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shine love (one shot) por black_phenix

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Notas del capitulo:

naruto no me pertenece, es de la exclusividad de imprenta de la shonen jump y su creador masashi kishimoto.

uso sus personajes sin fines de lucro, espero disfruten.

 

 

-. Sasuke… -el susurro en su oído venia cargado de excitación y exasperación junto al fuerte sentimiento de que las prendas de ropa que su cuerpo cargaba, quemaban como estar en el infierno-. Follame…-y ahí quedo todo rastro de razonamiento humano. Su cordura viajo a sus manos que tocaban con placer aquel escultural cuerpo. Sus dedos se deslizaron por las caderas y apretaron con dedicación aquellos glúteos hechos en el Olimpo y torneados con los fuegos abrazantes del Hades- ¿Qué demonios le había hecho ese chico?

¿Cómo fue que terminaron así?

Caminaba despreocupado por las abarrotadas calles de Konoha: era un día extrañamente hermoso como para pasarlo encerrado en su casa huyendo de las locas que se hacían llamar sus admiradoras y cada una auto-nombrada esposa. Las personas le sonreían zalameras; al final de cuentas seguía siendo un Uchiha, uno de los más poderosos y con más decir el último. Su fortuna seguía siendo la más grande después de la del feudo del fuego y su mansión y propiedades seguían todas en pie, algo adustas y mal cuidadas; pero en pie.

Miro un par de puestos; buscando uno de calidad que llamara su atención para entrar a comer. Hacia un par de meses que había regresado a la aldea: más bien decir fue secuestrado y reimplantado con vigilancia en la aldea por su mejor amigo. No se quejo, ya que había culminado con su misión al vengar a su clan; aunque claro, quedando con el amargo sabor en sus labios de haber asesinado a su propio hermano y luego descubrir que él lo hizo para protegerlo no aliviano en nada el hueco que se formaba día con día en su estomago por el amado recuerdo de su hermano mayor.

Itachi lo protegió de ser exterminado junto a su clan ofreciéndose el mismo para manchar sus propias manos y convertirse en un hereje al haber acabado con la sangre de su sangre.

La única cosa buena de volver, fue tener la oportunidad de atormentar a Danzou y a esos dos viejos que se hacían llamar los concejales del feudo del fuego dentro de la aldea.

La venganza era tan dulce: aunque fuese con cosas pequeñas, no queriendo arruinar su estadía en Konoha, disfrutaba cada maldito minuto en que usaba el Magenkyo Sharingan, el más avanzado que solo el dentro de todo su clan pudo conseguir, para enviarlo a una realidad donde todo tipo de cosas desaventuradas le sucedían.

Una silueta recubierta en naranja y negro le llamo la atención: solo una persona en toda Konoha usaría ropa tan estrafalaria con esos colores. Pensó y redoblo su trote hasta alcanzar al rubio que miraba embobado los puestos.

-. Dobe… -fue lo único que hizo para llamar la atención del rubio que no había reparado en los minutos que Sasuke estuvo caminando a sus espaldas.

Dio un brinco asustado y lo encaro con el ceño fruncido y un hermoso puchero; como los que siempre hacia cada vez que se indignaba por algún acto estrafalario que Sasuke gustaba en hacerle.

-. ¡Teme!-le grito tocando su pecho algo agitado. Sasuke sonrió burlón y puso aquel rostro impasible y lleno de arrogancia que lo caracterizaba-. No me pegues esos sustos-ttebayo~.

-. Es tu culpa por no estar atento, Dobe…-recalco la última frase, divertido; aunque no lo demostrase, molestar a Naruto era una de las pocas cosas que le encantaba hacer.

Naruto lo miro con odio, algo bastante fingido ya que Sasuke sabía bien que el rubio lo apreciaba, a su manera y de una forma extraña, pero lo apreciaba y nunca podría odiarlo. El rubio dio media vuelta y comenzó a caminar; estaba algo agitado con la presencia del azabache cerca de él. 

Cuando Sasuke planeaba decirle algo para que no se fuera; se vio rodeado por el ejército de mujeres que lo seguían de aquí para allá buscando su atención y dándole a punta del odio sugestiones indecorosas para hacer con ellas. Putas. Era lo único que pasaba por su mente.

Al menos no tenía ya a Sakura ofreciéndosele como vil prostituta de callejones ninja como siempre hacia.

Porque eso hacia cuando joven, ¿no?

Un par de minutos después, ya estaba caminando de nuevo sintiendo el aire fresco chocar con sus algo ahora adultas facciones; tener 18 era lo mejor de la vida. Por lo menos apreciaría eso a lo que la anciana Hokage decidía cual misión suicida le daría para acabar con él. Porque eso se planteo la mujer cuando él la llamo borracha.

El puesto pronto seria de Naruto; al final de cuentas era el héroe del mundo ninja después de haber parado al ser más poderoso de todos y haber ganado la cuarta guerra ninja prácticamente él solo.

Seguía caminando entre los tejados. Venga, fue la única forma de escapar de esas escandalosas. Y no quería malgastar el sharingan en cosas sin valor.

Siguió en camino recto, topándose por segunda vez con aquello que le quitaba el aburrimiento.

Bajo de los tejados y volvió a acercarse con sigilo, como buen Uchiha que era.

-. Naruto…-susurro en su oído haciéndole dar otro salto al rubio que tapo su ojera como si esta sangrara, lo que más le llamo la atención al Uchiha fue ese tono, algo leve pero visible, carmín que recubría las mejillas del oji-azul. Volvió a poner su arrogante sonrisa de lado-. ¿Que, dobe, miedo?

-. ¡En tus más húmedos sueños, bastardo! –le grito, estaban cerca de los límites de la aldea, donde iniciaban los campos de entrenamiento ninja y los bosques atestados de criaturas especializadas en el arte del combate.

-. Wow, veo que no perdiste el tiempo haciendo el tonto y estudiaste la elocuencia-Naruto volvió a fruncir el ceño. Aunque se enojaba con facilidad, Sasuke era el único capaz de llevarlo a perder por completo los estribos. Tanto así que hasta soñaba con matarlo el mismo; pero de una manera más sutil.

-. Piérdete, Sasuke…-susurro mientras volvía a poner marcha hacia el bosque. La curiosidad de Sasuke pudo más que el deseo de auto salvaguardarse, porque ya había experimentado lo que era luchar con un salvaje Naruto, consumido por el deseo de proteger lo que amaba. Aunque ahora solo tuviera deseos de abrirle la garganta, seguía siendo igual de peligroso.

-. Lo lamento, pero no lo hare-dijo a su lado mientras seguía deliberativamente el camino que tomaba el rubio.

-. ¿Qué haces siguiéndome?-lo miro de arriba abajo con gesto de fastidio.

-. Que no es obvio…-alzo una ceja en señal de que lo analizara y solo dos segundos después descubrió que el cerebro de su amigo seguía trabajando tres decimas de segundo menos que las de él. Suspiro y sonrió de nuevo-. Fastidiarte el día, dobe; que mejor manera de pasar la tarde.

Naruto bufo.

-. Tengo mejores cosas que seguirte el juego-y acto seguido, para frustración de Sasuke que no pudo activar su sharingan antes de que, los más de sesenta clones que Naruto invoco se separaran.

Suspiro cansado y dispuesto a dar media vuelta y dirigirse de nuevo a su casa.

La horda de mujeres todavía buscándolo lo hizo desistir y que implementara su capacidad deductiva Uchiha.

-. Veamos, el idiota iba al bosque, y antes de que  lo asustara no planeaba desviar su camino directo-pensó mientras activaba el sharingan y miraba los rastros más comunes de Chakra-. Los rastros más fuertes son los que van al lado del original, así que…-miro al frente aun sumergido en su análisis y para dos minutos después sonreír-. Sector cero.

¿Naruto se estaba olvidando de con quién trataba?

Comenzó a caminar; no tenía ganas de llegar todavía donde el rubio estaría entrenando quien sabe que estúpida técnica para alivianar su frustración de tener que ayudar a la Hokage y no poder participar más en misiones.

Su seguridad era lo primero: era lo que habían dicho todas las naciones ninja que estaban acorde con que cuando el rubio subiera al puesto de Hokage sería el líder de la nueva alianza mundial ninja. Y como no, no podían hacer que su héroe fuese a una misión que podría arriesgar su integridad física.

Por eso Sasuke era el encargado de la seguridad de Naruto en algunos días especiales. Esa fue una de las misiones encomendadas; ya que su poder era el único que casi igualaba el de Naruto.

Vio el matizado cielo azul cubierto de nubes de un blancor casi envidiable; los rayos del sol las atravesaban buscando iluminar un poco más de la cuenta aquella calurosa tarde de verano.

Miro a su alrededor, viendo como algunos animales le miraban cautelosos, temerosos de ser atacados y solo una suave mirada de Sasuke los alivianaba. Quien lo viera en ese momento pensaría que era el fin del mundo.

El golpe seco de unos Kunai’s lo hizo fijar su vista en el capo de entrenamiento abandonado de la zona cero dentro del bosque maldito. Era un lugar fuera de servicio y que él o Naruto utilizaban a veces para intercambiar golpes por ciertas riñas referentes al vocabulario adquirido de Sasuke, de cuando estaba con Orochimaru, para referirse a las chicas de Konoha.

¿Qué culpa tenía él, de que en verdad se le ofrecieran como putas en bandeja de plata?

Inclusive había atrapado a una que otra intentando colarse a su mansión en el barrio Uchiha casi desnuda con intenciones de hacerlo creer que se había acostado con ella.

Ilusas, pensaba el día en que reactivaba las trampas cerca de la mansión.

Esa era otra de sus diversiones; aunque ya le estaba empezando a aburrir.

-. No deberías tomártela contra ese árbol-dijo después de haber llegado donde un agitado Naruto terminaba de destrozar el tronco de un vetusto árbol de cedro con un Rasengan.

-. ¡Ja!, ¿y qué hare?, ¿charlar con él, quizás?-contraataco frustrado. De verdad odiaba verse varado por los deseos de un grupo de vapuleadores y malditos aduladores. Inclusive los señores feudales de todas las naciones apoyaban la idea de sacarlo de las filas ninja: después de haberse matado día con día para adquirir sus habilidades y convertirse en Jounin, querían sacarlo del servicio activo para darle de baja solo porque lo necesitaban para asuntos más importantes.

-. Hey, yo no tengo la culpa de lo que te está sucediendo. Así que tu elocuencia déjala para el medio moribundo árbol que estas casi convirtiendo en astillas-eso arranco una pequeña sonrisa en el rubio, haciendo al azabache sonreír por igual. Nunca le gusto ver la decepción en el rostro casi angelical de aquel chico. Naruto siempre actuaria como un niño.

-. Mierda-mascullo rascándose la cabeza con gesto fastidiado-. Odio a esos malditos ancianos.

-. No eres el único-murmuro Sasuke sentándose en uno de los troncos derrumbados en el suelo. Naruto serviría de leñador.

Naruto suspiro y luego tomo asiento al lado de Sasuke.

-. Nunca llegare  comprender por qué no me dejan ir a misiones-Sasuke alzo una ceja incrédulo.

-. ¿Y arriesgarse a perder a su héroe en un error falta por parte uno de sus compañeros o por el mismo?-Naruto lo miro para luego rodar los ojos.

-. Eso lo entendí el día que Baa-chan me lo explico cuando intento darme de baja-dijo algo triste recordando el día que tuvo que entregar sus credenciales ninja-. Lo que no comprendo es, ¿Qué ganan ellos no dejándome ir a misiones ninja?

-. ¿El no perder al icono que representa la esperanza del mundo te dice algo?

-. Ya…

-. Oye, no te desanimes-le dijo al ver la decepción volver asentarse de nueva cuenta en aquellos cristalinos ojos-. Al menos tienes la oportunidad de controlar casi a todo el mundo ninja.

-. Con la variante de que seré asesorado por los cinco Kages y los concejales y feudos de las naciones-menciono fastidiado y dando un largo y agitado suspiro-. No es muy alentador convertirme en el primer emperador. Solo quería ser Hokage.

-. Al menos cumpliste tu sueño, de una manera un tanto bizarra.

Naruto rio.

-. Por lo menos tengo paz y tranquilidad, cuando estas cerca-comenta Naruto tumbándose en la hierba.

-. ¿Por?-pregunta curioso haciendo lo mismo que su amigo.

-. Por que cuando estas cerca, “esos”, desaparecen-cerro los ojos y dejo que lo arrullara el sonido del viento bailando bajo la hierba.

-. Oh, te refieres a tu equipo de guardianes. Si, la anciana me lo comento-Naruto rio un poco-. Nunca pensé que el ninja más poderoso de todos tuviera que llevar guarda espaldas.

-. Ni yo, pero ya ves las vueltas que da la vida.

Ambos se enfrascaron en aquel reconfortante silencio que los invadió. Solo el tibio aire de verano jugueteando entre las hojas secas de los arboles en el abolengo otoñal era el único sonido que los acompañaba. Las aves dormitaban en sus nidos y los animales parecían haber desaparecido del bosque en aquel momento.

-. Oe, Sasuke…-susurro llamando la atención del azabache que estaba casi dormido.

-. Dime, dobe-espeto sin abrir los ojos.

-. ¿Qué piensas hacer?, digo: no siempre estarás solo; piensas restablecer tu clan, ¿no?-Naruto se irguió  un poco y lo miro. Sasuke abrió lentamente sus ojos de oscura pero apacible intriga y lo miro para luego, segundos después, sonreírle sinceramente.

-. Sinceramente, no lo sé…-expuso-. Lo de mi clan, seguro que lo hare, al final de cuentas quiero un al menos un hijo y, ¿Qué hare? Lógicamente no puedo irme de Konoha-sonrió dando entender el porqué.

-. Lo siento por eso-se disculpo-. Nunca espere que te pasara eso. Ah de ser frustrante el que te vigiles las 24 horas.

-. No es tan malo-le quito importancia al asunto-. Al menos me dejan a solas al igual que a ti cuando me junto contigo.

-. No, en serio, lo lamento: es frustrante tener escolta permanente bajo la opinión de que tal vez vuelvas a caer en actos delictivos, de esos dos viejos del consejo-espeto indignado soltando un largo suspiro de por medio.

-. Y que esperabas-soltó ironizando-. Al final de cuentas traicione a Konoha una vez cuando me entere lo de mi hermano. Y solo sigo aquí y no eh acabado con el consejo y Danzou por respeto a la tregua que lograste alcanzar con las naciones ninja.

Naruto sonrió-. Gracias…

-. No hay,  de que, amigo mío, no hay, de que-sonrió igual-. Esto solo me cuesta la intima libertad. ¿Crees que ellos compren palomitas para ver mis escenas de sexo?

Naruto le dio un zape sonrojado y Sasuke se carcajeo-. Idiota- mascullo  mirando con una sonrisa de soslayo la cara de un Sasuke alegre.

Cuanto daría por siempre verlo así.

Ahora eran solo ellos dos los que lograban juntarse casi siempre. Sakura era la líder del equipo médico y Sai; para agrado de Sasuke, era líder del equipo Ambu. Casi siempre se ausentaban, sino por problemas en los hospitales de Konoha o una que otra visita a los poblados vecinos necesitados de cuidados médicos; Sakura se mantenía siempre ocupada y Sai, con misiones de seguimiento, papeleos y uno que otro encargo de exterminio, se mantenía siempre fuera de alcance. Ni siquiera Kakashi siendo líder de los Jounin’s se podía encontrar por más de 10 minutos con sus antiguos estudiantes.

Y qué decir cuando visitaba a Iruka.

Todos los mocosos se le lanzaban encima con millones de preguntas.

Siempre quiso ser admirado; pero si hubiera sabido que terminaría como estaba ahora, prefería dejar las cosas como estaban antes.

-. ¿Pensando de nuevo en el que podría ser…?-lo saco Sasuke de su ensoñación. Asintió y suspiro-. Nada podemos hacer. Inclusive me gustaría volver en el tiempo y recuperar a mi hermano.

-. Tu mismo lo has dicho. Solo podemos vivir nuestro estúpido presente-miro una nube en forma de Kunai y sonrió-. Me gustaría volver a ser un niño una vez más. Encargarnos de misiones simples y regañar al viejo para que nos de una misión de categoría para el gran ninja  que soy-rio acompañado de Sasuke.

-. Te imaginas…-susurro el azabache perdiéndose en una nube con forma de loto-. Cuantas cosas hubiesen sido diferentes si solo tuviéramos a quienes de verdad queremos a nuestro lado.

-. Si-le dio la razón dejándose llevar de nuevo por la dulce sensación del viento-. Sasuke, ¿quieres dormir en mi departamento?

-. ¿Un ofrecimiento indecoroso, dobe?-movió sus cejas y Naruto le dio un golpecito en el brazo haciéndolo reír.

-. Deja tus bromas y dime, ¿quieres?-insistió. Sasuke lo miro con una ceja alzada en clara muda pregunta del porque lo invitaba en realidad-. Vale, te digo… uno de los Ambu que me cuidan, me mira obscenamente mientras duermo.

-. Y, ¿Cómo sabes eso si estas durmiendo?-Naruto rodo los ojos.

-. Sabes bien que hay veces que me quedo hablando con Ku-chan mientras duermo y puedo ver desde allí lo que me rodea-Sasuke se sorprendió. No por lo dicho, sino por algo en particular.

-. ¿Ku-chan?-dijo intrigado-. Le dices, a la imponente bestia que él es zorro de las nueve colas. ¿Ku-chan?-Naruto ladeo una sonrisa y asintió.

-. Puedes apostar que lo odia, por eso lo hago…

Sasuke solo negó y Naruto rio. Nunca cambiarían.

-. Vale, dobe, esta noche me quedo en tu casa. Solo con la condición de que prepares algo nutritivo para cenar-Naruto lo miro curioso y Sasuke volvió a suspirar exasperado por las pocas luces del rubio-: ramén, no es comer nutritivo.

-. Trato hecho-dijo en un susurro, sabiendo que Sasuke lo escucharía-. Y dime, ¿Cómo te va con tus estudiantes?-pregunto, desviando el tema del ramén.

-. Progresando… aunque hacer que Uriu aprenda a usar el Chakra como se debe es toda una pesadilla-comento como quien  no quiere la cosa-. Yukino y Satoshi tienen mejor habilidad en esta área, pero son débiles en comparación con Uriu en el campo físico.

-. Lo dices como si estuvieras decepcionado…

-. No, me enorgullecen, pero; es algo complicado teniendo en cuenta que sus habilidades no son compatibles con las mías. No podre legarles mucho más de lo básico y algunas técnicas que memorice con el sharingan-explico-. ¿Y los tuyos?

-. Creo que fui el ganador…-dijo burlón.

-. Puedes explicarte…

-. Me refiero al legado-Sasuke no sabía de lo que hablaba-.bueno, al parecer Orochimaru no te dijo nada-antes de que el azabache preguntara comenzó a explicar-: te acuerdas de los troncos y de la prueba del cascabel-Sasuke asintió-. Es algo que se viene usando desde el primer Hokage.

Sasuke no comprendió muy bien.

->. Bueno, pongámoslo así, el primer y segundo Hokage entrenaron al equipo que perteneció el tercero. La prueba de los cascabeles fue impuesta en ellos al igual que nos fue puesta a nosotros para convertirnos en Genin-comenzó y Sasuke asintió-. Resulta ser que quien termino amarrado al tronco fue el tercero.

-. Oh, difícil de creer.

-. Me lo conto Ero-Senin cuando viajábamos. Luego, los Sanin que eran los estudiantes del tercero y que por ende, pasaron por la misma prueba, el amarrado al tronco fue Jiraya Sensei y de los estudiantes de Jiraya fue el cuarto.

-. Y de los del cuarto fue Kakashi y el ultimo tu, cierto-Naruto asintió con una incomparable sonrisa-. ¿Y  qué tiene eso que ver con tus estudiantes?

Naruto rodo los ojos-. Que el que es amarrado en el tronco es el destinado a encontrar a los sucesores de los que son los grandes ninjas de Konoha-expuso su lógica-. Konohamaru, como fue amarrado al tronco al finalizar la prueba, se queda conmigo y aprenderá todo de mí. Quitando ciertas variantes como el Rasen Shuriken-dijo pensativo-. Udon tiene las habilidades necesarias para que le instruyas, Sasuke.

-. ¿Yo?

-. ¿Quién mas se llama Sasuke?-espetó burlonamente-. Además Udon es de tipo fuego e muy inteligente. Como yo no utilizo el Katon no jutsu ni mucho menos el Chidori me es imposible enseñarle más allá de lo básico. Además Moegui se convertirá en aprendiz de Sakura. Que buda tenga compasión de su alma.

Sasuke sonrió ante eso. Sakura tenía la mano dura al igual que su maestra.

-. De acuerdo, envíamelo cuando creas que esté listo-Naruto asintió.

->. Increíble, ¿no? Los que llevan el legado de los Sanin somos nosotros y ahora los legaremos a otra generación- Sasuke inhalo suavemente el aire que tenia aquella rica fragancia a rosas.

-. Lo interesantes es que seamos Jounin’s tan pronto.

Sasuke asintió quedamente y viendo el vislumbrarte matizar de colores magentas y rojizos en el cielo, señal notoria de que estaba oscureciendo, decidieron levantarse y emprender camino, lento pero seguro, hasta el departamento de Naruto.

Caminaron en silencio, atravesando el frondoso bosque. Como el anterior, el silencio no fue incomodo. Los dos ya estaban acostumbrados a la presencia del otro.

Naruto miro de soslayo a Sasuke y recordó aquellos tiempos donde con tanto ahincó e insistencia lo buscaba para traerlo de regreso a la aldea. Siempre recibiendo comentarios desalentadores, pero nunca perdiendo las esperanzas: porque si lo hubiese hecho, nunca lo hubiese tenido de regreso.

Siempre se pregunto cuál era la obsesión con hacer cambiar de opinión al azabache con respecto a su venganza. Quiso pensar que era porque fue el primero en reconocer su existencia y que lo hacía por que Sasuke era como un hermano para él, pero se dio cuenta mientras avanzaban los días sin él, cuan importante era Sasuke en su vida.

Inclusive logro encontrarle nombre a lo que lo hacía seguir buscando a Sasuke aun acosta de que este mismo lo había amenazado con matarle un par de veces.

Miro al frente y vio que estaban casi en la salida del bosque.

Sasuke por su lado percibió la intrigante y calma mirada de Naruto sobre si. El también se vio obligado a atacar a Naruto solo por el hecho de querer cumplir con la promesa que se hizo hace mucho tiempo. Aunque después de cumplirla fuera un dolor en el culo recordar que todo fue de manera abstracta a la que imagino, todo era tan bizarro. Inclusive cuando hallo porque le dolía el pecho cuando intentaba atacar a Naruto y lo amenazaba; incluso esperanza surgía cuando se volvían a topar: era como si su alma gritara que lo salvaran de aquello que se vio a elegir por las voluntades de terceros y no por propia elección.

Ya estaban caminando por las ahora iluminadas, por faros, calles casi desiertas de Konoha. Al parecer las locas se habían calmado y se habían cansado de buscarlo por toda la aldea. Al menos descansaría por esa noche en casa de Naruto; ya al día siguiente iría a sacar de la trampa a una de esas chiquillas molestas que siempre intentaban entrar a su casa.

Sin darse cuenta, ya ambos subían por las escaleras del complejo de apartamentos: Naruto se había mudado a petición de Tsunade del departamento donde vivía y ahora residía en uno de lujo; parecía suite Hokage. Aunque a Naruto no le gustaba por lo grande que era, ya se había acostumbrado a su antiguo departamento. No por nada vivió en él 17 años de su vida, ¿no?

Aun no se acostumbraba al amplio espacio que lo rodeaba. Por eso pedía a Sasuke unas cuantas veces a la semana que se quedara con él; el ambiente se sentía menos tenso y vacio. Y no era que él tuviera muchas cosas de todas formas para ocupar los espacios en blanco que se vislumbraban cuando entraba.

Sasuke se acomodo en el pequeño sofá del fondo y vio como Naruto se colocaba un delantal y se dirigía a la cocina a preparar la cena.

Se había quedado un par de veces con el rubio y entendía bien el por qué no le gustaba mucho ese sitio; ese lugar no se comparaba a la calidez que se respiraba en el viejo e informal ambiente del departamento que anteriormente tenia. Ese lugar era amplio y cómodo, pero en términos simple: carecía del brillo y calidez que el otro siempre cargaba; junto a ese desorden que siempre tenía consigo Naruto.

-. ¡Sasuke!-grito Naruto desde la cocina-. Tengo filete y hay pescado, ¿Cuál prefieres?-pregunto asomándose.

-. Prefiero el filete; el pescado estoy cansado de comerlo en las misiones que me pone a hacer la vieja-Sasuke sacudió la cabeza en gesto de asco. Sus misiones al ser un tanto difíciles tardaban mucho, donde las raciones no eran suficientes y tenía que cazar, pero lo menos obvio; pescado, para no llamar la atención de sus presas a seguir en la misión.

Naruto asintió y se metió de nuevo a la cocina. Segundos después, el sonido de la carne siendo cocida lentamente en aceite y el característico olor de las hiervas y condimentos junto al de la carne llenaron sus fosas nasales.  Se levanto y se adentro a la cocina donde vio algo aturdido los bellos movimientos de su amigo mientras se enfrascaba en la tediosa labor. Naruto había aprendido a cocinar de una manera espectacular.

Las contoneantes caderas de Naruto moviéndose al son de un ritmo tarareado le hipnotizo  y el deseo de agarrar esos glúteos se hizo cada instantes más fuerte; donde solo con un fuerte movimiento de cabeza pudo contener sus deseos.

-. Dime Sasuke, ¿Cómo están los de tu equipo?-pregunto Naruto que ya se había percatado de la presencia de Sasuke, refiriéndose a Karin, Juugo y Suigetsu.

-. Han estado bien-dijo después de recomponerse-. Sus misiones no son tan complicadas y a veces los envían conmigo-se encogió de hombros.

-. Oh, ya veo…-meneo unas sartenes y agrego un par de condimentos para después mover el arroz-. Puedes poner la mesa, Sasuke.

El azabache asintió y  se llevo algunos platos y cubiertos hasta el comedor.

La cena se sirvió y ambos se enfrascaron en una banal charla sobre sus estudiantes. Naruto le hablaba de su futuro pupilo y le comentaba las cosas más simples del chico que lo superficial ya lo vendría notando cuando lo conociera.

Naruto después de la cena, había sacado unas cuantas cervezas del refrigerador; después de tanto tiempo, era lo único que calmaba sus alicaídas cuando estaba tan frustrado.

30 minutos después…

-. ¡Demonios!-exclamo Naruto entre una de las (quien sabe) numero de botellas tomadas esa noche-. No soporto esta maldita situación, en verdad que me exaspera solo estar aquí encerrado como un vil prisionero. La aldea que amo ahora es mi prisión-comento bajando la mirada.

-. Ni que lo digas-susurro Sasuke a su lado. Ambos estaban desparramados en la cama, tomando como dos viles borrachos sin otra cosa que hacer más que quejarse-. Estamos en la misma situación, un poco diferente en términos, pero la misma.

Ambos habían terminado de beberse las botellas que reposaban en sus manos y planeaban tomar la última que quedaba en el medio de ambos, que en un gesto mutuo de tratar de tomarla entrelazaron sus dedos. Naruto sintió que su piel quemaba y retiro su mano rápidamente, sintiendo sus mejillas enrojecer mas de lo que ya estaban. Sasuke mordió su lado al ver la mirada vergonzosa que le enviaba su oji-azul compañero y en un simple movimiento, desprevenido para ambos; Sasuke tomaba sus labios con fiereza.

Ambos victimas del alcohol y de los deseos efímeros y constantes que atravesaban sus mentes y excitaban sus cuerpos.

Naruto quiso reaccionar: ¿pero como hacerlo cuando tu lengua esta jugueteando con una que sabe cómo manejarla? Su cuerpo quería mas contacto que eso, lo deseaba y sabía que era lo que en esos momentos era lo que más necesitaba; más que cualquier otra cosa que hubiese deseado nunca.

El alcohol había alcanzado su cerebro y no permitía que pensara con cordura o sensatez.

-. … ¡Sasuke! -gimió al sentir la lengua del azabache pasearse por su oreja y cuello. Esas pequeñas mordidas que Sasuke le daba intermediada entre los besos y las lamidas, enviaban señales eléctricas a su columna haciéndolo no solo gemir, sino arquearse en ese placentero momento.

Ni siquiera el sonido de las botellas estrellándose entre sí y luego en el suelo les impidió continuar.

Al final de cuentas, cuando ambos estaban juntos; nadie los custodiaba.

Las manos de Sasuke viajaron a la espalda de Naruto y acaricio lentamente, memorizando cada rincón de aquella amplia parte de su anatomía.

Sasuke se detuvo reaccionando a tiempo antes de apretar fuerte mente aquellos glúteos.

-. No podemos…-susurro mientras soltaba los labios de Naruto-. No es correcto.

Naruto no sabía qué hacer, pensaba lo mismo, no era correcto; ambos eran los mejores amigos y eso era algo que no quería perder; pero no por eso dejaría perder esa oportunidad.

Se sentó a horcajadas en las piernas de Sasuke, impidiendo sus tontos movimientos: en los cuales estaba seguro el Uchiha intentaba ponerse de pie. Se acerco a la boca del azabache y antes de besarla, se debió a la oreja donde lamio con premura el lóbulo.

¡Oh! Si, así fue que llegaron a todo aquello, donde la amistad perdía sentido al roce de ambas pieles que empezaban a quedar desnudas por las habidas manos del contrario. Naruto quitaba lentamente el chaleco de Sasuke mientras besaba en leves toques sus labios. El sonido del Zip descendiendo lento, llenaba el espacio donde solo el húmedo sonar de dos lenguas jugando, bailoteando y frotándose la una contra la otra, se escuchaba. 

El éxtasis y el lívido se olfateaban en el aire con el suave toque del dulce aroma de su sudor entremezclado.

¿Cómo negarse a tan exótico ofrecimiento?

Ninguno de los dos perdía la conciencia pero eso no indicaba que no habían perdido la cordura entre los electrificantes roses de sus dedos, el suave tacto de sus pieles los atraía tanto como cuando se unían, sentían el arder mismo incitándolos a separarse; solo logrando que su piel sea molesta y quieran superar esa barrera besándose casi orgásmicamente.

Las manos de Sasuke viajaron desde el pecho, rodeando lentamente la cintura y colándose entre los pantalones; pasando por la lencería masculina hasta topar con el palpitante miembro del rubio: que con solo el leve roce del índice de Sasuke se vanagloriaba de haber alcanzado los límites puritanos del cielo.

¡Que la locura se haga ley y el placer no tenga nombre!

Sus besos pocas veces se separaban; solo para retirar una pieza más del otro. Sasuke no se había detenido allí; mientras Naruto intentaba quitarle la camiseta negra que cubría su torso, el intentaba quitar los pantalones: fallando varias veces entre los movimientos y jadeos del rubio que lo hacían gemir de solo escucharlos en su oreja.

Su miembro ardía bajo el roce incesante de la tela de su bóxer.

¿Por qué había tardado tanto en tomar lo que le pertenecía por derecho?

Eso era lo que Naruto le mostraba en esos momentos: era suyo y de nadie más.

Y quien le pusiera una mano encima podía darse por muerto.

Su cuello se vio atrapado en suaves lamidas que le hicieron ladear la cabeza; dando más terreno al oji-azul para que recorriera con gusto su falange, hombros y pecho. Enredo sus dedos en aquellas hebras doradas de cabello y apretándolas suavemente halo a Naruto para que se encontrara nuevamente con su boca.

El mero nombre del chico le recordaba su sabor y lo tentaba a querer besarlo….

Naruto besaba y se dejaba hacer, la mano hábil de Sasuke tenía envuelto en un caluroso abrazo su pene que palpitaba cada vez que removían la piel de su glande. Era tan tortuosamente lento que no sabía si iba al cielo o bajaba al infierno en esos momentos; quería mas contacto, lo deseaba.

Tanteo torpemente; ya que Sasuke quería matarlo asfixiado en besos, la tela del pantalón: buscando el Zip para quitárselos y liberar aquella endemoniada bestia que podía sentir rugir sobre la tela. Su palpitar era descomunal.

Cuando la encontró, se soltó del beso de Sasuke y descendió por su pecho mientras era ayudado por el azabache a retirar la estorbosa prenda junto a los bóxer que ya lo asfixiaban allí debajo, para así liberar aquello con lo que Naruto mordió gustoso sus labios.

Agarro el pene de Sasuke y miro al aludido a los ojos, aquellas negras orbes que expectantes esperaban el desenlace de aquella trama tan bizarra que ellos mismos comenzaron a escribir a punta de sus dedos y roces de labios.

-. Sasuke…-fue un susurro que endureció mas su pene al sentir el tibio aire chocar con su glande. Sabía que no podría aguantar mucho y lo comprobó cuando Naruto beso la punta que enloqueció palpitando estrepitosamente entre aquellos dedos.

Esa maldita sonrisa ladina de Naruto lo iba a matar: planeaba replicar u obligar al rubio a que atendiera su desprovisto miembro. Pero no fue necesario, ya que el contacto con aquella cavidad, simplemente lo llevo a más allá de lo que imaginaba podía sentirse aquello. El calor que lo envolvía, la lengua que le aplicaba masajes tanteados envolviendo su miembro o simplemente tocando la punta; ¿había algo más placentero que eso?

Estaba por correrse entre aquellas salvajes pero sincronizadas envestidas de aquella boca, pero fue Naruto quien lo detuvo a tiempo para que no culminara en el intermedio de aquel preludio hormonal.

-. Aun falta lo mejor…-¿se proponía llegar más lejos que eso?

A Sasuke no le importo nada más que aquella boca que volvió a atrapar entre sus colmillos, mordiendo el labio inferior y sacando gemidos cuando se inmiscuía dentro de aquella boca. Recostó a Naruto y termino de retirar la ropa que tenia puesta; ambos estaban como vinieron al mundo, con sus palpitantes erecciones dando las ordenes a seguir a sus cerebros y ninguno se quejaba de lo que acontecía o de lo que podría acarrear aquella noche de pasión desenfrenada que ambos consumaban.

Solo importaba que ambos en esa noche de poca cordura, se deseaban como ninguna otra vez, como a nadie, como si nada mas estuviesen ellos dos en el mundo y la atracción fuera mutua desde inicios de su vida: habían alcanzado el límite del cinismo entre ambos.

Naruto lamio los dedos de la mano derecha de Sasuke, insinuándole que no sería más que él quien disfrutara de aquella forma, siendo penetrado desfogonada mente salvaje. Como siempre se imagino que sería: las mujeres dejaron de atraerle cuando supo por fin porque siempre estuvo buscando a Sasuke; lo deseaba, lo quería dentro de él como en aquellos sueños nocturnos donde se despertaba con una erección de un tamaño descomunal.

Esos sueños se hacían realidad mientras contraía placenteramente el rostro cuando Sasuke había adentrado dos dedos de golpe y succionaba su miembro con desvergüenza sin igual.

Y en esos momentos volvía a preguntarse; ¿Por qué taro tanto para hacer eso?

Un tercer dedo lo hizo perderse en sensaciones de abrumadora índole; dolía y se sentía bien. Respiro pausadamente mientras esperaba a que Sasuke se posicionara entre sus piernas y lo penetrara; sabia que dolería, como no lo haría con una salvaje bestia como aquella que habitaba en la entrepierna de su amante.

Sasuke lo observaba respirar hondamente preparándose para el momento. Se había posicionado entre sus piernas, colocando las mismas en sus hombros teniendo una mejor vista del lugar a donde entraría. Era rosa y palpitaba pausadamente acalorado. Solo verlo lo ponía a mil. Naruto había cerrado los ojos esperando la llegada de la hora y Sasuke tenía bien en cuenta que si lo hacía suave, dolería como ninguna otra cosa, lo intuía.

-. Entrare de una sola-le advirtió y Naruto abrió los ojos pero solo respiro una vez más preparándose para lo que siempre quiso; no podía echarse para atrás y simplemente pasmar el momento corriendo al baño a darse una ducha fría para clamar a su decepcionado pene.

-.hazlo- pidió.

-. Respira-y cuando Naruto lo hizo, de una sola estocada se adentro en aquella cavidad. Sintiendo el liquido ambrosiano cubrir su miembro y el ahogado grito que Naruto lanzo; era ronco y silente: sus marcadas facciones de difuminaban y Sasuke simplemente se mordió los labios tratando de no moverse al sentirse tan a gusto y apretado. Se acerco a Naruto que aun no reaccionaba del shock recibido al recibir a tan inmenso depredador dentro de sí.

Había sentido sus paredes desintegrarse levemente y dolía como mil demonios.

Sasuke lo besaba suavemente, diciéndole palabras dulces que jamás imagino escuchar salir de aquellos labios; también masturbaba su miembro. El dolor descendía gradualmente, hasta solo sentirse en efímeras palpitaciones del miembro de Sasuke en su interior y fue cuando su garganta se seco que hizo un leve movimiento inconsciente de su cadera: anunciando a Sasuke que podía moverse.

-. Comenzare a moverme-anuncio mientras lamia su mejilla y luego besaba sus labios para comenzar en un lento vaivén que hacia soltar leves quejidos a Naruto.

Sasuke lentamente se adentraba más profundo, sintiendo el placer nublar su mente y Naruto moviendo su cadera no ayudaba en nada a que pudiera controlarse un poco. El rubio había comenzado a gemir entre los cortos pasos de su respiración; sus agitados suspiros solo daban el indicio de que podía ir aumentando la velocidad gradualmente.

Cosa que hizo y Naruto agradeció.

Los golpes de la cadera de Sasuke contra la próstata y nalgas de Naruto, el leve roce de sus testículos en su piel, los gemidos salidos uno tras otro de ambas bocas, el olor a sexo quemando sus pestañas y adentrándose como afrodisiaco; de la mejor calidad, en sus fosas nasales, era lo que se podía apreciar en aquella amplia cama.

Las botellas bailaban al son re la vibración del suelo por los bruscos movimientos de la cama.

Naruto pedía en roncos gemidos mas,  y mas y mas, sus deseos de querer que Sasuke rompiera su próstata era cada vez más grande, y Sasuke agradecía tener bajo su yugo tan lívido cuerpo. En un movimiento errado, había encontrado, identificándolo con la alta nota que salía de las cuerdas vocales de Naruto, el punto G en aquella honda cavidad.

Con un par de estocadas más, de reconocimiento terrenal, grabando en su memoria el sitio especifico, clavo profundamente su miembro, levantando las piernas de Naruto y lanzando todo su peso haciendo rosar toda su extensión por aquella parte. Los azules ojos de Naruto se bifurcaron en éxtasis; su boca buscaba como fuera manera de respirar y solo la de Sasuke lo ayudaba a eso.

Sus besos, rasguños y estocadas mas concentradas en buscar placer mutuo. No sabían que mas agregar, simplemente estaban llegando al final que no querían consumar pero si estaban ansiosos de sentir, Naruto fue el primero, que cuando sintió el hinchado glande de Sasuke rosar nuevamente aquella rica parte dentro de su cuerpo; que ahora sabía que existía, se corrió entre ambos vientres: apretando su próstata tanto como pudo y asiéndole el trabajo de resistencia a Sasuke en un efímero y ronco gemido que afloro lentamente mientras llenaba con su esencia la cavidad de Naruto.

Ninguno dijo nada, las palabras ya no eran necesarias si ambos sabían cómo interpretar aquellas miradas que ambos se profesaban.

Sasuke salió del interior de Naruto; sintiendo su corazón palpitar fuertemente al ver como todo su semen brotaba de a poco dándole un matiz sexy a Naruto junto a aquel sonrojo y aquellos labios hinchado por el frenesí del rose de sus cuerpos.

Se tumbo en la cama y miro a Naruto; quien se acercaba a él y le sonreía mientras se apegaba a su pecho: Sasuke se sintió el ser más afortunado del mundo en esos lapsos de flases segadores que lo llevaron a la inopia de la oscuridad dentro de un sustentado y prodigado por el cansancio de una noche indecorosa y productiva.

 

Y así, abrazados, transcurrió la noche…

 

Sasuke se removía incomodo en la cama, mientras buscaba entre sus sueños, y tanteando las sabanas, el cuerpo de su amante-. Naruto…- balbuceo mientras abría los ojos y se descubría solo en aquella amplia cómoda.

Otra vez uno de esos sueños, se dijo mientras miraba desanimado el lado vacio. Siempre pensó que tendera oportunidad con su amigo, pero ahora veía que solo en sus sueños podría hacer realidad lo que quería.

-. No fue un sueño-escucho a su lado y rápidamente volteo a ver al rubio que ponía en la mesita de noche, lo que parecía ser el desayuno de ambos. Pero no le importo lo que era eso para cuando vio a Naruto vistiendo solamente una camisa de vinilo azul. Se miraba hermoso.

-. ¿No, fue un sueño?-quiso confirmar y la sonrisa socarrona de Naruto le hizo ver lo tonto que fue preguntar aquello cuando veía el desorden de la cama, el semen esparcido aun en la blanca tela y las ropas desparramadas por todo el lugar y el mismo encontrándose desnudo en una cama ajena.

-. Aunque no lo fue, para mí fue como uno-Naruto se acerco y beso aquellos rosillos labios que lo invitaban en la mañana a ser besados.

-. Para mí también lo fue, y quisiera quedarme en el por siempre-espetó mientras abrazaba a Naruto y lo atraía a sentarse entre sus piernas cubiertas por las sabanas.

-. Sabes, Sasuke… siempre planee irme de Konoha-expuso-. Pero no lo hacía porque siempre pensé que algo como esto podía darse…

-. Yo no he terminado con la vida de mis carceleros y esos viejos manipuladores solamente por ti…

Ambos sonrieron y se besaron.

-. ¿Qué haremos ahora?-pregunto mientras colocaba a descansar su nuca en los hombros de Sasuke y aspiraba lentamente su aroma mientras cerraba los ojos.

-. No se…-dijo sincero-. Pero una cosa es segura…-levanto el rostro de Naruto y lo volvió a besar, pero esta vez con todo el sentimiento de amor que rondaba su cuerpo en esos momentos-. Te amo, y quien se atreva a tocarte lo mato.

-. ¡Hey!-espeto ruborizándose-. También te amo.

Ambos se dejaron envolver momentáneamente por el silencio de la habitación.

-. Sasuke…

-. ¿Dime?-el Uchiha lo miro y sonrió como cuando aún era un niño y jugaba con su hermano mayor. No le importaba su clan ni nada que tuviera que ver con ellos. Ahora solo era Naruto y protegería con unas y dientes, recubiertos de veneno si era posible, a lo que era suyo.

-. ¿q-quieres, vivir conmigo?-aun después de haber sufrido tantas cosas; nunca cambiaria su manera tan torpe de ser delante de la persona que amaba. Sasuke lo era todo para él y era su única esperanza en ese mundo al que se había adentrado, donde las falsas sonrisas gobernaban su vida como el títere sin opinión que siempre imagino que fue.

Solo Sasuke podía cortar esos lazos invisibles que lo asediaban día y noche controlando sus movimientos; tanto como él sabía que era lo mismo para el Uchiha.

-. Mañana mismo me tendrás instalado en tu cama-le dijo besándolo y tumbándolo en la cama-. Hoy no salimos ninguno de los dos de esta habitación.

-. Tonto…-susurro para luego devolver aquel beso que daría paso a miles de caricias mas acompañadas de un ejército de innumerables sensaciones.

Y solo nueve meses después, se darán cuenta de que sus muestras de amor, darán fruto en un pequeño aliciente para ambos.

Un pequeño príncipe que dará luz y más de una razón para vivir.

Ya que ese fue uno de los regalos que el kyuubi le dio a su pequeño cachorro.

-. Que lo disfrutes, mocoso…

 

 

Fin.

 

 

 

 

Notas finales:

espero les agrade.


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