Nos habíamos peleado. Eran de esas bien trágicas y las que derrumbaban todo lo que habíamos construido por años.
Me sentía mal, había cometido errores, uno tras otro. En el trabajo no se puede cometer errores, nos puede costar la vida. Yo lo sabía, desde que escape de la Wammy´s House, luego de un año que lo hizo Mello, sabía lo que me esperaba. Pero él me llamo, me necesitaba. ¿Cómo no iba a ir a su auxilio? Necesitaba de mis habilidades como hacker.
Mello me necesitaba y fallé.
And I'm tired of being all alone,
and this solitary moment
makes me want to come back home
I know everything you
wanted isn't anything you have
Flashback ~
Estaba fumando el séptimo cigarro en el patio de Wammy´s House, porque se había salteado una clase, la clase de Química que tanto le aburría.
Miraba las nubes que se tornaban entre grises y negras, pronosticando una terrible tormenta. A Matt no le disgustaba mojarse, así que no pensaba moverse de aquel sitio por más que llovieran rocas.
Había pasado un año desde que no tenía al rubio a su lado, pero esperaba, mirando el celular a cada rato. Ansioso por volver a escuchar su voz. Era tan difícil esperar... Pero sabía que Mello lo llamaría de un momento a otro. Lo sabía porque confiaba en él.
Divagando en sus pensamientos, tomo su mp3 y puso una canción que solían cantar los dos en el porche rojo abandonado en un bosque; en esas matutinas huidas del orfanato por la noche.
Ese auto ahora era de Matt, ya que se encargo de arreglarlo y dejarlo como nuevo. Mientras escuchaba esa canción, recordaba la tranquilidad que había cuando los dos estaban juntos en ese automóvil. Esas risas, esas caricias, esos besos... Ese amor primero e intenso de verano. Y llovía todo el tiempo por una extraña razón, como el ahora. Solo había una diferencia: Mello huyó solo. Sin su amigo y amante.
Waiting for your call,
I'm sick, call I'm angry
call I'm desperate for your voice
Listening to the song we used to sing
In the car, do you remember
Butterfly, Early Summer
It's playing on repeat,
Just like when we would meet
Like when we would meet
Ese día Mello llamó. Diciendo que lo necesitaba.
Lo ultimo que recuerdo de ese día es que corrí bajo la lluvia hasta el auto. Sabiendo que no iba a regresar nunca más.
Fin Flashback.~
Me quedé observando por la ventana, mientras finas gotas resbalan sobre el vidrio. Estaba lloviendo. Me daba más melancolía y vació el hecho que lloviera justo ahora.
Apoyé la frente sobre el vidrio frío, tratando de sacar lo que sentía por dentro, para que calme ese dolor, esa tortura.
¿Porque había pasado todo esto? Esa pregunta quedo resonando todo el tiempo en su cabeza. Tratando de buscarle solución al desastre ocasionado.
Di unos pasos en círculos. No tenía ganas de jugar con la consola, y fumar cigarrillos sólo hacía que me sintiera más miserable.
Estaba desesperado, quería arreglar las cosas ¿Por qué ocurrió esa explosión...? ¿Por qué Mello salio herido...? Nunca más me perdonara por no salvarlo a tiempo. Le fallé.
Ver como el ojiazul reaccionaba al ver su cicatriz en el espejo, la frustración y el enojo. La desesperación, la confusión. Todo lo que había pasado por no llegar a tiempo.
Me alegraba tanto de que estuvieras a salvo, pero me duele tanto no poderte haber salvado de “eso”. Sabiendo que tan importante es para ti tu imagen.
-.Soy un idiota....
Me senté en el sofá, aferrándome a mis piernas y me dormí en esa posición; mientras el peso del dolor, se convertía en lágrimas. Lágrimas que ansiosamente salieron por mis ojos....
Alguien abrió la puerta del departamento con suavidad. Mello parecía estar mas blanco de lo que usualmente es. Tenía la mirada perdida y cada paso que hacia era como si se le fuera el alma por los pies. No era usual en él estar tan débil. Pero sabía que no podía seguir estando así.
Se acerco al sillón donde el pelirrojo dormía en esa extraña posición y se quedó a su lado hasta que despertara por sí solo.
Ya eran pasada la medianoche cuando Matt se movió, inclinándose un poco en el apoyabrazos, sollozando, sin abrir los ojos y sin percatarse de que Mello estaba ahí.
El ojiazul abrió la boca porque tenía preparada una frase, pero se disolvió al verlo a Matt llorar. Sentía como el corazón le oprimía el pecho y como los ojos se le nublaban. Pero se negaba a llorar. Debía ser fuerte en esos momentos, él no es un hombre sensible y sabía como controlar esos sentimientos. Lo sabía.
I am torn to do what I have to,
to make you mine
En ese momento de confusión, Mello vio que el pelirrojo tenia algo en las manos. Tenía su celular bien apretado con sus dedos. Como si su vida dependiera de el.
En ese instante lo único que atino a hacer fue llevarse las manos a la boca para no llorar. Matt en verdad lo quería mucho y en verdad sabia que la pelea se le había ido de las manos. Sabía que había sido duro y cruel con su compañero. Pero nunca pensó que eso iba a doler tanto para los dos. Había fallado. Había lastimado gravemente a su amigo y por sobretodo a su amante.
Quería arreglar todo. Quería dejar de ser tan superficial aunque sea una vez. No quería perder a Matt....Pero tenía miedo que por culpa de esa cicatriz él no lo quisiera más.
El vicioso del tabaco finalmente abrió sus ojos, que tenia algo rojos por llorar.
Se asustó un poco al ver a Mello al lado. Mas que nada de la sorpresa, pero instantáneamente escondió el celular. No quería que él notara que se sentía mal. No era correcto ya que había fallado. Mostrarse débil no estaba bien. Debía ser fuerte.
- No imagine que estarías aquí... – Se acomodo en el sillón, sentándose bien, mientras se acomodaba los goggles en la cabeza.
- Bueno, si quieres me voy – no iba a acceder fácil.
- Sabes que no me refería a eso.- Prende un cigarro dándole una primera calada, bastante lento.- Si sabes que te fallé ¿Por qué estás aquí...? Por mi culpa estas así.
- ¡No me fallaste! –se ruboriza ligeramente, tratando de disimularlo entre sus cabellos dorados.
Matt se sorprendió un poco ante la actitud que ponía su acompañante y no quería apresurarse a poner todo color de rosa. No sabia en que estaba pensando Mello y afuera parecía estar lloviendo a cántaros. Los truenos se hacían más fuertes y el ruido de la lluvia mas intensa.
-¿Que haré contigo maldito perro...? –se limito a decir el de ojos zafiro, tomándose la cabeza a modo de preocupación.
-Solo no me dejes así de nuevo... –El pelirrojo en verdad tenia ganas de llorar y soltar esas cosas cursis que no tenia permitido decirle, porque Mello no era así. Pero si no decía nada lo perdería. No quería.
Le dio varias caladas mas a su cigarro y lo abandonó luego en el cenicero. Mirando por primera vez a los ojos (luego de esa pelea) a su amado.
Mello lo abrazó sin poder contener las ganas de sentir su calor y las palpitaciones que el corazón de Matt daba a velocidades extraordinarias. No quería que exista esa extraña distancia entre los dos. No quería que todo terminara, pero tenía tanto miedo, tanto miedo de que el pelirrojo lo vea como alguien feo o desagradable.
El de los ojos esmeralda noto que Mello temblaba y allí comprendió absolutamente todo.
Cause every breath that you will take
when you are sitting next to me
will bring life into my deepest hopes
En ese instante tomo del rostro al rubio y se apego a sus labios dándole un dulce beso. Primero le dio besos cortos y luego profundizo explorando con la lengua toda su boca. Mientras lo hacia no dejo de acariciar su rostro suavemente.
-Yo no me alejaré de ti nunca –susurró pausando un poco el beso. –Excepto que me lo pidas.
-¿Aunque tenga esta horrible cicatriz?
-Nada opaca tu belleza ni lo que yo siento dentro. Perdóname por no sacarte a tiempo Mello.
-Perdóname por no llamarte antes....
Cause I was born to tell you I love you
and I am torn to do what I have to, to make you mine
Stay with me tonight
Entre besos y caricias formaron un pacto de nunca volver a separarse, tal como aquel verano en el porche rojo. Juraron estar siempre juntos y morirse juntos.
-Te amo Mello, no lo olvides.
El rubio sonrió estando completamente satisfecho. El también lo amaba.
Ahora solo quedaba seguir explorando esos cuerpos que deseaban cada uno la piel del otro. Seguir esos besos llenos de placer y lujuria. Esas caricias que siempre pedían más. Los susurros y gemidos de dos personas que se anhelaban mutuamente. No había nadie más. Solo ellos dos en una noche lluviosa en el apartamento “M” de Los Angeles.
-Stay with me tonigth Mihael Keehl.
-Every night....