Capitulo1: de nuevo el martirio
No sabía cómo se suponía que había llegado hasta allí, ni como se metió en sendo problema y todo es culpa de esa condenada bazuca…
Estaba varado de nuevo en un extraño bosque que con lógica no conocía, para nada lo conocía y lo peor es que esperaba que no le pasara como la última vez que se metió en la bazuca de los diez años. Eso le recordaba, cuando lambo se distraiga estaba seguro de botarla o enterrarla en lo más profundo de su patio… se aseguraría de no volver a ver ese espeluznante objeto…
Y eso que estaba en el mejor momento de su vida…
/////////////////////////////////////…………Flash Back…………/////////////////////////
Tsuna estaba en el patio del colegio… su segundo año había pasado tan rápido, después de la lucha contra Byakuran las cosas mejoraron… bueno en el futuro, el pasado seguía casi igual a excepción de algunas pocas pequeñeces…
El punto es que estaba en el colegio, en el patio y esperaba a su novia… bueno casi novia, Kyoko le había mandado una nota, la cual especificaba que la esperara allí a las doce en punto. Lo cual hacía con esmero, el sabia que esta era su oportunidad estaba a punto de pedirle que fuera su novia y, cuando fue ella quien lo abordo en el pasillo y le entrego toda nerviosa y roja la carta sabia que algo importante le iba a decir…
Algo como –“Tsuna-kun, me gustas”- pensó con cara de estúpido y babeando… no, Tsuna debes controlarte, contrólate, contrólate. Se regaño mentalmente agitando la cabeza con fuerza.
- Espero que Kyoko-chan diga que le gusto – un aura de color rosa apareció a su alrededor mientras pensaba en él y Kyoko en una iglesia, campanas y granos de arroz al aire. Tan concentrado estaba que no noto cuando unos pasos se acercaron a él.
- Tsuna-kun, hola…- le dijo Kyoko con una dulce sonrisa, pero lo que no noto Tsuna es que estaba levemente sonrojada.
- Ho…hola, Kyo…Kyoko-chan – contesto asustado de la presencia de la chica - ¿Por qué me dijiste que viniera?- trato de cambiar el tema nervioso aun.
- bu… bueno, Tsuna-kun – bajo la cabeza apenada, sus dedos estaba jugando nerviosamente con un mechón de su corto cabello y la punta de sus pies jugaban con la tierra.
Tsuna noto el extraño comportamiento de la menor. No entendía porque, pero desde que habían regresado del futuro Kyoko actuaba extraño, tal como en esos momentos hacia, se sonrojaba seguido y actuaba más penosa de lo normal…
- yo… quería decirte algo muy importante – Tsuna también se puso rojo, lo sabía, le iba a decir que le gustaba y que quería ser su novia y luego se casarían y vivirían para siempre… ok sabía que estaba exagerando, pero nada se pierde soñando – Tsuna-kun tú me gustas…- El castaño comenzó a sonreír, y de la emoción casi salta.
“- SIII… LO SABIA”-la emoción tan rápido vino se fue “- un minuto, esto es demasiado bueno como para ser cierto”-Tsuna se fijó en Kyoko, la analizo de arriba abajo. La chica estaba sonrojada aun pero no dejaba de mirar lo que hacia el castaño, lo que más le preocupaba es que no decía nada.
-Tsuna-kun, ¿Por qué no dices nada?- dijo temerosa de la reacción del mayor.
- Kyoko-chan, tu lo dices por que en verdad lo sientes ¿no?... nadie te dijo que me dijeras eso ¿verdad?- preguntaba ilusionado, la pelicorto asiente con la cabeza.
- en verdad me gustas mucho, Tsuna-kun- y la inmensa felicidad del décimo Vongola regreso. Y como pudo pronuncio lo siguiente…
- a mí también me gustas – la voz le temblaba, y casi no podía respirar pero por fin se lo dijo… Kyoko le regalo una sonrisa, la cual a Tsuna le pareció la más bonita que haya visto.
Era verdaderamente asombroso, esto era lo mejor que le había pasado en su vida, estaba regodeándose en su momento de felicidad hasta que noto que Kyoko se acercaba a él.
- he… Kyoko-chan- la agarro por los hombro para separarla levemente, pero una palabra lo desconcentro.
-bésame…- dijo casi en susurro pero Tsuna lo escucho claramente…
Eso lo dejo de piedra mientras que Kyoko se acercaba lentamente, Kyoko iba a ser su primer beso… era… tan… extraño, debería estar emocionado…
A lo lejos de los tórtolos, Lambo estaba corriendo despavorido, tratando de escapar de un furico “Estupidera”.
-ven acá estúpida vaca – a lo lejos logro ver a Tsuna – décimo…- los ojos se le iluminaron como el perro faldero que es, hasta que nota que estaban haciendo los dos – espera, el décimo esta…-
- Estupidera no puede atraparme… jajá jajá…- eso hizo que el peli plata siguiera persiguiendo al pequeño lambo. Por lo tanto el del afro trato de correr más rápido y se tropezó con una roca cayendo de bruces al suelo- de… bo… cal…mar…me… - lloriqueaba, de la caída le salió del pelo una granada la cual se activo y echo al pobre Lambo a volar.
Casualmente (por decisión de la autora) en el aire cayeron barias cosas, entre ellas la bazuca de diez años, esta cayó sobre Tsuna…
//////////////////////………… Fin del Flash Back………… //////////////////////////
Y así, se había arruinado de nuevo uno de sus mejores momentos en su vida, a veces pensaba que había alguien en alguna parte del mundo que le gustaba verlo sufrir.
Se paro perezoso del césped en el cual hace minutos estaba cómodamente sentado, pensaba que si se levantaba algo malo iba a pasar, un terremoto, un tsunami, Michael Jackson iba a aparecer de la nada e iba a invitarlo a un lugar oscuro pero algo iba a pasar… y tenía razón poco después de caminar un trayecto se dio cuenta de que ya habían pasado los diez minutos para regresar a la Namimori que conocía… se maldijo por no quedarse sentado tal vez a si no recordaba los diez minutos.
- hola de nuevo, Tsunayoshi Sawada - esa voz masculina lo aterrorizo a tal grado de caer desmallado de la impresión…
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Era tan cálido estar de ese modo, ni siquiera recordaba con exactitud porque esa sensación cálida ni tampoco donde estaba… poco a poco los recuerdos llegaron a su mente… se removió ligeramente entre unos brazos que él no reconocía, pero tenían que ser fuertes como para cargar su peso, ahora ya sabía cómo se sentía las mujeres cuando las cargaban era relajante… un minuto ¿Qué hacia él en brazos de alguien, y por qué?...
Abrió los ojos de golpe y se encontró con una imagen que no esperaba ver en su vida, Kyoya Hibari lo cargaba en forma nupcial… era… era aterrador…Mas no dijo ni media palabra cuando el mayor vio que se había despertado y clavaba su penetrante mirada sobre él.
- oh… Tsuna ya despertaste, sabes no deberías estar durmiendo en medio de los bosques – dijo otro voz que estaba seguro no era la de Hibari. Vio sobre el hombro del mayor y observo a Irie saludándole.
- Irie…- se quedo expectativo, de la nada sintió que caía al piso dolorosamente… - itai… itai -
- si ya estas despierto, puedes andar solo - y con su expresión de siempre paso sobre Tsuna para seguir caminando como si nada. Irie se le acerca al castaño para ofrecerle una mano, este la acepta aun con la expresión de incógnita.
- qué raro, Hibari no estaba tan arisco cuando dormías, de hacho fue él quien ofreció hacerlo – no sabía porque pero eso le había hecho sonrojar de sobre manera. Irie había comenzado a reírse de la cara de niño pequeño que había puesto Sawada. Pero cayó al sentir un golpe en su cabeza, por parte del pelinegro.
- no deberías hablar de más Irie…- con eso comenzaron a caminar a caminar de nuevo, Hibari como siempre, Irie con tremendo chichón en la cabeza y Tsuna con una expresión de total miedo…
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Habían llegado a la base subterránea de los Vongola, en todo el recorrido no había dicho nada, tal vez todo lo que saliera de su boca iban a ser usado en su contra… eso y que Hibari tratara de limar sus armas con su cara…
- Irie ¿Qué es lo que está pasando aquí? – el de lentes se tensó visiblemente y aun que trato de camuflar la incomodidad el castaño se pudo dar cuenta.
Después de la pelea contra Byakuran resulta que el supuesto muerto de su yo del futuro apareció, no sabía cómo o porque pero apareció y no estaba nada muerto de hecho se veía mejor que nunca, eso fue lo último que vio antes de regresar al pasado a su yo del futuro deseándole suerte y después la Namimori que conocía.
Pero ni rastros de su yo del futuro, era tan extraño y confuso…
- bueno… el décimo tiene prohibido por sus guardianes salir de la base…- Irie estaba nervioso y eso Tsuna lo sabía, no por nada heredo ese intuición que nunca falla del primero.
-¿Por qué?- insistió
- después te enteraras…- y adelanto el paso nervioso, para evitar más preguntas del menor de los Vongola…
Continuara…