+~TEN CUIDADO CON LO QUE DESEAS…~+
La navidad es la celebración más feliz y festejada por el mundo, las ciudades son adornadas con motivo navideño, puede sentirse el frio calar los huesos y el dulce olor del chocolate calentarte, frente a una chimenea de la que cuelgan un par de botas con los nombres de los deseosos de regalos y dulces, el árbol adorna un espacio de la casa adornado de mil maneras diferentes y siempre bello al ser contemplado, la nieve es removida de las aceras, los arboles se muestran desnudos ante los fríos vientos, los muérdagos cuelgan de las puertas, donde las parejas se besan después de haber paseado por un parque tomados de la mano.
Eso es un poco de lo mucho que trae la navidad consigo, amor, paz, felicidad, pero no para todos representa lo mismo.
Por la fría y solitaria calle un chico de cabellos azabaches avanza a paso veloz, una bufanda cubre la mitad de su rostro, lleva una gabardina negra y botas de nieve, las manos las lleva oculta en los bolsillos de la gabardina, una de las puntas de la bufanda roja vuela graciosamente detrás de el por el viento helado que la hace bailar, el azabache alza la mirada y logra vislumbrar una vieja construcción de apartamentos, pero bien cuidada, de un color perla que se confunde y mimetiza con lo blanco de la nieve, su negro tejado apenas si logra distinguirse, los pinos que lo rodean en una forma decorosa están cubiertos de cientos de luces azulinas que cambian de ritmo cada vez que una cancioncita navideña termina, suspira aliviado, al fin estaba en casa.
Saca de su bolsillo la llave de la puerta principal, una vez dentro sacude bien sus botas en el piso y se dispone a subir las escaleras, recorriendo el mismo camino de todos los días mirando las puertas adornadas por las coronas rebosantes de adornos y frases amables como “Feliz Navidad”, hasta llegar al último piso donde nada adorna la puerta, donde un simple tapete rojo y descolorido es lo uno que lo diferencia, abre la puerta dejando las botas y sacándose la ropa demás, se pone sus sandalias y camina a tientas por el pasillo hasta dar con el interruptor, lo enciende y suspira cansadamente, recorre aquel lugar, bien ordenado, pero sin ningún adorno que demostrase el espíritu navideño, se deja caer en el sofá.
-mew – se oye a su espalda para después ver como un pequeño gato de color radiante como el sol se roza una y otra vez contra su pierna y deja escuchar ese sonido que lo tranquilizaba y lo ayudaba a dormir por las noches
-Naruto…me da gusto que sigas aquí, por un momento pensé que me habías abandonado- dijo acariciando la cabeza del gato de extraños ojos color cielo que volvió a maullarle cariñosamente y restregarse más contra su fría mano – no me fue bien en el trabajo ¿sabes?, esa chica Haruno aun insiste en que salga con ella, se hace pasar la dulce y comprensiva conmigo, pero la he escuchado ser grosera con todos, además no es mi tipo…-se quedo pensativo un momento- a veces creo que me quedare solo siempre…pero es que no encuentro a nadie con quien me sienta a gusto…
-meeeww- maulló el gatito dejando ver sus colmillos y el azabache sonrió tiernamente al verlo girarse y jugar con su cola, pues lo tomo a disgusto por parte del felino.
-bueno…contigo solamente me siento a gusto…lo sabes ¿verdad?- estiro su mano hasta acariciar el suave pelaje que tenía en su panza, el gatito se dejo hacer y poso su pata sobre el y lo miro fijamente mientras ronroneaba- por eso temí volver y no encontrarte- lo levanto y lo pego a su pecho mientras acariciaba su cuello y lo llevaba a la habitación – será mejor dormir, se está haciendo tarde…-lo puso sobre la cama y el gatito se acomodo en uno de los lados mientras esperaba que el azabache se acostase se dio una baño, una vez ambos en la cama el azabache lo acaricio de nuevo tiernamente y el gatito empezó a ronronear, pronto ambos se durmieron.
Por la madrugada una extraña luz hizo despertar al pequeño gato quien camino y se acerco hasta la ventana descubriendo que aquella luz provenía de la luna que estaba en su punto más alto luna llena y resplandeciente, y el gatito giro al ver como el azabache se removía, giro hacia la luna nuevamente, la miro con tanto fervor y anhelo, se giro nuevamente y acero su rostro al del Uchiha y toco con la punta de su nariz la blanca y bien definida del mayor, se echo mas junto de el y cayó en un profundo sueño.
+~TEN CUIDADO CON LO QUE DESEAS…~+
El azabache se removió en la cama pero le costó trabajo, sentía un peso inusual sobre el y un calor ardiente rodearle, levanto la cabeza aun con la mirada borrosa pudo distinguir un brazo rodearle por el cuello, abrió los ojos y se levanto tirando a un lado a aquel extraño cuerpo.
-¡PERO QUE DIABLOS HACES EN MI CASA!- dijo apartándose lo mas posible de aquel cuerpo desnudo que yacía en su cama medio dormido, lo vio tallarse la cara con una mano para despejarse, una vez que lo hizo lo miro fijamente y vio como lentamente una hermosa sonrisa se iba develando ante el, una mirada tierna le hacía latir el corazón.
-Sasuke…-dijo con voz tierna mientras ladeaba un poco su cabeza
-¿co…como es que sabes mi nombre?
-mhh…- el chico desvió su mirada- siempre actúas raro cuando digo tu nombre de esa manera
-yo no te conozco, sal inmediatamente de mi casa
-¿¡como que no me conoces!?, ¡Soy Yo!- dijo parándose de la cama y acercándose a él mientras apoyaba sus manos en el pecho del Uchiha, pero le sorprendió ver ese par de manos – pero que…-dijo observando las manos con curiosidad - ¿Qué es esto? – dijo con voz temblorosa
-¡Vamos lárgate de aquí!
-pero Sasuke…¿Qué…que..que me ha pasado?- el rubio echo a correr hacia el baño, entro casi cayendo, pero sus reflejos eran rápidos, se paro frente al espejo- ¿Qué…que es esto?- en el espejo se reflejaba un chico rubio de tez morena y ojos azules, unas marquitas en sus mejillas, un cabello revoltoso - ¿Qué me paso?...este…este no soy yo…
-¿Cómo entraste a mi casa?- el rubio vio el reflejo del Uchiha sosteniendo un bate y en posición defensiva
-Sasuke soy yo…soy…Naruto…-el azabache lo miro sorprendido pero luego su rostro se enfureció mas
-¡mientes!, ¡no eres más que un loco!
-¡Sasuke mírame!, mírame soy yo – el azabache hizo un ademan de atacar y el rubio rompió en llanto dejándose caer al piso, el azabache vio esa actitud tan parecida
~Flash Back~
Iba caminado y la lluvia mojaba su ropa pero no le importaba se sentía a gusto de no tener que caminar a prisa y esconderse de la lluvia, cuando noto como un par de niños acosaban a un pobre gato que maullaba tímidamente en busca de auxilio, se acerco un poco y noto como los niños le aventaban una y otra vez agua encima y el pobre gato solo temblaba y maullaba arrinconado.
~End Flas Back~
-soy yo…soy yo…-decía entre sollozos – soy yo Sasuke…soy yo…
-Naruto- y le rodeo con sus brazos aquel tembloroso cuerpo, mientras el frágil chico temblaba en sus brazos- eres tu…