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Error mágico por lizergchan

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Notas del capitulo:

Gomen por la demora!!!

Disclaimer: Los personajes de Hetalia no me pertenecen, sino a su autor Hidekaz Himaruya-sama, este fic lo hice sólo y únicamente como diversión.

Parejas: RusiaxMexico, FranxUk, PruxAus, EspxRoma, UkxFran, y HarryxDraco insinuación de AmexMex y SnapexUk

Aclaraciones y Advertencia: Este fic contiene YAOI, humor, Lemon, fantasía y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

 

 

 

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Error mágico

 

 

Capítulo 21.- Vamos de vacaciones parte II

 

 

 

Inglaterra había tenido que regresar al mundo mágico pues fue llamado a Grimmauld place, 12 donde la Orden del Fénix se reunían. Eran alrededor de diez personas de las cuales solo reconoció a Dumbledore.

 

—Señor Inglaterra… —habló un hombre pelirrojo de escaso pelo, usaba gafas y era delgado que se identificó como Arthur Weasley y supo que todas las personas ahí presentes sabían de su naturaleza.

—Sé lo que me va a decir, ahórreselo —le cortó Inglaterra —. Harry Potter se queda conmigo.

 

Los que conocían a Inglaterra estaban sorprendidos por la forma poco educada en la que habló; el país británico estaba decidido a no dejar a Harry en manos de sus funestos parientes.

 

 

—Comprendo tu preocupación —habló Dumbledore —, pero los Dursley son los únicos que pueden proteger a Harry de Voldemort…

—Nosotros podemos brindarle mejor protección —le cortó el rubio; pero el viejo mago no estaba de acuerdo. Los países también corrían un grave peligro ahora que Voldemort sabía de su existencia.

 

Sin embargo, a Inglaterra ha no le importaba; estaba consciente del potencial que él y los otros países corrían, la presencia de Harry no significaría ninguna diferencia para ellos pero si para el joven mago quien podría estar con personas que lo estiman y no lo consideran un monstruo o alguna clase de fenómeno.

 

El patriarca de los Weasley le pidió a Inglaterra que lo meditara; la seguridad de Harry dependía de ello.

 

—¿La supuesta seguridad de Harry vale tanto como para dejarlo en manos de esos tipejos que no han hecho más que volver su vida un infierno? —cuestionó Inglaterra, su voz tenía el tono que solía usar en su época de pirata —Sinceramente no lo vale.

—Comprendemos, señor Inglaterra —habló Molly —, pero la realidad es que Harry está a salvo de quien no debe ser nombrado con los Dursley para evitar que le haga daño.

—No lo hará —le aseguró el país. Él era Inglaterra y no permitiría que dañaran a Harry ni a nadie de su casa.

 

 

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Rusia llevaba una hora buscando a México, pero éste simplemente había desaparecido. En un principio había supuesto que su hermana tenía algo que ver, pero Bielorrusia estaba extrañamente tranquila desde que dejaron Hogwarts.

 

—Hermano —lo llamó Ucrania quien llevaba algunas sábanas para cambiar las sucias; se preocupó al ver a Iván con una expresión melancólica en el rostro —¿Sucede algo? —Rusia le dijo que estaba buscando a México. Yaketerina le sonrió con ternura y le dijo que él había salido con Francia y Prusia.

 

México había estado actuando raro desde el incidente con el basilisco, ¿acaso estaba enojado con él? ¿Ya  no lo amaba? La verdad era que el moreno se sentía culpable; si él no hubiera insistido esa noche… Rusia no habría visto al basilisco directamente a los ojos. Si Iván hubiera sido un humano común, con seguridad abría muerto.

 

 

 

 

Harry observaba a Austria interpretar una de las piezas de música que el  joven mago no pudo identificar. Harry nunca había escuchado a alguien tocar de tal forma, seguramente tenía que ver con el hecho de quien interpretaba la melodía había vivido siglos. El joven mago sonrió; aun no podía creer que sus nuevos amigos fueran las representaciones de países, ni tampoco que estuviese viviendo con ellos en lugar de sus funestos parientes.

 

—¿Quieres aprender? —la pregunta de Austria lo tomó por sorpresa —Tocar el piano —agregó sin despegar los dedos de las teclas. Harry asintió con la cabeza.

 

Ucrania sonrió al ver al joven mago sentado junto a Austria quien le enseñaba pacientemente como tocar, aunque Harry tenía algunos problemas siguiéndole el paso a Roderich, Yaketerina estaba segura que pronto los superaría.

 

 

 

 

Mientras tanto, España acababa de llegar a Grimmauld Place 12; había sido llamado por Inglaterra. Dumbledore había tenido la esperanza de que el hispano hiciera recapacitar al rubio y dejara que Harry regresara con sus tíos; desgraciadamente para el viejo director, Antonio pensaba igual que Arthur.

 

Harry Potter podría ser el destinado a salvar el mundo mágico pero seguía siendo un niño y merecía vivir lo más normal posible, rodeado de personas que lo quisieran.

 

 

España se enteró de algunas cosas en esa reunión, como la razón por la que se hospedaron en esa casa la primera vez que llegaron al mundo mágico; fue con la finalidad de que los miembros de la “Orden del Fénix” los conocieran y pudieran protegerlos de ser necesarios.

 

 

La discusión del asunto de Harry continuó por un buen rato hasta que España tuvo una idea:

 

—Si les preocupa que descubran donde se encuentra Harry actualmente, ¿Por qué no lo dejan ir a conocer nuestras casas? —comentó Antonio —Hay muchos países del club de magia y muchos países están protegidos por la magia de nuestros abuelos.

 

 

No era mala idea, de esa forma, Harry aprendería magia de diferentes partes del mundo que le ayudarían a derrotar a Voldemort.

 

 

 

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Prusia, Francia y México regresaron a casa tres horas después de haber salido, pero no lo hicieron solos, con ellos iba un enorme perro negro y lanudo que con seguridad era callejero; para ese momento, Inglaterra ya había regresado con España. Al ver al monstruo canino, se escandalizó.

 

—Se llama Fido, ¿puedo quedármelo? —dijo México con una sonrisa abrazando al perro que comenzó a lamerle la mejilla.

—Lo encontramos vagando afuera —explicó Francia mirando al moreno que acariciaba la cabeza de Fido.

—Pues de ninguna manera se quedará aquí —sentenció Inglaterra, había algo extraño en ese animal, podría ser peligroso y no quería arriesgarse.

—Pero Arturo, Fido es muy dulce y cariñoso —replicó México abrazando al perro que comenzó a lamerle la mejilla —. Lo cuidaré bien —prometió poniéndole ojitos de cachorrito. España sonrió y le dijo que podía quedarse con él siempre y cuando limpiara todo lo que ensuciara. José le agradeció al castaño y se fue con el perro para darle un baño.

—No te das cuenta que ese perro podría ser peligroso —regañó Inglaterra a España.

—Mon amour, Je doute que le chiot est mal Mexique —replicó Francia. Inglaterra bufó molesto, no tenía caso ponerse a discutir con ese trío de tarados.

 

 

 

Una vez reunidos todos los habitantes de la casa. España les dijo sus planes de llevar a Harry a conocer sus países; los nórdicos, asiáticos, Grecia, Turquía, Alemania, Suiza, Liechtenstein y los italianos ya habían aceptado y por supuesto que las naciones que se encontraban ahí también estaban de acuerdo con la idea.

 

Harry estaba emocionado, siempre soñó con viajar y conocer la mayor parte del mundo ¿y qué mejores guías que los propios países?

 

—Vamos Harry, ve a enviarles una lechuza a Ron y Hermione —le dijo España sonriéndole; estaba seguro que el niño deseaba compartir esa aventura con sus dos mejores amigos.

—¿Enserio puedo invitarlos? —preguntó cohibido, todos los países presentes asintieron con la cabeza.

—¡Sure! —gritó Alfred emocionado —, ¡les encantará mi casa!

 

Harry asintió con una radiante sonrisa, se despidió de sus amigos y subió a su habitación, al entrar se encontró con una lechuza que no había visto antes; traía correspondencia que después de entregársela al joven mago, se fue tan rápido como llegó.

 

Harry leyó la misiva:

 

Te llaman el salvador, el niño que vivió,

La gente te ama por ser la esperanza,

Yo te amo por ser el hombre gentil y dulce que eres.

 

De tu admirador X

 

Harry sonrió como una colegiala enamorada; no era el primer anónimo de “X” que recibía, cuando estaba en Hogwarts había encontrado algunos bajo su almohada; esa era la primera vez que le enviaba una lechuza.

 

 

—¿Quién eres? —se preguntó dejándose caer en la cama, había olvidado por completo el enviarles la lechuza a sus amigos.

 

En un principio, Harry había creído que quien le escribía era alguna chica pero desechó la idea rápidamente pues su admirador siempre se refería como un “él” y no como una “ella”, no es que le molestara, a él le gustaban los hombres; hubo un tiempo en que estuvo enamorado de Ron pero lo mantuvo en secreto por miedo a que su amigo lo odiara o algo peor.

 

Volvió a abrir los ojos al sentir algo húmedo y caliente sobre sus dedos, se trataba del enorme perro que el Bad Cuarteto había traído.

 

—Hola —le dijo incorporándose para acariciarle la cabeza; era verdad lo que decía José, era un perro tan manso como una oveja, muy diferente del aterrador aspecto que tenía —. ¿Qué sucede Fido?, ¿buscas a José?

 

Fido ladró moviendo la cabeza de izquierda a derecha como si estuviera diciendo que no. Harry se quedó sorprendido, ¡¿acaso le entendía?!

 

 

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Dos días después ya todo estaba listo para el viaje, Ron y Hermione habían llegado la noche anterior. Los jóvenes magos estaban emocionados, pasarían una semana en cada país.

 

El primer país que visitarían seria España, de ahí Francia, Alemania, Suiza, Liechtenstein, Austria, Hungría, Italia, Grecia, Turquía, Ucrania, Bielorrusia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia, Rusia, China, Japón, después viajarían al continente americano, iniciando en Canadá, Estados Unidos y Finalmente México.

 

La aventura del trió dorado en las casas de sus amigas naciones estaba por iniciar.

 

Continuara…

 


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