Estamos a nada de que sea Navidad, una de las fechas más importantes en la vida de la mayoría de los niños, pues según dicen, ese día por la noche, baja por su chimenea un sujeto de barba blanca y traje rojo, a dejar regalos debajo de un pino… pero nada de eso es verdad.
Soy Sasuke Uchiha, un chico normal, literalmente hablando. Vivo con mi hermano Itachi del mismo clan.
Debería de estar emocionado por la fecha pero no es así, no eh tenido una infancia muy linda, mis padres murieron en un accidente automovilístico. Mi hermano y yo fuimos los únicos que sobrevivimos, yo con el cuerpo intacto pues era bebe e iba en brazos de mi madre, envuelto con un cobertor especial para bebe, apenas iba a cumplir un año, de hecho fue un día antes del 23 de julio.
Mi hermano recibió algunos rasguños en la cara y en una de sus piernas hizo presión el metal de auto, dejándosela un poco funcional, pero con una gran terapia a recuperado el 100% su movilidad.
Desde entonces vivimos en casa de nuestros abuelos, aunque la mayoría del tiempo no esta la abuela. No eh tenido una vida difícil hablando económicamente, pues mis padres hasta el momento de su muerte, tenían una gran suma guardada en un banco reconocido. Mi abuelo Madara, aun disfruta de sus años de trabajo recibiendo una jugosa pensión cada mes, y aparte Itachi y yo estamos becados por el gobierno gracias a nuestro desempeño intelectual.
Aun así no soy feliz, no tengo un padre para pelear o una madre para llorar. Y cada navidad o fiesta es lo mismo, ellos se comportan sobre protectores. Y ya estoy harto de todo eso.
Pero que puedo hacer contra la tradición, así que otra vez como el año pasado, tengo la responsabilidad de preparar la cena de navidad. Por lo que con un tanto de dinero, me dirijo al súper mercado. Veo por las calles mucha gente emocionada con todo esto, puedo apreciar luces navideñas en los techos de las casas, algunos pinos de navidad y muchos niños que corren ilusionados por la visita de aquel hombre barbudo
¡La gran cosa! Entre mis pensamientos me topé con Naruto, un amigo de años, vive solo. A pesar de esto siempre le veo sonriendo, ¿me pregunto por que será así?
-Hola Naruto, ¿Comprando las cosas para Navidad?-le cuestione, mientras me le acercaba.
-No Sasuke. Nunca eh celebrado Navidad, solo estoy viendo un poco la cuidad.- A pesar de esto, me sonrió. Le devolví el gesto. -¿Y tú?-
Pensé un poco las cosas, Naruto era buena persona merecía pasar un rato alegre. –Te estaba buscando- Le conteste, haciendo que se extrañara.
-¿A mi?-Se apunto a la cara, suspire. A veses el chico me sacaba de mis cabales con una sola palabra.
-Si a ti, ¿No quieres pasar la Navidad en mi casa?- Le pregunte, haciendo que sonriera mas profundo, llegando a reír levemente.
-Me gustaría, desde luego. ¿Pero tu familia estará bien si yo voy?-Se me acercó, poniéndose a un lado mío, así juntos entramos al súper.
-No les importará, al fin es una fiesta para compartir. Siempre Madara lleva a otras personas, igual mi hermano.- Le contesté mientras tomaba un carrito del súper e íbamos al primer pasillo.
-Pues en ese caso, me gustaría.-Me sonrió para después ayudarme a escoger las cosas que cenaríamos ese día. Como es costumbre, no falto el dichoso pavo con la fruta, vegetales verdes frescos, y algunas golosinas.
Después de pagar todo, me ayudó con las bosas hasta mi casa, donde estuvimos un rato hablando, después se fue.
No se por que, pero hay algo en ese chico que me gusta, quizás y por como se porta respecto a todo y todos, nunca lo eh visto llorar, aunque su mirada es triste, jamás lo eh escuchado gritar, aunque su voz es chillona, e incluso, no lo eh visto enojado aun teniendo las razones para hacerlo.
Sé que no tiene una familia como una vez la tuve, no se si sabe quienes son sus padres, o a cargo de quien este, pero algo si es seguro, en Navidad estará feliz.
Llego Itachi un poco emocionado con la idea de “Navidad Blanca Navidad” que es el tema de este año, vi que se fue a la cocina, de seguro no tarda en gritarme “¡Sasuke esto no fue lo que te pedí!”, espere unos minutos pero no lo escuche.
-¿Itachi?- Entré en la cocina, estaba leyendo un libro de recetas navideñas, al parecer se adaptara a lo que traje. Me acerque a ver mejor que es lo que le pasa.
-Sasuke, esta vez, quiero que sonrías en la noche, aun si te duelen las mejillas o estas que te caes del sueño, hazlo. Madara y yo haremos todo para que sea perfecto, así que coopera.-Me dijo con un tono severo, me limite a asentir en silencio.
-Itachi… invite a Naruto- Le dije tímidamente, no se porque pero mis mejillas adquirieron un leve tono carmesí. Lo que Itachi notó y sin hacerme esperar se empezó a burlar de mi.
-jajaja Hermanito, ¿Cómo que tus mejillas están rojas? ¿No?- Internamente pensé “trágame tierra” pero solo desvié la mirada.
-Es que… tengo frio.-Contesté, mirando al piso, sentí como sus brazos me aprensaban el cuello, y su respiración en el.
-Pues ve y ponte una bufanda. No quiero que te enfermes.-Me susurró, eh de decir que me puso nervioso, ¡Odio cuando hace eso! Con un poco de timidez, me zafe de ahí, y me dirigí a mi cuarto, uno un poco grande para mi, tengo algunos libros de grandes autores, algunas firmas de personas importantes en el deporte, unos cuantos peluches que me regalaron las niñas el día de San Valentín entre otras cosas.
Me tire en mi cama, una matrimonial, con cobijas azules y sabanas muy suaves de algodón, me enrolle entre ella y tome un pequeño peluche que tenia de mi niñez, un perrito blanco con negro, dice Itachi que me compraron mis padres, no me queda otra cosa que creerle.
Cerré mis ojos y a mi mente llego al escena de Naruto diciendo “yo no celebro Navidad no tengo con quien hacerlo, para mi es un día normal y monótono” siento tristeza por el chico. Es ahí cuando aplican lo que tanto e oído “nunca sabes lo que tienes hasta que encuentras a personas menos afortunadas que tu”.
Poco a poco mis pensamientos cesaron, suspire y me quede dormido…
Escucho como mi molesto despertador suena. Empieza con un leve sonido que se hace más irritante conforme pasa el tiempo, Estire mi brazo para apagarlo. Vi la hora 7: oo a.m. suspire resignado, “más cerca de Navidad”
En mi mente apareció fugazmente la imagen de Naruto, sonriendo mostrando toda su dentadura, me sonroje, contradiciéndome de lo que sentía agite la cabeza para borrarme esa loca idea.
Me salí de la cama, dirigiéndome al baño para darme una buena ducha con agua fría, así lo hice, de inmediato sentí como me relajaba. Me quede un rato debajo de las gotas de la regadera, hasta que entró Itachi.
-Sasuke ya es hora.-Solo dijo eso, por el sonido de sus pasos me di cuenta que se alejo, cerré las llaves del agua, estilándome, para después vestirme. Salí del cuarto de baño para ir a peinarme y ponerme desodorante y por costumbre algo de colonia.
Salí de mi cuarto ya arreglado, el calendario dice que falta solo un día, ósea, hoy es noche buena