de mandarla y me conto que Kumagoro tiene un amigo nuevo yo no se por que mis amigos siempre traen frutas, podrían traer pasteles también, ayer vi una tarta de frutillas y pensé que te gustaría pero no me alcanzaba el dinero y como no entiendo mucho eso de las tarjetas deberían ser mas sencillo usarlas pero yo sigo prefiriendo el dinero efectivo por que así puedes comprar cosas en la calle aun que las calles son algo peligrosas la gente se me queda viendo y no faltan las fans que se ponen a gritar, y cuando gritan...
-Shin... dou...
Shuichi quedo paralizado... el aura que despedía Yuki era demasiado peligrosa... era esa aura negra demoniaca que se apoderaba de él cuando le interrumpía en una escena critica... o como la vez que le rompió la pantalla su celular nuevo.
-Pues... si no quieres... la guardare mientras- lentamente salió del “sagrado santuario particular de Eiri Yuki” solo cuando estuvo fuera soltó el aire que inconscientemente había retenido.... Yuki a veces parecía un demonio sacado de su más terrible pesadilla... pero cuanto lo amaba.
-Maldito computador- Yuki seguía rumiando en contra del pobre PC que nada de culpa tenia, pero alguien debió meter mano ahí, por que hasta el día anterior funcionaba de lo más bien, pero esa mañana este se había rebelado en su contra... ¿seria un virus?... abrió el antivirus y puso a escanear el PC cuando de la nada.... todo se fue a negro- pero que mierd... –reviso los cables, todo bien, en teoría el PC estaba encendido entonces que era?...- por la put...-la laptop al parecer había pasado mejor vida y solo podía haber un culpable dentro de ese departamento y no era él precisamente.

Mientras tanto Shuichi se encontraba en la cocina cortando la sandia en cuadraditos, a Yuki no le gustaba comer la sandia en la cascara, le gustaba en un pocillo y con crema, así que siempre él se encargaba de picarle y de paso quitarle todas las pepitas posible, a la sandia de su lindo y adorado Yuki, por que su Yuki lo quería y lo amaba, con locura y pasión, no era necesario que se lo dijera para sentirlo así, lo sabia, podía sentirlo en cada pequeño gesto que hacia Yuki sobre todo cuando estaban solos, cuando le limpiaba la boca al quedarle migajas de galleta o alguna mancha de salsa, la forma en que solía besarle la frente y le revolvía el cabello cuando intentaba escribir una canción y no encontraba las palabras adecuadas para expresarse o también... en la forma que tenia de hacerle el amor, ya sea de forma lenta logrando que rogara por mas o fuerte y apasionada pero siempre cuidando de hacerle gozar hasta perder la cordura... su Yuki le ama... y él aria cualquier cosa por Yuki...
Claro que estaba consiente en que podría llegar a odiarlo si descubría lo que había hecho esa mañana antes de que Yuki se levantara... esperaba que no fuera nada grave, aun que por la forma en que le miro hace unos instantes si parecía ser grave...
-Espero que no se de cuenta...
-¿Que no me de cuenta de que?...
Shuichi se paralizó notablemente cuando escuchó aquella voz tranquila y seductora, no le gusto para nada aquel tono... eso quería decir que Yuki estaba enfadado... seriamente enfadado.
-¿No me vas a decir de que no quieres que me de cuenta?- Yuki camino hasta ponerse al lado de Shuichi que seguía paralizado, se apoyo de espaldas a la mesa y cruzó lo brazos, había encontrado al culpable... y se había acusado solito.
-Eeeeh.... yo.... jeje- Shuichi tenia la mente en blanco, ¿Qué escusa podía darle?
- Dime una cosa Shu-i-chi... que hiciste hoy en la mañana antes que me levantara.
-Aah... esto.... yo... emmm... ¿nada?- podía sentir como su frente poco a poco iba humedeciéndose y un sudor frio comenzaba a recorrerle todo el cuerpo... Yuki estaba enojado... más que enojado... estaba furioso... y la pagaría caro.
-No mientas baka- su voz dejo de demostrar tranquilidad, y en sus ojos solo mostraba lo encabronado que estaba- te metiste en MI laptop cuando sabes que lo tienes terminantemente prohibido...
-Pero es que yo...- intento excusarse pero la una sola mirada de Yuki basto para que su voz se perdiera en su garganta sintiendo como en esta un nudo comenzaba a formarse y los ojos empezaban a arderle por las lagrimas que intentaba contener, no le gustaba cuando Yuki se ponía así... le daba miedo.
Yuki lo observo, observo cada uno de sus cambios, tampoco le gustaba verlo así, temiéndole, prefería verle con sus ojos llenos de amor y entrega hacia él...
-Yo... yo de verdad... no quería Yuki... es que...
-No querías... que demonios le hiciste a mi laptop- aun que quisiera no podía manejar su enojo, estaba molesto por que Shuichi le había desobedecido y como niño que era merecía un castigo.
-Yo no sabia... que el mp3 tendría virus... se abrió esa cosa roja y no supe que hacer... Yuki- rogó- de verdad, yo no quería, pero...
-Ven...-Shuichi negó con la cabeza, estaba muy asustado, era como un cervatillo frente a un gran puma... y este puma se comería al cervatillo- camina te digo- tomo a Shuichi por una mano y se lo llevo tironeándolo, Shuichi del miedo ni siquiera había soltado el pote con sandia picada.
-No Yuki, por favor, de verdad yo no quería- estaba llorando y no le importaba, Yuki lo había visto llorar mas veces de las que recordaba y la gran mayoría había sido el rubio el que las había provocado.
-Tendrás que arreglar lo que hiciste baka- Yuki lo llevaba casi a rastras hacia su estudio mientras que el pequeño intentaba zafarse, sin lograrlo obviamente.
-Pero yo no se nada de computadores, por favor Yuki... si quieres pago el arreglo pero... aaay!...- Yuki lo había lanzado sobre el escritorio y casi desparramo la fuente completa, su rostro quedo solo a unos centímetros de la pantalla de aquel maldito aparato.
-Arréglalo- fue la orden que dio Yuki.
-Pero Yuki... yo...- intento voltearse pero el cuerpo mas alto y fuerte se le pego en la espalda y al pequeño baka por fin se le ilumino el cerebro y pudo vislumbrar hacia donde se dirigía toda esa situación... y su pequeño cuerpo vibro de anticipación.
-Enciéndelo- una nueva orden mientras sus manos se apoderaban de las caderas del pequeño cuerpo.
-Ha... hai- maldito Yuki como le gustaba jugar con él, empezó a mirar los diferentes botones intentando averiguar cual serviría para encender el aparato, en una esquinita vio un botón con el mismo símbolo de encendido que tenia el control remoto, un circulo con una rayita encima, rezándole a Buda, Kami-sama, Ala, Ra... y a cuanta divinidad existiera, apretó aquel botoncito intentando ignorar las manos de Yuki que ya le acariciaba el borde de sus pantalones cortos.
-Bien hecho, tan baka no eres al parecer- siguió recorriendo ese cuerpo tan apetitoso que nunca lograba saciarle, sus manos subieron por el pecho llegando a aquellos botoncitos que con tanta saña torturaba siempre que podía y con toda la delicadeza que poseía, o sea nada, los apretó logrando arrancar un agudo gemido de esos labios carnosos y dulces que le llamaban a gritos para ser besados, pero aun no lo aria, aun quedaba suficiente castigo como para saciarse durante un rato.
-Aah... Yu... Yuki... que haces- las manos de Shuichi estaban posadas en el teclado y no pudo evitar apretar algunas teclas y la que hasta hace poco no era mas que una pantalla negra se encendió en azul y luego ve vio la barrita de Windows cargando.
-Tu castigo, por ocupar cosas que no te pertenecen baka- le susurro apretándole aun mas las tetillas y refregándose contra el trasero de Shuichi que se encontraba mas elevado por la posición en que estaba.
-aaha... pero Yuki... esto no...mmm- su cuerpo se mandaba solo, sentía como su miembro iba endureciéndose de solo pensar en lo que su apasionado novio podría hacerle y mas al sentir como se refregaba contra su trasero sintiendo que Yuki estaba tanto o mas exitado que él.
-Ya estas excitado baka... eres tan fácil de calentar- le mordió la nuca logrando que mas de esos suspiritos y gemidos abandonaran los labios del cantante.
-Pero es... culpa tuya... tu te pones... a toquetearme entero- su respiración ya era irregular, si, lo admitía, era un facilote cuando se trataba de Yuki tocándole. Como pudo se volteo colgándose del cuello del rubio y besándole como si su vida dependiera de ello.- vamos Yuki... házmelo... quiero sentirte ya- sus caderas fueron al encuentro de las del escritor frotando ambas erecciones que ya eran dolorosas.
-Aun no baka... primero jugare contigo así como tú te has puesto a jugar con mis cosas.
Tomo de las orillas la playera que usa y se la quito, Shuichi como siempre se dejo manejar fácilmente, beso esos labios color frambuesa mientras hacia que su cuerpo se fuera recostando lentamente sobre la mesa, del pote de sandia saco un cubito y lo poso en los labios rosas, y lentamente de forma sensual fue bajando por el cuello, hasta llegar al pecho en donde se encargo de esparcir la fruta.
Shuichi solo podía suspirar y gemir quedito, la sensación fresca de la sandia era algo nuevo, ya antes habían jugado con hielo de la misma manera pero esto era mucho mas placentero por que además su cuerpo tendría sabor a sandia y por la forma en que Yuki devoraba sus pezones era algo aun mejor.
Yuki podía sentir la erección de Shuichi en su vientre, las piernas de su pequeño estaban enredadas alrededor de sus caderas hiso un poco de presión y logro que la espalda de Shuichi se arqueara y que de su garganta saliera un gemido mas fuerte que los anteriores, su cuerpo estaba cubierto por sudor y jugo de sandia, logrando una mezcla por demás excitante.
-Alguien aquí esta muy despierto no crees- poso una mano justo en la entrepierna, en donde se notaba el bulto de la erección de Shuichi, este gimió aun mas fuerte.
-Yuki por favor... te necesito... por favor- suplicar era algo que le salía natural, acentuado aun más cuando en sus ojos tenia pequeñas lagrimas a causa del placer no satisfecho.
-Tendrás que esperar... tienes una lección muy dura que aprender.
-Pero Yuki...- Shuichi se sentó en la mesa besando nuevamente a Yuki, sus lenguas se entrelazaron, había restos de jugo de la fruta en los labios del pelirrosa, era una mescla exótica, el sabor propio de cada uno mas el sabor de la sandia, se devoraron los labios casi de forma literal, succiones y mordidas, lograron que los labios de ambos quedaran rojos he hinchados, tuvieron que separarse cuando la respiración de ambos se volvió demasiado acelerada y la necesidad de mas oxigeno se hizo forzosa. Se quedaron mirando por unos segundos, con la respiración agitada, ya no había enojo en los ojos de Yuki, ya no había miedo en los de Shuichi, solo había ese amor infinito que se profesaban el uno al otro y la pación lujuriosa que se había apoderado de ambos cuerpos.
Shuichi con sus manos siempre temblorosas a la hora de hacer el amor, comenzó a desabrochar botón por botón la camisa de Yuki, que ahora se encontraba mancha con los restos de sandia que Yuki no se había comido de su pecho, dejando besos y lamidas en cada porción de piel que iba apareciendo hasta que la quito por completo, mientras Yuki se entretenía en acariciar las piernas y el borde del pantalón de Shuichi.
-Recuéstate- le susurro el rubio a lo que el más pequeño obedeció, dejando posar su espalda nuevamente en la fría madera del escritorio, con los brazos extendidos hacia arriba pasando a llevar la pobre laptop que agonizaba a unos centímetros de la cabeza rosada, ignorada por ambos.
Nuevamente las manos de Yuki recorrieron ese pequeño cuerpo que se le entregaba sin tapujos una y otra vez, le desabrocho con cuidado el pantaloncillo y los quito con ropa interior y todo.
Y ahí estaba Shuichi desnudo, con las mejillas y labios rojos, la respiración agitada y el miembro erecto y mas abajo, aun oculta, aquella pequeña entrada que le transportaría directo al paraíso, Yuki sintió como su miembro dio un tirón de solo pensar en sumergirse en esa rosada entrada, pero le ignoro de la mejor manera, aun tenia que hacer sufrir a aquel pequeño cuerpo.
La mirada penetrante con la que le estaba comiendo hizo que Shuichi se sintiera cohibido y en un acto reflejo intento cerrar las piernas pero Yuki estaba cómodamente instalado entre ellas.
Yuki sonrió con maldad al ver ese acto tan infantil e inocente de Shuichi y de uno de los cajones saco una agenda antigua a la que de un solo tirón quito la cinta con la que marcaba las páginas.
-Que... que aras con eso- Shuichi le miro con temor, sabia que Yuki tenia cierta tendencia sádica cuando decidía jugar con su cuerpo, no que le molestara pero a veces le torturaba de tal manera que creía desfallecer de placer.
-No será nada malo... es solo que te corres muy rápido- ante esas palabras las mejillas de Shuichi volvieron a subir de tono- solo are... que dures un poco mas- una sonrisa malvada se apodero de los labios del rubio al tiempo que rodeaba el miembro de Shuichi con la cinta y la amarraba al alrededor de la base.
-No Yuki... por favor... duele... quítala por favor- las manitas de Shuichi fueron directo a su miembro para quitar el objeto castigador pero fueron apartadas por las de su sádico novio-
-Este es tu castigo Shuichi, no te correrás hasta que yo así lo quiera, de alguna forma tienes que aprender que es desagradable que otros jueguen con lo que no es de ellos.
-Pero Yuki... no es... ahaaaa
Un nuevo gemido abandono los labios de Shuichi cuando la boca de Yuki envolvió su miembro y comenzó la peor tortura del cantante, su novio casi nunca le hacia eso y si no fuera por aquella cinta estaba seguro ya se habría corrido de solo sentir aquellos labios sobre su parte mas sensible.
Yuki beso, lamio, succiono y mordió toda aquella extensión durante largo rato en lo que solo se escuchaban los gritos de placer del pelirrosa, las manitas del pequeño estaban aferradas a los bordes del escritorio y los dedos de los pies se contraían en un vano intento de liberar el placer proporcionado por el rubio, al igual que su espalda se arqueaba y sus caderas se elevaban cada cierto tiempo buscando mas de aquellas sensaciones. Cuando Yuki creía no poder mas se alejo del miembro del pequeño logrando un gemido de alivio y frustración por parte de él.
-Voltéate... ya pronto acabaremos
Shuichi se encontraba casi inconsciente así que tuvo que voltearse con ayuda de Yuki, este observo la hermosa curvatura de la espalda de Shuichi y como su trasero estaba elevado dejando libre vista a su próxima victima, aquella preciosa entrada que palpitaba, mas abajo el miembro erecto de Shuichi goteaba levemente el semen que la cinta no lograba retener.
Del recipiente tomo otro trozo de sandia, definitivamente aquella enorme fruta se volvería de sus favoritas, con este descendió por toda la columna vertebral del cantante arrancándole leves suspiros hasta que llego aquel ano rosado que parecía llamarle a gritos por que cada vez que lo rosaba con la fruta se contraía levemente como invitándolo a entrar
-Por favor Yuki... ya no... Ya no puedo más... por favor
Los ruegos y suplicas de Shuichi lograron que Yuki acelerara el proceso, no por el pequeño si no por que su propio cuerpo así se lo reclamaba, se quito el pantalón junto con la ropa interior, su miembro salto erguido goteando semen, tenia un brillo malicioso y cuando Shuichi lo vio su boca produjo mas saliva de solo imaginar lo que le aria gozar, si tan solo no tuviera aquella estorbosa cinta.
Yuki lamio la espalda de Shuichi en el mismo proceso que había hecho antes en su pecho hasta llegar a las nalgas, las separo aun mas y sumergió su rostro en aquella área, el gemido de Shuichi no se hiso esperar cuando sintió como su entrada era devorada sádicamente por el rubio y como esa lengua se internaba lentamente en su interior.
-No Yuki por favor... eso no ahaha... por... aaahaa... por favor... ya no... Ya no mas por favor...
La tortura nuevamente había comenzado solo que esta vez seria mas corta por que el mismo Yuki sentía que moriría si no se sumergía en aquella entrada y de un solo movimiento ya tenia dos dedos dentro de Shuichi moviéndolos para dilatarlo, Shuichi estaba tan excitado que su cuerpo casi se dilataba solo, sin nada de esfuerzo, tal vez por la costumbre, ya tenia tres dedos moviéndose en su interior y cuando lo creyó listo dirigió su miembro húmedo y goteante adentrándose de forma pausada pero sin detenerse hasta estar por completo dentro del tembloroso cuerpo de Shuichi.
Dos gemidos se escucharon en la habitación, uno bajo y grave, mientras que el otro fue alto y agudo, ambas respiraciones se aceleraron cuando el cuerpo del mayor empezó a embestir al más pequeño, los cuerpos sudados volvían a ser uno en la danza más antigua del hombre.
Yuki se aferraba a las caderas de Shuichi, mientras el pequeño nuevamente apretaba las teclas del laptop que se encontraba frente a él y este comenzaba otra vez a lanzar los mensajes de error que tanto habían hecho enojar a Yuki, claro que en ese momento a ninguno le importaba ya ese incidente, ambos estaban concentrados en su placer.
El miembro de Yuki era tan grueso, tan grande, que le hacia a Shuichi delirar de placer cada ves que rozaba su próstata, de su boca un hilillo de saliva caía sin que pudiera evitarlo, sentía como su propia entrada se apretaba a aquel miembro y casi podía sentir el placer que experimentaba Yuki cada vez que lo hacia por que sus manos se aferraban mas fuertes en sus caderas, estaba seguro que quedarían marcadas durante días... si tan solo no fuera por la molesta cinta...
-Yuki... aaaaha... Yuki por favor... qui... quitaaaahaa... quítala...
Yuki aun sonreía malicioso, saliendo del interior de Shuichi, quien suspiro con frustración, el rubio mañoso metió un par de dedos en la entrada aflojada logrando un sobre salto por aparte de Shuichi, atrajo la silla del escritorio, que era cómodamente acolchada, sentándose en ella con las piernas separadas.
-Ven aquí...
Shuichi le miro, aun encontraba increíble que todo eso cayere dentro suyo, su entrada dolía por la ausencia de aquel pene así que con las piernas temblorosas se sentó sobre el miembro de Yuki gimiendo de placer, se aferro a su cuello y le beso de forma lenta y sensual intentando seguir el ritmo de la lengua del hombre al que amaba, las manos del rubio nuevamente recorrían su cuerpo, tocando, acariciando y piñizcando todos los lugares que sabia le hacia delirar.
El pelirrosa comenzó un lento vaivén, que fue aumentando a medida que los minutos pasaban, al igual que sus gemidos eran cada vez mas fuerte, si no fuera por la cinta hace rato se hubiera corrido.
Yuki podía sentirlo, en su estomago, formándose rápidamente, se correría dentro de poco, el miembro de Shuichi se balanceaba entre ambos vientres, la punta enrojecida por la fricción, lo tomo entre sus manos y comenzó a acariciarlo, logrando que Shuichi se retorciera encima suyo, temblando, ya había sido suficiente castigo, sin quitar la mirada del rostro de Shuichi quito la cinta.
Shuichi se vino manchando ambos vientres, sintiendo como el mundo explotaba dentro suyo, tras sus parpados juraría haber visto fuegos artificiales, la garganta de dolió por el gemido que lanzó y si no hubiera sido por Yuki que le sostenía se habría caído hacia atrás cuando su espalda se curvo, su entrada se apretó en torno al miembro de Yuki de una forma tan deliciosa que solo eso le basto para que el rubio alcanzara el orgasmo, llenándole de su esencia.
Los minutos pasaron y ambos seguían en la misma posición, Shuichi aun sobre Yuki con su miembro, ahora flácido aun dentro de él, podía sentir como el semen del rubio se deslizaba lentamente hacia fuera, sus corazones comenzaban a calmarse al igual que las respiraciones, comenzaba adormecerse por las caricias que Yuki le prodigaba a su espalda, eran esos momentos los que mas atesoraba, cuando Yuki lo mimaba después de hacer el amor, eran esos momentos en los que reafirmaba que el rubio le amaba en silencio y era esa la forma que tenia de demostrárselo, la forma tierna y casi delicada en que solía acariciarle, como sus dedos largos se enredaban en su cabellera y la forma en que dejaba pequeños besos entre estos, podría dormir en esa posición por días si es que pudiera, dejándose mimar por aquel monstruo del sexo, pero la voz suave y varonil de su amado escritor lo saco de su ensoñación.
-Aun me debes el arreglo de la laptop.
-No puedes... simplemente comprarte una nueva?- lo único que quería era dormir y si era en esa posición mucho mejor.
-Tendrías que comprármela tu... tu echaste a perder la mía- Yuki se puso de pie con Shuichi en brazos y lo llevo a la habitación para descansar lo que quedaba del día.
Shuichi mientras era transportado se preguntaba si con todos los discos que había vendido le alcanzaría para comprar una laptop nueva, digamos... cada dos días?... claro que si, pensó y una sonrisa afloro en sus labios cuando en el velador vio a aquel mp3 portador del tan malévolo virus.


¿Fin?... claro... hasta que Shuichi vuelva a mandarse la laptop de Yuki *¬*
Notas finales: Al final me olvide del pocillo con sandia en el escritorio XD

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).