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Bajo la máscara por lizergchan

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Notas del capitulo:

reesubido

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a la BBC, este fic lo hice solo y únicamente como diversión.


Parejas: Arthur x Merlín.


Advertencia: Contiene Yaoi.


Beta: Usarechan


 


 


OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO


 


 


 


Bajo la máscara


 


 


Capitulo 1.- El león


 


 


Los pasos de Merlín eran pesados y erráticos; su respiración era muy difícil, sus labios heridos y su boca seca a causa de la deshidratación. No había ingerido líquidos en barios días y ya su cuerpo le estaba pasando la factura. El joven mago ya no pudo mas y cayo al suelo, estaba débil, herido, lentamente su mundo se fue cubriendo de tinieblas.


 


 


—Arthur —murmuró antes de ser arrastrado por la inconsciencia… ese sería su fin.


 


 


El dragón, Gaius, Gwen e incluso el mismo rey Uther aparecieron en sus sueños. Arthur había sido la causa de su perdición pero no lo lamentaba, lo amaba y moriría una y mil veces por él si fuera necesario, después de todo su destino era protegerlo.


 


 


Merlín se removió un poco; sentía una mano tibia en su rostro, acariciándolo con ternura, sonrió aun en su inconsciencia pensando que era su amante y que todo aquel sufrimiento y miedo no eran más que una horrible pesadilla. Abrió lentamente los ojos encontrándose con una joven de cabellos rojos y hermosos ojos miel que lo observaba con preocupación.


 


 


—Donde… —intentó decir Merlín ante de ser cayado por uno de los dedos de la mujer que lo miraba con preocupación —. Tranquilo, estas a salvo —le aseguró poniéndole un trapo húmedo en la cabeza —. Nos diste un buen susto, especialmente al príncipe Richard… él fue quien te encontró.


 


Merlín estaba tan cansado y débil que no podía pensar con claridad e irremediablemente fue nuevamente arrastrado por la inconsciencia del sueño. La pelirroja suspiró aliviada; había pensado que el joven a su cuidado irremediablemente moriría pero gracias al cielo eso no había sucedido.


 


—Juliet —la llamó un hombre desde la entrada. El príncipe Richard era de cabellos platino; sus ojos eran de jade; poseía una belleza y sensualidad tal que le daba un aire místico y casi mágico.


—Majestad —saludó la aludida haciendo una reverencia a su futuro rey.


— ¿Cómo se encuentra nuestro invitado? —la interrogó preocupado. La chica le sonrió dulcemente; le aseguró que el joven a su cuidado ya estaba fuera de peligro y que era cuestión de tiempo para que estuviera como nuevo.


 


Richard suspiró aliviado; conocía al joven que en esos momentos dormía en total calma (en apariencia). Era el “sirviente” de su estimado amigo Arthur, ¿Cómo es que había llegado hasta ahí solo? ¿Dónde estaba Arthur? El platinado conocía los sentimientos de su amigo y sabía que nunca saldría de Camelot sin él, a menos que… no, era mejor no pensar en nada funesto y esperar a que el mismo Merlín despertara para que respondiera sus preguntas.


 


 


—Avísame si despierta —le pidió a la rubia antes de marcharse a cumplir con sus obligaciones y entrenamientos.


 


 


 


Podía escuchar sus propios gemidos de placer mezclados con los de Arthur; sentía las ardientes manos de su amado recorrer su desnuda piel… las embestidas que le recordaban a quien le pertenecía de pronto escucho como la puerta se abría de golpe, los gritos de Uther y luego…


 


— ¡No! —gritó despertando de golpe; estaba sudando y su respiración era acelerada. Había sido una horrible pesadilla.


—Tranquilo… todo está bien —trató de tranquilizarlo —. Nadie te hará daño aquí, estas a salvo.


 


El mago trató de tranquilizarse; miró a su alrededor desconociendo por completo la habitación; todo se veía elegante, en uno de los muros ostentaba una bandera roja con un león parado en sus patas traseras… definitivamente no estaba en Camelot, ¿Dónde se encontraba? ¿Era prisionero?


 


Una copa fue colocada frente a él, lo que lo hizo salir de sus pensamientos y darse cuenta realmente de la joven sentada a un lado de la cama donde él se encontraba. La mujer le sonrió cuando Merlín se sobresaltó comenzando a temblar como una hoja, lo que ciertamente preocupo a la pelirroja; ¿Por cuantas dificultades debió pasar ese pobre chico?


 


—Tranquilo, no te hare daño —le aseguró regalándole una linda sonrisa —. Soy Juliet, es un placer.


—Merlín —habló más por inercia que por otra cosa —. ¿Fuiste tú quien me ha cuidado? —ella asintió.


— ¿En donde estamos? —preguntó con cierta preocupación.


—Calma, aquí estas a salvo —le aseguró —. Aquí los que usan magia no son vistos como criminales —Merlín abrió desmesuradamente los ojos, ¿Cómo lo sabía? La mujer le sonrió explicándole que mientras dormía había hecho algo de magia.


 


Resultó que la chica también era bruja; aquello sorprendió a Merlín pues se enteró que se encontraba en Ascot cuyo rey era William Macbeth, gran amigo de Uther.


 


Al poco rato entró el príncipe, al ver al joven despierto sonrió; ya podría averiguar lo que había sucedido y si su amigo se encontraba en apuros.


 


—Me alegro verte despierto Merlín —dijo Richard sonriendo.


— ¿Nos conocemos? —preguntó confuso el joven mago. El platinado lo miró sin borrar aquella sonrisa de sus labios.


—Nos conocimos hace casi un año atrás en el cumpleaños de Uther —respondió mientras se sentaba en la orilla de la cama —. Soy Richard Macbeth, ¿Me recuerdas?


 


Los ojos de Merlín brillaron en reconocimiento; aquel joven era el príncipe Richard era un amigo muy cercano a Arthur, tanto que a Merlín le daba celos verlos juntos o incluso que Arthur hablara del otro con tanta alegría.


 


—Juliet, prepara el baño y ropa limpia para nuestro invitado —la chica asintió; hizo una reverencia y luego se marchó dejando a ambos hombres solos.


 


Richard miró al joven mago con seriedad, lo que preocupó a Merlín (si su padre era amigo del rey Uther con seguridad también aborrecía la magia y ello significaba una sentencia de muerte para él). El rubio pareció adivinar los pensamientos del joven mago.


 


—Tranquilo, no pienso hacerte nada malo —le aseguró —. Merlín, ¿Dónde está Arthur? ¿Está bien? —el mago asintió débilmente pero sin atreverse a verlo a los ojos —Merlín por favor dime que sucedió, tal vez yo pueda ayudarte.


 


El mago miró al príncipe a los ojos; él le había salvado la vida y parecía muy preocupado por la seguridad de Arthur. Suspiro pesadamente antes de iniciar con su relato. Richard escuchaba atentamente lo que Merlín le contaba (aunque sabía  que la mayor parte era mentira); comenzó a hacer sus propias conclusiones.


 


1.- Uther se había dado cuenta que Merlín tenía magia.


2.- Uther se había percatado de los sentimientos de Arthur y Merlín.


 


— ¿Y cual es la verdad? —cuestionó  sobresaltando al pobre Merlín que comenzó a balbucear sin sentido alguno. Richard rodo los ojos, ¿Cómo es que Arthur no se había dado cuenta desde un inicio que su “sirviente” tenía magia con lo mal que éste mentía?


 


El príncipe dejó que Merlín se calmara antes de iniciar; le dijo que conocía perfectamente los sentimientos de su amigo y la relación que compartía con él y también sabía que poseía magia lo había visto usarla para salvar a Arthur y a él mismo de una criatura mágica.


 


Merlín recordaba perfectamente aquel incidente; fue el tercer día de la visita de Richard y su padre, una criatura… una hidra los había atacado mientras estaban de cacería y Merlín tuvo que usar magia cuando ambos príncipes cayeron inconscientes.


 


—Estaba semiconsciente en el momento que usaste tu poder —admitió con parsimonia —. Me salvaste la vida Merlín.


—Estamos a manos, usted salvó la mía —Richard negó con la cabeza.


— ¿Me contaras la verdad? —lo interrogó —Se de tu magia y de la relación que tienes con Arthur; él mismo me lo confesó —Merlín estaba tan sonrojado como un tomate maduro lo que ciertamente le causó gracia a Richard.


 


 


Finalmente Merlín se rindió y terminó contándole lo sucedido; Richard tan solo asintió; estaba molesto con su amigo quien era la razón de la desgracia del pobre chico.


 


 


—Toma un baño y relájate un poco —le dijo al ver entrar a la mujer —, dentro de poco te traerán algo de comer y después hablaremos con mas calma.


 


Merlín agradeció todas las atenciones y por primera vez en su vida sintió una gran paz y tranquilidad. Sentía que ahí podía ser libre por fin.


 


Después del baño; Juliet le proporcionó finas ropas que él mismo príncipe había traído su comida he incluso fue él quien preparó sus alimentos.


 


—Mi madre fue plebeya… ella me enseñó a cocinar —sonrió —, también mi padre sabe cocinar —dejó escapar una risita recordando lo nervioso que se ponía el cocinero real cuando a su padre o a él le daba por querer preparar sus propios alimentos.


 


 


Richard era una persona sencilla, alegre y dulce; aun así Merlín no podía relajarse y es que pensaban que en cualquier momento aparecería el rey y lo regresaría a Camelot para ser ejecutado. El príncipe pareció leer sus pensamientos pues inmediatamente le aseguró que su padre no lo condenaría o enviaría a su muerte.


 


—Mi padre puede ser muy amigo de Uther pero jamás enviaría a un chico a su muerte solo por que tiene magia o amaba a un príncipe… en especial cuando él paso por algo similar.


—No comprendo —Richard sonrió enigmático.


 


Muy pronto el joven Merlín comprendería lo que le decía.


 


 


Continuara…


 


 


OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO


 


 


Espero les guste, este es mi primer fic que no es de anime


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