La unión hace la fuerza, ¿no?
Capitulo uno
Lo que no se realizó
Todo estaba preparado para el gran acontecimiento que se llevaría acabo; pues no siempre se casaba el único heredero de una gran compañía con uno de una mediana, algunos pensaban que no era mas que una treta para que la mas pequeña de las dos subiera de puesto; pero al ver la aprobación del jefe de la familia quedo claro que un hombre como ese no permitiría que su sobrino se case con alguien solo por interés.
Eran las 3 de la tarde cuando se dio cuenta que no había recibido ninguna llamada del que sería su esposo, él ya estaba en el lugar viendo que todo estuviera como más o menos quería ya que su madre y futura suegra se excedían en cada detalle, él dijo que quería algunas flores no les dijo que querría un vivero en el salón, pero no podía negar que era muy bonito, la boda seria a las 5 de la tarde para después dar paso a la recepción que duraría hasta el amanecer, todo estaba perfecto.
Regresó a su lugar de descanso y a esperar que el tiempo pasara lo más rápido posible.
Diez minutos y su novio no aparecía, ¡que demonios pensó!, ¿Dónde estaría el desgraciado? Debía de mantener la calma, lo llamo y nada, solo a él se le ocurrió apagar el celular en ese momento; caminaba de un lado a otro, entró el que seria su cuñado.
- Llamé pero no hay nadie en casa – estaba mas serio de lo normal.
- No contesta el celular –. Bajo la cabeza, ¿no se supone que lo amaba?, ¿entonces se arrepentiría? fue muy pronto, ¿solo era un juego o qué?
- Debió de pasarle algo, iré a buscarlo –.
- Shiori, ten cuidado – dijo por alguna razón. Tenía un mal presentimiento, o el mal presentimiento era que no llegaría, este asintió y sin más salió. Justo cuando la puerta se cerraba su celular sonó, vio el número y sintió una paz, era el de su novio
- ¿estás bien? – fueron sus primeras palabras.
-No, no me voy a casar contigo, es mas te odio –.
-¿Por qué me haces esto Yuuri?, yo te amo.
-no sabes el asco que sentía cada ves que estábamos juntos, esta es mi mejor venganza, dejarte en vergüenza, romper tu orgullo, en fin hasta nunca Wolfram bielefeld –.
Su teléfono calló al suelo junto con las primeras lágrimas, su corazón estaba hecho pedazos, salió de donde estaba, se seco el rostro y se puso de pie en el que sería el altar tomo el micrófono que había y sin más dijo:
- Hoy no hay boda, ¡así que lárguense! – se dio media vuelta y empezó a destruir todo. Su familia y los Shibuya, la que nunca será su familia se acerco a ver que pasaba.
- Wolfram ¿Qué pasa?- dijo su hermano mayor.
- ¿Que no escuchaste?, ¡No hay boda!
- Ya veras que le pasó algo a Yuu-chan por eso no ha llegado – dijo la madre de este.
- Él acaba de llamar para decir que lo único que siente por mi es asco –.
- Eso no es verdad, él te ama –.
- No es verdad… saben ya no tengo nada que hacer aquí me largo –
-¡Wolfram!, ¿A dónde vas? – gritó su tío pero no recibió respuesta así decidió seguirlo, los otros se quedaron allí como esperando que algo pasara algo que les explicara que estaba sucediendo.
En otro lugar…
- Cariño ¿no te sientes mejor de haber dicho la verdad? – dijo la mujer de cabellos negros y ojos del mismo color, iba vestida de novia.
-Te odio – fueron las palabras del sujeto que se encontraba atado a una silla.
- Cambiarme por ese tipo fue lo peor que pudiste hacer--
- Fue lo mejor –.
-¿Quieres que lo mate, verdad? – dijo jugando con el arma que tenia en la mano.
- Ya le dije lo que querías, así que déjame en paz.
-¡No!, cuando mi nueva familia llegue tú y yo nos casaremos – dio saltitos y rió