Te veo.
Como odio volar es tan preciso y puntual, solo que a la hora de entrar al aeropuerto es tan desorganizado, que es tan odioso y tedioso.
Pero solo a mi se me ocurre ofrecerme para recoger al novio de Theo, pero claro eso pasa cuando no pienso en las consecuencias de mis palabras… ¡¡Qué carajo!!... yo no tuve nada de culpa, la tiene Pansy al tergiversar mis palabras, pero ella tenía que meter sus narizotas en mi oración…”Mañana hará un trafico de los mil demonios en el aeropuerto será mejor que cargue varios discos para poder distraerme…” y con esas palabras tan simples Pansy me ofreció para que recogiera al jodido novio al cual Theo se jode. Maldita sea esa oración ni siquiera tiene sentido.
El vuelo ya se anunció, que estaba en zona de aterrizaje y que los pasajeros saldrían por la puerta seis, pero todavía no veo salir a nadie.
Buscaba una melena negra de entre las personas que empezaban a verse salir de esa maldita puerta, según la foto que vi de Neville, el chico que se esta jodiendo Theo, si eso queda mejor, en fin según esa foto el chico es fibroso y con el cabello negro, cara redondeada, y según Theo unas piernas larguísimas, si como no.
Un cabello pelirrojo, me llamo la atención, nunca había visto un cabello tan arremolinado, claro sin contar el cabello del engendro que se coge a Draco, es gracioso, su cabello brilla mucho con el reflejo del sol, me pregunto si toda su persona brillara o se hará notar como su cabello.
- Cuidado tarado-. Escucho decir a una anciana, y vio que el joven movía la cabeza en señal de disculpa.
En fin, cuando logro ver de frente a esa persona se encontró con que la anciana, estaba totalmente equivocada, ese chico no era ningún tarado, por el contrario era hermoso.
Sus facciones delgadas, y unos ojos azules preciosos, un cuerpo menudo, unas manos alargadas pero delgadas, en fin tal y como se imaginaria a un diablo vestido de ángel. Y claro un diablo porque cuando la señora se dio la vuelta el de inmediato la arremedo lo cual me saco una sonrisa, curiosamente también parecía buscar a alguien.
El chico siguió su camino a otra puerta, al parecer decidió ir buscando a ese alguien que no encontraba, y él simplemente decidió esperar a que el chico Neville apareciera, pero seguía sin verlo y su cuello no se podía estirar más, por lo que se sentó en una de las sillas cercanas a la puerta, le mandó un mensaje a Theo para que le avisara a su chico cogedor, que él lo esperaba en frente de la puerta seis que lo buscara por allí, el no buscaría nada, nada que no fuera una melena pelirroja que ahora se había perdido de su visión.
Pero que importaba, era un sueño el ser que vio, y de pronto se vio con la necesidad de imaginar que haría de tener una oportunidad tan grande con el joven.
Se imagino conquistándolo, y siendo fuertemente rechazado, también como al final lograba ablandar ese corazón, para finalmente hacerlo suyo.
De seguro lo podría ablandar con chocolates justo como el tarado de Potter lo había logrado con el dragón que tenía por amigo, aunque se podía imaginar la misma reacción en ese pelirrojo que en su amigo, le tiraría los chocolates en su cara y después le volvería a regalar chocolates solo para ver esa cara enojada de nuevo.
Apostaba su vida a que ese pelirrojo era un fiera y que no dudaría en hacer lo mismo que Draco, y que él también era una persona con carácter por lo cual no aceptaba un no como respuesta por lo que le regalaría chocolates o quizás unas flores como el tarado del novio de Pansy le había hecho solo que ella simplemente las dejo caer para de inmediato darse la vuelta y seguir con su camino sin hacer caso del detalle, si también se imaginaba que eso podía hacer ese chico.
Y tampoco se daría por vencido, le regalaría quizá joyería, como Theo le había contado una vez, le regalaría un dije o quizá un anillo, esas manos delgadas se merecían un poco de brillo y que mejor que un anillo de oro blanco para darle el toque, Theo le había regalado un dije con unas alas al chico con el que cogía y supuso que le había ido muy bien al ver la cara que traía a la mañana siguiente en el trabajo.
Si pero ese quizá ya se lo aceptaría, deseaba poder ver esos ojos brillar al ver la hermosa argolla, un anillo muy especial.
Después lo invitaría a citas, justo como las que tenían Popotter y Draco, su amigo era muy consentido por el heredero de la empresa en la que trabajaban, sin duda el también lo consentiría y mucho, le regalaría todo lo que volteara a ver, la luna si era necesaria.
Poco después de las citas, le pediría que pasara la noche con él, que se entregaran al amor, y valla que lo harían, se podía imaginar unas piernas kilométricas, alrededor de su cintura, o quizá sobre sus hombros, y según él Theo era un exagerado.
Luego de esa primera noche seguirían muchas más, en donde intentarían muchas posiciones, y muchas horas de sexo imparable, duro y desgastante.
Ya se imaginaba, si ese chico era apto, podrían tener muchos hijos, a eso si, deseaba una familia y mas si sacaban su cabello y sus ojos, serían hermosos seguramente.
Sus hijos podrían jugar con los mini Potter y los mini Draco que seguramente no tardaban en tener, si es que no ya estaba uno en camino, en fin, aunque también podrían existir en esa realidad unos mini Theo, y hasta un Theo todo regordete por el embarazo, en definitiva eso sería muy gracioso.
En fin sería una realidad o inclusive universo perfecto, sería asombroso poder poseer a un hombre como ese pelirrojo magnifico.
Lo maravilloso que sería descubrir como serían sus sonrisas, sus risas, su mal humor y su tristeza.
Pero que tristeza, si él lo escogía se aseguraría de que no tuviera tristeza alguna ni siquiera una lagrima.
Le encantaría descubrir su humor matutino, si despertaba feliz, relajado, de mal humor, mimoso, como fuera, él lo seguiría consintiendo. Y claro exigiría su respectivo sexo matutino, de ese si no se escaparía.
En definitiva sería un encanto convivir con él.
Un vibrador en su pierna lo hizo despertar de su imaginación tan activa, era un mensaje de Theo, decía que Neville ya estaba frente a la puerta y que, algo más pero el mensaje se había cortado, supuso que quizá había escrito mucho y después le llegaría el complemento.
Se levanto para buscar al chico cogedor, en verdad debía de dejar de pensar esas cosas, no era bueno pensar de esa forma del novio de Theo, al carajo, gracias a ese novio cogedor había conocido a quien, en sueños, sería el amor platónico de su vida.
Logro divisarlo justo a lado de la puerta, lo estaba buscando también, caminaron para encontrarse, y poder cerciorarse de que eran ellos a quienes buscaban respectivamente.
- ¿Blaise?-. Preguntó el chico con un sonrojo.
- Si, y supongo tu eres el co… Neville, ¿cierto?-. Se corrigió antes de terminar la primera frase, estuvo apunto de causar una mala impresión.
El chico asintió y comenzaron a avanzar hacia las sillas.
- ¿Nos vamos?-. Preguntó renuente a volver a sentarse en esas sillas tan incomodas.
- Si, solo debo esperar a un amigo, si no te molesta.
- No sab…- Sus palabras se cortaron al sentir el vibrar de su celular en su pantalón.
Abrió la bandeja de mensajes para encontrar el cacho faltante del último mensaje.
“… y viene con un amigo, trátalos bien”
Al levantar la mirada del celular, vio que Neville se había parado y estaba enfrente de él, tapándole la vista de la persona con la que hablaba.
- De verdad lo siento pero es que o me salía rápido o te vomitaba encima-. Dijo la persona frente a Neville y que no lograba ver Blaise.
- Bueno pero si no hubieras sido tan tragón en el camino nada te habría pasado, no me dijiste que era tu primer viaje.
- Bueno tampoco era para que te diera un informe completo de mis viajes y formas de estos, ¿no?
- ¡Ay!, olvídalo Ron eres imposible.
Neville se dio la vuelta para encarar a Blaise, que todo este tiempo se había mantenido fuera de la conversación.
- Perdona la falta de educación, los presento-, dijo para dar un paso a lado y dejar ver a ambas personas cara a cara-, Ron él es Blaise, amigo de Theo y nos ha hecho el favor de venir por nosotros.
- Mucho gusto-. Dijo Ron estirando la mano, mano que tardo un tiempo considerable en ser estrechada.
- Y Blaise él es Ron, un amigo mío que pretende y amenaza con venirse a vivir aquí-. Dijo para terminar la presentación.
Blaise hacía todo mecánicamente hasta la parte en que Neville le había dicho que se cambiaba a la ciudad.
A veces las casualidades son posibles, pero él nunca pensó que existieran, él siempre creyó que su futuro lo forjaba él no las coincidencias.
Pero para esta única vez, no estaba de más aceptar la ayuda de cualquier ser que lo auxilio allá arriba y pues si no estaba de más pedir que fuera apto para un embarazo, nada perdía con pedir.
A fin de cuentas aceptaría el reto de conquistar a ese pelirrojo de fuego, quien quita y todo lo que se imagino en ese aburrido y tedioso aeropuerto se cumplía.
Y hasta quizás más, mucho mas, pues la realidad es mejor que la ficción.